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Las comunidades judías en Al-Ándalus vivían en una situación ¶¶ Las comunidades religiosas bajo
prácticamente única, caracterizada por una relación triangular la dinastía Omeya y los primeros
reinos de taifas: la convivencia
con respecto a su relación con las comunidades musulmanas
¶¶ Importancia de la relación
y cristianas en la península. Esta situación de excepcionalidad triangular entre judíos, cristianos y
favoreció el florecimiento de una cultura judía peninsular musulmanes en Al-Ándalus hasta
vibrante, y permitió que algunas personas de la comunidad judía el siglo XII
accediesen a las más altas cuotas de poder civil y militar bajo ¶¶ Deterioro de la convivencia a partir
del siglo XII: la ortopraxia de los
la dinastía Omeya, y también en los primeros reinos de Taifas.
almorávides y almohades
La situación para la comunidad judía en Al-Ándalus empeoró ¶¶ Referencia bibliográfica
significativamente con la llegada en el siglo XII de los imperios
almorávide y almohade, cuyos ideólogos culparon a las minorías
cristianas y judías de la debilidad política y la laxitud religiosa
de los reinos de taifas.
1. 1. La umma
• Las tribus árabes: La minoría dirigente de la sociedad andalusí, especial- Figuras de sultanes nazaríes
mente durante el periodo Omeya, dada su vinculación con la tradición representados en la bóveda de la Sala
islámica y las estructuras políticas del califato. Las tribus árabes identi- de los Reyes de la Alhambra (siglo
ficaron su lengua con la única forma correcta del Corán y la legislación XIV e.c.) | Junta Granada Informa. Flickr
islámica, colaborando entre ellas para liderar la vida política y los ideales
sociales —historia, entretenimiento, costumbres, etc.— en Al-Ándalus.
Los descendientes de estas tribus en la península se esforzaron por
adoptar vestimentas y modas provenientes de oriente —gastronomía,
música, poesía, filosofía, etc.— para seguir reivindicando su conexión
especial con Mahoma y con los conquistadores árabes.
• Las tribus imazighen: También conocidos como bereberes —aunque este
término es peyorativo y los identifica con «los bárbaros»—, estos fueron
una minoría numerosa dentro de la sociedad andalusí. Los imazighen
aportaron gran parte de las tropas y una parte significativa de la direc-
ción militar durante la conquista Omeya en el siglo VIII e. c. Aunque
estos eran considerados como una población de segunda categoría por
las tribus árabes, los imazighen constituyeron el núcleo demográfico en
múltiples poblaciones y se aliaron con facciones árabes en disputa para
mejorar su estatus político.
• Muladíes y población de origen converso: La mayor parte de la población
musulmana en Al-Ándalus provenía de la conversión de la población
local tras la conquista, y también de la llegada de otros grupos de pobla-
ción como mercaderes y esclavos de distintas procedencias geográficas
que adoptaron el islam. Al no quedar encuadradas en las tribus árabes
ni imazighen, esta población musulmana tenía que superar barreras
adicionales a la hora de mejorar su estatus social.
1. 2. Fuera de la umma
Dhimmis, o pueblos del libro: desde finales del siglo VII e. c. las autoridades
islámicas en Arabia establecieron la distinción entre idólatras y paganos, cuyas
creencias y formas de vida estaban prohibidas, y miembros de «religiones
La historia judía de España
8. Las comunidades judías en Al-Ándalus 58
migración de muchos mozárabes hacia territorios cristianos, y su incorpo- Arqueta de Palencia (1050 e.c.)
ración a iglesias cristianas no andalusíes, degradó la situación de relación producida en la Taifa de Toledo
triangular entre judíos, musulmanes y cristianos que era el fundamento de | Museo Arqueológico Nacional
la convivencia.
En la década de 1080 e. c. el avance militar del rey Alfonso VI de León y
Castilla hacia el sur peninsular hizo que los reyes de taifa mirasen en busca
de protección hacia el Imperio amazig de los almorávides recientemente
consolidado en el Magreb. La situación escaló con la conquista de la taifa
de Toledo por este mismo rey en 1085 e. c., lo que supuso cortar las rutas
comerciales y de comunicación entre las taifas del norte y del sur peninsular.
El rey de la taifa de Sevilla y el emir de la taifa de Badajoz eran tributarios de
la desaparecida Taifa de Toledo, y temieron que el rey Alfonso VI pretendie-
se invadirles con algún pretexto legal. Ambos gobernantes se coordinaron
con el emir de Granada para emitir una llamada conjunta dirigida al emir
almorávide Yúsuf ibn Tašufín, que concentraba el poder religioso y militar
del Imperio, para que invadiese la península y derrotase al rey de León y
Castilla. Los ejércitos almorávides consiguieron hacer retroceder el avance de
los reinos cristianos, pero en sucesivas campañas para reducir la influencia
cristiana los almorávides se molestaron con la rivalidad entre las taifas y
con los tratos de estas con los propios reyes cristianos contra los que habían
solicitado su ayuda pocos años antes.
Los almorávides decidieron entonces destituir a los reyes de taifa y
unificar sus territorios e incorporarlos al Imperio. La motivación religiosa de
los almorávides favoreció que estos acusasen de debilidad moral y traición
religiosa a las cortes de taifas que se les opusieron. Los almorávides fueron
menos tolerantes con la presencia de notables judíos en la administración,
favoreciendo la caída en desgracia de familias judías que habían ascendido
con el favor de las administraciones anteriores, e implementando visiones
más literales y restrictivas de la jurisprudencia que limitaba las acciones
sociales, políticas y religiosas de las comunidades judías: incompatibilidad
con cargos públicos, introducción de códigos de vestimenta más estrictos,
diferencia social obligada hacia los musulmanes, limitaciones a la hora de
reformar y expandir sus templos de culto, prohibición de enseñar el Corán
La historia judía de España
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4. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA