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Autosuficiencia energética.

Una vivienda
100% fuera de la red

La autosuficiencia energética es posible.

Y si bien es verdad que hoy las formas abrasivas del sistema urbano
convencional no proporcionan alternativas permanentes, se propicia el
uso y deshecho de bienes sin tomar en cuenta su extracción y
disposición final, es posible el cambio de rumbo.

Cuando me pongo a pensar sobre estos elementos me surge una


pregunta inminente: ¿Adónde se dirige toda esa avalancha de cosas
que usamos a diario?

Con esta pregunta en mente, me doy a la tarea de comentar mi


sentimiento al respecto, relacionándolo íntimamente con el curso e
idea que dio vida a la materialización de un proyecto de autosuficiencia
energética: La casa Huichapan.
El sistema urbano-capitalista propone un desarrollo fundamentado en
el uso de los recursos capitalizados donde un árbol tiene más valor
derribado que en pie.

Al ser consciente de esto prefiero darle verdadero valor a cada


elemento que nos rodea sin ignorar que son finitos, estableciendo una
brecha en esta carrera por tener y hacer más que nuestros vecinos.

Como dice Eduardo Galeano: A dios se le olvidó decirnos, amarás a la


naturaleza por que formas parte de ella. Se que hay mejores formas de
hacer, mejores formas de actuar y pensar.

La autosuficiencia energética como


camino posible
La autosuficiencia energética establece sondear la interrogante del
origen y disposición final de los recursos que utilizamos. Pone en tela
de juicio nuestras formas de hacer, reconociendo que la dependencia
del sistema en el que vivimos no es sustentable.

Una vez detectado este factor habrá que tocar puertas para obtener
alguna respuesta lógica, es un viaje interesante el cual invito a
todos/as a tomar.

Como principio nace la idea de cambio, la intención de establecer la


utopía.

Los sistemas verdes otorgan libertad y poder de decisión para vivir


armónicamente con nosotros mismos y con el entorno. Una vez
lograda nuestra independencia, es por consecuencia que muchas
otras cosas comienzan a suceder, como la necesidad de compartir
este nuevo hallazgo.

La revolución comienza con una semilla. La misma que habrá que


germinar para  llevar soluciones viables a los problemas que hoy se
viven en las grandes ciudades y responder al unísono, adoptando
técnicas que poco a poco nos acerquen a la sustentabilidad.
La autosuficiencia energética nos lleva de la mano a elegir parámetros
de estabilidad humana cubriendo necesidades básicas como agua,
energía, comida y acceso a recursos naturales.

Todas estas pueden ser cubiertas con diseño de sistemas y


tecnologías que permitan desarrollarnos y establecernos en un
lugar sin la necesidad de depender de agentes externos para
lograrlo, como por ejemplo las redes de servicios municipales en
general.

Permacultura y autosuficiencia
energética
La permacultura, es un método de diseño que habla sobre la cultura
permanente, donde el cuidado mutuo es necesario para no agotar los
sustentos de vida.

Propone que los recursos sean valorados y gestionados de forma


recíproca tanto humano como natural, se trata de reconocer una
interrelación y comprensión para formular estrategias que impulsen el
bienestar.

Establecer un ganar-ganar donde todos se vean beneficiados.  Para mi


este modo de vida es la base de la autosuficiencia.

Este paradigma crea un cambio consciente de la relación con los


recursos y sus límites, es un sistema recíproco de dar y recibir.

La naturaleza es un agente vivo que, con las condiciones necesarias,


es tan abundante que nos permitiría mantener una sociedad en
crecimiento; sin embargo, necesitamos generar las plataformas
tecnológicas y cognitivas para el aprovechamiento de los recursos de
una forma más amable y sostenible.

La autosuficiencia energética inyecta una dosis de


conciencia invitándonos a la planeación, lo cual dictamina un proceder
desde una forma pensada, siendo esta la base de diseño.
En pocas palabras creo que la autosuficiencia energética es pensar a
futuro y usar de manera justa y consciente todos y cada uno de los
bienes que nos sustentan e impulsan para crear un mejor futuro.

Estos acercamientos me dieron fundamento para emprender la


construcción de la Casa-Huichapan.

