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EL TRONO DE LA GRACIA

Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para


alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Acerquémonos: Acercarse tiene que ver con “acortar distancias, dar un paso más,
tiene que ver con moverse hacia la dirección adecuada”. Dios nos está invitando a que
nos acerquemos a Él y la razón es porque Él sabe que hay cosas en nuestra vida, en
nuestro camino, que nos impiden acercarnos, que hemos levantado o se han levantado
como murallas, barreras, obstáculos que nos impiden dar un paso más.

Para poder acercarnos a Dios, necesitamos reconocer cuáles son los obstáculos: ¿Qué te
está impidiendo acercarte un poco más a Dios? ¿Cuál es el obstáculo? ¿Puedes verlo,
reconocerlo? ¿Puedes ponerle un nombre a tu obstáculo? ¿Quizás se llame religión,
pecado, idolatría, falsas ideas o conceptos de Dios? ¿Qué te está impidiendo acercarte a
Dios? Dios quiere que te acerques en este día, quizás por primera vez, quizás que des un
paso más.

Acerquémonos, es la invitación de Dios. No es su voluntad que estés lejos, distanciado.


¿Fue algo que te pasó? ¿Algo que ocurrió? Hay tantas cosas que nos mantienen alejados
de Él. La muerte de un familiar, una ruptura en una relación, errores que cometimos,
pero hoy Dios te dice Acércate a mí.

Con confianza: Es la esperanza firme que se tiene de alguien o algo. Es seguridad.


Titubeamos cuando pensamos en acercarnos a Dios. Nos surgen preguntas tales como
¿Será que Dios me oirá? ¿Será que Dios me va a recibir? ¿Será que realmente le importa
a Dios mis problemas? Pero Dios te está animando en este día que te acerques a Él con
confianza, con seguridad. Es Él mismo quien te dice: Acércate a mí con confianza.

Cuando vamos a ir a hablar con alguien que nos aprecia vamos con confianza porque
sabemos que nos va a recibir bien. Cuando la persona es cercana, amable, considerada,
simpática, eso nos da confianza para ir a hablar con dicha persona.

Dios tiene todos esos atributos. Él es cercano, es amable, es considerado, es paciente, es


compasivo, y está esperando que nos acerquemos con confianza.

Al trono de la Gracia: Siempre que concertamos una cita con alguien hay un lugar
donde quedar, el lugar de la cita. En un parque, en una cafetería, en un centro médico,
en tu casa o en la mía, etc.

Dios te está diciendo: Quiero que te acerques a mí con confianza, quiero que no haya
nada que nos separe, quiero quedar contigo, hablar contigo, resolver lo que nos ha
mantenido separados. El lugar de la cita: Su Trono.

El ya se ha acercado a nosotros, ya envió a Jesús al mundo, ya quitó todo lo que nos


separaba de Él, ahora nos pide a nosotros que demos el siguiente paso, que nos
acerquemos, que vengamos voluntariamente a Él. Las puertas están abiertas, nos ha
dicho que podemos entrar, que podemos venir, que podemos confiar en Él. Nos invita a
venir ante su Trono.
EL TRONO DE LA GRACIA

Pero es un trono de Gracia, de misericordia, de bondad, de favor, de perdón, de


comprensión. Al acercarte a Dios en este día lo que vas a encontrar es comprensión, es
misericordia, es el ser escuchado, atendido, respetado, valorado.

Acércate a mí con confianza, ven a mi trono de Gracia. Lo único que quiero es que me
conozcas, que te sientas seguro, que seas feliz. Quiero poner fin a lo que te separaba de
mí. Quiero mostrarte cuanto te amo, quiero hacerte ver que sí me importas, que sí me
preocupan tus problemas. Es un trono de Gracia.

¿Pero porque se le llama Trono de Gracia? Porque habrá un día cuando dice la Biblia
que todos estaremos delante de Él para ser juzgados, donde Dios nos pedirá cuentas por
las cosas buenas y malas que hemos hecho. Pero por ahora, sigue siendo un trono de
Gracia, de misericordia, de esperanza.

Dios te dice: Búscame ahora que puedo ser hallado, ahora que estoy cercano. Is. 55:6

Acércate a mí, con confianza, hay misericordia para ti, hay perdón, hay limpieza, hay
ayuda.

Dios te dice hoy: 2ª Corintios 6:2 «En el momento preciso, te oí. En el día de
salvación te ayudé»*. Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de
salvación.

Dios te está extendiendo una invitación para que te acerques a Él con la confianza de
que te va a aceptar, comprender, perdonar, amar y ayudar.

¿Qué vas a hacer? ¿Qué le vas a responder? ¿Habrá alguien que diga, Yo quiero
acercarme a Dios?

Reconozco que hay cosas que me han separado de Él o me han impedido acercarme,
pero hoy decido acercarme a Él.

La mejor y única manera de acercarte a Dios es a través de Jesús. Él es el camino, el


mediador, el amigo que nos acompaña hasta llegar a Dios. No podemos acercarnos a
Dios sin Jesús.

Ven hoy y dile a Jesús que te acompañe, que te ayude, que te acerque a Dios.

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