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COMO FUE EL NACIMIENTO DE JESÚS

Hace más de 2.000 años, María, una doncella judía prometida con un carpintero
llamado José, recibió la visita del arcángel Gabriel, quien le dijo que tendría un hijo
al que llamaría Jesús, que sería Hijo del Altísimo y reinaría para siempre.
Sorprendida, María se preguntó cómo podría ser eso posible ya que aún no
estaba casada, pero Gabriel le dio que confiara en Dios.

Tras esta visita, María le contó lo sucedido a José, su prometido, quien al principio
tuvo dudas y desconfió de María, pero un ángel se le presentó en sueños y le dijo
que ese niño era hijo de Dios, así que José la aceptó a pesar de estar ya
embarazada y se casó con ella.

Vivían muy felices en Nazaret, una pequeña ciudad situada en Israel. Pero un día,
cuando María estaba muy embarazada, llegó la noticia a la ciudad de que todo el
mundo debía acudir a su ciudad de origen a empadronarse por orden del
emperador romano César Augusto a quien la ciudad debía obediencia ya que
formaban parte del inmenso Imperio Romano.

Así que el 24 de diciembre María y José, montados en una mula, se fueron camino
de Belén, la ciudad en la que debían empadronarse. Al llegar a la ciudad María
empezó a encontrarse mal y se dio cuenta de que el momento había llegado y el
bebé estaba en camino. José intentó encontrar sitio en alguna posada, pero todas
estaban ocupadas. Finalmente, llegaron a un establo abandonado, donde solo
había un buey, y José hizo una cama con paja para que María se tumbara y
pudiera dar a luz.

Y así, nació el niño Jesús en un pobre establo rodeado de una mula y un buey y
su madre, la Virgen María, le colocó sobre un pesebre. Al caer la noche, apareció
en el cielo una estrella más brillante que ninguna que se situó encima del lugar
donde estaba al niño.

Mientras, un ángel se presentó a un grupo de pastores que cuidaban de su rebaño


a las afueras de la ciudad y les dijo que no temieran, que venía a darles buenas
noticias porque en la ciudad de David había nacido el Salvador, al que
encontrarían envuelto en un pesebre. Los pastores, sin pensárselo, acudieron al
establo sobre el que brillaba la estrella y adoraron al Niño Jesús.

Muy lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor, Gaspar y
Baltasar, vieron la estrella aparecer y supieron que significaba que un nuevo rey
iba a nacer, así que decidieron seguir la estrella hasta su lugar de origen para
adorar al nuevo rey.

Al llegar a Belén no encontraban al niño, así que fueron a preguntar al palacio del
rey de la ciudad, el malvado Herodes quien, al saber que un nuevo rey había
nacido y podía destronarle, les pidió a los Tres Reyes Magos que, una vez
encontraran al niño, se lo dijeran para que él también pudiera ir a adorarle.

Finalmente, Melchor, Gaspar y Baltasar encontraron el pesebre y le dieron sus


regalos al Niño Jesús: oro, incienso y mirra, pero no le dijeron a Herodes donde
estaba Jesús ya que no se fiaban de él, así que se fueron de la ciudad sin pasar
por el palacio.

Herodes, preocupado por el nacimiento del nuevo rey, mandó matar a todos los
niños recién nacidos de la ciudad para evitar que alguno le destronara, pero María
y José, avisados por un ángel, huyeron a tiempo de la ciudad. Cuando Herodes
murió volvieron a Nazaret y allí vivieron toda la infancia de Jesús.

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