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CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010

SUSCITADA ENTRE LAS SUSTENTADAS POR


EL CUARTO Y QUINTO TRIBUNALES
COLEGIADOS, AMBOS EN MATERIA CIVIL
DEL TERCER CIRCUITO.

MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.


SECRETARIA: MIREYA MELÉNDEZ ALMARAZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día uno
de junio de dos mil once.

V I S T O S, y
R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Mediante escrito presentado el ocho de julio de dos


mil diez en la Oficina de Certificación Judicial y de Correspondencia de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Magistrado Francisco
Javier Villegas Hernández, Presidente del Cuarto Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Tercer Circuito, denunció la posible contradicción
de tesis entre el criterio sustentado por dicho órgano y el Quinto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver la
queja 35/2010 y el recurso de revisión 27/2007, respectivamente.

SEGUNDO. Trámite de la denuncia. Por proveído de trece de


julio de dos mil diez, el Presidente de la Primera Sala de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación ordenó formar y registrar el expediente
relativo a la posible contradicción de tesis, así como requerir al
Presidente del Quinto Tribunal Colegiado de referencia, copia
certificada de la sentencia del amparo en revisión 27/2007 y las de los
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asuntos en los que hubiera sostenido un criterio similar, e informara,


de ser el caso, si en posterior ejecutoria ese órgano colegiado se
hubiese apartado del criterio sostenido en el expediente en cuestión.

TERCERO. Integración del asunto. Por acuerdo de treinta de


agosto de dos mil diez, el Ministro Presidente de la Primera Sala de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación tuvo por integrada la
presente contradicción de tesis, ordenó dar vista al Procurador
General de la República para que dentro del término de treinta días,
en caso de estimarlo conveniente, formulara su opinión sobre el tema,
y turnó el asunto a la Ministra Olga Sánchez Cordero de García
Villegas para formular el proyecto correspondiente.

Por oficio DGC/DCC/1025/2010, recibido el diecinueve de


octubre de dos mil diez, ante la Oficina de Certificación Judicial y
Correspondencia de esta Suprema Corte de Justicia, el Agente del
Ministerio Público de la Federación, emitió la opinión concerniente al
presente asunto, en el sentido de que sí existe la contradicción de
tesis denunciada

En sesión de dos de marzo de dos mil once, los Ministros Jorge


Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea votaron en contra del
proyecto presentado; por lo que éste fue desechado y se ordenó
turnar el asunto a un ministro de la mayoría para la elaboración de uno
nuevo.

CUARTO. Turno. Por proveído de tres de marzo de dos mil


once, se ordenó returnar la presente contradicción de tesis a la

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ponencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz, a fin de elaborar el


proyecto de resolución correspondiente.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer de la
posible contradicción de tesis denunciada, conforme lo dispuesto en
los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; 197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción
VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en
relación con el Punto Segundo del Acuerdo 5/2001, emitido por el
Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el
veintiuno de junio de dos mil uno y publicado en el Diario Oficial de la
Federación el día veintinueve del mismo mes y año, en virtud de que
se trata de la posible contradicción entre tesis que sustentan
Tribunales Colegiados de Circuito en relación con un asunto de
carácter civil, de su exclusiva competencia.

SEGUNDO. Legitimación. La denuncia de contradicción de tesis


proviene de parte legítima, conforme lo previsto en los artículos 107,
fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 197-A, párrafo primero, de la Ley de Amparo,
pues ésta fue formulada por el Presidente del Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito.

TERCERO. Posturas contendientes. Con la finalidad de


establecer si existe o no la contradicción de tesis denunciada, se
estima conveniente analizar las consideraciones y argumentaciones

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en que los tribunales colegiados contendientes basaron sus


resoluciones.

Criterio del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del


Tercer Circuito. Dicho órgano jurisdiccional al resolver el recurso de
queja 35/2010 de su índice, expuso las consideraciones siguientes:

“ (…) el Máximo Tribunal del País estableció que la sentencia


protectora en la que se ampara a alguno de los litisconsortes,
necesariamente beneficia al otro, dado que los objetivos
principales de esa figura jurídica, es el de que sólo pueda haber
una resolución para todos los litisconsortes, toda vez que
resulta jurídicamente imposible sentenciarlos por separado. - - -
Sin embargo, la insubsistencia de todo lo actuado en el
procedimiento debe entenderse en términos hábiles, es decir,
deben subsistir las actuaciones que sin afectar la esfera jurídica
del promovente del amparo, sólo tengan relación directa con la
persona del litisconsorte y que no sea base o consecuencia del
acto reclamado, lo que sucede con el emplazamiento de la
parte codemandada, el escrito de su contestación de demanda
y el auto que le dio acuerdo, pues dichas actuaciones no
afectan al quejoso ni el curso normal del proceso, por lo que no
pueden quedar insubsistentes a pesar de que se estimó que el
efecto del amparo era para que se dejara inexistente todo lo
actuado y requiriera al actor para que completara su demanda,
porque en este sentido, la relatividad de la sentencia sólo debe
beneficiar a la persona del quejoso y la vigencia de esas
actuaciones no le perjudican ni le coartan su garantía de
audiencia y defensa o impiden que el proceso se desahogue
adecuadamente en las restantes etapas procesales para los
litisconsortes. - - - Así lo consideró este Tribunal al resolver la

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queja 73/2008, en sesión de 21 veintiuno de noviembre de


2008 dos mil ocho. - - - Dicho de otra manera, la nulidad de lo
actuado, no puede afectar a los diversos emplazamientos por
los que fueron llamados correctamente los codemandados,
porque la nulidad de una actuación, únicamente puede afectar
a aquéllas que se encuentran vinculadas por un nexo jurídico y
lógico, de tal forma que los actos procesales posteriores, no
puedan pervivir en forma independiente, dada la correlación
que existe entre ellos y los actos declarados nulos, lo que no
sucede con los emplazamientos de los codemandados del
peticionario de garantías, porque éstas diligencias son
totalmente ajenas y no guardan relación con la que se
practicará al quejoso, pues su validez o invalidez no dependen
de las que se declararon nulas. - - - En esas condiciones, lo
que procede es declarar fundado el recurso, para el efecto de
que la autoridad responsable deje insubsistente el proveído de
04 cuatro de agosto de la anualidad pasada, en la parte en que
ordena dejar insubsistentes los emplazamientos realizados a
los codemandados y emita uno nuevo, en el que se abstenga
de hacer tal declaración.”

Criterio del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del


Tercer Circuito. Éste resolvió las revisiones principales 27/2007 y
237/20101, en sesiones de veinte de abril de dos mil siete y de ocho de
julio de dos mil diez, respectivamente, en las que consideró lo
siguiente:

“(…) en contraposición a lo que sostiene el recurrente, el juez


de Distrito no sólo actuó correctamente al extender los efectos

1
Cabe señalar que en la revisión 237/2010 se cita la parte considerativa de la diversa revisión
27/2007 e incluso se transcribe, por ello se reproducen las consideraciones de ambas como si
fuesen una sola, porque en lo que respecta al punto de contradicción lo son.

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de la protección constitucional sobre el resto de los


codemandados en el juicio natural, sino que además estaba
obligado hacerlo en términos de la jurisprudencia 306 del tomo
VI del último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación,
que previene: - - - LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO.
LA JURISPRUDENCIA PLENARIA 9/96 OBLIGA AL
ÓRGANO DE CONTROL CONSTITUCIONAL EN LA
SENTENCIA CONCESORIA, ASÍ COMO A LA AUTORIDAD
RESPONSABLE (SE TRANSCRIBE). - - - En consecuencia, no
es verdad lo que aduce el revisionista en relación a que la
autoridad federal infringió el artículo 76 de la Ley de Amparo, a
virtud de que debió dejar incólumes los emplazamientos del
resto de los codemandados; que incluso para ********** y
**********, tendrían que subsistir las declaratorias de rebeldía
por su incomparecencia al juicio natural, mientras que para
**********, debería de perdurar hasta su escrito de contestación
de demanda.- - - El Tribunal Pleno del máximo órgano de
justicia de la Nación, al dirimir la contradicción de tesis 28/93,
entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Tercer Circuito, en la ejecutoria relativa visible en las
páginas 79 y siguientes del tomo III de febrero de mil
novecientos noventa y seis, de la novena época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, estableció que en el
litisconsorcio pasivo necesario los litisconsortes constituyen una
unidad, es decir, son uno solo, ya que, en lo conducente,
señaló: (Reproduce las consideraciones que sustentaron
aquella decisión). - - - Por su parte, la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la
contradicción de tesis 158/2005, entre las sustentadas por los
Tribunales Colegiados Tercero y Cuarto, ambos en Materia
Civil del Segundo Circuito, en la ejecutoria publicada en la

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página 126 del tomo XXIV de septiembre de dos mil seis, de la


época y Semanario mencionados, determinó que el objeto del
litisconsorcio necesario es la integración de la relación jurídico
procesal, toda vez que, en lo que interesa, indicó: (Transcribe lo
conducente). - - - Lo relevante de estas acotaciones consiste en
que en el litisconsorcio pasivo necesario los litisconsortes
constituyen una unidad, por lo que debe llamárseles a todos
para que se integre la relación jurídica procesal, aspectos que,
como se verá, permiten sostener que cuando se decreta la
ilegalidad del emplazamiento respecto a un litisconsorte deben
quedar insubsistentes los de los restantes. - - - El autor José
Chiovenda en su libro Principios de Derecho Procesal Civil,
tomo II, segunda edición, publicado por Cárdenas Editor
Distribuidor, menciona que la relación jurídica procesal entre el
actor y el demandado existe cuando a este último se le
comunica la demanda judicial, tan es así que considera que el
mayor defecto de una demanda es su falta de comunicación a
la parte reo, incluso afirma que esa anomalía torna inexistente
la aludida relación procesal porque, a decir del jurista, por esa
situación el encausado no es parte en el pleito. - - - Los
comentarios del escritor en consulta se robustecen con la
jurisprudencia 237 del tomo IV del último Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación, sustentada por la
entonces Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en la que determinó que no existe la relación jurídica
procesal entre el actor y el demandado si este último no fue
emplazado o si ese llamamiento fue irregular. - - - El rubro y
texto de la jurisprudencia de mérito, señalan:
EMPLAZAMIENTO, FALTA DE. DEBE ESTUDIARSE DE
OFICIO POR EL TRIBUNAL DE APELACIÓN (Se transcribe). -
- - En ese estado de cosas, considerando que cuando no se
llama a juicio o se emplaza indebidamente al demandado, no

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existe relación jurídica procesal entre éste y el actor, así como


el hecho de que en el litisconsorcio pasivo necesario los
litisconsortes constituyen una unidad, y que el objeto de esa
figura es que se llame a todos los litisconsortes para que se
integre la relación jurídico procesal de éstos con el demandante
(por lo que el procedimiento no puede suspenderse en cuanto a
uno y continuarse respecto a otro); no cabe duda que el
defectuoso emplazamiento o la falta del mismo respecto de uno
de ellos, afecta al llamamiento de los demás, precisamente
porque como los litisconsortes integran una sola parte aunque
litiguen cada uno por su propio derecho, basta que el
emplazamiento de uno sea irregular para que no exista la
relación jurídica procesal. - - - Además, de acuerdo al principio
de unidad que rige en el litisconsorcio pasivo necesario, no se
puede afirmar que sí hay relación procesal entre el actor y los
litisconsortes que no se aquejan de sus emplazamiento, así
como que no existe tal relación entre el actor y los litisconsortes
cuyos emplazamientos no se efectuaron o fueron irregulares,
porque, se insiste, de acuerdo al aludido principio de unidad, la
relación procesal entre el actor y los litisconsortes demandados
es una sola, de ahí que lo que afecta o beneficia a uno atañe a
los demás. Sobre el particular cabe traer los comentarios que
sobre el tema hace el referido autor Chiovenda, al mencionar
que: (Reproduce el análisis efectuado sobre la relación de
litisconsorcio). - - - En ese orden de ideas, cuando se determina
que es ilegal el emplazamiento de un litisconsorte, por vía de
consecuencia deben quedar sin efectos los de los demás
litisconsortes, subsistiendo solamente hasta el auto admisorio
de la demanda, para que a partir de ahí se integre debidamente
la relación jurídico procesal entre el actor y los litisconsortes
demandados, sin que con esa actitud se trasgreda el principio
de relatividad de las sentencias de amparo que rige en el juicio

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de garantías, ya que es de explorado derecho que cuando se


ordena reponer el procedimiento –como en el caso– y existe
litisconsorcio pasivo necesario, los efectos deben hacerse
extensivos a los codemandados del quejoso, tal como lo
estatuye la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación número 460 del tomo VI del último
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, que estatuye:
- - - SENTENCIAS DE AMPARO. CUANDO ORDENEN
REPONER EL PROCEDIMIENTO, SUS EFECTOS DEBEN
HACERSE EXTENSIVOS A LOS CODEMANDADOS DEL
QUEJOSO, SIEMPRE QUE ENTRE ÉSTOS EXISTA
LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO (Se transcribe).”

