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CONTENIDO
1 A ntecedentes 1
2 M ar co de r efer encia 2
2.1 B ase constitucional 2
2.1.1 Constitucionalización de los principios de equidad social y de género respecto a la
participación política 2
2.1.2 La prohibición de la discriminación 3
2.1.3 La protección del derecho a una vida libre de violencia a las mujeres 3
2.2 Obligaciones y compr omisos inter nacionales 3
2.3 J ur ispr udencia 5
3 A nálisis del contenido sustancial de la ley 6
3.1 E str uctur a de la ley 6
3.2 C ar ácter de acción afir mativa 6
3.3 E lementos nor mativos sobr esalientes 7
3.3.1 Disposiciones generales 7
3.3.2 La denuncia y las vías de protección 8
3.3.3 Rol del Órgano Electoral 14
3.4 C onsecuencias jur ídicas e institucionales de la L ey Nº 243 14
3.4.1 Desnaturalización a partir de la regulación jurídica 14
3.4.2 Persecución penal 14
3.4.3 Adecuación reglamentaria 15
3.4.4 Ampliación de responsabilidades de las instancias públicas 15
1 Antecedentes
La participación de las mujeres en los asuntos públicos y en sí en la vida política ha dado
grandes pasos a lo largo de la historia en nuestro país, desde el acceso al voto hasta la
aplicación de la paridad y alternancia en las listas de candidaturas electorales, pasando por la
ley del 30% como medida para garantizar su presencia, medidas que buscaron hacer frente a
un sistema político altamente patriarcal y en consecuencia a estructuras culturales, sociales,
políticas y legales que impedían o dificultaban su participación.
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Sin duda, en la última década se ha producido una mayor presencia de las mujeres en el
ámbito político público, pero si bien el acceso a espacios de decisión y representación política
se ha incrementado, los obstáculos que dificultan su permanencia y el ejercicio de funciones y
derechos políticos, aún persisten muy vinculados a patrones sociales, culturales e
institucionales, traducidos en prejuicios, falta de credibilidad y la desvalorización, que en
muchos casos son los que han dado lugar a lo que la Ley Nº243 denomina acoso y violencia
política, muestra de ellos son los cientos de casos documentados por la Asociación de
Concejalas y Alcaldesas de Bolivia, impulsoras de la Ley de Acoso y Violencia Política Hacia
las Mujeres, desde el año 2000.
El acoso y la violencia política buscan la exclusión de las mujeres de la vida política y
restringen su participación, en particular en los espacios de toma de decisión y ejercicio del
poder.
Su aprobación estuvo en puertas en dos oportunidades pues en la legislatura del 2004 el
proyecto de ley fue aprobado en grande y en detalle en la Cámara de Diputados sin llegar a ser
sancionado. En junio 2006 fue nuevamente repuesto y aprobado también en grande en Cámara
de Diputados, sin que fuese tratado en la Cámara de Senadores.
El año 2011, al conformarse una Alianza entre organizaciones sociales de mujeres, la
Plataforma de Asambleístas, el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades y el Comité
Impulsor de la Agenda Legislativa desde las Mujeres y priorizar la aprobación de esta ley, fue
nuevamente presentada, para su consideración inicial en la Comisión de Derechos Humanos la
cual promovió la conformación de una comisión revisora a la cabeza de ACOBOL, la que
revisó su contenido y entregó una propuesta de ajustes al proyecto de ley que fueron tomadas
en cuenta por la Comisión de Derechos Humanos y con su informe final el proyecto de ley
ingresó para su tratamiento en la Cámara de Diputados y luego en la Senadores, donde fue
sancionada y luego promulgada por el Presidente Evo Morales en fecha 08 de abril de 2012.
