DEFENSA PROPIA
Por Antonio Caballero
A
los veinte años de
empezada su inva-
sión a Afganistán
las tropas de los Es-
tados Unidos se reti-
ran con la bandera entre las
piernas, dejando a sus espal-
das un país arrasado, cientos
de miles de muertos "colate-
rales", millones de refugia-
dos y una guerra civil que
por lo visto van ganando sus
directos enemigos, los faná-
ticos islámicos talibanes. Me
permito citar lo que escribí
en la revista Semana en 2001,
hace veinte años, cuando em-
pezaba esa guerra:
“Los Estados Unidos han perdido
prácticamente todas sus guerras.
(...) Han destruido físicamente a su
adversario, como ahora machacan
a Afganistán. Pero su adversario ha
obtenido la victoria política, e inclu-
so la territorial”.
Y me atrevía a vaticinar que en las
cordilleras desoladas de ese pobre
país les iba a pasar lo mismo. Como
en Corea, como en las selvas de
Vietnam, como les está pasando en
los arenales de Irak y de Libia y, si
Donald Trump se hubiera empeña-
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18 de abril 2021
do, también en Irán, para no hablar
de las inmensidades de la China. Los
Estados Unidos son, de muy lejos, la
primera potencia militar del mundo.
Su gasto en armamento (y también
su venta de armamento) duplica o
triplica el de los cuatro siguientes
países sumados —que son, paradóji-
camente, los otros cuatro miembros
del Consejo de Seguridad de las Na-
ciones Unidas, encargados de man-
tener la paz mundial. “Si vis pacem,
para bellum”, reza un proverbio mili-
tar latino de los tiempos del imperio
romano: si quieres la paz, prepara la
guerra. Pero no hay que exagerar, no
hay que exagerar. Y los Estados Uni-
dos exageran. Trump, en cada año de
su presidencia, aumentó en un diez
o en un quince por ciento su presu-
puesto militar y anunció la invención
y producción de tremendas nuevas
armas. Pero el resultado fue que —en
Irak, en Libia, en Yemen y también en
Afganistán— estaba perdiendo todas
las aventuras guerreras de su país,
después de haber anunciado que se
retiraría de todas ellas por ser, como
decía con razón, “interminables”.
Esta de Afganistán ha durado nada
menos que veinte años. Desde que,
en respuesta al atentado de un pu-
ñado de terroristas saudíes contra
las Torres Gemelas de Nueva York
el 11 de septiembre del año 2001,
el entonces presidente Bush decidió
invadir... no a Arabia Saudita, como
cabía esperar, sino a Afganistán, ya
entonces sumido en una guerra civil
desencadenada por la intervención de Afganistán decidida por Biden (y
de los mismos Estados Unidos contra antes insinuada por el propio Trump)
la intervención de la entonces agre- consisten en lo que llaman “reposi-
siva Unión Soviética y a favor de es- cionar” las fuerzas. No en el propio
tos mismos talibanes que hoy son sus Afganistán, donde solo quedarán
mortales enemigos. unos pocos miles de soldados, sino
en sus vecinos inmediatos: Tajikistán,
A ver qué hubiera pasado si además Kazajstán, Uzbekistán. Y en instalar,
hubiera decidido desembarcar en Ve- o conservar, bases militares a todo lo
nezuela, a donde mandó a patrullar la largo del Golfo Pérsico y en el Océa-
flota de guerra del Caribe. Creo que no Índico. Por lo menos desde que
el nuevo presidente Biden no la ha terminó la Segunda Guerra Mundial
retirado todavía. Y tiene, desde lue- los militares norteamericanos tienen
go, el respaldo del presi- bases aéreas y navales
dente colombiano Iván en un centenar de paí-
Duque, que es un gallito Las tropas de los ses del mundo. Estos
retador. Aunque sin mu- Estados Unidos que ahora mencioné
chas espuelas. son antiguas repúbli-
se retiran de cas de la Unión Sovié-
Profetizaba hace más Afganistán tica, el “enemigo malo”
de un siglo el poeta dejando a sus de la Guerra Fría. ¿Y
nicaragüense Rubén qué? También tienen
Darío, dirigiéndose al espaldas un en Cuba, el enemigo
presidente norteameri- país arrasado, más cercano, la base
cano de la época, Teodo- cientos de miles de Guantánamo, que
ro Roosevelt: es además una prisión
de muertos en donde, a escondi-
Eres los Estados Uni- "colaterales", das, se tortura. Preci-
dos samente con la excu-
eres el futuro invasor... millones de sa de aquel ataque de
refugiados y una hace veinte años con-
Hoy podemos decir: guerra civil. tra las Torres Gemelas
el futuro, el pasado, el de Manhattan.
eterno invasor. En este
último siglo los Estados Unidos han Explica el nuevo, pero eterno, pre-
invadido no menos de cincuenta paí- sidente de los Estados Unidos Joe
ses, en todos los continentes. Y tam- Biden, que todo esto se hace en de-
bién puede decirse de ellos, como fensa propia: para “evitar la re-emer-
han dicho los historiadores del im- gencia de la amenaza del terrorismo
perio romano del que hablé hace un contra nuestra patria”.
momento, que han tratado de con-
quistar el mundo “en defensa propia”. Pobres invasores. Y los invadidos,
que se aguanten: es por su propio
Porque eso es lo que alegan los nor- bien.
teamericanos desde hace por lo me-
nos siglo y medio. Que no hacen otra
cosa que defenderse. Por eso informa
el diario New York Times que los pla-
nes del Pentágono ante esta retirada
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