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Una vivienda
100% fuera de la red
Y si bien es verdad que hoy las formas abrasivas del sistema urbano
convencional no proporcionan alternativas permanentes, se propicia el
uso y deshecho de bienes sin tomar en cuenta su extracción y
disposición final, es posible el cambio de rumbo.
Una vez detectado este factor habrá que tocar puertas para obtener
alguna respuesta lógica, es un viaje interesante el cual invito a
todos/as a tomar.
Permacultura y autosuficiencia
energética
La permacultura, es un método de diseño que habla sobre la cultura
permanente, donde el cuidado mutuo es necesario para no agotar los
sustentos de vida.
Porche de entrada/recibidor
Pasillo de distribución
Sala
Cava subterránea bajo la sala..
Comedor
Cocina
Dos baños secos completos
Pasillo de distribución II
Recamara principal
Recamara II
Baños secos.
El baño seco consta de 2 cámaras, se comienza a usar la cámara A y
la B se mantiene en espera para que una vez que se llena lo
suficiente la cámara A sea sellada; se procede a emplear la B, en lo
que la primera por procesos naturales es compostada.
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Estufa Patzari.
Las cocinas antiguas mexicanas contaban con un fogón abierto que
poco a poco fue descartado por el exceso de humo en el interior de los
hogares y excesivo uso de leña.
La estufa Patzari es una tecnología desarrollada para eficientar el uso
de leña al preparar alimentos calientes.
Energía fotovoltaica.
Se planearon dos acercamientos posibles para la generación de
energía, uno era trayendo postes y cableado desde la comunidad más
cercana y el otro era utilizando solo la energía del sol.
Estar viviendo una casa viva, que respeta el agua, que la recicla, que
tiene su propio tracto digestivo, que genera su propia energía, se hace
cargo de sus desechos, que inhala y exhala el calor y el frío para
regular su propia temperatura, para mi esto es la verdadera casa
inteligente, una casa autosuficiente.
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Lifehaus, un nuevo prototipo de vivienda que recupera técnicas de construcción ancestrales y que emplea
materiales naturales y reciclados para crear una casa cero emisiones. Esta propuesta pretende ofrecer una
alternativa sostenible y de bajo coste que ayude a paliar el problema del acceso a la vivienda en países en vías
de desarrollo.
La idea de crear este prototipo surgió en 2014 de la mano del arquitecto libanés Nizar Haddad y de la
periodista australiana especializada en medioambiente Nadine Mazloum. Desde entonces, ambos han centrado
sus esfuerzos en impulsar este nuevo modelo de vivienda, con su primera prueba experimental alzada en la
localidad libanesa de Baskinta.
Con un concepto de fondo muy claro, que gira en torno a la autosuficiencia, la reducción de la huella de
carbono y el coste lo más reducido posible, el diseño se corresponde con una vivienda de 160 metros
cuadrados. Esta superficie consta de un estudio con cuarto de estar, entresuelo, terraza, invernadero y una
habitación técnica.
Para dar forma a la construcción se acude a distintas tipologías de material. En concreto, una parte fundamental se
basa en materiales locales de bajo consumo energético como la arcilla, la roca, la piedra caliza, el cáñamo, la caña o
el heno. Respecto a materiales con un consumo medio de energía, los impulsores optan por cemento cuando en la
zona en la que se va a construir no hay disponibilidad de madera o bambú para los tejados. Llantas reutilizadas,
botellas de vidrio o latas de aluminio suman a la lista de materiales que dan forma a Lifehouse.
Para su primer prototipo rescataron técnicas ancestrales, por ejemplo, la cerámica se sustituye por arcilla apisonada
para los suelos; mientras que la piedra caliza hace innecesaria la aplicación de pinturas químicas y los revestimientos
de acero, entre otros.
Creada de manera que permita retener el calor y la humedad, así como para proteger el interior de las condiciones
climatológicas externas, esta vivienda está concebida para operar fuera de la red y dar así respuesta a quienes habitan
en zonas sin acceso a la electricidad. Por ello, el diseño incorpora paneles fotovoltaicos, así como turbinas eólicas e
hidráulicas para garantizar el suministro del hogar.
Este prototipo tiene en cuenta la escasez de agua y lo difícil que puede resultar acceder a este recurso. De este modo,
la vivienda está dotada de un sistema para la recolección de agua de lluvia, además de emplear agua reciclada para la
irrigación. Y es que este modelo también busca paliar la falta de alimento que afecta a millones de personas en el
mundo, motivo por el que estas viviendas también incluyen un invernadero y un sistema de cultivo hidropónico.
Estos son algunos de los elementos distintivos de Lifehouse, diseño con el que sus impulsores pretenden facilitar el
acceso a la vivienda ofreciendo una opción de bajo coste. En concreto el precio por metro cuadrado se reduciría a la
mitad respecto al de una casa construida por uno mismo. En el caso de una vivienda alzada por profesionales, el
ahorro sería de alrededor del 10%. La menor dependencia del combustible y de la electricidad supondría también un
importante ahorro para quienes opten por este tipo de casa, que se ofrecerá en tres categorías: económica, estándar y
de lujo.