Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Resumen
Este escrito presenta la ubicación general de las facultades ultra y extra petita del juez laboral, la prohibi-
ción de reforma en peor para el juez Ad Quem en asuntos de trabajo, la restricción a la negociación de de-
rechos por parte de los trabajadores, la presunción legal de existencia de contratos de trabajo gracias
a la verificación de una prestación personal de un servicio y el grado jurisdiccional de consulta, como ins-
tituciones procesales laborales que pretenden un favorecimiento para uno de los sujetos procesales con
el fin de contrastarlas con el postulado de “igualdad de armas” derivado de la bilateralidad de la audiencia.
Palabras Claves: Proceso laboral, bilateralidad de la audiencia
Abstract
This paper exposes the general location of the ultra-and extra powers of the judge, the prohibition for appella-
tion judges for impair the employees situation, the restriction on trading rights for workers, the legal presumption
existence of employment contracts by verifying a personal service and the jurisdictional consultation as legal
procedure institutions in labor trials that favor one of the parties in order to compare them with the postulate
of “equality of arms “derived from the bilateral nature of the audience.
KeyWords: Labor procedure, bilateral nature of the audience.
Introducción
El procedimiento laboral colombiano establece una serie de instituciones procesales en favor de
una de las partes: el trabajador, trasladando la desigualdad material o sustancial de las partes
fundada en la propiedad de los medios de producción y las facultades de subordinación y de-
pendencia continua del empleador frente al trabajador, al ámbito procesal, bajo el argumento de
*
El texto es un avance de la investigación Doctoral del autor sobre la “Bilateralidad de la Audiencia en el
proceso laboral colombiano.”
Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 4 Número 1 Enero-Junio 2013. Pág:46-57
46
Proceso laboral y bilateralidad de la audiencia
cia ha de entenderse aquél principio normativo rece fundamentar la tesis de que la congruencia
dirigido a delimitar las facultades resolutorias encuentre una justificada excepción en la prime-
del órgano jurisdiccional por el cual debe exis- ra instancia de los procesos laborales, durante
tir identidad entre lo resuelto y lo controvertido, la segunda aquélla regla si tiene completa apli-
oportunamente, por los litigantes, y en relación cación pues allí no es viable para el juez conde-
con los podres atribuidos en cada caso al órga- nar más de lo pedido o aquello no pedido por el
no jurisdiccional por el ordenamiento jurídico” demandante.
(Aragoneses: 1957, 87).
Esta situación cambió en alguna medida con
La incongruencia de la sentencia puede presen- la sentencia C-662 de 1998, en la cual la Corte
tarse de dos formas: la denominada incongruen- Constitucional estableció que las facultades ul-
cia cuantitativa la cual opera por la concesión tra y extra petita son viables no sólo para el juez
de algo adicional a lo pretendido o resistido (ul- de primera instancia sino para el juez de única
tra petita) o cosa distinta a la pedida (extra peti- instancia.
ta). De otro lado, la incongruencia cualitativa, la
cual opera cuando el órgano jurisdiccional falla
en razón a hechos no aducidos por las partes o Prohibición de reforma en peor
atendiendo a excepciones no formuladas por la
parte demandada (ultra petita) o cuando el órga- La prohibición de reforma en perjuicio del ape-
no jurisdiccional no resuelve todas las cuestio- lante único era un principio legal consagrado en
nes planteadas (citra petita) (Aragoneses: 1957, el artículo 357 del Código de Procedimiento Civil
88,89). que luego fue constitucionalizado en el artícu-
lo 31 de la Constitución Política, que establece
Las facultades mencionadas no pueden ser uti- la prohibición para el juez (Ad Quem) de agra-
lizadas de manera arbitraria; en el caso de las var la pena impuesta cuando el condenado sea
condenas extra petita, deben haber sido discu- apelante único. Esta prohibición no se ha limi-
tidos en el juicio y estar debidamente probados tado al proceso penal sino que se ha extendido
los hechos; para las condenas ultra petita debe a toda sentencia judicial siguiendo la acepción
tenerse en cuenta que es necesario que las su- dada por la Corte Constitucional al vocablo
mas demandadas sean realmente inferiores a las “sentencia” en dicho artículo que no es el otro
adeudadas al trabajador y que las mismas no le que el de sanción (Vallejo, 2008:46).
hayan sido pagadas (Rodriguez, 2001: 34).
