Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Reino Unido Abandona La UE
Reino Unido Abandona La UE
Brexit: Reino Unido abandona la UE: qué pasará ahora y cuáles son
los retos más urgentes para los británicos
Lucía Blasco
¿Cómo abordará Reino Unido los desafíos a los que se enfrenta ahora?
El gobierno británico quiere que sus bienes y servicios tengan el mayor acceso
posible al bloque europeo, pero dejó claro que abandonará la unión aduanera y el
mercado único, y que deberá poner fin a la jurisdicción general del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea (TJUE). Johnson argumentó que, dado que Reino Unido
está completamente alineado con las normas europeas, la negociación no debería
tener muchas complicaciones. Sin embargo, sus críticos señalan que su deseo de
tener la libertad de divergir de las reglas europeas para poder establecer acuerdos
con otros países como Estados Unidos podría dificultar las negociaciones.
"Me preocupa que el entorno sea algo menos hospitalario no solo para nosotros, los
ciudadanos europeos, sino también para los británicos", le dijo a la BBC un joven
llamado Guillermo, quien tiene pasaporte español pero nació (y vive) en Reino
Unido.
"Creo que aquí preocupa mucho que esto [el periodo de transición del Brexit] no
sea el final de un proceso, sino el comienzo de un nuevo capítulo", así como los
"efectos de la vida real que la gente ve y siente".
3. La situación en Irlanda
La frontera que divide Irlanda e Irlanda del Norte ha resultado ser el mayor
obstáculo del Brexit desde el referendo de 2016. Es la única frontera terrestre de
Reino Unido con la UE y el delicado acuerdo de paz que se llevó a cabo en su día ha
sido crucial durante las negociaciones. "Irlanda del Norte es la parte más
claramente afectada por el Brexit. La introducción de una 'frontera dura' con la
República de Irlanda plantea una especial preocupación, con probables controles
aduaneros y migratorios", dijo el Parlamento europeo en un informe que elaboró en
2017.
Una de las cuestiones principales "para una fuerte relación bilateral" es la libre
circulación en la isla, señalaba el organismo.
El acuerdo definitivo del Brexit evitó que se levantara una frontera física entre
Irlanda del Norte y la República de Irlanda, y a la vez mantuvo la integridad del
mercado único europeo gracias a la llamada "salvaguardia irlandesa".
¿Qué pasará entonces con los ciudadanos europeos y británicos que viven en
Irlanda del Norte? ¿Cómo afectará el Brexit a sus vidas?
"La verdad es que nadie puede saberlo con total seguridad", dice Tara Mills, del
servicio de la BBC para Irlanda del Norte. Colin Harvey, profesor de Derechos
Humanos en la Universidad de Belfast, dice que deberán abordarse muchos
problemas.
Pero las aduanas también plantean serios problemas, considera John Campbell, jefe
de Economía de la BBC para Irlanda del Norte.
"Un Brexit sin acuerdo afectaría a Irlanda del Norte y a Reino Unido de muchas
formas diferentes", dice Campbell. "Puede que no haya una 'frontera dura', pero
significaría importantes barreras comerciales".
Los próximos meses estarán dominados por negociaciones para construir una
nueva relación entre Reino Unido y Estados Unidos que abarque el comercio, la
seguridad, los servicios, la agricultura, la pesca, la investigación y muchas más
áreas.
El primer retó será acordar una estructura para las negociaciones: ¿cuán intensas
serán y qué sectores se priorizarán?
Es probable que haya una discusión sobre cómo se vincularán las diferentes partes
de las negociaciones. La UE insiste en que Reino Unido tendrá que permitir el
acceso europeo a aguas pesqueras británicas y comprometerse a una competencia
económica justa para desbloquear todo lo demás.
Ambas partes celebrarán una cumbre en junio para evaluar el progreso. Existe la
posibilidad de que no haya acuerdo en algunos sectores cuando termine el periodo
de transición a finales de este año.
Al mismo tiempo, Reino Unido negociará sus propios acuerdos comerciales con
otros países por primera vez en décadas. Construirá un nuevo sistema de
inmigración y asumirá tareas que antes hacía la UE. Todo parece muy complicado.
Pero, en realidad, lo que están sucediendo aquí son dos grandes experimentos.
¿Es bueno para la Unión Europea tratar a su vecino más grande, más cercano y
más rico como si fuera cualquier otro país no perteneciente a la UE? ¿Y podrá Reino
Unido obtener más del resto del mundo de lo que pierde de la UE? revés?
Cualquier persona que esté viviendo en Reino Unido a finales de año puede rellenar
una solicitud para quedarse, y el gobierno británico dice que sus derechos para vivir
y trabajar serán protegidos por la ley de manera permanente.
"Lo tenemos muy claro", le dijo a la BBC el ministro del Interior Brandon Lewis.
"Queremos que esos ciudadanos se queden, juegan un papel sumamente
importante. Contribuyen enormemente no solo con nuestra economía, sino también
con nuestras comunidades".
Cuando los relojes marquen la medianoche del 31 de enero del 2020 el Reino Unido
dejará de formar parte de la Unión Europea (UE), un cambio que alterará
profundamente el escenario político y económico del país pero que, en la práctica,
los ciudadanos y las empresas apenas percibirán hasta 2021.
Hasta entonces, las cuatro libertades de circulación del mercado único -de
mercancías, personas, servicios y capitales- seguirán vigentes en suelo británico.
Ese documento prevé dos vías para solicitar el permiso de residencia en el Reino
Unido. Aquellos que lleguen con una oferta de trabajo deberían tener asegurado un
salario mínimo -actualmente los extracomunitarios necesitan cobrar más de 30.000
libras anuales (35.400 euros) para obtener el visado-.
Quienes tengan intención de viajar al Reino Unido para buscar trabajo, en cambio,
deberían someterse a un sistema de puntos similar al de Australia, la legislación
que sirve de referencia a Johnson.
Los cerca de 1,3 británicos que viven en otros países de la UE tampoco percibirán
grandes cambios hasta el próximo diciembre.
Una de las pocas transformaciones tangibles para ellos será que el Gobierno
recuperará este año el color azul de los pasaportes británicos, en lugar del burdeos
de la UE, una medida meramente simbólica, pero muy celebrada por los partidarios
del Brexit.
Londres quiere pactar con Bruselas un acuerdo de libre comercio que asegure los
intercambios sin aranceles a partir del 1 de enero de 2021, pero al mismo tiempo
mantiene su intención de divergir paulatinamente de las regulaciones de la UE, lo
que puede envenenar las negociaciones.
La UE ha advertido de que es "imposible" alcanzar un acuerdo comercial completo
en el plazo previsto, pero el primer ministro británico ha recalcado que no tiene
intención de solicitar una prórroga.