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Encuentro 2

Tema: Las Siete Leyes Universales: No Idolatría.


(Leyes 6­16)

Las Siete Leyes Universales o Siete Leyes de Noaj son las siguientes:

1) No idolatría
2) No blasfemia
3) No asesinar
4) No robo
5) No inmoralidad sexual
6) No comer alimentos prohibidos.
7) Establecer cortes de justicia.

En nuestra clase pasada estudiamos cinco formas de idolatría. En la continuación del tema
relacionado con la primera ley universal, esto es, la prohibición de toda forma de idolatría,
estudiaremos en esta clase, las siguientes:

1:6 Desacato a las autoridades divinas

El desacato, desobediencia, burla o Rebeldía contra los representantes enviados por el


Dios Uno y Único, es una forma de idolatría que se da dentro del precepto que
estamos estudiando. Esto es así por la condición misma de representante que tiene la
autoridad delegada. En otras palabras, rechazar a un enviado de Dios es rechazar a Dios
quien está presente en el enviado y en la misión que le ha sido encomendada.

De la misma manera que al recibir un enviado en verdad estamos recibiendo al que lo envió,
así también desobedecer, burlarse, mofarse, resistir o rechazar al enviado equivale a
rechazar al que lo envió porque el enviador se hace presente legalmente, en el enviado.

Cuando el presidente de una nación envía su embajador para representarle a él y su


gobierno ante otro país y ese embajador es burlado, rechazado y vejado por las autoridades
del país a donde fue enviado, la ofensa, más que al embajador, es hecha al presidente y a la
nación que el presidente representa como máxima autoridad. Todo país digno se sentirá
ofendido si su embajador es maltratado y burlado por las autoridades del país a donde fue
enviado como representante plenipotenciario.

Dios le dijo a Samuel: “No te han rechazado a ti, sino a Mí”. Y Samuel le dijo al rey Shaúl: “El
obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros.
Porque como pecado de adivinación es la Rebelión y como ídolos e idolatría, insistir en
hacer mi voluntad” ( 1 Samuel 16: 22,23).

El castigo por este pecado es “karet” es decir, la pena máxima, muerte eterna, destrucción
en el lago de fuego. Por lo tanto, está prohibida toda Rebeldía, pasiva o activa contra
las autoridades espirituales que el Eterno ha puesto sobre nosotros y constituye una
violación del principio Yijut HaShem, es decir, que Dios es Único y como único Dios,
no admite sustituto alguno, ni que haya otro que tenga la totalidad de su misma esencia,
sustancia y atributos, por lo que desobedecer Sus emisarios es contado como idolatría toda
vez que se impone una voluntad humana sobre la Voluntad Divina sustituyendo al
Creador quien es bendito, por la criatura que le debe obediencia y sujeción.

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Mientras mayor es la autoridad del representante, mayor es la culpabilidad por Rebeldía a su
autoridad delegada. Siendo Mashíaj el que ha recibido la más alta autoridad en el cielo y en
la tierra, rechazar al Mashíaj, burlarse, mofarse o ridiculizarlo es uno de los actos más
horribles que pueda cometer el hombre. De hecho, está escrito de él: “Y el que rechazare las
palabras que él dirá en mi Nombre, yo le pediré cuenta”. (Deut. 18:19), es decir, es reo de
juicio por el tribunal celestial.

Y está escrito: “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan, porque no hay
autoridad sino de Dios y las que existen por Dios existen, De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo decretado por Dios resiste y los que resisten, acarrean condenación para sí
mismos” (Ro. 13:1,2)

Si esto es así con los que están en autoridad secular, ¿cuánto más a los jueces y profetas que
están en autoridad espiritual? Por lo tanto, es responsabilidad del Benei Noaj obedecer a sus
jueces, profetas y magistrados espirituales de su generación, mayormente al Mesías y sus
emisarios, particularmente a los de la Academia de Pablo y Bernabé, asignados
especialmente para los gentiles.

Como vemos, la idolatría es el más grave de todos los pecados, viene dada en muchas
formas diferentes, vestida en camuflajes de muchas marcas y formas distintas, para hacerse
menos imperceptible, incluso, con apariencia de piedad y religiosidad extremas, pero
siempre será un atentado contra la Unidad y Unicidad del Eterno quien es Bendito.

Está prohibido entonces para los Benei Noaj, toda forma de Rebeldía, pasiva o activa,
contra las autoridades divinamente establecidas, ya sean celestiales o terrenales, la mayor
de las cuales es el Mashíaj, porque ello es contado por idolatría.

1:7 Violación del principio: Ahavat HaShem

Es el mandamiento por el cual debemos amar al Dios Uno y único. No amar al Eterno, el Uno
y Único Dios verdadero con todo nuestro corazón, alma y fuerzas, es una forma de idolatría.

Cuando no amamos al Eterno con todo nuestro corazón, es decir, por medio de la oración;
cuando no amamos al Eterno con toda nuestra alma, es decir, con la manera cómo
pensamos y hacemos planes en nuestras vidas; y con toda nuestra fuerza, es decir, por
medio de los recursos materiales que nos hayan sido dados, nos movemos al territorio de la
idolatría porque estamos dejando que otros intereses ocupen el lugar supremo y de más
alto honor que Él, bendito Sea, debe tener en nosotros.

Amar al Eterno es un principio derivado de la prohibición de la idolatría, porque así como


en los días de tu idolatría amabas tus ídolos y tus corrompidas creencias, así ahora,
volviéndose al Eterno de todo su corazón, debes aceptar sobre tu vida el principio de Ahavat
HaShem, de Amar a Dios como hemos explicado.

Amar a HaShem como antítesis de la idolatría significa “imitarlo”.

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Es decir, que así como el Eterno es bueno para con todos, haciendo salir su sol sobre justos e
injustos, así debemos amar a todos los hombres, sin excepción, como dijera nuestro
Maestro: “Sed pues perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt. 5:48) y como
estableciera el juez Shaul de Tarso en su Academia como un precepto para los Benei Noaj:
“Sed pues imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 5:1).

Por tanto, como el Eterno es misericordioso hacia sus criaturas, así deben sus hijos ser
misericordiosos los unos con los otros. Así como el Eterno es misericordioso con su
creación, así debemos ser misericordiosos con la creación sin procurar dañarla o destruirla
innecesariamente.

Un Benei Noaj tiene sobre sí la imposición de este precepto que es una derivación del
mandamiento negativo que prohíbe toda forma de idolatría.

Como vemos, hacerle daño al prójimo, que es la antítesis de no amarlo, es una forma de
idolatría y está prohibido para un Benei Noaj. Cualquier cosa que hagamos que perjudique
el honor, el buen nombre, los bienes, la salud o las posibilidades reales de desarrollo de
nuestro prójimo es un acto de idolatría, porque a imagen de Dios fue hecho el hombre. No
amar al prójimo es negación de Dios, porque “el que no ama no ha conocido a Dios” y “Si
alguno dice: amo a Dios, pero aborrezco a mi hermano, es mentiroso” ( 1 Yn. 4: 7‐21), por
tanto, el que dice que ama a Dios, debe amar también a su prójimo, menos que esto, es
idolatría.

Esto significa que mentirle a tu prójimo, engañarlo, avergonzarlo, odiarlo en tu corazón,


rechazarlo, no perdonarlo si te pide perdón, codiciarle sus bienes, etc., son formas de
idolatría derivadas del precepto que estudiamos. Esto está prohibido para los Benei Noaj.

1:8 Violación del principio: Yirat HaShem

Es el precepto por el cual se nos ordena temer a Dios y darle gloria, reverenciando Su
Nombre, conscientes que tendremos que presentarnos un día frente a Él para dar cuenta
de nuestros hechos, sean buenos o malos y que esto sea una advertencia para preservarnos
de pecar conscientemente contra él (Revelaciones 14:7).

Por tanto, toda forma de vida que ignora este precepto, es contado como idolatría porque se
mofa en la práctica del día de rendir cuentas, pues está establecido para los hombres que
“mueran una vez y luego el juicio”, donde se juzgarán los pensamientos de los hombres, sus
acciones, motivaciones y actuaciones.

La idolatría, vestida de irreverencia hacia Dios, causa que el hombre olvide que todos sus
pensamientos, acciones y motivaciones están siendo escritos en el libro de la vida y que
todos seremos juzgados por las cosa que allí estén escritas, sean buenas o malas
(Revelaciones 20:11‐13).

Esta forma de idolatría produce un estilo de vida donde olvidamos que “de toda palabra
ociosa que pronunciemos, de ella tendremos que dar cuenta en el día del juicio” y
consecuentemente se desarrollan actitudes de ligereza, irresponsabilidad y descuido de la
vida espiritual, moral y social que aleja a la persona de Dios constantemente, causando que
su corazón se endurezca, pierda cada vez más su sensibilidad espiritual y no tenga
conciencia de pecado, haciendo difícil el arrepentimiento, única vía segura para corregirnos.

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Al perder el temor al castigo, el hombre se daña a sí mismo y rompe los diques morales y
espirituales que lo protegen de destruir la única vía de escape que nos ha sido dada para ser
salvos tanto en esta edad presente, como en el mundo por venir, exponiéndose a ser
atrapado en su propia maldad en cualquier momento, incluyendo la muerte prematura,
después de lo cual no tendrá oportunidad de arrepentirse.

Por tanto, la irreverencia hacia Dios, que incluye el uso profano, mundano y vano de Su
Nombre13, es la madre de todas las trasgresiones porque destruye la chispa de la presencia
divina en la imagen espiritual de la persona y está prohibida para un Benei Noaj porque le
es contado como idolatría, el primer precepto en la lista de las Siete Leyes Universales.

Todo Benei Noaj debe recordar este principio: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado,
todo lo que el hombre sembró, eso también cosechará”. (Gálatas 6:7) y tal doctrina debe
provocar en él temor a HaShem, la antítesis de la idolatría que se manifiesta en una actitud
de irreverencia, ligereza y mofa de que sus actos serán traídos a juicio, tanto en esta edad
presente, donde aún hay esperanza, como en el mundo por venir, donde el decreto divino
será para entonces irrevocable e inapelable.

1:9 Violación del principio: Avodat HaShem

Es el precepto por el cual se nos ha ordenado servir al Eterno, Bendito Sea, dándole el
honor, el culto y la exaltación que sólo Él merece como Uno y Único Dios verdadero
dirigiendo a Él y solamente a Él nuestras súplicas y plegarias.

La idolatría causa que este principio de Avodat HaShem sea violado cuando se le da a otra
persona, celestial o terrenal, el honor, el culto y la exaltación que solamente merece el
Eterno, incluyendo orarle, rezarle o pedirle a alguien o algo más que a Él, Bendito Sea.

Esto es un asunto que ya fue tratado previamente y por lo tanto aquí es innecesario
repetirlo.

En cuanto a la oración como servicio a Dios, se deduce que orarle a otro que al Padre
Celestial o no orar, es una forma de idolatría y por tanto está prohibido para un Benei Noaj.

Dirigir la oración a otra persona, por muy exaltada que sea, es una forma de idolatría que
viola el principio de Avodat HaShem.

Nuestro Maestro claramente expresó que la oración debe ser dirigida exclusivamente a
Dios: “Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos…” (Mt. 6:11)

Yeshúa no permite que la oración sea dirigida a otra persona que el Padre Celestial. Todo lo
que pidamos debe ser hecho al Padre, fundamentándonos en Sus promesas y en los méritos
y autoridad de aquél que hemos recibido como Su Mashíaj.

13
Asunto que se expondrá en detalle más adelante, cuando se estudie la prohibición de la blasfemia.

14
No orar a Dios es también una forma de idolatría porque no solamente burla el principio de
Avodat HaShem sino que además nos hace pensar que somos independientes y
autosuficientes de tal manera que no necesitamos ni Su presencia ni Su guía, ni Su
consuelo y que podemos vivir sin él.

Esta forma de idolatría lleva al orgullo disfrazado de humanismo que aleja el alma de su raíz
espiritual y destruye su fuerza interna y su potencial.

1:11 Violación del principio: Kidush HaShem

Es el precepto que impone sobre nosotros la santificación del Nombre de Dios, como está
escrito: “Santificado sea Tu Nombre”.

Santificar el Nombre de Dios significa hacer ver Su honor, atributos y gloria en público, es
decir, delante de los hombres, para que reconozcan y sirvan al Eterno14.

Pero cuando en vez de santificar Su Nombre, causamos que sea ridiculizado, blasfemado o
tenido en poco, nos es contado como idolatría de la peor clase, porque trae bochorno y
vergüenza, ignominia y retraimiento que alejará a los hombres del camino de la vida eterna.

Dijo el Maestro: “Ay del mundo por los escándalos, pero hay de aquel por quien vienen.
¡Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido…!”

Tan serio es este principio, que si se nos obligase a transgredirlo en público, so pena
de muerte, debemos preferir la muerte antes que causar deshonra al Nombre del Eterno
quien es Bendito.

Es responsabilidad de los Benei Noaj hacer todo lo necesario para que el Nombre del Eterno
no sea vituperado por su causa.

Para ello, será su responsabilidad cuidar la manera cómo habla, preocuparse por los demás,
aceptar incluso ser humillado sin causar la humillación de los demás, ser honesto en sus
relaciones familiares, sociales y comerciales.

