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En esta obra, el Bosco nos vuelve a mostrar a una humanidad cegada por la
avaricia y por el places, y por lo tanto víctima de las tentaciones del diablo. En la tabla
izquierda del tríptico podemos observar la caída de los ángeles al infierno y la
expulsión del paraíso de Adán y Eva.
El Bosco,
Tríptico del
Carro de Heno.
Óleo sobre
tabla. 1512-
1515
La manera que
tiene el Bosco
de contarnos la
sucesión de
En lo alto del carro triunfa la lujuria, simbolizada en una pareja rica que se
entretiene con la música, mientras sus dos criados retozan detrás de ellos, un ángel de
la guarda mira paciente e incluso resignado a Cristo, un demonio salta alegremente
tocando un instrumento, sobre él la lechuza característica del maligno y del Bosco.
Junto al carro, aparece el pueblo en una auténtica escena de género, mujeres que
cuidan a sus hijos, hombres que se pelean, un sacamuelas haciendo su trabajo, e
incluso en la zona derecha, más pegada al infierno, un sacerdote horondo y sentado
que observa como unas monjas guardan y manipulan el trigo producto de su riqueza.
También podemos contemplan la buenaventura de la cíngara, la actuación del
charlatán, la proposición de una monja a un personaje de sexualidad equivoca de la
cual da fe la presencia de la gaita. El papa, el emperador, con una corona similar a la de
Dios Padre, un rey al que las flores de lis de su corona, añadidas en la fase de color, se
le asocian con un monarca francés y un duque con un tocado a la borgoñona.
En la tabla derecha, el Bosco vuelve a pintar el infierno, pero esta vez lo hace de
manera distinta, ya que es un infierno que se encuentra en construcción. Por una
parte, algunos de los demonios están trabajando como auténticos albañiles,
transportando materiales, cortando madera o poniendo ladrillos para terminar de
construir la torre circular. Por otra, el resto de los demonios siguen llevando a nuevos
pecadores, para que sufran el castigo merecido por lo pecados que han cometido.
Nuevamente las torturas, los monstruos, las aves, los animales marinos, los
sapos, es la consecuencia de los excesos en los que incurrieron en la tierra. Más arriba,
el Bosco abre nuestros ojos a los horrores del infierno, en el postín izquierdo muestra
sobre un incendio del que emerge la oscuridad, y el fuego, pesadillas y tormentos,
demonios y condenados. Una vez más el Bosco representa las consecuencias de
nuestros pecados, es como si fuera capaz de meterse dentro de nuestras pesadillas, o
en el interior de nuestra alma.
[Cerrado]
El Bosco muestra una visión social a través de sus pinturas y lo hace por medio
de los marginados, que representan la locura y la criminalidad, con comportamientos
irresponsables pero también nos muestra la otra parte de la sociedad con los
ermitaños que nos muestran todo o contrario a los anteriores. Nada de excesos del
cuerpo, de agresividad, de gula ay por supuesto de esas fiestas que siempre las
vinculan con los vicios y la sexualidad.
La obra de las tentaciones de san Antonio Abad que se expone en el Museo del
Prado nos siempre tuvo la misma forma. De hecho su formato original era de un marco
de medio punto. En algún momento de la historia debió sufrir desperfectos que
arregló un pintor que hoy en día desconocemos, sobre todo retocó la parte central
donde se encuentra el santo y el paisaje del fondo.
Al repinar las dos zonas se le dio una configuración diferente a la obra, con un
paisaje casi oculto por las hojas de los árboles y con el santo que pierde un poco el
protagonismo de la composición. Los demonios además parecer relegados a un
segundo plano sin recibir la debida atención de las tentaciones que representan. Parte
del paisaje y del santo se realiza con una técnica similar a las del Bosco y es probable
que se deba a un pintor flamenco del propio siglo XVI, aunque desconocemos quien
fue. Con posterioridad, en el siglo XIX, la obra se hizo rectangular mediante el añadido
de piezas de madera de robre en las esquinas. También el paisaje se amplió alterando
todavía más la apariencia y el sentido original de la obra.
¿Quiénes enmarcan la escena de las figuras que están encima del carro de heno?
Un arbusto.
Un ángel de la guarda, un demonio y un búho.
Animales fantásticos y aves.
¿Cuál es la peculiaridad del infierno de la tabla izquierda, (derecha para quien se sitúe
delante del cuadro)?
Está en construcción.
Tiene elementos de tortura.
Muestra la decrepitud física.
¿Quién es la figura principal que aparece en el reverso de las puertas laterales del
tríptico?
El músico junto al altar.
Los ladrones.
El caminante o peregrino.
La otra obra de Las tentaciones de san Antonio Abad en la sala del Bosco no es del
pintor. ¿De quién es?
De un discípulo.
De un seguidor.
Es una obra de taller.
San Antonio era un santo popular venerado por las personas del campo al que
se invoca sobre todo en casos de enfermedad incurable como la llamada “fuego de San
Antonio”. El fuego de San Antonio era una enfermedad muy habitual en el siglo XV.
Este así llamado fuego no se contagia, se contraía por la ingesta continuada de
alimentos contaminados, se desarrolla especialmente en el centeno. En Flandes y el
norte de Europa el pan de centeno era el alimento principal y se solía ingerir muy
contaminado. La enfermedad se suele manifestar con alucinaciones y en casos graves
con gangrena, también suele dar la sensación de frio intenso en brazos y piernas que
se transforma en una sensación de quemazón aguda, de ahí que se la conociera como
fuego.
6.11 Despedida
Con este módulo nos despedimos del Bosco, unos de los pintores más
admirado y misterioso del Museo del Prado. Hemos hecho un amplio repaso por sus
principales obras, en especial por el Jardín de las Delicias. Gracias a los especialistas del
museo hemos aprendido cómo se estudian y se conservan estas magnificas obras para
mantener viva su interpretación y poder verlas en su máximo esplendor. En estos
videos y con algo de suerte habremos descubierto algunos de los misterios de sus
obras, comprendido un poco mejor la capacidad del Bosco de analizar el alma humana,
sus pesadillas y sus debilidades. Nada es lo que parece y todo tiene consecuencia,
quedamos avisados. Me despido con un último consejo, nada de lo que hemos visto en
este curso puede compararse a ver al natural las obras expuestas en el Museo del
Prado, porque hay muchos detalles, colores, formas y sobre todo, esa magia que
tienen los cuadros, que solo pueden percibirse en persona. Así que no lo dudes y
visítanos. Te estamos esperando
6.12 Para saber más y entrevista con el responsable de laboratorio (Lola Gallo)