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SEMINARIO BÍBLICO DE LIMA

REGIÓN LIMA NOR ESTE * S.J.L


SEDE: AV. COBALTOS MZ. S-1 LOTE 6 – SAN HILARION-SJL
TELÉFONO: 990041126

CURSO: LIBROS HISTORICOS


PROFESOR: Dr. ERAZMO ZEVALLOS ROJAS
ALUMNO: JUAN CARLOS QUISPE HUAYTALLA
TEMA: LA MISERICORDIA DE DIOS EN EL LIBRO DE LOS JUECES
FECHA: |27 DE MARZO DEL 2021
1.- INTRODUCCIÓN tema a investigar (mi necesidad o problema)
2. propósito
(finalidad de este trabajo, fortalecer …ayuda…
3 tu tesis: (afirmar algo)
Dios por ser misericordioso es injusto muchas veces en el trato con el
hombre.
Como es el trato de Dios para con el hombre
La ley judía como trataba al hombre
El trato actual del hombre para consigo mismo.
El trato dentro del pueblo de Dios.

Precisar misericordia cultura hebrea


Vista por dios
Vista por los teologo
Actualidad
Conclusiones:
Justicia dios
Cultura hebrea
Projimo
Actualidad
Para el judío
Como es el trato de dios con el hombre
Trato que tienes dios para con nosotros
Conclusiones

El libro de jueces está lleno de violencia, intriga, guerra civil, abusos, juicio,
luchas por el poder y pecados horrendos; pero cuando Su pueblo errante
clamaba a Él, Dios siempre enviaba a un libertador para darles paz.
Ése es el comportamiento de un Padre amoroso que les advertía a menudo
sobre su comportamiento y quien sufría dolor al verlos volver repetidas veces a
formas destructivas de vida. Las cosas llegaron a tal extremo al final del libro
que Dios cambió totalmente la forma en que se relacionaba con Su pueblo. Los
primeros capítulos de 1 Samuel terminan la historia de Jueces e inicia la era de
los reyes.
¿Por qué el cambio? Si la nación entera no pudo mantenerse fiel a las Leyes
de Dios, quizá un hombre – el rey – sí lograría serle fiel.

2.- COMENTARIO DEL PASAJE


Jueces 2:18 “Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el
juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez;
porque Jehová era movido a MISERICORDIA por sus gemidos a causa de
los que los oprimían y afligían.”
La misericordia es sencillamente la inclinación sistemática de Dios a prestar
auxilio en la necesidad. La idea de ese Dios que ve la aflicción del pueblo, oye
sus clamores, conoce sus angustias y baja a salvar (Éxodo 3:7.) está siempre
presente en la mente de los fieles del Antiguo Testamento, veamos a
continuación algunos versículos del libro de Josué donde Dios manifiesta su
misericordia

Jueces 3:7-9 “Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de
Jehová, y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a los baales y a las
imágenes de Asera.

 
Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de
Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a
Cusan-risataim ocho años.

Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un


libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz,
hermano menor de Caleb.”

Jueces 3:12-15 “Este juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y


vino e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras.

Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los moabitas dieciocho años.

Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová les levantó un


libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los hijos de
Israel enviaron con él un presente a Eglón rey de Moab.”
Jueces 10:6-7 “Y se encendió la ira de Jehová contra Israel, y los entregó en
mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón;

los cuales oprimieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo


dieciocho años, a todos los hijos de Israel que estaban al otro lado del
Jordán en la tierra del amorreo, que está en Galaad.”

Jueces 10:10,16 “Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová,


diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a
nuestro Dios, y servido a los baales.
Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová; y él fue
angustiado a causa de la aflicción de Israel.”

3.- Interpretación del Pasaje


Como vemos en los versículos anteriores Dios castiga al pueblo que peca, pero
luego se compadece cuando el pueblo recurre a Él.
Eso se debe a que Dios “no puede soportar la aflicción de Israel. A todo lo largo
de la historia sagrada se muestra que, si bien Dios debe castigar al pueblo que
ha pecado para que comprenda que el pecado lo lleva a la destrucción, una
vez castigado, Dios se llena de conmiseración en tanto el pueblo clama a Él
desde el fondo de su miseria.
Así el libro de los Jueces está marcado por el ritmo de la ira que se inflama
contra el infiel y de la misericordia que le envía un salvador (Jueces 2:18).
Es frecuente por tanto en los libros históricos encontrar una relación
intencionada entre misericordia y Alianza:
La actitud misericordiosa de Dios es fruto y consecuencia de una alianza, un
pacto revistiendo un matiz de fidelidad Así ocurre por ejemplo con David y
Jonatán (1 Samuel 20.8).
En la formulación clásica de la Alianza “Yo seré su Dios, ellos serán mi pueblo”,
Dios suele añadir su compromiso de salvar. Por eso la misericordia de Dios es
considerada como objeto de una Alianza (1 Reyes 8:23 “ dijo: Jehová Dios de
Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que
guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con
todo su corazón”) e insiste en su fidelidad al juramento hecho a los Patriarcas.

Israel conserva, pues, en el fondo del corazón la convicción de una


misericordia que no tiene nada de humano:
“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos
vendará.” (Oseas 6,1).
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente
de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en
misericordia.” (Miqueas 7:18).
Dios es totalmente distinto a los seres humanos, es totalmente Otro por su
capacidad de perdonar sin límites, sin justificación humana.
La misericordia de Dios concede al pecador un plazo de gracia y desea su
conversión, siendo esa gracia la que posibilita la conversión. En esto consiste
la Santidad de Dios: en ser radicalmente superior y diferente de lo malo, de lo
inmisericorde que pueda surgir del mundo.
Dios se conmueve de tal manera ante la miseria que acarrea el pecado, que
solo desea que el pecador se vuelva hacia él, que se convierta.
Aún si los elegidos se separan de Dios por el pecado, la misericordia se
impondrá todavía, por lo menos si el pecador no se endurece; porque,
conmovida por el castigo que acarrea el pecado, quiere salvar al pecador.
El ser de Dios se manifiesta en su misericordia, es decir, la misericordia es
expresión de su esencia divina.
Es lo que lo distingue de los seres humanos y lo eleva por encima de todo lo
humano “Él se complace mostrando su amor” (Miqueas 7:18).
Aunque la misericordia divina no conoce más límite que el endurecimiento del
pecador, sin embargo, durante mucho tiempo se la tuvo como reservada a sólo
el pueblo elegido.
Pero Dios, con su sorprendente magnanimidad, acabó por fin en dar su
misericordia a toda la humanidad.
La experiencia profética va a dar a esta historia acentos extrañamente
humanos. Dios en los profetas se muestra humanamente conmovedor.
En el momento mismo en que los anuncian las peores catástrofes conocen la
ternura del corazón de Dios:
"¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿no es niño en quien me deleito? pues
desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis
entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice
Jehová.” (Jeremías 31:20).
Debes pensar en los 12 jueces de estos relatos más como “líderes tribales” que
como hombres que tomaban decisiones políticas o legales.
La función principal del juez fue liberar a los israelitas de la opresión de las
naciones que los rodeaban. Sólo Débora se proyectó como una líder que se
ocupaba de los asuntos políticos internos del pueblo de Dios.

El ciclo (que se repite seis veces) en Jueces se puede describir como:


“rebelión-castigo-arrepentimiento-rescate”.
El comportamiento de Israel cada vez se corrompía más y más con cada ciclo,
olvidándose de que Dios era la fuente no sólo de su salvación, sino también de
su castigo. A veces el “castigo” de Dios fue simplemente dejarlos vivir bajo el
yugo de sus propios hábitos opresivos, pecaminosos e idólatras.
Ya para el final del libro, las cosas han llegado a tan mal estado que podrías
preguntarte ¿por qué Dios no los abandonó por completo, y por qué siempre
quería estar en una relación de pacto con ellos?
El libro de Jueces es un libro histórico, pero es historia con un propósito
teológico. Debes entender esto al leer Jueces: vas a encontrar muy poco de
valor positivo en los personajes.
Éste no es un libro de héroes; es un libro sobre qué tan mal se pueden
degenerar las cosas cuando la gente deja de obedecer a Dios y empieza a
hacer “lo que le parecía mejor” El valor de leer Jueces hoy en día es ver todas
las formas diferentes que Israel encontraba para destruir sus propias almas.
Cuando no le estaban prestando atención a Dios, buscaban llenar sus vidas
con poder, con el sexo, con la aprobación de otros, con formas populares (pero
no bíblicas) de ganar el favor de Dios y con religiones falsas. Nosotros no
fabricamos una figura tallada en madera (un ídolo literal) para lo que hacemos,
pero nuestra sociedad está viciada de esta misma idolatría.
Los resultados para Israel son devastadores y el pueblo de Dios (los israelitas)
terminan esta etapa de su historia con los mismos pecados de Sodoma y
Gomorra los cuales lo llevan a una guerra civil.

CONCLUSION
Los beneficiarios de la misericordia divina son además con título especial Israel
y Jerusalén, Dios es ternura, ¿cómo no exigirá a sus criaturas la misma ternura
mutua? Ahora bien, este sentimiento no es natural al hombre: Lo sabía muy
bien David, que prefería “caer en las manos de JEHOVA, porque es grande
su misericordia, antes que en las manos de los hombres” (2Samuel 24:14).
También en este punto va Dios progresivamente educando a su pueblo.
Condena a los paganos, que sofocan la misericordia.
Lo que quiere es que se observe el mandamiento del amor fraterno muy
preferible a los holocaustos; quiere que la práctica de la justicia sea coronada
por un «amor tierno» (Miqueas 6:8). Si se quiere verdaderamente ayunar, hay
que socorrer al pobre, a la viuda, al huérfano, no hurtar el cuerpo ante el que es
nuestra propia carne.
Dios ensanchará poco a poco los corazones humanos hasta las dimensiones
del corazón de Dios: «Yo soy Dios, no hombre» (Oseas 11:8).
El horizonte se extenderá sobre todo gracias al mandamiento de no saciar la
sed de venganza, de no guardar rencor. Pero sólo quedará realmente
despejado con los últimos libros de sabiduría, que en este punto muestran ya el
mensaje de Jesús; el perdón debe ejercerse con todo hombre. Amen.

Bibliografía
Dale Ralph Davis, Judges: Such a Great Salvation (Great Britain, Christian
Focus Publications, 2013).

Timothy Keller, Judges for You (US, The Good Book Company, 2013).

Daniel I. Block, New American Commentary: Judges, Ruth (Nashville, Holman


Reference, 1999).
http://www.mercaba.org/Rialp/M/misericordia_de_dios.htm

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