No perder su tiempo en la compañía de hombres obradores de maldad, buscar siempre el


tiempo apropiado para estudiar la Toráh, especialmente todos aquellos mandamientos y
preceptos que le son impuestos dentro de las Siete Leyes Universales y causar que otros
reciban dicha instrucción tanto como sea posible, yendo más allá incluso de lo que sea su
deber, estará santificando el Nombre del Eterno en presencia del pueblo y esto le guardará
de la idolatría.

Pero si lo contrario fuese el caso, el cielo lo prohíba, y el Benei Noaj se dedica a juntarse y
beber con los borrachos, ofender a la viuda, ignorar el gemido de los pobres, no visitar a los
enfermos y malgastar sus bienes en cosas vanas, haciendo luego gala de mucha religiosidad
y piedad, está trasgrediendo el primer mandamiento dado a los hombres lo cual le es
contado por idolatría.

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No para recibir sus aplausos, porque en tal caso, no se santifica el Nombre del Eterno, sino el suyo
propio y ello es trasgresión.

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1:12 Comer y beber de cosas sacrificadas a ídolos.

Está prohibido para un Benei Noaj comer algo que haya sido conocido fue sacrificado a los
ídolos. No porque el ídolo tenga algún poder para contaminar la comida que Dios declaró ya
apta para el consumo humano, sino por causar deshonra al Nombre del Eterno, pues se
daría la impresión de apoyar o respaldar la idolatría.

De la misma manera, no debe sentarse a comer en un lugar donde se honran ídolos o se


exponen los mismos ante el público como sucede en muchos restaurantes idólatras, pues de
hacerlo, el Benei Noaj estaría dando la impresión de estar de acuerdo con esas prácticas y
ayudar a su sostenimiento por medio del uso pagado de los mismos.

Es deber del Benei Noaj, huir de toda forma de idolatría (I Cor. 8:1‐13; 10:14; 23‐32)

1:13 Destruir todo lo relacionado con idolatría

Es el precepto por el cual se nos ordena destruir toda expresión de idolatría que asume
forma y espacio dentro de nuestra zona de autoridad y dominio.

Esto se deduce del mandamiento negativo de no destruir el cuerpo, porque es Templo de la


Presencia Divina ( 1 Cor. 3:17) por lo tanto, todo templo, lugar o figura corporal dedicado a
la idolatría, merece la destrucción y aniquilación total, si está bajo nuestro dominio y
autoridad hacerlo.

Pero si está en un dominio y autoridad de otro, entonces estamos exentos del mandamiento
en tanto no hagamos nada para apoyarlo o dar la impresión de que lo apoyamos y
respaldamos, todo lo contrario, debemos hacer lo posible por eliminar toda forma de
idolatría en la tierra.

Figuras, estatuas, afiches, dibujos, revistas, videos, altares, obeliscos, panteones, etc., que
contengan parcial o totalmente cualquier forma de idolatría, debe ser destruido si está bajo
nuestra jurisdicción y autoridad.

No debemos sacar provecho personal de tales ornamentos idolátricos ni regalarlos a otros


para su empeoramiento espiritual, sino que nos es impuesta la obligación de destruirlos y
eliminarlos para siempre de nuestra zona de autoridad y dominio, cuidando que no quede
ni rastro de ellos, pues ha sido tal cosa la destrucción mayor que ha experimentado el alma
del hombre.

No hacerlo, pudiendo, nos es contado como idolatría. Y una de las definiciones del pecado
es el “que sabe hacer lo correcto y no lo hace”.

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Preguntas de Estudio

1. Completa según texto: “Figuras, _____________, afiches, dibujos, _____________, videos,


altares, ________________ panteones, etc., que _______________ parcial o
_______________cualquier forma de ___________________, debe ser _____________ si está bajo
nuestra __________________________ y __________________”.

2. Completa: “Está __________________ para un Benei Noaj comer algo que haya sido
conocido fue sacrificado a los _______________”.

3. Completa: “Santificar el _______________ de Dios significa hacer ver Su ________, tributos y


______________ en público, es decir, delante de los hombres, para que __________________ y
sirvan al ______________”.

4. Completa según texto: “La ___________ causa que este principio de Avodat HaShem sea
_________ cuando se le da a otra ___________ celestial o terrenal, el honor, el _____________ y
la exaltación que solamente merece el _____________”.

5. Completa: “ El precepto por el cual se nos ordena temer a Dios y darle gloria,
reverenciando Su Nombre, conscientes que tendremos que presentarnos un día
frente a Él para dar cuenta de nuestros hechos, sean buenos o malos y que esto sea
una advertencia para preservarnos de pecar conscientemente contra él se llama
_________________ _________________”.

Preguntas a mi instructor:
1.
2.
3

17

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