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Composición

Ley de los tres tercios:


La Ley es muy simple y sencilla, una de las primeras que uno
aprende al ingresar al maravilloso mundo de la fotografía, lo único
que debes hacer es observar una de tus fotografías y
mentalmente divídela en tres tercios imaginarios, tanto horizontales
como verticales. La imagen te quedará dividida en 9 partes iguales,
y los cuatro puntos de intersección de esas líneas son los que van a
fijar los puntos adecuados para situar el centro, o centros, de interés
de nuestra foto. De esa forma estaremos rompiendo con la común
costumbre de situar a nuestro sujeto o elemento protagonista justo
en el centro del encuadre.
Ley del horizonte
Para aplicarla Dividiremos la imagen en tres franjas
horizontales completamente iguales entre ellas. Una vez hecho
esto, sólo deberemos utilizarla para distribuir los elementos de
nuestra imagen. Como su propio nombre indica, esta regla consiste
en colocar la línea del horizonte en una de las líneas que acabamos
de dibujar.

¿Cómo podemos saber dónde deberíamos colocar nuestro


horizonte en la imagen según la regla de los tercios? Es tan fácil
como saber a qué queremos darle importancia. Hemos dicho en la
introducción que componer consiste en ordenar los elementos para
poder guiar la mirada del espectador, eso es lo que vamos hacer:
tenemos dos líneas que cruzan nuestra imagen. Así que tenemos,
en principio, dos posibles posiciones para nuestro horizonte.

 Colocar el horizonte en el tercio superior de la imagen. Lo


usaremos cuando queramos que los ojos de aquel que vea la
imagen se centren en la parte inferior de esta, es decir, en el
paisaje. Al colocar el horizonte en el tercio superior, la tierra
ocupará más espacio dentro del cuadro y, por lo tanto, le
estaremos dando más importancia.
Ley de la mirada
La ley de la mirada es una de las principales reglas de composición
fotográfica y consiste, simplemente, en respetar la dirección en la
que el modelo de nuestro retrato mira. Así mismo brindar más
espacio hacia el lugar que está observando nuestro sujeto.

¿Qué se conseguimos haciendo esto? Se consigue darle fuerza


expresiva al personaje que aparece en nuestra imagen. Respetando
su mirada conseguiremos dotar de interés la acción que hace el
protagonista, la acción de mirar. 

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