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De Lellis Introduccion A La Salud Publica Como Area de Conocimiento y de La Accion Ficha - Salud - Publica
De Lellis Introduccion A La Salud Publica Como Area de Conocimiento y de La Accion Ficha - Salud - Publica
AUTORES:
Martín de Lellis.
Carolina Interlandi.
Susana Martino.
Febrero de 2014
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INDICE
5. BIBLIOGRAFIA
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1. PROPÓSITO Y OBJETIVOS DEL MATERIAL DE LECTURA
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2. LAS CONCEPCIONES ACERCA DE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD
Por ello es que, partiendo del supuesto de que la salud debe ser considerada como una
construcción social relativa, es importante hacer un breve repaso en torno a las
concepciones adoptadas en cada momento histórico.
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alejamiento de las sustancias de desecho, contribuyendo a la prevención de epidemias y
la ocurrencia de muertes en las poblaciones.
En otros lugares del mundo, como la India, la medicina ayurvédica señalaba, ya desde
esta época, que el origen de las enfermedades no se relacionaba solo con la voluntad de
los dioses, sino también con los cambios en el clima, con la adopción de hábitos
relativos a la dieta, con las reglas de higiene, con los factores materiales vinculados al
ambiente y con los modos de vida.
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insensiblemente y con placer” mientras que la enfermedad quebraba aquello que
Bernard perceptivamente describía como “el silencio de los órganos” (citado en
Canguilhem, 2004; pág.49)
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Esta concepción innovadora toma, en parte, los conceptos promovidos por Sigerist
(1941), logrando una buena aceptación y una rápida difusión en el área de la salud
pública. La salud comienza a ser concebida en términos positivos, es decir, incluyendo
aspectos subjetivos ligados al bienestar, e integrando lo mental y lo social, además de lo
físico.
Si bien esta definición marcó un hito histórico destacable en el campo sanitario, a partir
de ella, surge un interrogante central: ¿Acaso los individuos “sanos”, de diversos
entornos culturales y políticos, presentan siempre un “completo” y continuo estado de
bienestar físico, mental y social?
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subclínicas de ciertas enfermedades -como las distimias, los tumores, las depresiones en
fases subclínicas, las úlceras en etapas precoces, algunas crisis epilépticas parciales,
etc.- las personas pueden seguir manteniendo tanto la sensación de bienestar como la
capacidad de realizar sus tareas cotidianas. Por lo tanto, se deberá reflexionar sobre las
múltiples manifestaciones del proceso de salud-enfermedad, que pueden darse al mismo
tiempo, y que reflejan tanto los aspectos positivos como los negativos del constructo.
Recapitulando:
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Considerando los desarrollos anteriores y fundamentándose en que la salud no es un
fin en sí misma, sino un medio para el logro de metas vitales, surge la definición de
la Cátedra:
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3. EL CAMPO DE LA SALUD PÚBLICA: RECORRIDO HISTÓRICO SOBRE
SU SURGIMIENTO Y NOCIONES CENTRALES PARA LA COMPRENSIÓN
DEL CONCEPTO
En la segunda mitad del siglo XVIII, con el incipiente desarrollo industrial, comenzaron
a desplegarse una serie de transformaciones que impactaron sobre las condiciones de
salud- enfermedad, de vida y de muerte de los seres humanos. La creciente demanda de
mano de obra provocó grandes migraciones del campo a las grandes ciudades,
acarreando fenómenos de desarraigo y de pauperización social. Aquellos que emigraron
debieron vivir bajo situaciones de constante explotación laboral, en circunstancias
habitacionales precarias, y sin ningún tipo de normas de higiene o de salubridad.
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“más de la mitad de los niños de las clases obreras morían antes de llegar a los cinco
años” (Chadwick, 1843), mostrando estadísticamente el impacto que sobre la salud
tenía el deteriorado medio urbano británico, y abogando por una intervención de los
poderes públicos en el saneamiento de las ciudades.
Es en esta fase de la salud pública que comienzan a desarrollarse los primeros trabajos
enmarcados en la denominada medicina social (Rosen, 1985), cuyos epígonos
plantearon, de forma contundente, que los factores sociales y la posición que el
individuo ocupa en la estructura social determina la situación de salud. En un discurso
Sobre la miseria de los pueblos como madre de las enfermedades del año 1790, Joan
Frank afirmó que: “el rico y el pobre tienen padecimientos peculiares (...) debido a que
cada clase social sufre las enfermedades determinadas por su diferente modo de vivir”
(Rosen, 1985; pág.163).
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democracia completa y sin restricciones, educación, libertad y prosperidad”. (Rosen,
1985, pág. 78).
También debe señalarse, como una de las corrientes que surgen a partir de la medicina
social, los estudios e intervenciones vinculados con el concepto de higiene, dirigidos a
la protección y mejoramiento del medio ambiente. Para Bequerel (1883), la higiene es
conceptualizada como una ciencia que versa sobre la salud con el doble objetivo de
conservarla y perfeccionarla, diferenciándose en higiene privada, como aquella que trata
de la salud individual, e higiene pública, como aquella que trata sobre la salud colectiva.
Este movimiento basado en estudios y aplicaciones será retomado incluso por Ryle
(1994), quien acuñará mucho más tarde el concepto de higiología para diferenciarla de
la patología y afirmará anticipatoriamente:
Pero esta no constituyó la única visión científica e ideológica vigente en esta época. Con
la invención del microscopio, el área de la microbiología recibió un gran impulso,
posibilitando la investigación e identificación de los agentes causantes de las patologías
(ej: bacterias, microbios, virus). Estos descubrimientos (expresados por ejemplo en el
hallazgo y desarrollo de vacunas), producidos hacia finales del siglo XIX, promovieron
que investigadores como Pasteur, Cohn y Koch sienten las bases para los tratamientos
con antibióticos y la prevención de las enfermedades infecciosas mediante las acciones
de inmunización masiva destinadas a padecimientos tales como la viruela (actualmente
erradicada), la poliomielitis, el tétanos, la difteria, la gripe y el sarampión. Como señala
Arouca (2008), siguiendo los planteamientos de Foucault:
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Si bien estas medidas curativas y preventivas ligadas al modelo médico fueron
relevantes, diversos historiadores de la salud pública, tales como René Dubos (1989) y
Thomas Mc Keown (1986), han demostrado que las grandes conquistas en la mejora de
la salud de las poblaciones se han obtenido gracias a cambios acontecidos en las
condiciones de vida. Entre estos logros se pueden mencionar: el incremento del nivel
educacional, la mayor disponibilidad y seguridad de los alimentos, la reducción en el
tamaño de las familias, la accesibilidad al agua potable, la eliminación segura de
excretas, la aprobación de leyes en materia de legislación laboral, entre otros. Fueron
estas grandes victorias a nivel social, y las políticas de salud orientadas a modificar los
entornos y la salubridad del medio ambiente, las que indujeron variaciones en los
perfiles demográficos y de morbimortalidad de las poblaciones a nivel mundial.
Debemos consignar por otra parte que los modos de protección social han estado
siempre presentes, aunque en un primer momento fueron intensamente vinculados a las
redes de apoyo de carácter informal. Tradicionalmente, es a través de ellas, que en las
comunidades aseguraban protección y/o seguridad a sus miembros, ante las principales
contingencias que podían amenazar la vida e integridad psicofísica. Sin embargo,
finalizando el S XIX, el Estado interviene de forma más directa en la configuración de
los modos de aseguramiento destinados a dar cobertura y protección a las enormes
masas de trabajadores incluidas en el cada vez más desarrollado aparato productivo.
A partir de ese momento, a través del sistema de seguridad social que estará
directamente vinculado a la adscripción por rama laboral, se asegurará un mayor grado
de protección a los trabajadores y sus familias, mediante una serie de medidas que, de
no existir, ocasionarían la desaparición, o una fuerte reducción de los ingresos, por
causa de enfermedad, maternidad, accidentes de trabajo, patologías laborales,
desempleo, invalidez, vejez y muerte. Al mismo tiempo, el sistema de protección social
también tiene como objeto ofrecer resguardo en forma de asistencia médica o asistencia
social y/o pecuniaria directa a las familias con hijos.
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Durante el Siglo XX, se comenzaron a crear en Europa redes de dispensarios para
asistencia integral de la tuberculosis, las enfermedades venéreas y las materno-
infantiles, incorporándose la figura de la visitadora social y los fichajes familiares. El
informe Dawson publicado en Inglaterra durante el año 1920 concibió y promovió los
centros ambulatorios de salud, con equipos multidisciplinarlos y enfoques preventivos,
que resultaron un antecedente muy relevante de las recientes formulaciones en torno a la
Atención Primaria de la Salud (OPS, 1964).
La profunda crisis social y económica, que sobrevino a las dos guerras mundiales,
planteó la necesidad de fortalecer estrategias orientadas a garantizar los derechos
básicos de los ciudadanos. Las medidas de protección social pasan a ser centrales para
el desarrollo de los Estados creándose en Inglaterra, en 1948, el National Health Service
(Servicio Nacional de Salud), primer sistema de salud basado en los preceptos de
universalidad, solidaridad y equidad. Estas ideas trascendieron su país de origen e
influyeron en la creación de otros sistemas sanitarios fundamentados en estas premisas,
como por ejemplo, el sistema de salud alemán.
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dificultades provocaron un replanteo respecto de los temas de salud que debían ser
abordados prioritariamente por quienes adoptaban decisiones en los diversos contextos
sociales.
Biología humana
Incluye todos los hechos relacionados con la salud, tanto física como mental, que se
manifiestan en el organismo como consecuencia de los componentes biológicos
fundamentales del ser humano y la constitución orgánica de cada individuo.
Medio ambiente
En un primer momento se define como todos aquellos factores que son externos al
cuerpo humano y sobre los cuales la persona tiene poco o ningún control (Lalonde,
1974). Por ejemplo la contaminación ambiental o la inocuidad y la pureza de los
alimentos o del agua. Con posterioridad, otros autores, como Salleras- Sanmartí (1990),
incluyeron en este componente factores sociales, entre los que destacan ciertas
problemáticas tales como el desempleo o la pobreza.
Estilo de vida
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hábitos personales perjudiciales, conllevaban riesgos que se originaban supuestamente
en la conducta del propio individuo.
Sin embargo, otras perspectivas más actuales (Restrepo & Málaga, 2002), destacan que
es inapropiado trasladar la responsabilidad de la salud a la persona en forma exclusiva.
Los patrones de conducta están relacionados con factores cognitivos y emocionales, los
cuales se generan y manifiestan en contextos que recogen experiencias pasadas,
situaciones culturales, políticas, económicas y del ambiente de una sociedad en
particular.
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importante de evidencias de que otros determinantes, como las condiciones de vida y de
trabajo, resultaban crucialmente importantes para incrementar la salud de una población.
A partir de este momento, surge un movimiento que se denomina como “la Nueva
Salud Pública” que, en contraste con la salud pública tradicional que actuaba sobre los
aspectos biológicos del individuo y del medio ambiente (ej: tratamiento de excretas y
limpieza del sistema de alcantarillado), se ocupa de la promoción de la salud y la
prevención de enfermedades mediante estrategias que apuntan a la modificación de los
estilos de vida y de los entornos sociales a través de políticas públicas, el
fortalecimiento de la redes sociales y la participación comunitaria. (OMS, 1996).
En los finales de la década del 70, ligado a los avances que logra este enfoque, acontece
un hecho de gran trascendencia, la Atención Primaria de la Salud comienza a ser
adoptada como la principal estrategia para lograr la equidad y la reducción de las
desigualdades en cuanto al acceso a la salud de las poblaciones. En el año 1978, la meta
salud para todos en el año 2000 es fijada como objetivo mundial en la Declaración de
Alma Ata sobre Atención Primaria de la Salud en la Conferencia llevada a cabo en
dicha ciudad.
En la década de los 90 se manifiesta, en forma aguda, una crisis en los sistemas de salud
y en el campo de la seguridad social, que no ha dejado de profundizarse aún más en los
últimos años. Al ser cada vez mayores las brechas distributivas entre los sectores más
acomodados y aquellos que captan menores recursos, el acceso equitativo a la salud
para todos se obstaculiza, colocando permanentemente sobre el tapete la discusión
acerca del rol del Estado como su principal garante. Esto ha conducido a que en
diversos países se privaticen múltiples servicios de salud, profundizándose la diferencia
entre una atención de calidad para ricos, y una atención para pobres que no cumple con
estándares mínimos de calidad para responder a las necesidades de la población.