De acuerdo con este principio “el ámbito de la
Inicialmente el artículo 50 del CPT estableció las apelación lo determina la parte que recurre, y en
mencionadas facultades sólo para los jueces de consecuencia el asunto se examina en la exten-
primera instancia; aparentemente el Ad quem sión que le desfavorezca, pero en la extensión
no podría ejercerlas en la medida en que el prin- que ella lo pida. Por eso, el apelante limita el
cipio de la no reformatio in pejus (con apelante recurso a la parte de la providencia que le desfa-
único) se lo imposibilitaría. Bajo esta perspec- vorece, sin que el Ad Quem tenga competencia
tiva, es evidente una contradicción frente a la para desmejorar en apelación la situación del
regla de la congruencia: mientras el carácter pre- apelante” (Prieto, 2008: 641).
dominantemente irrenunciable de los derechos
laborales y de orden público de sus normas pa- De acuerdo con la Corte Constitucional1, el prin-
1
SU 327 de 1995. MP Carlos Gaviria Díaz
Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 4 Número 1 Enero-Junio 2013. Pág:46-57
48
Proceso laboral y bilateralidad de la audiencia
cipio de prohibición de reforma en peor, es un enfrenta al hecho de que la misma es una fa-
principio de general del derecho procesal y una cultad del empleador que puede o no ejercerse;
garantía que hace parte del debido proceso. Se en este último caso la situación probatoria del
trata de una manifestación del principio de con- empleador no solo se dificulta por el hecho de
gruencia por medio del cual, las pretensiones del tener que probar la ausencia de algo, el vacío,
recurrente y la efectiva interposición del recurso la omisión por así decirlo, sino que aún en caso
condicionan la competencia del juez, impidién- de probarse que no hubo o no se ejerció la sub-
dole fallar de manera que empeore su situación. ordinación, por tratarse de una facultad, su falta
de ejercicio no excluye necesariamente la exis-
tencia del contrato de trabajo, bajo la referida
Presunción de existencia del contrato presunción legal.
de trabajo
Respecto a la presunción bajo estudio y la carga
De acuerdo con el artículo 24 del Código Sus- de la prueba, debe recordarse que en principio
tantivo del Trabajo, se presume la existencia de bajo el viejo adagio latino actori incumbit pro-
un contrato de trabajo, cuando exista (y se prue- batio se consideró que la prueba correspondía
be al menos de manera sumaria) una relación de al actor - demandante. Hoy ambas partes tienen
trabajo. La relación de trabajo implica que una la obligación de probar sus afirmaciones (CAM-
persona natural le preste a otra de manera per- POS, 2003:205-206).
sonal un servicio a otra, natural o jurídica. Esta
presunción implica que a un trabajador que pre- De acuerdo con el Código Civil, quien alega
tenda establecer la existencia de un contrato de una obligación o su extinción debe probarla
trabajo con un supuesto empleador, debe solo (art.1757); incumbe a las partes probar los su-
probar sumariamente que ha prestado un servi- puestos de hecho de las normas que consagran
cio de manera personal a aquél; en ese momen- el efecto jurídico que ellas persiguen, reza el ar-
to, el juez presume la existencia del contrato de tículo 177 del CPC. Esta regla general de la prue-
trabajo, es decir, presume los otros dos elemen- ba “tiene su génesis en el sistema dispositivo, a
tos de la existencia de los contratos de trabajo: partir de las tendencias que surgen a finales del
la subordinación y dependencia y la remune- siglo XIX con la Revolución francesa” (Ramirez,
ración. El efecto de la presunción mencionada 2009:267)
resulta en carga de la prueba para el supuesto
empleador, de desvirtuar la ocurrencia de uno La flexibilización de la carga de la prueba se ha
o varios de los elementos constitutivos del con- modulado de tal forma que se entiende que a
trato de trabajo. cada parte le corresponde aportar la prueba del
supuesto de hecho de la norma que le favorece;
A pesar de ser una presunción legal desvirtuable en caso de no hacerlo se encontrará en desven-
(iuris tantum), nótese el hecho de que la misma taja al momento de la decisión judicial. Este es
opera tras la prueba sumaria de uno de los ele- el denominado principio de autorresponsabili-
mentos del contrato (la prestación personal de dad (Ramirez, 2009: 284).
un servicio), prueba que no ha sido aún discuti-
da, o controvertida por el supuesto empleador. Como en materia laboral no se establece una fa-
Como agravante aparece el hecho de que al in- vorabilidad en materia probatoria, (se establece
tentar desvirtuar la existencia de los elementos una favorabilidad normativa que ordena aplicar
constitutivos del contrato, y en particular aquél la norma más favorable al trabajador ante dos
que resulta característico de las relaciones de ó más normas vigentes aplicables a un mismo
trabajo reguladas por un contrato de trabajo: la caso y una favorabilidad interpretativa que orde-
subordinación y dependencia, el empleador se na al juez interpretar una norma oscura, es decir,
Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 4 Número 1 Enero-Junio 2013. Pág:46-57
50
Proceso laboral y bilateralidad de la audiencia
Esta revisión oficiosa se justifica en la necesidad Para autores como Taruffo, puede pensarse en
de “proteger en forma inmediata los derechos que el proceso civil sirve para resolver conflictos
irrenunciables del trabajador o el patrimonio pú- simplemente o puede pensarse también en que
blico y en forma mediata la ley que en ambos aquél sirve para resolver conflictos de median-
casos es de orden público” (Vallejo, 2008: 214). te decisiones justas. Bajo la primera percepción
basta con garantizar la existencia de un procedi- que el objeto de aquél es lograr la emisión del
miento que resuelva el conflicto sin importar la acto de autoridad que resolverá el litigio: la sen-
calidad de la decisión final; la segunda supone tencia” (Alvarado, 2011:201).
resolver empleando sólo medios que “se con-
sideren justos, correctos, certeros, ecuánimes” Contrario a esta perspectiva, la crisis judicial ha
(Ortells: 2010, 425). generado un activismo judicial que entre otros
se ha traducido en una mayor aceptación de la
Desde una perspectiva garantista, el proceso ju- prueba de oficio, la inversión de la carga de la
risdiccional se define como un “método pacífico prueba, la tutela anticipada de todo tipo de pre-
de debate dialogal y argumentativo, provocado tensiones, la eliminación del proceso como me-
por un conflicto intersubjetivo de intereses” (Al- dio de debate y la flexibilización de la regla de la
varado, 2010:2). Para esta corriente la búsqueda congruencia, abandonando la idea de proceso
de la verdad no es el fin ni el objeto del proce- como medio de debate para transformarlo en
so. Lo que se pretende es el irrestricto respeto un medio de investigación (Alvarado, 2010:29,
por la Constitución y los Pactos internacionales, 31, 32, 33).
a través del proceso judicial, máxima garantía
para la defensa de los derechos desconocidos,
en el cuál el individuo puede igualarse jurídica- Los principios procesales
mente ya que está frente a un tercero que le
otorga un trato de tales características (Alvara- De acuerdo con Clemente Diaz, los principios
do, 2010:21,22) generales del Derecho Procesal son “los presu-
puestos políticos que determinan la existencia
El garantismo procesal, como tesis, se opone funcional de un ordenamiento procesal cual-
a la idea de un proceso autoritario y publicista quiera” (Diaz, 1968:212). Estos presupuestos es-
desde su función, en el cual tiene una tarea “casi tablecen unas garantías constitucionales proce-
mística de esclarecer en los litigios la verdad ju- sales concretas, que una vez han sido admitidas
rídica objetiva”, para lo cual se dota al juez de “el legislador no puede optar entre la afirmación
representativas facultes y funciones de investi- positiva del principio general o su negación, tal
gación, prueba y decisión (Benabentos: 2001, como sucede con referencia a los tipos (o siste-
3). Esta corriente “se contenta modestamente mas) procesales que generalmente se presentan
con que los jueces – insisto que comprometi- apareados disyuntivamente, pues a diferencia
dos sólo con la ley- declaren la certeza de las de éstos que son neutros a toda consideración
relaciones jurídicas conflictivas otorgando un axiológica, los principios generales están fuerte-
adecuado derecho de defensa a todos los in- mente determinados por un criterio valorativo”.
teresados y resguardando la igualdad procesal” (Diaz, 1968:212).
