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ffiUJER Y E§§LAVITU§
EF¡ I.A PRSU§CIA BE AHTISQUIA, §IGLO XHI
Las estructuras *amiliares que se dan at interi*r de los grupos negros que estudiaremos
rnás adelante, ssn el resultado de diferentes fuerzas que'confluyen a raiz de esta
relación: la decr¡lturacién y la transeulturación. La primera hace referencia al "proüeso
consciente m*diante el cual, ton fines de *xplotación eecnérnica, ss procede a
desarraigar la cultura de un grups humano para facilitar Ia expropiaeión de la* riquezas
naturales del territoria en que esÉ asantado ylo para utilizarlo com* fuerza de trahajo
barato, no calificado" {Moreno, 1S77: 14i; la segunda, *n cambio, ss un r€fi{rrs$ de la
ccmunidad dominada para nrantener una identidad, se entiende coms ufi "ftnóm*no de
choque y sfntesis entre un grups de inmigrantes que san insertados en una sociedad de,
moldes culturales eurcpeos" {ldem: 31}, qu€ conduce a lo que §e denomina
Cimarranismo tultural, al emplear elementü,s de tradiciún surüpea Gsilt& pantalla para
ocultar creencias y conducHs propias heredadas de Afrisa o resulEntes de la
coexistencia de grupos de diferentes *rlgenes {Alvarez, 1SS5}.
F*ro la irnpartaci*n de esclavss en Anti*quia no ft".le n"ruy pr*ductiva. Él afi* c*sto, qu*
p*dia ll*g*r a s*r de $3üü +rc d* 2ü quiiates, se *nfrentaba a las bajas ganancáas que
se p*dia *btener de su traba.ic {$Íü af añ*¡, el cual se veia interruntpid* freeu*ntenrei:te
p*r pr*blernas +omü e! abasteein"rl*ntCI de aiimentos {Suárez, 1*S3}.
Verncs a5í, enrno mineria y la eselauitud fi¡ersn *je en ei p*blamient* de] territ*ri*, y
§a
s* estqbi*eier*n eüma m*t*r*s para las diuersas a*tividades que se dierCIn en Xa
Fr*vin*ia de Antí*quia elurante la *+É*nÉ4.
A tra'¡é* del trabajo *on lnventarios, se reur"lieron etata* s*br* 8É4 individuos, tr** qu*
fr"¡*ron organizadús en d*s p*ríod*s terxp*rale* según fues*r:'rep**ados: entr€ l*s añts
de 1§5ü y 1675 inclusive, y 167S y 1?l*" *ori'espcnden est*s dos periodo* a
generaci*nes diferentes de pr*pietari*s y d* *sclav*s, las e uat*s *stán ir¡serttas er: d*s
de l*,s m*nientos *laves del dssarroll* *eqrl*r"nico de [a ápo*a:
ti*rras de $anto *oming*, Batea §esa, Anxá, Hojas An*has, fti*grande, F*rt*, Urra* y
Fr*ntin+"
Fara poder ubservar c*mü se disirÉhuye la pohtacién es*lava *r: nuestr* ry¡uestra, se
*bserva¡"*n 3 *lerNentos de distineién: el *exo, t* ü.S.É" y ia edad.
SEX*: fiJlirands l*s datos d* distribusién de la pohtaei*ft For s€x*, *e +hserva **nt* la
propo,reicn d* hombr*s frente a mu.leres, se mantlene c*r¡stante: 5§% fr*nte a un
44ü/t.
l"lay dcs razünes hásicas para *xpli*ar ei herh* d* enesntr*r más hcmbr*s que
grupss hxman*s: la pr"irn*ia hac* refereneia a ia r*r:tabilidad en
r!1u"!eres en est$§
la produ*eién, y la segunda, a la proparciún d* h+n¡*res y mujerc$ que llegaban
a continent* arn*ritanu.
Uno dq I*s tipee de familia, ei más "c*mun" y aceptad* s*eialm*nt*, surge a partir del
nnatrirn*nio. Llan:aremüs r.natrim*ni* a la l¡ni*n de ¡.¡na pareja, !*galizada ü nü, y
recanccüda sociainrente.
Fero a pesar de est*, §a *rganiaaeión s*cíal impuesia por l* clas* d*n"¡inante *sta
basads er'¡ la farnilia, y *§ una car*eteilstica de la nultura afr*-arxerieana" "& través de.
est+s ni;elecs, se fa*ilita la soeialiuaci*s'r del niñ*, §e brir"¡da estabilidad s*cial y
seguridad en el traba.!+ {Ki*in,1§$6: ii*}, lo qu* se refleja en ei heeh* de qu* l+*
mi*nrbr*s de xna par'*ja regi*traia p+r ir:v*ntaris, ti*nd*n a perteneüer a ia misnna lab*r,
yÉ s*a *n la r:'¡ina, el carnp* * ia c*se. Aden:ás *f **tabl*eimiente rie n(¡clecs fanriliares
irnpliea el estableeimient* cie ls.u*s de afeeiividad que disn'iinuyen las p*sibilidad*s de
firga de tcs individuo§, r*nvirtiénd+s+ *sta instit¡,¡eión en Ltna forma más de *ontr*t
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§.*tc n*s deja ver una t*ndenci* a mantener ia institr"¡eiór'': r"*atrimonial durante este
perí*d* d* la ealonia. sienda uns pr*p*r*ién p*qu*ña **n respe*t* ai t*tat de individu*s
e* cada peri*do.
Pers e! hech* de que e*ta instítuci*n n* *xÉ*ta tsm* tal, product* del nnatrim*nio *ntre
d** indir¡idri*$, no implica que n$ se ilevara una rrida sexua! actlva. ñsta pu*de ref'l*jar*e
en el a[tc p*rcentaj* de madres s*lteras, al par***r, que *tás adelants s* o¡erá"
La tendencia al rnatrimonia varia de un Srilpe soeio-étnico a otro, dánd*se en ur"¡ primer
rnoment* un interÉs por formar uniones estables eon mujeres de la misma eonciicion
soeio-étnlca {entre bozales y entre eriollos, como e[ *asc de Manuel angala y Teresa
angola en la cuadrilla de Diego,{!varee del Pinc, Antioquia 1661, o András y T*resa,
cri*llos, eselavos de la mina y raneh*ria de f'iuestra §eñora de §a Candelaria, propi*dad
de R*driga Garcia Hidalg*, 1S7§).
Las rnujeres muiatas il* tenian problemas al decidir unirse con h*nrbres mulatos,
críollos o bo¿ales {en la cuadrilla de Felipe de Herrera, 1704, Tcmasa ntulata está
casada con Nicolás crioli*, mientras Maria mulata está con Juan bran).
E*te aurnento de impoÉancia en las matrimanios entre cri*llas frente al matrim*nic entre
boaales, y etr aurnento de proporeién de matrimonios +rrtre indiviciuos d* diferent* origen
S.8., en este easo específico, hombres bozales con rnujeres criollas * rnu§atas, debe
entenderse desde el punto de vista del aumento de la p*blación eri+lla {tanto de negras
§a§]o de mulatos), puesto qu* esto aumenta la pasibilidad de ene+ntrar rnujer en este
sector; además, la proporeién de mujeros llegadas d* Africa es menCIr que la de
hombres, por io que los bqzales encuentra* más f*ci§nrente espesa dentrs de la
poblacién criolla.
Entre t§§CI y 1675, *§ ?2.2§fu de las r.rrujeres son boeales, eí 56.1ú,ü s*n criollas, el 7.7oS
s*n mulatas y otra prop*rcién similar son zambas; el 12.6sÁ de la población f*rnenine
carece de información para situarla dentr* de uno de est*s grupCIs.
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Fara i*s srup*r reseñad*s er:tre 1S?ffi y 1 71*, la pobiaeión fen:enina h+xel di*miruuye *
un 1üYp, n'¡i*ntras qu* la *ri+ll* llega ai *7.§sÁ, y ia nnulata a[ 'f 7.6%; rnás ur'¡ 4"*% d*
mujeres sin identificación **cio-átniea"
Éstas cifras ,'¡o$ permiten ver s*ms la llegada de nrujere* pr*cedentes d* Afríca
disminuy* en un 5üsÁ, mientras que la poblacíó* erioll* y nrulata aumenta notabi*rxente"
f,stc se sorre{ipond* con el s"¡"1*vimi*nto pobla*i*nal general que *bservemos más atrás,
y *s ur"¡ refl*j* del cambío da t*ndencia eie conTpra de eselfrvü$ & eriaRaa d* ést*s,
gen*rada a partir de la erisis del se*t+r nrínerc y el encarerirnient* de la ¡n*n* d* abr*.
En la cuadrilia d* üiegr: Alva¡"ez dsi Pino, 1661, Graeia ang*ia de 4ü *fiü§, muier
de Juanito angola, es madre d* d*s hi.i*s, en r*n'¡bi*, en [a exadrilia de D*rning*
R*dríguez Manzanos, trS8§, eneontran:*s a üraeia angola de 55 á*o§, lt:adr* d*§
criollo Jose.
L4 MIJJÉR Sl.lL&r.&r
l*a p*blación mulata es re*ultado dei rn*stira.le, que eu,nenta notoriamente de un
r¡r*rn*ntc estudiado, ai otr&, refle¡ándose eil la p*blaei*n f*menina qlle pas* de
set ilil 7.7*á a ser un 17.6%t, l+ que se *bs*r"-a ai rnirar ia p*blaci*n en ceda.
grupCI de edad defit.tido.
V. LA NftATHRI§iüAil:
Arriba hern*s visto §*s ír'¡di**s de maternldad entr* las n:ujer*s *selavas según su
ü.S.§" El ir:t*r*s ah*r* es mirar Lifl pGCs las cir*unstan*l*s en frLte *sta se da.
C.*rno ya ss eni-¡nció más arriba, Ies datos que er:rontram*s en los inrr*ntarios
estudiadcs, nos dejan v*r t*rfl* e$ mayor la frecuer¡*ia de *'nadr*s "s*iter&$" frente a tra
de madre§ *ca$ad&§" en amb*s momentos histéri*cs, aunql¡e para el s*gund* la
pl'*p*rciún *s m*nür. ü*n trn alta preseneie de ntad¡"es "seiter*$" e* refuerza la idea de
que tra i¡nión de h*¡"¡Tbre y rnujer no era de ear'á*ter *stabie, 5¡ p*dia R* seil reqiierida p*r
l*e amos üoffi+ eo¡"¡tr*i de la vida sex**l de [*s ir¡dividt¡ss; pe!"s ia disn-tin*cién *n su
fr**uen*ia r:cs deja v+r c§!'!1* dia a dia se tendia a la f*:rma*ión de n*cieos far:'liliaree.
qu* permitá*n la e*tabilidad de las **adrillas al s*r uRa f*rma de c+ntr*l s+*iai p*rx i**
esel*v*s qu*, al estahlecer vinruios afeeti'*'*= dentrs de l*s ürup*§ de parten*nria, n*
bus**ríaR escapar.
Aunque *s pasibl* que nü s* r*gistrcn tcdas las relaciones f*miliates que se daban al
i¡'¡t*rior de las euadrillas, y *n este *str*dio no se nliren la* *xist*nt*s entre lcs individu*s
perteneciente* a euadrillas difsr*ntes, poci*rn*s, a partíi' <*e !*s dat*s de l** que
clisp*nerr'¡*s, estahlecer la posibl* edad en la que l*s mujeres t*nian su prirner hij*:
''. l-a f,",,*i,-ie em:pl**da fi$ .1*§ da **üera d*l indic* de i.Tatalidad r*xl, ¡:ero la inforryl*ci*n d* ia
que s* di*p*rr* pilede apr*rlmarnr:s a] itrciic*qlt* aq*i presentanroe.
ne se puede det*rrninar est+ asp*ct*.
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En ea*xbi*, p*t& Ías rfiadres r*gi*trad*s pa*t*riorn:ente a'lS7S, sólc el ?3.8-oÁ ti*¡:en
*ntre t5 y 2ü añ*s {Juana mina, msdre a i*s i*, pert*n**i*r:t* a T*ribi* de Viíia
P*sada); *l 4?"SsÁ están ubic*das dentra de! rarrg* d* 71 a ?§ {eam* Aivine. ñ}adre
"Zü
erioila a ls* 2't años, de la misrna cuadrilla); y *l g.ssÉ, en *l de a 3ü {*jempE* d* este
*s ¡L,faría e¡'islia, rnadre a las ?§. propiedad de ilst*ban Jaramili* de Andrade, '!§S8); n*
se ragistr* nlrrgún cas* ele madres nlayorec de 3'n años, y s*l* s* registraft 4 rnadr*s sin
edad determir':ada *n su primer pad+ (1S.1 %), p*r los rnotívcs 5'a enxnciados"
En esta soci*dac*, !c mujer **menzaba si¡ vida s'*xual cesd* m*y j*v*n, y si !a
institucién nnatrirnonial n* *ra de cará*ter *blig*tori*, [*s jóvenes tcnÍan a*te$ü x Ías
rnuj*r*s d*sde que *sta* adquirían sL¡ rnarli¡rez sexua!. F*r desc*nocimient* ¿J*
n'iétod*s de c*ntr*l r¡atal, ellas se e*ni¡ertian *R n:adr*s rápidantent* y sLls relacisn*s de
narej* podian c*ntlnr*ar iuey* d* un vinculc estable y ret*nscido socialm*nte.
$í mlrarnos la t"§"H. de est* rrtadrés, tar*te d*ntrt del pri*t*r ranü* f i5 a 2* añosi telm6
d*l segunde {21 a 25 añcs}, *s may*í la prop*rei*n .de mujer*s cri*llas {negras y
mulatas) frente a ia de rnr"ljeres boeales.
Al cbs*rvar t*s lnv*ntario§, se apre*ia ñ$rn* une madr* s*itera, bc¡sal * *ri*!ia, tenia
l-lij** de difere*t* cr:ndici*rr s*cic-etni**, io que c*nfirma 3a tran*it*riedaei de $as
rel*+i*n*s de pareja y p*rmiten definir srup* *tnis* * raeial ai que perter¡e*ia *!
eorr.:pañer*; asi, ¡.¡na mujer bsral o *ri*lln, euy* hijo fuera nr¡-¡lato, ɧ pftr quÉ §e trataba
de un h+rnbre blane* s mulatc, nrientra* si *e d*ncmina "n*grit*" s crioll*, es por que el
padr* era b*eal * *rioli*. El tipo s**i*-étni*+ dei *crxpañerc¡ de una *":ujer mxlata es rn*s
difieii de estebiec*r, puestr que s is* hrj*s de L¡na mulata, 5e ies den+n:in*ba
igualrnente *'¡¡;latcs. Un claro *jempl* de e*ta sltuaeión transit*ria de pareja$, *§
Fra¡'leisca eriolla esclava de lsab*tr d* Fiedrahita en X 6&5, *on tr*s hijos, e! rnnyerr r"nul*t*
y !+s *tr*s dcs, er*sll*s; t'to §* rneneicr¡a e[ padr* d* *llo*'
Puesto qu* les niñas se registran cornü hij*s de alguien cuando sr-rs padres perteRecen
al misn'lo ñrno ü a la rnisma lab*r, es *omún enccntrar hijos sin padr*s, asi como
§eguramente hay madres sin hijos registrados" For *jempl*, en la cuadrilla de Esteban
Jaramillo de Ancirad*, 1692, se registran clcs hermanas, ftosa y Maria, perCI no s€
mencísnan sl¡s paelres.
