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BIOETICA Y BIOTECNOLOGIA

La bioética como disciplina surgió en la segunda mitad del siglo XX como fruto de la
preocupación de muchos científicos y pensadores por el avance de la ciencia que
amenazaba el futuro de la humanidad. Los avances biotecnológicos siguen apareciendo y
pueden afectar seriamente la vida y la dignidad de los seres humanos. El cientificismo es
una corriente de pensamiento que valora excesivamente los adelantos científicos y maneja
unos modelos bioéticos no conformes al respeto por los demás. Se plantea la necesidad de
una educación bioética con unas premisas antropológicas respetuosas de la persona
humana.
La humanidad posee hoy instrumentos de potencia inaudita. Puede hacer de este mundo un
jardín o reducirlo a un cúmulo de escombros. Ha logrado una extraordinaria capacidad de
intervenir en las fuentes mismas de la vida, o ceder al orgullo miope de una ciencia que no
acepte límites, llegando incluso a pisotear el respeto debido a cada ser humano.
Respeto por la autonomía. Este principio establece que debe ser respetada la posibilidad
que tienen las personas de elegir y decidir por sí solas. Esto implica que no deben existir
limitaciones ni interferencias hacia la persona al momento de tomar una decisión.
Beneficencia. Este principio establece una ecuación entre costo y beneficio. Esto va más
allá de perjudicar a terceros: implica obrar a favor del bienestar, proteger sin dañar.
No maleficencia. Este principio se refiere a promover el bien, así como también a la
prohibición de dañar o de llevar adelante acciones mal intencionadas. Básicamente, que no
se puede dañar o perjudicar a terceros para salvar una vida.
Justicia. El último principio implica que exista equidad entre tres cuestiones clave: costos,
beneficios y riesgos. Al mismo tiempo, es sinónimo de una repartición equitativa entre
responsabilidades, bienes materiales y derechos.
La bioética suele aplicarse en casos muy concretos que, por sus características, generan
debates de todo tipo. Algunos ejemplos de estos casos son los siguientes:
Las transfusiones de sangre.
La utilización de armas químicas o nucleares.
La interrupción del embarazo (aborto).
La utilización de animales para llevar adelante experimentos y pruebas de nuevas
medicinas o de vacunas.
La donación de órganos.
La duración de vida o calidad de vida.
La eutanasia.
La biotecnología es el empleo de organismos vivos para la obtención de un bien o servicio
útil para el hombre. Así, la biotecnología tiene una larga historia, que se remonta a la
fabricación del vino, el pan, el queso y el yogurt. El descubrimiento de que el jugo de uva
fermentado se convierte en vino, que la leche puede convertirse en queso o yogurt, o que se
puede hacer cerveza fermentando soluciones de malta y lúpulo fue el comienzo de la
biotecnología, hace miles de años. Aunque en ese entonces los hombres no entendían cómo
ocurrían estos procesos, podían utilizarlos para su beneficio. Estas aplicaciones constituyen
lo que se conoce como biotecnología tradicional y se basa en la obtención y utilización de
los productos del metabolismo de ciertos microorganismos.

Los científicos actualmente comprenden en detalle cómo ocurren estos procesos biológicos,
lo que les ha permitido desarrollar nuevas técnicas a fin de modificar o copiar algunos de
dichos procesos naturales para poder lograr una variedad mucho más amplia de productos.
Los científicos hoy saben, además, que los microorganismos sintetizan compuestos
químicos y enzimas que pueden emplearse eficientemente en procesos industriales, tales
como la fabricación de detergentes, manufactura del papel e industria farmacéutica.
La biotecnología utiliza células vivas para desarrollar o manipular productos con fines
específicos, como por ejemplo los alimentos transgénicos. La biotecnología está así
vinculada con la ingeniería genética y surgió como disciplina a principios del siglo XX en
la industria alimentaria, a la que después se sumaron otros sectores como la medicina o el
medio ambiente.
las cinco ramas en las que se divide la biotecnología moderna humana, ambiental,
industrial, animal y vegetal nos ayudan a combatir el hambre y las enfermedades, producir
de forma más segura, limpia y eficiente, reducir nuestra huella ecológica y ahorrar energía.
Las innovaciones biotecnológicas ya forman parte de nuestra cotidianidad y las
encontramos en las farmacias o los supermercados, entre otros muchos lugares. Además, en
los últimos meses la biotecnología se ha convertido en una de las puntas de lanza en la
lucha contra la pandemia de COVID-19 que recorre el planeta, ya que ayuda a descifrar el
genoma del virus y a comprender cómo actúa el sistema de defensa de nuestro organismo
frente a los agentes infecciosos.

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