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La Condición de Mefi-boset:

Mefi-boset, significa el que esparce la vergüenza. Y en


cierta forma así lo era. Hijo de Jonatan y nieto de Saúl
(Rey Ungido por Jehová), había caído en desgracia y a
la edad de 5 años había quedado lisiado (2 Samuel
4:4). Pero lo interesante es que el tenia un nombre
distinto antes de llamarse Mefi-Boset, su nombre era
Merib-Baal. Esto es el que se opone a Baal.

Al igual que mucho de nosotros, tenemos un propósito


distinto, como ocurrió con Adán, que fue puesto en la
tierra para que se enseñoreara en ella. Sin embargo,
una sola caída nos deja lisiados y pasamos de ser ese
gran Merib-Baal a ser Mefi-boset. Quedamos lisiados
de los dos pies.

Cuando tu estas lisiado y no caminas bien. Hay un


solo sitio a donde puedes ir a vivir. Tu vas a vivir a Lo-
Debar. El nombre Lo-debar también tiene un
significado muy curioso, que quiero analizar: Significa
sin pasto, sin pasturaje. Sin frutos, una tierra árida y
seca desértica.

Es en Lo-debar, donde habitan todos los mefi-boset de


la tierra, cuando estan lisiados. Es en esa tierra árida y
seca donde habitamos, y donde por más que
busquemos, no encontramos ni pasto ni frutos.

El Rey Te Manda a Buscar:


El Rey David manda a Buscar a Mefi-boset quien
estaba en su ciudad de origen. Sin que él lo pudiese
imaginar, su supuesto enemigo, quien ni siquiera le
había visto alguna vez a su cara, estaba interesado en
ayudarle por amor de su amigo Jonatan. 

Al ser presentado ante el Rey, Mefi-boset responde


“He aquí tu siervo”, lo cual nos deja entrever el
tremendo temor que lo invadía al estar expuesto ante
su poderoso supuesto enemigo. Para su sorpresa, ese
hombre le ofrece un lugar en su casa y en su mesa,
porque aunque su abuelo fue su enemigo, su padre
había sido un entrañable amigo al cual deseaba
honrar.

Sintiéndose demasiado honrado y consciente de que


no era merecedor de tal beneficio, Mefi-boset
responde: “¿Quién es tu siervo, para que mires a un
perro muerto como yo?”. La misericordia del amigo de
su padre y la gracia divina lo hicieron mudarse a
Jerusalén, casa de paz, de prosperidad, de bendición y
de abundancia. Sus días transcurrieron hasta su
muerte, rodeado de sus hijos, sus nietos, sus criados y
todas sus bendiciones postreras.

Mefi-boset fue tomado por la culpa, la vergüenza, el


dolor, los recuerdos negativos… fue condenado por su
propia alma a vivir atado a un pasado que no era suyo.
No te suena familiar esto?. En Filipenses 3.14 Pablo
dijo “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la
meta, al premio del supremo llamamiento de Dios”.

Jesús por su parte dice en Juan 10.10: “yo he venido


para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. Y agrega en 3 de Juan 2: “yo deseo que
tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma”. Dios desea llevarte
a tierras de bendición, de prosperidad, de paz tal como
lo hizo con Mefi-boset.

Esta singular historia nos enseña grandes lecciones,


quizá la más importante es que Dios te está buscando,
El quiere rescatarte, no importa cuán discapacitado
pueda estar, ni cuan enemigo suyo te sientas, Dios
quiere llevarte a un mejor lugar. El nos invita a dejar el
temor y venir a su presencia para recibir reivindicación.
No importa cuántas maldiciones generacionales
arrastres, Dios quiere romper tu pasado y construirte
una mejor vida, una vida con propósito.

Analicemos que aunque por fuera, lisiado y olvidado;


Mefi-boset era el hijo de un Rey, el era un príncipe al
igual que tu y yo, somos hijos de un Rey. Dice la
Palabra “Mía es la plata y mío es el oro”. Te pregunto:
Cuantas veces te han sentido miserable, lisiado,
olvidado, impotente y pobre?. Mefi-boset fue llevado a
una tierra de asolación y miseria. De alguna manera
en mayor o menor grado nosotros también somos
llevados muchas veces a esos inhóspitos lugares al
igual que a este hombre, para hacernos sentir poco,
indignos y despreciados.

Apocalipsis 3:20

“20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye


mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y
él conmigo.”

Tu no tienes que esperar a que la cojera se te quite. A


el rey de reyes, no le importa tu condición de Lisiado y
Cojo. A el le importa más tu. El no ve a Mefi-Boset en
ti, el ve a un Merbi-Baal. El te ama, tal y como eres. Y
por tanto que te ama honra ese pacto que tiene
contigo. Con su pueblo.

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