Está en la página 1de 87

PIENSE EN

GRUPOS
PEQUEÑOS

DAVID COX
INTRODUCCION

Usted tuvo un día largo y difícil, está cansado y con hambre, pero está casi en casa.
Espera muy pronto comer alguna cosa y poder relajarse un poco, cuando, de repente, el
carro en que está viajando se estremece y para, el tránsito adelante está bloqueado. Media
hora después, prácticamente aun no sale del mismo sitio y la casa parece estar a muchos
kilómetros de distancia.

Es muy probable que no tengas que imaginar lo que acabo de describir, porque ya
le pasó personalmente – tal vez muchas veces. Es difícil tener paciencia en esas
situaciones, ¿no es así? En verdad, los caminos de hierro y las carreteras fueron preparados
para reducir el tiempo que llevamos para llegar a la casa, no para aumentarlo. Por eso, en
este preciso momento, mucho tiempo y dinero se está invirtiendo en investigaciones para
mejorar el sistema de transportes, porque todos están de acuerdo – no se puede continuar
así por más tiempo. Especialmente cuando nos encontramos ya en el siglo veintiuno.

¿SE PARECE A LA IGLESIA?

Me pregunto – ¿alguna vez ya pensaste de manera similar acerca de la iglesia,


recientemente? Si no me equivoco, muchos adventistas se sienten frustrados con lo que se
parece mucho a un atraso en el viaje de la iglesia. Este movimiento comenzó bien.
Organización y estructuras fueron puestos en funcionamiento y programas fueron
desarrollados para esparcir rápidamente el mensaje de los tres ángeles por todo el mundo.
Y no hay la más mínima duda – de que lo que Dios hizo a través de esta iglesia en años
pasados es notable. El modo como el movimiento creció y se esparció por todo el mundo
es maravilloso.

Sin embargo, según las expectativas, el trabajo de Dios en la tierra debía estar ya
terminado, y Jesús ya debía haber venido. Pero aún estamos aquí y, en algunos países,
parece que ni siquiera estamos avanzando. De hecho, si el desafío que enfrentamos fue
alguna vez grande, ahora es mucho más grande de lo que fue en el pasado, aun en términos
de inmensas cantidades de personas que oyeron o no hablar del evangelio o no lo
comprenden.

Pero, al mismo tiempo, las oportunidades de compartir las Buenas Nuevas también
son mayores ahora del que alguna vez lo fueron. Mientras que, en todo el mundo muchos
países estaban cerrados para el cristianismo ahora están abiertos, también existe ahora un
nuevo interés en cosas espirituales en países como Inglaterra, que, durante tantos años,
fueron resistentes al evangelio. Hay mas cristianos (y mas Adventistas) como nunca antes;
tenemos ahora una rede mundial de emisoras de radio (AWR), evangelismo por satélite,
Internet, y otros métodos de comunicación a nuestro alcance, que las generaciones
anteriores no tenían. Y, ante todo, tenemos la promesa del poder del Espirito Santo de
llevarnos adelante. Entonces, ¿porque no avanzamos más rápido?

1
MOMENTO DE CAMBIAR DE VELOCIDAD

En años recientes hubo muchas señales animadoras de que Dios está preparando Su
iglesia y despejando el camino para que se dé un movimiento sin precedentes para lo que
viene adelante y que nos hará atravesar la última parte de la jornada y nos llevará al hogar,
en la tierra prometida. Elton Trueblood, cambiando ligeramente la metáfora del tránsito y
del viaje, sugiere que también hay algo que podemos hacer:

“Ahora, después de mas de tres siglos, podemos, si quisiéramos, mantener otro


cambio. Nuestra oportunidad de dar un gran paso está en la abertura del ministerio al
cristiano vulgar, mucho similar al que nuestros ancestrales hicieron al abrir la lectura de
la Biblia al cristiano vulgar. Hacer eso significa, en un sentido, el inicio de una nueva
Reforma, y en un otro sentido significa el completar lógico de la primitiva Reforma, en que
las implicaciones de la posición tomada no fueron ni completamente comprendidas ni
lealmente seguidas”1.

Talvez la solución para el síndrome de ‘Embotellamiento en la iglesia’ sea más


simple de lo que pensamos. Talvez sea el momento de introducir otro cambio. De hacer
realidad lo que ya venimos diciendo hace algún tiempo, específicamente ‘abrir el
ministerio al cristiano común’. La pregunta es: ¿Cómo? Este manual fue escrito con la
convicción de que una gran parte de la respuesta se encuentra en el ministerio de los
grupos pequeños.

O POTENCIAL DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS

Creo, como muchos otros, que existe un potencial casi ilimitado de crecimiento de
la iglesia en un ministerio de grupos pequeños intencional, bien organizado, dirigido por el
Espíritu y centrado en Cristo. Comprendo, que el termino ‘grupos pequeños’ no es nuevo
para la gran mayoría de nosotros. Grupos en casa y retiros espirituales hacen parte de la
iglesia hace décadas. Sin embargo, el modo como los grupos pequeños se desarrollaran en
años recientes y la forma como Dios los está usando en un número cada vez mayor de
congregaciones, es nuevo y muy estimulante.

¡Solo podemos imaginar lo que sucedería en la Iglesia Adventista del Séptimo Día
en todo el mundo si se diese a los grupos pequeños el lugar adecuado en todas partes!

No estoy sugiriendo que los grupos pequeños ofrecen una fórmula mágica para
completar la comisión evangélica, esparciendo unidad y amor en la iglesia, y
conduciéndonos, individualmente, a la madurez. Estoy a sugiriendo simplemente que los
grupos pequeños son medios divinamente preparados para ayudarnos a alcanzar estos
objetivos.

Podríamos desear que los grupos pequeños se desarrollasen naturalmente a partir de


relacionamientos cálidos y cariñosos ya existentes en la iglesia, y algunos grupos talvez
pudieran comenzar de ese modo. Pero, en el mundo real, los grupos pequeños son
necesarios para aproximar a las personas entre si – cristianos y no cristianos – lo suficiente

2
unos de los otros de manera que se puedan formar relacionamientos calidos y cariñosos
para que se pueda compartir el evangelio.

EL PROPOSITO DE ESE MANUAL

A través de este manual simplemente intenté proveer una breve introducción a los
grupos pequeños, y una vislumbre de lo que ellos hacen, de cómo trabajan y de la mejor
manera de introducirlos en la vida de una congregación Adventista local. Con este
propósito, hice referencias frecuentes a una cantidad de manuales mas detallados sobre
grupos pequeños, preparados por otros autores, que están disponibles a través de las
librerías Adventistas y cristianas. Les recomiendo esos libros.

Aunque se trate de un manual, ¿les puedo sugerir que lean con oración? Puede
suceder que Dios los invite a servir como dirigente de un grupo pequeño, o a adquirir
nuevas capacidades si ya está dirigiendo uno. Se no eres llamado para ser un dirigente,
ciertamente Él quiere que desfrutes de las bendiciones que solo se puede encontrar al
involucrarse en un grupo pequeño. Dios también quiere usarlo para bendecir a otras
personas; y muchos de los dones espirituales que Él dio para ese propósito actúen el
máximo de su eficacia en el contexto de un grupo pequeño.

EL DESAFIO DE GRANDES COSAS FUTURAS

Uno de los libros más desafiantes que leí, en años recientes, fue el libro de Russel
Burril “Revolución en la Iglesia”. Vean la siguiente citación excitante:

“Imaginen una iglesia en fuego con el poder del Espirito Santo. ¿Como que seria
una iglesia así? ¿Seria similar a nuestra iglesia Adventista del Séptimo Día?

“En mi mente, puedo imaginar esa iglesia… Los miembros están vivos con el
evangelio de Cristo. Sus servicios religiosos no son un formalismo muerto, pero son vivos
con el poder del Espirito Santo, a medida que los miembros comparten semana tras
semana lo que Jesús ha hecho en sus vidas. Todos los sábados la iglesia se alegra con
nuevas personas que llegan a conocer Cristo a través del ministerio de los laicos. En esa
iglesia imaginaria, cada miembro tiene su ministerio. No hay ociosos, porque ser cristiano
en esta iglesia significa estar involucrado en un ministerio fructuoso para el Maestro.
Amor, alegría y paz son vistos en los miembros de esa iglesia, ya que ellos reflejan el
carácter de Cristo junto de su comunidad. Y la comunidad responde…”2.

Se parece a una descripción de la iglesia del Nuevo Testamento después del


Pentecostés, ¿que te parece? Esa era una iglesia de cosas grandes – grande visión, grande
experiencia de Dios y grandes resultados. Hay buenas razones para creer que un moderno
Pentecostés, con resultados por lo menos iguales al primero, puede estar allí, a la vuelta de
la esquina.

3
A medida que el momento del regreso de Cristo se aproxima, Dios tiene cosas sin
precedentes en mente para Su iglesia. En este preciso momento, El está trabajando de
manera notable para aproximarnos al punto donde Él quiere que estemos, para que
podamos desempeñar nuestra parte en Su plan. Frescas brisas del Espíritu están por soplar,
trayendo renovación y cambio, preparándonos para las grandes cosas que Él planeó para
nosotros. Y todas las señales indican que el ministerio de los grupos pequeños va a tener
una parte importante en la concretización de esos planes.

Por favor, continúe leyendo, y espero que esté de acuerdo conmigo. Para pensar en
GRANDE, tiene sentido pensar en GRUPOS PEQUEÑOS.

__________
REFERENCIAS:
(1) Elton Truebllood, Su otra Vocación (New York: Harper and Brothers, 1952) 32, citado en
William Beckham, La Segunda Reforma (Houston, TX: TOUCH Publications, 1995) 15.
(2) Russel Burril, Revolución en la Iglesia (Lisboa: Publicadora Atlántico, 1999) 23.

CONFESIÓN DE UN REFORMADOR

No conozco ningún otro lugar debajo del cielo, en que pueda tener algunos
(amigos) siempre a la mano, con las mismas ideas y involucrados en los mismos
estudios; personas que tienen una convicción plena, de que tienen solamente un
trabajo que hacer en la Tierra; que ven a la distancia cuál es esa única tarea, aunque
sea la recuperación de un ojo solamente y de un corazón puro; que, para hacer eso, se
debe, según sus capacidades, dedicar completamente a Dios, y siguiendo a su Señor,
negándose a si mismo, y llevando diariamente su cruz. Tener aunque sea un pequeño
grupo de amigos, de esos que vigilen constantemente sobre mi alma, y proporcionen,
según las necesidades, reprobación o consejo con toda la franqueza y gentileza, es una
bendición que no sé donde encontrar en cualquier lugar del reino.
(John Wesley)3

4
Capítulo Uno

Pequeños Grupos
Parte Del Plan De Dios

“Y considerémonos unos a los otros, para estimularnos al amor y a las buenas obras, no
dejando de congregarnos, como es la costumbre de algunos, antes amonestándonos unos a
los otros, y tanto mas, cuando vean que se aproxima aquél día”. (Hebreos, 10:24, 25)

Los grupos pequeños no constituyen ninguna novedad en la Iglesia Adventista del Séptimo
Día. Nuestras clases semanales de la Escuela Sabática son pequeños grupos de personas.
Nuestras decisiones son tomadas por consejos constituidos por un pequeño grupo.
Realizamos Seminarios sobre el Apocalipsis en pequeños grupos. Y también hacemos
muchas otras cosas por medio de grupos pequeños. Pero, al ver “que se va aproximando
aquél día”, bien puede ser que Dios nos esté invitando a mirar hacia los grupos pequeños
de manera nueva y radicalmente distinta.

El relato bíblico y la experiencia de la iglesia primitiva, ambos confirman que, desde el


inicio de la historia humana hasta el presente, grupos pequeños de de un tipo o de otro han
sido parte del plan divino para la familia humana. Ahora, al aproximarnos al fin del tiempo
y al prepararnos insistentemente, concentrémonos en el desarrollo de relacionamientos que
solo son posibles a través de los grupos pequeños. Vean lo siguiente:

 La unidad familiar fue el primer y más importante grupo pequeño ordenado por Dios.
Lejos como puedan estar hoy algunas familias de su ideal por causa del pecado, la
familia aún es la espina dorsal de la sociedad en todo el mundo.

 Después del Éxodo, Dios dio Su aprobación a la sugerencia de Jetro, de que Moisés
debía dividir toda la nación de Israel (talvez unos dos millones de hombres, o mas)4
en grupos de diez, no sólo para facilitar el trabajo de Moisés, sino para que Dios esté
más accesible al pueblo (Éxodo 18, vea especialmente el verso 23).

 Aunque Jesús tuvo muchos discípulos, Él invirtió mucho de Su tiempo y energía en


el desarrollo de Su grupo pequeño de doce. (Marcos 3:13-15; Él les enseñó a ser
completamente dependientes de Él y de los otros. Esta forma fue claramente un
excelente medio de entrenamiento intensivo y de desarrollo personal para ellos; sirvió
como modelo para la iglesia del futuro donde ellos serian los dirigentes; pero también
proporcionó apoyo y estímulo mutuos tanto para los discípulos como para el propio
Jesús. Él estaba presente cuando ellos necesitaban de Él; y, aunque ellos se olvidaran
ocasionalmente, generalmente estaban presentes cuando Él necesitaba de ellos. Él se
sentía feliz por eso. (Lucas 22:28).

 La iglesia del Nuevo Testamento era una iglesia de grupos pequeños. En parte porque
el relacionamiento íntimo que unía los primeros discípulos de Cristo solamente
podría ser mantenido en grupos pequeños, y en parte porque la animosidad de los
judíos hacía difícil que ellos se encontrasen regularmente en lugares públicos, los
creyentes se reunían en las casas de uno y otro. Aunque también se reunían en gran

5
número siempre que podían, la esencia y la genialidad de la iglesia apostólica fue esa
red de grupos pequeños a la que toda la gente pertenecía. Esos grupos pequeños
desempeñaran un papel importante en el explosivo crecimiento numérico de la iglesia
después del Pentecostés (¡de 120 a más de 10.000 creyentes en algunos meses!), y en
el desarrollo de su comunión única (Actos 1:15; 4:4; 5:42, etc.).
El decreto de Nerón en contra del cristianismo, en el año 64 d.C. también quería decir
que era imposible para los cristianos construir cualquier tipo de edificio de reuniones
a la que pudiésemos llamar de iglesia, porque el ayuntamiento cristiano era ilegal. Sin
embargo, la iglesia no solo sobrevivió, sino que se esparció por todo el imperio
romano, sin edificios de iglesia, durante 250 años hasta el tiempo de Constantino.

 El declino espiritual de la iglesia que siguió al período apostólico y que resultó en


casi la total apostasía, fue debido, en parte, a cambios en su estructura que ocurrieron
simultáneamente con cambios en la doctrina. El emperador Constantino fue
responsable no solo por la primera ley civil relativa a la observancia del Domingo; el
también erigió varios de los edificios de las iglesias primitivas del imperio romano. A
pesar de las enseñanzas del Nuevo Testamento de que Dios ahora vive entre sus
hijos, en lugar de edificios, sus basílicas fueron designadas como lugares sagrados
para ser usados sólo para propósitos religiosos y fueron escogidos clérigos para que
sirvieran allí.
Así comenzó una tendencia que llevó a la consecuencia inevitable de que los
edificios, no los hogares, gradualmente se convirtieran el centro de la vida de la
iglesia. También fomentó la distinción no bíblica entre clérigos y laicos, que se
mantienen hasta hoy. Desde entonces, la vida de la iglesia se ha desenvuelto
alrededor de edificios en vez de personas, y el ministerio ha sido visto como
responsabilidad de sacerdotes y pastores, en lugar de ser responsabilidad de todos los
cristianos.

 Los grupos pequeños han ido desempeñado un papel importante en la reforma y en el


reavivamiento. Howard Zinder afirma que “prácticamente todos los grandes
movimientos de renovación espiritual de la iglesia cristiana han sido acompañados
por un regreso a los grupos pequeños y por la proliferación de esos grupos en hogares
privados para el estudio de la Biblia, oración y discusión de la fe”5
Uno de esos movimientos fue el notable reavivamiento que tuvo lugar en la
Inglaterra, bajo la orientación de John y Charles Wesley. John Wesley escribió que
“ningún circuito (distrito de iglesia) floreció o florecerá a menos que haya pequeños
grupos en la gran sociedad (congregación)”6. Sus grupos de 12 miembros, que se
reunían en los hogares, se tornaron mas tarde en la base ‘de las reuniones de clase’ de
la iglesia Metodista, que, a su vez, influyeron en el desarrollo de retiros y de otras
formas de grupos pequeños en la Iglesia Adventista.

 La Iglesia Adventista del Séptimo Día comenzó con un fuerte énfasis en los grupos
pequeños 7, en parte debido a sus raíces metodistas y en parte debido al consejo
inspirado de Ellen White 8. Por ejemplo, durante a visita de Ellen White a la
Australia, tuvo lugar un importante reavivamiento cristiano en Melbourne, en el
clímax del cual 2.000 grupos pequeños se estaban reuniendo en casas, por toda la
ciudad 9. Mas tarde, ella escribió: “La formación de pequeños grupos como base del
esfuerzo cristiano me fue presentado por Alguien que no puede equivocarse”10.

6
 Millares de congregaciones cristianas en todo el mundo han experimentado un
notable crecimiento numérico y espiritual en años recientes. Casi sin excepción, los
pequeños grupos han desempeñado, y continúan desempeñando, un papel muy
importante en esas congregaciones.

 En países como China, donde la iglesia ha sido perseguida y amenazada de extinción,


no sólo sobrevivió, sino que también floreció a través del ministerio de los grupos
pequeños, a pesar de la ausencia de dirección pastoral profesional.

 En Inglaterra, aproximadamente un millón de individuos11 están ahora involucrados


en pequeños grupos cristianos, donde parece que el Espíritu Santo los está usando
para ganar incrédulos a la fe, para revitalizar la vida espiritual de individuos y
congregaciones, y para concentrar la atención en el estudio de la Biblia.

 En las iglesias donde los grupos pequeños funcionan eficazmente:

 Los miembros crecen más rápidamente en su madurez espiritual.


 Menos salen por la puerta trasera.
 Se siente un nivel mas profundo de cuidado y preocupación por la iglesia y por
la comunidad.
 Existe una mejor comprensión intercultural entre los miembros, si la iglesia
fuera una comunidad multicultural.
 Los dones espirituales son más fácilmente identificados y desarrollados.
 Las personas, sin ningún trasfondo religioso, son mas fácilmente ganadas para
la fe en Cristo.

Es claro, por tanto, que los grupos pequeños siempre fueron parte del plan de Dios para los
hombres y mujeres, aunque no siempre funcionaron del modo que Él pretendía. La verdad,
antes de terminar este capítulo, es que podemos dejar de citar una situación muy llamativa.

A medida que el plan de la salvación se reveló a lo largo de la historia humana, tres


acontecimientos sobresalen de todos los otros en su importancia. Son ellos:

 El Éxodo
 El primero Advenimiento
 El Segundo Advenimiento

En cada una de esas tres ocasiones, el establecimiento de la nación de Israel, el


establecimiento de la iglesia cristiana y la reunión y preparación del pueblo de Dios antes
de establecerse finalmente el reino de Dios; vemos que los grupos pequeños fueron y son
ordenados por Dios para desempeñar un papel importante.

Tenemos el privilegio y la responsabilidad de vivir poco antes del tercero y último de estos
grandes acontecimientos. A la medida que el Día del Señor se aproxima, podemos esperar
que el Espíritu Santo dirija la iglesia para el crecimiento numérico y espiritual con que
todos hemos soñado y por los cuales hemos orado. Los grupos pequeños, usados por Dios,
harán probablemente mas de lo que cualquier otra cosa para prepararnos para esa
experiencia y mantenernos unidos hasta que el Día del Señor llegue.

7
¿Que otra mejor razón que esta podría haber, para pedir a Dios que nos ayude a ver los
grupos pequeños como Él los ve, y nos guíe al organizarlos y nos ayude a experimentar
todo su potencial?

TRANSFORMADOS

Nosotros pudimos reunirnos en el salón Toby-Kendall. La televisión estaba


desconectada, y formamos un círculo, aprovechando los sofás gastados y la alfombra
dañada. Éramos un grupo de estudiantes nuevos, de graduandos de educación, de
graduandos de música, de almas silenciosas y de personalidades extrovertidas, todos
mezclados. Una Biblia, posaba en las piernas de cada persona, estaba abierta en el libro
de Romanos. Al leer y estudiar la Palabra de Dios, las verdades que vimos nos
transformaran como individuos y como grupo. A veces, luchábamos para comprender y
a veces, nos sentábamos sorprendidos. Pero, cada vez, encontrábamos Dios.12

REFERENCIAS:

(3) Diario de John Wesley, 10 de Dezembro de 1734, citado en Jimmy Long


(Coordenador) Manual para dirigentes de Grupos Pequeños (Downers Grove,
ILL: Intervarsitv Press), 29, 30.
(4) Acerca dos ‘600.000 homens’ mencionados em Éxodo 12:37, ver Ellen G.
White, Patriarcas e Profetas (Tatuí, S. Paulo: Casa Publicadora Brasileira,
1990), 286.
(5) Howard Zinder, O Problema dos Odres (Downers Grove, ILL: Intervarsity
Press, 1975), 164.
(6) Citado por John Mallison, O Dirigente do Grupo Pequeno (Bletchley,
Inglaterra: Scripture Union, 1996), 1.
(7) Para mais informaçao acerca do lugar dos grupos pequenos na igreja
Adventista primitiva, ver Russell Burrill,, A Igreja Revolucionada do Século
Vinte e Um (Fallbrook, CA: Hart Research Center, 1997)
(8) Para uma selecçao de de afirmaçoes de Ellen White sobre grupos pequenos,
ver apéndice C.
(9) Para comentários adicionais sobre a exposiçao de Ellen White a situaçoes de
pequenos grupos como estas e outras, ver Kart Jonson, Trabalho de Pequeno
Grupo (Hagerstown, MD: Review and Herald, 1991), 18, 19.
(10) Ellen White,Testimonies, vol. 5 (Mountain View, CA: Pacific Press), 21, 22.
(11) Peter Cotterell, Pequenos Grupos, Grandes Resultados, (Eastbourne, UK:
Kingsway Publications, Ltd. 1993), 5.

8
Capítulo dos

Lo Que Son
Los Grupos Pequeños

“En todos los días, en el templo y en las casas, no cesaban de enseñar, y de anunciar a
Jesucristo.” (Hechos 5:42)

Hay grupos pequeños, y hay grupos pequeños. Pueden tener una influencia positiva o
negativa en la iglesia. Los grupos pequeños dieron nueva vida a muchas congregaciones, e
impidió el crecimiento de otras. Las investigaciones hechas demuestran que los mejores
grupos pequeños son los que, por definición:

a. Son una parte esencial de la vida y de la estructura de la iglesia.


b. Tienen una mentalidad de crecimiento.
c. Funcionan en términos de relacionamiento.

Vamos analizar más de cerca las características de los grupos pequeños, cristianos y
saludables.

A. LOS GRUPOS PEQUEÑOS SON UNA PARTE ESENCIAL DE LA VIDA Y


DE LA ESTRUCTURA DE LA IGLESIA.

Muchas iglesias Adventistas ya ‘hicieron experiencia’ con grupos pequeños, con varios
grados de éxito. Infelizmente, aunque las historias de éxito más impresionantes tienen,
generalmente, vida corta; después del éxito inicial esos grupos pequeños se estancan o
mueren. Una razón para este fracaso es que los grupos pequeños generalmente han
funcionado como una opción extra, entrelazados a un ya recargado programa de la iglesia,
han sido formados para servir un objetivo único, como la evangelización, el cuidado de los
miembros, la oración o el estudio de la Biblia. Pero, para que los grupos pequeños tengan
éxito y sean verdaderamente eficaces, deben transformar ‘los ladrillos’ fundamentales de la
propia iglesia. En los tiempos del nuevo testamento, los grupos pequeños eran para la
iglesia lo que las células son para el cuerpo. Tal como el cuerpo realiza todas sus funciones
principalmente al nivel de la célula y crece sólo cuando las células crecen, también la
iglesia de grupos pequeños cumple lo que intenta realizar principalmente a través de sus
grupos pequeños, y la iglesia crece porque sus grupos pequeños crecen. Sin embargo,
diferentes ‘subgrupos’ puedan ser formados para servir diferentes propósitos, el grupo
pequeño primario, en si mismo, debería funcionar como una comunidad cristiana básica y
continua.

Cualquier congregación que desarrolle una rede de grupos pequeños de este tipo,
que es esencial para la vida y la estructura de la iglesia, puede ser descrita como una iglesia
de pequeños grupos, en vez de una iglesia con grupos pequeños, simplemente. Los grupos
se convierten en la principal base del ministerio de la iglesia, y deben ser supervisados por
el pastor o por un miembro antiguo del equipo pastoral.

9
B. LOS GRUPOS PEQUEÑOS TIENEN UNA
MENTALIDAD DE CRECIMIENTO.

Un grupo pequeño no es sólo una pequeña cantidad de personas que se reúne. Es


una pequeña cantidad de personas (generalmente entre 5 y 12) que se reúnen con la
intención específica de crecer. Una iglesia en Chicago, que creció de un pequeño grupo de
creyentes hasta mas de catorce mil en menos de veinte años, y que actualmente bautiza
centenas de conversos cada año ‘no ligados a la iglesia’, ahora tiene en funcionamiento una
rede de mas de mil grupos pequeños por toda la ciudad. Esta es su declaración de misión,
como grupo pequeño: ‘Unir personas a través de relacionamentos en grupos (de cuatro a
diez individuos) con el propósito de crecer en la comunión con Cristo, amándose unos a
otros y contribuyendo al trabajo de la iglesia de modo que se glorifique a Dios y hacer
discípulos de todas las naciones’.13

Esta declaración refleja el pensamiento de incontables congregaciones que crecen,


en las cuales casi sin excepción, los grupos pequeños tienen un papel vital en el proceso de
crecimiento. Esta declaración también indica que los grupos pequeños funcionan para
producir crecimiento en por lo menos tres áreas:

1. Crecimiento en nuestro relacionamiento con Dios. El discipulado cristiano


consiste, en primero lugar y por sobre todo, en un relacionamiento de confianza, amor y
obediencia para con una persona, en vez de en una concordancia con un conjunto de
doctrinas. Una razón por la cual necesitamos de grupos pequeños es que nuestro
relacionamiento personal con Dios crece no apenas a través de la oración en particular, del
estudio de la Biblia y de la devoción, sino también a través de la interacción en un nivel
personal e íntimo, en el estudio de la Biblia, en la oración y en la adoración.
El ministerio de los grupos pequeños se basa en la enseñanza bíblica de que la
iglesia (el pueblo de Dios) es el cuerpo de Cristo (Ef. 1:22, 23) y de que donde un pequeño
número de creyentes se reúne en nombre de Jesús, Él está con ellos (Mat. 18:20). Si Cristo
es el punto focal de la vida del grupo pequeño, el objetivo del grupo debe ser crecer en
conjunto como individualmente, en Él.

2. Crecimiento en nuestro relacionamiento unos con otros. Talvez sea agradable


pensar que las personas que se reúnen como grupo, con la finalidad de crecer
espiritualmente, también crecerían en su compañerismo y comunión unos con los otros en
forma natural. No es evidente que las cosas resulten de ese modo. Aunque haya alguna
verdad en el dicho que dice ‘aquellos que oran juntos, permanecen juntos’, sabemos que
los relacionamientos humanos no son así de simple.

Nuestras convicciones religiosas y preocupaciones espirituales salen de lo más


íntimo de nosotros. Como Adventistas, nos apasionamos por cosas que son importantes
para nosotros, como la ‘verdad bíblica’ y ‘los principios bíblicos’ del estilo de vida. Desde
el inicio, hemos sido un movimiento estimulado por un mensaje, y deseamos ansiosamente
no disminuir la importancia de nuestro mensaje por abrazar un espectro demasiado amplio
de opiniones sobre ciertos puntos de doctrina o asuntos relacionados con el estilo de vida.

No es sorprendente que, al defender nuestras enseñanzas y al proclamar nuestros


principios hayamos sido, algunas veces, ásperos y críticos para con aquellos que tienen
opinión diferente de la nuestra (aun con nuestros propios hermanos adventistas) y, en

10
consecuencia, algunas personas han sido heridas. Muchas personas han dejado la iglesia
simplemente por causa de relacionamientos que fueron destruidos debido a la diferencia de
opiniones acerca de doctrinas. Otras personas se han desanimado en unirse a nosotros.

Pero no tiene por qué ser así. Los grupos pequeños están empeñados en la formación de
relacionamientos positivos, profundos, duraderos entre las personas, a través de una
perspectiva más relacional del estudio de la Biblia y de la oración. Esta perspectiva, que es
discutida detalladamente más adelante en ese manual, permite que tanto el relacionamiento
vertical (entre nosotros y Dios) como el relacionamiento horizontal (entre nosotros y los
demás) vengan a desarrollarse simultáneamente sin comprometer aquello que
consideramos importante y verdadero.

El propio Jesús dio prioridad al espíritu de la ley sobre la letra de la ley, y explicó
que toda la verdad revelada solo tiene significado y valor cuando es comprendida en
términos de nuestro relacionamiento con Dios y unos con otros (Mat. 5:21-48; 22:40). De
ese modo, los miembros del grupo que están en profundo desacuerdo uno con el otro (entre
dos cristianos tal vez, o un cristiano con otro no cristiano) pueden asimismo desarrollar un
relacionamiento fuerte, positivo uno con el otro, en la medida en que cada uno de ellos
intenta desarrollar su relacionamiento con Dios.

3. Crecimiento de los grupos pequeños por medio de la evangelización. El


crecimiento numérico de la iglesia debería ser una preocupación natural de cada cristiano
y, por tanto, de cada grupo pequeño. Como parte integrante de nuestro pensamiento,
deberíamos sentir la necesidad de compartir con otros la experiencia que vivimos, y el
deseo de ser usado por el Espíritu Santo para llevarlos la fe en Cristo. Como sugiere la silla
vacía en el logotipo de los pequeños grupos, es la oración y el propósito de los pequeños
grupos crecieren en número y en tamaño. El principio es que la congregación crezca a
medida que los grupos crecen y se multiplican.

C. LOS GRUPOS PEQUEÑOS FUNCIONAN EN TÉRMINOS DE


RELACIONAMIENTO.

La mayoría, sino todas, las reuniones de la iglesia adventista, están basadas en dos
estilos, o en una combinación de ambos: predicación y enseñanza. En la predicación, el
orador dirigiese a la congregación, mientras la congregación oye: cualquier respuesta,
generalmente se limita a manifestaciones de acuerdo o aprobación, como ‘Amén’. En la
enseñanza, el orador (que habla la mayor parte del tiempo) se dirige a ‘estudiantes’, que
son animados a responder con comentarios o preguntas dirigidos al maestro.

Los grupos de estudio de la Biblia, las clases de la Escuela Sabática, seminarios,


retiros, etc., generalmente han seguido este estilo de enseñanza. Los grupos pequeños, para
llegar a ser eficaces en las tres áreas de crecimiento descritas arriba, necesitan seguir un
estilo relacional que den a los miembros del grupo la posibilidad de interactuar unos con
otros como iguales. El siguiente diagrama ilustra las diferencias entre estos tres estilos:

Aunque se puede decir que la principal función de la predicación es inspirar, y que


la principal función de la enseñanza es compartir información (y muchas veces
combinamos los dos estilos), la principal función de la comunicación relacional es formar
y desarrollar relacionamentos, al dar a los miembros del grupo la posibilidad de compartir

11
sus expectativas, comprensión y experiencia unos con otros. El papel del dirigente del
grupo es el de animador, animando a todos dentro del grupo a participar, y mantener el
estudio/discusión dentro del tema y avanzar hacia un objetivo adecuado. Una vez que el
grupo esté familiarizado y se sienta a gusto con este estilo, el dirigente no podrá hablar más
tiempo que cualquier otro miembro del grupo.

LA HISTORIA DE CATALINA

Catalina vivía en Rusia Soviética, algunos años antes del colapso del comunismo. Por
ser cristiana, fue transferida con varios de sus amigos Menonitas a un campo de trabajos
forzados en Siberia. Las condiciones de vida en las cavernas eran extremamente
primitivas. La cama de ella era una tabla cubierta con un delgado colchón de paja. Sus
parientes en Canadá consiguieron, pasado algún tiempo, autorización para visitarla.
Pagaron algo de dinero para conseguirle una visa de turista por tres meses, aunque el
plan de los familiares era sacarla fuera de Rusia para nunca más volver. La llegada de
ella al Canadá fue como la llegada de la Alicia al País de las Maravillas. Al viajar en
lindos carros de una casa maravillosa a la otra, ella no lograba imaginar a un rey vivir
con más lujos que los que veía. No podía creer que las personas comunes tuvieran tantas
cosas.
Después de algunas semanas, los familiares de Catalina quedaran espantados al oírla
decir que quería volver a su casa. Ella no quería quedarse en el Canadá. ‘No puedes
estar hablando en serio’, respondieron ellos. ¿Después de todo lo que me haz contado,
porque es que quieres volver a Siberia?’
La respuesta de Catalina fue simple. ‘No sé si lograré explicarles porque razón quiero
volver. Todo lo que puedo decir es que ustedes tienen todas vuestras cosas, y vuestra
vida entera parece evolucionar en torno a ellas. Allá, no tenemos nada, pero nos
tenemos unos a otros. Quiero volver a mis hermanos y hermanas en Cristo, donde
vivimos unos para otros.’ 14

REFERENCIAS:

(12) Patty Pell, Manual para Dirigentes de Grupos Pequenos (Downers Grove, IL:
Intervarsity Press, 1995), 53.

(13) Hill Donahue, Dirigindo Grupos Pequenos que Mudam a Vida (grand Rapids,
MI: Zondervan Publishing House, 1996), 21.

(14) Esta história é contada em Albert J. Wollan, Deus à Obra nos Grupos
Pequenos (Londres: criptuit Union, 1983), 43, 44.

12
Capítulo tres

¿Porque Los Grupos Pequeños?

“Y subió al monte, y llamó para Sí los que Él quiso; y vinieron a Él. Y nombró doce…”
(Marcos 3:13, 14).

Los grupos pequeños son parte integrante de la vida. El grupo pequeño de la unidad
familiar aún es visto por la mayoría de las personas como la base de la sociedad. El pub es
popular no tanto porque vende alcohol, sino porque proporciona un lugar donde pequeños
grupos de amigos se pueden reunir. Los clubes de todos los tipos prosperan porque reúnen
grupos pequeños de personas que comparten intereses comunes, en la música, en el
ejercicio físico, en los paseos, etc.

Los grupos pequeños también tienen un papel importante que desempeñar en


nuestra nueva vida en Cristo. En verdad, podemos identificar tres razone importantes por
las cuales necesitamos de los grupos pequeños en nuestras iglesias.

a. Ellos desarrollan la comunión cristiana


b. Ellos capacitan los miembros para el ministerio
c. Ellos complementan los grupos grandes.

A. LOS GRUPOS PEQUEÑOS DESARROLLAN


LA COMUNIÓN CRISTIANA

Se hay una cosa que el mundo moderno anhela más que todo, es seguramente un
sentimiento de unidad, un sentimiento de comunión. Como Gilbert Bilezikian explica tan
bien:

“La agitación silenciosa en el amago de nuestro ser es la necesidad atormentadora de


conocer y ser conocido, de comprender y ser comprendido, de poseer y de ser poseído, de
pertenecer incondicionalmente y para siempre, sin miedo de la perdida, de la traición o
del rechazo. Es la nostalgia de nuestra primitiva unidad, el silencioso lamento por el
paraíso perdido, el eterno procurar del abrazo abarcante para el cual fuimos creados. Y la
búsqueda de la libertad de ser quien realmente somos sin vergüenza o fingimiento, es la
búsqueda del alivio y del reposo en la seguridad fetal de la aceptación inalterable y del
amor sin reservas”.15

¿Porque ansiamos este sentimiento de pertenencia? Porque fuimos creados para


vivir en comunidad y no podemos vivir verdaderamente sin comunidad. Pero el pecado nos
robó ese sentimiento, y en nuestro estado pecaminoso, nunca conseguimos experimentarlo.
Sin embargo, como nuestro Salvador, Jesús vino restaurar lo que fue perdido por el
pecado. Mucho de aquello que Jesús hizo y dijo tenía como destino la reconstrucción de la
comunión cristiana, y la experiencia de la iglesia primitiva está registrada para mostrar que
eso puede suceder. A través de Cristo, también podemos, nuevamente, desfrutar del tipo de
comunión que Dios preparó tanto con Él mismo como unos con los otros.

13
En el mundo moderno, la necesidad de un compañerismo de ese tipo es talvez aún
mayor que nunca antes, mismo entre cristianos. Vean los hechos siguientes:

 La unidad familiar tradicional, aunque sea popular, ya no es tan estable como lo fue
en el pasado (ahora, 42% de los casamientos en el Reino Unido terminan en
divorcio, y las estadísticas dentro de la iglesia no son muy distintas de la sociedad.)
 La persona en promedio cambia de casa por lo menos tres veces durante su vida
laboral.
 Las ciudades, grandes y pequeñas, se caracterizan por la diversidad racial/cultural,
que muchas veces da paso al prejuicio y a la desconfianza.
 La brecha entre las generaciones nuevas y las antiguas es más amplia que nunca.
 Los cristianos muchas veces descubren que son los únicos en creer en Cristo, dentro
del círculo familiar o entre amigos en el trabajo.
 La lealtad denominacional, basada en compartir una creencia en el “mensaje” o en
un conjunto de doctrinas, ya no es vista como tan importante como lo fue en el
pasado. Ahora los cristianos sienten que necesitan una dedicación de modo más
personal de unos con otros.

Pero, ¿cada iglesia Adventista ya no es una comunidad cristiana? Bien, compare su


experiencia de iglesia con la iglesia primitiva descrita en el libro de los hechos (2:44-46;
4:32-35; etc.) y decida. Algunas de las congregaciones actuales, proporcionan una
comunión mas cálida y acogedora que otras, pero la mayoría, probablemente concordará,
que aún tienen mucho que recorrer. Aquí van tres razones de por qué:

1. Los servicios religiosos tradicionales no se prestan al desarrollo de un sentimiento de


comunidad cristiana. Especialmente en nuestras iglesias mayores, los servicios de
Sábado (que son los únicos servicios a que la mayoría de los miembros asiste)
consisten en himnos, oraciones y sermones, y proporcionan pocas o ninguna
oportunidad para los miembros de compartir sus experiencias unos con los otros y
para se conozcan mutuamente. Aun las clases de Escuela Sabática y las reuniones de
oración tienen la tendencia a seguir una perspectiva objetiva de pregunta/respuesta
para el estudio de la Biblia y una perspectiva formal para la oración.

2. Muchas congregaciones de sábado por la mañana son suficientemente grandes para


que aquellos que están presentes se sientan parte de una multitud de alegres cristianos
que celebran la gracia de Dios; son demasiado grandes para que esas personas
experimenten un sentimiento profundo de comunidad, que es una cosa bastante
distinta. Si no se hace provisión en otras ocasiones para ayudar los miembros y los
amigos a saber y a sentir que verdaderamente pertenecen al corazón de la comunidad
cristiana, es difícil crear ese sentimiento de pertenencia en el sábado por la mañana,
en muchas iglesias. Aunque, en el limitado tiempo disponible, sólo podemos
comunicarnos significativamente con un número limitado de personas. Cuanto mayor
la congregación, tanto mas impersonal se torna. Piensen en el increíble número de
líneas de comunicación que existirían, por lo menos potencialmente, entre grupos
pequeños de personas. Si cada persona pudiese hablar con todas las otras (excepto
consigo misma), la ecuación sería algo como esto:

Diez personas: 10 X 10 --- 10 = 90 líneas de comunicación


Cien personas: 100 X 100 --- 100 = 9.900 líneas
Doscientas y cincuenta personas: 250 x 250 --- 250 = 62.250 líneas

14
Es verdad que los amigos se encuentran en pequeños ‘aglomerados’ para conversar
después del culto, pero esos pueden crear una atmósfera de exclusivismo, en relación
a aquellos que no pertenecen a ese círculo. Todas las iglesias necesitan de una rede
abarcante de pequeños grupos que ayuden a construir una comunidad
verdaderamente cristiana.

3. O nunca aprendimos o ya nos olvidamos cómo crear un sentimiento de comunidad


entre personas extrañas unas con otras. Las amistades duraderas pueden formarse
naturalmente, a lo largo de un período de tiempo, entre cristianos que adoran y
comulgan unos con otros cada semana durante un cierto tiempo. Pero tenemos que
reconocer que, por lo menos en el mundo moderno, la comunidad al estilo del Nuevo
Testamento, en general, simplemente “no sucede” por si sola en una iglesia común.

Necesitamos de los estilos y de las técnicas de comunicación que se desarrollan a


través de grupos pequeños que funcionan adecuadamente para facilitar la existencia de un
sentimiento mas profundo de comunidad entre todos los que comparten la comunión de la
iglesia.

La orden es de ‘amarnos unos a los otros’. Jesús enseño a sus discípulos a ‘amarse
los unos a los otros’ como Él los había amado (Juan 13.34). Él incluso fue al punto de
decir que sería su amor unos por los otros que convencería todas las otras personas de que
ellos eran verdaderos discípulos (y se Jesús lo dijo, debe ser verdad). Y así lo creemos. ¿Lo
ponemos en práctica? Más importante aún, ¿podemos hacerlo y pueden ver los incrédulos
que lo hacemos, del modo como ‘vivimos en la iglesia’ actualmente? Hacemos lo mejor,
pero podemos mejorar.

Algunos textos ‘unos a los otros’

“Amaos unos a otros con afecto fraternal.” (Rom. 12:10)


“En cuanto a la honra, dad preferencia a los otros.” (Ideen)
“Aceptaos unos a otros…” (Rom. 15:7)
“...Capaces de amonestaros unos a otros.” (Rom. 15:14)
“…Sino servíos con amor los unos a los otros.” (Gál. 5:13)
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros…” (Gál. 6:2)
“…Con paciencia, soportándoos unos a otros en amor.” (Ef. 4:2)
“…Sed, benignos, compasivos unos con otros, perdonándoos.” (Ef.4:32)
“Sed sumisos unos a otros por reverencia hacia Cristo.” (Ef. 5:21)
“…Enseñando y exhortándoos unos a otros.” (Col. 3:16)
“Amonestad unos a otros.” (Ideen)
“…Alentaos unos a otros con estas palabras.” (I Tes. 4:18)
“…Animaos y edificaos unos a otros,” (I Tes. 5:11)
“…Confesaos vuestras faltas unos a otros.” (Sant. 5:16)
“…Y orad unos por otros.” (Ideen)

En el cuadro de la reunión semanal de la iglesia, en que el contacto entre miembros


en la totalidad tiende a ser casual, muchos de esos versículos ‘unos a los otros’ son difíciles
de aplicar. Parece que ellos fueron designados para un cuadro bastante distinto, donde los
relacionamientos operan a un nivel mas profundo. En verdad lo fueron. Esos consejos

15
‘unos a los otros’ fueron dirigidos a los grupos pequeños de cristianos que formaban toda
la iglesia del Nuevo Testamento. Para que los discípulos de hoy se amen unos a los otros
como Jesús dijo, la iglesia de hoy también necesita de una rede de grupos pequeños que
desarrollarán la comunidad en la cual y a través de la cual ese amor puede ser demostrado.

B. LOS GRUPOS PEQUEÑOS CAPACITAN LOS MIEMBROS PARA EL


MINISTÉRIO.

Nosotros creemos en la enseñanza bíblica del sacerdocio de todos los creyentes.


También aceptamos que cada creyente es un ministro de Cristo, tal como lo es un pastor,
chamado por Dios para servirlo de acuerdo con los dones y capacidades que Él les dio.
¿Entonces, por que razón existe aún un sentimiento ampliamente difundido de que el
potencial pleno del ministerio laico aún ha de ser liberado?16 Una razón (y sin duda hay
otras) puede ser que nuestra comprensión tradicional del ministerio laico, y
consecuentemente de la estructura del ministerio de la iglesia local, es limitada.

En el pasado, algunas veces concluimos que si los miembros no están activamente


involucrados en el trabajo de la iglesia es porque les falta consagración, porque están
ocupados, son perezosos o incompetentes, o necesitan de más o de mejores pastores, que
los inspiren. Para aumentar y mejorar su desarrollo en la vida de la iglesia, hemos
concentrado nuestras energías sobre ellos: en su educación (talleres de los diversos
departamentos, clases bíblicas, etc.); en su motivación (incentivos premios, etc.); haciendo
que se sientan culpables (informes en público, sermones del tipo ‘¿Lo que haría Jesús?’,
etc.); y mejorando la proporción de pastores en relación a los miembros.

¿Pero, y si las personas no fueran el verdadero problema? ¿Y se la mayoría de los


miembros de iglesia fueran dedicados, fueran capaces y genuinamente quisieran servir su
Señor con eficacia, pero fueran limitados en aquello que pueden hacer para ayudar a hacer
avanzar la iglesia por factores que están fuera de su control? Lyle Schaller, en su libro ‘O
agente da Mudança’, reconoce esa posibilidad. El escribe:

“A menos que haya un cambio en la dirección, en el sistema de valores y en la orientación


de la organización, frecuentemente habrá grandes limitaciones en lo que puede ser
realizado por los cambios de las personas o por la adición de nuevo personal”17.

Se esto es verdad, entonces intentar hacer con que los miembros de iglesia trabajen
mas o produzcan mejores resultados dentro de la actual definición y estructura del
ministerio laico, o aumentar más pastores profesionales a la lista de sueldos de la
Asociación no es la solución. En vez de eso, necesitamos mirar hacia el propio ministerio
(lo que sea que realmente queremos decir con ministerio laico y ministerio profesional), y
cómo podríamos cambiar o mejorar en la manera como ministramos en conjunto.

Aquí están cuatro maneras por las cuales perspectivas tradicionales de la iglesia, de
su ministerio y de sus creencias pueden haber limitado el desarrollo de los creyentes en el
ministerio:

1. La mentalidad clérigo/laico. El pastor es visto como el verdadero ministro,


entrenado y pagado para hacer el trabajo que hace; los miembros de iglesia ven su papel
como un apoyo al ministerio del pastor. Por eso hay un bajo nivel de participaciones laicas

16
en ciertas áreas del ministerio que son vistas como propias del pastor, tales como la
dirección del culto de Sábado, la preparación de nuevos creyentes para el bautismo y la
visitación a los miembros de iglesia. Las prioridades y los programas de la iglesia tienden a
girar en torno al pastor. Cuando el pastor es cambiado, el programa de la iglesia
probablemente también cambiará.

Esa mentalidad hace difícil que muchos miembros sientan que tienen un papel importante
que desempeñar en el ministerio continuo de la iglesia.

2. El estereotipo de la iglesia Adventista. Independiente del tamaño de la


congregación, se espera que las iglesias tengan en funcionamiento ciertos departamentos,
como los servicios a la Comunidad, Juventud, Ministerios Personales y Vida Familiar, a
través de los cuales los miembros de iglesia pueden ser involucrados en el ministerio. Las
reuniones de iglesia también tienden a ser similares en todo el mundo: Las Escuelas
Sabáticas usan el mismo material de estudio de la Biblia, los servicios de adoración siguen
un esbozo previsible, aun las reuniones de oración tienen un formato común. Todo eso es
bueno, mientras funciona bien, pero con un esteriotipo de esos, es difícil que las iglesias
locales desarrollaren sus ministerios en torno a los dones, a las capacidades de sus
miembros y a las necesidades de la comunidad.

3. La importancia del sábado. Como el sábado es tan importante para


nosotros, es fácil concluir que las reuniones más importantes de la semana son las de
sábado. No es extraño, por lo que el principal compromiso que se espera que los miembros
tengan sea la asistencia a los servicios de sábado. En lo que respecta al ministerio, hasta
entonces, el hecho es que los laicos tienden a ser espectadores, no ministros, en esas
reuniones, por muy importantes que sean esas reuniones, o por otras razones.

4. La importancia del edificio de la iglesia. Un problema similar surge de la


importancia que damos al edificio de la iglesia. Para muchas congregaciones, el edificio de
la iglesia tomó el centro del ministerio, porque es allí que la mayoría de los programas y de
los servicios tienen lugar. ¿Hemos olvidado que la iglesia no es un edificio ni un
programa, sino el pueblo de Dios donde quiere que esté? Con poco tiempo para la iglesia,
los potenciales dirigentes laicos pueden estar tan ocupados a apoyar programas ‘en la
iglesia’ que no les quede tiempo para que desarrollen su propio ministerio.

Es evidente que necesitamos cambiar el modo como ministramos a nivel de la


iglesia local si es que queremos realmente liberar el inmenso potencial de los laicos para el
ministerio. La introducción de los grupos pequeños es, tal vez, la mejor forma de hacerlo.
Aunque no haya ningún sustituto para el Espirito Santo en la motivación y en la
capacitación de la iglesia para hacer aquello que hace, también no hay ningún sustituto
para el sistema correcto.

El ministerio de los grupos pequeños no es sólo un programa que aumentar al ya


repleto programa de la iglesia. Representa un cambio de padrón que puede efectivamente
capacitar a los miembros para el ministerio, porque:

 no reconoce la distinción no bíblica entre clérigos y laicos, mas bien crea un


relacionamiento positivo de ministerio entre pastores y miembros,
 tienen el potencial de hacer uso pleno de todos los dones que Dios dio a los
miembros de Su iglesia,

17
 libera a los pastores para hacer su trabajo especial de entrenar los miembros
para el ministerio,
 da a cada grupo la libertad de funcionar según sus necesidades,
 equilibra la importancia del sábado con la importancia del resto de la semana
en la vida y en la salud de la iglesia,
 sustituye un centro de ministerio (el edificio de la iglesia) por muchos (el
edificio de la iglesia y las casas de los miembros).

Para ver más acerca de este asunto, ver la sección sobre el desarrollo de los dones
espirituales a través de los grupos pequeños, en el capítulo cuatro.

C. LOS GRUPOS PEQUEÑOS COMPLEMENTAN A


LOS GRUPOS GRANDES.

Todas las semanas, miles de personas participan en aquello a que podríamos llamar
‘la experiencia del fútbol’. Esta experiencia es hecha de dos partes: la experiencia con la
multitud, en el juego propiamente dicho; y la experiencia con un grupo pequeño de amigos
del mismo clube antes e/o después del juego. Uno proporciona alegría, excitación,
oportunidad para festejar y un sentimiento de ser parte de algo grande e importante. La otra
proporciona un cambio de pensamientos y de sentimientos y sirve para inspirar o consolar,
en la expectativa y en la reflexión del gran acontecimiento. Las dos experiencias son
distintas pero complementarias. Ambas son importantes.

Los cristianos necesitan de reuniones grandes y pequeñas. Necesitamos de


reuniones grandes para celebrar (culto de Sábado, evangelismo público, etc.) y de las
reuniones pequeñas para servir de alimento y testimonio a través de un compartir mas
personal de nuestras vidas unos con otros (no simplemente la clase de la Escuela Sabática,
o una reunión espontánea de amigos que se conocen unos a los otros y que tienen ciertos
intereses en común).

Lo que pasa en los grupos pequeños es distinto de lo que pasa en los grupos
grandes. Las reuniones de las congregaciones estructuradas, formales sirven a ciertos
propósitos, mientras que reuniones menos estructuradas e informales sirven a otros. Tan
excelentes pueden ser los programas de una congregación, pero si la congregación no tiene
ninguna rede de grupos pequeños organizados, intencionales y exclusivos no conseguirá
avanzar en el crecimiento espiritual y/o numérico, como sucedería si tuviese esa red. Puede
bien parecerse a un bote con un solo remo en lugar de dos, que simplemente andaría en
círculos en lugar de ir hacia adelante en línea recta. Es difícil progresar en ciertas áreas sin
algún tipo de ministerio de grupos pequeños.

Un ejemplo de cómo los grupos pequeños nos pueden ayudar de manera práctica es
el modo como celebramos el Sábado. En la Escritura, el sábado está asociado al reposo.
Pero para muchos Adventistas, el Sábado es un de los días mas ocupados de la semana. En
algunas iglesias, el sábado está lleno de actividades del principio al fin, y el reposo no
existe. Y piensen en como usamos la hora de culto: algunas veces lo usamos para todo
menos para el culto, y las personas regresan a su casa sin haber sentido la presencia de
Dios.

18
La verdad es que estamos intentando hacer en el marco congregacional, lo que
podríamos hacer mucho mejor en el marco de un grupo pequeño. Y puede suceder que
terminemos por no hacer nada bien. ¡Por eso, piensen en la diferencia que los grupos
pequeños harían inclusive en relación con el sábado!

 La celebración del sábado sería más concentrada. Los grupos pequeños


pueden llevar adelante la tarea principal de nutrir, de enseñar, de disciplinar,
de testimoniar, de formar relacionamientos, etc., dejando la hora de culto libre
para concentrarse en la celebración y en la inspiración. La descripción hecha
por Burrill, y citada en la página 10 puede hacerse realidad, constituida por
nuevos creyentes y amigos de los miembros de iglesia. Esto sucede en
algunas iglesias. Puede ser así, también, en todas nuestras iglesias con
pequeños grupos bendecidos y usados por Dios.

 Es posible tener mayores congregaciones. La multiplicación de


congregaciones más pequeñas puede ser la mejor manera de hacerlo. Pero el
tiempo cambió las cosas, y la mayoría de las personas en países como Gran
Bretaña viven ahora en grandes ciudades y poblaciones. Puede haber un lugar
en el marco Adventista para congregaciones más grandes de las que
conocemos hasta ahora, en la cual, una red eficaz de grupos pequeños esté
funcionando. Estas congregaciones multitudinarias son posibles, e hasta
deseables. Según algunos especialistas en crecimiento de iglesia, no existe
ningún límite máximo para el tamaño de una iglesia que es construida sobre
los grupos pequeños. Además de eso, grandes iglesias constituidas por grupos
pequeños no necesitan de un cuerpo pastoral pagado igualmente grande.

Todas las cosas son posibles, cuando los grupos pequeños correctamente
organizados y activos complementan el ministerio del grupo grande de la iglesia. En
termos numéricos, la mayor iglesia del mundo sugiere que el cielo es el límite cuando se
trata del crecimiento de iglesias formadas por grupos pequeños. La Iglesia del Evangelio
Total de Yoido, en Seúl, Corea, tiene la mayor congregación del mundo con más de
800.000 miembros. Pero, el pastor, Paul Yonggy Cho, afirma que esa iglesia no solo es la
más grande, también es la más pequeña, porque desde punto de vista de la mayoría de los
miembros, su comunidad religiosa son apenas entre diez y veinte personas. Los miembros
se reúnen para celebrar y para adorar en enormes multitudes, en el edificio de su iglesia,
parecido a un estadio, pero, durante la semana, 650.000 de ellos sirven a la iglesia y son
servidos por ella a través de 55.000 grupos pequeños. No existe cualquier sentimiento de
aislamiento o de anonimato cuando las personas ‘van a la iglesia’, porque conocen y
experimentan regularmente el hecho de que pertenecen al grupo mayor.18

El pastor de una gran congregación americana dijo lo mismo en otras palabras:


“Solo podemos ser una iglesia grande porque sabemos ser una iglesia pequeña”19.

La calidad de vida de la congregación puede convertirse en aquello que nos


gustaría que fuese, a través del ministerio de los grupos pequeños. Y donde la calidad es
buena, las personas son atraídas hacia ella.

19
UN GRUPO PEQUEÑO SE CONVIRTIÓ EN TRES

Anita y Juan20 comenzaran a frecuentar la iglesia juntamente con su madre,


porque un familiar que vivía en el extranjero les recomendó la fe adventista. Al
principio, fue para ellos una experiencia difícil. Eran jóvenes (de once y trece
años); nunca habían entrado en una iglesia; y, para empeorar las cosas, el padre
no los apoyaba. El creía en Dios, pero no era cristiano. Poco tiempo después, su
madre fue invitada a frecuentar la reunión de un grupo pequeño a dos o tres
quilómetros de distancia de su casa. Decidieron hacer de esto un asunto de
familia, por eso Anita y Juan también asistían. Al comienzo, no entendían
mucho, pero el grupo tenía personas de todas las edades, y todos parecían
aceptarse unos a otros tal como eran, algunas veces se hacían bromas entre ellos,
por eso les gustaba ir a la reunión del grupo pequeño. Para resumir la historia,
dos años después Anita, Juan y su madre fueron bautizados y se convirtieron en
miembros de esa iglesia. Como sucede con otros jóvenes, tuvieron sus luchas
con la fe (y con la iglesia).

Pero aquí está lo interesante del caso. Ahora, quince años después, Anita, Juan
(ambos casados) y su madre viven todos en países diferentes. Pero cada unos de
ellos dirige su propio grupo pequeño, en su casa. Aún se acuerdan del primer
grupo pequeño y de lo que significó para ellos, de cómo los ayudó a encontrar
un lugar en la iglesia. Y porque su experiencia del grupo pequeño fue tan
importante para ellos, ahora quieren compartir con otros.

REFERENCIAS:

(14) Esta historia es contada en Albert J. Wollan, Deus à obra nos Grupos Pequeños
(Londres: criptuit Union, 1983), 43, 44.
(15) Gilbert Bilezikian, Comunidade 101 (Grand Rapids, MI: Zondervan
Publishing House), 15.
(16) Essa é a descoberta feita em todos os inquéritos, questionários e entrevistas
realizados pelo autor. E um ‘sentimento’ que os membros de igreja têm, talvez nascido da
culpa, mas mais provavelmente devido ao facto de que eles não sabem quais são os seus
dons espirituais (o que muitos admitem) e/ou o que é o ministério cristao.
(17) Lyle E. Schaller, Beckham, O Agente de Mudança: A Estratégia da Liderança
Inovadora (nashville: Abingdon, 1972), 175, citado em Beckham, A Segunda Reforma,
144.
(18) Carl F. George, Prepare a Sua Igreja Para o Futuro (Grand Rapids, MI:
Fleming H. Revel, Division of Baker Book House), 22.
(19) Peter Cotterell, Pequenos Grupos, Grandes Resultados (Eastbourne, Inglaterra:
Kingsway Publications, 1985),5.

20
Capítulo Cuarto

Qué Hacen Los Grupos Pequeños


“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado…” (Mat. 28:19, 20)

Los grupos pequeños hacen discípulos. Exactamente, ese es el objetivo, porque fue
esa la orden que Jesús dio a sus discípulos (Mateo 28: 19,20). Un discípulo, por definición,
es un seguidor de Cristo completamente dedicado, por lo tanto, nos transformamos en
discípulos a partir del día en que decidimos seguir a Jesús, y permanecemos como
discípulos toda nuestra vida. En ninguna etapa del viaje sentiremos que estamos a la altura
de todo lo que sabemos que debemos ser: mas en cada punto podemos estar plenamente
decididos a seguirle.

El discipulado incluye todas las áreas de la vida de un cristiano, todas las


disciplinas cristianas. Un discípulo es un aprendiz, que aprende del profesor por
observación y práctica. Y como parte de nuestra propia experiencia de aprendizaje y de
crecimiento, recibimos la misión de animar a otros a unirse a nosotros, con el mismo
propósito..

Un Discípulo Es Alguien Que


 Camina con Dios, disfruta de la relación personal con Jesús y lucha por
mantenerse al ritmo del Espíritu Santo.
 Estudia la Palabra de Dios, creciendo constantemente en la comprensión y en la
obediencia, mientras busca aplicar Sus enseñanzas a todas las áreas de la vida.
 Responde a la orden de Cristo, equipado con los dones que él le dio, para hacer
discípulos para él, a través de su testimonio y servicio en la comunidad.

Debemos recordar que transformarse en discípulo de Jesús y crecer en comunión


con él no es exactamente lo mismo que llegar a ser miembro de la iglesia o vivir como un
“buen” cristiano, aunque el discípulo puede llegar, tarde o temprano a tornarse miembro
de la iglesia. Es posible creer que la Biblia es verdadera, ser bautizado, frecuentar la
iglesia regularmente y hacer “trabajo misionero”, y no ser discípulo de Jesús.
Asegurémonos que ponemos las primeras cosas en primer lugar y lo mantengámoslas allí.
¡Debemos enfocar nuestra atención en el discipulado!

¿Cómo podemos nosotros crecer como discípulos de Cristo? ¿Y cómo podemos


animar, con eficacia, a otros a ser sus discípulos? Como ningún otro medio los grupos
pequeños nos pueden ayudar. Aún cuando la oración y el estudio personal de la Biblia y el
culto del fin de semana puedan ayudarnos a crecer, por si solos no son suficientes. Los
grupos pequeños tienen también un papel vital al ayudarnos a crecer y a llevar a otros al
discipulado, simplemente gracias a la naturaleza de lo que hacen. Sabiendo que cada grupo
pequeño tiene su propia identidad y misión, si funciona como es debido, incluirá
probablemente los siguientes aspectos:

21
a. Estudio de la Biblia
b. Oración
c. Culto
d. Desarrollo de los dones espirituales
e. Cuidado pastoral
f. Alimentación
g. Testimonio

Todos esos elementos de la vida de la iglesia deben tener un lugar a nivel


congregacional, si queremos realizar un ministerio equilibrado de adoración, comunión y
evangelización. Los grupos pequeños pueden ayudar a introducir y mantener las mismas
“disciplinas” también a un nivel más personal, como veremos a continuación.

1. El estudio de la Biblia es compartido, y todos se envuelven en él.

Es significativo que cuando el material “Serendipity” para el estudio de la Biblia fue


inicialmente publicado (en los primeros años del movimiento de grupos pequeños), una de
las principales necesidades que su autor identificaba y buscaba solucionar era la “necesidad
de conocimiento de aplicación bíblica.” El escribió:

“Los cristianos están clamando por ayuda para practicar su fe cristiana en un mundo
cada vez más complejo. Conocer lo que la Biblia dice no basta- las personas quieren
saber cómo traducir ese conocimiento en acción.”33

El estudio compartido de la Biblia intenta no sólo llevar el grupo a una mejor


comprensión del mensaje bíblico, sino aún a busca animar a todos los miembros del grupo
a relacionar ese momento con su vida personal de modo práctico. El grupo no sólo
pregunta “¿qué dice la Biblia al respecto?’ sino “¿qué nos está diciendo Dios a través de
este texto sagrado?’ Los miembros del grupo son animados a identificarse con los
personajes e historias de la Biblia, reconociendo dónde están y adónde quisieran llegar en
relación a los blancos para sus vidas.

Como ya fue explicado (página 25, ítem ‘c’) los grupos pequeños deben seguir un
estilo de comunicación compartida. Esto significa que el aporte de cada miembro del
grupo es vista como válida e importante, no porque ese aporte sea ‘correcto’ o que los
demás concuerden, sino porque refleja adonde se encuentra el miembro del grupo en
términos de experiencia y de comprensión. Eso significa que un grupo pequeño puede ser
constituido por cristianos y no cristianos y que aún así pueden crecer en su relación con
Dios y con el prójimo a pesar de sus diferencias de opiniones.

Aunque el estudio de la Biblia sea lo fundamental en las reuniones de grupos


pequeños, los asuntos varían ampliamente. Los temas de estudio son generalmente
escogidos por el grupo, por lo tanto, tienden a ser importantes para las necesidades e
intereses de los miembros del grupo.

El estudio de la Biblia no se limita a doctrina, incluye una amplia gama de asuntos


relacionados con la vida diaria (p. ej., ser padres, auto estima, etc.), crecimiento cristiano
(p. ej., enfrentando el desánimo, seguridad en Cristo, etc.), y tópicos de interés actual (p.
ej., el aborto, acontecimientos mundiales, etc.). Una gran variedad de materiales de

22
estudios bíblicos preparados para grupos pequeños pueden ser obtenidos en librerías
cristianas, y muchos materiales nuevos que están siendo publicados todos los años.34
Cuando estudiamos la Biblia de esta forma – relacionando nuestra vida con la
Escritura y los unos con los otros, probablemente sucedan dos cosas:

 Experimentamos un sentimiento de responsabilidad, desafiándonos a crecer en


nuestro discipulado, y
 El cristianismo se torna real, personal y relevante, animando a los otros a vivir
también como un verdadero discípulo.

2. La oración llega a ser natural, espontánea y personal.

Una vez que los grupos pequeños son parte integrante en el plan de Dios para Su
iglesia, es natural que se busque la orientación de Dios, mediante la oración. Mientras los
grupos se están organizando, se fijan los objetivos, como también los blancos a ser
alcanzados. Al mismo tiempo ya se trabaja con los amigos que serán invitados a los
grupos. Es importante recordar que el papel del ministerio de la oración es básico y muy
importante.

La oración informal puede contribuir enormemente para crear un sentimiento de


comunidad, que los grupos pequeños pueden criar. Fue en comunidades cristianas
pequeñas, cariñosas, que Santiago aconsejó a los creyentes a confesar: “Confesaos vuestras
culpas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados…” (Santiago 5:16).

La oración puede ser también una poderosa forma de testimonio. Dietrtich


Bonhoeffer desde la celda de su prisión pudo mencionar esa función dupla de la oración,
cuando escribió acerca de la comunión cristiana que disfrutaba aún estando en la prisión.

“La intercesión es el medio más eficaz para encontrar a nuestro vecino, y la oración
en conjunto, ofrecida en el nombre de Cristo, es la forma más pura de comunión.” 35

En algunos casos, puede ocurrir que no sea incluido un momento especial de


oración en las primeras reuniones del grupo. Por ejemplo, grupos que quieren alcanzar
ciertas personas muy especiales no relacionadas con la iglesia. En estos casos la oración
formal no pueda ser tan pertinente, sin embargo, una oración corta y simple durante el
estudio de de la Biblia, o como respuesta a una necesidad mencionada por un miembro
del grupo puede ser oportuna. Es evidente, que el grupo principal de miembros pasará
mucho tiempo en oración, en otros momentos fuera de las reuniones del grupo.

Ahora bien, los miembros de un grupo pequeño llegarán a conocerse rápidamente


los unos a los otros, y muy luego sentirán el deseo de orar que será natural en cada reunión.
Lo importante es que la forma de orar se encuadre dentro del estilo informal de las
reuniones de los grupos pequeños. La oración en consecuencia debería ser algo natural
antes y durante el estudio de la Biblia, y consistirá en agradecimientos e intercesiones que
estén íntimamente relacionadas con las experiencias y necesidades de los miembros del
grupo y del círculo de conocidos.

No hay un momento, ni un lugar o estilo preestablecido para la oración en los


grupos pequeños. La oración puede muy bien ser ofrecida antes de comenzar el estudio de

23
la Biblia, y naturalmente habrá un momento de oración en grupo después del estudio de la
Biblia, sin embargo no hay ninguna razón que impida la oración durante el desarrollo del
estudio, si hubiese una necesidad especial de orientación o de agradecimiento.

La elección de una persona encargada de la oración es una buena manera de


garantizar que la vida de oración de un grupo reciba la debida atención. La responsabilidad
de ese líder es estar consciente de las necesidades del grupo, mantener un registro de las
oraciones respondidas, y organizar los momentos dedicados a la oración. El director
asociado del grupo, o el anfitrión, o alguna otra persona puede ocupar esa responsabilidad.
Quien lo hace no es importante, pero cómo es hecho, eso es más importante. Es la forma
natural, espontánea y personal de la oración del grupo pequeño como la forma de
compartir el estudio de la Biblia en el grupo pequeño que ayuda a los discípulos cristianos
a crecer, e inspira a otros a unirse a ellos.

3. El culto es importante para las personas y para el grupo.

En un sentido general, el culto –la respuesta a Dios usando formas que le honren y
exalten- envuelve todo lo que hacemos, desde cuando compartimos nuestra fe hasta la
demostración práctica de simpatía, llevando así una vida semejante a la de Cristo. Ese es
el primero y más grande mandamiento (Mat. 22:37,38). Y los grupos pequeños, que tienen
que ver con el cristianismo en la vida del diario vivir, pueden desarrollar este concepto.
Cada reunión de un grupo pequeño es por si sólo un acto de adoración y de culto.

Sin embargo, en otro sentido, el culto es el acto de adorar a Dios con nuestro
corazón, alma, mente y fuerzas, dirigiendo nuestra atención en su bondad de grandeza,
excluyendo todo lo demás. Por esa razón, muchas veces los grupos pequeños dedican
tiempo para focalizar su atención en El a través de la oración y del canto, donde sea
apropiado. Los mejores himnos de adoración que se pueden escoger son aquellos que son
cantados a Dios y que se centran en él, en lugar de aquellos que sólo hablan de Dios y
aquellos que se centran en nuestra experiencia con él.

En el culto congregacional, la forma en que ese culto se manifiesta (liturgia) es


determinada por comisiones de adoración, pastores y adoradores, por el tamaño y
tradiciones de la iglesia y por otras consideraciones. Es estructurado, y no varia mucho de
semana en semana. Hay poca o ninguna oportunidad para las respuestas espontáneas a
Dios, cuando Él hace sentir su presencia en los individuos o en la congregación en general.
En ese culto, Dios es honrado a través de una planificación cuidadosa y de la preparación
de todo un programa que da la posibilidad a un gran número de personas de concentrarse
en su bondad y en Su grandeza y de responder en conjunto. Necesitamos de culto
congregacional. Nada puede sustituirlo.

No obstante, Dios también es honrado y las personas son bendecidas cuando la


adoración le es ofrecida en grupos más pequeños. El culto de los grupos pequeños, en
contraste con el culto congregaciones, es más personal e íntimo. Puede ser planeado, pero
los planes pueden cambiar en la medida en que las personas o grupo, en su totalidad
respondan a las formas usadas por Dios para volverse conocido a través del estudio de la
Biblia, de las oraciones, o sencillamente de la interacción del grupo, al compartirse
experiencias y pensamientos entre sus miembros. El culto congregacional es generalmente

24
la respuesta a un sentimiento de la trascendencia y de la majestad de Dios (Dios Altísimo),
el culto de los grupos pequeños es más bien una respuesta a un sentimiento de la
inmanencia de Dios y de Su unión con nosotros (Dios presente). Así como necesitamos
sentir respeto y admiración por Su esplendor, también necesitamos sentir el toque más
suave de Su mano en nuestra vida.
Para personas que están cansadas, perturbadas y desorientadas debido al stres de un
día de trabajo, no hay nada mejor que adorar a Dios en el contexto de un grupo pequeño y
cariñoso para encontrar refrigerio y enmendar la vida en la perspectiva correcta.

4. Los dones espirituales son rápidamente identificados, desarrollados y usados.

Ya indicamos varias razones por que los grupos pequeños, como unidad básica de
la estructura de la iglesia, pueden capacitar más eficazmente a sus miembros para el
ministerio, que la estructura tradicional.36 Aquí analizaremos otra razón- la forma como
ellos ayudan a identificar y a desarrollar los dones espirituales.

A pesar del énfasis que ha sido dado al asunto de los dones espirituales
recientemente, a través de libros, talleres y en el estudio de la lección de la Escuela
Sabática, muchos miembros de la iglesia aún no saben cuales son sus dones, o no sienten
que sus dones sean suficientemente desarrollados y usados.37 Sin embargo en la iglesia de
grupos pequeños hay menos posibilidades que eso sea un problema, porque:

 A través de la dinámica relacional de los grupos pequeños, los miembros toman


conciencia de las necesidades mutuas y responden a esas necesidades. Los dones
de arengar, de la fe, de la oración, de liderazgo, etc., se manifiestan naturalmente.
Los miembros se envuelven en el cuidado mutuo durante y fuera de las reuniones
del grupo. Es difícil que alguien se esconda o permanezca incógnito en un grupo
pequeño.

 Aunque los integrantes no reconozcan sus propios dones, pueden reconocer y


confirmar los dones de otros. A medida que los miembros participan en el estudio
de la Biblia, y se apoyan, y se desafían los unos a los otros, pueden y deben
manifestar aprecio por la forma como Dios toca sus vidas a través de su
comunión. Ayudamos a otros a focalizar su atención en el desarrollo de sus
dones, cuando decimos. “Dios te usó cuado…”. “Fui realmente bendecido cuando
tu…”; “Creo que tienes un don especial en esa área.”.

 Los dirigentes sensibles de grupos logran observar cómo cada persona contribuye
para la vida del grupo, identificando sus dones h capacidades, usando esos dones,
delegando responsabilidades en consonancia.

 El desarrollo de los dones no es limitado por la existencia o no de un


departamento de la iglesia a través de la cual los miembros puedan trabajar. La
flexibilidad de los grupos pequeños permite que cada grupo desarrolle un estilo e
forma de ministerio de acuerdo con las necesidades de sus miembros.

Dios toca la vida de las personas a través de las personas mismas, al usar los dones que
les dio. Cuando esos dones son identificados y desarrollados a través de los grupos

25
pequeños, podemos esperar que los discípulos de Jesús sean cada vez más semejantes a El,
y crezcan en número.

El liderazgo es un ejemplo de una capacidad de don que puede ser más plenamente
desarrollado e utilizado a través de los grupos pequeños. Cuando Moisés buscó los
dirigentes para la basta red de grupos pequeños descrita en Éxodo 18, los encontró entre la
multitud de antiguos esclavos que lo seguían. Tal vez muchos de esos dirigentes hayan
servido como vigías y capataces durante el período de esclavitud en Egipto. Pero
permanece el hecho de que, por lo menos uno de cada diez de esos israelitas libertados era
un dirigente en potencia.

Los modelos de grupos pequeños existente en el Nuevo Testamento sugiere que ese
nivel de potencialidad de liderazgo en la iglesia es constante. El grupo pequeño de Jesús
mismo tenía doce personas, y las iglesia en las casas mencionadas en el libro de Los
Hechos, no podían haber sido muy diferentes en tamaño. La casa judía media en Jerusalén
en el año 50 de nuestra era, no conseguía acomodar mucho más que doce personas.

Si, más o menos, uno de cada diez Adventistas del Séptimo Día es un líder en
potencia, muy bien podemos preguntarnos: ¿Qué oportunidad de liderazgo ofrece nuestro
actual sistema de liderazgo para laicos capacitados? Las responsabilidades dadas a los
ancianos locales, a los diáconos y a los líderes de los departamentos, tal como los
definimos actualmente, difícilmente podrán ser comparadas con los indicados en el Nuevo
Testamento como los líderes de la iglesia. En los tiempos apostólicos, los laicos,
entrenados y supervisados por los pastores, tenían la responsabilidad total de las iglesias de
sus propias casas. Necesitamos los grupos pequeños para dar oportunidad a muchos dones
de liderazgo existentes entre nosotros, que se desarrollen y sean utilizados en su plenitud.

5. El cuidado pastoral es compartido.

Es de conocimiento general que hoy, las iglesias de grupos pequeños necesitan


menos cuidado pastoral que las iglesias que operan de forma más tradicional. Esto
acontece, simplemente, porque los grupos pequeños proporcionan un caluroso
compañerismo, un marcado sentimiento de pertenencia, el estudio regular de la Biblia y el
apoyo de la oración grupal.

Hace años atrás, una encuesta38 hecha en varias iglesias Adventistas pedía a los
miembros que indicasen en un diagrama de tres círculos concéntricos (representando la
iglesia) dónde ellos se veían. La encuesta reveló que tanto en grandes como en pequeñas
congregaciones, la mayor parte de la iglesia no se sentía parte integrante del ‘círculo
interior’. Por lo contrario, se veían en el círculo más exterior de la vida de la iglesia, como
si su presencia o su ausencia hicieran poca diferencia, si participaban en algo. Como
promedio, apenas de diez al quince por ciento colocaron una señal dentro del círculo más
interior, indicando que se sentían próximos del corazón de la iglesia, y una parte
importante de la vida de la misma.

Este sentimiento de ‘no pertenecer’ y de separación del cuerpo de la iglesia


experimentado por tantos cristianos es raro entre aquellos que pertenecen a un grupo
pequeño. Es un problema que debe ser evitado antes.

26
Los grupos pequeños no son sólo para evitar que surjan ciertas necesidades;
también responden a muchas necesidades que realmente surgen. En la intimidad de un
grupo pequeño afectuoso, es natural compartir cargas que normalmente evitaríamos
participar, siendo aceptadas y respondidas con naturalidad en el grupo. He observado un
buen cuidado pastoral, cuando el dirigente del grupo interrumpe un estudio bíblico o un
momento de oración para dar atención a una necesidad que fue expresada, dedicando
tiempo para aconsejar, apoyar, animar o para hacer una oración especial. Con este tipo de
ministerio puede resultar una sanidad espiritual y emocional genuina, experimentando una
renovación.

Siendo que la comunicación en los grupos pequeños tiende a ser muy honesta y
abierta, las dudas y los asuntos de fe pueden ser libremente expresados. Es una agradable
sorpresa descubrir en la medida en que el grupo responde, que esas cosas son comunes-
aún entre los adventistas maduros. Ese es el testimonio personal que muchas veces se da,
que llega a ser una terapia mucho más poderosa y eficaz de la que resulta de un estudio
formal ‘capítulo y versículo’ de un libro de texto. Cuando dos o tres miembros de un
grupo testifican, ‘fue así como yo me sentí - fue así que Jesús me ayudó en esta situación –
y El también te ayudará a ti, ¡es imposible que la fe de otros no sea fortalecida!

Una forma más específica de cuidado pastoral es aquella entregada por grupos
pequeños que son organizados para reunir personas con necesidades semejantes, para que
sirvan de apoyo y comprensión mutua. Como ejemplo podemos incluir grupos de madres
con niños pequeños en la escuela, de divorciados, de estudiantes universitarios,
rehabilitados, etc. (Algunas iglesias grandes, tienen miembros entrenados en distintas
áreas, para grupos de recuperación de alcohólicos, de divorciados, etc.)

Cuanto mayor sea la iglesia, mayor será la necesidad del cuidado pastoral
proporcionado de forma tan eficaz por los grupos pequeños. Aún cuando la iglesia pueda
esperar una variedad de bendiciones como resultado de su ministerio, aquí mencionamos
dos beneficios específicos que podemos esperar:

1. Menos personas abandonarán la iglesia. Aquellos que salen de la iglesia por la puerta
de atrás – especialmente los jóvenes – no están necesariamente dándole la espalda a
Dios. Aquello que llamamos apostasía es, más probable, un asunto de personas que
no encontraron estímulo y apoyo cuando pasaron por una crisis. Si encuentran el
apoyo que necesitan, ellos quedan.
2. Los pastores podrán especializarse. La función bíblica del pastor es la de
profesor/formador “…a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo,… (Ef. 4:11; 12).

Los pastores de las iglesias de grupos pequeños continuarán, naturalmente, a estar


envueltos en una cierta cantidad de trabajo pastoral, y tendrán la posibilidad de dar
prioridad al desarrollo de los dones y capacidades que el Espíritu Santo dio a los miembros
de la iglesia. El resultado será congregaciones que funcionan como la Escritura dice que
debieran funcionar – como un cuerpo, donde cada parte realice lo que se espera.39

6. La nutrición se realiza en diferentes niveles y en grupos diferentes.

27
El diccionario define nutrición como “acción de nutrirse, de alimentarse”. La
nutrición cristiana es el proceso del crecimiento a la semejanza de Cristo y en la utilidad en
Su servicio, ese proceso continúa por toda nuestra vida.

Dale Galloway, pastor de la más grande iglesia americana de grupos pequeños


(Surgió de un grupo pequeño, en su propia casa, hasta alcanzar más de 5.000 miembros,
en menos de 25 años), llegó a la siguiente conclusión:

“Creo que las personas crecen por lo menos ocho veces más rápido cuando están
en un grupo pequeño y asisten a servicios de culto semanal…, que si asisten sólo a los
servicios de culto formal.” 40

Como Pablo llamó la atención a Timoteo, acerca de las Escrituras que desempeñan un
papel importante en este proceso, porque ellas son “…, útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16,17).
Ningún cristiano madurará sencillamente leyendo la Biblia en forma aislada, solo.
El conocimiento puede aumentar de ese modo, pero la sabiduría y la gracia sólo pueden
crecer en el mundo real al relacionarse con otras personas. Según Pedro, la madurez
cristiana es demostrada a través del “amor fraternal” (2 Ped. 1:7). Eso es difícil de expresar
tanto en la soledad como en una multitud. Es por eso que los cristianos crecen realmente
cuando se envuelven en los grupos pequeños. Es en los grupos pequeños donde las
Escrituras son enseñadas, ejemplificadas y aplicadas en las diversas situaciones al
relacionarse en la vida real.

Ya que los grupos pequeños son flexibles, pueden ser organizados diferentes grupos
para personas en diferentes fases de la vida cristiana, usando los materiales de estudio de la
Biblia adaptados a su edad y experiencia.

Un grupo de nutrición es un tipo especial de grupo pequeño para nuevos


cristianos, en el cual se da más énfasis a la nutrición con respecto a los otros grupos. Su
función es:

 Proporcionar oportunidad para los nuevos creyentes para que puedan hacer
nuevas amistades con otros cristianos y de esa forma sentirse parte de la
congregación.
 Identificar los dones e intereses tan rápidamente como sea posible y ayudarles a
descubrir su papel en la vida de la iglesia.
 Asegurarse que los fundamentos espirituales son correctamente colocados(es
necesario más que un sermón o el estudio de la Biblia para que un nuevo cristiano
comprenda qué es la salvación y desarrolle un sentimiento genuino y de seguridad
en su experiencia con Cristo).
 Entusiasmar el estudio diario personal de la Biblia y la oración.
 Desarrollar la confianza al empezar a orar con otros cristianos.
 Capacitar a los miembros del grupo para comenzar a compartir su fe.

La importancia de ese tipo de nutrición intencional de los nuevos creyentes que los une
a otros creyentes a través de la amistad, es ilustrada por la encuesta realizada por Gin Arn,
del Instituto de Crecimiento de la Iglesia, en Pasadera, California, hace pocos años atrás,
entre 100 nuevos conversos. En el momento de la encuesta, 50 conversos estaban activos

28
en la iglesia, mientras que otros 50 habían dejado de asistir. El siguiente diagrama41
muestra relación clara entre el envolvimiento en la iglesia, y las amistades formadas
durante los primeros seis meses de asistencia a la iglesia:

Número de nuevos
amigos en la
Iglesia 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9+

Activos 0 0 0 1 2 2 8 13 12 12

Apostasías 8 13 14 8 4 2 1 0 0 0

En el grupo de los 50 miembros activos, ninguno hizo menos de tres amigos,


mientras que la mayoría hizo siete o más. En el grupo de los 50 miembros inactivos, sólo
uno hizo más que cinco amigos, mientras que la mayoría hizo uno, dos – o ninguno, ¿El
resultado? ¡Ellos se alejaron! Esto nos da otra razón para el desarrollo de grupos pequeños
– especialmente grupos de nutrición – en nuestras iglesias.

7. El testimonio tiene lugar de modo informal.

Se nos ha dicho que la iglesia primitiva tuvo ‘favor con todo el pueblo’ (Hechos 2:47).
Es evidente que algo estaba a ocurrir en la iglesia que era atractivo para los de afuera.
Todos veían que esa comunidad era diferente. Veían que los cristianos amaban a Dios, se
amaban unos a otros y les amaban a ellos. Eso les llevaba a tornarse cristianos tal como
Cristo había prometido (Juan 13:35).

Los ‘indagadores’ hoy, que saben poco acerca del cristianismo, también necesitan tener
la oportunidad de ver el amor cristiano en acción. Y dónde podrán verlo mejor que en un
grupo pequeño, en la medida en que los miembros del grupo interactúan unos con otros y
comparten sus experiencias.

Cuando los cristianos pueden hablar de modo relajado y natural de cómo Jesús influye
en sus vidas cada día, los amigos no ligados a la iglesia pueden ver que el cristianismo está
bien vivo.

La amistad entre cristianos y no cristianos también puede desarrollarse naturalmente en


grupos pequeños. Esa amistad es importante para el proceso de discipulado, no sólo
después de la conversión, sino antes. Sabemos que la mayor parte de los que se unen a la
Iglesia Adventista no lo hacen por concordar con sus enseñanzas, más por la amistad con
Adventistas- sea miembro de la iglesia, pastor o evangelista. Una encuesta42 publicada
recientemente, relataba que 70% de todos los conversos cristianos comienzan su camino
hacia la fe a través de una amistad, lo que sugiere que se debería dar más énfasis a la
promoción y al desarrollo del evangelismo por la amistad. Lo haremos.

Como adventistas, nuestro objetivo no debiera ser sencillamente llevar personas a ser
miembros de la iglesia a través del bautismo o por profesión de fe. Somos una familia, ¿se
recuerdan? Las familias son construidas relacionándose entre ellos. Se ha dicho que, para
que tengamos más éxito en llevar a otros a formar parte de la familia, debemos reconocer
la necesidad de desarrollar un plan que podamos relacionarnos con esas personas en tres
fases separadas, no sólo una.

29
La primera fase, es hacer nuevos amigos, sin insinuar algún pensamiento religioso.

La segunda fase, es desarrollar esas amistades, transformándolas en amistades cristianas,


en la medida en que Cristo llega a ser su Señor y Salvador, como a nosotros.

La tercera fase, es desarrollar esas amistades cristianas, transformándolas en amistades


Adventistas, al invitar a esos amigos a formar parte de nuestra familia religiosa.

Los grupos pequeños dan la posibilidad que se lleve a cabo en forma natural un
crecimiento de la amistad cristiana. También da la posibilidad que cada discípulo, aún sin
experiencia, se envuelva en la participación de ayudar a otros a transformarse en
discípulos.

PORQUÉ LOS GRUPOS PEQUEÑOS HACEN


MÁS FÁCIL LA TESTIFICACIÓN

1. Incentivan el trabajo de equipo.


2. Proporcionan un puente para las personas
tímidas.
3. Son personales.
4. Incentivan la máxima participación.
5. Son flexibles.
6. Es preciso un mínimo de organización
7. Los grupos se reúnen donde viven las
personas.
8. La testificación es espontánea.
9. Son informales.
10. La comunicación es más fácil.

Más sobre testificación y evangelización en el capítulo seis.

