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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Bicentenaria de Aragua

Maestría en Derecho Penal y Criminología.

Delito Ecológico y los Principales Movimientos Ecologistas.

Abg. Nalyi García.

C.I. 13.513.339.

San Joaquín de Turmero, abril 2021.


Introducción

El Derecho Ambiental tiene como finalidad regular las relaciones humanas que tienen
al ambiente como campo de batalla, la lucha por la distribución de los riesgos
modernos, los conocimiento y la percepción sobre la naturaleza de dichos riesgos y los
medios para enfrentarlos han ido desde luego variando, pero en general se asume que
existen ciertas condiciones ambientales mínimas que hacen posible el desarrollo pleno
de la persona humana, para que esta pueda identificar las fuentes o causas de los
riesgos ambientales y los efectos o impactos que generan o podrían generar.

Se determinan las condiciones ambientales esperadas, la identificación de los riesgos


y la definición de los mejores medios para enfrentarlos, son traducidos a instituciones
jurídicas, derivando en un sistema de asignación jurídica de cargas y riesgos
ambientales entre los distintos actores de la sociedad, generando a su vez obligaciones
y responsabilidades específicas. La finalidad es de asegurar el mantenimiento de las
condiciones ambientales, o dicho en términos jurídicos, la protección del ambiente, de
tal forma que se asegure la posibilidad efectiva del goce del derecho a un ambiente
adecuado.

El entender de esta manera el Derecho Ambiental hace fácil explicar la interrelación


con las distintas especialidades dentro del Derecho. Esto sucede en primer lugar
porque instituciones jurídicas centrales, y los derechos humanos son necesarias para
precisar el contenido del derecho al ambiente adecuado y el sistema de cargas y
riesgos, del mismo modo, la necesidad de atender problemas éticos, políticos, técnicos
y económicos, lleva a acudir a las disciplinas distintas a la jurídica relacionadas con
dichas materias.
Delito Ecológico y la Amplia legislación que regula la Materia.

Los derechos ambientales constituyen una especie de declaración programática a favor


de la conservación del ambiente, los parques nacionales, la diversidad biológica, así
como la no contaminación de los espacios nacionales. Se establece que el genoma de
los seres vivos no será patentable, lo cual quiere decir que el conjunto de genes que
configuran la especie de seres vivos, incluyendo la especie humana pueden ser objeto
de investigación científica pero no de comercio. Se cree que para el siguiente siglo se
habrá descifrado el genoma humano y se espera así encontrar tratamientos
preventivos para enfermedades hereditarias, ya para el año 2003 se completó la
secuencia del genoma humano.

Es sin duda alguna con la vigente Constitución, que se puede hablar de un


reconocimiento explícito, de carácter constitucional, del derecho al ambiente en
Venezuela. Así, en su artículo 127, ubicado en el Capítulo IX. De los derechos
ambientales, del Título III. De los deberes, derechos humanos y garantías, que
establece, que es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el
ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho
individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y
ecológicamente equilibrado.

El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos


ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial
importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley
que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia.

El 127 de la Constitución establece como una obligación fundamental del estado, con la
activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un
ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el
clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos de
conformidad con la ley.
En los contratos que la República celebre con personas naturales o jurídicas,
nacionales o extranjeras, o en los permisos que se otorguen, que involucren los
recursos naturales, se considerará incluida aun cuando no estuviera expresa, la
obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir el acceso a la tecnología y la
transferencia de la misma en condiciones mutuamente convenidas y de restablecer el
ambiente a su estado natural si éste resultara alterado, en los términos que fije la ley.

El artículo 129 Constitucional prohíbe al estado permitir la entrada en Venezuela de


desechos tóxicos y peligrosos. Se han dado caso de haberse detectado barcos
cargados de desechos atómicos y químicos de alta peligrosidad para descargarlos en
algún país donde no haya gente que proteste.

En los permisos que otorgue el estado que tenga que ver con la explotación de
recursos naturales, los beneficiarios deberán tener muy en cuenta la afectación a los
recursos naturales, pues se considera inherente a todo contrato la obligación de
conservar el equilibrio ecológico y de restablecer el amiente a su estado previo. Por
ejemplo, el concesionario de una mina no podrá ir acumulando desechos minerales
sino en forma que sea aceptable por la autoridad.