La casa Huichapan: una vivienda fuera


de la red
Construir cualquier elemento fuera de una ciudad o poblado hace que
el reto se convierta en generar logísticas y formas de sobreponernos a
un sin número de las dificultades .

Por lo general estamos acostumbrados a contar con los servicios de


agua, luz y materiales sin escatimar o pensar mucho en su
proveniencia.

Para lograr desarrollar proyectos alejados de los servicios es


necesario pre-meditar y generar las condiciones idóneas que nos
lleven paulatinamente a establecernos en el espacio.

El predio se localiza en el centro de México en Huichapan, Hidalgo,  y  su


clima es templado subhúmedo con lluvias en verano.

La vegetación dominante es bosque Xerófilo. Tiene una incidencia


solar alta, vientos de hasta 80 km/h y rangos de temperatura que van
de los 38° en verano a los -5° en invierno.

Observa e interactúa. Dando el primer


paso…
Al observar el espacio, sentirlo, y establecer un diálogo con el
territorio, concluí que los agentes climáticos y las estrategias que tienen
que tomarse son extremas ya que el clima así lo dicta.

Es caliente, ventoso y muy seco por el día, frío por la noche,


precipitación de agua de lluvia muy limitada.
Este estudio me hizo decidir tomar conciencia sobre las formas para
generar el espacio que pueda ser habitado de forma pasiva. La
observación, la obtención de datos climáticos y el estudio del terreno
le dió lugar y orientación al proyecto.

Esta casa de adobe fue pensada para proporcionar una alternativa


tangible en donde una familia de 3 integrantes vivan de manera
cómoda.

El proyecto está enfocado en proveer refugio, comida, sustento y


el reverdecimiento del desierto con técnicas adecuadas.

Los requerimientos de la casa.


Fue diseñada con la inspiración visual-arquitectónica de un casco
de hacienda pulquera mexicana.

La planta arquitectónica tiene forma de herradura, distribuida por


pasillos y corredores, su desplante es a doble altura en una sola
planta.




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Se distribuye con las siguientes áreas:

 Porche de entrada/recibidor
 Pasillo de distribución
 Sala
 Cava subterránea bajo la sala..
 Comedor
 Cocina
 Dos baños secos completos
 Pasillo de distribución II
 Recamara principal
 Recamara II

La mayoría de los muros de la casa son de adobe hecho en obra. La tierra


fue extraída de la excavación para cimentación haciendo moldes de
38  x 38 x 8 cm y medios adobes de 19 x 19 x 8 cm para traslapes
generales.

Los muros de piedra que se observan son rocas extraídas en el


perímetro cercano a la casa; así como el tabique rojo es producido en
el pueblo vecino.
Por cuestiones de sustentabilidad la mayoría de los materiales
principales que componen la vivienda tuvieran un radio de extracción no
mayor a 10 km a la redonda.

El desplante general de la casa es de 220 m2, la sensación de


amplitud se obtiene al jugar con dobles alturas en pasillos y sala,
además de jugar con líneas de fuga y perspectivas que generan esta
percepción del espacio.

Se  decide orientar el pasillo de las recámaras al oeste, disponiéndolo


como colchón térmico, haciendo uso de ventanas y puertas para
realizar cambios de temperatura según la necesidad.

La orientación de la sala es al sur, siendo esta una fachada ciega por


cuestiones de diseño, asegurando que materiales como el adobe y la
piedra se encarguen de mantener ambientes confortables durante el
año.
Los vientos dominantes en esta locación van de suroeste a noreste, se
colocaron ventanas dispuestas en estas direcciones para que exista
ventilación cruzada.

Se planeó introducir vegetación al interior en jardineras así como un patio


central al Sur-Oeste para aprovechar la evapotranspiración de las
plantas, refrescar y humedecer el entorno.
Los techos fueron diseñados en base a distintos sistemas
constructivos como petatillo traslapado, bóvedas mexicanas, bóveda
de cañón y morillos con machimbrado de madera.
Para agregar detalle en áreas como cocina, baños y sala a los techos
se les colocó carrizo tejido aparente que fue extraído de un arroyo
cercano.

Sistemas para la autosuficiencia


energética
Sistema de captación de agua.
La escasez de agua en este lugar es una constante, tiene que ser
captada la mayor cantidad posible para almacenarla y poder usarla el
resto del año y así poder habitar el espacio.

La estación de lluvia se reduce a 4 meses en verano siendo pocas y


violentas exposiciones, de acuerdo con esto se realizaron dos tanques
de ferrocemento enterrados con capacidad de 70 mil litros cada uno ,
captando hasta la última gota de las superficies de la casa y otros
techos que suman alrededor de 300 m2 de captación.

El agua captada es filtrada y dirigida por medio de tuberías


subterráneas hacia estos colectores para ser almacenada de manera
limpia, durando fresca por periodos largos.

Para ser aprovechada el agua es bombeada hacia el tinaco, jardines,


y usos diversos.

Para una familia de 3 personas esta cantidad de agua es suficiente


para subsistir todos los meses de sequía del año. Generando de esta
manera una autonomía dependiente solo de las lluvias de la región.
Una vez que el agua es utilizada dentro de la casa, pasa a unos
registros de separación de grasas y sedimentación, para después ser
aprovechada en los jardines, cerrando el ciclo con una reutilización del
recurso más preciado en esta zona.

Baños secos.
El baño seco consta de 2 cámaras, se comienza a usar la cámara A y
la B  se mantiene en espera para que una vez que se llena lo
suficiente la cámara A sea sellada; se procede a emplear la B, en lo
que la primera por procesos naturales es compostada.

Para una familia de 3 integrantes una cámara de 1 m3 es suficiente


entre uso y reposo.

Dentro de 1 año, según uso, el proceso de compostaje ha concluido y


podremos observar una composta inodora y libre de patógenos para
ser cosechada y usada en jardines o árboles frutales.

Este baño seco divide la orina y la almacena en contenedores


intercambiables, una vez lleno se sustituye y reposa por 1 mes,
convirtiéndose en abono nutritivo para plantas en general.
Estufa Rocket.
En la sala se encuentra una estufa rocket que en los meses de
invierno es utilizada para generar calor con una cantidad de leña
relativamente baja.

Se aprovecha el altísimo calor que se genera en la cámara principal y


se redirige hacia la banca construida con materiales de alta inercia
térmica, ésta se calienta y brinda una elevación de temperatura a la
casa en general.

Conoce más sobre las estufas rocket de masa térmica, aquí >

Estufa Patzari.
Las cocinas antiguas mexicanas contaban con un fogón abierto que
poco a poco fue descartado por el exceso de humo en el interior de los
hogares y excesivo uso de leña.
La estufa Patzari es una tecnología desarrollada para eficientar el uso
de leña al preparar alimentos calientes.

Está compuesta de una cámara principal donde se coloca la leña, este


compartimiento calienta un comal que está interconectado a una
segunda área donde el calor excedente pasa, se acumula y reutiliza.

El humo y el calor remanente es succionado saliendo por un tubo


dirigido fuera de la casa, evitando así su acumulación en el interior.

Calentador de agua solar.


La energía solar es otro recurso que no se podía dejar de lado.

Esta tecnología se ha popularizado en México y en el mundo ya que


es una opción atractiva por su bajo coste, facilidad de instalación y
larga vida.

Las altas temperaturas del lugar y radiación constante de esta


locación hacen de este artefacto una excelente elección que reduce
drásticamente el consumo de gas para calentar agua.

Energía fotovoltaica.
Se planearon dos acercamientos posibles para la generación de
energía, uno era trayendo postes y cableado desde la comunidad más
cercana y el otro era utilizando solo la energía del sol.

Cada uno de los panoramas conllevaba un desembolse importante de


capital, en lo particular pensé que la autarquía es más interesante.
Apostar por la autoproducción y el autoabastecimiento.

Poder contar con energía fotovoltaica me hizo comprender su


producción y por tal su cuidado y uso responsable.
Conclusiones para tener una casa
autosuficiente
Un buen diseño facilita los pasos para conseguir el objetivo final.

Estar viviendo una casa viva, que respeta el agua, que la recicla, que
tiene su propio tracto digestivo, que genera su propia energía, se hace
cargo de sus desechos, que inhala y exhala el calor y el frío para
regular su propia temperatura, para mi esto es la verdadera casa
inteligente, una casa autosuficiente.