En conclusión. ¿Porqué los grupos pequeños son tan importantes para la iglesia?
Simplemente por sus resultados. Los grupos pequeños producen discípulos que dirigen,
discípulos que trabajan, discípulos que contribuyen para el reino de Dios, discípulos que
alcanzan a los perdidos, discípulos que se nutren unos a otros, y discípulos que, al hacer
ese trabajo, ¡realmente se sientan felices!43

30
Una Carga Aliviada Después de Veinte Años
Sara era médico y madre de dos hijos pequeños. Un día, el pastor Adventista de
aquel lugar fue contactado por el hermano de Sara, que era miembro de la iglesia en otra
ciudad. ¿Se preocuparía él de llamarle por teléfono y de invitarla a la iglesia, cuando fuese
oportuno? El pastor llamó, ella aceptó la invitación y comenzó a frecuentar regularmente
la iglesia. En ese momento, la iglesia estaba intentando iniciar el ministerio de grupos
pequeños, y Sara empezó a reunirse con algunos miembros para compartir, estudiar la
Biblia y orar. Ella apreciaba el estudio de la Biblia, sin embargo lo que más le tocó fue la
forma como los demás miembros del grupo hablaban tan abiertamente de sus experiencias.
Era un lugar muy seguro para estar. Las personas podían ser ellas mismas, y en la medida
que compartían sus necesidades y ansiedades (y sus alegrías también), recibían ánimo y
fuerza del amor y de las oraciones de los demás integrantes del grupo. Era como si el
propio Dios estuviera tocándolos cuando se reunían.

Un lunes de noche, Sara fue a la reunión con una carga en el corazón no tenia
intención de hablarle a nadie de sus problemas, mas en la mediada que el grupo estudiaba y
discutía la Biblia en conjunto ella se vio reflejada en la historia bíblica. Ella comenzó a
hablar lo que tenia en el corazón era algo que ella cargaba por veinte años- ella nunca
había sido capaz de contarle a alguien, ni aun a su esposo por que él no era cristiano, y no
la comprendería. Mientras ella hablaba, su corazón quedó más aliviado. Ella no lograba
para de llorar del alivio. Gracias a lo sucedido en aquella noche, ella logró dejar el pasado
atrás, e iniciar un nuevo capitulo en su vida. Algunos meses después ella fue bautizada.

33
Liman Colean, Manual de los Dirigentes de Serendipity Londres: Scripture Union, 1985,5
34
Una lista indicadora de los materiales disponibles puede ser obtenida en el departamento de ministerios
personales, 25, St. John’s Road, Watford, Herts, WDI IPY.
35
Dietrich Bonhoeffer, O Preco do Discipulado, (SCM Press), citado en Mallison, O Dirigente do Grupo
Pequeno, 136.
36
Ver capítulo 2, subsección b.
37
Ver nota de pie de la subsección b , del capítulo 2
38
Ver una muestra del formulario de la encuesta, en el apéndice B. recuérdese que las respuestas esta
pregunta no se basaban necesariamente en las funciones de los miembros, mas en la percepción que ellos
tenían de su relación con los demás miembros de la iglesia.
39
Rom. 4: 4-8; 1Cor.12: 12-30; Ef. 4:16
40
Dale Galloway, O Manual do Grupo Pequeno ( Grand Rapids, MI: Fleming H. Rvell, Divisão de Baker
Book House, co. 1995), 69
41
Win Arn, Charles Arn e Carol Nyquist, Quem se Preocupa com o Amor? ( Pasadena, CA: Church Growth
Press,1986), 180, citado em Kurt Johnson, O Trabalho do Grupo Pequeno, 36.
42
Christian Schwarz, ‘Relacionamentos Carinhosos’, Compilacao do Crescimento da Igreja ( Asociación
Britânica para el Crecimiento de la Iglesia: Primavera, 1997) 10,11

31
Capítulo Cinco

Grupos Pequeños Dinámicos


“Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo” (Efe. 4: 15).

Aviso: Los grupos pequeños son células vivas- ¡tratar con cuidado! Todo lo vivo
sólo puede crecer y desarrollarse en una atmósfera de cuidado, ternura y cariño (por eso,
algunas iglesias llaman a sus grupos pequeños CTC’ s). Importante, los grupos pequeños
no pueden ser organizados en una congregación por decreto del consejo de la iglesia. Los
miembros de iglesia no son obligados a pertenecer a alguno de ellos. No se debe esperar
que cada grupo siga un único modelo. No hay lugar para el uso de la fuerza en el
ministerio de los grupos pequeños.

No solamente es importante lo que hacen los grupos pequeños, sino también el


modo como lo hacen. Ya demostramos que los grupos pequeños logran lo que los grupos
grandes no lo logran. Tienen éxito en lo que hacen, no porque son pequeños, ni por su
estilo y mecánica de su funcionamiento, sino porque son gobernados por cierto principios
de CTC (Cuidado, Ternura y Cariño).

Valores Básicos de los Grupos Pequeños

Donde sea que las personas se relacionen unas con las otras- en casa, en la escuela,
en el trabajo o en la iglesia- su relacionamiento es gobernado por ciertos valores. Tal
como las reglas de un juego deben determinar la forma de ser ejecutado, también esos
valores determinan si el reracionamiento entre patrón y empleado es formal o informal, si
la atmósfera en casa es o no es cariñosa, si la iglesia es o no amistosa y si los grupos
pequeños estimulan o impiden el crecimiento espiritual.

Los valores de los grupos pequeños son ‘las reglas del juego’- los principios
operacionales que el grupo considera importante, y con los cuales todos los miembros del
grupo están de acuerdo. Los valores que siguen son esenciales para los grupos que se
dedican a desarrollar las relaciones interpersonales, la madures en Cristo y el compartir lo
que tienen con otros:

1. Aceptación.

Las reuniones de los grupos pequeños exigen discusión abierta y honesta y


participación de todos los miembros del grupo, para que sean eficaces. Esa participación
sólo tendrá lugar si todos puedan sentir que son valorados y apreciados como miembros del
grupo, y que sus ideas, opiniones y preguntas son validas e importantes.

Todos tenemos una necesidad básica de compartir algo de nosotros con otros, porque
sólo de esa forma es que un sentimiento de comunidad- esa concientización vital que

32
necesitamos unos de otros – se desarrolla. Infelizmente debido a nuestros temores e
inhibiciones y por la atención dada hoy a la independencia y al individualismo, es raro que
ese compartir se realice a un nivel significativo en la sociedad. Sin embargo en los grupos
pequeños cristianos ella puede tener y tendrá lugar si nos dedicamos a animarnos unos a
otros y acrecer juntos en Cristo. Ese estimulo viene principalmente, a través de la
aceptación. Queremos desarrollar una autoestima saludable unos en los otros.

La aceptación es lo opuesto al rechazo. Rechazamos a las personas cuando las


ignoramos y las tratamos como si no existiesen, sus palabras y acciones como que no
tuviesen valor. Siendo así, aceptamos a las personas al tratarlas con respeto, al hacer que
sepan que son importantes para nosotros, y al expresar nuestro aprecio por sus palabras y
acciones. Aceptar a las personas no significa concordar con sus opiniones o aprobar su
estilo de vida. La aceptación no evita la discusión o aún el conflicto. Mas cuando surgen
fuertes desentendimientos, ella garantiza que la hostilidad y el antagonismo que muchas
veces acompañan una típica conclusión de perder/ganar surjan fácilmente.

Los miembros del grupo pequeño pueden aceptarse unos a otros simplemente al decir
‘estoy muy contento porque estés aquí’ o ‘gracias por esa visión’, o ‘es interesante, ¿cómo
llegaste a esa conclusión? El contacto entre los miembros por teléfono o por visita
personal también es importante. Especialmente los dirigentes de los grupos debieran hacer
saber a los miembros ausentes que les extrañaron, y que sus aportes especiales o las tareas
desempeñadas por los miembros regulares fueron apreciados.

2. Envolvimiento.

Los miembros del grupo reconocen que están allí para servirse unos a otros, y
concuerdan en entregarse a si y sus recursos (tiempo, energías, consejos y aún la ayuda
material, si es necesario) a favor de los demás. Eso incluye priorizar la asistencia a las
reuniones. Nadie debiera unirse a un grupo se no está dispuesto a envolverse en el.
Muchos grupos pequeños usan un acuerdo33 en que los miembros aceptan los objetivos y
valores del grupo y se comprometen a reunirse con el grupo.

3. Honestidad.

Para que la confianza se desarrolle entre los miembros del grupo, y porque ellos son
responsables unos por los otros (ver el punto 7, en la pág. 65), los miembros deben estar
dispuestos a ser honestos unos con otros. Es el marco de un grupo pequeño, eso significa
decir lo que necesita ser dicho, para bien del grupo y para el bien individual. Según Jesús,
tenemos doble responsabilidad en esta área. Si tenemos conciencia que alguien tiene algo
contra nosotros (por cualquier cosa que podamos haber dicho o hecho), debemos hacer lo
que podamos para poner las cosas en su lugar (5: 23). Del mismo modo, si tenemos algo
contra otra persona, es nuestro privilegio tratar el asunto y buscar la reconciliación (Mat.
18: 15-17).

Es posible que seamos tremendamente honestos. No obstante, cuando intentamos vivir


de acuerdo con el espíritu de la ley, y no sólo de la letra, la honestidad nunca es
destructiva, “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la

33
cabeza, esto es, Cristo” (Ef. 4: 15). Eso no siempre será fácil. Obtener opiniones honestas
en un estudio de la Biblia es relativamente simples, y personas humildes logran aceptar
consejos y hasta reprensiones del grupo. Sin embargo, como el propio Jesús indicó, habrán
momentos en que el único procedimiento correcto será tratar el asunto en privado,
llevándolo ante el grupo sólo en última instancia.

4. Ser transparente.

Si trata simplemente de estar dispuestos a ser honestos acerca de nosotros mismos, de


sacarnos las máscaras y revelar la personalidad que está por detrás. Infelizmente, porque
una de las consecuencias del pecado es que las personas sienten que deben esconderse
unas de otras así como de Dios, la transparencia no es natural en nosotros. Mas,
acercamientos íntimos sólo pueden desarrollarse entre personas que se conocen bien unas a
otras – eso significa salir del escondite.

La abertura no implica que tengamos que compartir cada pormenor de nuestra vida
privada con todas las otras personas; sino que implica, que en un grupo pequeño,
deberíamos ser capaces de reconocer que somos humanos, y no pretendemos ser – o dar la
impresión de ser- algo que no somos. Es gratificante se parte integrante de un grupo de
personas que están satisfechas consigo mismas, mientras comparten naturalmente con otros
sus alegrías, angustias, ambiciones y decepciones. Por otro lado, las personas logran
aceptarse mutuamente mas fácilmente se todos saben que ‘la realidad está a la vista’.

5. Confidencia.

La abertura y la honestidad no florecerán si la confidencia. Donde existe una


atmósfera de amor y de confianza, y un acuerdo de que todo lo que sea compartido en el
grupo no será contado en otro lugar, los mientras del grupo- aún los tímidos – lograrán
sentirse seguros al expresarse.

En la primera etapa de la experiencia del grupo, mientras los miembros comparten sus
conocimientos y los amigos están por ser convidados para unirse al grupo, la comunicación
se hace naturalmente a un nivel bastante superficial, y no hay necesidad de hacer del tema
de la confidencia un problema. Este es uno de esos valores que aumenta por el camino,
para proteger el grupo, en la medida en que el nivel de compartir se profundiza.

6. Sensibilidad.

Cada miembro de un grupo tiene su pasado, sus sentimientos y sus necesidades. Aún
personas que tienen mucho en común- intereses, profesión, género, edad, taza, etc. – luego
descubren que sus diferencias son más que sus semejanzas. Todos somos individuos, y
aún cuando el objetivo de los grupos pequeños sea desarrollar un sentimiento de unidad
entre personas diferentes, también su propósito es ayudar a cada persona a crecer
individualmente. La sensibilidad es la capacidad de reconocer y respetar nuestras
diferencias, especialmente nuestras limitaciones. Esas limitaciones incluyen, entre otras:

34
 conocimiento de la Biblia
 disponibilidad/capacidad para leer la Biblia en voz alta
 nivel de participación en la discusión
 disposición para orar
 disposición para hablar de la experiencia personal.

La lección que debemos sacar es que todos debiéramos sentirnos a gusto en un grupo
pequeño. No tenemos derecho alguno de indagar más allá de lo que un miembro decide
contar voluntariamente. Y donde hay Adventistas que tienen contacto con no Adventistas
o no cristianos, debemos tener mucho cuidado de no crear una atmósfera de “nosotros y
ellos”, o para no hacer sentir a alguna persona ignorante en comparación con los otros.
Esta es una de las razones por las cuales los libritos o bosquejos preparados para el estudio
de la Biblia son una buena idea: simplifican el estudio de la Biblia para aquellos que no
están familiarizados con ella. Si deciden no usarlos, por lo menos asegúrese que entrega a
cada persona la misma versión de la Biblia, y que usa los números de las páginas como
referencia, asimismo como los capítulos y versículos. Use la sabiduría para actuar.

7. Responsabilidad.

Los individuos son responsables los unos de los otros por el crecimiento personal y por
el crecimiento del grupo. Esto significa que debemos estar dispuestos a recibir y a dar
apoyo y ayuda, colaborar y a informar. Cada grupo también es responsable delante la
iglesia por la manera como afecta la vida de sus miembros y de la congregación en general.
Los grupos no son unidades independientes, sino parte de un cuerpo que es la iglesia,
ligados los unos con los otros a través de un adecuado sistema de administración.

Sugerencia de Estructura Administrativa


para una Iglesia de Grupos Pequeños con 100 miembros

PASTOR
O
O O
Supervisor de Cinco Supervisor de Cinco
Líderes de Grupo Líderes de Grupo

OOOOO OOOOO
Pequeños Grupos Pequeños Grupos

8. Reproducción.

Los grupos pequeños crecen de un modo sorprendente. Se multiplican por la


división. Son un sistema de reproducción. Su objetivo no es crecer hasta alcanzar un
tamaño máximo, sino más bien llegar a alcanzar lo máximo posible en cuanto a número se

35
refiere. Esto significa que cuando un grupo creció hasta alcanzar su capacidad máxima (lo
máximo son 12 miembros), o alcanzó sus objetivos, algunos otros miembros del grupo
saldrán para formar un nuevo grupo y otros miembros se juntarán, o todos los miembros se
separarán y se unirán a otros grupos. Por amor al crecimiento de la iglesia, los miembros
del grupo están dispuestos aceptar la tristeza que eso a veces significa. Comprender este
principio desde el mismo comienzo evitará la formación de grupos exclusivistas.

9. Relevancia.

Los grupos pequeños sólo serán beneficiosos si es que lo que ellos hicieron y cómo lo
hicieron fue realmente relevante para la vida de los miembros del grupo. Mucho antes de
que los fundadores del grupo (generalmente , de cinco a siete miembros de iglesia)
comiencen a invitar amigos a unirse a ellos, los objetivos del grupo deberían estar claros,
para responder preguntas como estas:

 El grupo ¿intentará atraer no cristianos, cristianos de otras confesiones religiosas, o


a ambos? Recuérdese, que mientras más grandes sean las diferencias entre las
personas del grupo, tanto más difícil será responder a cualquier necesidad especial.
 ¿Será un grupo de interés especial para padres jóvenes, estudiantes universitarios,
solteros, etc., o será un grupo de interés general, en la cual las personas de diversos
grupos culturales se pueden sentir bien juntos?
 ¿Qué es lo que el grupo va a intentar realizar a corto, medio o a largo plazo?
 ¿Cómo es que el grupo va a conseguir sus objetivos, y cuáles son los materiales
que va a usar?

Responder a esas preguntas ayudará a tener una seguridad de que lo que el grupo hace es
relevante para sus miembros. Además de eso, se debe tener cuidado al escoger la Biblia
(una traducción moderna será más apropiado), y el lenguaje usado durante las reuniones
(nada de lenguaje bajo popular, o de términos adventistas, por favor); recuérdese de que
muchos si siquiera saben quién es Jesús. (por eso, cuando oramos a Dios, le decimos:
“Tú”, pero en señal de respeto.

10. Una atmósfera relajada.

Nos desenvolvemos y aprendemos mejor cuando nos gusta lo que estamos haciendo.
Por eso las reuniones de los grupos pequeños deben ser ocasiones en que las personas
puedan relajarse, reír juntas y disfrutar de la compañía los unos con los otros y del estudio
de la Palabra de Dios. Es verdad que la vida cristiana tiene su lado serio, pero una
atmósfera tensa, excesivamente seria que no es equilibrada con la alegría sana que Cristo
prometió no ayudará a crecer a las personas, ni al grupo pequeño.

Estos diez valores parecen bastante sencillos, ¿no es verdad? Y deberían serlos. Porque
después de todo, fueron éstos los valores que gobernaron el ministerio de Cristo, sin
embargo, no son tan sencillos como parecen. (Alguien dijo que eran más difíciles de
observar que los Diez Mandamientos). No forman parte de nuestra naturaleza,
probablemente es por eso que se encuentran personas que no se sienten bien con ellos,
porque realmente significa un cambio radical del modo tradicional en que muchos grupos

36
de estudio de la Biblia han sido dirigidos. Es necesario tiempo y esfuerzo para hacer
cambios. Sin embargo, las personas y la iglesia en general se sentirán más contentas con
esos cambios, y esto hará con que el esfuerzo valga la pena.

EL DESCUBRIMIENTO DEL DENTISTA

Un miembro de un grupo pequeño estaba tan entusiasmado con las


reuniones del grupo, que habló de él a su amigo dentista y lo invitó a asistir. El
lunes siguiente en la noche, el amigo quedó tranquilo al descubrir cuando fue
presentado a los otros miembros del grupo, que muchos de ellos eran sus colegas de
profesión. La persona que dirigía el grupo era un juez. La atmósfera era informa. Se
sintió bien. Al mismo tiempo, quedó confundido, se preguntaba: ¿cómo podía ser
que personas letradas podían aceptar la Biblia como autoridad, como esas personas
creían, y hablar de Jesús como si estuviera vivo? El habló de sus preocupaciones a
su amigo que lo había invitado. En lugar de ponerse a la defensiva, o en lugar de
intentar argumentar alguna cosa, él decidió continuar asistiendo a las reuniones.
Cuando asistió por la segunda vez, el dentista desafió al grupo, sin embargo ellos lo
animaron a compartir con ellos lo que estaba por leer en la Biblia. A pesar de sus
reservas, continuó asistiendo, y apreciaba cada reunión. No mucho tiempo después,
él tuvo que admitir “no entiendo lo que pasa aquí, ustedes tienen algo que yo nunca
vi ni experimenté antes.” ¿Qué? Ellos le preguntaron, al mismo tiempo
respondieron: Tenemos al Señor Jesús. Luego él preguntó: ¿Qué tengo que hacer
para tener a Jesús? Fue allí en la reunión del grupo pequeño donde lo llevaron a
una aceptación personal de Jesús como su Salvador y Señor.

37
Capítulo Seis

Los grupos Pequeños en la


Evangelización
“….. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos:” (Hech. 2:47)

Evangelización es difícil. Siempre y donde sea que fuere que hombres y mujeres sean
confrontados con las reivindicaciones de Cristo sobre sus vidas, hay oposición. A través de
la evangelización la iglesia se envuelve en conflictos abiertos tanto con la naturaleza
humana con la “huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales”. (Efes. 6:12).

Además de eso, ciertas características culturales significan que el proceso de


evangelización se torna más difícil en algunos países más que en otros.. En Gran Bretaña,
por ejemplo, tenemos que enfrentar por lo menos tres desafíos específicos si queremos ser
eficaces en alcanzar la mayoría de las personas británicas ‘donde ellas se encuentran.’. 35
Ellos son:

A. EL DESAFÍO DE ALCANZAR A LA MAYORÍA NO LIGADA


A LA IGLESIA.

Ya hace mucho tiempo que la gran mayoría del pueblo británico no tiene alguna
ligación con la iglesia cristiana, excepto cuando tal vez asisten a un casamiento o a un
funeral. En el año 1851, el 40 por ciento de la populación asistían a la iglesia. Hoy bajó
esa cifra al 10 por ciento ( en muchas ciudades y villas, es sorprendentemente inferior a
estas cifras).36 Dado a que la educación básica es deficiente en los principios cristianos en
nuestras escuelas ya hace muchos años, nos muestra una situación que tal vez tres
generaciones de personas que viven en nuestra vecindad nunca leyeron la Biblia, no tienen
la menor idea de cómo es Dios, y no compre naden en absoluto el evangelio. No son
necesariamente ateas, simplemente no saben lo que es el cristianismo.

A lo largo de los últimos treinta años, apenas un pequeño porcentaje de aquellos


que se unieron a la Iglesia Adventista (tal vez del 5 al 10 por ciento) vinieron de esa gran
mayoría de la población. Muchos de nuestros conversos durante este período, fueron
personas que ya tenían un trasfondo Adventista, o cristiano, o por lo menos una forma de
pensar cristiana. Más aún, en la medida en que el tiempo pasa, las personas no ligadas a la
iglesia parece disminuir, no a aumentar. Esto es motivo de preocupación, especialmente
cuando reconocemos que algunas congregaciones no Adventistas se esfuerzan para ganar
personas no ligadas a la iglesia en números significativos.
Es evidente que la distancia entre cristianos y no cristianos es mayor que nunca, en
términos de valores morales, de estilo de vida y de perspectiva general sen el mundo. La
sociedad cambió radicalmente en muchos aspectos en las últimas tres décadas (si tiene
dudas, pregunte a alguien con más de cuarenta años). La vida, en su conjunto, es mucho
más rápida que antes. El mundo es más pequeño. La comunicación es casi instantánea.
Consecuentemente, la experiencia que las personas tienen de la vida, sus necesidades y

38
problemas, son diferentes de lo que eran antes. Hasta nuestro vocabulario cambió, y las
personas se expresan en forma diferente a través del lenguaje que usan, de la música que
oyen, de las vestimentas que usan, de sus pasatiempos e intereses. Muchos de esos cambios
no son correctos o incorrectos, son diferentes de aquello que estábamos habituados.
El problema es que mientras la sociedad cambió notable, nuestra iglesia cambió
muy poco. Mucho de lo que hacemos en la iglesia y del modo cómo lo hacemos es el
mismo que hacíamos antes, bien, en algunos casos hace tanto tiempo que apenas nos
recordamos. Y, es evidente, no hay nada de equivocado en eso. Nos sentimos naturalmente
bien con aquello que nos es familiar.
Pero, ¿ si esa forma tradicional de hacer las cosas nos llevase en realidad a aumentar la
distancia que ya existe entre nosotros y nuestros vecinos no conectados a nuestra iglesia?
¿Y si hablamos un lenguaje que ellos no entienden? ¿Y si fuésemos visto como
irrelevantes y fuera de contexto con el mundo real, aunque las verdades en que creemos
fueran tan relevantes ahora como siempre fueron?
Eso podría significar que nuestro culto de Sábado de mañana o que la reunión
de evangelización en la iglesia o en carpa ya no sería la mejor y la más indicada
metodología para dar a conocer nuestra fe para la gran mayoría de las persona inglesas.
También podría ser que el método de los grupos pequeños es probablemente el mejor
medio que ahora tenemos de poner a nuestros amigos en contacto con la iglesia que
amamos.
Verdaderamente otras iglesias en Gran Bretaña han descubierto que los grupos
pequeños han sido un medio eficaz de alcanzar las personas no conectadas con la iglesia.
El movimiento Afa es un extraordinario ejemplo de esto.
En años recientes, centenes de iglesias, a través de millares de grupos pequeños
esparcidos por toda la nación han usado con éxito el curso Alfa 37 para grupos pequeños
desarrollados por la iglesia de Santa Trinidad, en Brompton, Londres, hace menos de una
década atrás. Como resultado: decenas de millares de personas no conectadas con la iglesia
se convirtieron en discípulos de Jesús, y probablemente mucho más se unirán de esta forma
más que cualquier otro método.

B. EL DESAFÍO DEL TESTIMONIO A LARGO PLAZO.

LCMF (Christian Missionary Fellowship, la Hermandad Misionera Cristiana) que


es una organización dedicada a implantar nuevas iglesias en muchos países, incluyendo la
Gran Bretaña, se dieron cuenta que al trabajar entre personas que no son cristianas, pero
que son receptivas, el proceso de establecer una relación demora más tiempo aquí que en
otros países. 38 Esto es especialmente verdad en áreas de provincia o rurales, donde es
necesario un tiempo considerable para quebrar los prejuicios y para que la comunidad local
acepte que un extraño se cambie para allá, viniendo de otras áreas, ¡cuánto más el aceptar
un nuevo tipo de religión! Pero los grupos pequeños son especiales para responder a ese
tipo desafío. Son ellos el método ideal para establecer, desarrollar y mantener una relación
a largo plazo con los no adventistas británicos.

C. EL DESAFÍO DE ULTRAPASAR DIFERENCIAS CULTURALES.

Donde las congregaciones reflejen bastante bien la mezcla cultural de las


comunidades en que adoran, los visitantes de esas comunidades que frecuentan a nuestras

39
iglesias llegan a sentirse bastante bien, ya que todas las otras cosas son iguales (como los
asuntos referidos arriba). Sin embargo, donde la mayoría de los miembros de iglesia
representan una cultura que es percibida como diferente de la mayoría de aquellos que
viven en la comunidad, la ‘barrera’ cultural es un desafío más a ser vencido.

Para enfrentar este desafío, tal vez el plan estratégico a largo plazo se debe incluir la idea
de implantar diferentes iglesias para alcanzar diferentes grupos de personas en la sociedad.
Individuos dotados y capaces de atravesar las barreras culturales y adaptarse a todo. (1.
Cor. 9:19-22), deben ser encontrados y entrenados para dirigir ese tipo de evangelismo. Es
en estos casos, cuando el grupo pequeño ofrece una oportunidad que manifiesta menos
prejuicios que el edificio de la iglesia, un cuadro en que pequeños grupos de personas de
diferentes trasfondos culturales pueden encontrarse para compartir el evangelio y para
construir puentes sobre las divisiones culturales.

D. LAS OPORTUNIDADES EVANGELIZADORAS DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS.

En años recientes, muchas congregaciones no adventistas, tanto en este país como


en otros crecieron rápidamente. Casi sin excepción, ellas ven a los grupos pequeños como
la principal razón de su éxito. Si su experiencia es digna de imita, también nosotros
podemos esperar que los grupos pequeños demuestren ser el método de evangelismo
continuo más eficaz a largo plaza, que ya dimos a conocer. Observen en la cita que sigue
una posible explicación para esto:

“Los programas evangelizadores que probablemente serán más apreciados


serán aquellos que tratan a los oyentes como personas y respetan su integridad;
que sean capaces de ir a su encuentro hasta que lleguen a la comprensión deseada;
que animen a alcanzar un desarrollo profundo a largo plazo; que sobre todo
lleguen a ser allá afuera en el mundo una parte integrante de un ministerio total
de la comunidad cristiana.” 39

Los grupos pequeños responden mejor a esas exigencias que a la mayoría de


nuestros programas tradicionales de evangelismo. Y si pudieran ser unidos a otros
programas de evangelización, preparados con la sociedad moderna en mente (esto es,
reuniones públicas de evangelización y seminarios culturalmente relevantes, servicios de
apoyo a los interesados, diferentes tipos de iglesias para diferentes tipos de personas, etc.),
su potencial evangelizador puede ser ilimitado.

A través de los grupos pequeños, no hay razón para que cada iglesia Adventista del
Séptimo Día no se envuelva en la evangelización. Aún aquellos que siempre se sintieron
demasiados tímidos para compartir su fe con otras personas, muy luego sentirán la
confianza necesaria para hacerlo en forma natural y feliz al sentirse parte del equipo de un
grupo pequeño.

Una razón para esto es que la primera función evangelizadora de los grupos
pequeños es presentar a Jesús a las personas, explicar en términos prácticos lo que
significa ser un cristiano, ayudar a los creyentes a crecer al relacionarse con El. Ciertos
asuntos doctrinales de la Biblia y asuntos ligados al estilo de vida pueden ser mejor
tratados en subgrupos, como una clase bautismal.

40
Grupos Pequeños y Oportunidades Evangelizadoras Especiales. Como iglesia,
tenemos muchos métodos de trabajo de evangelización, algunos ya muy bien probados,
otros nuevos recién utilizándose. En la mayoría, por no decir en todos, los grupos pequeños
pueden desempeñar un papel importante. Vea los ejemplos siguientes:

Proyectos de Misión Global para plantar iglesias. En respuesta a la orden de


nuestro Señor (Mat. 28:19) y a la descripción hecha por Juan con respecto a la
proclamación final del evangelio (Apoc. 14:6), los Adventistas tienen el ambicioso blanco
de plantar nuevas iglesia en cada ciudad y población, y entre cada grupo de populación
significativo donde como iglesia no está presente. En países como Gran Bretaña, esto
representa un desafío formidable, especialmente teniendo en cuenta nuestra experiencia
pasada al establecer iglesias.

Muchas de nuestras iglesia en Gran Bretaña nunca crecieron más allá que cuando fueron
fundadas. Comenzaron pequeñas y permanecieron pequeñas a partir de entonces hasta
ahora. En muchos casos esas iglesia fueron el resultado de retiros, Escuelas B+¡Sabáticas
Filiales, o de campañas públicas de evangelización. En la mayoría de los casos, por no
decir en todos, los servicios religiosos del Sábado (digo, la Escuela Sabática y el Culto
Divino) comenzaron luego que un grupo considerable de personas quisieron reunirse, o
donde se llevaron a cabo reuniones evangelizadoras, los servicios de Sábado comenzaron
luego después de estudiar la verdad del Sábado. Tal vez eso no fue el mejor método.
Posiblemente, la propia pequeñez de esos grupos de iglesia fue un factor limitativo en su
futuro crecimiento.

Eso parece ser confirmado por el hecho de que algunos especialistas en este plan
de plantar iglesia, ahora recomiendan que otros tipos de reuniones de naturaleza más
evangelizadores continúen realizándose, hasta que entre setenta y cinco a cien personas
puedan formar una congregación. Sólo entonces deben comenzar a realizarse los servicios
religiosos regulares de la iglesia.40 Hay dos razones fundamentales por detrás de este
pensamiento:

1. Los servicios religiosos de Sábado son, por naturaleza, reuniones para grupos
grandes. La forma del culto y el estilo seguido por la mayoría de las iglesias
Adventistas, esto es: el escoger los himnos, la predicación del sermón, el enfoque de la
grandeza de Dios, etc., son propios de grandes grupos. Funcionan mejor con un grupo
grande que con un grupo pequeño. Si esas personas aún no están involucradas en el
grupo (por ejemplo, si son visitantes por la primera vez o interesados), ta vez no
encuentren la experiencia de adoración suficientemente estimulante y satisfactoria para
desear regresar, aunque la comunión sea agradable.

2. Los servicios religiosos de la iglesia son orientados más para los creyentes que para los
no creyentes. De ese modo, los creyentes se sienten bien, porque todo les es familiar y
ellos se sienten parte de la familia. Pero las mismas cosas que hacen con que los
miembros se sientan bien, pueden tener un efecto opuesto en los que no son miembros,
especialmente en los no cristianos. Aquellos que visitan nuestras iglesias pueden
sentirse amenazados, porque sienten que son diferentes de toda la gente. Ellos también
necesitan de ‘espacio’, de la oportunidad de observar, sin ser presionados para
pertenecer al grupo. Cuanto menor sea la congregación, tanto más difícil será crear un

41
ambiente de conforto adecuado para los no creyentes, de esta forma algunos se
desaniman de asistir.

He aquí una mejor manera para plantar iglesias:

a. Construir el fundamento de la nueva congregación sobre grupos pequeños (con los


métodos de testimonio público que mejor funcionaren) para ayudar a desarrollar
esa congregación hasta que ella alcance un número razonable, y antes que las
reuniones de Sábado se transformen en servicios religiosos regulares.
b. Comenzar las reuniones de Sábado como reuniones evangelizadoras, orientadas
más bien para los que no son miembros, hasta que la congregación haya crecido
hasta un tamaño adecuado, o hasta
c. considerar la continuación de las reuniones de sábado como reuniones
evangelizadoras indefinidamente, mientras la iglesia crece a través del continuo
ministerio de grupos pequeños.

Establecer iglesia para las minorías étnicas. Además de lo que ya vimos a propósito
del desafío que constituye ultrapasar las diferencias culturales de un modo general, no
debemos olvidad que existen muchos grupos étnicos minoritarios en nuestras ciudades más
grandes, que nuestras iglesias no están alcanzando con éxito. No hay dudas de que eso se
debe en parte, a las barreras culturales y lingüísticas, y en parte a nuestros programas de
iglesia que no están específicamente preparados para responder a las necesidades de esos
grupos. En Londres, por ejemplo, hay un gran número de chinos, de coreanos, de asiáticos,
de griegos y de iranianos, sólo para nombrar algunos, que no responden a nuestros
programas de contacto.

En años recientes, congregaciones de Gana e Hispanos fueron plantadas con éxito en


esas ciudades, tal como muchas otras en todo el mundo. Sin embargo decenas de otros
grupos aún no fueron alcanzados. ¿Cómo podemos multiplicar rápidamente esas iglesias
étnicas? Una forma es traer pastores asalariados de esos lugares para trabajar entre su
pueblo. Eso puede tener éxito, pero sale caro, y por lo tanto no es una opción para los
tantos grupos que se pretende alcanzar.

Una alternativa en perspectiva es usar los grupos pequeños. En muchos casos, tenemos
uno o varios adventistas de esos grupos étnicos que asisten a nuestras iglesias, la mayoría
de los cuales ya eran miembros de iglesia cuando llegaron a este país Si ellos pudieran ser
entrenados para dirigir grupos pequeños, las iglesias étnicas dirigidas por pastores laicos
podrían desarrollarse rápidamente.

 El programa Net. En algunos lugares, los interesados que surgen de esas series,
es mejor orientarlos para los grupos pequeños, antes de invitarlos a ir a nuestras
iglesias.

 Escuelas Bíblicas de la Voz de la Esperanza. Nuestra forma de actuar en el


pasado ha sido, generalmente de relacionarnos con esos contactos en la base
persona a persona, antes de convidarlos a ir a la iglesia o a una gran reunión
evangelizadora. Sin embargo, después de que los estudiantes se hayan habituado
al estudio de la Biblia en privado, en casa, muchos se muestras un tanto
prejuiciosos (tal vez, porque los cursos por correspondencia atraen a las personas

42
tímidas) a asistir a los programas públicos. Los grupos pequeños podrían ser un
medio de reunir mucho más rápido a varios estudiantes que vivan próximos los
unos de los otros, aún para el estudio de sus lecciones (cursos).

 Diferentes contactos en áreas aisladas. Tal vez podríamos quedar sorprendidos


al descubrir cuántos contactos tenemos, como iglesia, en las así llamadas áreas
aisladas, si nos diésemos el trabajo de coordinar todas las varias fuentes de
interesados que tenemos. Ellas incluyen:

a. Miembros aislados.
b. Parientes y amigos de miembros.
c. Antiguos estudiantes de la Voz de la Esperanza.
d. Interesados a través del Internet.
e. Ex miembros de Iglesia.

Si lográsemos preparar cursos de formación de algún tipo y colocarlos a la


disposición, tal como los hacemos con nuestros cursos bíblicos, ya sea por
correspondencia, o por Internet, o en salas especiales, sería extraordinario, a lo mejor
encontraríamos líderes adecuados para esos medios para tener grupos pequeños, aún donde
no exista ninguna supervisión pastoral.

Grupos Pequeños y la finalización de la obra. Siempre creemos que el trabajo


final del evangelio será semejante a su comienzo como en el Pentecostés, pero más
glorioso aún. Ahora es el momento de hacer planes para esa cosecha extraordinaria.

Una razón por la cual el trabajo del Espíritu Santo en la iglesia primitiva fue tan
productivo, fue por el sistema de grupos pequeños sobre la cual se basaba la iglesia del
Nuevo Testamento que dio a la iglesia la posibilidad de absorber , nutrir y desarrollar
tantos nuevos discípulos para el ministerio, y en forma tan rápida. Nos preguntamos lo que
habría acontecido a esa multitud de nuevos creyentes si ese sistema no hubiese
funcionado , y también nos preguntamos , qué va a suceder cuando el Espíritu Santo
trabaje de un modo aún más poderoso en nuestros días, si no tenemos un sistema que sea
adecuado para lo que El quiere hacer. Pero tenemos la seguridad de que vamos a tener ese
sistema.

Es significativo que Elena White, en su descripción del pueblo remanente de Dios


antes de su liberación da la idea de que ellos esperan el regreso de Cristo en grupos
pequeños. 41 Conforme a nuestra comprensión del tiempo de angustia, en ese momento, es
improbable que nuestras instituciones y edificios de iglesia sean el centro de nuestra vida
de iglesia como son actualmente. Ahora es el tiempo de preparar iglesias con grupos
pequeños que puedan sobrevivir a la tempestad.

Imaginen…Hay suficientes Adventistas del Séptimo Día en Gran Bretaña para


formar (teóricamente) más de dos mil y quinientos grupos pequeños en todo el país. Si tan
sólo la mitad de nuestros miembros fuesen correctamente entrenados e involucrados,
podrían haber 1.250 grupos, con un promedio aproximadamente de siete miembros
nucleares por cada uno, dispuestos a compartir su fe. Si cada grupo ganase por lo menos
un nuevo discípulo para Jesús en el transcurso del primer año, y el número de grupos

43
aumentase, en la medida que aumentara el número de personas, ¡habrían 27.000 nuevos
discípulos, sólo diez años después! Sería una vez y media la cantidad actual de miembros.

Ahora, ¿si cada grupo ganase dos nuevos discípulos cada año en lugar de uno? El
resultado no sería apenas el doble de los discípulos. Al final de los diez años, habrían aún
en todo el país, aproximadamente 16.250 grupos pequeños dirigidos por Adventistas del
Séptimo en todo el país, logrando por la gracia de Dios, un crecimiento aún más
maravilloso en cada año siguiente.

El objetivo principal, recuérdese, es hacer discípulos, no necesariamente miembros


de iglesia. Con esa perspectiva de evangelismo no tiene una gran importancia si las
personas no son bautizadas y añadidas al registro de la iglesia después de un programa
evangelizador de cinco semanas. Lo que importa es que ellos están involucrados, están
asistiendo a las reuniones de los grupos, y tal vez asistiendo a los servicios religiosos de la
iglesia cada sábado. Están creciendo en su conocimiento y experiencia con Dios al
desarrollar el hábito diario al estudiar las Escrituras. Ahora bien, más temprano o más tarde
ellos serán bautizados. Los verdaderos discípulos de Jesús llegan s ser miembros de iglesia
en el momento propicio escogido por Dios.

DE PEQUEÑO A GRANDE EN 20 AÑOS

El especialista en grupos pequeños, Carl George, 42 cree que


una cifra de crecimiento anual del 20% para los grupos
pequeños es razonable. Esto significa que un grupo de diez
personas puede llegar a ser doce, en doce meses. También
significa que 50 miembros pueden llegar a ser 100 en cuatro
años, A 310 en diez años, A 770 en quince años, A 2.358 en
veinte años.

Sólo un sueño… ¿o será una visión? Una cifra de crecimiento de ese tipo sería sin
precedente en la historia Adventista. Por otro lado, aprendemos por experiencia que las
almas son difíciles de ganar, pero se pierden fácilmente. Por eso nos emociona tener
sueños tan grandes. Pero sabemos que ‘no habiendo profecía (visión), el pueblo se
desenfrena’ (Prov. 29:18) Quiera que se trate de una visión profética o de un cuadro
inspirado de lo que Dios quiere realizar a través de Su iglesia, el hecho es que sin un gran
objetivo en mente, alcanzaremos poco. Mientras más grande fuere el sueño, (siempre que
sea realista), más grandes serán las posibilidades.

¡Se puede hacer! Con la bendición de Dios, está a nuestro alcance. Es realmente
posible. Sucedió antes en el Pentecostés. Está por suceder actualmente en algunas iglesias
con grupos pequeños. Contamos con la promesa del Espíritu Santo quien nos ayudará para
que suceda de nuevo, con nosotros o sin nosotros. Entonces ¿qué estamos esperando?

44
MEJOR QUE EL SERMÓN
DE UN PASTOR
Un hombre llamado Jack me dijo una vez: “Cuando usted predicó sobre el
diezmo, yo le dije a mi mujer: ‘Nunca voy a hacer esto. Él sólo quiere nuestro dinero.’
Y después fuimos para nuestro grupo pequeño, y ellos comenzaron a hablar y a contar
historias sobre el diezmo, hablaron sobre las bendiciones que habían recibido desde
cuando habían comenzado a devolver el diezmo, hablaban acerca de la alegría que
sentían en sus vidas al comprender que eran socios con Dios, a través del diezmo.
Antes de darme cuenta, había firmado un papel para ser uno de esos diezmadores.
Ahora puedo decir que eso fue una de las mejores cosas que ha sucedido en mi vida.
Pero pastor, yo nunca lo hubiera hecho, sólo por su predicación. Yo lo hice gracias a
los testimonios que contaron en nuestro grupo (pequeño)” 43

45
Capítulo Siete

Organizando Grupos Pequeños

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta”
(Santiago 2:26)

Si ya leyó hasta aquí, comprende que el desarrollo del ministerio de los grupos pequeños
en nuestras iglesias, va a significar más que un ajuste superficial en la manera actual de
hacer las cosas. Estamos hablado de un cambio radical, una transición de un sistema viejo
para un sistema nuevo y diferente. Como un reactivador de memoria, aquí enunciamos
algunos de los cambios que nuestros miembros de iglesia van a experimentar:

 Cambio en el contenido de la función o tarea de ciertas personas claves, como el pastor.

 Cambio en el papel de los laicos, que algunos pueden interpretar erradamente como un
aumento en las responsabilidades que ya están teniendo.

 Cambio en el estilo y en la perspectiva del ministerio que hacemos, cuándo lo hacemos


y dónde lo hacemos, esto es, los grupos pequeños pueden sustituir la tradicional reunión de
oración semanal, sin embargo eso no siempre sucederá en cada caso.

 Cambio en la dinámica del ministerio, cómo lo hacemos, y qué hacemos. Esto


significaría tal vez, que tengamos que ser más tolerantes de lo fuimos en el pasado, con las
personas de otros credos, aprender cómo ir al encuentro de las personas donde ellas están,
en vez de esperar que ellas vengan a nuestro encuentro donde estamos.

 Cambio en la estructura de la iglesia y en el proceso de tomar decisiones, esto es,


ciertos cargos de la iglesia pueden tornarse redundantes, y pueden cambiar la función de
los miembros y del consejo de la iglesia.

Hacer estos cambios no será fácil. Nos va a exigir tiempo, mucha oración, atención y una
planificación cuidadosa. Es por eso que ahora vamos a analizar el desarrollo de este
procedimiento en las iglesias con sus grupos pequeños correspondientes, en dos cuadros
diferentes:

a. En la iglesia a que existe muchos años y que formas bien establecidas de hacer las
cosas, y

b. En la iglesia que acaba de comenzar, o de ser establecida en una nueva área.

A. DESARROLLANDO GRUPOS PEQUEÑOS EN IGLESIAS YA EXISTENTES.

La mayoría, sino es que en todas las congregaciones Adventistas, ya tuvieron experiencia


con grupos pequeños, de una o de otra forma. Algunas de esas experiencias han sido
positivas, otras negativa. De cualquier modo, el hecho es que el ministerio de los grupos

46
pequeños en su experiencia pasada es casi con certeza muy diferente del ministerio de los
grupos pequeños que estamos analizando en este manual. La más grande equivocación
que podemos cometer sería darnos por satisfechos que ya sabemos todo lo que concierne a
los grupos pequeños. En la mayoría de los casos, el desarrollo de los grupos pequeños en
las congregaciones ya existentes significaría realmente comenzar de cero. Y ese es el
mejor momento para comenzar a trabajar a través de la siguiente estrategia. (Los pasos
sugerentes no están obligadamente en orden de importancia o secuencia):

1. Ore en cada fase del proceso. El ministerio de los grupos pequeños puede ser
parte del plan de Dios para su iglesia, pero será necesaria mucha energía, sabiduría y
paciencia para que ellos se organicen. La oración es especialmente importante al escoger
a los líderes de los grupos y en la formación de los líderes de los equipos. Los equipos de
los líderes necesitarán mucho de las orientaciones de Dios al invitar a los miembros de
iglesia para hacer parte de su grupo nuclear, y cada grupo nuclear necesitará orar para que
Dios muestre bien claramente Su deseo para el grupo y a quiénes ellos deben invitar.
.
2. Desenvuelva su comprensión acerca de los grupos pequeños, a través de la
lectura más variada posible de los más actuales manuales para líderes que usted
disponga.44 La mayor parte de ellos son autores no adventistas, sin embargo, hablan por
experiencia, y podemos aprender de ellos. (Por favor no piense que por leer este manual,
ya no necesita leer nada más. Esto es apenas una breve introducción.) Si nunca tuvo una
experiencia de primera mano con grupos, hable con aquellos que ya la tuvieron. Si es
necesario, organice un grupo como éstos, con algunos amigos o colegas, o únase a un
grupo que esté funcionando en otra iglesia (adventista o no adventista).

3. Crezca, no imponga los grupos pequeños. No va a funcionar si los dirigentes de


la iglesia dividen la congregación en grupos y pongan listas en el cuadro de avisos de la
iglesia, informando quiénes formarán tal o cual grupo. El movimiento que cambia la vida
de Su iglesia, es el propio Jesús.

a. Comenzó con tres o cuatro innovadores (que llegaron a ser Sus más íntimos
confidentes a lo largo de Su ministerio).
b. Escogió un núcleo de líderes compuesto por doce (Su propio grupo pequeño).
c. Les aumentó una red de apoyo de setenta.
d. Organizó una congregación de ciento veinte creyentes, que después se
multiplicaron por millares después del Pentecostés.

Este proceso demoró más de tres años. Y nosotros haríamos bien si siguiésemos Su
ejemplo, al comenzar con unos pocos individuos claves que compartiesen la visión. En
todas las iglesias hay ciertos líderes de opinión fuerte que son o no oficiales de la iglesia.
El diagrama siguiente 45 indica que dos o tres personas de cada cien, en una congregación
mediana, son los que se podría describir como ‘los temblores de tierra’. No les gusta de la
situación estable. Para ellas, todo debe ser cambiado. Esas no son las personas a quiénes se
debe pedir ayuda para persuadir a la iglesia para que adopten el concepto del ministerio de
los grupos pequeños. Son demasiados radicales, y aunque tengan razón en casi todo (o
todo) lo que dicen, la mayoría no les toma en cuenta

47
Resistencia a los cambios

Innovadores 2,60 %

Apoyo inicial 14,40 %

Adherentes lentos 34 %

Adherentes muy lentos 34 %

Nunca cambiarán 16 %

Es de entre el segundo grupo el 14% que se unirán inmediatamente al movimiento a


favor del cambio. Por lo tanto de ese grupo se deben escoger los mejores que apoyen en su
inicio, con mucha persuasión. Son personas de mente abierta y progresistas. La mayoría de
los miembros de iglesia confían en ellos.

Recuerde que el cambio puede crear una resistencia muy fuerte, que en algunas
iglesias habrá probablemente personas que nunca apoyarán plenamente cualquier
propuesta radicalmente nueva. Muchas iglesias ya existen hace mucho tiempo que han
tenido una visión tradicional del culto, de la oración y del estudio de la Biblia, y de todas
las otras cosas que hacen. Personas preocupadas pueden ver las nuevas ideas en término de
apostasía de la verdad. Tenemos que ser sensibles a las opiniones y sentimientos de
aquellos que no concuerdan con nosotros.

Una razón obvia por la cual el cambio deber ser gradual es que las actividades y
programas existentes deben continuar, mientras el cambio se efectúa. Una segunda razón
es que las responsabilices pastorales tradicionales deben continuar atendiéndose durante
este período, y no deben ser ignoradas súbitamente. Cambiamos 20% de las funciones cada
año durante cinco años. Es una manera de implementar el cambio a nivel pastoral, como se
sugiere en el diagrama:

Una iglesia que llega a tener Grupos Pequeños:


Responsabilidades Pastorales

Año 1- 80% responsabilidades actuales, 20% grupos pequeños


Año 2- 60% responsabilidades actuales, 40% grupos pequeños
Año 3- 40% responsabilidades actuales, 60% grupos pequeños
Año 4- 20& responsabilidades actuales, 80% grupos pequeños
Año 5 y siguientes, según la situación local

4. Obtenga la aprobación de la iglesia. Por lo menos en principio, la iglesia debe


tener la oportunidad de discutir y aprobar el plan para promover y organizar el ministerio
de los grupos pequeños. Eso puede llevar algún tiempo, por el hecho de que este programa

48
es presentado formalmente en varias juntas y comisiones (Ministerio Personal; Jóvenes;
Consejo de Ancianos; reuniones administrativas, etc.), además de una manera informal en
otras reuniones. Nadie debería comenzar las reuniones de los grupos pequeños en secreto,
sin conocimiento de la iglesia y del pastor.

5. Ayude a otros a tener esta visión. Si la iglesia desea tomar decisiones


inteligentes y positivas acerca de los grupos pequeños, necesita conocer algunos aspectos
importantes que son útiles:

a. Poner buen material de lectura a la disposición de los ancianos, de los


miembros del consejo, de los directores de departamentos y de personas que
potencialmente podrían ser los directores de los grupos pequeños. Muchas
historias desafiantes de ‘éxito’ de los grupos pequeños y manuales pueden ser
obtenidos que son apropiados por su contenido para este programa..
b. Realice talleres sobre grupos pequeños. Actualmente existen adecuados
materiales impresos de entrenamiento, como: videos, C.D.
c. Haga los arreglos necesarios para que ocasionalmente se prediquen sermones
con asuntos relacionado con esto. Una serie sobre la iglesia primitiva y el libro
de los Hechos, mientras los miembros leen el libro de Burril, La Iglesia
Revolucionada del Siglo XXI, podría llegar a ser una experiencia animadora.
d. Invite a la iglesia a personas que fueron bendecida a través del ministerio de
los grupos pequeños para que puedan compartir su experiencia.
e. Incluya pequeñas notas promocionales sobre el ministerio de los grupos
pequeños en boletín y prepare pósters sencillos pero atractivos para el mural
de la iglesia.
f. Haga los arreglos necesarios para que de vez en cuando las clases de la Escuela
Sabática funcionen conforme al lineamiento de los grupos pequeños (después
de la instrucción previa de los monitores).
g. Desenvuelva una perspectiva, más orientada para los grupos pequeños en las
reuniones de consejo de la iglesia y de las otras comisiones, dando tiempo para
el estudio de la Biblia, para la oración y para compartir a nivel personal.

6. Identifique áreas especiales de necesidades en que los grupos pequeños


puedan servir, como parte de este proceso, dé a la iglesia la posibilidad de mirar para sí
misma a través de un taller sobre la vida de la iglesia, cubriendo las cuatro áreas
principales de nutrición y desarrollo, adoración, comunidad y misión. Necesitamos saber lo
que estamos haciendo bien, y lo que estamos haciendo mal, si es que estamos haciendo
algo. Las iglesias que ya han sido establecidas hacen muchos años deben volver a
estudiar su misión y sus objetivos en términos realistas y específicos.

49
Cuatro preguntas fundamentales para identificar
la Misión y los Objetivos

1. ¿De dónde vinimos?, quiere decir: ¿Cómo esta iglesia comenzó? Y ¿qué es lo
que se hizo en el pasado?

2. ¿Dónde estamos en este momento?, esto es: ¿Qué tipo de iglesia somos? ¿Hasta
qué punto nos conocemos los unos con los otros? ¿Qué es lo que vamos a
hacer? ¿Nos gusta lo que vemos?

3. ¿Para dónde vamos? Esto es: ¿Qué es lo que nos gustaría realizar en los
próximos tres; cinco; diez años y ¿cuál es la mejor manera de conseguirlo?

4. ¿Cómo vamos a pasar del lugar donde estamos para aquél que queremos
llegar?, esto es: ¿Cuáles son los cambios que queremos hacer? o ¿Qué es lo
que tenemos que hacer y que no estamos haciendo, para que se ha proyectado
se torne una realidad?

Al identificar áreas específicas de debilidades y de necesidades, y al enfrentar


desafíos y blancos específicos, los miembros pueden ver más claramente cómo es que los
grupos pequeños pueden ayudar a la iglesia a imbuirse en aquello que Dios quiere que ella
sea realmente. 46

7. Organice una comisión de líderes de grupos pequeños. Esta comisión controlará todo
el proceso del lanzamiento y desarrollo del ministerio de los grupos pequeños en la iglesia. Son
suficientes de tres a cinco personas creativas, con visión. Lo ideal es que el pastor esté envuelto
como coordinador general de este ministerio, aunque otros puedan ser escogidos entre los líderes
existentes en la iglesia (ancianos, dirigentes del Ministerio Personal, director de Jóvenes, etc.) y/o
entre los miembros laicos interesados y con los dones específicos.

8. Escriba una declaración de misión. Aunque los grupos individualmente deban


tener una idea clara de lo que quieren hacer, es importante que los dirigentes de los grupos
pequeños, juntamente con la comisión de líderes, prepare una declaración de los grupos
pequeños para la iglesia, que servirá como guía general para el futuro.47

9. Forme equipos de líderes de grupos pequeños. El proceso de selección no


debiera ser de la responsabilidad de la Comisión de Nombramiento, pero sí de la comisión
de líderes que deben hacer una de las dos maneras:

a. Elija los directores, los vice-directores y los anfitriones para cada equipo, o
b. Elija sólo los directores, invitándolos para que ellos elijan su propio equipo.

Después de que se hayan dado algunos de los pasos ya mencionados, ésta no


debería ser una tarea difícil. Más, recuérdese de que debe ser el cuerpo de la iglesia que
nombre y separe esos líderes para su ministerio especial: los líderes y los grupos son
responsables delante de la iglesia, no sólo delante de un coordinador o de una comisión.

50
10. Comiencen pequeño. En la mayoría de las iglesias, tres grupos sería un número
ideal para comenzar. En las iglesias grandes, seis grupos pueden comenzar el proceso,
mientras que en las iglesias pequeñas tan sólo un grupo puede ser suficiente.

11. Entrene a los líderes. El mejor entrenamiento inicial para los equipos de
líderes (directores) de los grupos pequeños se obtiene en su propio grupo pequeño, después
de que ellos hayan obtenido una comprensión básica del ministerio de los grupos
pequeños. Tres equipos de directores (líderes, vice-directores, anfitriones) con el pastor o
entrenador/coordinador puedan formar juntos un grupo pequeño, y aprender las bases de la
dinámica de los grupos pequeños a través del desempeño de las funciones durante un
período de seis a ocho semanas. Aunque halla sólo un equipo de directores para comenzar,
cree un grupo pequeño con tres o cuatro personas aprendiendo por medio de esfuerzos y
errores, mientras estudian atentamente un manual.
Pero recuérdese que formar líderes e grupos pequeños es un proceso similar al de la
formación de pastores, siempre hay lugar para mejorar y para crecer. Por eso debería
llevarse a cabo entrenamiento en forma continua. 48 A largo plazo, deberíamos ver los
dirigentes de los grupos como pastores laicos. Algunos ‘dirigentes de cien’. El pastor de la
iglesia u otro individual que tenga la responsabilidad general por el ministerio de los
grupos pequeños debería encontrarse con los directores de grupo para la orientación, por lo
menos una vez por mes, después que los grupos estuvieran caminando y funcionando

12. Forme grupos nucleares de seis a nueve miembros dedicados, escogidos y


personalmente invitados por los miembros de los equipos de directores. Debe haber un
máximo de nueve miembros de iglesia, en un grupo nuclear, incluyendo el equipo de
líderes directores, dado que también debe haber un grupo pequeño para por lo menos tres
miembros no Adventistas.

Los grupos nucleares deben pasar un mínimo de seis a ocho semanas para
familiarizarse con la vida del grupo pequeño, desenvolviendo un sentimiento de identidad
de grupo, y a través de la oración y del estudio de la Biblia, desenvolviendo un
sentimiento de misión de grupo, lo que Dios quiere realizar a través del grupo, a quien
deben invitar para unirse a ellos, etc. Algunas personas sugieren que, dado a que se trata de
una fase de ‘experiencia’, estos grupos deben encontrarse por períodos más largos de
manera que puedan ir más allá de la fase de ‘luna de miel’, y experimenten las realidades
(incluyendo conflictos) de la vida en grupo. Eso puede lograrse, pero también existe el
peligro de pasar demasiado tiempo sin la presencia de no Adventistas. ¡Ellos nos ayudarán
más que cualquiera a aprender lo que necesitamos saber!

13. Presente amigos. Antes que los miembros de la iglesia inviten a sus amigos a
asistir a las reuniones del grupo, debieran descubrir maneras de presentarlos por lo menos a
otros dos miembros del grupo. (cumpleaños y otras fiestas de familia son buenas
oportunidades para juntar miembros de iglesia y amigos en un ambiente no religioso. Si un
miembro del grupo está dando a un interesado estudios bíblicos, uno o dos de los otros
miembros del grupo podrían acompañarlo en las visitas.) cuando los amigos son invitados
por primera vez a una reunión del grupo será probable que acepten la invitación si saben
que ya conocen a otras personas del grupo.

