Sensación y percepción.

La sensación se dirige a experiencias inmediatas básicas, que se generan debido a estímulos

aislados simples. Esta también se define en términos de “la respuesta de los órganos de los
sentidos frente a un estímulo”. La percepción por otra parte admite la interpretación de las
sensaciones, entregándoles significado y una organización” propia. Esto implica la actividad de
nuestros órganos sensoriales y de nuestro cerebro teniendo las siguientes funciones principales: la
organización, interpretación, análisis e integración de los estímulos, implica la actividad no sólo de
nuestros órganos sensoriales. El proceso cerebral implica procesos como: la memoria, y está
modificado y afectado por las experiencias previas del sujeto perceptor.

La sensación se da como un proceso de carácter biológico, en cambio la percepción es más de

orden psicológico. Nuestra capacidad para percibir está sujeta a la información ambiental que
puede alcanzar al cerebro. Nosotros lo seres humanos recibimos la información sobre un entorno
que se nos manifiesta en forma de energía, esta es de distintos tipos: la energía luminosa (para la
visión), la energía mecánica (para el tacto y la audición) y la energía química (para el gusto y el
olfato). El proceso de llegada de las energías al cerebro, se da con la transformación en energía
eléctrica que es la única energía que el cerebro es capaz de utilizar. Con esta transformación de
un tipo de energía en otra recibe el nombre de transducción y es la tarea de los receptores de cada
sentido. Los receptores visuales tratan de cómo una serie de imágenes fotográficas transmiten y
generan sensaciones y emociones.

Estos dos procesos cerebrales influyen en la emoción de cada ser humano que se suponen siempre
acompañadas de algunas reacciones somáticas, al tiempo el organismo puede presentar muchas
de ellas, así como:  Las alteraciones en la circulación.  Los cambios respiratorios.  Las
secreciones glandulares. En esta cuarentena la sensación y percepción se ha visto afectada y
modificada por factores como el encierro, el aislamiento y la distancia social y corporal,
empezando por algunos síntomas de estrés y ansiedad generados por los estímulos ambientales
que transforman la percepción y los significados de cada objeto de nuestra atención haciendo que
nuestra actividad productiva disminuya notablemente, junto con eso también baja el desempeño
e interés en todo lo que hagamos en el día afectando también nuestras relaciones personales y
profesionales.
PAULA STEFANNY ROZO SANDOVAL. CODIGO: 201920181