Las anteriores consideraciones dieron lugar a la formación de la


tesis III.5º.C131 C cuyos rubro y texto son del tenor siguiente:

“LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. LA REPOSICIÓN


DEL PROCEDIMIENTO DECRETADA POR MOTIVO DE UN
EMPLAZAMIENTO IRREGULAR A UNO DE LOS
LITISCONSORTES, DEBE ALCANZAR TAMBIÉN A
AQUELLOS QUE SE EFECTUARON LEGALMENTE. En
dicha institución la relación sustancial controvertida nada más
es una y, por ende, una sola acción, de suerte que para que
esa relación sustancial única sea eficaz tiene que operar
conjuntamente en relación a todos los litisconsortes, puesto que
sólo de esa manera las resoluciones correspondientes podrán
formar estado en relación con todos ellos, lo que significa que
los litisconsortes forman una unidad, es decir, son uno solo.
Esto revela que el objeto de la institución en comento es la
integración de la relación jurídico procesal entre el actor y los
litisconsortes, puesto que de otra manera no podría dictarse
una sentencia completa, que no es otra cosa que la certeza de

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escuchar a todos aquéllos debido a que no es posible condenar


a una parte sin que la decisión trascienda a los demás. La
relación jurídica procesal, según José Chiovenda, en su libro
"Principios de Derecho Procesal Civil", tomo II, segunda
edición, publicado por Cárdenas Editor Distribuidor, se origina
desde el momento en que el órgano jurisdiccional hace saber a
la parte reo que tiene una demanda instaurada en su contra,
porque, incluso, para dicho procesalista el mayor defecto de la
demanda es su falta de comunicación, toda vez que esa
anomalía tornará inexistente la relación procesal, esto es, tal
irregularidad provoca que el reo no sea parte en el pleito,
aspecto que se robustece con la jurisprudencia de la otrora
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que
con el número 237 aparece publicada en la página 195 del
Tomo IV del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación
1917-2000, de rubro: "EMPLAZAMIENTO, FALTA DE. DEBE
ESTUDIARSE DE OFICIO POR EL TRIBUNAL DE
APELACIÓN.", que en lo conducente refiere: "que la ausencia o
el defectuoso emplazamiento implican que no llegó a
constituirse la relación procesal entre el actor y demandado y,
por tal razón, no puede pronunciarse ningún fallo adverso al
reo...". Consecuentemente, cuando no se llama a juicio o se
emplaza defectuosamente a más de uno de los litisconsortes,
es claro que se afecta la citación de los que sí fueron
emplazados debidamente, precisamente porque éstos integran
una unidad aunque cada uno litigue por su propio derecho, de
ahí que basta que a uno de ellos no se le haya emplazado, o
bien que ese acto sea irregular, para que no exista la aludida
relación jurídico procesal, ya que de acuerdo al citado principio
de unidad no se puede afirmar que sí existe tal relación entre el
actor y los litisconsortes que no se quejan de sus
emplazamientos y que no la hay entre aquél y los litisconsortes

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que sí cuestionan el llamamiento. En ese estado de cosas,


cuando se declare la ilegalidad de un emplazamiento en
relación con uno de los litisconsortes, por vía de consecuencia
deben quedar sin efectos los restantes a pesar de que se
hubieran efectuado correctamente, subsistiendo el proceso sólo
hasta el auto admisorio de la demanda.”

CUARTO. Existencia de la contradicción. Conforme a lo


resuelto por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en sesión de treinta de abril de dos mil nueve, la nueva
mecánica para abordar la procedencia de las contradicciones de tesis
no necesita ya pasar por el cumplimiento irrestricto de los requisitos
establecidos en la jurisprudencia número P./J. 72/2010, emitida por el
Tribunal Pleno, cuyo rubro dice: “CONTRADICCIÓN DE TESIS.
EXISTE CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS
JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE
DERECHO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS CUESTIONES
FÁCTICAS QUE LO RODEAN NO SEAN EXACTAMENTE
IGUALES.”2, puesto que dicho criterio fue ya interrumpido.

Una nueva forma de aproximarse a los problemas que plantean


los tribunales colegiados en este tipo de asuntos debe radicar en la
necesidad de unificar criterios y no en la de comprobar que se reúna
una serie de características determinadas en los casos resueltos por
los tribunales colegiados.

2
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época, tomo
XXXII, agosto de 2010, página 7.

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Por ello, para comprobar que existe la contradicción de tesis será


indispensable determinar si hay necesidad de unificación, es decir,
deberá analizarse detenidamente cada uno de los procesos
interpretativos involucrados ―y no tanto los resultados que ellos
arrojen― con el objeto de identificar si en algún tramo de los
respectivos razonamientos se tomaron decisiones distintas ―no
necesariamente contradictorias en términos lógicos― aunque legales.

Resumiendo: si la finalidad de la contradicción de tesis es la


unificación de criterios, y si el problema radica en los procesos de
interpretación —que no en los resultados— adoptados por los
tribunales contendientes, entonces es posible afirmar que para que
una contradicción de tesis sea procedente es necesario que se
cumplan los siguientes supuestos:

1. Que los tribunales contendientes hayan resuelto alguna


cuestión litigiosa en la que se vieron en la necesidad de
ejercer el arbitrio judicial a través de un ejercicio interpretativo
mediante la adopción de algún canon o método, cualquiera
que fuese.

2. Que entre los ejercicios interpretativos respectivos se


encuentre algún punto de toque, es decir, que exista al
menos un tramo de razonamiento en el que la interpretación
ejercida gire en torno a un mismo tipo de problema jurídico:
ya sea el sentido gramatical de una norma, el alcance de un
principio, la finalidad de una determinada institución o
cualquier otra cuestión jurídica en general;

El discernimiento expuesto, es tomado y resulta complementario


del criterio sustentado por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 36/2007-PL 3.
3
De la señalada contradicción, derivaron la jurisprudencia 72/2010 y la tesis aislada
XLVII/2009, de rubros: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE CUANDO LAS SALAS
DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS

12
Por otro lado, cabe señalar que aun cuando los criterios
sustentados por los tribunales contendientes no constituyen
jurisprudencia debidamente integrada, ello no impide emprender su
análisis y establecer si existe la contradicción planteada y, en su caso,
cuál es el criterio que debe prevalecer, siendo aplicable la
jurisprudencia L/94, de rubro: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA
SU INTEGRACIÓN NO ES NECESARIO QUE SE TRATE DE
JURISPRUDENCIAS”, emitida por el Pleno de esta Suprema Corte 4.

Primer requisito: ejercicio interpretativo y arbitrio judicial. A


juicio de esta Primera Sala los tribunales contendientes, al resolver las
cuestiones litigiosas presentadas, se vieron en la necesidad de ejercer
el arbitrio judicial a través de un ejercicio interpretativo para llegar a
una solución determinada. Ello se advierte en las resoluciones
emitidas por los tribunales colegiados contendientes, las cuales se
detallaron en el considerando tercero de esta resolución.

Segundo requisito: razonamiento y diferendo de criterios


interpretativos. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación considera que en los ejercicios interpretativos realizados por
los tribunales colegiados contendientes existió un razonamiento sobre
el mismo tema, esto es, los efectos de la concesión de amparo, en el
preciso tema del emplazamiento, cuando en el juicio de origen existe
litisconsorcio pasivo necesario.

JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE DERECHO,


INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS CUESTIONES FÁCTICAS QUE LO RODEAN
NO SEAN EXACTAMENTE IGUALES” y “CONTRADICCIÓN DE TESIS. DEBE
ESTIMARSE EXISTENTE, AUNQUE SE ADVIERTAN ELEMENTOS SECUNDARIOS
DIFERENTES EN EL ORIGEN DE LAS EJECUTORIAS.”
4
Gaceta del Semanario Oficial de la Federación, Octava Época, tomo 83, noviembre de 1994,
página 35,
Al respecto, los órganos colegiados abordaron el estudio de la
misma cuestión jurídica: determinar si, en los juicios en que existe un
litisconsorcio pasivo necesario, la reposición del procedimiento
decretada al concederse el amparo por la falta o indebido
emplazamiento de uno de los litisconsortes (quejoso) implica que
también deban quedar insubsistentes el resto de los emplazamientos
verificados legalmente a los demás codemandados o si esto no es así.

En respuesta a esa incógnita, el Cuarto Tribunal Colegiado en


Materia Civil del Tercer Circuito resolvió que si bien, la sentencia
que ampara a alguno de los litisconsortes necesariamente beneficia al
resto de ellos, esto no significa que deban quedar insubsistentes los
emplazamientos realizados a los demás litisconsortes porque, en su
concepto, deben subsistir las actuaciones que no afecten la esfera
jurídica del promovente del amparo y que no sean base o
consecuencia del acto reclamado, lo que sucede, por ejemplo, con el
emplazamiento de los codemandados, el escrito de su contestación de
demanda y el auto que le dio acuerdo, pues dichas actuaciones no
afectan al quejoso ni el curso normal del proceso, por lo que no
pueden quedar insubsistentes a pesar de que se estimó que el efecto
del amparo era para que se dejara inexistente todo lo actuado y
requiriera al actor para que completara su demanda, porque en este
sentido, la relatividad de la sentencia sólo debe beneficiar a la persona
del quejoso y la vigencia de esas actuaciones no le perjudican ni le
coartan su garantía de audiencia y defensa o impiden que el proceso
se desahogue adecuadamente en las restantes etapas procesales
para los litisconsortes.

Por el contrario, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil


del Tercer Circuito consideró que los efectos del amparo que ordena
realizar de nueva cuenta el emplazamiento ilegal sí deben hacerse
extensivos a los codemandados, porque al constituir los litisconsortes
una unidad, la falta de emplazamiento de uno de ellos trae como
consecuencia la inexistencia de la relación jurídica procesal entre
éstos y el actor. Con esta manera de proceder, dijo, no se transgrede
el principio de relatividad de las sentencias que rige el juicio de
amparo, en virtud de que no se está en la hipótesis de que una
sentencia de amparo se hubiera ocupado de individuos particulares o
de personas morales diversas a quienes hubieren solicitado la
protección federal.

En lo así relacionado se llega a la conclusión de que sí se dan


los elementos necesarios para la existencia de la contradicción de
tesis, pues ambos tribunales analizaron una misma cuestión jurídica:
los efectos de la concesión de amparo cuando en el juicio de origen
existe litisconsorcio pasivo necesario y cómo operan esos efectos
respecto del emplazamiento.

No obstante, la conclusión a la que arribaron fue discordante,


pues mientras que uno de ellos consideró que los efectos de la
concesión del amparo a uno de los litisconsortes (consistentes en que
se verifique de nueva cuenta su llamamiento a juicio) se hacían
extensivos a todos los demás, aún a aquellos que sí habían sido
legalmente emplazados, el otro estimó que dicha concesión sólo tiene
efectos respecto de los litisconsortes que no fueron llamados a juicio y
no respecto de los que sí lo fueron.

Ahora bien, en relación al tema de los efectos de la concesión de


amparo en el caso de que en el juicio de origen haya un litisconsorcio
pasivo necesario, al resolver la contradicción de tesis 28/93, el Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo el criterio
contenido en la siguiente tesis:

“SENTENCIAS DE AMPARO. CUANDO ORDENEN REPONER EL


PROCEDIMIENTO, SUS EFECTOS DEBEN HACERSE
EXTENSIVOS A LOS CODEMANDADOS DEL QUEJOSO,
SIEMPRE QUE ENTRE ÉSTOS EXISTA LITISCONSORCIO
PASIVO NECESARIO. Los efectos de la sentencia de amparo que
concede la Protección Federal solicitada, deben extenderse a los
codemandados del quejoso, quienes no ejercitaron la acción
constitucional correspondiente, cuando se encuentre acreditado en
autos que entre dichos codemandados existe litisconsorcio pasivo
necesario o que la situación de los litisconsortes sea idéntica, afín o
común a la de quien sí promovió el juicio de garantías, pues los
efectos del citado litisconsorcio pasivo sólo se producen dentro del
proceso correspondiente, por lo que sí pueden trasladarse al
procedimiento constitucional. Por lo tanto, si se otorgó el amparo y
protección de la Justicia Federal, para el efecto de que se deje
insubsistente todo lo actuado en un juicio ejecutivo mercantil, a partir
de su ilegal emplazamiento, las consecuencias de dicha resolución sí
deben alcanzar o beneficiar a los codemandados del quejoso en el
juicio natural, en tanto que constituye un acto necesario para el
debido cumplimiento de la sentencia de amparo, ya que en el caso
contrario, se haría nugatoria la concesión de la Protección
Constitucional, sin que esto implique infracción al principio de
relatividad de las sentencias de amparo previsto en los artículos 107,
fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 76 de la Ley de Amparo, habida cuenta de que no se
está en la hipótesis de que una sentencia de amparo se hubiese
ocupado de individuos particulares o de personas morales diversas a
quienes hubieren solicitado la Protección Federal.”
En la ejecutoria que generó dicha jurisprudencia, el Pleno de
este Alto Tribunal sostuvo que, para que las cosas se restituyan al
estado en que se encontraban hasta antes de la vulneración de
garantías, es decir, hasta antes del ilegal emplazamiento, los efectos
de la sentencia que concede el amparo deben hacerse extensivos a
los codemandados del quejoso, aun y cuando no hayan ejercido la
acción constitucional, siempre que se haya acreditado la existencia del
litisconsorcio pasivo necesario.

Sin embargo, dicho criterio no resuelve el tema planteado en la


presente contradicción de tesis, pues lo que entonces se consideró fue
que la reposición del procedimiento (que no la orden de realizar
nuevamente el emplazamiento) debe alcanzar o beneficiar a los
codemandados del quejoso cuando entre éstos exista un litisconsorcio
pasivo necesario, por la naturaleza misma de esta institución que
obliga a los litisconsortes a litigar unidos. Ante esa precisión, no se
puede afirmar que la anterior tesis jurisprudencial resuelva el tema de
esta contradicción de tesis; por el contrario, el criterio que surja de
este asunto servirá para complementar el que ya sustentó el tribunal
Pleno.