La protección del ambiente es uno de los nuevos valores de la sociedad, un ambiente


sano y seguro es también una de las necesidades esenciales de los estados, sus
desmembraciones territoriales inferiores estados federados, regiones, departamentos,
provincias, comunas, municipios, de las formas asociativas privadas comúnmente
llamadas organizaciones no gubernamentales, sociedades civiles, asociaciones,
fundaciones, del colectivo y sobre todo de la persona humana, la protección del
ambiente es de interés general y particular de los individuos, pues les garantiza su
calidad de vida.

La salvaguarda del ambiente se vincula indisolublemente a otros valores


fundamentales, como la vida, la salud, la libertad y se convierte en uno de los derechos
humanos esenciales. El derecho al ambiente, es un derecho individual, ya que es
intrínseco a cada individuo e inherente a la persona humana. Pero como el ambiente
de cada uno es también el de los demás, resulta que el ambiente es un bien común,
que llega a todos sin diferenciar categorías y garantiza la existencia y sobrevivencia de
la especie humana. Es un derecho colectivo y un derecho solidario que se preocupa de
los intereses presentes y futuros de la humanidad.

La ley Orgánica del Ambiente en su artículo 1 establece que esta Ley su objetivo es
establecer las disposiciones y los principios para la gestión del ambiente en el marco
del desarrollo sustentable como Derecho y deber fundamental del estado y de la
seguridad, establece las normas que desarrollan las garantías y derechos
Constitucionales aun ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado.

El derecho ambiental tiene un carácter finalista o funcional, basado sobre el valor del
interés general, que comprende la protección del ambiente, el carácter finalista de esta
nueva rama del derecho explica la utilización y modificación de instituciones,
procedimientos, técnicas, principios y reglas de otras ramas del derecho, a fin de
acceder a la más completa protección del ambiente, en provecho de todos.

El Pacto de Kioto es un instrumento internacional legalmente vinculante suscrito ya por


194 países que trata directamente el tema del cambio climático, que tiene como
objetivo último la estabilización de las concentraciones de los gases de efecto
invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas
peligrosas en el sistema climático. Es un acuerdo internacional en el que los países
firmantes aceptaron reducir las emisiones de gases contaminantes en el periodo
comprendido entre 2008 y 2012 en torno a un 5% con respecto a los niveles de 1990,
un acuerdo que, en resumidas cuentas, supone una fórmula global de actuar frente a
los efectos y problemas del cambio climático.

La idea, en definitiva, es que los ecosistemas se adapten al cambio climático de forma


natural, las medidas que se llevan a cabo en el tratado de Kioto van encaminadas a la
adaptación más que a cómo frenar el cambio climático, de ahí que se sugirieran las
propuestas sobre disminución de las emisiones producidas por la electricidad, el
refinado de hidrocarburos, la calcinación, la fabricación de cemento y cal y la
producción de acero.

Existe consenso sobre el carácter positivo de la inserción del país en el Protocolo de


Kioto, desde nuestro punto de vista, esta participación podría incidir en el perfil de país
exportador de petróleo y derivados, rubros científicamente reconocidos como una de
las principales fuentes del CO2. A través del incentivo de creación de sumideros para
este gas de efecto invernadero, uno de los mecanismos establecidos por el protocolo
para alcanzar el objetivo de reducir los peligros del calentamiento climático global en el
territorio nacional, se estarían mejorando las condiciones para lograr la etapa de
consolidación de una cultura ambiental en el país. Alcanzar este estadio se convierte
en requisito indispensable para que los venezolanos disfrutemos a plenitud los
derechos a un ambiente en el marco de lo establecido en el cuerpo de leyes y normas
ambientales nacionales e internacionales vigentes en el país.

A raíz del imparable desarrollo económico, el medio comienza a deteriorarse


notablemente y los recursos se empiezan a agotar, repercutiendo directamente en la
vida y salud de los ciudadanos, a raíz de esto, aparecen términos como calidad de vida
o respeto del entorno, la opinión pública empieza a tener interés por el medio ambiente,
produciéndose la llamada ecologización de la opinión pública.

Se toma conciencia de que el desequilibrio de la biosfera causados por la actividad


humana pone en peligro el desarrollo y la pervivencia misma de la humanidad sobre el
Planeta, es decir, se origina una clara toma de conciencia por parte de la sociedad de
la problemática medioambiental, lo que se refleja en el surgimiento de los primeros
movimientos ecologistas. Así en los años setenta, fruto de la inquietud de la sociedad
ante la destrucción del medio que la rodea, empiezan a surgir los primeros grupos
ambientalistas que abogan por hacer cambios radicales en las políticas ambientales.

El estudio del Derecho internacional ambiental, es esencial para poder emprender


cualquier otra investigación jurídica en torno a un aspecto concreto enmarcado en torno
a la protección jurídica del medio ambiente, pues si no sabemos cuáles son los
principios y pautas obligatorias establecidas a nivel internacional no podremos entender
la dimensión jurídica de cualquier otro estudio efectuado, tanto a nivel internacional
como a nivel nacional, pues los estados han de adaptar su orden jurídico a los
compromisos internacionales asumidos.
Por ello procederemos a analizar las citas internacionales más importantes en el
ámbito medioambiental en el seno de las Naciones Unidas, con el objetivo de dar una
visión de la evolución de la actuación internacional en este tema.

Como precedente del derecho internacional ambiental, podemos destacar algunas


regulaciones sobre ciertas materias relacionadas con el medio ambiente. Así existen
algunos tratados internacionales de finales del siglo sobre cuestiones sectoriales como
la pesca excesiva de determinadas especies o la protección de aves útiles para la
agricultura, entre otros. Sin embargo, no se trataba de proteger al medio ambiente en sí
mismo, sino ciertos aspectos relacionados en tanto en cuanto afectaban al desarrollo
de la actividad humana. Es decir, el medio ambiente se protege no en su propio
beneficio sino en el beneficio del hombre adoptando una posición antropocéntrica.

El nacimiento del derecho internacional del medio ambiente se suele marcar a


principios de los años setenta, cuando Suecia propone la celebración de una reunión
sobre problemas medioambientales dentro de las naciones unidas. Así, siguiendo la
iniciativa sueca, se celebra la Conferencia de las naciones unidas sobre el medio
humano en junio de 1972 se da lugar a la Declaración de Estocolmo, que representa el
primer esfuerzo de carácter global por tutelar el medio ambiente como bien jurídico.

Las medidas y compromisos relativos a la protección del medio ambiente se mostraron


ineficaces, pues los grandes desastres ecológicos seguían sucediendo, así ante la
inoperancia de las medidas adoptadas para detener el deterioro medioambiental, se
plantea el recurso al Derecho penal como ultima ratio del ordenamiento jurídico para
proteger al medio ambiente frente a los atentados más graves realizados contra el
mismo.
Conclusión

En Venezuela se ha venido estableciendo un amalgamado cuerpo legislativo en


materia ambiental. A los instrumentos generados durante el último siglo y a los
convenios internacionales suscritos por el país en esa época, se le han venido
sumando nuevas leyes, discutidas, sancionadas y formalmente puestas en vigencia en
los primeros años del actual gobierno, así como la asunción de nuevos compromisos
internacionales, junto a las leyes Orgánica y Penal del Ambiente, y los acuerdos
internacionales como el Protocolo de Kioto.

Esta perspectiva implica que el Derecho Ambiental debe resolver tanto problemas de
Justicia ambiental como de eficiencia ambiental, lo primero está vinculado con criterios
éticos y políticos para asignar las cargas y riesgos, lo segundo está ligado a criterios
técnicos y de costo beneficio al momento de optar por distintas opciones e
instrumentos de política y derecho, desde luego ambos procesos se presentan
interrelacionados.

No obstante, el primer proceso alcanza mayor intensidad frente a la definición tanto del
contenido del derecho a un ambiente adecuado como en la definición de la política
ambiental, lo segundo se hace más intenso respecto de la selección de los
instrumentos y su aplicación, y atravesando todo el proceso, el derecho aparece
interrelacionado fuertemente con el conocimiento científico, que le brinda la base para
muchas de las decisiones críticas que deben tomarse.

Las preocupaciones por el medio ambiente, en el plano internacional, es a partir de la


primera publicación del club de Roma, los límites del crecimiento, y en la conferencia
de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente celebrada en Estocolmo en el año 1972,
se incrementó la conciencia mundial acerca de las responsabilidades gubernamentales
y de los deberes personales y sociales sobre la preservación y progreso de la calidad
ambiental para las generaciones presentes y futuras. La conferencia declaro
formalmente, el derecho humano a un ambiente adecuado para vivir en dignidad y
bienestar y el consecuente deber de protegerlo y mejorarlo.

Referencias Bibliográficas.

 Arismendi, A. (2006). Derecho Constitucional. Caracas, Venezuela.


Publicaciones Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Universidad Central de
Venezuela.

 Garay, J. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999).


Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Extraordinaria, 5.453,
marzo 24, 2000.

 Brewer, C. (2004). La Constitución de 1999, Derecho Constitucional venezolano.


Caracas – Venezuela: Tomo I, Editorial Jurídica Venezolana.

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