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INTRODUCCION:

Los óxidos son minerales formados por la combinación del oxígeno con uno o varios metales,
pudiendo ser anhidros o hidratados.

Se trata de compuestos relativamente abundantes, de tal manera que sobre el peso total de
la Litosfera representan un 17% en peso.

De todos ellos el más abundante es el cuarzo (SiO2), seguido a gran distancia por los óxidos de
hierro. En menor proporción se encuentran los óxidos de
aluminio, manganeso, titanio y cromo.

En general, los óxidos son minerales duros, densos y refractarios. Se suelen presentar en rocas


ígneas y metamórfica.

CARACTERÍSTICAS:

• Gran dureza, de 6 a 9, según la escala de Mohs.

• Elevada estabilidad química

• Alta temperatura de fusión

• Baja solubilidad en agua

Origen y Formación:

se puede decir que los óxidos aparecen en las zonas más superficiales de la Corteza Terrestre.
Esto es debido a que el oxígeno atmosférico penetra poco a través de los materiales de
la Corteza, dificultándose en consecuencia, los procesos de oxidación. 

Aplicaciones de los Óxidos

Algunos óxidos e hidróxidos vienen siendo utilizados desde la Antigüedad para la preparación


de pigmentos y para la extracción de elementos metálicos. En la actualidad, también se les
emplea en otros usos más concretos, derivados de sus propiedades físicas y de
su comportamiento químico.

Desde tiempos remotos, el hombre se dedicaba a pintar sobre las rocas y las paredes de las
cuevas que habitaba, para lo cual empleaba suspensiones acuosas u oleaginosas de sustancias
coloreadas. Muchas de estas sustancias eran óxidos, sobre todo de metales de transición,
aunque también empleaban ciertos sulfuros como el cinabrio y el oropimente. El uso de
los óxidos (naturales en la mayor parte de los casos) para la fabricación de pinturas, llega hasta
nuestros días. 

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