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Documentos para el estudio

de la historia colonial de Santo Domingo


(1561-1680)
Archivo General de la Nación
Vol. CCCXL

Genaro Rodríguez Morel

Documentos para el estudio


de la historia colonial de Santo Domingo
(1561-1680)

Tomo II

Santo Domingo, D. N.
2018
Cuidado de edición: Genaro Rodríguez Morel
Diagramación: Yahaira Fernández Vásquez
Índices onómastico, temático y geográfico: Genaro Rodríguez Morel
Diseño de cubierta: Engely Fuma Santana
Motivo de cubierta: Modelo a escala 1:20 correspondiente al galeón Nuestra Señora de Guadalupe,
realizado sobre la base de los datos recopilados durante la campaña de 1994, para su exhibición en
la exposición Huracán 1724. Pedro Borrell, Eugenio Pérez Montás y Cruz Apestegui, La Aventura del
Guadalupe. Santo Domingo, 1997, p. 131.

© Genaro Rodríguez Morel, 2018

De esta edición
© Archivo General de la Nación (vol. CCCXL)

Departamento de Investigación y Divulgación


Área de Publicaciones
Calle Modesto Díaz, No. 2, Zona Universitaria,
Santo Domingo, República Dominicana
Tel. 809-362-1111, Fax. 809-362-1110
www.agn.gob.do

ISBN: 978-9945-9131-6-3
Impresión: Editora Búho, S. R. L.

Impreso en República Dominicana / Printed in Dominican Republic


Documentos para el estudio
de la historia colonial de Santo Domingo
(1561-1680)
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA DONDE SE DA LICENCIA A TODAS LAS PERSONAS


QUE QUISIEREN PASAR ESCLAVOS A LA ESPAÑOLA LO PUEDAN
HACER, NO SIN ANTES SABER DE QUÉ MANERA HAN PASADO

Archivo General de Indias


Contratación 5011

Toledo, 28 de abril de 1561

El Rey

Nuestros oficiales que residís en la ciudad de Sevilla en la casa de la contrata-


ción de las Indias. Sabes que nos enviamos al nuestro presidente y oidores de la
Audiencia Real de la isla Española y a los nuestros Oficiales de ella que envíen a
esa casa lo procedido de ciertos esclavos y mercaderías que en aquella isla se toma-
ron por perdidas por haberse llevado sin licencia y sin registrar y porque nuestra
voluntad es que venido que sea todo ello a esa casa se nos de aviso de como ha
llegado y que no se toque a ello ni se gaste en cosa alguna hasta que se os envíe
a mandar lo que de ello se haga porque mi voluntad es que se traigan arte. (sic).
Por ende yo vos mando que cada y cuando los dichos nuestro presidente y
oidores y oficiales os enviaren lo procedido de los dichos esclavos y otras cosas
conforme a lo que se les ordena vos aviséis luego de como hubiere llegado y hasta
tanto que por nos se os envíe a mandar lo que de ello se haga lo tengáis guardado,
así como viniere sin lo gastar ni distribuir en casa alguna hasta tanto que por nos
se os envíe a mandar lo que de ello se haga. Fecha en Toledo a XXVIII de abril de
mil quinientos y sesenta y un año. Yo, el Rey.

Por mandado de su majestad. Francisco de Eraso.

Por la espalda de dicha cédula hay 6 señales de los ministros del Consejo.

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Genaro Rodríguez Morel

PARA QUE LA AUDIENCIA PROVEA COMO SEA EXAMINADO


ANDRÉS DE ACEVEDO DE BOTICARIO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 31 de agosto de 1561

(fol.230) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española.

Por parte de Andrés Acevedo, boticario, estante en esta tierra, me ha sido hecha
relación que él no está examinado en el dicho oficio, y que por no dejar a su mujer
e hijos solos y desamparados en esa tierra y por otros justos impedimentos que tenía,
no se podía venir (a) examinar a estos reinos y me fue suplicado vos mandase
que hiciese que un doctor en medicina y un boticario le examinasen. Y hallándole
hábil y suficiente le debiera de dar el título para que libremente pudiera usar del
dicho oficio o como la mi merced fuere. Y yo, acatando lo susodicho, él lo haya
habido por bien. Por ende, yo vos mando que lo veáis y proveáis que el dicho Andrés
de Acevedo sea examinado en el dicho oficio de boticario por personas las cuales
convengan para ello. Y siendo examinado y hallándole hábil y suficiente déis orden
que se le deje y consienta usar el dicho oficio sin que en ello se le ponga impedi-
mento alguno.
Fecha en Madrid, a los treinta y un día del mes de agosto del año mil quinientos
sesenta y uno. Yo, el Rey.

Refrendada y señalada de los dichos Eraso y licenciado Castro, licenciado Jarava,


Valderrama y Zapata.

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SOBRE PROVISIÓN DE AGUA POTABLE A LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I
Madrid, 31 de agosto de 1561

(fol.231) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española.

Por parte del consejo, justicia y regimiento de esa dicha ciudad me ha sido hecha
relación que una de las mayores faltas y necesidades que en la dicha ciudad hay es no
tener agua, porque no tiene más de solamente una fuente pequeña que está fuera de
la población de ella. Que se ha platicado muchas veces entre ellos que se traiga el agua
de un río que está cuatro leguas de esa ciudad, que se dice Haina, porque aunque se
trajera con alguna costa será mayor la que tenían en proveerse de ella. Y que habiendo
mandado el Emperador, mi Señor, de gloriosa memoria, por una su cédula se hechase
un maravedí de en cada arrelde de vaca que en la dicha ciudad se vendiese y se distribu-
ye y se gasta en traer a ella la dicha agua se había hecho, a cuya causa se había dejado de
traer la dicha agua, y que ahora que la dicha cerca estaba en buenos términos sería bien
que lo que procediera de la dicha sisa, derramadas y sobras que de ella hubiese y otros
propios de esa dicha ciudad se gastase y distribuyese en traer el dicho río a ella o parte
de él, pues haciéndose así entre otros muchos beneficios se seguiría uno importante a
los vecinos de esa tierra, que era que en el camino por donde la dicha agua viniese se po-
drían hacer muchas huertas y molinos y otras granjerías de que al presente hacía falta.
Y me fue suplicado que pues tan notoriamente se conocía el provecho que de
hacerse se seguía lo mandase proveer o como la mi merced fuese. Lo cual, visto por
los del nuestro Consejo de las Indias fue acordado que debía mandar esta mi cédula
para vos. Y yo tomarlo por bien, porque vos mando que luego que esta veáis os
informéis y sepáis si el convenio será útil y provechoso para los vecinos y moradores
de esa dicha ciudad que se traiga a ella el agua de dicho río o si de traerse se seguiría
algún inconveniente o daño.
Y hallando que conviene y es necesario que la dicha agua se traiga, deis orden en
hacerla traer y proveáis que se gaste y se distribuya en la obra y edificio de ello lo que
hubiere sobrado de la dicha derrama y hasta aquí ha habido y que para adelante se
prosiga y heche la dicha derrama en la dicha carne como antes se hacía hasta tanto que
la dicha obra se acabe de hacer y como lo que ello se hubiere se gaste y distribuya en lo
susodicho y no en otra cosa alguna, y de cómo así se hiciere y cumpliere daréis aviso.
Fecha en Madrid, a los treinta día del mes de agosto del año mil quinientos
sesenta y uno. Yo, el Rey.
Refrendada de Eraso y señalada de los dichos. Eraso y licenciado Castro,
licenciado Jarava, Valderrama y Zapata.

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Genaro Rodríguez Morel

QUE EL CANÓNIGO ALONSO DE CHINCHILLA VUELVA A SU CATEDRAL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Aranjuez, 10 de septiembre de 1561


(fol.232v.) El Rey

Alonso de Chinchilla, Canónigo de la iglesia catedral del Arzobispado de Santo


Domingo de la isla de la Española.

Por parte de Domingo de Arcos, racionero de la dicha iglesia me ha sido


hecha relación que podía haber ocho años que vos había venido de la dicha isla
a estos reinos y no había vuelto hasta ahora a aquella tierra a servir la dicha
canonjía como sois obligado que estaba muy de asiento en la villa de Sanlúcar de
Barrameda por nuestro del duque de Medina Sidonia, a cuya causa en el servicio
del culto divino había falta y me suplicó vos mandase proveer otro en vuestro lugar
o como la mi merced fuese y yo, acatando lo susodicho él lo ha visto por bien.
Por ende, yo vos mando que dentro de seis meses primero (fol.233) siguientes
después que con esta mi cédula fuere requerido a servir la dicha canonjía como sois
obligado con apercibimiento que vos hacemos que no yendo y pasado el dicho
término proveeremos de persona que la vaya a servir y residir en la dicha iglesia.
Fecha en Aranjuez, a los diez días del mes de septiembre del año mil quinientos
sesenta y uno. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso, señalada de Castro, Jarava, Valderrama, don Gómez.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

PARA QUE VISITE LA FORTALEZA E INFORME SOBRE ARTILLERÍA DE ELLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Aranjuez, 17 de septiembre de 1561


(fol.132) El Rey

Licenciado Alonso Arias de Herrera, nuestro presidente de la Audiencia Real


que reside en la ciudad de Santo Domingo de la isla Española.

Don Rodrigo de Bastidas, alcaide de la fortaleza de esa dicha ciudad me ha


hecho relación que por nuestro mandado y orden de esa Audiencia se había dado
para el armada de que fue capitán general don Cristóbal Colón muchas piezas de
artillerías para que llevase en la dicha armada, las cuales se habían perdido todas
con el huracán y a esta causa había quedado la dicha fortaleza desapercibida y sin
ningunas defensa y en muy gran peligro por los muchos navíos de corsarios que
andaban por esas partes. Y que del armada de que fue por General don Juan Tello
de Guzmán habían quedado en la dicha fortaleza ciertas piezas de artillerías que,
aunque menudas, eran buena, las cuales eran muy necesarias quedar en ella que
no se deshiciesen. Y me suplicó mandase hacer merced a la dicha fortaleza de las
dichas piezas de artillerías o como la mi ( fol.132v.) merced fuese.
Y porque yo quiero ser informado de la artillería y munición que al presente
tiene la dicha fortaleza y de la necesidad que hay de que en ella queden las dichas
piezas de artillerías de la dicha armada de don Juan Tello o si convenía que se la
queden para su defensa, vos mando que visitéis por vuestra persona la dicha for-
taleza y os informéis particularmente de lo susodicho y enviéis ante nos al nuestro
Consejo de las Indias relación particular de todo, y de lo que más conviene de deba-
mos ser informados conjuntamente con vuestro parecer de lo que convenga hacerse
acerca de ello, para que en él visto, se provea a lo que convenga.
Fecha en Aranjuez a los diez días del mes de septiembre del año mil quinientos
sesenta y uno. Yo, el Rey.

Refrendada de Erasso, señalada de Castro, Jarava, Valderrama, don Gómez.

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Genaro Rodríguez Morel

PARA QUE EL Arzobispo DE SANTO DOMINGO VISITE LA UNIVERSIDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 23 de noviembre de 1561

(fol.242v.) El Rey

Muy reverendo en cristo padre arzobispo de la iglesia catedral de la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española, o venerables (fol.243) Deán y cabildo, sede
vacante, de la dicha iglesia.

El doctor Pedro de Rivera, Deán de esa dicha iglesia, me ha hecho relación


que esa ciudad tenía licencia nuestra para hacer en ella una universidad y que
de los bienes que para ella estuviese situado de las dos cátedras, una de Teología
Escolástica y otra de Sagrada Escritura, la administración de las cuales dizque esta
disposición del cabildo no siendo de su profesión, por no entender ellos las mate-
rias y doctrina que se leen en ellas y que convenía mucho proveerse para la admi-
nistración de las dichas dos cátedras y visitas de la dicha universidad personas que
lo entienden y me suplicó os cometiese la visita de aquella universidad para que,
como prelado, hubiese la lectura y doctrina que se leyese en ellas y todo lo demás
que conviene al bien de aquella universidad o como la mi merced fuese.
Y yo, acatando lo susodicho y lo ha habido por bien. Por ende, yo vos ruego y
encargo que de aquí en adelante visitéis la dicha universidad por vuestra persona
y las otras que en ella hubiere y fueren necesarias visitarse para que haya en ello el
recaudo que conviene.
Fecha en Madrid, a los veintitrés días del mes de noviembre del año mil quinientos
sesenta y uno. El Rey

Refrendada de Eraso, señalada de los dichos Vázquez, Castro, Jarava, Valderrama


y don Gómez.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA DONDE REFIERE, ENTRE OTRAS COSAS, LA LLEGADA


DE LOPE DE AGUIRRE A VENEZUELA. ASIMISMO DICE QUE SE LE DÉ
AYUDA A PEDRO DE MENÉNDEZ PARA QUE PUEDA ZARPAR

Archivo General de Indias


Contratación 5011

Madrid, 22 de enero de 1562

El Rey

Nuestros oficiales que residís en la ciudad de Sevilla en la casa de la contratación


de las Indias vi vuestra letra de catorce del presente y el pliego que nos enviasteis
del presidente y oidores de la Audiencia Real de la isla Española que vino en la nao
que ahora llegó de Santo Domingo se recibió y por lo que se nos escribe el dicho
presidente y oidores hemos entendido lo que había hecho Lope de Aguirre y como
quedaba en la provincia de Venezuela y el socorro que habían enviado para le des-
hacer y castigar y según el iba desbaratado y el camino que llevaba y la gente que la
Audiencia envió tenemos por cierto que el día de hoy se le habrá dado el castigo que
su atrevimiento merece. Y así ha parecido que no será de menester enviar el navío
de armada que os habíamos mandado que armase des con sesenta hombres para
que el general Pedro Menéndez lo llevase para deshacer al dicho altercado porque
el negocio quedaba de manera que sería de ningún efecto enviarle luego que esta
recibáis parareis en comprar bastimentos ni otra cosa alguna para el dicho navío
antes lo que se hubiere comprado se podrá tornar a vender habiendo como habrá
buena salida de ello y el navío asimismo se venda al más provecho que ser pueda
pues el mío y no ay necesidad del que le habéis hecho según los que nos escribisteis
se venderá bien.
El dicho Pedro Menéndez se podrá ir con la bendición de Dios estando la flota a
punto con sus dos navíos de armada a costa de averías como estaba ordenado pues
ya este otro navío no es menester. De que se haya echo a la vela la carabela que os
mandamos despachar para la Española y la nao de Rodrigo Baco con los despachos
que os enviamos esta bien aunque si la carabela no fuera partida se pudiera excusar
su ida si por caso volviere preveréis que no torne a salir. Esta bien lo que decís que
era el despacho de la flota se pondrá toda la diligencia posible y así la haréis. De
Madrid a XXII de enero de mil quinientos sesenta y dos años. Yo el Rey.

Por mandado de su majestad, Francisco de Eraso.

Por la espalda hay cinco señales de los ministros del Consejo.

Original.

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Genaro Rodríguez Morel

QUE NO SE JUNTEN A HACER Cabildo FUERA DE LAS CASAS DEL CONSEJO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 14 de marzo de 1562

(fol.260) El Rey

Consejo, justicia, regimiento de la cédula de la ciudad de Santo Domingo de la


isla Española.

A nosotros se ha hecho relación que estando proveído y mandado por leyes y


pragmáticas de nuestros reinos que los cabildos y juntas que la justicia y regidores
hiciesen sea en las casas de cabildo que para ello hubiere dedicadas y no en otra
parte contra el tenor y forma de ello, algunos de vos, los regidores, para tratar de
vuestros intereses particulares y seguir pasiones y ejecutar vuestras intenciones os
juntáis algunas veces en casa particulares de algunos de vosotros a hacer los tales
cabildos y allí tratáis de negocios que tocan a vuestro interés particular y no al bien
público como soy obligado a aquello procuraréis de ejecutar luego como si se hu-
biere despachado en el cabildo de ella por todos los regidores y la justicia, lo cual
en gran perjuicio de la república y de los vecinos de ella, suplicándome lo mandase
proveer y remediar, mandado que de aquí en adelante ningún regidor ni otra perso-
na se juntase a hacer cabildo ni juntas fuera de las casas del cabildo de ella so graves
penas, porque de esta manera se ejecutarían muchos agravios y se evitarían muchos
escándalos que de ellos se recrecían (fol.260v). Y visto por nuestro Consejo de las
Indias queriendo proveer en ello como convenga, fue acordado que debía mandar
esta mi cédula para vos.
Y yo tomarlo por bien, porque vos mandó que de aquí en adelante no os juntéis,
a hacer cabildo ni tratar de cosas que convengan al bien de esa república si no fuese
en esas casas de cabildo de esa ciudad donde está dedicado y ordenado para hacer
los dichos cabildos, so pena que si en otra parte se hicieren los dichos cabildos y jun-
tas, además de mandarlo y proveer y remediar incurran por ello los que lo hicieren
y se juntaren en pedimento de sus oficios para no usar de ellos desde en adelante,
y mandamos al nuestro presidente y oidores de la Audiencia Real de la dicha isla
Española que guarden y cumplan y hagan guardar y cumplir esta mi cédula y lo en
ella contenido, y contra el tenor y forma de ella no vayan ni pasen ni consientan ir
ni pasar en manera alguna.
Fecha en Madrid, a los catorce días del mes de marzo del año mil quinientos
sesenta y dos. Yo el Rey.

Refrendada de Eraso y señalada de los dichos.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

SOBRE LA PETICIÓN QUE HIZO HERNÁNDEZ MELGAREJO


PARA PONER UN BANCO FINANCIERO EN SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 11 de octubre de 1562

(fol.272) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real de la Española. Alonso Her-


nández Melgarejo, vecino de esa ciudad de Santo Domingo me ha hecho relación
que para el bien público de la dicha república de esa dicha isla él quiere poner un
Banco en la dicha ciudad y para ello dar las fianzas que se le mandaren, para que los
vecinos de ella y de fuera de ella puedan dar letras y pagar porque por no haberlo y
ser la moneda de esa isla Cuartos, se pasan gran trabajo que por no ponerse a contar
no los quieren recibir y después cuando los han menester no los puedan hallar co-
brar y con haber el dicho Banco se excusaría todo esto porque lo tenían en el cierto
y las mercaderías que a esa tierra se llevasen (fol.272v.) valdrían más baratas porque
se las librarían en el dicho Banco y se pagarían luego. Y se teme que algunas perso-
nas se lo contradirían no embargante que la dicha fianzas a vuestros contento y de
los merecedores de esa ciudad suplicándome vos mandase que dando él las dichas
fianzas le dejase poner en el dicho Banco libremente y para ello darle mi cédula real
inserta en ella la pragmática de los trueques y cambio del ordenamiento real para
que se la guardare y cumpliéndose o como la mi merced fuese y porque yo quiero
ser informado de lo susodicho de la necesidad que hay en esa dicha ciudad se ponga
el dicho Banco y si de ello se sigue algún provecho o utilidad a los vecinos y natura-
les de esa tierra o que inconveniente y ya no se pueda seguir de ello y si es persona
abonada el dicho Alonso Hernández Melgarejo para lo que en él se pusiere y los
fiadores que diere para ello, vos mando que lo veáis y enviéis ante nos al nuestro
Consejo de las Indias relación particular de todo ello juntan. Con vosotros parecer
de el que convenga proveerse para que en el visto se provea lo que más convenga.
Fecha en Madrid, a los once días del mes de octubre del año mil quinientos
sesenta y dos. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso, señalada de Vázquez, Castro, don Gómez, Francisco


Hernández.

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Genaro Rodríguez Morel

SOBRE EL MAESTRO BENARDINO MINAYA DE PAZ, REFORMADOR

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 2 de diciembre de 1562

(fol.280) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo


de la isla Española y otras cualquier nuestras justicias de ella a quien esta mi cédula
fuere mostrada o su traslado signado de escribano público.
El maestro Benardino Minaya de Paz, reformador y vicario de la congregación
de San Salvador de canónigos seglares de la Orden de San Agustín, me ha hecho
relación que él dio el hábito y profesión a Diego de Moscoso en esa dicha isla, el
cual, después de tomado y hecho profesión, falleció en la dicha isla, y al tiempo
de su fin y muerte dejó muchos bienes y Haciendas, en las cuales se apoderó Juan
Henriquez, mercader, su hermano, que estaba a la sazón en ella, el cual así mismo
falleció en la dicha isla, y quedaron depositados los dichos bienes en cierta perso-
na, los cuales pertenecen a la dicha Orden por no haber dejado otros herederos
algunos ascendientes ni descendientes suplicándome vos mandase que para que
los pudiesen haber y heredar los sacase de poder de cualquier personas que los
tuviesen y los enviase a estos reinos, a la casa de la Contratación de la ciudad de
Sevilla, para que de allí se les acudiese con ellos o como a mi merced fuese.
Lo cual, visto por los de mi Consejo de las Indias, fuere acordado, porque vos
mando a todos y cada uno de vos, según dicho es, luego que esta veáis, con buena di-
ligencia adquiera y sepáis qué bienes, oro, plata, joyas, esclavos y otras cosas que-
daron en esas dichas provincias del dicho Diego de Moscoso, difunto (fol. 280v.), y
los saquéis de las personas que los tuvieron y conjuntamente con su testamento, si le
hizo inventario y almoneda de sus bienes y con otras cualquiera escritura tocantes y
pertenecientes a ellos los enviéis a estos navíos en los primeros navíos que partieren
para ellos, registrados en el registro real y dirigidos a los dichos nuestros oficiales
que residen en la ciudad de Sevilla en la casa de la contratación de las Indias, para
que de allí se acuda con ellos a quien de derecho los quiere de haber, y si alguna
persona ante vos o cualquier de vos pareciere que pretenda tener derecho a los
dichos bienes, llamadas y oídas las partes a quien tocare, haréis sobre ello entero y
breve cumplimiento de justicia, y los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al.
Fecha Madrid, a los dos días del mes de diciembre de mil quinientos sesenta y
dos. El Rey.

Refrendada de Eraso, señalada de los dichos.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

PARA QUE EL CAPITÁN LUIS DE ANGULO TENGA VOZ Y VOTO


EN EL Ayuntamiento DE SANTO DOMINGO POR EL TIEMPO
QUE FUERE ALGUACIL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Zaragoza, 8 de septiembre de 1563

(fol.313) Don Felipe, etc.,

A vos el consejo, justicia, regidores, Caballeros, Escuderos, Oficiales y hombres


buenos de la ciudad de Santo Domingo, de la isla Española, salud y gracia:
Bien sabéis como nos hicimos merced al capitán Luis de Angulo, vecino de esa di-
cha ciudad, de la vara de alguacil mayor de ella, para que la sirviese por cierto tiempo,
y porque acatando suficiencia y habilidad del dicho capitán Luis de Angulo y los servi-
cios que nos ha hecho y esperamos que nos hará de aquí adelante es nuestra voluntad
que por el tiempo que tuviere y sirviere el dicho oficio de alguacil mayor conforme al
título nuestro que para ello tiene, entre con vosotros en el cabildo de esa dicha ciudad
y tenga vos y voto en él como lo tienen los regidores de ella y lo han tenido los más
alguaciles mayores propietarios que han sido de esa dicha (fol.313v.) ciudad.
Por ende, vos mandamos que luego que con esta nuestra carta fuere requeridos
juntos en vuestro cabildo y Ayuntamiento, según que lo habéis de uso y de costum-
bre y sin nos más consultar ni esperar otra nuestra carta, toméis y recibáis del dicho
capitán Luis Angulo el juramento y solemnidad que en el tal caso se requiere y de
haber hacer, el cual así hecho le recibáis y tengáis en el dicho cabildo y dejéis sentar
en él como uno de los otros regidores de esa dicha ciudad y admitáis su voz y voto
durante el tiempo que tuviere el dicho oficio como el de cada uno de los dichos
regidores y uséis con él el dicho oficio en los demás casos y cosas a él ajenas concer-
nientes como con los susodichos y le guardéis y hagáis guardar las honras, gracias,
merced, franquezas, libertades, preeminencias, prerrogativas y inmunidades y todas
las otras cosas y cada una de ellas que por razón del dicho oficio deben haber y gozar
y le deben ser guardadas según se usa y guarda y ha usado y guardado a los dichos
nuestros alguaciles mayores y regidores de esa dicha ciudad y de todas las demás
ciudades de las nuestras Indias, Islas y Tierra Firme del mar océano de todo bien y
cumplidamente en guisa que lo mande ende cosa alguna y que en ello ni en parte
de ello embargo ni contrario alguno no le pongáis ni consintais poner.
Dada en Zaragoza, a los ocho días del mes de septiembre del año mil quinientos
sesenta y tres. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso, señalada del presidente Vázquez, el licenciado don Gómez


Zapata, el doctor Francisco Vázquez (fol.314) Hernández de Liévana, El licenciado
Alonso Muñoz.

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Genaro Rodríguez Morel

MEMORIAL EN LA QUE LOS ESCRIBANOS Y RELATORES DE LA


CANCILLERÍA SE QUEJAN DEL MAL ESTADO EN QUE VIVEN
EN LA ISLA Y LO MAL QUE SE LES PAGA. IGUALMENTE SEÑALAN
LOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS DE LA ISLA LOS CUALES
DICEN QUE VALEN DIEZ VECES MÁS CAROS QUE EN CASTILLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 78, Ramo III, Doc. 39

Santo Domingo, 12 de noviembre de 1563

A continuación una lista de precios de los productos de la tierra y lo que solían valer.

Un negro que valía 40 y 50 pesos ahora vale 600 pesos.


Una pipa de vino valía de 20 y 30 pesos ahora vale 170 pesos.
Una pipa de harina valía hasta 15 pesos, ahora vale 130 pesos.
Una arroba de vinagre ½ peso y seis tomines, vale 6 pesos 3 maravedís.
Una arroba de aceite, solía valer 1½ peso, ahora vale 24 pesos.
Una vara de holanda valía seis tomines y meno ahora vale 6 pesos.
Una vara de ruán de cofre 5 tomines y menos, ahora vale 3½ pesos.
Una vara de ruán de Fardo valía ½ pesos y meno, ahora vale 2½ pesos.
Una vara de piesilla 3 tomines y menos ahora valen 1 peso y 2 tomines.
Una vara de cañamazo valía 3 tomines, y 2 reales ahora vale 1 peso.
Una vara de terciopelo valía 3 y 4 pesos ahora 17 y 20 pesos.
Una vara de carmesí lo mismo que el tercio pelo negro (no dice precio).
Una vara de rago valía 1½ peso y 2 pesos ahora 12 pesos.
Una vara de tafetán valía 8 reales ahora 5 pesos y más.
Una vara de grana valía 4 pesos, ahora 20 pesos.
Una vara de veinticuatro en negro valía 3½ pesos y menos ahora 18 pesos.
Unos zapatos elanos de cuero valían 3 reales y cuando mucho 4 ahora 2 pesos.
Unos borceguíes valían 1 peso ahora 7 pesos.
El alquiler de una casa para un vecino honrado vale 200 pesos.
Una arrelde de carnero valía 20 maravedís vale ahora 48 maravedís.
Un arrelde de puerco lo mismo.
Una gallina 3 reales ahora 2 pesos.
Un huevo valía 5 maravedís ahora 24.
Un pollo 1 real ahora 6 reales.
Una resma de papel 1 peso y menos, ahora 8 pesos.
Una gorra de lana valía 1 peso ahora 6 pesos.
Una cumbre de vino 2 reales ahora 1 peso.
Una herradura para mula o caballo 36 maravedís ahora 225 maravedís.
Un clavo de herrar daban dos por 1 maravedís ahora 4 maravedís.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Una libra de seda de cobrar 12 pesos ahora 64 pesos.


Una libra de hilo de cocer 3 pesos ahora 12 pesos.
Un canon de ánsar para escribir valía 1 o 1 real ahora 16 maravedís.
Una hoja de escribir de un escribiente 4 maravedís.
Un escribiente cada año gana doscientos pesos.

De los frutos de la tierra:

Una arroba de azúcar 1 peso ahora 8 pesos.


Un cuero valía 6 tomines ahora 5 pesos.
Una carga de cazabe 6½ tomines, ahora 5 pesos.
Una fanega de maíz valía ½ pesos, ahora 4 pesos.
La hechura de una capa y un sayo antes 4 pesos, ahora 16 pesos.

Arrelde: se usaba para pesar carne (peso de 4 libras).

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Genaro Rodríguez Morel

RELACIÓN DE LOS SALARIOS QUE Vuestra Majestad


MANDA A PAGAR CADA AÑO EN ESTA ISLA ESPAÑOLA

Archivo General de Indias


Patronato 173, Ramo III, Nº 1
Santo Domingo, 1563

Primeramente el obispo de esta ciudad y presidente don Sebastián Ramírez


CCCC mil maravedís por presidente .................................................400.000.

El almirante don Luis Colón, CCCDXXVI mil de su salario y D ducados que aho-
ra nuevamente su majestad le hizo merced de ayuda de costa en cada un año por
una real cédula fecha en Medina del Campo a ocho días de agosto de 1532 años que
se monta CLXXXVII mil D maravedís. 563.000.

El licenciado Zuazo, oidor de esta Audiencia Real. .................300.000.

El doctor Rodrigo Infante, oidor de esta Real Audiencia…......300.000.

El licenciado Juan de Vadillo, oidor de esta Real Audiencia....300.000.

El tesorero Esteban de Pasamonte…............................................200.000.

El contador Diego Caballero….....................................................150.000.

El factor Juan de Ampiés…............................................................80.000.

El veedor Gaspar de Astudillo, cien mil maravedís, los setenta mil por veedor de
fundiciones y los treinta mil por veedor de la Audiencia..................100.000.

Al alcaide de la fortaleza Francisco de Tapia se le han librado quince o veinte mil


cada año por alcaide y a seis hombres a razón de once mil y seiscientos maravedís
que son LXVI mil DC...107.000.

A Jácome de Castellón alcaide de la fortaleza de Cumaná, novecientos pesos de


oro que son cada año...405.000.

A Juan de Vallejo, guarda, que tiene cargo de contador de las mercaderías que
entran en la contratación, quince pesos de oro que son…...............6.650.

Antonio Ponce, guarda de río, veinte pesos de oro que son nueve mil maravedís
en cada año….......................................................................................9.000.

22
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

A Pedro Hernández, guarda del río de esta ciudad, veinte pesos de oro que son
…...............................................................................9.000.

A García Hernández, vaquero que tiene a cargo los hatos de vacas que su majestad
tiene en los términos del Zoco XLV pesos de oro cada año que son
...................................................................................20.250

A Diego de Torres, vaquero de las dichas vacas del Zoco, 300 pesos de oro en
cada un año que montan ..............................................3500 pesos.

(fol.1v.) Lo que se paga sin labranza del contador por cédula de su majestad
cada año es lo siguiente:

A Don Fernando Colón 260.000

A Melchor de Castro 50.000

Al secretario Francisco de los Cobos 50.000

Al secretario Juan de Samano 220.000

Al licenciado Haro, Fiscal 50.000

Al portero de la Audiencia Real 20.000

Al letrado de los pobres 12.000

Al procurador de pobres 8.000

Diego Caballero

23
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE LAS TIERRAS QUE SE REPARTIERON