A modo de conclusión puedo compartir estos aprendizajes:

 Decidirme a cambiar fue complicado, todo un proceso que abrió


un abanico de posibilidades. La creación de este proyecto fue
parte de ello.
 La enseñanza más importante es reconocer que el cambio
comienza con uno mismo. Somos parte del micelio de la vida,
nuestras acciones alimentan nuestro entorno. Sueño con un
mundo verde, lleno de diversidad natural y sobre todo equilibro
humano.
 Experimentar un mejor futuro hoy en día parece una utopía, pero
solo es una idea, que deja de existir en el momento en el que la
conciencia, la decisión y la acción se materializan para generar un
mejor presente para todos los seres.
 Existen muchas formas de expresión de vida, si favorecemos la
interconexión natural, podremos desencadenar una serie de
eventos que nos lleven a palpar la realidad que resuena con el
pulso del cosmos. El cambio está en nosotros, en la comunidad y
en nuestra actitud hacia la realidad que soñamos.

ono Lifehaus, la casa autosuficiente

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Lifehaus, un nuevo prototipo de vivienda que recupera técnicas de construcción ancestrales y que emplea
materiales naturales y reciclados para crear una casa cero emisiones. Esta propuesta pretende ofrecer una
alternativa sostenible y de bajo coste que ayude a paliar el problema del acceso a la vivienda en países en vías
de desarrollo.

La idea de crear este prototipo surgió en 2014 de la mano del arquitecto libanés Nizar Haddad y de la
periodista australiana especializada en medioambiente Nadine Mazloum. Desde entonces, ambos han centrado
sus esfuerzos en impulsar este nuevo modelo de vivienda, con su primera prueba experimental alzada en la
localidad libanesa de Baskinta.
Con un concepto de fondo muy claro, que gira en torno a la autosuficiencia, la reducción de la huella de
carbono y el coste lo más reducido posible, el diseño se corresponde con una vivienda de 160 metros
cuadrados. Esta superficie consta de un estudio con cuarto de estar, entresuelo, terraza, invernadero y una
habitación técnica.
Para dar forma a la construcción se acude a distintas tipologías de material. En concreto, una parte fundamental se
basa en materiales locales de bajo consumo energético como la arcilla, la roca, la piedra caliza, el cáñamo, la caña o
el heno. Respecto a materiales con un consumo medio de energía, los impulsores optan por cemento cuando en la
zona en la que se va a construir no hay disponibilidad de madera o bambú para los tejados. Llantas reutilizadas,
botellas de vidrio o latas de aluminio suman a la lista de materiales que dan forma a Lifehouse.
Para su primer prototipo rescataron técnicas ancestrales, por ejemplo, la cerámica se sustituye por arcilla apisonada
para los suelos; mientras que la piedra caliza hace innecesaria la aplicación de pinturas químicas y los revestimientos
de acero, entre otros.
Creada de manera que permita retener el calor y la humedad, así como para proteger el interior de las condiciones
climatológicas externas, esta vivienda está concebida para operar fuera de la red y dar así respuesta a quienes habitan
en zonas sin acceso a la electricidad. Por ello, el diseño incorpora paneles fotovoltaicos, así como turbinas eólicas e
hidráulicas para garantizar el suministro del hogar.
Este prototipo tiene en cuenta la escasez de agua y lo difícil que puede resultar acceder a este recurso. De este modo,
la vivienda está dotada de un sistema para la recolección de agua de lluvia, además de emplear agua reciclada para la
irrigación. Y es que este modelo también busca paliar la falta de alimento que afecta a millones de personas en el
mundo, motivo por el que estas viviendas también incluyen un invernadero y un sistema de cultivo hidropónico.
Estos son algunos de los elementos distintivos de Lifehouse, diseño con el que sus impulsores pretenden facilitar el
acceso a la vivienda ofreciendo una opción de bajo coste. En concreto el precio por metro cuadrado se reduciría a la
mitad respecto al de una casa construida por uno mismo. En el caso de una vivienda alzada por profesionales, el
ahorro sería de alrededor del 10%. La menor dependencia del combustible y de la electricidad supondría también un
importante ahorro para quienes opten por este tipo de casa, que se ofrecerá en tres categorías: económica, estándar y
de lujo.

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