(Alvarado, 2010:22).
Para Alvarado Velloso, los principios se diferen-
El fin inmediato del proceso, si se quiere, el cian de las demás instituciones jurídicas que
objeto del proceso, no es más que emitir una regulan o caracterizan el proceso, en la medida
sentencia: “cuando se produce el litigio, el actor en que se presentan como entidades unitarias,
pretende algo del demandado y éste le opone es decir, no admiten una entidad antinómica. Se
resistencia. Y como ello ocurre en el plano jurídi- reconoce la igualdad como principio (procesal)
co del proceso, es de suponer que fue imposible porque la lógica no admite su inverso: la des-
autocomponer el conflicto desatado en el plano igualdad. Esta apreciación de Velloso resulta
de la realidad social. Como el proceso es solo bastante importante para el problema bajo es-
un medio de debate para lograr la heterocompo- tudio ya que la mayoría de los autores en ma-
sición de las partes, parece razonable sostener teria de procedimiento laboral, tienden a rela-
Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 4 Número 1 Enero-Junio 2013. Pág:46-57
52
Proceso laboral y bilateralidad de la audiencia
Gozaíni, citado por Benabentos, considera que Artículo 10. “Toda persona tiene derecho, en
“en un debido proceso la audiencia se interpre- condiciones de plena igualdad, a ser oída públi-
ta como el derecho al proceso: a tener un juez camente y con justicia por un tribunal indepen-
que escuche y provea y que permita desarrollar diente e imparcial, para la determinación de sus
el conflicto en el marco de los principios de bi- derechos y obligaciones (…)”
lateralidad y contradicción, equilibrando, en su
tiempo y circunstancia las desigualdades proba- Por su parte el Pacto Internacional de Derechos
bles que sucedan (justicia de acompañamien- civiles y políticos en su artículo 14 apartado 1,
to).” (Benabentos: 2001, 83). establece: “todas las personas son iguales ante
los tribunales y cortes de justicia”.
Por su parte, Clemente Díaz parte de la identi-
ficación de dos garantías constitucionales: la Esta igualdad tiene su reflejo en el campo pro-
preeminencia de la Constitución y el debido cesal en el mandato de igualdad para las partes
proceso, los cuales se concretan en cinco prin- en el proceso. Este mandato deriva del principio
cipios: bilateralidad de la audiencia, formalismo, denominado de la bilateralidad de la audiencia
Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 4 Número 1 Enero-Junio 2013. Pág:46-57
54
Proceso laboral y bilateralidad de la audiencia
Prieto y Quintero, “La inviolabilidad de la de- Aclara aún más estas ideas Prieto citando a Cle-
fensa en juicio tiene que ser garantizada como mente Diaz “el principio político-constitucional
posibilidad y en consideración de la esencial de la igualdad de los habitantes ante la ley, se
bilateralidad del proceso implica el tratamien- transforma para la significación del derecho pro-
to igualitario de los litigantes, de ambas partes, cesal en una relativa paridad de condiciones de
de tal manera que estas en el proceso gocen de los justiciables, de tal manera que ninguno pue-
idénticas y recíprocas oportunidades de ataque da encontrarse en una posición de inferioridad
y de defensa. Este pensamiento corresponde al jurídica frente al otro. debe sin embargo, hacerse
aforismo non debet actore licere quod reo non hincapié sobre la idea de que la igualdad de tra-
permitutur, en igualdad de circunstancias” (Prie- tamiento haga referencia a lo de “en igualdad de
to, 2008:133). circunstancias” porque como bien puede intuir-
se, ella vuelve ya relativo el postulado absoluto y
Sin embargo Roberto Loutayf considera que la es que no existe absoluta igualdad jurídica por-
igualdad, como cualquier derecho civil tiene un que siempre existirá una razonable desigualdad,
carácter relativo, por lo cual la ley puede esta- la cual se busca, dentro de lo posible, tratar de
blecer tratos diferenciales utilizando criterios neutralizar, llegándose a una nivelación o equi-
válidos (razonables) de discriminación (Loutayf, librio de a condición procesal de los justiciables
2011: 9,10). y por eso es adecuado aludir a soluciones de
igualdad por compensación” (Prieto, 2008: 136).