Con lo anterior puede llegarse a la conclusión de que sí existe la


contradicción de tesis denunciada y que la materia de la misma puede
resumirse a través de la siguiente pregunta: en el caso de que exista
un litisconsorcio pasivo necesario, y se conceda el amparo a uno
de los litisconsortes por no haber sido llamado a juicio, la orden
de que se verifique el emplazamiento a dicho quejoso, ¿debe
hacerse extensiva a todos los litisconsortes, incluidos los que ya
fueron emplazados legalmente?
QUINTO. Determinación del criterio a prevalecer. Esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera
que debe prevalecer, con el carácter de jurisprudencia, el criterio que
se sustenta en el presente fallo, conforme los siguientes
razonamientos.

Como ya se dijo, el punto en contradicción consiste en


determinar si en los casos de que exista un litisconsorcio pasivo
necesario, y a uno de los litisconsortes se le concede el amparo por
falta o indebido emplazamiento y, como consecuencia de ello se
ordena la reposición del procedimiento para que se verifique el
llamamiento a juicio, ¿este efecto debe hacerse extensivo a los demás
litisconsortes, aun cuando éstos hayan sido legalmente emplazados?

Para dar respuesta a la interrogante del párrafo anterior, se


estima conveniente exponer algunas consideraciones previas.

El principio de relatividad de sentencias de amparo consiste en


que la sentencia dictada en el juicio de garantías carece de efectos
generales, porque solamente protege a quien solicita el amparo, según
lo dispone el artículo 107, fracción II de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que dice:

“Artículo 107. Todas las controversias de que habla el artículo 103 se


sujetarán a los procedimientos y formas del orden jurídico que determine
la ley, de acuerdo a las bases siguientes:
(…)
II. La sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de individuos
particulares, limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial
sobre el que verse la queja, sin hacer una declaración general respecto
de la ley o acto que la motivare.”
Por su parte y acorde con el texto constitucional, el artículo 76
de la Ley de Amparo establece lo que sigue:

“Artículo 76. Las sentencias que se pronuncien en los juicios de


amparo sólo se ocuparán de los individuos particulares o de las
personas morales, privada oficiales que lo hubiesen solicitado,
limitándose a ampararlos y protegerlos, si procediere, en el caso
especial sobre el que verse la demanda, sin hacer una declaración
general respecto de la ley o acto que la motivare.”

En los referidos artículos se advierte que toda sentencia dictada


dentro del juicio de garantías tiene efectos particulares, esto es, sólo
afecta a las personas que acuden ante los jueces y tribunales de la
Federación a ejercer la acción de amparo.

El sistema del juicio de amparo que actualmente rige, impide


dar a la sentencia concesoria de amparo efectos erga omnes, pues
con ello se vulneraría el principio de relatividad que rige el juicio de
amparo conforme al cual la protección constitucional se surte
únicamente en beneficio del quejoso.

Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha


establecido a través de la jurisprudencia excepciones al referido
principio de relatividad, entre las que se encuentra el caso del
litisconsorcio necesario.

El litisconsorcio necesario es una figura típica de pluralidad de


sujetos en la posición de partes en el proceso, cuya condición es que
exista una relación jurídico-material común a varias personas, por
virtud de la cual, los actores o demandados, según sea el caso,
mantienen una comunidad jurídica respecto del objeto de la litis
planteada y que los obliga a acudir conjuntamente a juicio “por el
carácter único e indivisible, que la relación jurídica sustantiva, tiene para
todas estas partes”5; de manera que si uno de ellos es afectado en el
juicio, se produce un menoscabo en los derechos de todos sus
integrantes. Cuando son varios actores los que ejercen una pretensión, el
litisconsorcio será activo; en cambio, si ésta se hace valer contra varios
demandados, el litisconsorcio es pasivo.

Para que el juzgador pueda emitir un fallo donde resuelva la cuestión


debatida, debe analizar de manera oficiosa, entre otros presupuestos, si fueron
llamadas a juicio todas las personas que intervinieron en la relación sustancial
que dio origen al proceso, pues de lo contrario, al no estar constituido
debidamente el proceso debe emitir un fallo inhibitorio y ordenar la citación
de quienes no fueron llamados.

Ello es así, porque uno de los efectos del litisconsorcio es constituir una
sola causa, para ser resuelta mediante un mismo procedimiento y una
sentencia común, lo cual evita la conculcación del derecho de audiencia, sin
que con esa manera de proceder se varíe la litis planteada, pues se trata de un
presupuesto procesal que debe ser observado para emitir el fallo
correspondiente6.

Luego, la nota distintiva del litisconsorcio es la indivisibilidad del


derecho sustantivo litigioso, que hace imprescindible oír a todos los
5
Dávila Millán, María Encarnación. Litisconsorcio Necesario, Concepto y Tratamiento Procesal.
Bosh, Casa Editorial, S.A. de C.V., 1975. Página:48.
6
Así consta en la siguiente tesis de jurisprudencia sustentada por la Primera Sala de rubro:
“LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. ES UN PRESUPUESTO PROCESAL QUE DEBE
ANALIZARSE DE OFICIO POR EL JUZGADOR EN CUALQUIER ETAPA DEL JUICIO
(LEGISLACIONES DEL ESTADO DE JALISCO Y DEL DISTRITO FEDERAL).” (Tesis de
jurisprudencia 1ª./J. 144/2005, sustentada por contradicción de tesis, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta XXII, diciembre de 2005, Novena Época, página 190,
registro electrónico: 176,529).
interesados que se encuentren en la comunidad jurídica respecto de la materia
de la controversia, para que se pueda dictar una sentencia válida.

Sobre la base de las anteriores consideraciones, el Pleno de


este Alto Tribunal consideró que en el caso del litisconsorcio pasivo
necesario se da una excepción al principio de relatividad que rige el
amparo, pues justamente por tratarse de la debida integración de la
relación jurídico procesal y de que la sentencia que se pronuncie en
ese tipo de asuntos puede afectar a todos los litisconsortes, se estimó
que los efectos de la concesión del amparo se extienden aún a
aquellos que no acudieron al juicio de garantías. Este criterio quedó
sentado en la tesis jurisprudencial de rubro “SENTENCIAS DE
AMPARO. CUANDO ORDENEN REPONER EL PROCEDIMIENTO,
SUS EFECTOS DEBEN HACERSE EXTENSIVOS A LOS
CODEMANDADOS DEL QUEJOSO, SIEMPRE QUE ENTRE ESTOS
EXISTA LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO”, que ha quedado
transcrita en páginas anteriores.