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3.2. El campo de la salud pública
Retomando diversas cuestiones, en este apartado se desarrollarán las ideas centrales que
permitirán comprender el concepto polisémico de salud pública. Para ello debemos
decir que:
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especialización fue apoyada por la creación de escuelas de salud pública que se
propagaron a nivel mundial y que le dieron legitimidad técnica a la misma.
Diversos sanitaristas han intentado clasificar estas acciones. Así es cómo tanto Henry
Sigerist (1941) y Leavell y Clark (1958) propusieron categorías similares que serán
objeto de un ulterior desarrollo, y que se sintetizan en la promoción de la salud y la
prevención específica de la enfermedad, clasificada esta última de acuerdo al momento
y/o la oportunidad en la que se adopta la intervención.
Por supuesto que desde el enfoque de la salud pública, previamente a toda conducta
preventiva se deben adoptar prácticas diagnósticas que permitan establecer la situación
actual de salud y el pronóstico que cabe esperar de no adoptar ninguna forma de
intervención. Para ello, la disciplina que auxilia a la Salud Pública es la epidemiología,
que será abordada en profundidad en otras unidades de la materia.
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3.3. Promoción de la salud (PS)
A lo largo de estos últimos 20 años se han publicado varias definiciones sobre la PS,
entre las cuales se destacan las siguientes: "La PS es concebida, cada vez en mayor
grado, como la suma de las acciones de la población, los servicios de salud, las
autoridades sanitarias y otros sectores sociales y productivos, encaminados al
desarrollo de mejores condiciones de salud individual y colectiva" (OPS/OMS, 1990,
citado por Restrepo & Málaga, 2001, pág. 29).
Según Restrepo y Málaga (2001) frente a la consabida crisis del concepto biomédico de
salud, las acciones de PS comienzan a transformarse en una prioridad. La PS se sustenta
principalmente en un paradigma holístico de la salud, que integra todas las
características del "bienestar humano", conciliando dos aspectos fundamentales: la
satisfacción de las llamadas "necesidades básicas" y el derecho a otras "aspiraciones"
del ser humano. Es decir, que además de tener donde vivir, qué comer, dónde acudir si
se está enfermo y contar con trabajo remunerado, también se necesita alcanzar otras
cuestiones, tales como la paz, la justicia, una existencia digna, una buena calidad de
vida, la posibilidad de crear, de innovar, de sentir placer, de tener acceso al arte y la
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cultura y de llegar a una vejez sin discapacidades y con la plena posibilidad de continuar
disfrutando hasta que el ciclo vital llegue a su fin.
Estos ejes son la base para conformar la agenda de los países y la operacionalización de
cada una de ellas implica generalmente lograr avances en las restantes. Además, el
desarrollo de acciones en cada una no es factible sin la participación de diversos
sectores, instituciones, organizaciones (gubernamentales o no gubernamentales) y de los
ciudadanos; y sin la genuina integración de distintas disciplinas, entre las cuales tiene
un rol destacado la psicología (Saforcada, de Lellis & Mozobancyk, 2010).
El último gran encuentro sobre PS, fue celebrado en Finlandia en el año 2013,
centrándose en el enfoque Salud en Todas las Políticas (STP). El mismo se basa en la
idea de que la salud viene determinada en gran medida por factores externos al ámbito
sanitario, por lo cual, una política sanitaria eficaz debe articularse con las políticas
sociales, las fiscales, aquellas relacionadas con el medio ambiente, con la educación y
con la investigación. La Declaración de Helsinki, surgida de esta conferencia, hace un
llamamiento a los gobiernos para que incorporen a la salud y a la equidad en sus
agendas y avancen en estructuras, recursos y capacidad institucional de apoyo a la
estrategia de STP.