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

El Escorial, 13 de noviembre de 1564

(fol.361) El Rey

Licenciado Alonso Arias de Herrera, presidente de la nuestra Audiencia Real


que reside en la ciudad de Santo Domingo de la isla Española y en vuestra ausencia
a los Oidores de la dicha Audiencia:
El licenciado Lorenzo Bernáldez de Lorca en nombre y como Procurador Gene-
ral de esa isla me ha hecho relación que muchos vecinos principales y ricos de esa
ciudad pidieron al cabildo y Regimiento de esas tierras para sembrar trigo y para
plantar viñas y hacer ingenios de azúcar y estancias y se las concedieron en cantidad
y les dieron título de ellas, los cuales ni las siembran ni plantan ni hacen los ingenios
ni estancias para que se las concedieron y señalaron, y si algunos lo han tenido
hecho lo han despoblado y así están las tierras sin labrarse y los labradores y las otras
personas que lo haría no usan porque luego se lo estorban diciendo que son suyas
saliendo con sus títulos y concesiones, de lo cual la dicha isla y vecinos de ella, en
especial la gente pobre y menuda reciben mucho daño.
Y me suplicó lo mandase remediar mandando a las personas a quien han sido
concedidas las dichas tierras que dentro de un breve término las siembren y planten
y hagan en ellas la labor para que las pidieron o se les concedieron, donde no que
pasado el dicho término o poblándolas o no tornándolas a despoblar la dicha ciudad
las pueda tornar a dar a quien quisiere libremente y que con esto cesarían muchos
fraudes y se ayudaría mucho a la población de esa isla o como la mi merced fuese.
Lo cual, visto por lo del mi Consejo de las Indias fue acordado que debía mandar
esta mi cédula para vos, y yo tomarlo por bien porque vos mando que luego que esta
veáis averiguáis y sepáis las tierras que están por labrar de las que se han dado a los
vecinos de esa ciudad a los cuales les señalareis término en que las labren (fol.361v.)
y siembren de la labor para que las pidieron y se les concedió, y no lo cumpliendo
así, pasado el término que les señalares, las daréis y repartiréis entre las personas
que os pareciere que sean vecinos de esa ciudad para que las cultiven y labren con
la misma carga, y de aquí en adelante daréis como se guarde y cumpla lo mismo en
las que de nuevo se dieren así por merced nuestra como por orden del cabildo de
esa dicha ciudad.
Fecha en El Escorial a los trece días del mes de noviembre del año mil quinientos
sesenta y cuatro. Yo, el Rey.

Refrendada de Erasso. Señalada de Vázquez, Zapata, Francisco Hernández, Muñoz.

24
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA SOBRE SEMBRAR TRIGO EN LA ISLA ESPAÑOLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 18 de noviembre de 1564

(fol.364) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la Isla Española. El licenciado Bernáldez de Lorca, Procurador
General de esa isla y en nombre de ella me ha hecho relación que una de las co-
sas que mucho ayudaría a la población y ennoblecimiento de esa isla sería coger
en ella pan, lo cual se deja de hacer por causa de que los dueños de ingenios de
azúcar tienen ocupada la mayor tierra y donde se daría bien y se ha dado algunas
veces que se ha aprobado y que mandando a los dueños de los dichos ingenios
que sembrase cada uno de ellos en las buenas tierras que así tienen ocupadas
media fanega de trigo cada uno de ellos repartido por los meses del año hasta
tener experiencia porque en tiempo se da la mejor cosecha sería gran bien para
esa tierra porque según la calidad de ella se cogería mucho pan y se poblaría y
ennoblecería con la dicha granjería en mucho número, suplicándome en el dicho
nombre lo mandase así proveer o como la mi merced fuese, lo cual por los del
nuestro Consejo de las Indias fue acordado que debía mandar esta mi cédula para
(fol.364v.) vos. Y yo tuve lo por bien que veáis lo susodicho y os informéis y sepáis
particularmente. Así por escrito como de palabra de lo que cerca de ello conve-
nía y se pueda cumplir y después de haberlos bien informado lo que por la dicha
información hallare lo que conviene proveer aquello haréis cumplir y ejecutar en
esa y yo enviareis a ejecutar.
Fecha en Madrid, a los XVIII días del mes de noviembre del año mil quinientos
sesenta y cuatro. Yo, el Rey.

Refrendada y señalada de los dichos.

25
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE PETICIÓN VECINOS DE LA ISLA MARGARITA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 22 de diciembre de 1564

(fol.368v.) El Rey

Muy reverendo en cristo padre arzobispo de la iglesia catedral de la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española o a vuestro provisor o vicario General o vene-
rable Deán y cabildo, sede vacante de ella:
Pedro de Angulo en nombre de los vecinos y moradores de la isla de La Marga-
rita me ha hecho relación que los dichos vecinos no pueden vivir ni habitar en ella
por no haber clérigo ninguno que administre los santos sacramentos y sirviese en las
iglesia de los pueblos de la dicha isla a causa de que los diezmos de ella eran poca
cosa y los más años no llegaban a valer el salario que a los dichos clérigos se daba.
Suplicándome que atento a lo susodicho y a que como no era notorio la dicha isla
había quedado con necesidad después que el tirano Lope de Aguirre entró en ella
le hiciese merced de mandar que de nuestra Real Caja de la dicha isla o del cabo de
la bahía se diese lo que así faltase para cumplimiento del salario que los dichos cléri-
gos habían de haber en cada un año sobre los diezmos que hubiesen en los pueblos
de ella pertenecientes a ella o como la mi merced fuese.
Y porque yo quiero ser informado de la necesidad que hay en las iglesias de la
dicha isla de clérigo que administren los santos sacramentos vos ruego y encargo
que habiendo informado de lo que ello pasa y enviéis relación de ello ante nos al
nuestro Consejo de las Indias conjuntamente con vuestro parecer de lo que con-
venga proveerse cerca de ello para que en el visto se provea lo que más convenga,
y entre tanto daréis la orden que sea necesaria para que en las dichas isla haya el
servicio que convenga lo cual se haga a la menos costa de nuestro Real Hacienda
que se pueda proveer como los nuestros oficiales de esa isla o del Cabo de Vela de
nuestra Real Hacienda den a los sacerdotes que sirvieren en las dichas islas y para
ello fueren nombrados el salario que se les hubiere de dar sobre lo que valiere la
parte de los diezmos pertenecientes a ellos. A los cuales dichos oficiales mandamos
que se lo den y paguen a ellos o a quien su poder hubiere de cualquier maravadís de
su cargo y tomen sus cartas de pago, con la cuales y el traslado (fol.369) de esta mi
carta asignado escribano público, mando que les sea recibido y pasado en cuenta lo
que en ello se montare.
Fecha en Madrid, a los veintidós días del mes de diciembre del año mil quinientos
sesenta y cuatro años.

Refrendada de Erraso señalada de los dichos.

26
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

LIMOSNA DE 500 PESOS AL MONASTERIO DE REGINA ANGELORUM

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 30 de enero de 1565

(fol.373) El Rey

Nuestros oficiales que residen en la ciudad de Sevilla en la casa de la contrata-


ción de las Indias:

Por parte de la priora, monjas y convento del monasterio de Regina Angelorum de


la Orden de Santo Domingo de la ciudad de Santo Domingo de la isla de la Española
me ha sido hecha relación que ellas padecen necesidad por la gran carestía de man-
tenimientos de aquella tierra y ser pobres, y que varios de estos están sin iglesia y sin
otros edificios sin los cuales no pueden pasar, como todo constaba y parecía por cierta
información de que ante nos en el Nuestro Consejo de las Indias fue hecha presenta-
ción y me fue suplicado que teniendo consideración a lo susodicho y al fruto que en
aquella tierra hacen les hiciese merced de alguna cantidad para pagar sus deudas y
cumplir sus necesidades y acabar su iglesia y monasterio y que la merced y limosna que
se les hiciese se lo mandásemos a pagar luego o como la mi merced fuese.
Y yo, acatando lo susodicho he habido por bien de mandar en esa casa quinientos
pesos oro en bienes de difuntos que haya al presente o a ella vinieren de que hechas
las diligencias necesarias conforme a las ordenanzas de esa casa no parecieren he-
rederos. Por ende, yo vos mando que los dichos bienes de difuntos que en esa casa
hubiere o a ella vinieren de las dichas nuestras Indias de que hechas las diligencias
conforme a las Ordenanzas de ella no parecieren herederos, deis y paguéis a la
dicha priora, monjas y convento del dicho monasterio (fol.373v.) de Regina Ange-
lorum, de la Orden de Santo Domingo de la dicha ciudad de Santo Domingo o a
cualquier su poder hubiere los dichos quinientos pesos de oro de que así les hace-
mos merced y limosna por una vez para ayuda a sus necesidades y acabar su iglesia
y monasterio y dáselos y págueselos y tomad su carta de pago o de quien el dicho su
poder hubiere con la cual y con esta mi carta mando que vos sea recibido y pasado
en cuenta y con los dichos quinientos pesos y porque esto es para obras piadosas
y necesitadas proveyereis y daréis orden que con toda brevedad se cumpla y pague
esta merced limosna prefiriendo la paga de ella a otra cualquiera que tengamos
hecha en los dichos bienes de difuntos, porque esta es mi voluntad.
Fecha en Madrid, a los treinta días del mes de enero del año mil quinientos
sesenta y cinco. Yo, el Rey

Refrendada de Eraso y señalada del Consejo.

27
Genaro Rodríguez Morel

QUE SE ACABE DE HACER EL LIENZO DELANTERO DE LA FORTALEZA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 18 de febrero de 1565

(fol.373v.) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española:

El licenciado Lorenzo Bernáldez de Lorca, en nombre y como Procurador


General de esa isla me ha hecho relación que del lienzo delantero de la fortaleza
de esa ciudad falta por hacer un pedazo que junte con la costa del mar, el cual
era y es muy necesario que se haga porque estando así aunque cierre la puerta
principal de la dicha fortaleza pueden entrar y salir todos los que quieren, como
lo hacen, y podrían enemigos y otras personas enclavar el artillería o apoderarse
de la fortaleza primero que fuesen sentidos, de que se podría seguir muy gran
daño, y que convenía y era muy necesario remediarse con brevedad, y me suplicó
lo mandase así proveer o como la mi merced fuese, lo cual visto por los del mi
Consejo de las Indias fue acordado que debía mandar esta mi carta para vos, y
yo tomarlo por bien, porque vos mandó que veáis lo susodicho y pareciendo que
conviene y es necesario que el dicho lienzo se haga y acabe, y que de no hacerse
se sigue algún inconveniente o daño a (fol.374) la dicha fortaleza proveáis y deis
orden como del dinero que hubiere corrido y corriere del censo que se compró
para la obra del muro de esa ciudad se haga y acabe de hacer con la más breve-
dad que se pueda, de manera que quede segura y fuerte la dicha fortaleza para
no poder recibir daño de ningunos corsarios y otros enemigos, y no fagades ni
fagan ende al.
Fecha en Madrid, a los dieciocho días del mes de febrero del año mil quinientos
sesenta y cinco. Yo, el Rey.

Refrendada de Erasso señalada de los Consejo.

28
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

PETICIÓN DE LIMOSNA PARA EL CONVENTO DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 25 de febrero de 1565

(fol.379v.) El Rey

Nuestros oficiales que residen en la ciudad de Sevilla en la casa de la contrata-


ción de las Indias.
El licenciado Lorenzo Bernáldez de Lorca, en nombre de la ciudad de Santo
Domingo de la isla de la Española y como Procurador General de ella, me ha hecho
relación que en la dicha ciudad hay un monasterio de la Orden de Santo Domingo
que hace muy gran fruto en aquella tierra, el cual está muy pobre y necesitado y
por acabar y muy de ornamentos y otras cosas, porque las limosnas que los vecinos
de la dicha ciudad les hacen no bastan a lo susodicho, me suplicó hiciese merced
y limosna de alguna buena cantidad en esa casa o como la mi merced fuese. Y yo,
acatando lo susodicho he habido por bien de mandar en esa casa trescientos pesos
de oro de minas en bienes de difuntos que haya al presente o a ella vinieren, de que
hechas las diligencias necesarias conforme a las ordenanzas de esa casa no parecie-
ren herederos.
Por ende, yo vos mando que los dichos bienes de difuntos, de que hechas las
diligencias, como dicho es, pareciere herederos deis y paguéis al dicho licenciado
Lorenzo Bernaldez de Lorca o a quien su poder hubiere, los dichos trescientos
pesos oro de minas, para que los dé al prior, (fol.380) frailes y convento del dicho
monasterio de Santo Domingo de la dicha ciudad, y tomar su carta de pago o de
quien su poder hubiere, con la cual y con esta mi cédula tomando seguridad bastan-
te del dicho licenciado en la cantidad que os prefiere que dentro de un año primero
siguiente de cómo recibiere los dicho trescientos pesos de oro, los dará y entregará
al dicho monasterio y al prior y frailes y convento del y su nombre y dentro de otro
año adelante enviará a esa casa vuestro poder testimonio en manera que haga fe de
cómo lo entregó dentro del dicho término, mando que vos sean recibidos y pasados
en cuenta los dichos trescientos pesos de oro, y porque esto es para obras piadosas
y necesitadas proveeréis y daréis orden que con toda brevedad se cumpla y se pague
esta merced y limosna, prefiriendo la paga de ella a otra cualquiera que tengamos
hecha en los dichos bienes de difuntos, porque así es mi voluntad.
Fecha en Madrid, a los veinticinco días del mes de febrero del año 1595. Yo,
el Rey.

Refrendada de Eraso y señalada de los dichos.