2 Marco de referencia
Es así que el año 2008 el Estado presentó su Informe al Comité de la CEDAW, en el que
reconoce al acoso político en razón de género como una de las mayores limitaciones para el
ejercicio de los derechos políticos de las mujeres, que incluyen el derecho a elegir, a ser
elegible, a tomar decisiones y a permanecer en el espacio de poder que se ocupa como
representante.
El Comité plantea en esa ocasión las siguientes observaciones finales: la adopción de
medidas de discriminación positiva para garantizar la presencia de las mujeres en el ámbito
ejecutivo y legislativo, estableciendo medios eficaces para garantizar el cumplimiento de estas
medidas; y, la aprobación inmediata del proyecto de ley contra el acoso político con el fin
de garantizar que las mujeres que sean víctimas de acoso político tengan acceso a medios de
protección y recursos eficaces y que el mismo deje de ser un delito impune.
El año 2010, el Estado boliviano presentó su Informe al Consejo de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas en el marco de la séptima sesión del Grupo de Trabajo para el Examen
Periódico Universal (EPU). En este informe nuevamente tanto el Estado como la sociedad
civil identifican al acoso político contra las mujeres como la principal forma de vulneración
existente en el país para el ejercicio del derecho político a participar. Resultado de ello se le
recomienda la aprobación de la ley contra el acoso y violencia política hacia las mujeres,
recomendación que le estado acepto y se comprometió a cumplir.
2.3 Jurisprudencia
La permanencia en un cargo en la función pública para el cual se ha sido electa (o) o
designada (o) es parte del ejercicio de ciudadanía, por ello que debe ser garantizada, tal como
señalan el Tribunal Constitucional de Bolivia y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
El Tribunal Constitucional en la SC 0051/2004 de 1 de junio estableció que la ciudadanía
consiste en el derecho a ejercer funciones públicas sin otro requisito que la idoneidad, salvo
las excepciones establecidas por Ley, prerrogativa que tiene todo ciudadano, de poder ser
elegido o designado para el ejercicio de funciones públicas, previo cumplimiento de los
requisitos y condiciones que califiquen su idoneidad, o de los procedimientos democráticos
electivos para el caso de servidores públicos electos; y que también implica, una vez que se
ejerce el cargo, el derecho a ejercer materialmente ese cargo, no sólo como derecho
constitucional, sino como una realidad fáctica que satisfaga las necesidades económicas y
laborales del ciudadano electo. Además, la protección a dicho derecho implica que la
persona esté en posibilidad de cumplir una labor en condiciones dignas y justas. Por lo
tanto, el impedir desempeñarse a una persona en el cargo para el cual ha sido electa o
designada, o el alterarle de cualquier manera el correcto desarrollo de sus funciones, afectan
gravemente su derecho a ejercer esa función pública, y también el derecho al trabajo.
De esta sentencia podemos colegir que el acoso y la violencia política como actos que buscan
impedir o restringir los derechos políticos de las mujeres son vulneraciones al ejercicio de la
función pública y por tanto de la ciudadanía.
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mecanismos óptimos para que los derechos políticos puedan ser ejercidos de forma efectiva,
respetando el principio de igualdad y no discriminación.
La Ley también dispone el carácter obligatorio de denunciar estos hechos cuando fuesen de
conocimiento de servidoras y servidores públicos, que en caso de incumplan esta obligación,
serán procesadas o procesados y sancionadas o sancionados, de acuerdo a Ley.
Las vías que puede utilizarse de acuerdo a esta Ley ante un caso de accos y violencia política
hacia las mujeres son tres:
1) Vía administrativa
La Ley Nº 243 establece que en los casos de acoso y violencia política descritos en su artículo
8, la víctima podrá optar por la vía administrativa y denunciar el caso ante la misma
institución a la que pertenece el agresor, agresores, agresora o agresoras, a fin de abrir el
proceso respectivo y aplicar las sanciones administrativas o disciplinarias correspondientes, de
acuerdo al procedimiento dispuesto en la normativa vigente.