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Para concluir, realizaremos un punteo de las cuestiones centrales en relación a como
concebir la PS:
Prevención primaria
Alude a las acciones adoptadas sobre ciertos grupos poblacionales, con la finalidad de
suprimir los factores de riesgo y/o brindar medidas de protección específica ante
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enfermedades reconocidas. La meta de los programas de prevención primaria radica en
llegar a la mayor cantidad posible de grupos de población que están en riesgo de sufrir
un daño determinado.
Prevención Secundaria
Prevención Terciaria
Tiene como objetivo mitigar o disminuir las secuelas discapacitantes asociadas con las
enfermedades y/o lesiones una vez producidas, o bien reducir y/o evitar las recaídas o
complicaciones mediante medidas de rehabilitación e inclusión, que permitan al sujeto
recuperar sus capacidades físicas, psíquicas y/o sociales.
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el control y seguimiento, para lograr una efectiva adhesión al tratamiento y a las
medidas de rehabilitación oportunamente adoptadas. Por ejemplo, en lo relativo a
rehabilitación, se puede mencionar la realización de fisioterapia luego de retirar un yeso
por fractura o luego de una cirugía reparadora sobre lesiones en la rodilla de un
deportista.
Hacia fines del siglo XIX y principios del XX, las enfermedades que mantenían en vilo
a la salud de las poblaciones eran las “enfermedades infecciosas”. En aquella época,
gracias al paradigma médico hegemónico, la creencia en que un virus o una bacteria
eran causa suficiente para ocasionar una enfermedad llevó a que el modelo de causa
simple-efecto simple se transforme en el imperante para explicar la causación de las
patologías contagiosas.
Esta teoría, también llamada del germen o de la díada agente-huésped, afirmaba que
existe una sola causa para cada efecto y que ambos eventos se relacionan en forma
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lineal. Se asumía que las infecciones podrían erradicarse, eliminando los gérmenes que
las causaban (Mac Dowell & Norland, 2001).
CAUSA EFECTO
AGENTE HUESPED
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factores de riesgo para la diabetes tipo 2 en adultos se pueden mencionar: la edad, el
índice de masa corporal, el sedentarismo, el consumo de alimentos no saludables, los
antecedentes de glucemia elevada, el historial familiar de diabetes, entre otros. En el
caso de la diarrea aguda en niños, los factores de riesgo identificados son: el consumir
agua y alimentos contaminados, el inadecuado manejo de excretas, el hacinamiento, el
tener familiares con enfermedad diarreica, las condiciones higiénicas deficientes, el bajo
nivel de comprensión materna, entre otros.
CAUSA
AUSA
EFECTO
CAUSA
AUSA
AGENTE
HUESPED
AMBIENTE
A pesar del progreso que implicó esta forma de pensar el origen de las patologías, la
misma no termina de desprenderse de la linealidad simplista de la unicausalidad. El
ambiente cumple sólo la función de “catalizador”, es decir, de facilitador para la
producción de los trastornos patológicos. Además, es difícil su aplicación para la
explicación de los casos en los que el “comportamiento” del propio sujeto asume el
papel de agente causal en el desarrolló la enfermedad.
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Es habitual incluso que, por razones operativas que obedecen fundamentalmente al
diseño de los programas de intervención sanitaria, muchas veces se aísla un factor para
desarrollar, en torno al mismo, acciones de carácter preventivo, en virtud del conjunto
de efectos que se asocian con él. En tal sentido, se realiza comúnmente una alusión al
tabaquismo o a la malnutrición como factores asociados a un conjunto importante de
daños que resultan del mismo, pero ello no debe llevarnos a la confusión de negar que la
comprensión de los efectos asociados a tal factor deben integrarse mediante un esquema
causal complejo que permita analizar todos los determinantes y procesos implicados en
la causación de los problemas de salud.
Este tipo de causalidad responde a lo que se define como el modelo de la caja negra,
metáfora útil para representar un fenómeno cuyos mecanismos internos permanecen
ocultos al observador. Para Moiso (2007) esta forma de comprender la salud sugiere
limitarse a la búsqueda de aquellos elementos que permitan romper la cadena causal,
haciendo innecesaria la identificación de todos los componentes del proceso de
producción de la enfermedad.
