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Un breve recorrido por La Educación Privada en la República Argentina

El Sistema Educativo Privado nace en el país mucho antes de su


organización política e institucional. Son las primeras órdenes religiosas que
llegan a estas tierras durante el Estado Colonial las que empiezan a enhebrar
el futuro sistema educativo argentino. Por lo tanto debe reconocerse que el
mismo tiene sus orígenes en el aspecto religioso y colonizador que llevaron
adelante en estas tierras las órdenes jesuíticas, franciscanas, salesianas y
otras que expandieron la labor educativa mucho antes que se constituyera el
Estado argentino

Con la Organización Nacional, a través de la Constitución Nacional de


l853, quedan plasmados los derechos esenciales de enseñar y aprender 1 que
fueron la piedra angular de nuestro sistema educativo. Recién a mediados del
Siglo XIX, se reguló legislativamente el derecho antes expuesto. Es así como
aparece la Ley Provincial N° 934, conocida como la Ley de Libertad de
Enseñanza, sancionada en 1878, y la Ley Nacional de Educación N° 14202,
sancionada en 1884. En ambas, se denomina al tipo de enseñanza privada
como la de los colegios particulares.

A mediados del siglo XX, la Provincia de Buenos Aires sanciona la Ley


N° 5.6503 y la Nación, la Ley 13.0474, que reconocían expresamente la facultad
de crear instituciones educativas a los particulares denominándolas “Escuelas
Particulares”. Años mas tarde, la Ley Provincial N° 8.727 5, sancionada en 1977,
eleva el rango de la CEDNO (Comisión de Equiparación Docentes No Oficiales)
al de Dirección. Aquella Dirección de Enseñanza No Oficial (DENO) ya tenía
entre sus principios fundacionales un objetivo hoy recuperado en la gestión,
como lo es el incluir la oferta de educación privada dentro de un mismo sistema
educativo con la gestión estatal6.

1
Constitución Nacional Artículos Nº 5,14,18,19 y 75
2
Ley Nacional N° 1420, Capítulo 1, Artículo 4.
3
Ley Provincial N° 5650, Capítulo 1. Artículo 3.
4
Ley Nacional 13047, Artículos 1, 2 y 3.
5
Ley Provincial N° 5650, Artículo 3.
6
Ley Provincial N° 5650, Artículo 1.
En abril de 1993, se sanciona una Ley de alcance nacional para la
Educación Argentina, la Ley Federal de Educación N° 24.195 que garantiza el
acceso a la educación a toda la población, no sólo mediante la creación y
sostenimiento de sus propios establecimientos, sino también a través de la
autorización y supervisión de los creados por iniciativa de las personas físicas y
jurídicas, Iglesia Católica, los credos reconocidos por la Secretaría de Culto y
las Asociaciones de Padres constituidas jurídicamente y que demuestren su
dedicación a la educación7.

El derecho de enseñar y aprender consagrado por las constituciones


Nacional y Provincial y los principios establecidos por esta Ley Federal de
Educación, quedaron regulados para el territorio bonaerense por la Ley
Orgánica de Educación de la Provincia de Buenos Aires N° 11.612. Esta Ley
incluye en el Capítulo X a la Gestión Privada; reemplazando a la Ley 8.727 y su
Decreto reglamentario, que desde el año 1977 era el marco regulatorio de la
actividad educativa privada de la provincia, denominando a la Dirección de esta
rama como Dirección de Educación de Gestión Privada, otorgándole
facultades más amplias y acorde a la magnitud del subsistema de su
jurisdicción, y reconociendo a los servicios educativos bajo su dependencia,
como integrantes de un Sistema Educativo Provincial Único; a la vez que
establece sus deberes y derechos. El 21 de junio de 2001, por Resolución N°
2440, y por Disposición N° 571, ésta obtiene el rango de Dirección Provincial
denominándose: Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada,
pudiendo de esta forma sentarse a discutir las políticas educativas en un rango
de igualdad con otras dependencias de la Dirección General de Cultura y
Educación.

Los organismos de conducción educativa de la Provincia de Buenos


Aires 1817-1995

7
Acuerdo Marco sobre Educación Pública de Gestión Privada. XL Asamblea Extraordinaria del Consejo
Federal de Cultura y Educación. MCyE.
En este recorrido debemos partir del año 1817, en el cual el Cabildo de
Buenos Aires crea la Dirección General de Escuelas de la ciudad y de la
campaña con el objeto de institucionalizar la conducción de la educación que
la provincia venía practicando y desarrollando desde dos siglos antes.

