Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los escritores, quienes creemos dominan este proceso, son vistos como personas expertas
en escribir y comunicar ideas. Por centrarnos en esa capacidad superior que posee un otro,
olvidamos el hecho de que todos somos y/o fuimos escritores, en mayor o menor medida,
debido a que esta es una herramienta fundamental en nuestros procesos de comunicación y
aprendizaje.
Debo admitir que antes de incursionar en los textos, no tenía tan clara esta visión de lo
terapéutico y necesario que es escribir nuestras diversas experiencias, para así
materializarlas, traducirlas, ordenarlas, darles coherencia, reformularlas, observarlas,
compartirlas y dejarlas plasmadas para la prosperidad, preservando así, nuestro pasado.
Sentarse a escribir sobre un papel en blanco, sin ideas fijas, dejando que los pensamientos
broten como agua, es el equivalente a estar acostado en el diván de algún consultorio
haciendo catarsis con un desconocido, pero de manera interna, conectando con nosotros
mismos, y dándole forma (no importa cual) a lo volátil. Dejar de pensar a la escritura como
algo estático, sino más bien como un fragmento de un todo que se encuentra en constante
evolución, me alienta a dejar mis miedos atrás para animarme a escuchar, plasmar y
trabajar con mi propia voz.