Si bien este modelo ha permitido conocer una gran porción de factores individuales
asociados con las enfermedades no-infecciosas, especialmente los asociados con el
cáncer y la enfermedad coronaria, actualmente se discute el reduccionismo implícito en
este enfoque. El abordaje de “caja negra” resultaba adecuado para identificar los
factores de riesgo y predecir la ocurrencia de enfermedad, pero soslayaba la manera en
que se ejerce la influencia causal (Parascondola & Weed, 2001) y se termina por asumir
como principio explicativo de causalidad la determinación estadística a través de una
propuesta lineal que simplifica la realidad al precio de homogeneizar las variables
introducidas en el modelo de análisis.
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4.3. Modelo de Causa múltiple- efecto múltiple
CAUSA
EFECTO BIOLOGIA SISTEMA MEDIO ESTILOS
HUMANA DE AMBIENTE DE
ATENCION VIDA
DE LA
CAUSA SALUD
EFECTO
CAUSA
EFECTO
Por lo dicho anteriormente, y considerando que las relaciones establecidas entre las
condiciones participantes en el proceso causal son muy complejas, y forman una unidad
imposible de conocer completamente, estos cuatro componentes no dan cuenta de la
mayoría de los determinantes que actúan dentro de la compleja trama de la vida.
Durante los años noventa creció el interés por comprender las conexiones dentro del
llamado modelo de la caja negra; buscando marcos teóricos que describieran cómo los
ambientes físicos y sociales actúan recíprocamente con la biología y la psicología
individuales para explicar los resultados de salud. Sin embargo, tales explicaciones no
resultaban sencillas dentro de los paradigmas explicativos convencionales (McDowell,
2001).
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salud tienen lugar de manera similar a un conjunto de cajas chinas, de modo que un
sistema contiene a otro subordinado, y los cambios en un nivel influyen sobre el
subsistema correspondiente, pero no necesariamente sobre la totalidad del sistema.
Asimismo, las relaciones en cada nivel (del molecular al social), son válidas únicamente
para explicar estructuras de complejidad y jerarquía similares, que no pueden ser
generalizadas a otros niveles.
Por ello es que resulta importante retomar los planteamientos efectuados por
Castellanos (1998) en torno a los determinantes sociales de la salud desde una
perspectiva dialéctica que esclarece las relaciones entre distintos niveles y factores de
determinación.
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Para Álvarez Castaño (2009) los determinantes sociales de la salud implican un campo
de conocimiento y de acción que busca establecer, como lo señalan Solar e Irwin
(2007), aquellos elementos de la estructura social que condicionan la posición que las
personas alcanzan en la sociedad, teniendo un efecto directo en la distribución de los
problemas de salud. Por lo tanto, es un concepto diferente a la tradicional perspectiva
del riesgo y se relaciona con el análisis, desde un enfoque poblacional, de las
inequidades entre grupos sociales.
Es decir que en cada sociedad se manifiestan modos de vida que son producto de los
procesos generales que dependen de las características del medio donde se asienta, de su
organización económica y política, de su forma de relacionarse con el medio ambiente,
de su cultura, de su historia y de otros procesos generales que conforman su identidad
como sociedad.
El modo de vida es, a su vez, una unidad conformada por las diversas condiciones de
vida de los diferentes grupos de población que la integran y por las relaciones que se
establecen entre ellos. La situación de salud de cada grupo de población, en particular,
se articula estrechamente con sus condiciones de vida. Asimismo, cada individuo o
pequeño grupo de ellos, como puede ser la familia, tiene un estilo de vida singular,
relacionado con sus propias características biológicas, su medio residencial y laboral,
sus hábitos, sus normas o valores, así como su nivel educativo.
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La relación entre el modo, las condiciones y los estilos de vida, como determinantes de
la situación de salud puede ser entendida como un sistema complejo, jerárquico y
abierto. Es decir, cada nivel superior contiene a los otros, pero cada uno constituye un
nivel de organización en sí mismo, en el que emergen procesos y cualidades específicas
que no son la suma de los componentes del nivel inferior ni la consecuencia mecánica
de los procesos del nivel superior.
Modos de vida
Condiciones de
vida
Estilo de vida
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de los grupos de población, y las de largo plazo con las variaciones en el modo de vida
general de la sociedad.