Esta disposición tiene varios aspectos a ser analizados:
a) Libre elección.- Al señalar la Ley que la víctima podrá optar por la vía nos estaría diciendo
que en los casos en los que el hecho pueda ser denunciado ante otras instancias, será decisión
de la víctima que vía utilizar. Así por ejemplo si el hecho además constituye un delito como es
el caso de la discriminación señalada como falta en el inciso l) del artículo 8 de esta Ley y
como delito en el artículo 281 sexis del Código Penal; o cuando cualquiera de los actos
descritos en el artículo 8 de la Ley Nº 243 configure los tipos penales de acoso político
(persecución, presión, hostigamiento, amenazas) o de violencia política (agresiones) la víctima
podrá denunciar el hecho por la vía penal o la vía administrativa.
Por otra parte, el artículo 18 de la Ley señala que la aplicación de las sanciones
administrativas o disciplinarias se cumplirán sin perjuicio de la acción penal, cuando
corresponda, vale decir, que es posible que en algunos casos se apliquen ambos tipos de
sanciones, aunque la ley no señala cuales son tales casos, es decir, cuando corresponde, podría
entenderse conforme la jurisprudencia y doctrina que así será cuando no haya identidades de
sujeto, hechos y fundamentos entre los procedimientos que dieron lugar a las sanciones o que
el interés jurídicamente protegido por la infracción administrativa sea distinto del de la
infracción penal y que la sanción sea proporcional a esa protección.
b) Autoridad competente y calidad del sujeto activo.- La Ley dispone que la denuncia por
la vía administrativa deberá ser presentada ante la misma institución a la que pertenece la
persona que ha contenido el acto de acoso o violencia política, por tanto esta vía es aplicable
cuando el agresor o agresora es un servidor o servidora pública, por tanto cuando el hecho es
cometido por un particular solo serán aplicables la vía penal o constitucional según
corresponda.
Es importante tomar en cuenta para optar por esta vía quien es el agresor porque si es la
máxima autoridad naturalmente que es natural que la víctima sentirá desconfianza del proceso
y su resultado, una vez agotados los recursos administrativos (revocatorio y jerárquico) es
posible que el caso pase al Tribunal Supremo de Justicia.
c) Procedimiento aplicable.- Al señalar la Ley que todas las instituciones públicas en el plazo
de 90 días deberán incorporar los actos de acoso y violencia política hacia las mujeres en sus
reglamentos internos, de personal, disciplinarios u otros similares y que tales faltas serán
tramitadas de acuerdo a la norma vigente la Ley nos remite a la Ley Nº 2341 Ley de
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Procedimiento Administrativo, Ley Nº 2027 Estatuto del Funcionario Público, Ley Nº 1178
SAFCO y sus reglamento evitando hacer referencia a las mismas dado que en un futuro estas
normas serás sustituidas, pero cuya referencia específica hubiera sido conveniente para
clarificar con precisión la norma a aplicarse. Por otra parte, queda claro que la Ley Nº 243 no
crea un procedimiento específico para los casos de acoso y violencia política sino que se rige a
la tramitación establecida para cualquier otro tipo de falta por vía administrativa o
disciplinaria.
Los actos catalogados como faltas son clasificados en faltas leves, graves y gravísimas, que
describimos a continuación:
• Faltas leves, son sancionadas con amonestación escrita, bajo registro y son aquellas que:
• Faltas graves, son sancionadas con amonestación escrita bajo registro y descuento de hasta
el veinte por ciento (20%). Estas faltan son las siguientes:
d) Eviten por cualquier medio que las mujeres electas, titulares o suplentes, o designadas
asistan a las sesiones ordinarias o extraordinarias o a cualquier otra actividad que implique
la toma de decisiones, impidiendo o suprimiendo el derecho a voz y voto en igualdad de
condición que los hombres.
e) Proporcionen al Órgano Electoral Plurinacional, datos falsos o información incompleta
de la identidad o sexo de la persona candidata.
f) Impidan o restrinjan su reincorporación al cargo cuando hagan uso de una licencia
justificada.
g) Restrinjan el uso de la palabra, en las sesiones u otras reuniones y su participación en
comisiones, comités y otras instancias inherentes a su cargo, conforme a reglamentación
establecida.
h) Restrinjan o impidan el cumplimiento de los derechos políticos de las mujeres que
ejercen función político - pública o que provengan de una elección con procedimientos
propios de las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos y Afrobolivianos.
