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Conceptos
Conceptos
TEMA: conceptos.
Esto significa que el poder del soberano era formalmente único, indivisible,
inalienable, incontrolable y pleno. En otras palabras, era un poder absoluto, y
de allí el nombre que se le confiere como ideología, es decir, el absolutismo.
Los orígenes del uso político de la palabra son inciertos, pero podrían provenir de
la expresión latina prínceps legibus solutus est (“el príncipe no está sujeto a la
ley”), acuñada por el jurista romano Ulpiano.
INICIOS DEL ABSOLUTISMO
La ley de Dios. El Rey estaba sometido, como todo buen cristiano, a las
leyes morales de la religión y de la Iglesia.
El derecho natural. Ciertas partes del derecho, que atañían a los aspectos
más fundamentales de la cultura y que por lo tanto no eran consideración
del Rey, se preservaban en el absolutismo. Leyes como la herencia, el
mayorazgo, etc. que eran consideradas “naturales”.
Las leyes fundamentales del Reino. Leyes heredadas de la historia
política del Reino y que formaban una especie de Constitución intangible,
fundamentada en la tradición y que no estaban necesariamente escritas,
como la ley de sucesión de los propios monarcas.
Economía absolutista
La influencia ejercida por los reyes absolutistas sobre el clero fue sutil y discreta.
En teoría, el Rey absolutista era el jefe temporal de la iglesia, cuyos hilos debía
manejar. Sin embargo, el clero era demasiado grande y aún poderoso para
controlarlo directamente, por lo que la influencia ejercida por los reyes absolutistas
sobre el clero fue más bien sutil y discreta. En algunos casos, los más católicos, el
Papa seguía siendo una institución respecto a los asuntos religiosos. En otros, el
Rey podía nombrar, destituir e interferir en los cargos clericales.
Instituciones absolutistas
Sociedad absolutista
CONTRACTAUALISMO
Orígenes
El contractualismo fue causa y consecuencia de un cambio de percepción de la
sociedad (o en todo caso de sus elites) respecto del poder y su naturaleza. Hasta
el siglo XVII predominaba la idea de que el poder se justificaba de manera natural
o apelando a instancias religiosas, de forma que más allá de todo cambio
circunstancial, los seres humanos vivían en sociedades ordenadas y reguladas
conforme a ciertas reglas que excedían su capacidad de decisión. Así, el rey lo era
por gracia de Dios (como se afirmaba desde las concepciones monárquicas) o los
esclavos lo eran por naturaleza (como proclamara Aristóteles). Si bien hubo
intentos precedentes de romper con esa concepción (por ejemplo, por parte de la
escuela sofista en la antigua Grecia, que defendía el convencionalismo y el
relativismo, o por parte de Guillermo de Ockham en el siglo XIV, o las teorías
pactistas medievales) la legitimación más aceptada era que las relaciones de
mando y obediencia nacían de reglas invariables y venían prefijadas por la
tradición, la naturaleza o la voluntad divina, y en cualquier caso no se sometían a
la voluntad de los interesados. Sin embargo, con el advenimiento de la sociedad
moderna, el panorama fue cambiando paulatinamente. Las razones de ese cambio
son diversas y están fuertemente interrelacionadas entre sí. Estas son algunas de
ellas:
El resultado combinado de todas estas tendencias, junto con otros factores, tuvo
como consecuencia una crisis política producto de una crítica social sin
precedentes, vivida en cada territorio a ritmos distintos en función de su contexto
político o económico, de manera revolucionaria en unos casos, en otros de
manera más pacífica. Lo cierto es que en el periodo comprendido entre fines del
siglo XVIII y principios del siglo XIX se produjo algún cambio en el régimen político
de prácticamente todos los territorios europeos y americanos, lo que convirtió al
contractualismo en el único recambio teórico ante un Antiguo Régimen herido de
muerte.
ESTRUCTURA BÁSICA
Estado de naturaleza. Hobbes intenta imaginar cómo sería la vida de los seres
humanos antes de la aparición de la sociedad. Apelando a una concepción
pesimista del ser humano, que según Hobbes es un ser dominado por sus
pasiones, establece que el estado de naturaleza se caracteriza por la precariedad
y la violencia, pues no existiendo ley ni autoridad nada es justo ni injusto, y todos
tienen derecho a todo. Ya que los seres humanos son aproximadamente iguales
en fuerza y maldad ninguno prevalece sobre otro, generándose lo que él llamaba
“bellum omnium contra omnes” (una guerra civil permanente de todos contra
todos), en la que la vida es breve e insoportable. Hobbes lo resume con la
expresión latina “homo homini lupus” (el hombre es un lobo para el hombre).
