Está en la página 1de 1

* El método de la ciencia empírica según Popper no es el de la inducción, sino 

el de la
propuesta y contrastación crítica de las teorías/hipótesis falsables. Los científicos, dice
Popper, intentan dar con la verdad. Pero son conscientes de que son falibles, y saben que
hasta en la teoría que parece más segura pueden aparecer contraejemplos: casos que no
cumplan con la misma; por ello, buscan posibles errores de las hipótesis - incluso de las que
ellos mismos han propuesto -, es decir, buscan posibles contraejemplos a las mismas. Si se
encuentran tales contraejemplos, se refuta la hipótesis y habrá que probar con otra mejor. Las
contrastaciones son pues intentos de refutación; la ciencia implica una aproximación crítica a
sus teorías ('critical approach').

* Por supuesto, buscar posibles errores sólo tiene sentido si esos errores podrían ser en
principio descubiertos, y esto ocurre sólo con las hipótesis falsables. De ahí el requisito
popperiano de falsabilidad: si formulamos hipótesis irrefutables, nuestros errores quedarán
para siempre ocultos, sin posiblidad de sacarlos a la luz mediante resultados experimentales
(las hipótesis irrefutables siempre "quedan bien" ante cualquier resultado).

* Si la hipótesis tiene la buena fortuna de resistir los intentos de refutación a los que la
sometimos, queda provisionalmente 'corroborada'. Esto no significa más que hasta ahora no
se le ha encontrado ningún caso que la refute, a pesar de nuestros sinceros intentos de
encontarlos o producirlos: ella ha 'mostrado su temple'. Pero esto no la hace probable o
segura: la corroboración no es una probabilidad, según Popper (cf. más abajo los comentarios
sobre la probabilidad). En la medida en que no haya sucumbido ante resultados contrarios,
sigue en pie, puede seguir siendo aceptada; pero, en lo posible, debemos someterla a nuevos
tests, a nuevas contrastaciones, a nuevos desafíos.

* La actitud de proteger una teoría contra toda refutación (mediante hipótesis ad hoc, por
ejemplo, u otras estratagemas) no es digna de un buen científico. Los científicos no están para
mimar y defender sus teorías, sino para someterlas a contrastaciones severas. Inmunizar una
teoría contra las refutaciones mediante una estrategia defensiva deliberada delata un
dogmatismo que hace imposible aprender de los propios errores.

* Las teorías refutables cuentan con falsadores potenciales, es decir, enunciados básicos que
describen contraejemplos posibles a las mismas. Si uno de estos falsadores resulta
verdadero, la hipótesis, en principio, se refuta.

* Vimos la razón por la cual, según Popper, los intentos de concebir la ciencia como una
búsqueda de una elevada probabilidad no están bien encaminados. La ciencia, dice Popper,
no aspira a obtener hipótesis con elevada probabilidad: la probabilidad varía inversamente con
el contenido informativo (y con la precisión y la falsabilidad); mientras más informativa,
precisa, falsable es una hipótesis, más audaz es, más se arriesga, más casos posibles hay
que la refutarían, y por tanto menos chances hay de que sea verdadera, i.e. MENOS probable
es. En la medida en que la ciencia busca teorías más falsables, precisas, informativas - y eso
es, según Popper, lo que hace -, busca teorías que a priori tienen una baja probabilidad.
  Así, según Popper, si buscáramos las hipótesis más probables, deberíamos proponer
hipótesis que digan muy poco o de manera muy vaga, y que no vayan mucho más allá de lo
que ya sabemos. Pero: la ciencia busca teorías altamente explicativas, novedosas, audaces,
con un alto contenido de información, que tengan predicciones precisas sobre cómo han de
comportarse una multitud de casos posibles, incluso no observados o todavía desconocidos. 

También podría gustarte