Lo entonces dicho por el Pleno de esta Suprema Corte, se


refiere a que la reposición del procedimiento ha de beneficiar a todos
los litisconsortes, afirmación que se explica en función de que, uno de
los efectos del litisconsorcio es constituir una sola causa, para ser resuelta
mediante un mismo procedimiento y una sentencia común, de manera que, al
quedar insubsistente la sentencia dictada originalmente, es evidente que en la
nueva resolución que se dicte, el juzgador habrá de valorar los nuevos
elementos que aporte al juicio el codemandado al que se concedió el amparo,
lo que ha de beneficiar al resto de los codemandados, pues según se
dijo en la ejecutoria: “en el litisconsorcio pasivo la relación sustancial
controvertida es sólo una y una sola acción, pero como la relación
sustancial es única para varios sujetos, en forma que las
modificaciones de ella, para ser eficaces, tienen que operar
conjuntamente en relación a todos ellos”, como “un efecto inmediato
de lo decidido en la sentencia de amparo”.

Sin embargo, en la presente contradicción el punto de debate no


se refiere a los beneficios que se obtienen con la reposición del
procedimiento en cuanto a la renovación de los plazos, oportunidad de
aportar nuevas pruebas o formular alegatos novedosos; antes bien, el
tema de contradicción se centra en determinar si en los casos de que
exista un litisconsorcio pasivo necesario, y a uno de los litisconsortes
se le concede el amparo por falta o indebido emplazamiento y, como
consecuencia de ello se ordena la reposición del procedimiento para
que se verifique ese llamamiento a juicio, ¿este preciso efecto debe
hacerse extensivo a los demás litisconsortes, aun cuando éstos hayan
sido legalmente emplazados?.

Esta Primera Sala considera que la reposición del procedimiento


como efecto de la concesión del amparo a uno de los litisconsortes por
no haber sido emplazado o no haberlo sido legalmente, no implica que
deban quedar insubsistentes los emplazamientos que válidamente se
hayan verificado respecto del resto de los litisconsortes.

Ante todo, debe precisarse que si bien, los litisconsortes que no


acudieron a juicio se ven beneficiados con la concesión del amparo
otorgada a uno de ellos, esto no es sino la consecuencia lógica y
natural de que, al existir un litisconsorcio necesario, la reposición de
autos debe afectar a toda esa comunidad, tanto porque pueden gozar
de plazos comunes, según la ley aplicable al caso, como porque han
de ver resuelta su situación jurídica en una misma sentencia, en la que
se habrán de valorar, de nueva cuenta, los elementos que obren en el
expediente y los que aporte el litisconsorte que obtuvo el amparo.

Esto no ocurre con el emplazamiento, cuya realización sucede


en forma independiente respecto de cada uno de los litisconsortes. De
manera que, para afirmar que con motivo del llamamiento a juicio del
quejoso queda integrada la relación jurídica procesal, se hace
necesario que permanezcan incólumes los emplazamientos realizados
a los demás litisconsortes que no fueron materia de análisis por el
tribunal de amparo.

En efecto, la existencia del litisconsorcio necesario genera la


imposibilidad de pronunciar sentencia válida y eficaz sin oír a todas las
partes interesadas; esto significa que, de haberse dictado sentencia
sin audiencia de alguno o algunos de los litisconsortes, deba aquélla
dejarse insubsistente, a efecto de que tales litisconsortes sean
debidamente emplazados y, de esa manera, oídos y vencidos en el
juicio de que se trate. Lo anterior, sin embargo, no significa que deba
dejarse insubsistente, inclusive, el emplazamiento de que hubiere sido
objeto el o los litisconsortes que hubieran sido debidamente
emplazados pues, por un lado, respecto de éstos no existe ilegalidad o
estado de indefensión que remediar y, por otra parte, porque la
reposición del procedimiento en esos términos implicaría el eventual
riesgo de no poder emplazar, posteriormente, a alguno de los
codemandados que ya hubieran sido llamados a juicio; de ahí que
dicha reposición, si bien debe comprender a todos los demandados,
no puede alcanzar a los emplazamientos realizados debidamente.

De acuerdo con las consideraciones que se han expuesto, debe


prevalecer con carácter de jurisprudencia, en términos del artículo 192
de la Ley de Amparo, el criterio que sustenta esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación a continuación:

LITISCONSORCIO PASIVO. LA CONCESIÓN DE


AMPARO A UNO DE LOS LITISCONSORTES PARA EL
EFECTO DE SER EMPLAZADO AL JUICIO, NO TIENE EL
ALCANCE DE DEJAR INSUBSISTENTES LOS
EMPLAZAMIENTOS DE LOS DEMÁS LITISCONSORTES
Y ORDENAR SU NUEVO LLAMAMIENTO A JUICIO. El
principio de relatividad que rige al juicio de garantías ordena
que la sentencia de amparo solamente se ocupe de los
individuos que lo hubiesen solicitado, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto reclamado. Tal
principio admite como excepción el supuesto en que exista
litisconsorcio necesario, en cuyo caso, el beneficio de la
concesión se extiende al resto de los litisconsortes, pues
por su naturaleza misma, atinente a la indivisibilidad del
derecho sustantivo litigioso, se hace imprescindible oír a
todos los interesados que se encuentren en la comunidad
jurídica respecto de la materia de la controversia, para que
se pueda dictar una sentencia válida. Sin embargo, la
reposición del procedimiento como efecto de la sentencia
de amparo que concede la protección de la justicia federal
solicitado por la falta de llamamiento a juicio de uno de los
litisconsortes, no tiene el alcance de dejar insubsistentes los
llamamientos a juicio de aquéllos que sí fueron emplazados
de forma legal, para que éste se verifique de nueva cuenta,
pues esa no es una consecuencia lógica y natural del
litisconsorcio, si se considera que el llamamiento de cada
uno de los litisconsortes se verifica de manera
independiente, por lo que en ese preciso tema ha de
atenderse al principio de relatividad explicado.

Por lo expuesto y fundado,

SE RESUELVE:

PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis a que este


expediente se refiere, en los términos del considerando cuarto de esta
resolución.

SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el


criterio sustentado por esta Primera Sala, en los términos de la tesis
redactada en el último considerando del presente fallo.

TERCERO. Dése publicidad a la tesis jurisprudencial que se


sustenta en la presente resolución, en términos del artículo 195 de la
Ley de Amparo.

Notifíquese y, en su oportunidad, archívese como asunto


totalmente concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz (Ponente),
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas, quien formulará voto concurrente, y Presidente Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea.
Firman el Ministro Presidente de la Sala y el Ministro Ponente,
con el Secretario de Acuerdos que autoriza y da fe.
PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA

MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA.

PONENTE

MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.


En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso
a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
VOTO CONCURRENTE QUE FORMULA LA MINISTRA OLGA
SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS EN LA
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010, FALLADA POR LA
PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE
LA NACIÓN EL PRIMERO DE JUNIO DE DOS MIL ONCE.