14. Los grupos nucleares invitan amigos. Los grupos pequeños crecen cuando los
miembros de la iglesia invitan a amigos (que no sean miembros de la iglesia) a unirse al

51
grupo. El número total del grupo no debiera, normalmente, ir mas allá de doce o trece
siendo el ideal que hayan por lo menos dos no adventistas en cada grupo. Los que son
invitados serán generalmente:

 Personas que frecuentan la iglesia, que aun no se entregaron a Cristo o no se


han decidido a bautizar.
 Amigos o familiares ya conocidos de uno o más miembros del grupo nuclear, a
través del tipo de inter-acción social ya descrita en el punto 13, arriba.
 Personas de la comunidad que tuvieron un contacto inicial con la iglesia a
través de un programa de contacto o de una serie previa, a través de una
campaña evangelizadora; de un curso Bíblico de la Voz de la Esperanza, etc., y
que de preferencia, ya fueron presentadas a uno o dos de los otros miembros del
grupo.
 Individuos (cristianos o no cristianos) que pertenecen a cualquiera de las
categorías descritas arriba, que uno percibe que tienen un relativo interés o
necesidad al proyecto de estudio que el grupo piensa tomar como centro, y que
generalmente será capaz de identificarse con el grupo en su totalidad.

¡He aquí ahora comienza lo notable! porque el programa está iniciándose. Nada en
absoluto puede compararse a la alegría que el grupo siente cuando comienzan a suceder
cambios reales en la vida, a consecuencia de su grupo pequeño.

15. Evalúe. Ninguna iglesia va a lograr a hacer bien al principio. Anime a los
grupos a evaluar sus experiencias después de completar la primera serie de estudios de la
Biblia, y los que hicieron bien cómo pueden mejorar lo que fue hecho más o menos bien. Y
a medida que aumente el número de grupos pequeños, evalúe su eficacia general al lograr
los objetivos y blancos de la iglesia. . La evaluación, tal como el entrenamiento y
reorganización , debe ser continua.49

16. Manténgase fiel a su visión. Las visiones de lo que se espera tienen una cierta
tendencia a desvanecerse, especialmente en la fase cuando se enfrenta la oposición, o
cuando hay muchas cosas que requieren nuestra atención. Por eso los líderes deben con
frecuencia definir y formar su propia visión, a través de la lectura, de la meditación y de la
oración, y deben recordar frecuentemente a la iglesia sus objetivos, a través de la
predicación, del testimonio, de talleres, etc.
Dado a su importancia, el ministerio de los grupos pequeños debe llegar a ser la
primera prioridad en la agenda de las congregaciones que están trabajando para tornarse
iglesias de grupos pequeños. No se desanimen si surgen problemas a lo largo del camino.
El diablo sabe lo que los grupos pequeños pueden hacer por la iglesia, por eso va a trabajar
contra ellos. Sin embargo, recuérdese que los grupos pequeños son parte del plan de Dios,
por lo tanto están destinados a alcanzar el éxito final, si seguimos la orientación dada por
Él.

17. Críe una estructura y una estrategia de crecimiento. Probablemente, no


existe mejor estructura administrativa para una iglesia en crecimiento que aquella que es
bosquejada en Éxodo capítulo 18. Pero el crecimiento no sucede por una casualidad.
Aunque se anime a los miembros de iglesia a que hagan amistad con personas que puedan
invitar, otros programas de apoyo deben ser creados e agregados, en la programación de la
iglesia, incluyendo:

52
a. Actividades de contacto, por medio de las cuales las personas de la
comunidad entran por la primera vez en contacto con la iglesia. Pueden ser
incorporado proyecciones de Jesús; colportaje; exposiciones; testificaciones
en las calles; programas en las radios; programa de salud y servicios prestados
a la comunidad, de varios tipos: Escuelas Cristianas de Vacaciones; ciertos
tipos de avisos en los periódicos; promoción de ADRA, etc. Las actividades
de contacto nos dan a conocer y crean una imagen positiva de la iglesia, pero
no envuelven a las personas, en forma significativa, en aquello que estamos
por hacer.

b. Actividades previas, que dan a las personas la posibilidad de entrar en una


relación más estrecha con los miembros de la iglesia. Podrán estar incluidos:
cursos de cocina; seminarios de stress; de vida familiar y otros, que se
extienden por varias semanas; servicios religiosos de interés actual,
adaptados a los interesados, especialmente preparados para presentar el
evangelio a los no cristianos; promoción de cursos bíblicos por
correspondencia; seminarios sobre el Apocalipsis (también es un programa de
cosecha), etc.

c. Programas de cosecha, a través de los cuales las personas que ya frecuentan a


los grupos pequeños, bien como las que no asisten aún, pueden ser llevadas a
tomar una decisión. En muchos casos, las personas que asisten a los grupos se
deciden por Cristo y por el bautismo sencillamente por estar involucradas en
esos grupos, pero el contexto más amplio de una reunión pública de
evangelización puede ser el elemento catalizador necesario para cumplir con
el principal objetivo.

El principio orientador en el desarrollo de una estrategia de crecimiento de este tipo


es que ahora el ministerio de los grupos pequeños está en el centro de la vida de la iglesia,
y no en la periferia. Esto significa que los programas indicados arriba, no se entrometerán
en forma grave en el tiempo dado para las reuniones de los grupos pequeños, de manera
que ellas no serán interrumpidas en forma frecuente, mientras otros programas se realizan.

Plan Cronológico Sugerido para Una Iglesia que Comienza el Ministerio de los Grupos Pequeños

Mes 1 Comparta el concepto de los grupos pequeños con lo líderes de opinión fuerte.
Meses 2,3 Comparta el concepto con la iglesia, a través del Consejo de Ancianos, Consejo de Iglesia,
Seminarios y Talleres; reunión administrativa.
Ponga a la disposición material de lectura, de audio y de video.
Escoja el (los) primer (s) director (es) de grupo pequeño.
Meses 4,5 Forme y entrene equipos de líderes directores, a través de la enseñanza y del ejemplo.
Los equipos de directores oran pidiendo sabiduría para elegir a los miembros iniciales del
Grupo.
Meses 6,7 Los equipos de directores invitan a otros miembros de iglesia para formar los grupos
nucleares.
Forme y entrene los grupos nucleares a través de la enseñanza y del entrenamiento.
Los miembros del grupo nuclear usan los programas sociales como oportunidades para
presentar a sus amigos no Adventistas a otros miembros del grupo nuclear.
Mes 8 Los miembros del grupo nuclear invitan a los amigos no Adventistas a juntarse a ellos.

53
B. GRUPOS PEQUEÑOS Y PLANTACIÓN DE IGLESIAS.

Los grupos pequeños están idealmente adaptados para la implantación de nuevas


iglesias en áreas no penetradas o entre nuevos grupos de personas. La gran ventaja de
comenzar con este método es que él se torna el modus operandi de la nueva iglesia cuando
ella se desarrolla y no hay tradiciones antiguas a ser cambiadas.

Puede haber adventistas o no en esa área para apoyar ese proyecto, mas en
cualquier caso se puede seguir una estrategia semejante. Muchos de los principios
mencionados anteriormente para la transición de iglesias ya existentes se aplican aquí
también, sin embargo aún deben seguir las siguientes orientaciones:

1. Identificar el grupo a alcanzar y responder a sus necesidades. Aunque el


evangelio sea para todos, descubrimos que no todos pueden ser alcanzados al mismo
tiempo y con los mismos métodos. Personas diferentes tienen necesidades diferentes y
responden a programas diferentes. Tendremos mayor éxito a largo plazo si visualizamos
grupos específicos de personas y formamos una iglesia adaptada a sus necesidades.

Siendo así - ¿Vamos a visualizar personas que ya son cristianas, o personas que no
conocen nada de Cristo? ¿Vamos a visualizar familias con niños pequeños, personas
mayores, estudiantes o personas de negocios? Una vez que hallamos decidido a quién será
dirigido nuestro ministerio, debemos tomar tiempo para familiarizarnos con las
necesidades del grupo. Las necesidades del grupo a alcanzar determinarán el programa del
grupo pequeño y eventualmente, la forma que tendrá la iglesia ( el tipo de música que se
usará, la naturaleza del servicio del culto, etc.) Roberto Logan resume de la siguiente
manera la importancia de esta perspectiva del ministerio:

“la iglesia promisoria del siglo XX es una y más allá, será aquella que
aprende a oír a las personas, que establece una filosofía del ministerio culturalmente
relevante, y que adapta las estrategias de su ministerio a las necesidades siempre
variables de esas personas.”50

2. Hagan primero discípulos. El primer objetivo del ministerio de un grupo


pequeño es hacer discípulos cristianos. Especialmente en una situación de plantación de
iglesia no debiéramos tener demasiada prisa en ‘llegar a las doctrinas’. El blanco
inmediato, después de establecer amistades, es tener tanta gente como sea posible, para
reunirse en grupos pequeños, estudiar la Biblia y afianzar las relaciones. Cuando eso
suceda otras cosas seguirán.

3. Comiencen pequeños. Puede parecer más fácil reunir la misma cantidad de


Adventistas de otras congregaciones y ‘comenzar una nueva iglesia’, mas, en realidad, eso
no es, de ningún modo, comenzar una nueva iglesia – es simplemente transplantar una
iglesia antigua. La importancia de una congregación lista significa también la importancia
de una perspectiva tradicional del ministerio, la necesidad de reeducar y la resistencia a los
cambios. Un pequeños número de miembros de iglesia decididos a dejar permanentemente
su antigua iglesia – y tal vez decididos a cambiar de casa y de trabajo – para ayudar a
implantar una nueva iglesia, es mejor que tener un número mayor envuelto que mas tarde
pueda preferir volver a su iglesia madre.

54
4. Tornen relevantes los servicios religiosos de sábado. Tenemos una visión
tradicional de los servicios religiosos de sábado que, en la mayoría de los casos, no
satisfacen. Sin embargo, en la situación de implantación de una iglesia, los servicios de
sábado serán más eficientes si tacarán forma de seminarios, talleres, mientras sean pocas
personas, o de reuniones de tipo evangelizadoras, si los números fueran mayores.
Servicios de tipo adoración / celebración que incluyen más cantos y participación
congregacional, deben seguir mas tarde. (Ver mas comentarios al respecto en el capitulo
seis, en la sección sobre “Proyectos de Misión Global para implantación de iglesias”).

Liderazgo
Era nuestra costumbre servir a celia el primer domingo de cada mes. Nosotros
disponíamos todo sobre una mesa donde las personas podían ir tomar los símbolos y volver
después a sus lugares. Todo el proceso dependía de hacer con que la primera persona
comenzara de manera correcta, de modo que todos la siguiesen correctamente. El sistema
funcionaba muy bien en la mayoría de las veces. Pero había excepciones.
Un domingo de mañana, toda la gente se puso de pie. La primera persona avanzó y todos
la siguieron. Infelizmente, esa primera persona se dirigió al baño. Toda la primera fila la
siguió. ¡Sólo cuando la segunda y tercera fila estaba aglomeradas detrás de la primera, es
que se percataron de que estaban en al dirección equivocada!51

55
Capítulo Ocho

Los Directores de Grupos


Pequeños
“Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no
sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a
sernos muy queridos.” ( 1. Tes. 2:8 )

¿Por qué los grupos pequeños necesitan de dirigentes? Puede parecer una pregunta
extraña, sin embargo, a veces se sugiere que un grupo pequeño no necesita tener un
dirigente especial, se argumenta que los grupos pequeños funcionan por sí mismos, y todos
pueden funcionar así. Bien, algunos grupos intentaron funcionar de ese modo, pero no
funcionó.

En el transcurso de la formación y entrenamiento de los directores de los grupos


pequeños, Colin Marshal habla del ‘mito del grupo sin dirigente’, haciendo énfasis del
hecho, que no existe semejante cosa, como de un grupo sin un líder, y donde no se ha
elegido un líder, ‘cualquier tipo de grupo seguiría su propio rumbo.’ 52

El mito del grupo sin dirigente, en verdad se debe en parte, al miedo de que
algunos dirigentes dominen a sus grupos y sean un obstáculo para ellos, quien en esperan
que se comparte todo en forma libre y abierta, siendo esto lo que precisamente se espera
que los grupos pequeños proporcionen. Por eso los grupos necesitan de dirigentes, bien
escogidos y bien entrenados. Sin ellos, los grupos pequeños tienden a ser inestables,
porque les falta la orientación y la motivación a largo plazo. Por otra parte podrían
terminarse por ser dominados por un líder no eficiente como lo hemos comentado más
arriba.

Recuérde, los grupos pequeños no se destinan a tener reuniones casuales, no


estructuradas de cristianos que sencillamente les gusta reunirse para una u otra actividad,
más bien social; por el contrario deben formar parte del ministerio transformador de la
iglesia. Ellos son los medios a través de los cuales los laicos pueden realizar el ministerio
que Dios les ordenó, y en estos días, pueden llegar a ser parte de la reforma final necesaria
en la iglesia, sin la cual ella no podría cumplir su misión en el mundo. Los grupos
pequeños pueden ayudar a llevar a la iglesia desde el punto donde se encuentra para donde
Dios quiere que esté. Eso requiere liderazgo.

Puede suceder que en la congregación Adventista del futuro, las personas con
mayor influencia en su ministerio, enguanto a cambios de vida, junto con los pastores y
ancianos, sean los dirigentes de grupos pequeños. Tal vez los dirigentes de grupos
pequeños sean los ancianos de la iglesia. Lo cierto es que los dirigentes de los grupos
pequeños serán líderes, dirigentes de la iglesia en el pleno sentido de la palabra.

CUALIDADES DE LOS DIRECTORES DE GRUPOS PEQUEÑOS.

56
El perfil de dirigentes de iglesia que se encuentra en el Nuevo Testamento y que es
descrito en las cartas de Pablo a Timoteo y a Tito (1Tim.3:1-13; 5:17-25; Tito 1: 5-16)
incluye las siguientes características importantes:

 No deben ser recién convertidos, pero sí maduros en la fe.


 Deben ser conocidos por su estilo de vida cristiana, por su comportamiento
como tal.
 Deben ser gentiles.
 Deben ser hospitalarios.
 Deben estar perfectamente familiarizados con las enseñanzas de Cristo.
 Deben ser capaces de enseñar.

Tanto los directores de grupos pequeños, como los dirigentes de iglesia, deben ser
ejemplo y profesores a la vez dentro del grupo.

1. El director del grupo pequeño como ejemplo.

Siendo el primer objetivo de los grupos pequeños hacer discípulos, el dirigente


debe ser el ejemplo de un discípulo entre otros discípulos. ¿Quién es competente?
Felizmente para nosotros, Jesús eligió sus primeros discípulos entre personas comunes, sin
nada de especial. Todos tenían sus errores. Más aún, cuando estaban por desarrollar su
discipulado, recibieron la orden de continuar el trabajo que Jesús había comenzado. Eso es
un estímulo para los discípulos de hoy. Como ejemplos para sus grupos, los directores de
los grupos no pueden afirmar, ni fingir ser perfectos, pero pueden con confianza, afirmar
que son pecadores salvos por la incomparable gracia de Dios

Los dirigentes cristianos tienen sus fallas, tienen sus luchas, sus dudas, sus
desánimos y temores. Pero, además de eso, tienen algo más que les ayuda a enfrentar esas
cosas, que les ayuda a levantarse cuando caen, que los inspira a elevarse por encima de sus
fracasos, y les d.C. el rumbo a sus vidas. Ese algo, es evidentemente Jesús.

Menciono esto aquí, porque los grupos pequeños dependen de dirigentes auténticos
para ser eficaces. Las personas no serán impresionadas por charlatanes, ni los seguirán. Los
líderes auténticos reconocerán tanto sus pecados como el perdón de Dios (1 Juan 1:8,9).
Toda la gente saben que el problema del pecado es universal, negarlo nos hace mentirosos.
Lo que las personas quieren saber es cómo enfrentarlo. Los dirigentes de los grupos
pequeños deben ser capaces de orientar a esas personas en la dicción correcta.

Por tanto, los dirigentes no tienen que ser perfectos. Mas, como dice la Biblia, ‘el
amor cubre una multitud de pecados’ (1 S. P.D. 4:8). No es sorprendente, por lo tanto, que
los dirigentes eficientes de grupos pequeños sean personas cariñosas. En verdad, podemos
decir que ellos tienen tres grandes amores en su vida:

a. Aman a Jesús, y están suficientemente firmes en su relación con El para no


necesitar de la posición de liderazgo para confirmar su identidad. Tienen una
historia clara, sencilla para contar acerca de aquello que Cristo hizo en sus
vidas.
b. Aman a las personas, y consiguen relacionarse bien con ellas. Esto no
significa necesariamente que serán extrovertidos, que serán los animadores de

57
la fiesta. Significa si, que ellos se preocupan con los otros, que son sensibles a
sus necesidades y que logran comunicarse con ellos al nivel espiritual, en el
anhelo de reflejar el amor incondicional de Dios por nosotros, y tienen un
especial sentido de humor.
c. Aman a la iglesia, y probablemente, no se ven asimismo como calificados para
dirigir. A pesar de eso, son entusiastas con lo que ella representa, y están
dispuestos a darle lo mejor.

Ese darse asimismo es importante. Los dirigentes de los grupos deben estar
dispuestos a compartir todo lo que se necesite, especialmente el evangelio. Esto hacía
parte de la forma como Pablo servía en su ministerio, y fue sin duda una de las razones de
su éxito. Además de eso, los dirigentes de grupo deben ‘dirigir’ por el ejemplo en la misma
manera como esperan que los miembros del grupo participen y se relacionen unos con los
otros. Si esperan que ellos sean positivos, dispuestos, transparentes, honestos y sensibles,
etc., uno para con los otros (como es descrito en el capítulo cuatro de este manual) los
líderes también deben estar dispuestos a dar el ejemplo de esos valores.
Esta es una de las áreas más críticas del liderazgo de los grupos pequeños.
Especialmente durante las primeras reuniones de un grupo nuevo, sus miembros,
probablemente estarán reticente en decir algo de sí mismos. Pero si una persona ( el líder )
comparte una experiencia personal, otros lo seguirán muy luego, y el padrón de la futura
dinámica del grupo se establecerá rápidamente.

2. El director del grupo pequeño como profesor. La enseñanza eficaz dentro del
contexto de un grupo pequeño envuelve dos capacidades: comprensión y comunicación.

Comprensión. No se espera que los directores de los grupos pequeños sepan todas
las respuestas, y nunca deben dar la impresión de que las saben. De esta forma, aunque sea
un profesor, el líder del grupo también es un alumno, deseoso de aprender con los otros del
grupo, promoviendo una participación máxima. El mejor aprendizaje en grupo tiene lugar,
como ya vimos, cuando los miembros del grupo comparten sus preguntas, perspectivas y
experiencias.

Mas, los dirigentes deben tener una buena comprensión general de las Escrituras,
de su contenido profundo, de su estructura, de sus enseñanzas básicas y de sus grandes
temas. En verdad, es una comprensión de los grandes temas de la Biblia que torna el
estudio de la Biblia, especialmente en los grupos, tan emocionante y desafiante. Una cosa
es ser capaz de defender nuestras veintiocho doctrinas bíblicas fundamentales; otra es ser
capaz de relacionar las Escrituras con el esquema general de las cosas, la de encajar sus
enseñanzas como si fuesen piezas de un puzzle divino y de relacionarlos con el desafío
que es mucho más amplio, esto es el de saber quién es Dios y el de relacionarse con El
personalmente.

Comunicación. Puede ser una afirmación obvia decir que la capacidad de enseñar
de los líderes está dependiendo en gran medida de su capacidad de comunicar. Es mucho
más que eso.

Aunque de repente surjan discusiones mientras se enseña, los líderes deben ser
capaces de guiar el grupo a través de esos posibles conflictos hasta llegar a una
conclusión correcta. La comunicación significa tanto el dar información útil, como la

58
construcción de puentes para permitir a los otros tanto el recibir como el procesar esa
información. En términos prácticos, según Colin Marshall, “ si las personas comprenden
lo que decimos, depende en gran medida, de la forma como ellas nos ven y de lo que
sienten a nuestro respecto. Los prejuicios, las inclinaciones y las actitudes, todos actúan
como filtros de la comunicación y distorsionan el mensaje enviado y recibido.” 53

La comunicación, como muestra el diagrama, 53 es más que palabras. Lo que


decimos es menos importante que cómo lo decimos. El lenguaje corporal, la expresión
facial, el movimiento de los ojos, la inclinación para adelante o para atrás, etc., es aún más
importante. Pero quién somos es el lenguaje más importante de todos, cuando nos damos a
conocer a través del conjunto de nuestras actitudes, palabras y acciones.

Construimos barreras a nuestra comunicación cuando nos hacemos pasar por algo
que no somos, cuando asumimos un nivel superior de importancia y exhibimos una actitud
condescendiente o paternalista en relación a aquellos que nos rodean. Por otro lado
construimos puentes cuando tomamos tiempo para aprender y usar los nombres de las
personas, cuando nos interesamos verdaderamente por sus vidas fuera de las reuniones del
grupo, cuando les transmitimos un sentimiento genuino de ser importantes para nosotros,
cuando nos envolvemos en conversaciones informales durante los refrigerios, y cuando
transmitimos la idea de nuestra propia persona, de que ‘soy aquello que ellos ven’.

En este aspecto, es importante el consejo de Pablo a Timoteo, en relación a los


dirigentes, él pone ‘apto para enseñar’ muy cerca de ‘no pendenciero, y no codicioso’. (1
Tim. 3:2,3). Un dirigente de grupo pequeño no fuerza a las personas a participar, sino que
intenta bondadosamente envolverlos en la conversación.

DESCRIPCIÓN DE LAS TAREAS DEL DIRECTOR DEL GRUPO PEQUEÑO.

Además de las funciones de ejemplo y profesor, el director del grupo pequeño


generalmente tiene las siguientes responsabilidades específicas:

a. Se preocupa de los objetivos generales del grupo, con su agenda y su crecimiento


en amor y unidad.

b. Dirige el estudio de la Biblia, además en muchas ocasiones comparte este estudio


con otros.
c. Identifica capacidades y dones en otros y encuentra forma de usarlos en el
ministerio del grupo.
d. Administra los conflictos en el seno del grupo.
e. Se preocupa de la situación espiritual de cada miembro de grupo, sea cristiano o no,
y busca facilitar el crecimiento.
f. Trabaja en conjunto con el pastor de la iglesia y con otros para hacer frente a
asuntos que van más allá de los atributos del grupo.
g. Comunica los anhelos y la visión del grupo a la iglesia mayor y los de la iglesia
mayor al grupo, siempre que sea adecuado.
h. Mantiene fresco en la mente de los miembros el objetivo del crecimiento a través
de la conversión, o delega esa responsabilidad en otra persona.

59
i. Entrena al vice-director para que esté listo para asumir el liderazgo de un nuevo
grupo.
j. Trabaja en equipo con el/la anfitrión (na). Esa persona debe ser alguien que revele
una preocupación genuina por los demás, además tenga la capacidad de generar un
ambiente positivo y relajado. Esa persona es responsable por uno o más de los
siguiente aspectos, según la capacidad y el tiempo disponible (los deberes no
asumidos por el/la anfitrión/na deben ser delegados a otros miembros de grupo y no
ejecutados por el director del grupo):

 Dar la bienvenida a los miembros del grupo.


 Dirigir el período ‘quiebra hielo’ o período inicial en el cual se comparte.
 El ministerio de oración del grupo.
 El cuidado pastoral general de los miembros.

¿Es muy grande el desafío? Todo lo que fue dicho, en términos de calificaciones
y responsabilidades de los líderes de grupo puede parecer demasiado asustador, y los
posibles líderes pueden ser fácilmente desmotivados aún antes de comenzar. El consuelo
es que todas las personas llamadas por Dios para dirigir, sienten de la misma manera.
Debemos recordarnos que el desarrollo del ministerio de los grupos pequeños tienen que
ver con la apertura real al cristiano ‘común’. Y a Dios le encanta tomar lo común y hacer
con ellos cosas extraordinarias.

Como Una Familia


Shela era una de las ocho estudiantes que se reunían hace un año como un
grupo pequeño cristiano en la universidad. Durante una de las primeras
reuniones, al año siguiente, ella decidió contar su historia. “Debo contarles los
que está por suceder conmigo y con mis padres, porque ustedes son mi familia,”
dijo Shela. Rodeada por sus amigos, que ella ahora consideraba como sus
hermanos y hermanas en Cristo, ella continuó: “En las últimas semanas, he
tenido que hacer psicoterapia, porque, finalmente decidí enfrentar lo que había
sucedido cuando yo era niña, mi padre me violó. Tengo que enfrentar a mis
padres y necesito que oren por mi.”
Ella se sentó en una silla en medio de la sala, y nosotros nos reunimos a su
alrededor. Los que estaban más próximos a ella colocaron sus manos sobre sus
hombros. Algunos no conseguían reprimir sus lágrimas al orar por ella y por sus
padres.
Varias semanas después, mientras Shela hablaba con los padres en el
consultorio de su sicóloga, nosotros nos reunimos en una casa para orar.
Cuando Shela vino a nosotros después de la sesión, al principio lloró. Nos contó
lo que había sucedido y nos agradeció por el apoyo.
Nosotros no solamente nos habíamos transformados en su familia espiritual,
sino, en cierta medida, estábamos actuando más eficazmente que con la familia
en la cual ella había crecido. Shela hacía parte de una comunidad.55

60
Capítulo Nueve

Las Reuniones de los


Grupos Pequeños

“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el


partimiento del pan y en las oraciones.” (Hechos 2:42)

Una reunión típica de un grupo pequeño normalmente durará una o una hora y
media, y aunque sin muchos aspectos no deba existir algo como una reunión ‘típica’ de un
grupo pequeño (no debe haber programas previsibles, ‘los mismos de siempre’), ciertos
pormenores tendrán lugar en la mayor parte de las reuniones.

Generalmente, el lugar de reunión será en una casa, en vez de la iglesia. La sala de


estar (living) será el lugar más indicado, con sillas, y tal vez cojines en el suelo formando
una especie de círculo. Algunos grupos prefieren en el comedor, alrededor de una mesa.
La sala estará confortable, calefaccionada (no demasiado caliente, ni demasiado fría) y
bien ventilada.

En la medida que los invitados llegan, son amablemente acogidos, por los
anfitriones. Si es posible se puede servir algún jugo, en caso de que las personas viniesen
directamente del trabajo, o por otras razones, alguna bebida caliente o fría. El anfitrión
presenta de manera informal a los que están presentes por la primera vez, para crear una
atmósfera descontraída, amistosa, mientras los miembros del grupo conversan antes de
comenzar la reunión propiamente dicha.

El padrón de las reuniones varía de grupo a grupo, pero todos siguen un mismo
programa básico, incluyendo una confraternización inicial de cualquier tipo, (para quebrar
el hielo o tensión natural), estudio de la Biblia y (generalmente) oración y jugos. Muchos
grupos también incluyen un tiempo especial de loor y adoración a través de cánticos.

Al concluir la reunión, son presentados algunos pormenores de la reunión siguiente,


juntamente con cualquier otra (s) actividades planeadas por el grupo pequeño.

Vamos ahora a examinar más de cerca los aspectos esenciales en una reunión de un
grupo pequeño.

1. El “quiebra hielo”

La reunión comienza con un perdió de diez a veinte minutos para compartir con los
miembros del grupo, basada en una o dos preguntas “quiebra hielo” preparadas 56, o
sencillamente en las experiencias de los miembros del grupo durante la semana anterior.
Este período de ‘calentamiento previo’ es una parte muy importante en cada reunión del
grupo pequeño, y debemos resistir a la tentación de comenzar lo más rápido posible al

61
estudio de la Biblia. Las preguntas preparadas con anticipación son útiles, especialmente
durante las primeras semanas de vida de un nuevo grupo, porque:

a. Dan a todos (aún a los tímidos) la oportunidad de decir alguna cosa.


b. Muchas veces son divertidas, de esta forma ayudan al grupo a descontraerse.
c. Ayudan a los miembros a conocerse los unos a los otros a un nivel más
profundo.
d. Pueden proporcionar una introducción al tema del estudio de la Biblia.

La sección del quiebra hielo puede muy bien ser dirigida por el/la anfitrión/na del
grupo, aunque otros miembros del grupo puedan compartir esa responsabilidad.

2. El estudio de la Biblia.

Puede durar entre 30 a 45 minutos (o más, si el grupo anterior acordó un período de


tiempo más largo), y será dirigido por el director del grupo, o por uno o más miembros del
grupo indicados con anticipación.

Una gran cantidad de lecciones de estudio de la Biblia preparadas previamente


están disponibles y ellas eliminan una cantidad de arduo trabajo de preparación. Ellas
cubren la mayor parte de los niveles de estudio de la Biblia, desde el estudio introductorio
muy simple sobre las cosas básicas del cristianismo, hasta estudios avanzados para grupos
más avanzados. También cubren una amplia variedad de asuntos. Algunas lecciones fueron
específicamente pensadas para uso del grupo durante sus primeras seis a ocho semanas de
reuniones, para ayudar a los miembros a conocerse los unos a los otros y a formar un mejor
relacionamiento entre sí. Esas lecciones sencillas ayudan a las personas a familiarizarse
con el estilo y la dinámica del estudio compartido de la Biblia, y yo las recomiendo
fuertemente a los grupos nuevos y a los líderes de los nuevos grupos.