La bilateralidad de la audiencia tiene su máxima
concreción en la igualdad procesal de los liti- La igualdad de las partes implica igualdad de
gantes, la paridad para demandar y el libre ac- trato en lo relativo a la concesión de los dere-
ceso de los justiciables al órgano jurisdiccional chos de acceder al proceso, formulando preten-
(Diaz, 1968: 218, 219, 220). Bajo la perspectiva siones de tutela y la posibilidad de defenderse
garantista del proceso, los sujetos implicados de las mismas. Pero una vez se está en juicio, la
en dicho conflicto, se encuentran materialmente igualdad de las partes conduce a tener iguales
en situación de desigualdad o son naturalmen- posibilidades y derechos, estar sometidos a las
te desiguales en palabras de Alvarado Velloso, mismas cargas y que se reparta de forma igua-
pero “se igualan jurídicamente a los fines de la litaria el riesgo de resultado del proceso, de lo
discusión”. Esta igualdad es puramente procesal contrario se obstaculizaría necesariamente el
ya que para este autor, ésta es la única igualdad equilibrio de la resolución (Ortells: 2010, 414).
posible de lograr y consiste en “otorgar y asegu-
rar a los antagonistas idénticas posibilidades de No debe pues haber diferencia alguna, en razón
audiencia” (Alvarado, 2010:3,4). de la persona, en lo relativo al ejercicio de la ac-
ción, la admisión y eficacia de los medios proba-
En este contexto el postulado de la igualdad torios o en los efectos de la sentencia. (Alsina:
procesal de los litigantes y de las partes aparece 1963, 249).
como un elemento de democratización del pro-
ceso; como garantía fundamental de la persona, La igualdad y el debido proceso constitucionales
el principio de igualdad, en el proceso, designa condicionan la estructura del proceso. La distri-
que las partes deben gozar de idénticas oportu- bución de deberes, cargas y facultades procesa-
nidades de ataque y defensa, deben encontrarse les debe hacerse de tal forma que se asegure el
en perfecta igualdad de oportunidades y cargas, perfecto o razonable equilibrio, la participación
de ahí que una norma procesal no pueda ni si- de las partes en la conformación del pronuncia-
quiera catalogarse como favorable o desfavora- miento judicial en recíproca y simétrica paridad
ble para alguien (Prieto, 2008:135, 136). (Hunter: 2011, 55).
Para Hunter, citando a Andolina y Vignera, el le- rioridad técnica de una de las partes es posible
gislador está en la obligación de colocar a las facultar al juez para corregirla a través de institu-
partes en posición de paridad, asegurándoles un ciones como la inversión de la carga de la prue-
mismo tratamiento normativo así como la titula- ba en beneficio de la parte más débil (Hunter:
ridad sobre poderes, deberes y facultades simé- 2011, 65).
tricamente iguales y mutuamente relacionados,
sin conceder a ninguna de ellas un trato favora- A nivel judicial, autores como Taruffo o Barbosa
ble, salvo casos excepcionales en donde el trato Moreira, explican que con frecuencia los litigan-
desigualitario sea la única alternativa para obte- tes no se encuentran en igualdad de condicio-
ner el equilibrio (Hunter: 2011, 55 -56). nes, lo cual puede distorsionar la obtención de
la verdad a favor del más fuerte, lo cual implica
La idea del proceso sobre la base de la igualdad entonces que los poderes conferidos al juez de-
material aparece a finales del siglo XIX a través ben ser utilizados a favor del más débil con el fin
de autores como Klein y Chiovenda en contra de de lograr la igualdad material (Hunter: 2011, 57).
la concepción formal de aquélla derivada de las
ideas de la Revolución Francesa; con ella se pre- A pesar de que el principio de igualdad de las
tende que la igualdad jurídica en el proceso “no partes en el proceso tiene absoluta vigencia
sea letra muerta, impidiendo que cediera frente dentro del proceso laboral, “este principio signi-
a la desigualdad económica y cultural de los li- fica que las 2 partes, demandante y demandado
tigantes” (Hunter: 2011, 58). Montero Aroca, ci- (civil, laboral, contencioso administrativo etc.)
