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La diáspora de las comunidades judías acentuada por las ¶¶ Galut: conceptos básicos sobre la
guerras judeo-romanas de los siglos I y II e. c. provocó que las diáspora
¶¶ Migraciones y conversiones:
kehilot —o comunidades— evolucionaran de forma distinta
sefardíes y askenazíes
dependiendo de las áreas geográficas en las que se encontrasen. ¶¶ Las congregaciones judías en la
La dispersión dio lugar a múltiples ramas culturales dentro Europa medieval
del pueblo judío, de entre las cuales destacaron los sefardíes ¶¶ Referencia bibliográfica
—en Hispania— y los askenazíes—en centroeuropa— tanto por
población como por su relevancia para la configuración de la
historia europea. En este capítulo repasamos algunos conceptos
básicos sobre la estructura de las kehilot judías en la diáspora
y también sobre cuáles eran las principales diferencias entre la
rama sefardí y la askenazí.
conocida también como la rebelión de Bar Kojba, tuvo consecuencias devas- Monedas acuñadas durante la rebelión
tadoras para la población rural de la provincia romana de Judea. Dado que de Bar Kojba | Münzkabinett. Staatliche
la rebelión de Bar Kojba tuvo una clara orientación religiosa y cultural, la Museen zu Berlin
represión romana se centró en debilitar la conexión cultural de la población
judía con el territorio de Judea en la medida de lo posible: prohibiendo las
manifestaciones públicas de la religión judía, fundando la colonia romana
de Aelia Capitolina sobre las ruinas de Jerusalén y prohibiendo la entrada a
los judíos, fusionando las provincias de Siria y Judea en la nueva provincia
de Siria Palestina —llamada así por la población nativa de origen filisteo—,
etc. Muchas de estas medidas represivas en el ámbito simbólico se verían
suavizadas o revertidas en las décadas posteriores, pero hicieron irreversible
el desplazamiento del centro de la vida judía hacia la zona de la baja Meso-
potamia, y el desplazamiento de las poblaciones judías de carácter urbano
hacia otros enclaves más prometedores.
Hoy en día conservamos muy pocas fuentes primarias para estudiar la
evolución de las comunidades judías fuera de Mesopotamia en el periodo entre
el siglo II e. c. y el siglo VIII e. c. Gran parte de lo que conocemos proviene de
las escasas fuentes arqueológicas, y de los testimonios o comentarios sobre
la periferia del mundo judío que pudieron quedar recogidos en las escuelas
rabínicas de Mesopotamia. Indirectamente, podemos inferir conocimiento
sobre las comunidades judías en el Imperio romano a través de los escasos
documentos legales que sus legisladores dedicaron a los judíos, y sobre
todo a través de las fuentes del cristianismo primitivo y de las primeras
fuentes eclesiásticas. Aunque más abundantes, las fuentes eclesiásticas
han de ser tomadas con cierta precaución por dos motivos: el primero, es
que estas fuentes están centradas en los debates y las circunstancias de
las emergentes iglesias cristianas, y la información que ofrecen sobre las
comunidades judías es variada y está siempre filtrada por estos intereses; el
segundo, es que la relación entre el judaísmo y la evolución de las primeras
comunidades cristianas fue evolucionando desde la comprensión mutua
hacia la contraposición beligerante a medida que el cristianismo iba siendo
adoptado por comunidades gentiles sin experiencia previa o conocimiento
de las prácticas religiosas y sociales de las comunidades judías. Cuando el
cristianismo pasó a ser una religión con carácter oficial, entre finales del
siglo III e. c. y principios del siglo IV e. c., la exaltación cristológica conllevó
tanto la condena de las herejías cristianas como distintas oleadas de condena
hacia el judaísmo —frecuentemente adoptando nuevas prácticas religiosas
y sociales para definirse en contraposición a este.
Estas precauciones específicas a la hora de interpretar las fuentes sobre
las comunidades judías fuera de Mesopotamia hasta bien entrada la Edad
Media son aún más necesarias si cabe en aquellos temas tocantes al papel
histórico de las mujeres en las comunidades judías y en temas relacionados
con los conflictos de carácter social dentro de las propias comunidades. Esto
es así porque la visión de los autores de las fuentes escritas que han llegado
hasta la actualidad ignora específicamente estas realidades.
La historia judía de España
2. Diáspora y exilio: Ashkenazim y Sefardim
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Previamente a la gran migración del siglo IX e. c. ya existían múltiples Puerta sur de la ciudad romana de
comunidades judías instaladas alrededor del Mar Negro y el este de Europa, Dioclecianópolis, en la actual Bulgaria
algunas de ellas tan antiguas como las congregaciones de Georgia y Arme- | Kdecheva. Wikimedia Commons
nia, establecidas durante el exilio babilonio en la primera diáspora. Existen
también evidencias arqueológicas del establecimiento de mercenarios judíos
en los destacamentos romanos entre la actual Grecia y el río Danubio —en
la antigua provincia romana de Panonia. Esta población se vio aumentada
con la llegada de los esclavos procedentes de las guerras judeo-romanas, y
también con la conversión al judaísmo de distintos pueblos en el área del
Cáucaso alrededor del siglo VII e. c. Existen pruebas documentales y arqueo-
lógicas de la conversión al judaísmo de algunos nobles en el Khanato jázaro
a finales del siglo VIII e. c. como una estrategia para evitar su incorporación
en el área de influencia de sus vecinos musulmanes y cristianos, sin embar-
go, pruebas genéticas y lingüísticas demuestran que su influencia sobre la
población askenazí ha sido prácticamente anecdótica.
Así pues, la rama askenazí puede verse como una uniformización de
costumbres y legislación a través del contacto entre todos estos grupos ex-
pandidos entre el centro y el Este de Europa. Aunque los askenazíes adopta-
ron las lenguas de los territorios en los que vivían como vernáculas, a partir
del siglo X e. c. se popularizó entre sus comunidades una lengua derivada
del alto alemán con influencias eslavas, arameas y romances que acabaría
siendo conocida como yidis. A partir del siglo XIII el yidis empezaría a ser
escrito con caracteres hebreos contribuyendo a popularizar y preservar este
alfabeto fuera del contexto estrictamente religioso.
La historia judía de España
2. Diáspora y exilio: Ashkenazim y Sefardim
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4. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA