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Sara Gallardo, Eisejuaz y la Gran Historia Americana

Article · January 2009

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Alberto Julián Pérez


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Mitológicas
ISSN: 0326-5676
caea@sinectis.com.ar
Centro Argentino de Etnología Americana
Argentina

Pérez, Alberto Julián


SARA GALLARDO, EISEJUAZ Y LA GRAN HISTORIA AMERICANA
Mitológicas, vol. XXIV, 2009, pp. 45-56
Centro Argentino de Etnología Americana
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14615300003

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MITOLOGICAS, Vol. XXIV, Bs. As., pp. 45-56

SARA GALLARDO, EISEJUAZ Y LA GRAN HISTORIA AMERICANA

Alberto Julián Pérez*

Summary: This article presents an analysis and interpretation of the novel Eisejuaz (1971) written by
Argentine novelist Sara Gallardo (1931-1988). Taking as critical model the philosophical and anthropo-
logical ideas of Rodolfo Kusch, A. J. Perez describes the curious plot of this novel, whose main char-
acter is a mataco indian. Eisejuaz awaits the coming of a messenger of his god, who will arrive in the
form of a cripple man. The critic interprets the religious and mistical underpinning of the story, in which
Gallardo presented her religious vision of indigenous people of Argentina.

Key words: Transculturation - Mataco culture - Rodolfo Kusch - Women narrative

La novela Eisejuaz, 1971, de la escritora de El llano en llamas, tienen grabados sus


argentina Sara Gallardo (1931-1988), cuenta, nombres con letras de oro en la historia de
en primera persona, sucesos de la vida del sus literaturas.
indio mataco Eisejuaz, o Lisandro Vega, su El lector latinoamericano, hospedado por
nombre cristiano. Es singular que una lo general en centros urbanos que simulan
escritora porteña haya logrado recrear la voz escapar del subdesarrollo y del atraso y tratan
de un hombre indígena, distante de su de remedar la vida europea, siente, como
experiencia individual, tanto por su género afirma Rodolfo Kusch, que vive en un mundo
como por su mundo socio-cultural. “inauténtico” (2000, Tomo I). En ese mundo
Posesionarse de la voz de un otro, cuando ese se ignora lo más profundo del ser americano.
otro no pertenece al mundo social del Ese ser bárbaro americano, “primitivo”, al que
escritor, y más aún cuando es radicalmente le tememos, nos seduce con su carga ancestral
distinto y casi imposible de imaginar, como y opera en nosotros como un deseo
es el caso de un indio mataco del monte inconsciente que retorna con la fuerza de lo
salteño para una escritora criada en un grupo negado. Nos recuerda que vivimos en
social de clase alta de Buenos Aires, es un América, y que América es una pregunta a la
logro narrativo extraordinario. Tiene la virtud que todavía no hemos logrado darle respuesta
de abrir la conciencia del personaje hacia los satisfactoria y que conforma, en la vida
lectores deseosos de saber de ese otro poco intelectual de los distintos países que
conocido. Aquellos escasos escritores felices componen el continente, uno de los núcleos
que han logrado representar con autenticidad o filosofemas más constantes de nuestro
este tipo de personajes en el mundo de las discurrir.
letras, como José Hernández en su Martín Para la escritora Sara Gallardo el estar
Fierro, José María Arguedas en Los ríos fuera de sí y el ir hacia el otro, fue parte de su
profundos y Juan Rulfo en muchos cuentos experiencia vital. En sus otras novelas, Los

*Texas Tech University (Estados Unidos). E-mail: JULIAN.PEREZ@ttu.edu


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galgos, los galgos (1968) y La rosa en el contiene la cosmovisión de ese universo


viento (1979), también crea narradores indígena, tal como lo imagina su autora.
hombres en primera persona, y en la última, Gallardo hace todo lo posible para que la
además, aparece un personaje indio mapuche. narración sea creíble; le inventa al indio una
Elena Vinelli, en el prólogo a la reciente forma de hablar que supuestamente remeda la
reimpresión de Eisejuaz, caracteriza a la forma de hablar de los matacos. Su recreación
autora como “nómada” y “errática” (Vinelli, lingüística no es puramente gramatical, sino
2000). Sara Gallardo vivía viajando, también ideológica. Gallardo interpreta el
desplazándose de Buenos Aires a Europa, a valor y el sentido que tiene el nombre para el
América Latina, a Medio Oriente, al norte de mataco. En el capítulo primero, El encuentro,
Argentina, y residiendo en esos sitios por presenta así al protagonista, quien explica en
períodos prolongados, como corresponsal y primera persona: “Yo soy Eisejuaz, Este
columnista de diarios y revistas, acompañada También, el comprado por el Señor, el del
por su esposo, Pico Estrada, primero, y luego camino largo. Cuando he viajado en
por el reconocido ensayista H. A. Murena, su ómnibus a la ciudad de Orán he mirado y
segundo esposo. Su experiencia en el norte he dicho: ‘Aquí descansamos, aquí
argentino en 1968 tiene que haberla llevado a paramos’. Allí mi padre, ese hombre bueno,
meditar sobre el mundo de los matacos. Sara allí mi madre, esa mujer animosa con el hijo
Gallardo ambienta la novela Eisejuaz en la de encargue, allí tantos kilómetros saliendo
selva de Salta, cerca de Orán, donde reside un del Pilcomayo a pies hicimos por la palabra
núcleo de la comunidad mataca. del misionero. Allí mis dos hermanos. Allí
El núcleo de la obra es la relación de su yo, Eisejuaz, Este También, el más fuerte de
personaje central con su Dios. Lisandro, o todos. Veo y digo: ‘Aquí descansamos, aquí
Eisejuaz, habita en un mundo sagrado, y para paramos’. Los lugares no tenían nombre en
él lo más importante en su vida es su vínculo aquel tiempo.” (Gallardo, 2000: 15).
con la divinidad. El filósofo Rodolfo Kusch Eisejuaz se da diversos nombres que lo
había señalado que el habitante original de denominan y tienen que ver con su posición
América vivía aún rodeado del sentido de lo en la cultura mataca y con su singular
sagrado, y esta relación con los dioses experiencia con la divinidad. Constantemente
condicionaba su mundo, lo hacía habitable, y se refiere al estar allí, aun antes que las cosas
determinaba su relación con la tierra, con el tuvieran nombre su pueblo estaba consciente
suelo y le daba su identidad ontológica, que de ese estar que lo definía.
caracterizaba como una forma del “estar”, más Lo que conoce Eisejuaz del mundo de los
que del “ser”, que definía al europeo (2000, blancos (incluida la lengua), lo aprendió en el
Tomo III). En el mundo de la selva el indígena proceso de socialización y adaptación a la
mataco habita en este “estar”, asociado a la comunidad establecida por la misión religiosa
tierra, a las divinidades telúricas. Habla su en la que vivió desde su adolescencia, y luego,
propia lengua: el castellano es una segunda en su trabajo en un aserradero. Si bien habla
lengua para él, que sólo utiliza con los que no el castellano con fluidez, Eisejuaz no es
son miembros de su comunidad. Puesto que bilingüe, y su castellano tiene marcas de
el que cuenta es un indio mataco, su narración inadecuación gramatical. Para indicar esto
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Gallardo recurre al uso excesivo de los mundo de Eisejuaz era un universo mágico y
gerundios o a formas inusuales de negación sagrado, en armonía con las criaturas de su
(“Y nada no pasó”). La autora nos introduce suelo, con las que aceptaba compartir la vida,
en el mundo mental del indígena, que escucha como sus iguales. El Dios del indígena
múltiples voces: Eisejuaz, que para el mundo mantenía una expresión física y era capaz de
blanco es Lisandro Vega, habla con el Señor, hablar a través de objetos y animales. El blanco
su Dios, habla con los animales, oye voces en aparece como un intruso en este mundo. El
los sueños. saber del indígena estaba supeditado a su
En el comienzo de la novela Eisejuaz se relación de dependencia con su Dios. Todo lo
encuentra con el Paqui, el enviado por el Señor, que conoce del mundo lo conoce para cumplir
y este acontecimiento motiva el resto de las su misión como criatura de su Dios. Eisejuaz
peripecias de la trama. El Paqui es un hombre es un elegido, porque su Dios le habló y le
blanco, enfermo, inválido. En el momento de pidió sus manos. Es un hombre muy fuerte,
conocerlo Eisejuaz estaba trabajando en un capaz de levantar con sus brazos pesadas vigas
aserradero en el monte. Había estado y su madre le dice que nació para jefe. Cuando
esperando al enviado del Señor desde aquel aparece el Paqui, Eisejuaz lo acepta, como el
día que su Dios le habló cuando tenía 16 años. enviado de su Dios, al que estaba aguardando.
Eisejuaz trabajaba entonces en un hotel de Paqui es un hombre de la ciudad, y Eisejuaz,
lavacopas y se le apareció el Señor en un para él, es un indio, un salvaje.
remolino del agua de la pileta, y le pidió las El blanco en América se protege de lo
manos; le dijo: “Lisandro, Eisejuaz, tus indígena, de lo no occidental, en sus
manos son mías, dámelas” (Gallardo, 2000: instituciones europeas y en sus hábitos
19). La autora no explica qué significa “dar pulcros de vida, en un formalismo y
las manos”, pero el lector puede imaginar que aislamiento compulsivo, que tiene algo de
es entregarse incondicional-mente a la ritual y lo separa del hombre de América.
voluntad de su Dios, para que ese Dios pueda Importa la cultura occidental, causalista,
actuar a través de él. Eisejuaz preguntó qué moderna, y vive dentro de ella como en una
era lo que podía hacer, y el Señor le respondió burbuja, en su pequeña historia, aislado de
que antes del último tramo iba a pedírselas. América, de la gran historia de América, de
Luego se le apareció un mensajero del Señor la que sólo es un episodio reciente. El hombre
en forma de lagartija, y le dijo: “Te va a americano “hiede”, se siente parte de la
comprar el Señor...le vas a dar las manos... naturaleza de América, convive con sus
El Señor es único, solo, nunca nació, no animales. América, decía el filósofo Rodolfo
muere nunca” (Gallardo, 2000: 20). Eisejuaz Kusch, se hace presente en su hedor (2000,
asintió, él iba a darle las manos cuando llegará Tomo II). No sólo el indígena huele mal en
el último tramo de su camino. este caso, sino también el blanco, a quien
Cuando ve al Paqui, el enviado del Señor, Eisejuaz lleva a vivir con él a la selva, como
habían pasado casi veinte años desde esa un “salvaje”. El Paqui es un enfermo que ha
primera aparición. Eisejuaz iba a cumplir 35 sido elegido por el Dios de Eisejuaz, aunque
años y vivía su vida en total obediencia hacia no tiene conciencia de ello ni entiende. Su
su Dios, esperando una señal de éste. El Dios le pide que lo cuide, y Eisejuaz
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comprende que ha empezado “el último a Eisejuaz; le dijo: “Sos un falso. Capataz
tramo de su camino”. de campamento traidor. Andáte ahora de
A partir de ese momento Eisejuaz espera aquí. Ya irás a la coca, al alcohol, al tabaco,
que Dios le diga qué hacer con el Paqui. al juego, a enfermarte, a no tener trabajo.
Mientras espera, Mauricia, hermana de su Por infiel, por traidor, por mal
esposa muerta, y su amante, lo viene a buscar. cristiano....amigo del diablo, veneno del
Le dice que el Reverendo de la misión lo alma de los matacos, de los tobas de la
llama, pero Eisejuaz le contesta que ha misión” (Gallardo, 2000: 31).
empezado el último tramo de su camino, que Una vez que Eisejuaz se supo elegido por
como el lector prevee, es el camino de su el Señor, se entregó al ayuno, casi se dejó
entrega total a Dios y su sacrificio. Así morir, esperando señales de su Dios. Sólo
termina el primer capítulo, El encuentro y aceptaba comer después de recibir sus
empieza el segundo, Los trabajos. Cada mensajes. No tenía voluntad propia, hacía la
capítulo de la novela tiene un título descriptivo voluntad de Dios. Porque le había dado las
y simbólico, que le informa al lector la manos a Dios, Eisejuaz podía curar, o Dios
evolución del ciclo religioso de la trama: curaba a través de sus manos; tenía poderes
siguen, entre otros, La peregrinación, Las de sanación y era capaz de hacer milagros. El
tentaciones, El desierto y el último, Las pueblo mataco sufría y vivía en la miseria, pero
coronas. no trataba de escapar a su situación mediante
Además de hablar de lo que ocurre en el el trabajo, sólo esperaba ayuda de su Dios.
presente, el narrador intercala escenas del Podemos decir, siguiendo a Kusch, que el
pasado. De este modo la autora nos informa mataco se dejaba estar, que su ser se realizaba
de importantes episodios de la vida de en ese estar, que es estar en América y estar
Eisejuaz. Esta no es la vida de felicidad y con y para su Dios (2000, Tomo II). El diablo
progreso que ansía el lector liberal de las lo acechaba bajo diferentes formas. Eisejuaz
ciudades, la historia de Europa en América: estaba siempre pronto a defenderse de él.
es la vida del indígena siguiendo sumisamente La novela comenta indirectamente sobre la
los designios de su Dios ancestral y situación social de los matacos. Eisejuaz
enfrentándose al horror de lo sagrado, que lo cuenta cómo vinieron varios hombres de
acecha en todas partes (Kusch, 2000, Tomo Tartagal para incitarlos a que se rebelaran
II). Su Dios lo había elegido, y había elegido contra sus patrones, y trataban de mostrarles
su sacrificio, seguramente para salvar a su el estado de opresión en que vivían, y la deuda
pueblo. Le había pedido sus manos y éste se que mantenían con el dueño del almacén que
las había dado y ahora las entregaba al Paqui. les vendía el alcohol. Les explicó el hombre:
Eisejuaz había convivido en el pueblo y el “...El paisano era el dueño de la tierra,
aserradero con los blancos, y constantemente todos lo usan. Los gringos lo usan, le
ellos expresaban su incomprensión hacia el enseñan a hablar en lenguas gringas, a
mataco. Cuando se negaba a trabajar sufría el rezar a otro Dios. Todos lo usan. El paisano
abuso de los blancos que explotaban su trabajo tiene que ser el ciudadano de honor de la
y lo censuraban. También el Reverendo lo patria argentina....” (Gallardo, 2000: 40).
despreciaba y lo condenaba, no podía entender Eisejuaz, sin embargo, desconfiaba de él, no
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le creía, le dice que quiere “votos...política”, había encontrado con el Paqui, el enviado.
e inicia una gresca para castigar a los caciques Habló con él y le dijo que sabía quién era: una
que vienen con los hombres, y termina en rata. Un miserable que emborrachaba a las
prisión. mujeres y les cortaba el pelo para venderlo.
El único interés de Eisejuaz era obedecer Eisejuaz lo alimenta, pero el Paqui vomitaba
a su Dios, no creía en la política de los la comida. Eisejuaz lo limpia: es un servidor
hombres blancos. En ese momento piensa en del Señor, porque éste le pedía las manos,
buscar a su amigo, el viejo Ayó, Vicente pero también el corazón. El Paqui le cuenta
Aparicio, para pedirle consejo, y se va a pie a su vida de infamias y crueldades, en Rosario
Orán, donde éste trabajaba en la YPF. Durante torturaron a una mujer con una vela encendida,
el camino no es su sentido de la realidad el vendió el pelo de las mujeres en Salta, las
que lo guía, sino los sueños. También los explotó. Le pide que le busque un valijín que
sueños le habían anunciado la muerte de su tenía y, al final, después de mucho buscar, lo
mujer hacía años. Ese universo es fatal, los encuentra. En el valijín hay cosas sin
matacos están presos de la voluntad de Dios. importancia. Eisejuaz limpia al Paqui y lo
Cuando llega a Orán visita a su amigo Ayó y le atiende. La Mauricia, su antigua amante,
cuenta que no ha recibido señales divinas y hermana de su mujer muerta, aparece y
éste hace una ceremonia en que quema Eisejuaz tiene relaciones con ella. Le pide al
semillas, su alma sale de recorridas y canta; Paqui, inválido, que camine. Este trata y cae.
también el alma de Eisejuaz sale de recorridas Eisejuaz le dice a su Dios que cumplirá con
con el alma de Ayó y, al final, vuelven los su voluntad.
mensajeros al corazón de Eisejuaz. El Señor lo somete a tentaciones: viene un
En una ocasión vino un viejo rengo de su hombre y le pide que vuelva a la misión; él le
grupo y le dijo que él lo estaba castigando, responde que los mensajeros se habían
que parara el castigo. Eisejuaz tenía poderes retirado de él. El hombre le dice que él era el
reconocidos por su grupo. La hija del viejo jefe, y lo necesitaban; Eisejuaz le contesta que
estaba en el hospital, vecina a la muerte. El quizá los tobas y matacos no tenían salvación,
viejo cree que se debe a un castigo de que se había terminado su tiempo. Luego
Eisejuaz. Este le dice que no tiene poderes en aparece su amigo Pocho Zavalía, Yadí; lo
ese momento, pero el viejo le insiste. Eisejuaz quiere llevar con él, pero Eisejuaz le cuenta
toma alcohol puro y realiza una ceremonia, que el Señor le pidió la manos, y él
siente que se ahoga, los mensajeros se comprende. La tercera tentación es una mujer
apoderan de él. Al final del proceso la niña que viene a recordarle la infancia, cuando unos
está curada. Luego de curar a la hija del viejo hombres atacaron a su tribu; allí capturaron a
también él se siente curado. Le ha vuelto la un hombre y a una mujer, los torturaron, los
fuerza al cuerpo, con el favor de Dios. Se le desollaron y los mataron. Era un crimen de su
aparece un espíritu, “Agua Que Corre”: él familia. Eisejuaz la echa, porque comprende
comprende que vendrá uno que mande el Señor que es la “Muerte Vengadora”. La cuarta
y él debe obedecerle. Se va del aserradero y tentación llega por boca del Paqui. Este le pide
vive de changas, y se dedica a esperar. que lo limpie y arregle y que lo lleve a un hotel
La narración vuelve al momento en que se del pueblo. Eisejuaz lo hace, y luego llama a
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los mensajeros, que cree lo han mujeres. Le dice el Paqui:


abandonado: baila y pide que le expliquen “....soy educado, viajé, vendí jabones...
cómo será el cumplimiento, y “los pueblos Este Paqui que aquí ves hablaría por vos.
chicos de bajo tierra” vienen, en forma de Vos no hablás castellano. No te acuso,
viento, y lo tranquilizan. La quinta tentación pensando que has nacido entre las fieras del
es una voz que le habla en la canilla del agua: bosque, y que tu idioma se parece a la tos
es la voz de la hija del viejo que renguea, a la de los enfermos... ¿por qué razón pensás que
que él salvó de la muerte, y le dice que viene tu Dios te obliga, salvajón mataleones que
para ser su mujer y casarse con él. Eisejuaz le sos, a cuidar del gran señor, del caballero?
contesta que no puede casarse con ella, porque Para enseñarte a ser civilizado. Y para
su vida ya entró en su último tramo. enseñarte a reír, cara de mono. Nunca te
En un sueño se ve a sí mismo y al Paqui reís. Y para buscarte un trabajo decente, en
caminando en el monte; comprende que ese un circo o en otro lado” (Gallardo, 2000:
sueño encierra un pedido de su Dios y 101-102).
obedece. Lo carga en una carretilla, con pocas El Paqui en ningún momento comprende
provisiones y se internan en el monte. Después las razones místicas que mueven al indígena.
de diez días de peregrinación llegan a un claro Frustrado lo insulta, lo llama “mataco de
antiguo en la selva. Allí deja al Paqui, y luego porquería”, pero Eisejuaz contiene la rabia y
de un ritual se instala en el sitio, que es el no le hace nada, obedece a su Dios. Una
designado por el Señor. Eisejuaz cuida y tormenta viene y en medio de la tormenta
alimenta al Paqui con lo que puede, tienen que aparece el Malo. Cae un árbol y le quiebra la
comer inclusive carne de serpiente. Para pierna a Eisejuaz. Se entablilla solo la pierna,
alegrar al Paqui trae un loro, luego un mono. que le quedará renga, y caza como puede. El
Una noche se hace presente el Malo, el mono se muere. Estos animales son espíritus
demonio, y enseguida se va. Eisejuaz habla hermanos, Eisejuaz los trata como a iguales.
constantemente a su Dios. El demonio viene Encuentran a un cazador armado,
varias veces más, pero Eisejuaz, gracias a su moribundo, lo había picado una víbora.
fe, lo rechaza. El Paqui se asusta ante lo que Eisejuaz lo salva, pero una voz en su corazón
él llama “magia”. Llegan cinco matacos a su lo incita a matarlo. Este mata a un pájaro, y
pequeño campamento, vienen desde el río desplaza en él su odio hacia el cazador. Pronto
Pilcomayo, a varios días de viaje. Eisejuaz llegan otros cazadores. Eisejuaz se esconde y
sabe que van a morir. Le pide a Dios por ellos, el Paqui habla con ellos: “Me ven robado por
y éste le devuelve la leche a la mujer, y su hijo un indio que no tiene el juicio sano...- les
se salva. Cuando se van le dejan el perro, para dice. Van para tres años que me agarró, no
que pueda cazar. El tigre o jaguar ronda el me suelta, me lleva adonde va ” (Gallardo,
campamento y Eisejuaz le habla, y el tigre no 2000: 106). Los cazadores matan al jaguar.
vuelve. Eisejuaz prácticamente ha raptado al Como Eisejuaz había salvado a uno de ellos,
blanco, y éste se queja amargamente de su empiezan a llamarlo a gritos por su nombre.
condición. Un día trata de convencerlo de que Eisejuaz siente que han roto un tabú: su
lo lleve a la ciudad, y juntos podrán trabajar nombre es sagrado, no debe ser pronunciado
en un circo. Eisejuaz tendrá dinero y muchas en voz alta. Los cazadores se van y se llevan a
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Paqui. Le habían matado además al loro y al la flor tiene que estar en estas cosas?
perro, sus amigos. Aparece un avión en el cielo ¿Cómo, por mi obra? ¿Para esto se le salvó
y entiende que es una señal de su Dios: debe la vida? ¿De qué vale entonces el
ir a buscar a ése que le encargaron. cumplimiento de un hombre fiel?...”
Eisejuaz emprende la vuelta al pueblo. En (Gallardo, 2000: 121). La muchacha, en un
el camino encuentra al Reverendo, que le monólogo, también se lamenta de su suerte,
muestra un periódico con la foto del Paqui, porque ella había jurado entregarse a Eisejuaz,
afeitado y vestido, declarando que Eisejuaz lo que le había salvado la vida, y éste la rechazó.
había raptado y era un salvaje. El Reverendo Su más alto deseo era servir a Eisejuaz como
lo instiga a que deje al demonio. Eisejuaz se mujer, pero él prefirió irse con el hombre
niega a pedir perdón. El Reverendo se va y en blanco. Su padre la entregó a la gente del
el camino tiene un accidente automovilístico prostíbulo. Ella tiene 14 años y Eisejuaz 42
fatal. Eisejuaz busca a su amigo, el viejo Yadí, en ese momento. Eisejuaz no la justifica, le
quien le confirma que ahora todos lo rechazan dice que podría haber buscado trabajo como
y lo odian. Nadie le quiere dar trabajo. sirvienta. Ambos se saben caídos, ambos lo
Finalmente, una vieja, que asiste en el han dado todo. Eisejuaz le explica que había
prostíbulo del pueblo, le ofrece trabajar, a nacido para jefe, para ayudar a su pueblo bruto,
cambio de la comida. Así convive Eisejuaz con pero el Señor le había hablado y le había
las mujeres abyectas como sirviente. Dos pedido las manos, y se había pasado la vida
soldados pelean en el prostíbulo, el indio mata preparándose para cuando llegara el
al blanco; Eisejuaz lo tranquiliza y le dice que momento. Concluye Eisejuaz: “...Te digo: es
su espíritu cuidará del suyo y lo desarma. difícil cumplir en este mundo de sombras.
Asiste a una mujer rubia hija de gringos, le Pero no podemos llorar por lo que somos.
trae el agua. La vieja la castiga y la mujer se Sólo decir: ‘Aquí estoy, y en mi ceguera
escapa, pero la agarran al mes. Gómez, el digo: bueno’. Así como dice en su ceguera
bolichero, le pide a Eisejuaz que intervenga, la semilla que nada sabe, y nace el árbol,
porque hay una prostituta mataca a la que que ella no conoce.” (Gallardo, 2000: 125).
desean dos matacos que van a matarse por ella. Finalmente, llevados por la situación se
Eisejuaz los golpea y la salva: era la misma entregan al amor.
mujer a la que había ayudado, cuando niña, la Eisejuaz va al hotel del pueblo, donde se
hija del viejo rengo. La mujer le dice que está entera que el cazador que él había salvado le
en ese lugar por culpa de él, que no quiso había dejado dinero. Con ese dinero trata de
aceptarla y casarse con ella. comprar la libertad de la muchacha mataca,
Eisejuaz, apesadumbrado, habla con su pero Gómez, el dueño del prostíbulo, le dice
Dios y se queja amargamente; confiesa que que no es suficiente. Piensa en matar a Gómez,
todo lo ha dado, que ha obedecido en contra pero intercede el espíritu de su mujer muerta
de sus intereses, para hacer su voluntad. Dice y desiste de hacerlo. Entonces, convence a la
el personaje: “...¿Cómo es esto? ...Fui fiel. muchacha de que se escape y vaya a Orán, a
Fui con aquel blanco aborrecido de mi casa de su compadre Ayó, donde nadie la
corazón. Cumplí. No me quejé. Pero me encontrará. Él no puede acompañarla, porque
quejo ahora... ¿Cómo aquella que era como sabe que su Dios lo llamará pronto y que ése
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será el fin de sus días en esta tierra. cubierto de barro que dejó la creciente del río
En el último capítulo de la novela, Las al retirarse y allí prepara un lugar sagrado e
coronas, una mujer viene a buscar a Eisejuaz invoca a Ayó, y le pide consejo. Ayó se aparece
al prostíbulo donde trabaja. Le dice que está cubierto por una piel de jabalí y le dice que
enferma y que quiere que le ayude a ver al vuelva al pueblo porque los ángeles
hombre de Orán que cura. Luego llega alguien mensajeros han ido a buscarlos a los dos.
más y le pide lo mismo, porque sabe que él Eisejuaz siente que el dorado y el camión
conoce a ese hombre. Eisejuaz comprende que blanco lo llaman por su nombre. Vuelve adonde
ese hombre es el Paqui, al que llaman santo, y está la muchacha junto al niño mellizo. Una
está en Tartagal en ese momento. Dice Doña mujer le ha llevado una pala de regalo. El Paqui
Eulalia, una anciana enferma dueña del hotel: se ha enfermado y grita que se está muriendo.
“...Sé que conocés a ese hombre maravilloso, Una vieja de una tribu enemiga chahuanca le
ese santo. Los árboles han ardido en había traído huevos de sapo rococó
Tartagal por su palabra. La gente reunida envenenado. El Paqui los había comido y
vio aquello, gritó. Se curaron muchos. también Eisejuaz. El Paqui cae muerto.
Algunos malvados se hicieron buenos...Ese Eisejuaz comprende que ha llegado su hora,
hombre viene al pueblo mañana. Sólo te su Dios lo llama. Ve al espíritu de su
pido: abríme paso hasta él...” (Gallardo, compañera muerta, Quiyiye o Lucía Suárez.
2000: 135). Dice que lo trae “la piedad Eisejuaz llama a la muchacha mataca
popular”. Esa noche Eisejuaz ve a los “Mensajera del Señor”, y le dice que ha visto
mensajeros y habla con ellos. Al día siguiente a aquél que será su marido, y que juntos deben
va donde la gente se amontona para acercarse criar al niño mellizo Felix Monte. Cava un
al santo, que cura a los enfermos y hace andar pozo con la pala y le pide que al expirar lo
a los paralíticos. El Paqui yace entre mantas entierre junto al Paqui, y bautiza el lugar,
encima de un camión, y dice que el Señor le diciendo: “Este lugar y estas casas se llaman
habló. Al ver a Eisejuaz el Paqui grita y dice ahora Lo Que Está y Es...Y sepan que Agua
que éste lo quiere matar. Eisejuaz deja el Que Corre es inmortal y los seguirá
pueblo y se va al monte, y hace penitencia por siempre”. “Agua Que Corre” es el espíritu de
nueve días, hablando con el Señor. Eisejuaz. Este muere y su espíritu se eleva,
El río empieza a crecer y la gente se asusta. mientras su carne vuelve al barro. Concluye
El agua entra en el pueblo y el cementerio y la novela: “Agua Que Corre se levantó, y una
los cajones de los muertos flotan por las alegría lo llenó, y lo pintó de un color que
calles. El Paqui se había ido y andaba por otros no puede decirse, y estuvo libre...y gritó. Y
pueblos. Luego vino el frío y muchos se fue. Eisejuaz, Este También, quedó para
murieron, indios y blancos. Se perdió la ser barro y pasto. Y cumplió” (Gallardo,
cosecha. La muchacha mataca que lo ama se 2000: 147).
le aparece a Eisejuaz con un niño mellizo sano, Al morir Eisejuaz se reestablece el
que le regalaron, y Eisejuaz se pone a hacer equilibrio del mundo. El estar se une al ser, y
una casa para ellos. el niño mellizo, que forma parte de una
En el amanecer, un día, llega el Paqui a la dualidad divina, donde el bien compensa al mal
puerta de la casa. Eisejuaz se dirige al sitio como partes iguales de la misma unidad,
SARA GALLARDO, EISEJUAZ Y LA GRAN HISTORIA AMERICANA 53

asegura la sobrevivencia del mundo nosotros, los lectores de las urbes modernas
amenazado al que Eisejuaz ha salvado. Su Dios hispanomericanas, de reprimido, en medio de
ha protegido a su pueblo. Eisejuaz dedicó su nuestras justificaciones y razones.
vida a esperar al enviado de su Dios, a ese En nuestras urbes podemos creernos más
extraño hombre blanco, el Paqui, que nunca allá de lo sagrado, porque el Dios cristiano es
entendió su misión, ni supo que era parte de una presencia histórica que ya no moviliza las
un anuncio divino del mundo sagrado de los conciencias como hace algunos siglos atrás y
matacos. el mundo indígena americano y sus dioses
Sara Gallardo crea una curiosa cosmología forman parte de un pasado extinto. Kusch cree
religiosa en esta novela, que resulta creíble que esta autojusticación del hombre de las
para el lector. No sólo describe la mentalidad ciudades busca borrar impulsos innombrables
del indio mataco, a su modo, sino que de los que es imposible escapar, y frente a los
construye una prosa narrativa que representa que nuestro subconsciente naufraga (2000,
el sentir de esa mentalidad, una prosa que Tomo II). ¿Cómo eliminar el miedo a la
manifiesta la “otredad”, ejemplificada en el muerte, el miedo a lo que no controlamos, ni
discurso místico de un indígena mataco. En siquiera con nuestra razón? ¿Cómo no temer
ese discurso se vuelca la subjetividad de la al desequilibrio del mundo, al mundo nefasto
escritora Sara Gallardo, y no es exagerado que se compensa con el fasto, el mal y el bien?
afirmar que Eisejuaz es ella. Una mujer El arte, la ficción, recupera ese vitalismo
enfrentada al sentimiento de lo sagrado, que primitivo. El mundo de Eisejuaz rebosa de vida
buscaba en su peregrinación vital un punto de y es además un mundo americano. Gallardo
equilibrio entre el bien y el mal. Podemos no recurre al pintoresquismo ni a lo folklórico
imaginarla también como una mujer ni a lo costumbrista ni a lo conceptual
compasiva, identificada con un pueblo negado filosófico: narra desde adentro del personaje,
y marginado por la cultura blanca, al que ella seducida por la barbarie americana. Se pone
muestra como el elegido de Dios. en el lugar del bárbaro, del salvaje.
La narración tiene mucho de parábola Gallardo tiene una nueva forma de llegar al
evangélica, en la que la autora vierte su otro, encuentra un modo original de
imaginación novelística. El mundo religioso apropiarse de su voz: posee ella misma una
que presenta es fundamentalmente monoteís- identidad peregrina, que se desplaza en el
ta, aunque poblado por “mensajeros” del espacio, entre culturas y géneros. Su
Señor. La devoción de Eisejuaz hacia su Dios personalidad es fronteriza y también su
es semejante al amor de los cristianos a su narrativa. La acción de Eisejuaz tiene lugar en
Dios único redentor. Pero si no tuviera un la frontera norte argentina, en el monte de la
curioso tejido narrativo, Eisejuaz quedaría provincia de Salta, donde viven los matacos.
como una narración muy distante a los Gallardo se mete en la conciencia del
intereses del lector. La novela emociona y indígena, con la que se identifica: la fusión es
logra que uno se identifique con ese terror a literariamente perfecta y convence al lector.
lo sagrado y a lo nefasto que siente el Crea un lenguaje nuevo, presenta una realidad
personaje. Eisejuaz es un personaje singular- no idealizada, una visión de un mundo límite
mente americano. Moviliza lo que hay en entre lo fasto y lo nefasto, regido por los
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dioses, en que el hombre nativo se urbanos al campo. Gallardo se busca en otro


encuentra a merced de la divinidad, lado: en los intersticios, en los márgenes, en
cumpliendo su voluntad, entregándose a ella los otros, en la divinidad sin nombre que rige
y hablando con esa divinidad, de la que espera el mundo. Podemos también pensar que se
una respuesta, un llamado, un signo. busca en América, en lo negado de América,
El personaje central es hombre de su en lo reprimido y denigrado: en el mundo de
pueblo, no tiene un sentido propio individual: los indígenas. Se busca en el otro sexo, en la
ésta es la saga de una comunidad que está más voz del hombre que mimetiza en sus novelas
cerca de la verdad y de Dios que los lectores con la suya propia, mediante sus narradores
de clase media de las urbes modernas, que nos hombres, que cuentan en primera persona.
defendemos de lo divino con nuestra Pone en contacto lo que Kusch llama “la
conciencia, nuestro yo adquisitivo y nuestro pequeña historia”, la historia colonial de
racionalismo. Eisejuaz es un personaje América continuada por los gobiernos
desprendido de sí, que sabe que el enviado de independientes en sus enclaves urbanos
Dios, el Paqui, es un blanco enfermo que no “modernos” occidentales, con “la gran
comprende su papel y, no obstante, su Dios lo historia”, esa que sucede en América desde
ha elegido. Al final de la saga llega el su origen como continente, en que la aparición
equilibrio a ese universo dual: el mellizo, al del hombre americano, negado y olvidado por
que criará la india mataca, que va a juntarse la pequeña historia, se convierte en un
con un hombre blanco, como le anuncia incidente fundamental (Kusch, 2000, Tomo
Eisejuaz. La literatura de Gallardo es una II).
literatura nómada, y sus voces, como dice la Esa gran historia absorbe a la pequeña
prologuista del libro, tienen algo de “místico” historia, que aparece como una especie de
o de “psicótico” (Vinelli, 2000: 6). Son voces capítulo suyo, que tuerce el destino del ser
múltiples, que representan un mundo donde americano y lo “mestiza” con occidente.
el sujeto consciente no puede contener al ser. Cuando el nativo busca su trascendencia la
Son las voces del “estar” americano, que busca en su gran historia, como hace el
reconocía Kusch en las culturas aborígenes personaje de la novela. Eisejuaz siente que vive
(2000, Tomo II). Al final de la novela, en el en el tiempo mítico de América, y sus dioses
sitio en que el indio es enterrado al lado del están presentes, a pesar de la incomprensión
blanco, Eisejuaz, Este También, junto al del Paqui que no puede entenderlo. La apuesta
Paqui, el ser se une al estar, el blanco se une de Kusch, y parece ser también la de Gallardo,
al indio, ambos son hijos de la misma es que esos dioses siempre han estado vivos
divinidad y ciclo cósmico americano, que se en América, aunque los occidentalizados hijos
llama “Lo Que Está y Es”. de la pequeña historia colonial americana no
Sara Gallardo, como Kusch, el filósofo y queramos verlos. ¿Por qué habríamos de
ensayista, ha abandonado los modos necesitar de ellos? Nuestra ignorancia de la
tradicionales del narrar (del filosofar, en el gran historia de América, según Kusch, nos
caso de Kusch), para hacer algo nuevo. Toma lleva a vivir en un mundo escindido, tratando
distancia de la narrativa urbana y cosmopolita: de ignorar a la América profunda, a la
todas sus novelas se desplazan de los centros “barbarie” americana, que retorna, como todo
SARA GALLARDO, EISEJUAZ Y LA GRAN HISTORIA AMERICANA 55

lo reprimido, para mostrar al americano a intuir lo mismo: algo innombrable


urbano que vive una realidad falsa. Este americano, que contiene el secreto de
hombre jamás podrá conquistar su ser América. Los dos entienden que esa verdad
auténtico a menos que responda a la gran estaba en el otro negado, que los atraía y los
pregunta de América, esa pregunta que seducía.
obsesivamente guía el pensamiento americano Mientras Kusch creó un mundo de
desde que el europeo puso su pie en este conceptos y explicaciones filosóficas sui
continente: ¿qué es América, quiénes somos, géneris, Gallardo nos sumerge en un universo
por qué nos pasa lo que nos pasa, como literario excepcional. Su prosa sintética, que
podemos hacer para ser en América? evita lo adjetivo y lo barroco, y se concentra
Eisejuaz es un gran logro literario que en lo nominal, describe ese mundo extraño
todavía no se ha leído bien. Kusch, en que se mueve Eisejuaz y crea una tensión
particularmente su América profunda, me ha narrativa que atrapa al lector. La trama exótica
ayudado a entender esta novela. Y a Kusch se impone como una historia posible y uno se
tampoco se lo ha leído bien, porque fue un mete en el mundo místico del personaje.
filósofo diaspórico, un filósofo que desafió Gallardo muestra ese lado de América con el
la razón occidental colonial y buscó el ser que convivimos hace ya muchos siglos, pero
americano. Nos resulta difícil a los argentinos que todavía nos resulta ajeno. Un mundo, que,
acercarnos a lo americano. Este mundo como Sarmiento, intuimos nefasto, aunque
nuestro es dual y está dividido (como los ineludible y americano (1990). Como cultura
mellizos de que habla Gallardo, como Eisejuaz aún no hemos madurado, ni supimos unir las
y el Paqui, el indio y el blanco, el que entrega dos mitades. Lo fasto y lo nefasto de América
las manos al Señor y el que sana por el don están separados en nosotros. Necesitamos
del Señor) entre la cultura urbana y el mundo entonces, si queremos lograr una cultura
ancestral y americano, que Sarmiento vivible, acercarnos desde nuestra literatura
caracterizó persuasivamente como la urbana, cosmopolita y dependiente a ese otro
civilización y la barbarie. Kusch habló de la que parece estar acechándonos, del lado de la
“seducción de la barbarie” (2000, Tomo I). Esa barbarie, y sin el cual nunca estaremos
seducción nos llega en la obra de Sara Gallardo completos como cultura.
también como seducción literaria. Su
narrativa presenta un sujeto inusual, el sujeto
bárbaro, el salvaje visto desde adentro, con Bibliografía
simpatía, con amor. Este salvaje se justifica
ante un mundo que no lo comprende, porque Gallardo, S.
el hombre blanco no conoce a su Dios, y sólo 2000 Eisejuaz. Barcelona: AGEA.
se mueve por intereses materiales y adora el
dinero. Para el personaje Eisejuaz hay otra Kusch, R.
verdad. Esa otra verdad es América, y se 2000 Obras completas. Volúmenes I-IV.
caracteriza por su estar, por su estar-siendo, Rosario: Editorial Fundación Ross.
como decía Kusch (2000, Tomo III). Aquí
Kusch y Gallardo, por vías diferentes, llegan
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Sarmiento, D.
1990[1845]Facundo. Civilización y
barbarie. Madrid: Ediciones
Cátedra. Edición de R. Yahni.

Vinelli, E.
2000 Prólogo. En: S. Gallardo (comp.),
Eisejuaz. Barcelona: AGEA.

Resumen

En esta novela indigenista de 1971, Sara


Gallardo (1931-1988) cuenta la vida del indio
mataco Eisejuaz en el Chaco salteño. Gallardo
nos introduce en el mundo religioso de esa
comunidad. El personaje recibe la visita de su
Dios, que le anuncia la llegada de un enviado.
Este enviado de su Dios resulta ser un liciado,
individuo oportunista y marginal a quien
Eisejuaz rapta para iniciar una peregrinación
por la selva en busca de su liberación.
Leída desde la perspectiva interpretativa del
filósofo y antropólogo argentino Rodolfo
Kusch, esta novela es un atrapante viaje
etnológico en el mundo religioso de los
matacos y un gran logro literario de su autora.

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