No debemos olvidar que este período se encuentra caracterizado por


una lucha entre los poderes coloniales y las incipientes instituciones
nacionales. Es así que en 1820, el gobernador Martín Rodríguez, en su intento
por restarle poder al Cabildo, crea el cargo de Inspector General de Escuelas,
que coexistirá con el cargo de Director General de Escuelas. Esta lucha de
poderes se mantendrá hasta el año 1875, teniendo la educación una
conducción disgregada y cambiante sometida a los avatares políticos, que
darán como resultado una educación desorganizada especialmente en la
campaña y una atención desigual a la población de la ciudad en general.

Recién en el año 1875 con la creación de la Ley Provincial de Educación


Común N° 988, se unifica el sistema educativo de la provincia y culmina un
largo proceso de luchas políticas en pos de la organización de la conducción
educativa. Esta Ley combina una conducción central colegiada, a cargo de un
Consejo General de Educación, compuesto por ocho miembros, y un Director
General de Escuelas, cargo que asume Domingo Faustino Sarmiento, y una
conducción local, a cargo de los Consejos Escolares, electivos por cada
parroquia de la capital y por los distritos de la campaña. Situación ideal
diseñada por Sarmiento, que entra en crisis cuando desde el poder central se
considera que las conducciones locales abusan de los poderes otorgados,
debiendo remediarse la situación con la reforma de la Ley Provincial de
Educación en 1905 que limita las funciones de dichos organismos, iniciándose
un período de fuerte centralización del sistema. 8 (Munín, 1993).

Es de destacar que ésta Ley constituye uno de los antecedentes más


significativos para la posterior sanción en el año 1884 de la Ley Nacional de

8
Ley Provincial Nº 1905
Educación Común N° 1420. Marcando ambas la completa articulación del
sistema educativo moderno de la República Argentina.

Pese a ser creada la Dirección General de Escuelas como conducción


de la educación pública de la provincia en 1817, recién logra el monopolio de la
misma a partir de la primera Ley de Educación en 1875, monopolio que aún
sigue disputando con los Consejos Escolares, como instancias de importante
poder local hasta la reforma de la Ley en 1905. A partir de esa fecha comienza
un importante proceso de creciente centralización y aumento del aparato
burocrático, cuyo auge se produce hacia 1950 con el acceso masivo de la
población a la educación primaria (Munín, 1993).

En la Provincia de Buenos Aires la estructura de la Dirección General de


Escuelas se mantuvo con diversas modificaciones hasta el año 1949, en el cual
se crea el Ministerio de Educación de la Provincia. Los períodos posteriores
estarán caracterizados por la alternancia de estas dos estructuras en
consonancia y concordancia con la historia pendular argentina entre gobiernos
civiles y militares hasta el año 1983, cuando el retorno a la democracia marca
el restablecimiento de la Dirección General de Escuelas junto al funcionamiento
del Consejo General de Educación como única conducción de la educación
provincial, agregando la palabra Cultura en su nombre que hasta hoy se
mantiene como Dirección General de Cultura y Educación.

La nueva etapa democrática marcó la necesidad de efectuar cambios y


la posibilidad de generar una reforma educativa que tuviera como objetivos
prioritarios el mejoramiento individual y social de la población y la idea de
extender la obligatoriedad de la educación a sectores que antes estaban
excluidos y marginados del sistema. Actualmente, y luego de haber transitado
un largo periodo caracterizado por la agudización de la crisis económica y
social, la Dirección General de Cultura y Educación se encuentra ante la
necesidad de responder a la redefinición del concepto de educación como un
bien social, profundizando procesos de descentralización que confieren mayor
poder a diversas instancias locales de la organización, ya sea en cuestiones
administrativas y / u organizativas iniciando un procesos de fuerte
segmentación del sistema, donde se convierte en un verdadero desafío el
sostener los principios de calidad y equidad explicitados por la Ley de
Educación N° 11.612 en aquellas escuelas y distritos donde se encuentra la
población de menores recursos.

Mg. Nancy Alejandra Andrade

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