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Foro Unidad 2 - Reto 3 - Aprendizaje Unadista (Foro de discusión)

grupo_ 1580

Yury Milena Remisio Perdomo cód. 1006505917

Tutora
 Yinna Andrea Hernandez

Universidad Abierta y a Distancia


Programa de psicología
Catedra Unadista
0 2 Abril 2019
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El pequeño ejercito

Había una vez en un antiguo y majestuoso bosque de la región amazónica un gran hormiguero

que se encontraba resguardado bajo la sombra de un viejo y acorazado árbol de roble, el cual

era muy alto y sus extensas ramas proveían frutos y hojas a la colonia de hormigas las cuales

planeaban adquirir mucho alimento para un duro y largo invierno que se acercaba. La colonia

de hormigas, incluyendo cada una de ellas, eran muy felices porque contaban con un buen

refugio y una buena fuente de alimentos, pero un día en el gran bosque se escuchó el sonido

más aterrador que se pudiera escuchar bajo el verde y enorme follaje de los árboles, era el

sonido de sierras eléctricas manipuladas por seres con aspectos grotescos que parecían venir

de otro planeta ya que caminaban solo en dos piernas y destruían todo lo que encontraban a su

paso en búsqueda de los arboles más enormes para asesinarlos con sus filosas y despiadadas

sierras; Las hormigas nunca antes habían sentido tanto miedo y preocupación, pensaron en que

podían hacer para salvar el bosque, cada quien tenía una idea diferente por lo que discutían

entre ellas porque cada quien defendía su idea por creerla la más apropiada. Algunas hormigas

indicaban que debían marcharse a otro lugar y otras pensaban en defender a toda costa su

hogar, el desacuerdo era tal que las hormigas empezaron a pelear entre ellas, pero en medio

del murmullo y el sonido de sus mandíbulas generado por el ataque entre si se escuchó un

grito: -No estamos haciendo lo correcto! Debemos unirnos y trabajar en equipo, eso somos, un

equipo de trabajo, somos muy pequeñas pero si nos unimos podemos lograr grandes cosas

como lo es defender nuestro bosque. Hubo un gran silencio, la voz provenía del miembro de la

colonia de mayor edad, de quien poseía mucha sabiduría y a quien las demás hormigas

guardaban mucho respeto. Las demás hormigas se veían entre si y se sentían avergonzadas.

“Unamos nuestras fuerzas” se escuchó en medio de la colonia. La frase se la repetía una a una

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por cada hormiga de la colonia llegando a un mutuo acuerdo. Se creó una estrategia en

conjunto y esta consistía un usar sus mandíbulas para atacar a los invasores destructores y no

para utilizarlas contra ellas mismas y esperarían la noche para hacerlo. La noche llego y las

formaciones eslabonadas por cada hormiga como un gran ejército retumbaban bajo cada

pisada en su desplazamiento. Al muy poco tiempo y cada vez más cerca del lugar donde se

encontraban los hombres, estos despertaron y empezaron a temer por sus vidas ya que sentían

que algo se acercaba a ellos y parecía ser peligroso, pero no lograban ver nada, el ataque

empezó… Las hormigas atacaban con toda la fuerza de sus mandíbulas, los hombres gritaban

de dolor y en medio de la oscuridad empezaron a correr y a huir del lugar indicándose entre sí

que le bosque estaba encantado. Huyeron dejando todo tirado, los primeros rayos del sol

traspasaban el follaje de los enormes árboles y no había rastro de los hombres, la paz y la

calma habían regresado al bosque, las hormigas continuaron con sus labores luego de haber

salido victoriosas en su lucha contra los hombres, el invierno llego y las hormigas

sobrevivieron a él.

Bibliografía:
Remisio, Y. (2019). El pequeño ejército. Florencia. Colombia

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