Los cambios que puedan introducirse en los procesos del nivel más general, el del modo
de vida de la sociedad, tendrá unos efectos sobre la situación de salud más lentos pero
más estables y prolongados; mientras que aquellos correspondientes a niveles inferiores
del sistema, sobre los estilos de vida, tienen un efecto más rápido pero menos duradero.
Las acciones sobre niveles intermedios, llevados a cabo sobre las condiciones de vida,
mediante estrategias poblacionales, podrían necesitar un tiempo relativamente mayor
que las atenciones sobre los individuos, pero tendrán un efecto más prolongado y
estable.
Esto nos lleva a destacar también que las relaciones del hombre con la naturaleza están
mediadas por su conciencia, por su capacidad de percibir el mundo que lo rodea, de
desarrollar concepciones, valores y hábitos, de organizarse y de expresar sus
sentimientos. La reproducción de las formas de conciencia y de conducta constituye así
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otro de los procesos esenciales de la reproducción social. Entre las instituciones
mediante las que se reproducen estas formas se encuentran los grupos familiares, las
diversas formas de organización y acción política y cultural, los sistemas de educación
formal e informal y los ordenamientos legales.
Cada uno de estos cuatro procesos contiene, a su vez, procesos conflictivos, favorables
o desfavorables a la existencia y a la realización de los proyectos de la sociedad y de sus
diferentes grupos e individuos. La situación de salud que resulta de dichos procesos
puede ser mejorada o perjudicada, en la medida en que se modifiquen las diferentes
dimensiones de la reproducción social. Es decir que, estos cuatro procesos son
mediadores a través de los cuales los procesos más generales económicos, políticos,
culturales y ecológicos de una sociedad, se manifiestan en la vida cotidiana de sus
integrantes, concretándose en perfiles de problemas de salud.
Para trabajar sobre cada perfil de problemas de salud, se deben identificar primero los
procesos vinculados a su determinación y, posteriormente, decidir cuáles han de ser las
estrategias de intervención con mayor impacto para mejorar dicha situación. Desde esta
perspectiva, la situación de salud está estrechamente vinculada con la vida cotidiana de
los individuos y las poblaciones, siendo este el espacio privilegiado de intervención de
la salud pública.
En definitiva, las políticas y planes de salud intervienen a nivel de los procesos antes
descriptos. Es así como actúan sobre los procesos predominantemente biológicos, por
ejemplo, elevando la resistencia inmunológica mediante vacunas, reduciendo la
susceptibilidad frente a las enfermedades, así como asegurando mejores condiciones
para la concepción, gestación, parto, crecimiento y desarrollo de los niños.
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Para Castellanos (1998), en este campo podrían incluirse también la mayoría de las
intervenciones de carácter clínico, orientadas a reducir los riesgos de muerte precoz
mediante el adecuado diagnóstico y tratamiento de los enfermos.
Las políticas de salud y medio ambiente también intervienen en los procesos ecológicos,
con políticas y acciones de control de la contaminación y degradación del ambiente, así
como del micro ambiente residencial y laboral, con medidas de saneamiento básico y de
control de riesgos ambientales en viviendas y puestos de trabajos insalubres. También
se trabaja sobre las formas de conciencia y de conducta mediante la educación sanitaria
y las actividades de promoción de valores, hábitos y conductas favorables a la salud,
tanto en el plano individual como colectivo.
Finalmente, en cuanto a los procesos económicos, por ejemplo, los servicios de atención
médica constituyen una forma de redistribución social mediante la seguridad social, que
en algunos países, representa una parte significativa del salario social: también la
distribución de alimentos y medicamentos puede ser considerada desde esta perspectiva,
al igual que algunas acciones de salud laboral, por cuanto repercuten en la productividad
del trabajo.
Según el nivel de abordaje los procesos a través de los que se concreta esta articulación
entre los procesos biológicos y sociales, estarán en el ámbito de la reproducción del
modo de vida, de las condiciones de vida y del estilo de vida, respectivamente, y en las
características de las estrategias de intervención propias de cada nivel.
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social de las sociedades (generales), de los grupos (particulares) y de los individuos
(singulares) y se muestra en el espacio de la vida cotidiana en los múltiples «procesos
mediadores» en los que discurre la vida real.
5. BIBLIOGRAFÍA
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