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Julio Calderón Cockburn:

La ciudad ilegal. Lima en el siglo XX


Lima, Punto Cardinal Editores, 2016

E n el 2009, al tercer año de mis estudios


de pregrado en Sociología, sabía que la
sociología urbana era el campo de estudios
en el marco jurídico peruano, las barriadas
se han convertido en la principal vía de cre-
cimiento de la ciudad?
que quería explorar. Así que no fue difícil
llegar al libro de Julio Calderón Cockburn, La Definiendo la barriada
ciudad ilegal. Lima en el siglo XX, que aunque
había sido publicada cuatro años antes, ya Al hablar de barrios populares, se ha utili-
se había convertido en un referente para zado el término “barriada”, desde al menos
quienes se interesaban en comprender las 2 perspectivas: carencia y proceso (Driant:
lógicas de producción de nuestra ciudad, el 1991). En tanto “carencia”, la barriada ha sido
papel del mercado en la expansión urbana y definida por aquellos servicios y obras de las
por supuesto la relación entre ciudad legal que adolece —electricidad, agua y desagüe,
y barriadas. pistas y veredas— tal como lo puso de mani-
Hoy que se cuenta con una segunda fiesto las definiciones de la Oficina Nacional
edición, fruto de la apuesta editorial de de Planeamiento y Urbanismo de 1956, y la
estudiantes sanmarquinos, reviso el texto Ley 13517 de Barrios Marginales, en 1961.
como quien vuelve a aprender de la buena La perspectiva que enfoca el “proceso”,
sociología, una que sabe conectar una cu- por otro lado, nos ha ayudado a entender
riosidad personal con un interés público. El que la barriada es una modalidad de urbani-
hecho de formular esta conexión a manera zación en donde “la forma de ocupación se
de “pregunta de investigación” no debe ha- realiza en un sentido inverso al considerado
cernos olvidar que la curiosidad, la mayoría ´normal´ en la ciudad” (Rodríguez: 1969),
de las veces, surge fuera de la universidad, donde “primero se habita el terreno y luego
en la práctica de la sociología que no es otra se trata de dotarla de sus servicios y obras
cosa que la interacción con otras personas. complementarias, a la vez que se edifica la
De allí que otro mérito del autor de la vivienda” (Riofrío: 1991).
“Ciudad ilegal” sea haber construido una Desde hace unos años, la sociología
investigación sobre la base de años de ex- urbana en el Perú ha advertido un tercer
periencia como promotor en campo, y en enfoque, que problematiza aquellos de
diálogo —y crítica— con la academia. Así, el carencia y proceso, por abordar a los barrios
texto empieza con una pregunta sencilla en populares como autónomos y desvincularlos
su formulación pero compleja en sus conse- de una lectura integral de ciudad. El libro de
cuencias: ¿por qué a pesar de su prohibición Julio Calderón forma parte de este enfoque

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que podemos llamar “relacional”, ya que la ciudad ilegal” me hizo descubrir que vivía
“barriada” no es solo una realidad física sino en una barriada.
que condesa y expresa relaciones sociales Es cierto que mi abuela, una migrante
y la interrelación entre sociedad, estado y andina y “fundadora” del barrio de José
mercado. Gálvez en Villa María del Triunfo por los años
cuarenta, había logrado el sueño de la vivien-
La barriada, la derrota de los pobres da propia que luego heredaría a sus hijos.
Para muchos esta puede ser una imagen de
Diferentes estudios señalan la necesidad de la victoria popular frente al Estado.
diferenciar al menos tres etapas en la forma- Lo cierto es que hablar de una victoria
ción de las barriadas: a) La etapa histórica popular es irónico cuando se habita en una
de formación de barriadas: 1913-1961, b) La vivienda construida sin asistencia técnica,
etapa de expansión: 1961-1980, c) La etapa o cuando los nietos de los “fundadores”
de límites a la expansión y crisis: 1980 - hasta sentimos la injusticia de perder cuatro horas
hoy. (Calderón: 2005; Riofrío: 1991; Burga de viaje porque vivimos en la periferia. Es
Bartra: 2006). entonces cuando nos preguntamos si no
La imagen épica de formación de ba- hubo otra forma de hacer las cosas, ¿es cierto
rriadas de la segunda etapa, ha quedado en que solo la solidaridad y la acción colectiva
el imaginario social por la existencia de un bastan para construir viviendas?, ¿por qué no
Estado que apostó por las barriadas como hubo vivienda social para sectores de bajos
solución y asumió un rol como promotor de ingresos en las actuales zonas centrales de
las mismas. Sin embargo, fuera de la euforia la ciudad?
de los años iniciales, Julio Calderón advierte
que los barrios populares desde 1980 y con La doble desconexión de la política de vivienda
más notoriedad desde 1990, han demostrado
que ya no son lo que eran antes: no existe Como señala el autor, la política de vivienda
planificación, la tierra ocupada es marginal a lo largo del siglo XX ha sido una política
ya que se trata de pendientes muy elevadas o de «doble cara» que distinguió a la clase
suelo de material deleznable y, en ocasiones, media —beneficiada del subsidio público y
la expansión es tal que viene consumiendo del sistema mutual— de los sectores pobres,
espacios destinados para equipamientos para quienes se identificaron y planificaron
y parques, así como zonas arqueológicas y lugares para su asentamiento, por lo general
de lomas. tabladas, arenales y quebradas en las peri-
Es probable que lo más provocativo del ferias. Así, para el Estado el problema de la
libro, no sea su enfoque relacional, sino su vivienda casi siempre ha sido un problema de
crítica a esta imagen épica. Esto quizá fue lo clases medias y no de los sectores de menores
que me hizo ver con otros ojos la ciudad que ingresos, para quienes ha habido, sobre todo,
me tocó vivir en mi etapa universitaria. “La políticas de regularización de la tierra.

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Pero este estado de cosas fue cristalizado la legalización —la entrega de títulos de
también por las prácticas de «los poblado- propiedad— del mejoramiento físico de las
res». La visión crítica de Calderón es que la viviendas. Es decir, aun cuando el Estado optó
barriada fue el resultado de una dinámica en solo por la regularización, está la hizo mal.
un trasfondo de «desigualdad, marginación,
explotación y dominación» (2005, 296); más De pobladores a ciudadanos
aún: ha sido el resultado de un pacto social,
una negociación entre el Estado y los sectores Asimismo, el autor apunta que las acciones
populares. Un pacto construido a partir de estatales de regularización se dirigieron
mecanismos de dominación, entendida esta desde intereses clientelares, pues la barriada
como una relación bilateral. ha sido la válvula de escape para frenar el
En efecto, «los pobres» contribuyeron, descontento de las mayorías urbanas. Para
a partir de direcciones caudillistas, por esto se canalizó el acceso ilegal al suelo
ejemplo, a la escisión de la política de regu- hacia tierras de propiedad pública, pero a
larización. Fue la marcha de las barriadas en partir de prácticas ambiguas: por un lado
los sesenta —durante el primer gobierno una legislación que condenó y condena las
de Belaunde— la que tuvo un impacto de- invasiones, y por otro lado, un tipo de relación
cisivo en la separación de las dimensiones clientelar por la cual el Estado ha aparecido
urbanísticas y jurídicas de la regularización: como benefactor.
«Yo te doy suelo, y tú no me pides vivienda» La reflexión del autor es que las conse-
(Riofrío, 2009, 37). cuencias de estas prácticas clientelares —en
Pero en ese pacto, quienes más per- la relación entre el Estado y los ciudadanos—
dieron fueron “los pobres”, y sobre todo la habrían impactado en la cultura jurídica y la
ciudad. Los primeros porque el problema de cultura política de los residentes de los sec-
la vivienda ha quedado a iniciativa exclusiva tores populares. En la cultura jurídica, pues el
de las familias; y la ciudad, porque su creci- resultado ha sido un descrédito de los marcos
miento y expansión sin planificación, han jurídicos —la costumbre antes que la ley— y
hecho de Lima una ciudad desigual. Hay que la normalización de prácticas ilegales. En la
decirlo claramente: el costo de una política cultura política, porque el clientelismo minó
pública fallida y planteada desde prácticas las bases para el ejercicio de la ciudadanía y
clientelares lo termina pagando la sociedad las prácticas emancipadoras.
en su conjunto. ¿Qué hacer entonces?. Difícil respuesta,
Así, Julio Calderón propone que la sin embargo, Julio Calderón nos deja retos
política de vivienda ha fallado por su doble para construir una alternativa de política
desconexión: se ha desconectado las políticas pública para el hábitat popular. El primer
curativas —políticas de regularización— de reto es enlazar la doble desconexión de
las políticas preventivas —políticas de acceso la política de vivienda frente a la ciudad
ordenado al suelo—. Y se ha desconectado ilegal. Para revertir la primera desconexión

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necesitamos programas de regularización lado un pacto ciudadano más amplio, en


de carácter excepcional, al mismo tiempo donde el Estado y los ciudadanos se exijan el
que un acceso ordenado al suelo y, por su cumplimiento de sus derechos y sus deberes.
puesto, una política de vivienda que atienda Si la barriada del siglo XX fue fruto de un pac-
las demandas y necesidades de los sectores to entre “élites” y “pobladores”, ¿no será que
de menores ingresos. Para revertir la segunda Julio Calderón nos está incitando a un nuevo
desconexión necesitamos programas de me- pacto, pero esta vez entre “instituciones” y
joramiento de barrios y unir la regularización “ciudadanos”?
jurídica con la urbanística. Anderson García Cristóbal
El autor ha mostrado las consecuencias Universidad Nacional Mayor
nefastas de la desconexión entre las políticas de San Marcos, Lima, Perú.
preventivas y las curativas porque el Estado,
al haber incumplido la promoción del acceso Bibliografía
ordenado al suelo, hizo que se eternizaran
las políticas de regularización. Estas atacan Burga Bartra (2006). El ocaso de la barriada.
solo los efectos, no las causas de la ciudad Propuestas para la vivienda popular.
ilegal. Asimismo, se vuelve necesario encarar Lima: MVCS / UNI.
el problema del mejoramiento de barrios, Calderón, Julio (2009). «La producción de la
para cerrar una política de regularización ciudad formal e informal». En Foro urbano:
incompleta. Los nuevos rostros de la ciudad de Lima.
Pero si el supuesto conceptual del mejo- Colegio de Sociólogos del Perú, Lima.
ramiento de barrios con la dación de servicios Calderón, Julio (2005). La ciudad ilegal. Lima
básicos de los años 60 fue el supuesto de la en el siglo XX. UNMSM, Lima.
pobreza, el supuesto conceptual de una nue- Driant, Jean-Claude (1991). Las barriadas
va política de mejoramiento integral debe ser de Lima. Historia e interpretación. Lima:
la desigualdad y el reto será cómo construir, IFEA / Desco.
en una ciudad fragmentada, mundos comu- Riofrío, Gustavo (2009). «Imágenes y pers-
nes: espacios públicos articuladores, mejor pectivas del crecimiento urbano de
conectividad espacial y social, entre otros. Lima». En Foro urbano: Los nuevos rostros
Finalmente, aún queda pendiente la de la ciudad de Lima. Colegio de Sociólo-
gobernanza democrática del hábitat popu- gos del Perú, Lima.
lar. Las políticas urbanas en general y las de Riofrío, Gustavo (1991). Producir la ciudad
vivienda en particular, no pueden dejar de (popular) de los 90. Desco, Lima.

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