I. INTRODUCCIÓN

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación resolvió por unanimidad de cinco votos, la contradicción
de tesis 258/2010, en la que el punto a determinar versó sobre la
siguiente cuestión: en el caso de que exista un litisconsorcio
pasivo necesario y se conceda el amparo a uno de los
litisconsortes, por no haber sido llamado a juicio, la orden de que
se verifique el emplazamiento a dicho quejoso, ¿debe hacerse
extensiva a todos los litisconsortes, incluidos los que ya fueron
emplazados legalmente?

II. RAZONES MEDULARES DEL FALLO

Las razones en las que se sustenta el fallo pueden situarse


como sigue:

1. Los efectos de ordenar la reposición del procedimiento,


derivado de la protección constitucional concedida a uno sólo de
los litisconsortes por no haber sido emplazado o no haberlo sido
legalmente, no implica que deban quedar insubsistentes los
emplazamientos que válidamente se hayan verificado respecto
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

del resto de los litisconsortes, y que si bien estos últimos se ven


beneficiados con la concesión del amparo otorgada a uno de
ellos, esto no es sino la consecuencia lógica y natural de que, al
existir un litisconsorcio necesario, la reposición del procedimiento
debe afectar a toda esa comunidad, tanto porque pueden gozar
de plazos comunes, según la Ley aplicable al caso, como porque
han de ver resuelta su situación jurídica en una misma sentencia,
en la que se habrán de valorar, de nueva cuenta, los elementos
que obren en el expediente y los que aporte el litisconsorte que
obtuvo el amparo.

2. Sin embargo, lo anterior no ocurre con el emplazamiento,


cuya realización sucede de forma independiente respecto de cada
uno de los litisconsortes. En efecto la existencia del litisconsorcio
necesario genera la posibilidad de pronunciar sentencia válida y
eficaz sin oír a todas las partes interesadas; esto significa que, de
haberse dictado sentencia sin audiencia de alguno o algunos de
los litisconsortes, deba aquélla dejarse insubsistente, a efecto de
que tales litisconsortes sean debidamente emplazados y, de esa
manera, oídos y vencidos en el juicio de que se trate. Sin
embargo, esto no significa que deba dejarse insubsistente,
inclusive, el emplazamiento de que hubiere sido objeto el o los
litisconsortes que hubieran sido debidamente emplazados, pues,
por un lado, respecto de éstos no existe ilegalidad o estado de
indefensión que remediar y, por otra parte, porque la reposición
del procedimiento en esos términos implicaría el eventual riesgo
de no poder emplazar, posteriormente, a alguno de los
codemandados que ya hubieran sido llamados a juicio; de ahí que

2
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

dicha reposición, si bien debe comprender a todos los


demandados, no puede alcanzar a los emplazamientos realizados
debidamente.

III. RAZONES QUE SUSTENTAN EL VOTO

Si bien es cierto, comparto el sentido de la sentencia, no


comparto del todo el razonamiento relativo a que las reglas
generales del litisconsorcio no aplican en el emplazamiento. Ello
en virtud de que, como se sostiene en la resolución en comento,
estos se realizan de manera independiente, sin que genere un
estado de indefensión que remediar para los litisconsortes que si
fueron legalmente emplazados.

Derivado de lo anterior, me parece que inicialmente es


preciso distinguir los diversos tipos de litisconsorcios, y, asimismo,
analizar la figura del emplazamiento y sus efectos, lo cual resulta
necesario para manifestar con claridad los motivos de mi disenso
respecto de las consideraciones de la sentencia que,
respetuosamente, no comparto.

Primero, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, al resolver en la contradicción de tesis 98/2006-SS,
destacó que la figura del litisconsorcio (significa participación de
una misma suerte con uno o varios) consiste en una modalidad
procesal en la que existe una pluralidad de partes que deben o
pueden actuar en común en el proceso.

3
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

En ese sentido, se distingue entre litisconsorcio activo, (el


cual se actualiza cuando existe pluralidad de personas que
demandan) y pasivo, (cuando son varias las personas que
resultan demandadas). Algunos autores destacan que se surte el
‘litisconsorcio recíproco’ cuando existen varios actores y diversos
demandados. Así, el litisconsorcio, en ambas modalidades,
puede, a su vez, clasificarse en necesario o en voluntario, de lo
que se constata que el litisconsorcio pasivo se integra por una
pluralidad de demandados, respecto del cual puede existir o no
norma legal y que su calidad de necesario o voluntario depende
del hecho que le dé origen.

En ese tenor, el litisconsorcio pasivo necesario tiene su


razón de ser en la existencia de juicios en los que debe haber una
sola sentencia para todos los litisconsortes, dado que no puede
dictarse o pronunciarse una decisión judicial válida sin oírlos a
todos, pues en virtud del vínculo existente en la relación jurídica
substancial, es imposible condenar a una parte sin que alcance a
los demás. Esta necesidad de llamar a juicio a todos los
litisconsortes, por existir la relación jurídica sustantiva, puede
nacer por una disposición legal o ser consecuencia de la
naturaleza de esta relación deducida en el juicio, porque la
resolución que va a dictarse deba ser igual para todos ellos.

Por su parte, el litisconsorcio pasivo voluntario surge cuando


varias personas intervienen en juicio de manera conjunta porque
es su voluntad hacerlo, ya que podrían oponer sus excepciones o
defensas de forma separada, si la ley concede la facultad para

4
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

que así lo hagan o existe disposición que las obligue a litigar


unidas, por tratarse de la misma excepción o defensa, aunque no
deriven de la misma relación jurídica material o sustantiva
inescindible, pues busca primordialmente la economía y conexión
procesales y tiene como patente fin evitar sentencias
contradictorias, lo que es distinto a pronunciar una sentencia
válida y eficaz.

Desde esa óptica, el litisconsorcio pasivo necesario se halla


o está ligado con la relación causal, material o sustantiva que en
el juicio se controvierte, sea única o indivisible. Por lo que, como
se vio, se ubica en una norma sustantiva, aunque no se soslaya
que produce efectos hacia el proceso en tanto que, de no
demandarse a todos los litisconsortes, se constituirá
defectuosamente la relación procesal. En cambio, el litisconsorcio
pasivo voluntario no atiende a esas especiales características del
derecho sustantivo anterior o preexistente al juicio, sino a una
cuestión estrictamente procesal y, por ende, su fundamento se
encuentra en una norma procesal.

Lo anterior, en virtud de que, en el derecho material o


sustantivo, al regular determinadas situaciones jurídicas, es el que
obliga a que al juicio concurra un determinado número de
personas, todas ellas interesadas en una única relación para que
pueda desarrollarse válidamente. Lo cual, se debe a que dichas
personas pueden resultar perjudicadas, porque a todas ellas va a
alcanzar la cosa juzgada, y de no ser llamadas, no tendrá ninguna

5
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

eficacia la sentencia en la medida de que no sería posible


ejecutarla.