Al comenzar el estudio de la Biblia, todos los miembros deben recibir una copia del
bosquejo, lápiz, todo debe estar a la disposición si se pidiera que respondan las respuestas.
(Las lecciones de los estudios de la Biblia varían, aunque viene con las instrucciones
completas para el dirigente.) En la mayor parte de los casos, los textos bíblicos son
incluidos por extenso, de manera que las Biblias no sean necesarias, para que los no
creyentes no tengan la vergüenza por no saber encontrar un versículo.
Si deciden usar en su grupo algunos de esos materiales preparados previamente, no piense
que no tiene nada a hacer antes de la reunión. Las personas que dirigen el estudio deben
estar siempre bien preparadas, aunque eso signifique sencillamente ver el bosquejo, y
asegurarse que están familiarizadas con el asunto y con el objetivo del estudio.

Los grupos que prefieren pasar sin el material preparado previamente, deben tener
el cuidado de evitar una perspectiva demasiado casual, demasiado errónea del estudio de la
Biblia, aún cuando el método de la ‘Biblia sólo’ sea probablemente lo mejor para
dirigentes capase e experimentado. La Vila Serendipity57 es excelente para este propósito:
consiste en el texto de la versión NIV, con una cantidad de preguntas al estilo de los grupos
pequeños, desde Génesis hasta el Apocalipsis. Como regla general, un pasaje corto de la
Escritura, no más de un capítulo, es mejor que un pasaje largo, para cada reunión de grupo.
Muchos capítulos individuales pueden ser estudiados en distintas ocasiones.

62
Todas las personas del grupo deben tener una Biblia. Para los grupos que quieran
crear un ambiente ‘seguro’ para los visitantes, deben utilizar una versión en español que
sea corriente, cono la versión Reina Valera de 1960, o otra del género. La iglesia debe
comprar una cantidad de Biblias iguales, para este fin, de manera que puedan ser dadas las
páginas donde se encuentran los textos, en vez de las referencias. Una vez que el grupo
esté familiarizado con la Biblia, será positivo que algunos miembros usen diferentes
traducciones. No se debe pedir a nadie que lea en voz alta, hasta tener la seguridad que la
persona lo hace de libre y espontánea voluntad.

A menos que el grupo esté siguiendo un bosquejo muy simple, los miembros del
grupo deben ser animados a hacer una cierta cantidad de tareas entre las reuniones. Leer el
pasaje indicado todos los días entre las reuniones es una buena forma de ejercitar (tarea).
Se puede pedir a diferentes personas que hagan una investigación y que compartan los
descubrimientos en pequeñas porciones.

Sea cual sea la perspectiva dada al estudio de la Biblia, el asunto para un cierto
período de tiempo debe ser elegido por el grupo o por el grupo nuclear, no sólo por el
dirigente. En resumen, el estudio de la Biblia en los grupos pequeños debe procurar ser:

a. Relacional, ideal para formar compañerismo, no sólo para entregar la


información.
b. Relevante para el alivio del corazón, poder verter las necesidades e intereses de
los integrantes del grupo.
c. Desafiante, ideal para cambiar vidas.
d. Notable, por los medios que se utilizan para el aprendizaje (auxiliares para el
aprendizaje), sin embargo no deben transformar el estudio en una charla formal.
e. Creativo. Hay más de una forma de estudiar la Biblia.

Las preguntas correctas. Este tipo de preguntas son esenciales para un estudio
dinámico de la Biblia en un grupo pequeño. En realidad, sólo hay dos preguntas que son
fundamentales para el estudio relacional de la Biblia. La primera es una pregunta par la
mente: ¿Qué dice la Biblia en realidad? En todo estudio genuino de la Biblia, debe estar
presente esta pregunta. Muchas veces con la ayuda de diversos métodos para el estudio de
la Biblia, el objetivo es descubrir lo que realmente sucedió, cual es realmente el mensaje de
Dios, a quien se lo dijo y porqué.

La segunda pregunta es para el corazón: ¿Qué Dios me/nos está diciendo a través
de este texto? El estudio de la Biblia no hará diferencia en nuestra vida o en nuestras
relaciones, con Dios o con los demás, si no lo ponemos en práctica. A través del estudio
interactivo de la Biblia aprendemos a hacer preguntas como: ¿Dónde puedo incluirme en
esta historia?; ¿Según este pasaje, qué Dios quiere que sienta/diga/haga para que
mi/nuestro compañerismo con El y con los demás crezca?

Las dos preguntas fundamentales mencionadas, serán evidentemente, hechas de


diversas maneras. También serán usadas otras preguntas para generar diálogo y discusión.
Las preguntas ideales para este fin son:

63
a. De respuestas abiertas, no cerradas (por ejemplo: ‘¿Cómo podemos llegar a ser
discípulos?’ Y no ‘¿Cuáles son los cuatro pasos que debemos dar para llegar a ser
discípulos?’).

b. No dirigidas, no sugieren un respuesta (por ejemplo: ‘¿Qué es lo que este


versículo dice acerca de Jesús?’ Y no ‘¿Jesús era el Mesías, no es cierto?’)

c. Específicas, no múltiples ( por ejemplo: ‘¿Porqué es importante ser bautizado?’


Y no ‘¿Qué significa ser bautizado, porque es importante y qué podemos aprender del
bautismo de Jesús?’)

d. Simples, no complejas. Las preguntas pueden ser profundas, no necesariamente


complicadas (por ejemplo: ‘¿Qué hay de equivocado en guardar las normas para alcanzar
la salvación?’ Y no, ‘En la carta de Pablo a los Gálatas, ¿Cuál era el problema que él
pensaba que aquellos cristianos del primer siglo estaban enfrentando en lo que respecta a la
relación entre justificación y santificación?’).

En la dinámica relacional, aún cuando los miembros del grupo hagan preguntas, el
líder no debe responderlas. La función del dirigente es dirigir, dirigir el grupo para que
descubran la verdad y no profundizar los conocimientos, llevándolos a pensar y a trabajar
los conceptos por si mismos. Muchas veces, la mejor forma de responder una pregunta, o
profundizar una pregunta anterior, es hacer otra pregunta, usando:

1. Preguntas que inviten al diálogo (‘ Quisiera decir algo más al respecto?’ o ‘¿Podría
ahondar en los detalles?’).
3. Preguntas aclaratorias (‘¿Puede explicar un poco más este aspecto? ¿Qué quiere decir
con eso?’).
4. Preguntas argumentativas (‘¿Porqué cree que eso es verdad?’).
5. Preguntas redireccionadas (‘¿Qué piensan los demás?’ o ‘Juana, ¿Qué piensas/sientes
acerca de este punto?’).
6. Preguntas de reflexión (‘Es una idea interesante. Quiere decir que…?’).

Un material excelente sobre como desarrollar a técnica de hacer buenas preguntas


puede ser encontrado en manuales de grupos pequeños, como el manual de Willow Creek.

c. Oración. Por lo menos diez minutos deben ser separados para la oración,
generalmente después del estudio de la Biblia. Algunos grupos desearán, regularmente,
pasar más tiempo en oración; en algunos grupos, podrá ser evidente, durante una reunión
especial que es necesario más tiempo de lo habitual para la oración, de manera que el
tiempo dado para el estudio de la Biblia puede ser acortado; con otros grupos, sin embargo,
como aquellos que están comenzando y que tienen varios invitados no cristianos, puede no
haber ninguna oración durante la reunión.

El periodo de oración en las reuniones de los grupos pequeños puede ser dirigido
por el/la anfitrión/na o por otro dirigente del ministerio de la oración. Hay ventajas en que
el director de oración mantenga un registro escrito (diario) de pedidos de oración y de
respuestas.

64
La oración en los grupos pequeños puede seguir una variedad de formas,
incluyendo:

1. Oración conversacional, que es probablemente la más popular, y la que mejor se


adapta a la dinámica y a los valores de los grupos pequeños. La oración conversacional es
exactamente eso, una conversación entre los miembros del grupo y Dios. Es constituida
por una sola oración, con un principio y un fin. Todos los que quieran pueden hacer cortas
contribuciones para la oración, una o varias veces, en la medida que el dirigente de la
oración introduce diferentes aspectos de la oración, como la adoración, el agradecimiento,
la confesión y la petición. El dirigente de la oración termina la oración diciendo ‘Amén’.

En la oración conversacional, las oraciones habladas pueden ser mezcladas con


oraciones cantadas adecuadas para el momento, comenzadas espontáneamente por
cualquier miembro del grupo. Los periodos de silencio pueden ser comunes, en la medida
en que el grupo busca tener conciencia de la presencia de Dios o conocer la voluntad de
Dios. El tiempo pasado en este descontraído tipo de oración puede variar de algunos
minutos hasta un periodo más largo.

2. Cadena de oración, que implica que cada persona de grupo ora, por orden. La
vergüenza, de aquellos que no quieren orar puede ser evitado si se sugiere que esas
personas toquen a la persona siguiente, como señal de que la oración puede continuar.

3. Oración escrita, que es especialmente útil para aquellos que quedan nerviosos
cuando oran en público. Se puede pedir a todo el grupo que de vez en cuando preparen
con anticipación oraciones escritas, como un medio de introducir creatividad y variedad en
la oración del grupo.

4. Oración responsiva, que también es preparada con anticipación, copiada y


distribuida entre el grupo. En esta forma de oración, el líder exprime adoración, loor,
súplica, etc., y todo el grupo responde, en conjunto, con respuestas apropiadas.

5. Oración en grupos de dos o tres, que da más tiempo a los miembros del grupo
para orar los unos por los otros. Asegúrese de que todos se sienten bien al orar en público,
antes de sugerir este tipo de oración.

6. Oración comunitaria, como el Padre Nuestro, que es leída o recitada por todo el
grupo en conjunto. Esas oraciones son útiles si se agregare variedad sin substituir los
estilos más informales mencionados arriba.

Como ya fue mencionado antes, uno de los aspectos especiales de la reunión de los
grupos pequeños es la silla vacía. Los miembros cristianos del grupo oran constantemente
para que el grupo crezca y Dios llene esa silla vacía.

La posición escogida para la oración, también debe estar en armonía con la


naturaleza informal de la vida del grupo pequeño. Como regla general, la oración que es
ofrecida antes y durante el estudio de la Biblia, o la oración compartida después del estudio
de la Biblia que puede continuar durante algún tiempo, es mejor hacerla con el grupo
sentado. Los grupos que buscan crear un sentimiento de comunión y de apoyo mutuo,
encuentran muy útil que los miembros del grupo se den las manos mientras se hace la

65
oración. No hay ninguna necesidad de insistir en que todos tienen que arrodillarse para
orar. Ocasionalmente, un miembro del grupo puede mencionar un pedido especial de
oración. En esos casos, es positivo si otros miembros del grupo pudieran reunirse
alrededor de esa persona, mientras oran por ella. Si fuese adecuado, dos o tres cerca de ella
pueden colocar las manos sobre los hombros de esa persona. Entretanto ese tipo de
ministerio especial de oración debe ser realizado con sensibilidad. No toda la gente,
especialmente los que recién están llegando, se sentirá cómodo con ese estilo de oración.

d. Refrigerio.
Generalmente estos son servidos al final de la reunión, dando a los miembros del
grupo la posibilidad de salir o de quedar y de conversar de una manera informal. Los
jugos también pueden ser servidos al inicio de la reunión, especialmente si algunos
miembros vienen directamente del trabajo, o si vienen de lejos. La ventaja de terminar con
los jugos es que eso da al grupo la posibilidad de ‘relajarlos’ del período de estudio y de
oración.

De cualquier modo, un período de refresco es un elemento importante de éxito en


las reuniones de los grupos pequeños, y debe incluirse siempre que sea posible. Ayuda a
las personas a descontraerse mientras hablan, y a veces ayuda a derribar ciertas barreras
que de otra manera impedirían la oportunidad de conocerse mejor. Por esa razón, algunos
grupos hacen de su primera reunión una reunión social, en la cual las visitas pueden
conocerse a través de una convivencia, seguida de juegos adecuados.

Una palabra de advertencia: Los jugos deben ser sencillos. Excepto en ocasiones
especiales, bebidas frías o calientes y queques, son suficientes.

Atención puntual. Sea lo que fuere que la reunión típica de grupo pequeño pueda
incluir, o sea el tiempo dividido de la manera que fuere (después que el grupo haya
decidido en cuanto al tiempo de duración de las reuniones) deben observarse fielmente
estas dos últimas reglas, si el grupo pequeño quiere crecer:

Primera regla: Comience a la hora señalada.


Segunda regla: Termine a la hora exacta.

EL CICLO DE VIDA DEL GRUPO PEQUEÑO

En el comienzo las congregaciones que desarrollan un ministerio de los grupos


pequeños deben entender que grupos pequeños significan cambios constantes, cuando
ellos crecen y se dividen, y cumplan su función útil en la iglesia. Una de las razones por las
cuales los grupos pequeños no funcionaron en el pasado, y porque algunos miembros de
iglesia no quisieron pertenecer a un grupo pequeño, es que el envolvimiento en un grupo
pequeño era visto como una cosa permanente. No es así. Los grupos pequeños son
temporales.

La expectativa de vida de los grupos pequeños es imitada. Tal como sucede con las
células del cuerpo, los grupos pequeños no duran para siempre. Las iglesias de grupos
pequeños que ganaron experiencia a lo largo de varios años, generalmente concuerdan que
un grupo pequeño normal tiene una expectativa de vida que va de doce dieciocho meses.

66
De un modo general, los grupos no deben continuar por más de dos años. La vida de los
grupos pequeños es constituida por cuatro fases, como las que sigue:

Primera fase: Aventura


En esta primera fase, la mayoría de los miembros del grupo está altamente
motivada, deseosa de aprender y confiada en que el grupo resultará en bendición.
Algunos llamaron a esta fase, la fase de ‘luna de miel’, y como la luna de miel, es
temporaria, y debe ser disfrutada, aunque las expectativas sean irrealista.

Segunda fase: Descubrimiento


En esta fase, sucede el regreso a la realidad - el mundo de las personas reales.
Descubrimos que los miembros del grupo son seres humanos y que todos tienen fallas.
‘No hay ganancia sin sufrimiento’ parece estar cerca de la verdad; los conceptos de
responsabilidad y de crecimiento se parecen más a un trabajo arduo que al placer, y la idea
de reunirse regularmente durante varias semanas o meses representa una verdadera
dedicación. El liderazgo puede ser desafiado. Algunos miembros del grupo salen,
posiblemente para buscar a otro grupo que sea de su agrado. Esta fase debe ser aceptada
por lo que es, el grupo tiene que comprender que un grupo pequeño ‘perfecto’, sin
problemas, es, probablemente, aquél en que no puede haber mejoras ni crecimiento.

Tercera fase: Desarrollo


Una vez que los problemas iniciales hayan sido resueltos y los miembros del grupo
hayan aceptado las cosas difíciles y las suaves, el crecimiento puede iniciarse, en la medida
en que los puntos fuertes del grupo son puestos en oposición a sus puntos débiles, y sus
variados talentos y dones son identificados junto a sus objetivos y blancos.

En esta fase el dirigente del grupo puede comenzar a compartir algunas de sus
responsabilidades de dirección con otros miembros. El grupo también puede comenzar a
buscar maneras de servir a la comunidad de manera más general, de acuerdo a sus propios
intereses. La responsabilidad del equipo de dirección, durante esta fase, es reconocer las
posibilidades de desarrollo y ayudar a que sucedan.

La fase del desarrollo es, lejos, las más larga de las cuatro. Eso significa que tiene
un potencial para estancarse, y no para el crecimiento, y para la degeneración en una rutina
previsible, en vez del desafío continuo. Por esa razón, algunos especialistas en grupos
pequeños aconsejan ahora que, durante esta fase, el grupo se debe reunir en varios períodos
cortos, siguiendo series de estudios de la Biblia, en vez de continuar sin interrupción
durante toda la vida del grupo.

67
Un ejemplo de Unidades Secuenciales
de Estudio de la Biblia para Grupos Pequeños
Unidad Uno Seis estudios para crear la identidad del grupo.
Unidad Dos Seis estudios para explorar el cristianismo básico.
Unidad Tres Seis estudios sobre el evangelio de Marcos.
Unidad Cuatro Seis estudios sobre el evangelio de Marcos.
Unidad Cinco Ocho estudios con ayuda y esperanza para cada día.
Unidad Seis Doce estudios sobre la vida en el tiempo del fin.
Unidad Siete Seis estudios sobre la oración.
Unidad Ocho Diez estudios sobre las grandes enseñanzas de la Biblia.
Unidad Nueve Seis estudios sobre Efesios (enfocar la iglesia).

Un grupo de padres, por ejemplo, podría encontrarse durante el tiempo de clase,


después interrumpir durante los períodos de vacaciones escolares. Cada unidad de seis,
ocho o diez semanas podría, entonces ser dedicado a un tema diferente de interés general.
Esas unidades pueden cubrir, un total de sesenta y dos semanas en un período de setenta y
ocho semanas (dieciocho meses) dando la posibilidad de parar entre las series. Recuérdese
que es el grupo que escoge los asuntos, en la medida que avanzan; no son escogidos por
los dirigentes (excepto la primera serie de estudio, que es, generalmente elegida por el
equipo de dirección). Las ventajas de esta forma de actuar son:

a. Los miembros están más dispuestos y dedican más tiempo al grupo.


b. Los miembros pueden salir del grupo al final de una unidad, si no se sienten a
gusto en el grupo.
c. Los miembros nuevos solamente son agregados al grupo en el comienzo de las
nuevas unidades. Eso evita al grupo la ruptura de la comunión que sucede
cuando los visitantes se unen al grupo constantemente.

Cuarta fase: Madurez


En la mayor parte de los casos, es probablemente verdad decir que un grupo
pequeño sólo puede hacer cierta cantidad de bien a sus miembros y nada más. Después de
una cantidad de personas que hayan pasado entre dieciocho y veinticuatro meses juntas
estudiando semanalmente la Biblia y en comunión, es tiempo de que ellas enfrenten el
desafío de un nuevo grupo, en el cual el crecimiento puede tener lugar.

En este mundo de rápido movimiento, quedamos rápidamente disgustados y nos


acomodamos. Sin un blanco marcado por el tiempo por el cual trabajamos, el entusiasmo
inicial se puede desvanecer fácilmente. Un punto final determinado puede servir como es
el blanco en el tiempo. Aún que el grupo no crezca numéricamente o que no haya
conversiones, los miembros pueden disfrutar el sentimiento de la satisfacción por saber
que fueron hasta el fin y crecieron en su relación con Dios y con los demás. El valor de
ese crecimiento a largo plazo no puede ser calculado.
No obstante, la mayor parte de los grupos pueden esperar acontecimientos
palpables. Es mucho más probable que las cosas sucedan si se hicieron planes y se oraron
por ellos dentro de un cierto período de tiempo, que si no se hubiese hecho así. Muchos
grupos pueden esperar crecer desde el punto de partida, digamos, de ocho miembros hasta
su capacidad máxima de diez a doce miembros dentro de un período de dieciocho meses. Y

68
el grupo debe estar preparado para ese período de término, en el cual decidirán se van a
formar dos nuevos grupos, o si van a separarse para unirse a otros grupos ya existentes.

Naturalmente, habrá algún rechazo para terminar las reuniones. Pero el trauma de
esa experiencia puede ser minimizado si:

a. fuere recordado al grupo que eso va a suceder.


b. Fuere organizado un programa de celebración en la última reunión para
reconocer lo que fue alcanzado, y para agradecer a Dios por eso.
c. fuere recordado a los miembros del grupo que las amistades continúan,
aunque el grupo no se reúna como tal.
d. fuere organizara una reunión de encuentro para una semana más tarde.
e. Ocasionalmente, todos los grupos se encuentren para compartir y agradecer
a Dios, y si el culto del sábado fuere usado para informar a la congregación
de lo que Dios está realizando a través del ministerios de los grupos
pequeños.

Desde el punto de vista práctico, cuando un grupo llegó al punto en que está listo
para dividirse y dar origen a un segundo grupo, el vice-director original llega a ser su
nuevo director, y el director del grupo original se transforma en el director del nuevo
grupo. Ambos grupos pueden si hay espacio suficiente, continuar reuniéndose en la misma
casa durante cierto tiempo, usando salas diferentes. Después de algunas semanas no
debiera haber gran dificultad en separar uno de los grupos para una nueva casa.

31 de Enero de 1829
Martín Van Buren
Gobernador de Nueva York
Para el Presidente Jackson:

El sistema de canales de este país está siendo amenazado por una nueva forma de
transporte conocido como ‘caminos de hierro’. El gobierno federal tiene que preservar
los canales por las siguientes razones:
Uno. Si los barcos de los canales fueren sustituido s por los ‘caminos de hierro’,
habrá gran cesantía. Los capitanes, cocineros, conductores, hoteleros, reparadores y
empleados del puerto serán dejados sin medios de sobre vivencias, sin mencionar los
numerosos agricultores ahora empleados en la cultura del heno para los caballos.
Dos. Los constructores de barco sufrirán, y los fabricantes de cuerdas para
remolque, de chicotes y de arreos serán lanzados en la miseria.
Tres. Los barcos de los canales son absolutamente esenciales para la defensa de
los Estados Unidos. En la eventualidad de los esperados problemas con Inglaterra, el
Canal Erie sería el único medio a través del cual podríamos pasar las previsiones vitales
para emprender la guerra moderna.
Como ciertamente bien sabe, Señor Presidente, los carruajes del ‘camino de
hierro’ son empujados a una velocidad enorme de 15 millas por hora por ‘máquinas’
que, además de colocar en peligro la vida y los miembros de los pasajeros, rugen y
roncan en su camino por las praderas, incendiando las cosechas, asustando a los
animales y aterrorizando a mujeres y niños. El Todo Poderoso ciertamente nunca quiso
que las personas viajasen e esa velocidad loca.

69
Capítulo Diez

Hechos y Fobias de los Grupos


Pequeños
Entonces – ahora que llegó al final de este manual, ¿cómo se siente a respecto de la
idea de introducir los grupos pequeños en su iglesia Adventista? Hablando con diferentes
personas acerca de los grupos pequeños, he recibido una gran variedad de respuestas,
desde el entusiasmo total hasta el escepticismo total. No me sorprende.

Innumerables personas han sido bendecidas por pertenecer a un grupo – algunas


talvez hoy no serían cristianas, sino hubiese sido la fe que encontraros al reunirse con un
grupo pequeño de cristianos cariñosos, atentos. Sin embargo, algunas personas fueron
heridas mientras pertenecían a un grupo (Waco talvez no hubiese sucedido, si no fuese por
los grupos pequeños).

Este breve manual fue escrito para ayudar a explicar qué son los verdaderos grupos
pequeños, como funcionan y qué pueden realizar, en la esperanza de que muchas, si no
todas, las congregaciones Adventistas del Séptimo Día eventualmente puedan adoptar una
perspectiva debida de la iglesia basada en los grupos pequeños y a disfrutar de los
beneficios que ellos pueden proporcionar.

Mas, hay algunas preocupaciones importantes que deben ser encaradas y preguntas
que deben ser respondidas, que se encuadran naturalmente en las secciones anteriores, por
esa razón las trataremos aquí. Una vez que las hayamos tratado, doto lo que puedo decir es
que la prueba del budín está en comerlo. ¡Únase a un grupo pequeño e intente la
experiencia usted mismo! Pero antes vamos a las preocupaciones y preguntas.

1. “¡Oh, no, otra panacea no!” Una de las objeciones más frecuentes para tomar en
serio los grupos pequeños se basa en la idea de que están siendo propuestos apenas como
otra solución instantánea para todos los desafíos que enfrentamos como iglesia.

Bien, la respuesta a este asunto es ‘No’ y ‘Si’. ‘No’ porque los grupos pequeños
no son un sustituto para el trabajo duro y para la dedicación, y no va a cambiar nada de la
noche para el día. La mayoría de las iglesias pueden esperar un período mínimo de tres
años ante que los grupos pequeños comiencen realmente a tener un impacto importante en
la eficacia de su ministerio. Por otro lado, los grupos pequeños no son ‘un programa’ que
toda la gente tiene que realizar de la misma forma. Los grupos pequeños son un sistema –
representan un cambio de modelo en nuestra concepción e iglesia. Esa es la diferencia.

La respuesta también es ‘Sí’, porque al comenzar a funcionar correctamente,


sentirán cambios positivos, primero en los individuos del grupo, y después en la iglesia. Si
la mayoría de las congregaciones se envuelven, las diferencias se verán en todas las
direcciones: en la calidad de la comunión de la iglesia, en el número de nuevos conversos,
en el nivel de apostasía, en el sentimiento corporativo de pertenencia, en el envolvimiento

70
de la juventud en el ministerio, etc. Esto ya está sucediendo en millares de iglesia en todo
el mundo; así puede ser en su iglesia

“¡Son sustitutos del Espíritu Santo!” Si hay problemas en la iglesia, la solución es


la oración, ayuno y el Espíritu Santo, ¿no es verdad? ¡Claro que sí¡ No hay ningún
sustituto para el poder y para la presencia de Dios en nuestro medio. Pero, si los grupos
pequeños fueran parte de Su manera de aproximarse a nosotros, ¿no sería éste uno de Sus
métodos elegidos para guiarnos, para capacitarnos y usarnos? ¿Y si estuviésemos
limitando al Espíritu Santo al ignorar Su consejo y usamos métodos menos eficaces de
aquellos que Él ya indicó que debiéramos usar? ¡No hay ningún sustituto para el Espíritu
Santo, pero tampoco hay sustituto para el método correcto!

Recuérdese, nosotros guardamos el sábado en el sábado, y animamos a otros a que


lo hagan, porque es bíblico, y es parte del plan de Dios para nosotros. Rechazamos el
domingo como día de reposo, porque lo vemos como una alternativa humana inaceptable.
Debemos volver al concepto de iglesias pequeños por la misma razón: es bíblico, es parte
del plan de Dios, y no podemos ser tan eficaces en nuestro ministerio sin ellos, como
podemos ser con ellos.

“Estamos copiando de otras iglesias, eso es.” Bien, eso puede ser verdad. Es
legítimo preocuparnos si hacemos algo sólo porque lo hacen otras iglesias. Seamos
humildes en este caso. Mucho de lo creemos y de lo que hacemos, y mucho de nuestro
sistema actual de la estructura de la iglesia, no comenzó con nosotros. Nosotros lo hemos
copiado de otras iglesias. Y nunca afirmamos que tenemos el monopolio del Espíritu Santo
– nosotros creemos que Dios es mayor que nosotros y Él está realizando
Su plan para el mundo a través de otras organizaciones y de la nuestra.

No hay dudas de que Dios está por hacer algo maravilloso ‘allá afuera’ – a través de
los grupos pequeños y de otros medios también. Creemos que debemos ser la cabeza y no
la cola; pero sí podemos aprender con otros, para allá vamos.

“¡Los métodos antiguos son mejores!” Nos gustan los himnos antiguos, del
antiguo orden del servicio del culto – y del sistema antiguo. Estamos familiarizados con
ellos, nos sentimos bien con ellos. Por eso es natural que nos sintamos incómodos con
algo que amenaza alejar lo antiguo y familiar.

Pero nunca debemos olvidar que nuestra iglesia comenzó con un movimiento de
cambio. Después de decir lo que afirmamos a cerca de los otros grupos que enseñan la
tradición en lugar de la verdad, no caigamos nosotros mismos en el mismo error – nos
sentimos tan bien con nosotros mismos, que resistimos al Espíritu Santo cuando Él intenta
aproximarnos al ideal de Dios.

La naturaleza práctica del ministerio de los grupos pequeños significa que ciertas
cosas necesitan cambiar, como ya notamos. No podemos hacer funcionar un sistema
antiguo y uno nuevo juntos. Los miembros individuales de la iglesia sólo pueden ir hasta
cierto punto. El consejero de crecimiento de la iglesia Carl Georges cree que “la mayor
parte de las personas logran dirigir, gobernar dos actividades y media: dirección en un
ministerio, participación activa en otro y participación ocasional en un tercero.” De esta
manera podría servir como anciano, ayudar a enseñar en una clase de Escuela Sabática y

71
apoyar en una reunión de oración, pero pedir a esa persona que haga algunas otras cosas
más, significa que nada sería hecho correctamente. Por lo tanto, si, grupos pequeños
significa que algo viejo ha de salir para dar lugar a algo nuevo. (Por ejemplo, servir como
anciano de iglesia, puede en verdad significar servir como director de un grupo pequeño y
nada más). Pero, ¿será eso un problema si lo nuevo es mejor que lo viejo? ¿Y si lo viejo
ya no funcionase también como en lo pasado? No sería la primera vez que odres viejos
tendrían que ser sustituidos por nuevos para contener el vino nuevo.