Posteriores formulaciones
John Locke, por ejemplo, en sus “Dos tratados sobre el gobierno civil” mantuvo el
esquema original para adaptarlo a las necesidades del estado liberal:
Estado de naturaleza. Locke no prejuzga la maldad o bondad del ser humano. Se
limita a afirmar que antes de la aparición del Estado (es decir, del pacto y de la
sociedad) los seres humanos gozan de ciertos derechos naturales: vida, libertad y
propiedad, fundamentalmente. Pero lo cierto es que la inexistencia de una
autoridad imposibilita la protección de esos derechos.
Pacto. Para garantizar una vida digna y pacífica, los individuos ceden sus
derechos a un soberano (o grupo de soberanos), pero teniendo en cuenta que tal
cesión no es perpetua ni irrevocable. Locke reconoce así el derecho a la rebelión
si el soberano no cumple con los límites de lo pactado.
Estado de naturaleza. Rousseau afirma que lejos de ser una guerra civil
permanente, el estado de naturaleza se caracteriza por la libertad, la igualdad y la
bondad. Los seres humanos viven en una suerte de inocencia originaria (lo que
fundamenta el mito del buen salvaje) justo hasta que la aparición de la sociedad (y
de la noción de propiedad) promueve el egoísmo y la maldad.
Contractualismo contemporáneo
John Rawls, por ejemplo, se centra en la posición ideal de los contratantes (un
velo de ignorancia), posición desde la cual no pueden saber qué lugar van a
ocupar con posterioridad al contrato mismo, y que facilita tomas de decisiones
justas.
Jürgen Habermas, por otro lado, se centra en lo que él llama “condiciones ideales
de diálogo”, o postulados imprescindibles para la comunicación social, y, por tanto,
política. Estos postulados se refieren a las condiciones mínimas necesarias para
llegar a un acuerdo, como, por ejemplo, el postulado de no violencia (según el cual
el proceso de debate deja de ser racional cuando se hace bajo amenaza), el
postulado de igualdad (según el cual los actores del debate deben tener igual
acceso a la información pertinente para el diálogo) y el postulado de seriedad
(según el cual el objetivo del debate ha de ser llegar a un acuerdo).
Características de la Ilustración
2. La crítica agua, así como el duro ataque al orden de cosas imperante, que
se manifestaron mediante una «marcada tendencia a apartarse»:
6. Por una marcada inquietud por aprender y por enseñar; por ensanchar los
conocimientos; por hacer progresar las ciencias; por lograr el desarrollo de
la cultura.
7.
Representantes de la Ilustración
John Locke
ENCICLOPEDISMO
Suele decirse que no hay democracia sin división de poderes. Las democracias
constitucionales han dividido el ejercicio del poder en una función ejecutiva,
legislativa y judicial. Esta noción de separación de poderes fue explicada a detalle
por Montesquieu en su obra clásica El espíritu de las leyes.
Para este filósofo, la base de la separación de poderes se encontraba en el temor
de concentrar el poder en una sola persona o cuerpo colegiado. Con sobrada
razón, Montesquieu temía que si un monarca también legislaba podría emitir leyes
tiránicas; si un cuerpo legislativo también juzgaba dispondría arbitrariamente de la
vida de los ciudadanos y que un juez con la facultad de elaborar leyes podría
devenir en un opresor. A lo largo de los siglos, esta filosofía política se ha puesto
en práctica en diversos Estados democráticos y México no es la excepción.
Este control es realizado por los jueces constitucionales, los jueces de otras altas
cortes y en ciertos casos jueces locales que también asumen dichos
procedimientos. Es así como las diversas formas organizativas del Estado, son
limitadas por los derechos fundamentales por medio de los jueces en un primer
momento, los ciudadanos por medio de sus diversas organizaciones, y
movimientos sociales en caso de que no se cumplan las defensas de los derechos
por parte de las determinaciones judiciales propuestas en un segundo momento.
En estas circunstancias los jueces con formación en lo constitucional se convierten
al mismo tiempo en controladores de las instituciones y creadores del derecho
soportándose en el texto constitucional.
CONCEPTO DE COSNTITUCION
Concepto de Constitución
Las Constituciones modernas tienen, entre otras funciones, las de prever y regular
el funcionamiento de los controles del poder político.
Para este autor, el Estado de derecho está configurado por los derechos
fundamentales y la división de poderes. Es decir, por la limitación jurídica del
Estado a través de la determinación de competencias.