Luego, para determinar si se configura el litisconsorcio


pasivo necesario, debe ponderarse la indicada relación material
indivisible, que existe previamente al juicio, a diferencia del
voluntario, en que nace por virtud de la relación procesal o
conductas procesales de las partes.

Por tanto, el litisconsorcio necesario es pasivo cuando, para


que pueda dictarse una sentencia válida sobre la procedencia o
improcedencia de las pretensiones de las partes es necesario que
se llame al juicio a varias personas como demandadas para que
éstas puedan ser oídas en él. En otras palabras, el litisconsorcio
pasivo necesario se da cuando hay necesidad de que dos o más
demandados tengan intervención en el proceso, en virtud de que
la cuestión litigiosa la forma cierta relación jurídica en la que
aquéllos están interesados indivisiblemente y, por ello, no puede
resolverse por separado sin audiencia de todos ellos y en un
mismo juicio, pues la sentencia que se dicte les puede deparar
perjuicio.

En ese contexto, el efecto principal y la razón de ser de la


figura del litisconsorcio pasivo necesario es que a juicio sean
llamados todos los litisconsortes, quienes por estar vinculados de
forma indivisible entre sí con el derecho litigioso, deben ser
afectados en conjunto por la sentencia que decida la cuestión
debatida, ya que no sería posible condenar a uno sin que la

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

condena alcance a los demás, es decir, el objetivo principal de la


figura analizada es el de que sólo pueda haber una sentencia
válida para todos los litisconsortes, porque en virtud del vínculo
existente en la relación jurídica de que se trata, no es posible
condenar a una parte sin que la condena alcance a la otra. De
donde se genera la necesidad de dar oportunidad de intervenir a
las partes que tengan un interés común en el juicio, para que
puedan quedar obligadas legalmente por la sentencia que llegue
a dictarse, lo que no podría hacerse por separado, es decir, sin oír
a todos los litisconsortes, incluso a los que habiendo sido ya
emplazados legalmente, por existir una reposición del
procedimiento tuvieran nuevamente la carga procesal de
contestar o en su caso de ampliar la demanda ante el juez que
los emplazó.

Segundo, respecto de la figura del emplazamiento cabe


precisar que se trata de un acto procedimental que, como especie
de la notificación, tiene como propósito el dar a conocer al
demandado la existencia de una demanda en su contra, y así
enterarle de la petición del actor; y la oportunidad de contestarla o
ignorarla dentro de un plazo, que, procesalmente hablando, se
entiende como el lapso durante el cual puede realizarse la
conducta ordenada por la Ley o por el juez, en cualquiera de los
días en él comprendidos, y, por este motivo, tal acto trascendente
recibe el nombre de “emplazamiento”, ya que el citado lapso no
debe considerarse un término, en virtud de que este mismo es el

7
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

advenimiento de una fecha única en la que puede realizarse el


proceder ordenado y, por ello, el término es el fin del plazo 7.

El emplazamiento por regla general debe ser notificado


personalmente en el domicilio del demandado, “siempre que
se trate de la primera notificación en el procedimiento, de
diligencias preparatorias o de jurisdicción”8.

Ahora bien, los principales efectos del emplazamiento


son el de prevenir el juicio a favor del juez que lo realiza,
sujetar al emplazado a seguir el juicio ante el juez que hizo el
emplazamiento, informarle al demandado que tienen la
carga procesal de contestar la demanda ante el juez que lo
emplazó así como el de producir todas las consecuencias de
la interpelación judicial9.

Ello me autoriza a concluir que, en la sentencia se debió


distinguir entre los diversos tipos de litisconsorcio, y no hacer
una referencia genérica a esta figura, toda vez que se trataba
de un litisconsorcio pasivo necesario, el cual tiene su
fundamento en el derecho material al existir una relación
material indivisible, y que la integración plural de las partes es
imprescindible, esto, al tratarse de una parte compleja que
7
Cfr. BECERRA BAUTISTA, José, Enciclopedia Jurídica Mexicana, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
tomo VI (M-P), UNAM-Porrúa, México, 2002 pp. 76 y ss.
8
Idem
9
Idem

8
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

determina necesariamente actitudes únicas de todo orden,


tanto argumentativo, como probatorio, impugnativo, etc..

Asimismo, se debió diferenciar entre el emplazamiento y


sus efectos, toda vez que si bien, se comparte que el hecho
de que no se haya emplazado correctamente a uno de los
litisconsortes, el efecto de la concesión del amparo para
corregir esta omisión, no debe ser el dejar insubsistente los
que si fueron realizados legalmente. Sin embargo, si deben
destruirse sus efectos, toda vez que, en este caso los
demandados se encuentran vinculados de forma indivisible
entre sí con el derecho litigioso, y la oportunidad que tienen
para contestar la demanda va relacionado con el interés
común que tienen como demandados en el juicio, lo cual, los
obliga a litigar unidos por ejercer en estos casos la misma
excepción o defensa, esto al derivar de la misma relación
jurídica material o sustantiva inescindible.

Por tanto, el hecho de que la concesión del amparo sea


para el efecto de reponer el procedimiento a favor de la parte
que no fue emplazada, debe tener el efecto de dejar
insubsistente uno de los efectos del emplazamiento pero
respecto de todos los litisconsortes, el de informarles a los
demandados que tienen la carga procesal de contestar la
demanda ante el juez que los emplazó, lo cual les dará

9
CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

oportunidad a los litisconsortes de ponerse de acuerdo en la


defensa que tendrán y, por tanto, en las excepciones que
podrán oponer, ya con toda la información necesaria para una
defensa adecuada.

Lo anterior, en virtud de que, como ya se dijo, los


demandados se encuentran vinculados de forma indivisible
en cuanto al derecho material se refiere, y tienen la obligación
de defenderse de manera conjunta. Por lo que, el
mencionado vinculo debe quedar reflejado al momento de
contestar la demanda y la unidad con la que se debe
manifestar dicha contestación, toda vez que, incluso, ellos
quedaran compelidos a nombrar un representante común y,
en caso de no hacerlo, el juez les asignara uno.

Consecuentemente, el hecho de que el emplazamiento


se realice de manera independiente, no trae como
consecuencia el que los litisconsortes emplazados legalmente
no se encuentren en un estado de indefensión que remediar,
pues no tendrán una defensa adecuada al no existir unidad
en su defensa lo cual se refleja en diversos escritos de
contestación de demanda ni tener los elementos necesarios
para su defensa al no contar con los elementos que pueda
aportar el o los litisconsortes que no fueron correctamente
emplazados y que en virtud del efecto del amparo se ordenó
la reposición del procedimiento.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 258/2010
VOTO CONCURRENTE

Estas son las razones que me llevan a no compartir


algunas de las consideraciones de la resolución aprobada por
esta Primera Sala, en la mencionada contradicción de tesis
258/2010.

MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA


VILLEGAS

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

LIC. HERIBERTO PERÉZ REYES

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