“¿Si no está quebrado, por qué repararlo?” ¡Cierto! Muchas cosas en la iglesia
aún nos sirven y podemos continuar haciéndolo indebidamente. Los grupos pequeños no
se destinan a ponerlos de lado. Si las campañas intensivas de evangelismo público de
‘cosecha’ a corto plazo funcionan bien, vamos a continuar usándolas. Si la reunión de
oración es un programa importante que envuelve a la mayoría de los miembros y trae vida
y poder a la iglesia, consérvela. Los grupos pequeños aún pueden servir un propósito útil
como eslabón de unión en la cadena entre el comienzo (la visión) y el final (la
realización) de lo que decidimos realizar en áreas como la comunión, el testimonio y la
adoración, etc.

“¡No voy a exponer mi ropa sucia!” Existe un temor real de que pertenecer a un
grupo pequeño signifique abrir su alma y dejar que otras personas conozcan todos los
secretos de su vida. Pero no es así que las cosas suceden. El compartir que tiene lugar en el
seno de los grupos pequeños se hace espontánea y naturalmente, como siempre sucede
entre amigos. No hay manipulación, ninguna presión, sólo un deseo genuino entre los
miembros del grupo de ayudarse y apoyarse los unos a los otros. Se llama ‘koinonía’, y el
Nuevo Testamento la describe con frecuencia (por ejemplo, Hechos. 2:42-47; 4:32-37).

“¿Y los niños?” Muchas personas pueden desear envolverse en los grupos
pequeños, pero se sienten limitadas por causa de sus hijos que todavía son niños. ¡Esas
personas, sin embargo, necesitan más de las bendiciones de pertenecer a un grupo pequeño
que el resto de nosotros! Aquí mencionamos algunas maneras de ayuda para esos
miembro que enfrentan esos problemas con sus hijos:

a. Se preparan reuniones adecuadas en la iglesia, mientras los padres se


encuentran con su grupo pequeño.
b. Un grupo pequeño hace arreglos para cuidar a los hijos de otro grupo pequeño,
y viceversa, porque tienen reuniones diferentes.
c. Si existe una sala grande independiente en la casa donde el grupo se reúne, los
miembros del grupo cuidan de los niños a la vez.
d. Personas de la iglesia pueden ser voluntarias, o pagadas, para cuidar de los
niños.
e. Los niños son incluidos en los grupos, si todos se sintieran felices con las
consecuencias (¡)

“¡No podemos darnos el lujo de pagar más, por sobre todo el resto!” Bueno, la
buena noticia es que los grupos pequeños son el ministerio más barato, y eficaz que una
iglesia puede tener. Hora a hora, dinero por dinero, recibiremos más dividendo por nuestro
inversión en los grupos pequeños, en términos de beneficios prácticos para la iglesia, de
lo que cualquier otra inversión que pueda hacer. En la realidad, los grupos pequeños no

72
necesitan hacernos gastar ni un centavo. Todo lo que es necesario son Biblia y personas.
Además de esto, sería rentable para la iglesia si invirtiera:

a. Algunos guías y manuales sobre grupos pequeños para su biblioteca.


b. Un data show.
c. Una o dos pizarritas o bloc de hojas.
d. Pagar las lecciones de los estudios para los grupos pequeños, según las
necesidades (aunque muchas personas estén dispuestas a pagarlas, si estuvieran
habituadas).

“Esto significa retroceder un paso para avanzar dos.”


Probablemente, es una observación verdadera. El tiempo y el esfuerzo necesario
para conseguir establecer un sistema de grupos pequeños totalmente productivo en muchas
de nuestras iglesias, puede significar que no se podrá dar tanto tiempo y energía como
antes a otras cosas. Un resultado de eso puede ser que, en el primero o en el segundo año,
tal vez haya una ligera disminución en el número de bautismo que vemos normalmente.
Pero, lo importante es, como explicaba el capítulo seis de este manal, que a partir del año
dos o tres en adelante, los bautismos van a aumentar y ultrapasar todos los record
anteriores. Necesitamos ver el tiempo y la energía gastado en la organización de los grupos
pequeños como una inversión. Cuanto mayor sea la inversión, tanto mayor será el
beneficio. En términos de una iglesia en crecimiento, ¿no es eso exactamente lo que
queremos?

Que Dios lo guíe y haga prosperar a su iglesia, al pensar en


GRANDE, porque piensa en GRUPOS PSEQUEÑOS

73
APÉNDICE A

Ejemplos de Preguntas para Quebrar el Hielo


.

1. ¿Dónde vivía entre los 7 y los 12 años de edad… y como eran los Invierno?
2. ¿Cómo calentaba su casa en ese tiempo?
3. ¿Cuál era la fuente de calor en su vida, durante ese tiempo? (Puede ser un lugar en la
casa, una época del año o una persona).
4. ¿Cuándo nuestro Dios se tornó una persona ‘calurosa’ para si y cómo eso sucedió?
5. ¿Cuál es su programa de TV preferido y porqué?
6. Si el dinero no fuese un problema, y pudiese elegir un lugar del mundo para viajar por
semana, ¿cuál sería ese lugar y porqué?
7. ¿Cuál es su consejero número uno en la vida, y porqué?
8. Una de mis mayores irritaciones es__________________.
9. Las personas talvez se sorprenderían al descubrir que yo________________.
10. Tienes tres deseos. ¿Qué deseas pedir?
11. Si de repente, perdiese la visión, ¿cuál sería la cosa que más extrañaría ver?
12. ¿Qué fue lo más osado que ya hizo? ¿Qué fue lo que la tornó tan osada?
13. Mi manera preferida de pasa tiempo es______________________.
14. ¿Qué es lo que más extraña, de su infancia?
15. ¿Qué día de su vida le gustaría repetir? ¿Por qué?
16. ¿Cuál fue el espacio más sencillo en que ya vivió? ¿Cómo era?
17. Sólo el placer/emoción de hacerlo, antes de morir quisiera__________.
18. Como viajeros en el tiempo, quisiera especialmente visitar____________.
19. El próximo año será mejor, porque_____________________.
20. El próximo año me parece un problema, porque___________________.
21. Probablemente nunca___________, pero sería ideal si pudiese hacerlo.

74
APÉNDICE B

ENCUESTA SOBRE LA VIDA DE LA IGLESIA


Para que la familia de la iglesia trabaje y crezca junta, necesitamos de un cuadro claro de
cómo nos vemos a nosotros mismos. Por favor, responda las siguientes ideas de acuerdo
con lo que piensa o siente en la realidad, y no como cree que debe responder.

Visita___ Miembro___ Hombre___ Mujer___


Menos de 15___ 16 – 20___ 21 – 35___ 36 – 50___ Más de 50___

A. COMUNIÓN
1. La congregación aquí es:
Calurosa y amistosa ____ fría y distante ____
Cuidadosa ____ descuidada ____
Un grupo unido ____ varios grupos divididos ____
Feliz ____ infeliz ____

2. En la comunión de esta iglesia, me veo en el círculo en la posición indicada por el


“X”.

3. Los amigos visitantes, que vienen a esta iglesia se sienten aceptados


Inmediatamente ___
Después de poco tiempo ___
Después de mucho tiempo ___

B. ADORACIÓN
1. La Escuela Sabática es:
Interesante ____ aburrida ____
Variada ____ monótona ____
Actual ____ anticuada ____

2. Algunas personas no van a la escuela Sabática probablemente porque:


___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

3. El servicio del culto es, generalmente:


Vivo ____ Muerto ____
Desafiante ____ No desafiante ____
Relevante ____ Irrelevante ____

4. La música usada en el culto


Está bien así ____
Debería ser variada ____
Debiera incluir cánticos de adoración contemporáneo ____

75
5. La participación de los miembros de la iglesia en el servicio de la iglesia es:
Adecuada ____ inadecuada ____

6. La reunión de oración a la mitad de la semana seria más frecuentada si


___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

7. ¿Cuál es el tipo de sermón que más lo beneficia?


Doctrinario ___ Profecía ___
Acontecimientos actuales ___ Devoción personal ___
Estilo de vida cristiana ___ Otro ___

C. TESTIFICACIÓN

1. Creo que cada miembro de la iglesia tiene una parte que desempeñar en la
testificación de la iglesia, y sé cual es mi parte:

Si ____ No ____ No estoy seguro ____

2. La última vez que hable a un no Adventista acerca de Jesús fue:


Hace menos de una semana ___
Hace menos de un mes ___
Más que eso ___

3. La última vez que invité alguien para ir a la iglesia fue:


Hace menos de una semana ___
Hace menos de un mes ___
Más que eso ___

4. Al compartir mi fe, hasta ahora siento que me ha ido:


Bien ____ Mal ____

5. Como iglesia, ¿cuál es nuestra mayor necesidad para aumentar la eficacia de


nuestra testificación?
Analice y enumere de 1 a 6, por orden de importancia.
a. Más y mejor entrenamiento ___
b. Más oración y dedicación ___
c. Más y mejor publicidad ___
d. Más y mejores herramientas para la testificación ___
e. Una iglesia más unida y amistosa ___
f. Un culto más vivo y relevante ___

D. ADMINISTRACIÓN

1. ¿Tiene la iglesia un objetivo/misión definida que todos los miembros conocen y


comparten?
Si ___ No ___ No estoy seguro ___

76
2. En cuanto a la organización, la iglesia está:
Bien organizada ____
Mal organizada ____

E. ¿Y ENCUANTO AL PASTOR?
En su opinión, ¿cuáles deben ser las prioridades del pastor de la iglesia?
Por favor, enumere las siguientes funciones del pastor, de 1 a 5, por orden de importancia.

1. ___ Predicación, dirigir a la congregación en la adoración.


2. ___ Dirección y administración de la iglesia ( trabajar con las juntas de iglesia,
comisiones, planear, organizar programas).
3. ___ Enseñar, entrenar, equipar a los miembros de la iglesia para el servicio.
4. ___ Actividades evangelísticas – trabajo en una campaña pública/personal, estudios
bíblicos, visitar a los que no son miembros.
5. ___ Cuidado pastoral – visitar a los miembros de la iglesia, consejería, visitar a los
enfermos, ministrar a los afligidos.

F. ¿ALGUNA SUGERENCIA?
Por favor, brevemente indique aquí cómo cree que la vida de esta iglesia puede ser aún
mejor.
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

77
APÉNDICE C

DECLARACIONES DE ELENA WHITE


ACERCA DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS

“La formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano, me ha sido
presentada por Uno que no puede errar. Si hay muchos miembros en la iglesia,
organícense pequeños grupos, para que trabajen no sólo por los miembros de la iglesia,
sino en favor de los incrédulos. Si en algún lugar hay solamente dos o tres que conocen la
verdad, organícense en un grupo de obreros. Mantengan integro su vínculo de unión,
cerrando sus filas por el amor y la unidad, estimulándose unos a otros para progresar y
adquiriendo cada uno valor, fortaleza y ayuda de los demás. Revelen la tolerancia y
paciencia que manifestó Cristo y evitando las palabras apresuradas, usen el talento del
habla para edificarse unos a otros en la santísima fe. Trabajen con el mismo amor que
Cristo a favor de los que no están en el redil, olvidándose del yo en su esfuerzo por ayudar
a otros. Mientras trabajan y oran en el nombre de Cristo, aumentará su número, porque el
Salvador dice: “Si dos de vosotros se convinieron en la tierra de toda cosa que pidieren,
les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”(Mat. 18:19). Testimonies, volumen 7,
págs. 21,22.

“En la glesia hubo un reavivamiento del espíritu misionero. Se reveló un sincero


deseo de aprender de trabar para el Señor. Pequeños grupos se reunían para orar y para
estudiar la Biblia. Todos avanzaban en armoniosa acción. Creyentes iban a lugares donde
personas no tenía la oportunidad de oír la palabra de Dios y reunían a los niños para la
Escuela Sabática. Eran hechos esfuerzos para ayudar familias aisladas. Eran hechos planes
para que esas familias se reunieran para estudiar la Biblia. Así se abrió el camino para que
la luz brillase de parte de la palabra de Dios.” The Indiana Reporter, 25 de febrero de
1903.

“Que pequeños grupos se reúnan en las noches, al medio día, o de mañana


temprano, para estudiar la Biblia. Que ellos tengan un período de oración, para que puedan
ser fortalecidos, iluminados y santificados por el Espíritu Santo… Si ustedes mismos abren
la puerta para recibir, una gran bendición vendrá sobre vosotros. Ángeles de Dios estarán
en medio de vuestras reuniones. Seréis alimentados con las hojas del árbol de vida. Qué
testimonio podéis dar del cariñoso reracionamiento con vuestros colegas de trabajo en esos
preciosos períodos en que buscáis las bendiciones de Dios. Que cada uno cuente su
experiencia con palabras sencillas. Esto traerá más conforto y alegría al alma que todos los
agradables instrumentos de música que puedan ser introducidos en las iglesias. Cristo
entrará en vuestros corazones. Sólo por este medio podréis mantener vuestra integridad.”
Testimonies, volumen 7, pág. 195.

“Un cristiano es un hombre semejante a Cristo, una mujer semejante a Cristo, que
está activo al servicio de Dios, que está presente en la reunión social, cuya presencia
animará a otros. La religión no consiste en obra, sino, la religión actúa; no duerme.”
Comentario Bíblico ASD, ,volumen 7, pág. 935 (inglés).

78
“Nos reunimos para edificarnos unos a otros a través del intercambio de
pensamientos y de sentimientos, y para recibir fuerza, luz y valentía al conocer las
esperanzas y las aspiraciones de los demás; y a través de nuestras oraciones sinceras y
sentidas, ofrecidas por la fe, recibimos refrigerio y vigor de la fuente de nuestra
fuerza…Todos los que avanzan en el camino del cristianismo, deben tener, y tendrán una
experiencia que es viva, que es nueva e interesante. Una experiencia viva es el resultado de
las pruebas diarias de conflicto y tentaciones de grandes esfuerzos y de victorias, y de gran
paz y alegría obtenida a través de Jesús. Un relato sencillo de esa experiencia entrega luz,
fuerza y conocimiento que ayudará a otros en su progreso en la vida cristiana.”
Testimonies, volumen 2, pág. 578, 579.

Predica menos y educa más, mediante estudios bíblicos, oraciones hechas en las
familias y en pequeños grupos. A todos los que están trabajando con Cristo, deseo que
sepan: Siempre que les sea posible tener acceso al pueblo en su núcleo familiar,
aprovecha la oportunidad. Toma la Biblia, y expone las grandes verdades que contiene.
Vuestro éxito no dependerá tanto de vuestro saber y logros, como de vuestra habilidad en
llegar al corazón de las personas. Siendo sociables y aproximándoos más a la gente,
podréis cambiarle la dirección de los pensamientos más fácilmente que por los más
elaborados discursos. La presentación de Cristo en la familia, junto a la ladera y en
pequeñas reuniones en casas particulares, son muchas veces más exitosas en atraer almas
para Jesús, que sermones hechos al aire libre, con las multitudes en movimiento, a aún en
salones e iglesias.” Obreiros Evangélicos, pág. 193.

“El trabajo de Dios debe ser hecho a Su manera y en Su Espíritu. En varios


lugares, pequeños grupos deben consagrarse asimismo a Dios, cuerpo, alma y espíritu, y
aferrándose firmemente al trono de Dios por la fe, deben trabajar con celo, guardando sus
almas en el amor de Dios. La corriente de Su amor se hará sentir, y será reconocida como
siendo del cielo, en las buenas obras de su pueblo. Esos pequeños grupos que conocen la
verdad, a una sola voz debieran pedir a su pastor que vaya a las ovejas perdidas de la casa
de Israel. Cada uno debiera esforzarse por hacer un trabajo individual a favor de otro.
Nadie que haya probado la bondad, la misericordia, y el amor de Dios puede ser
disculpado de trabajar por las almas de otros.” ‘los seguidores de Cristo serán Misioneros’,
en Advent Rewiew and Sabbath Herald, 8 de enero de 1895.

“Aunque la reunión social sea algo nuevo, sin embargo, ellos están aprendiendo en
la escuela de Cristo y están venciendo el temor. Decimos constantemente que la reunión
social (semejante a las reuniones de grupos pequeños) será la mejor reunión en la cual ellos
podrán ser entrenados y educados para ser testigos de Cristo” Manuscrito 32, 1894.

“Pero en ocasiones como en nuestras asambleas espirituales anuales nunca


debemos perder de vista las oportunidades proporcionadas para enseñar a los creyentes a
hacer trabajo misionero práctico en el lugar donde viven. En muchos casos sería bueno
separar ciertos hombres para que tengan la responsabilidad de cubrir diversas áreas
educativas en esas reuniones. Que algunos ayuden a las personas a aprender a dar estudios
bíblicos y a realizar reuniones en casa particulares. Que otros tengan la responsabilidad de
enseñar a la gente a practicar los principios de salud y de temperancia, y cómo tratar con
los enfermos. Otros aún pueden trabajar en la importante tarea de publicaciones
(colportaje).” Testimonies, volumen 9, pág. 82,83.

79
“¿Por qué es que los creyentes no sienten una preocupación más profunda con
aquellos que están sin Cristo? ¿Por qué es que dos o tres no se reúnen y suplican a Dios
por la salvación de alguien en especial, y después por otra persona? Que en nuestras
iglesias se formen grupos para el servicio. Que diferentes grupos se unan para trabajar
como pescadores de hombre. Que ellos busquen reunir almas, sacándolas de la corrupción
del mundo, para la pureza salvadora del amor de Cristo.” Testimonies, volumen 7, pág. 21.

“Vi a los santos que salían de las ciudades y aldeas, y se reunían en grupos
viviendo en lugares más solitarios. Ángeles les proporcionaban alimento y agua, mientras
los impíos sufrían hambre y sed.” Primeros Escritos, pág. 282 (inglés).

80
APÉNDICE D

EJEMPLO DE ACUERDO
EN UN GRUPO RELACIONAL

Nuestro grupo pequeño nos da la oportunidad de desarrollar las relaciones y la


comunión necesaria dentro del Cuerpo de Cristo. La comunión bíblica genuina es posible,
con la ayuda de Dios, a través de nuestro envolvimiento mutuo e individual.
Para ayudarnos, como miembros del grupo, para realizar los objetivos de identificación,
amor, cuidado y responsabilidad para con Dios, y para guiarnos en nuestra dedicación
mutua cono hermanos y hermanas en Cristo Jesús, concordamos en guiarnos por los
siguientes acuerdos:

1. EL ACUERDO DE LA ACEPTACIÓN: Prometo aceptarte. Puedo no concordar con


tus ideas o acciones, pero intentaré hacer todo lo que pueda para expresar el amor de Dios.
Preciso de ti;

2. EL ACUERDO DEL ENVOLVIMIENTO: Si puedo ayudarte de alguna manera, en


cualquier momento, estoy dispuesto. También prometo reunirme regularmente con este
grupo.

3. EL ACUERDO DE LA ORACIÓN: Prometo orar regularmente por los miembros del


grupo.

4. EL ACUERDO DE LA HONESTIDAD: Concuerdo, en esforzarme por ser una persona


más abierta y honesta para compartir mis opiniones, sentimientos y experiencias cuando al
hacerlo sea mejor para nosotros.
.
5. EL ACUERDO DE LA RESPONSABIDAD: Prometo aceptar y dar consejos si es
necesario para el crecimiento el grupo o de sus miembros individuales, comprendiendo que
es ‘siguiendo la verdad en amor (que) crezcamos en todo en aquel que es la cabeza’
(Efesios 4:15).También reconozco que, como grupo, somos responsables delante la
congregación de la iglesia por lo que hacemos o no hacemos.

6. EL ACUERDO DE LA SENSIBILIDAD: Tal como quiero que mi conozcas y


comprendas, quiero comprenderte y conocerte lo mejor posible. Respetaré tus deseos y
opiniones.

7. EL ACUERDO DE LA CONFIDENCIA: Prometo nunca divulgar fuera de este grupo,


cualquier cosa compartida en el seno de este grupo como a una confidencia. Concuerdo en
no pedirte que hables de cosas a cerca de ti mismo que tu prefieras no revelar.

81
Aceptando plenamente estos acuerdos, pongo mi nombre en este documento, como
reconocimiento de mi dedicación a Dios y a los miembros de este grupo. Guardaré este
documento como un recuerdo de este acuerdo voluntario, a partir de esta fecha.

Firma Fecha

(Su firma es para su propio envolvimiento. Usted queda con este documento)

82
Bibliografía

Barna, Geroge, Dar a Volta às Igrejas, Ventura, California, E.U.A.: Regal Books,
Califlornia, 1993.

Beckham, William, A.A Segunda Reforma: Remodelando a Igreja para o Século Vinte e
Um. Hoston, E.U.A.: Touch Publications, 1995.

Bilezikian, Gilbert. Comunidade 101: Reivindicando a Igreja Local Como Comunidade


de Uniao. Michigan, E.U.A.: Zondervan Publishing House,1997.

Brierley, Meter. A Inglaterra Crista: O Que Revela o Censo da Igreja Inglesa. Londres:
MARC Europa, 1991.

Burrill, Russell. Discípulos Radicais para Igrejas Revolucionárias. Califórnia, E.U.A.:


Hart Research Centre, 1996.

Burrill, Russell. Revoluçao na Igreja: Com o Incrível Poder do Ministerio Leigo.


Lisboa: Publicadora Atlántico, 2000.

Burrill, Russell. A Igreja Revolucionada do Século Vinte e Um: O Poder Explosivo de


Uma Igreja Construida Sobre Relacionamentos. Califórnia, E.U.A.: Hart
Research Centre, 1997.

Carey, Geroge. Implantando Novas Igrejas. Guildford, Surrey, Gran Bretaña: Tagle
(sem data)

Cho, Paul Yonggi. Grupos Pequenos Bem Sucedidos em Casa. New Jersey, E.U.A.:
Bridge Publishing, Inc. 1981.

Coleman, Lyman. Estudos Bíblicos para Grupos Pequenos. Londres: Scripture Union,
1993.

Cousin, Don e Poling, Judson. Manual do Líder 1 ( Série Andando com Deus). Grand
Rapids, Michigao, E.U.A.: Zondervan Publishing House, 1992.

Cotterell, Meter. Grupos, Pequenos, Grandes Resultados: Tudo Sobre Grupos em


Casas. Eastbourne, East Sussex: Kingsway Publications Ltd, 1993.

Davis, Deena. Diários do Discipulado: 101 Melhores Ideias para Grupos Pequenos.
Colorado, U.S.A.: Navpress Publishing Group, 1996.

Day, Dan. Um Manual para ‘ Vender’ o Adventismo. Boise, Idazo: Pacific Press
Publishing Association, 1990.

83
Donahue, Hill. O Guia Willow Creek para Dirigir Grupos Pequenos que Mudam a
Vida. Grand Rapids, Michigan, E.U.A.: Zondervan Publishing House, 1996.

Dossman, Craig A. De casa em Casa: Um Modelo do Novo Testamento para o


Crecimento da Igreja. Lincoln, Nebraska, E.U.A.: Sr. Baby Boomer Minitries
Resource Center NAD Distribution Center, 1994.

Evans, Larry R. Da Célula para a Celebraçao. Oregon, E.U.A.: The Neighborhood


Home Bible Study, 1989.

Finney, John. O Livro da Igreja que está Bem: Um Guia Prático para a Vigilancia da
Missao. London: Scripture Union, 1991.

Glloway, Dale with Millis, Kathis. O Livro dos Grupos Puequenos: O Guia Prático
para Nutrir Cristaos e Construir Igrejas. Grand Rapids, Michigan, E.U.A.:
Fleming H. Revell, A Davison of Baker Book House Co., 1995.

George, Carl F. Prepare a Sua Igreja Para o Futuro. Grand Rapids, Michigan, E.U.A.
Fleming H. Revell, A Division or Baker Book House Co., 1992.

George, Carl F. with Warren Bird. A revoluçao Próxima na Igreja: Capacitando os


Dirigentes para o Futuro. Grand Rapids, Michigan, U.S.A.: Fleming H. Revell, A
Division of Baker Book Hoouse, 1994.

George, Carl F. with Warren Bird. Nove Chaves Para Uma Liderança Eficaz dos
Grupos Pequenos: como é que os dirigentes leigos podem establecer células,
clases ou equipes dinamicas e saudaveis. PA, E.U.A.: Kingdom Publishing,
1997.

Gibas, Eddie. Dez Igrejas que Crescem. London: MARC Europa, 1984.

Hamlin, Judy, Bem-Vindo ao Seu Primeiro Grupo Pequeno! Wheaton, Ilinois, E.U.A. :
Victor Books/ SP Publications, Inc., 1983.

Johnson, Kurt W. Manual de Evangelismo para Grupos Pequenos: Para uma Nutriçao
Bem sucedida e para um Ministerio Fructuoso. Orlando , E.U.A.: The
Neigborhood Home Bible Study, 1990.

Jonson, Kart W. Evangelismo nos Pequenos ( Um Guia Passo-a-passo para um estudo da


Bíblia com éxito nos Grupos Pequenos). Hagerstown, MD, E.U.A.: Review and
Herald Publishing Association, 1991.

Logan , Robert. Para Além de Uma Igreja em Crescimento: planos de Açao para
Desenvolver Uma Igreja Dinamica. Grand Rapids, Michigan, E.U.A. Fleming H.
Revell, A Division of Baker Book House, 1994.

Logan, Robert E. and Short, Larry. Movilizando- nos para a Compaixao: Levando
Pessoas Para o Ministerio. Grand Rapids, Michigan, U.S.A.: Fleming H.
Revell, A Division of Baker Book House Co., 1994.

84
Long, Jimmy (Coordenador). Manual Para Dirigentes de Grupos Pequenos: A Próxima
Geraçao. Downers Grove, Illinois, E.U.A: InterVarsity Press, 1995.

Mallison, John. O Director do Grupo Pequeno. London : Scripture Unión 1996.

Marshal, Colin. Grupos de Crescimento: Um Curso de Treino Sobre Como Dirigir


Grupos Pequenos. Kingsford NSW, Austrália: Matthias Media, 1995.

Mead, Loren B. A Igreja do Pasado e do Futuro: Reinventando a Congregação para


uma Nova Fronteira Missionária. Washington DC, E.U.A.: The Alban Institute,
Inc.,1994.

Mc Bride, Neal F. Como Criar Um Ministério dos Grupos Pequenos. Colorado, E.U.A.:
NavsPress, 1995.

Neighbour, Ralph W. Jr. With Jenkins, Lorna. Daqui, Para onde Vamos? Um Manual de
Orientação Para a Igreja de Grupos Puquenos. Houston , Texas, E.U.A.: Touch
Publications, Inc., 1990.

Nyqist, James F. and Kuhatschek, Jak. Dirigindo Converasas Bíblicas. London:


Scripture Union , (sem data)

Paulien, Jon. A Verdade Presente no Mundo Real: A Luta Adventista para Manter e
Partilhar a Fé Numa Sociedade Secular. Ontário, Canadá: Pacific Press
Publishing Association, 1993.

Robert, Ed. Manual de Orientação para o Dirigente de Grupos Pequnos: O Caminho


Crítico Para a Liderança de Êxito. Houston, Texas, E.U.A., Touch Publication,
Inc., 1995.

Schilt, W. Clarence. Grupos Pequenos Dinâmicos: Como Faze-los Surgir.


Hagerstown, MD, E.U.A.: Review and Herald Publishing Association , 1992.

Shawchuck, Norman and Kotler Philip. Marketing para Congregaçoes: Escolhendo


Servir As Pessoas de Forma mais Eficaz. Nashville , TN, E.U.A.: Abingdon
Press, 1992.

Strobel, Lee. Dentro da Mente dos Irreligiosos Manuel e Maria. Grand Rapids,
Michigan, E.U.A.: Zondervan Publishing House, 1993.

Snyder, Howard A. Renovaçao Radical: O Problema dos Odres Hoje. Houston,


Touch Publications Texas, E.U.A.

Wagner, C Peter. Dirigiendo a Sua Igreja Para o Crescimento. O Segredo da


Associação Pastor/Membro no Crescimento Dinâmico da Igreja. Reading,
Berks: Cox Wyman Ltd, 1988.

85
Warren, Rick. A Igreja Movida por um Propósito: Crescimento Sem Comprometer a
Sua Mensagem e Missão. Grand Rapids, Michigan, E.U.A.: Zondervan
Publishing House, 1995.

Williams, Dan. Começar ( Acabar) Um Grupo Pequeno: Para Dirigentes e Membros do


Grupo. Downers Grove, Illinois, E.U.A.: InterVarsity Press, 1996.

Wollen, Albert J. Deus em Acçao nos Grupos Pequenos. London : Scripture Unión,
1985.

86

También podría gustarte