• Faltas gravísimas son sancionadas con suspensión temporal del cargo sin goce de haberes
hasta treinta (30) días. Comprende las conductas que:
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i) Restrinjan o impidan el uso de las acciones constitucionales y legales para proteger sus
derechos frente a los actos o eviten el cumplimiento de las Resoluciones correspondientes.
j) Impongan sanciones injustificadas, impidiendo o restringiendo el ejercicio de sus
derechos políticos.
k) Apliquen sanciones pecuniarias, descuentos arbitrarios e ilegales y/o retención de
salarios.
l) Discriminen por razones de sexo, color, edad, orientación sexual, cultura, origen, idioma,
credo religioso, ideología, afiliación política o filosófica, estado civil, condición
económica, social o de salud, profesión, ocupación u oficio, grado de instrucción, condición
de discapacidad, procedencia, apariencia física, vestimenta, apellido u otras que tengan por
objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce u ejercicio en
condiciones de igualdad de derechos humanos y libertades fundamentales reconocidas por
Ley.
m) Discriminen a la autoridad electa designada o en el ejercicio de la función político -
pública, por encontrarse en estado de embarazo, parto o puerperio, impidiendo o negando el
ejercicio de su mandato o el goce de sus derechos sociales reconocidos por Ley o los que le
correspondan.
n) Divulguen o revelen información personal y privada, de las mujeres candidatas, electas,
designadas o en el ejercicio de funciones político - públicas, con el objetivo de menoscabar
su dignidad como seres humanos y utilizar la misma para obtener contra su voluntad la
renuncia y/o licencia al cargo que ejercen o postulan.
o) Divulguen información falsa relativa a las funciones político - públicas, con el objetivo
de desprestigiar su gestión y obtener contra su voluntad la renuncia y/o licencia al cargo
que ejercen o postulan.
p) Presionen o induzcan a las autoridades electas o designadas a presentar renuncia al
cargo.
q) Obliguen mediante la fuerza o intimidación a las autoridades electas o designadas en el
ejercicio de sus funciones político - públicas, suscribir todo tipo de documentos y/o avalar
decisiones contrarias a su voluntad, al interés público o general.
Exceptuando los incisos j) y k) todas estas faltas gravísimas podrían configurar delitos
penales, tales como discriminación (incs, l y m), difamación (incs. n) y o)), desobediencia a
resoluciones judiciales (inc. i), acoso político (inc. p)) y violencia política (inc. q), pudiendo
por tanto la víctima optar por la vía penal o la autoridad administrativa remitir el caso al
Ministerio Público.
Por otra parte, el artículo 17 parr. IV dispone que cuando en el proceso administrativo se
determine que existen indicios de responsabilidad penal debe procederse de esa manera.
d) Agravantes.- En todos los casos descritos del inciso a) al q) se aplica el máximo de la
sanción directamente cuando concurren ciertas circunstancias agravantes señaladas en la Ley
que están referidas a cortas circunstancias o condiciones de vulnerabilidad de la víctima que
zona provechadas por el agresor o agresora:
1. Los actos que se cometan en contra de una mujer embarazada.
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(..) hay inminencia de un mal irreversible injustificado y grave que coloque al recurrente en un
estado de necesidad, (...) inminente e inevitable la destrucción del bien jurídicamente
protegido
• SC 1082/2003, 30 de julio (Carácter temporal)
Brindando una tutela provisional, destinada a evitar la consumación del hecho invocado como
lesivo (…)
3) Vía penal
El articulado de la Ley que norma el uso de la vía penal para los casos de acoso y violencia
política presenta los siguientes aspectos:
a) Creación de nuevos tipos penales.- La Ley incorpora al Código Penal los delitos de acoso
político y violencia política contra las mujeres en el Título II Capítulo I “Delitos contra la
Función Pública”, los mismos que quedan redactados de la siguiente manera:
“Artículo 148 Bis. (ACOSO POLÍTICO CONTRA MUJERES).- Quien o quienes
realicen actos de presión, persecución, hostigamiento y/o amenazas en contra de una
mujer electa, designada o en el ejercicio de la función político - pública y/o de sus
familiares, durante o después del proceso electoral, que impida el ejercicio de su derecho
político, será sancionado con pena privativa de libertad de dos (2) a cinco (5) años.”
“Artículo 148 Ter. (VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA MUJERES).- Quien o quienes
realicen actos y/o agresiones físicas y psicológicas contra mujeres candidatas, electas,
designadas o en ejercicio de la función político – pública y/o en contra de sus familiares,
para acortar, suspender e impedir el ejercicio de su mandato o su función, será sancionado
con pena privativa de libertad de tres (3) a ocho (8) años.
Como ya señalamos al momento de analizar las definiciones de acoso político y violencia
política existen elementos similares y distintivos, de igual manera entre los tipos penales.
• Sujeto activo. Puede ser cualquier persona en ambos casos
• Sujeto pasivo. En el delito de violencia política puede ser una mujer candidata, electa,
designada o en ejercicio de la función político – pública y/o en contra de sus familiares
mientras que en el delito de acoso político se excluye a las candidatas debido a que el
acto cometido contra una candidata es calificado como un delito electoral que ya se
encuentra previsto en la Ley Nº 026 Ley de Régimen Electoral (art.238 inc. p) )
• Acto incriminatorio. Como ya se ha señalado el acoso político implica actos de presión,
persecución, hostigamiento y amenazas mientras que la violencia es una conducta más
gravosa y se entiende con mayores consecuencias para la víctima porque implica
agresiones físicas y/o psicológicas. También pueden tratarse de agresiones sexuales, no
obstante la Ley específica en estos casos se aplican los delitos contra la libertad sexual
contenidos en el Código Penal.
• Finalidad o móvil.- El fin perseguido en el delio de violencia política es el de acortar,
suspender e impedir el ejercicio del mandato o función en este caso político público de
una mujer mientras que el del acoso político es impedir el ejercicio de su derecho
político, de todas maneras son similares pues el último incluye el primero aunque este
último pareciera ser más amplio.
• Sanción.- En ambos casos la sanción es de privación de libertad, sin embargo, en el caso
de violencia política la pena es mayor de tres a ocho años mientras que en el caso del
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acoso la sanción es de dos a cinco años. En el primer caso al traducirse el acto en una
agresión el parámetro que tomaría para su determinación es el que corresponde a las
sanciones impuestas para los delitos de lesiones mientras que en el caso de acoso
político el parámetro es el señalado como pena en la Ley de Régimen Electoral para el
acoso político contra candidatas y candidatos.
b) Procedimiento.- Los delitos de acoso y violencia política deben ser denunciados ante el
Ministerio Público y sometidos a la jurisdicción ordinaria de acuerdo a normativa procesal
penal vigente.
c) Agravantes.- Los delitos de acoso y violencia política contra las mujeres se agravarán con
un tercio de la pena en los casos descritos en el Artículo 17, parágrafo II de la Ley, vale decir
los mismos casos señalados como agravantes para las faltas administrativas.
d) Prohibición de conciliación.-. La Ley prohíbe la conciliación en los delitos de acoso y/o
violencia política contra las mujeres.