tado por Hunter, aclara más esta idea: “cuando (…) dispongan de las mismas oportunidades
uno de los sujetos procesales está en una situa- para formular sus cargos y descargos y ejercer
ción de desventaja en relación a su contrincan- los derechos tendientes a demostrarlos” (Azula:
te, el Estado debe desempeñar un rol activo en 2002, 29), aquél contiene instituciones proce-
las tareas procesales que le corresponden a la sales que claramente consagran ventajas para
parte débil para alcanzar la nivelación interpar- aquélla parte que indudablemente se encuentra
tes y lograr la paridad material” (Hunter: 2011, en situación de desventaja o desigualdad en el
59). pleno material, el trabajador. ¿Es esto reprocha-
ble desde el debido proceso constitucional? ¿Es
Cuando la desigualdad de las partes o litigantes menester del proceso eliminar las desigualdades
se presenta en el ámbito material o sustantivo materiales?
(como es el caso de la relación obrero – patro-
nal) “no es posible justificar un aumento de la
actividad probatoria del juez para lograr equili-
brios sustantivos, puesto que puede compro- Referencias
meter gravemente la imparcialidad del juez (…)”
“No es razonable pretender que la actividad del Agudelo Ramirez, Martín. Introducción al estu-
juez corrija la injusticia del contenido de la rela- dio del derecho procesal. 3ª edición. señal
ción sustantiva” (Hunter: 2011, 60, 61). editora, medellín, 2004.
Cuando la desigualdad refiera a la incapacidad Alsina, Hugo. Tratado teórico práctico de dere-
económica de una de las partes para probar, cho procesal civil y comercial. parte general.
ésta debe corregirse a través de mecanismos de 2ª edición. ediar, buenos aires, 1963.
asistencia jurídica gratuita, más no, a través de
poderes judiciales (Hunter: 2011, 63). Alvarado velloso, adolfo. El garantismo proce-
sal. en: revista jurídica la ley, 2010.
Por último, si la desigualdad radica en la supe-
Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 4 Número 1 Enero-Junio 2013. Pág:46-57
56
Proceso laboral y bilateralidad de la audiencia
Alvarado Velloso, adolfo. Lecciones de derecho to de código procesal civil. en: revista ius et
procesal civil. dikaia, Medellín, 2011. praxis, año 17, nº 2, 2011.
Azula Camacho, Jaime. Manual de derecho pro- Ortells Ramos, Manuel. Formas del procedi-
cesal. tomo1. 8ª edición. temis, Bogotá. miento y garantías fundamentales del pro-
2002. ceso civil. en: revista ius et praxis, año 16,
nº 1, 2010.
Benabentos, Omar abel. teoría general unitaria Prieto, Eugenio. Teoría general del derecho pro-
del derecho procesal. 2ª edición. temis, Bo- cesal. 4ª edición. temis,Bogotá, 2008.
gotá, 2001.
Ramírez Carvajal, Diana. A propósito de la justi-
Cadavid Gómez, Ignacio. Cartilla del trabajo. 6ª cia material. en: revista opinión jurídica, vol.
edición. Universidad de Medellín, Medellín, 6, nº 12, 2007.
2011.
Ramirez Carvajal, Diana. La prueba de oficio.
Campos Rivera, Domingo. Derecho procesal la- una perspectiva para el proceso dialógico
boral. temis, Bogotá, 2003. civil. universidad externado, bogotá, 2009.
Daza Daza, Víctor Julio. Nuevo curso de derecho Ramirez Gómez, José Fernando. Principios cons-
procesal del trabajo y de la seguridad social. titucionales del derecho procesal colombia-
Universidad del Norte, Barranquilla, 2002. no. señal editora, medellín,1999.
Díaz, Clemente A. Instituciones de derecho pro- Rodriguez camargo, gregorio. curso de derecho
cesal. parte general. tomo i. abeledo perrot, procesal laboral.12ª edición. ediciones li-
Buenos Aires, 1968. brería del profesional, Bogotá, 2001.
Hunter Ampuero, Iván. La iniciativa probatoria Véscovi, Enrique. Teoría general del proceso. 2ª
del juez y la igualdad de armas en el proyec- edición. temis, Bogotá 1999.