I-as razone$ para encontrar +ste porcentaj* de niños sin padr*s registrads§, # nCI se
registren todos los hijos de una madre o uña pareja, pueden ser las siguíentes: na se
especificé en etr inventario por descuido, s* deseonccia este dato o las padres + hijos no
ss encuentran trabajando ylo viviendo juntas p+r m*tiv*s ajenos a eu voluntad cct't't*
perten*ncia a distintüs ámos, o aun perteneeiends al rnisrno am*, el lugar de trabaja es
diferente"
Otro asp*cto a mirar *an respecto a los hijas y a la maternidad, es el tiernpt que espera
una madre para tener sus hijas. No debemas olvidar qu* est*s datos pued*n estar
in*ornpletes por las ra¿ones ya enunciadas, por la omisién de lqs hijas que ya han
mueüo y porque la edad registrada es en muchas ocasi*nbs "subjetiva"o. Entonces.
eonsiderando el tiempo que hay entre un hij* y *tr* registrad* en madres Gon rcás de
d*s hij*s. ten*mos:
Eurante el p*rioda de la crisis minera más agucla, en los cas*s *n qus disp*nemos de
l*s datos neeesaries iedad de ios hijos), la tendeneia *ncontrada es un iapso de dos a
tres años, * más de cinco años entre un hijo y otro {e*r'no *l css* cie Francisca, esclava
de Juan tarcía de ürdae, 1655, üuyos hijas se llevaban d*s atrl+s, o el caso de las hijos
de Jerénirna, esclava de Fedro Martín de Mora, 1671, cuyos tres hijos se llevaban 5
afios entre una y otroi; en menür escala, menüs de dos afros {como las herrsanas arriba
r"nencionadas, Rosa y Maria, una de 1ü y *tra de § respectivamente), entre tres y cuatre
añüs, y entre cuatro y einco años {como Juana de 2 añss e lgnacio su herrnar:o de 5,
esclavcs de Juan de Piedrahita y Saavedra, 1667i.
Cuando [a eeonomia cpnrienza a presentar mej*ras por *ü allg* que toman *tras
actividades, la tendencia es un lapso entre tres y cuatrc años {5*%, ejemplo d* *sto son
§os hijos mensres de Francieco Javier y Maria, rnulatos de Pedra Gutiárree t*lmenero,
1685, que se llevan tres años), siguiéndaÍe dos años * ffienü§ {a*i Manuel de dcs años
y medio, y su herrnana Gertrudís, de 1ü meses, esc§avqs de lsabel d* Piedrahita, 1S85),
y finalmente, en mensr sscala, más de cuatra años {tenenros a Fabián de 5 años, y sli
hermanc Jssá de !a Cruz de menos de un año, *sclavos de Esteban Jaramillo de
Andrade, 16S2).
t. E*tu se deduce del hechc de que fñs h{sÉ ** registr*n seEuicjamente a su madre, en la misma
labor. mina, hacienda, *ervicio doméstico.
La edad era generalmente *aicuiada a *ja, o p*r ios dato* surninistradns por ics indiuiduos, que
pueden nü ser e¡eños.
El lap*o de tiempo entre un hijo y otro, tal como lo hem*s registrado aqui, pued* verse
afeckdo por métodc* de contrsl natal, perlcdos de la*tancia, vida en pareja, registro de
hijos y deter¡xinación de Ia edad, entre ntrss. Sabre estcs 'tt*ms, no disponemos de
suficiente i nfarmación.
Hay que tsner en cuenta al mirar *stas cifras, t*me *tras r*gistradas anteriormente y
que son relativas a la edad, que é*ta era calculade por los avaluad*r*s en el momento
de la *ampra * deltasaci*n del esclavo {Moreno, 1S?7}; esk edad podia ccincidir ccn la
edad real del irdividuo, psro nü hay forma de determinarls a travás de la dceum*nkción
estudiada.
v¡t" üTRASGOTT¡§lnÉRASI§ilÉ$:
Flay otros prcblemas rala*io*ad+$ con la Familia Esclava qüe aun no ss han resuelts,
csm* dura*ién del vlnculCI de pareja o "mütrim*nio", indie* de mortalidad en la
p*blación infuntil, índi*e de mcrtalidad de ia madre en el peritdo del parto, control de
natalidad, aborto, culdado del niño, relaciones con indivi§ucs d* otras euadrillas,
ohiencién de la libertad, entre otros. El va*ío persiste puesto que la informaci*n
disponible en los inventarios, no permite dar cuenta de é1.
BIBLIOGR,&FIA:
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*ISTRIBIJCION *E LA PgBLACIüN SEGUN TDA*. SEXO Y Ü.§.§.
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