3.3.3 Rol del Órgano Electoral
La Ley determina una serie de responsabilidades del Órgano Electoral en materia de acoso y
violencia política hacia las mujeres, ellas son:
− Definir políticas y estrategias interculturales de educación democrática con equidad de
género que garanticen el ejercicio de los derechos políticos de las personas, en particular
de las mujeres y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
− Constituirse en la primera instancia a la que deban presentar renuncia a la candidatura o
titularidad del cargo que ejercen las candidatas y/o mujeres en el ejercicio de la función
político público, esto de alguna manera permitiría evidenciar que el acto es voluntario.
− Remitir al Ministerio Público los casos de acoso y violencia política sobre los que
tengan conocimiento, tal como ya determina la Ley de Régimen Electoral para el caso de
los delitos electorales, estableciendo un mismo tratamiento para los casos de acoso y
violencia política.
− Adoptar la reglamentación necesaria para garantizar la alternancia y paridad de los
procesos de habilitación extraordinaria de suplencias.
amenazas, difamación, homicidio u otros hoy además sean perseguidos como acoso y
violencia política permitiendo comprender y visibilizar el contexto real en el que tales hechos
se producen para efectos de política criminal, estadística y sobre todo visibilización de esta
forma de violencia de género. Pues los delitos mencionados arriba implican afectaciones a la
integridad o la dignidad de las personas pero que tratándose del acoso y violencia política
además implican afectaciones a la función político pública.
3.4.3 Adecuación reglamentaria
Para la aplicación de la Ley Nº 243 en lo que corresponde a la habilitación de la vía
administrativa o disciplinaria, es necesario, tal como dispone la propia norma la modificación
de los reglamentos internos, de personal, disciplinarios y cualquier otro que contemple las
faltas por las que se puede procesar por esta vía a servidores y servidoras públicas incluyendo
las conductas señaladas por la Ley como faltas de acoso y violencia Política, La Ley señala un
plazo de 90 días para este fin.
Por otra parte, también se dispone que las organizaciones políticas y sociales, en el plazo de
180 días a partir de la vigencia de la Ley deberán incorporar en sus estatutos y reglamentos
internos disposiciones referidas a la prevención, atención y sanción a los actos de acoso y
violencia política hacia las mujeres; además deberán incorporar disposiciones específicas que
promuevan y garanticen la participación política en igualdad de condiciones entre mujeres y
hombres. Esta disposición en cuanto a las organizaciones sociales permite ampliar el alcance
de la Ley Nº 243 para que dentro de ellas también se sancione el acoso y violencia política.
3.4.4 Ampliación de responsabilidades de las instancias públicas
Esta Ley dispone una serie de medidas que deben ser implementadas por diferentes instancias
del Estado, es así que el Ministerio de Justicia, a través del Viceministerio de Igualdad de
Oportunidades, deberá diseñar, implementar, monitorear y evaluar políticas, estrategias y
mecanismos para la prevención, atención y sanción del acoso y/o violencia política hacia las
mujeres en estricta coordinación con los diferentes Órganos del Nivel Central del Estado, las
Entidades Territoriales Autónomas y otras instancias públicas o privadas.
Por otra parte, el Órgano Electoral Plurinacional deberá definir políticas y estrategias
interculturales de educación democrática con equidad de género que garanticen el ejercicio de
los derechos políticos de las personas, en particular de las mujeres y la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres.
Las Autonomías, Departamental, Regional, Municipal e Indígena Originario Campesina,
donde la elección sea por mandato popular, los estatutos autonómicos, cartas orgánicas,
normas básicas institucionales, las disposiciones normativas y reglamentos contemplarán
medidas de prevención a los actos de acoso y/o violencia política hacia las mujeres.
Por último todos los entes públicos del Nivel Central de Estado y todas las Instituciones
Públicas y las Entidades Territoriales Autónomas, tienen la obligación de realizar acciones
internas de información y concientización sobre los principios y contenidos de la Ley.
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