29
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE EL PUERTO DE OCOA E INGENIO DE JUAN CABALLERO DE BAZÁN

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro I

Madrid, 5 de marzo de 1565

(fol.380v.) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla de la Española:

Sebastián Rodríguez, en nombre de Juan Caballero de Bazán, vecino y regidor


de esa ciudad de Santo Domingo, cuyo dizque es el ingenio de Ocoa, me ha he-
cho relación que en las tierras y término del dicho ingenio hay un puerto a donde
acuden cada año muchos navíos que van a la Nueva España y Honduras, los cuales
llevan mercaderías, negros y otras cosas sin registro y muchos pasajeros que dejan
en aquel puerto. Como no hay pueblo en él y otras veces toman y cargan en él mer-
caderías, pasajeros y negros que han llevado he ido a escondida y sin licencia de
nuestras rentas y derechos han sido y son muy defraudadas lo cual cesaría con nom-
brar al dicho Juan Caballero de Bazán por visitador de cualquier navíos que al dicho
puerto fueren a cargar y descargar y darle comisión que pueda tomar información
de lo que hasta aquí se ha llevado y cargado sin licencia ni registro y me suplicó lo
mandase así y dar título del dicho oficio al dicho Juan Caballero de Bazán o como
la mi merced fuese. Y porque yo quiero ser informado de lo que en lo susodicho
ha pasado y pasa y que el puerto es el que está en las tierras del dicho ingenio de
Ocoa y si tiene alguna población y qué navíos son los que van a él y de donde y con
qué mercaderías y cosas y si hacen alguna carga o descarga y para donde llevan su
derrota los navíos que van al dicho (fol.381) puerto y si pueden pasar sin tocar en él
y sí de ello se ha seguido o puede seguir algún daño o perjuicio a nuestras rentas y
derechos reales o a otros algún tercero y si conviene que haya visitador perpetuo en
el dicho puerto o si de proveerse se sigue o puede seguir algún inconveniente y de
lo que el dicho Juan Caballero de Bazán nos ha servido y sirve en esa tierra y de su
calidad y habilidad y si será bien hacerle la merced que nos pide o no, vos mando
que enviéis al nuestro Consejo de las Indias relación muy particular de todo ello
conjuntamente con vuestro parecer de lo que convenga que se haga y provea para
remedio de lo susodicho para que en el visto se provea lo que más convenga.
Fecha en Madrid, a los cinco días del mes de marzo del año mil quinientos
sesenta y cinco. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso, señalada de Vázquez, Zapata, Muñoz, Molina.

30
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

SOBRE PROGRAMA MISIONAL DE FRAY AGUSTÍN CAMPUZANO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 5 de junio de 1567

(fol. 31v.) El Rey

Nuestros Oficiales de la isla de la Española. Sabeis que fray Agustín Campuzano,


de la Orden de Santo Domingo, por orden nuestra, lleva ciertos religiosos de su
Orden a las iglesias de las islas de la Trinidad y La Margarita y provincia de los Arua-
cas para que conviertan y entiendan en la instrucción y conversación a los naturales
de ellas, el cual me a suplicado mandase proveer a los dichos religiosos del vino que
hubiesen menester para celebrar y decir misa y de aceite para una lámpara en los mo-
nasterios que hubiesen fundado y se fundasen de aquí en adelante en las dichas islas y
provincias o como la mi merced fuese. Lo cual visto por los del nuestro Consejo de las
Indias fue acordado que debía mandar esta mi cédula para vos y yo tomarlo por bien.
Por ende, yo vos mando que de cualquier maravedís y hacienda nuestra que
fuere a cargo de vos, el nuestro tesorero, deis a los religioso que estuvieren y
residieren de la dicha Orden de Santo Domingo en las dichas islas de La Margarita
y La Trinidad y provincia de los Aruacas el aceite que fuere necesario para una
lámpara que arda en cada uno de los monasterios que estuvieron fundados y se
fundaren de aquí en adelante en las dichas islas y provincia y el vino que fuere
menester para celebrar y decir misa los religiosos que en ellos (fol.32) residieren
conforme hasta aquí se les ha dado hasta que otra cosa por nos se os mande, que
con esta mi cédula y testimonio de lo que en ello se gastare, mando que vos sea
recibido y pasado en cuenta lo que en ello se montare .
Fecha en Madrid, a los cinco días del mes de junio del año mil quinientos sesenta
y siete. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso.

Señalada del presidente Tello de Sandoval,

Dr. Vázquez,

Licenciado Valderrama,

Dr. Molina,

Licenciado Salado,

Dr. Aguilera.

31
Genaro Rodríguez Morel

PARA AYUDAR AL MONASTERIO DE REGINA ANGELORUM

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 26 de junio de 1567

(fol.33) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española:

Por parte de la priora, monjas y convento del monasterio de Nuestra Señora de


los Angeles, de la Orden de Santo Domingo, de esa ciudad, me ha sido hecha rela-
ción que el dicho monasterio es muy pobre y que para poderse sustentar tiene nece-
sidad que nos le hagamos alguna merced y limosna, como se hizo a las religiosas de
San Francisco de esa ciudad, a las cuales mandamos a dar cada año trescientos pesos
en los bienes de Hernán Gorjón. Y me fue suplicado se la mandase hacer o como la
mi merced fuese, y porque yo quiero ser informado qué monasterio es el susodicho
y qué religiosos hay en él y quien lo fundó y si tienen con qué sustentarse y de qué
se sustentan o si es tan pobre y que es el fruto y (fol.33v.) provecho que hacen en la
dicha ciudad y si sería bien que nos les mandásemos hacer alguna merced y limosna
para ayuda a su sustentación y de qué se les podría hacer que no fuese de nuestra
Real Hacienda ni cosa en perjuicio de tercero, vos mando que nos enviéis larga y
particular relación de ello conjuntamente con vuestro parecer de lo que en ello se
debe hacer para que visto se provea lo que convenga.
Fecha en Madrid, a los veintiséis días del mes de junio de mil quinientos sesenta
y siete. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso señalada de los Consejo.

32
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

SOBRE DESTINO DEL COLEGIO PARA SER DIRIGIDO


POR COMPAÑÍA DE JESÚS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 17 de noviembre de 1567

(fol.48v.) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real en la ciudad de Santo Domingo


de la isla Española:

A nos se ha hecho relación que en esa ciudad y tierra hay falta de doctrina y de
quien enseñe gramática y que tenemos en esa ciudad un colegio que está en muy
buen sitio, el cual tiene de renta hasta mil quinientos pesos de la moneda que en esa
tierra corre, el cual convenía que se diese a los de la compañía de Jesús para que
enseñasen gramática y doctrina, de que se seguirá gran fruto. Y porque yo quiero
ser informado qué colegio es el susodicho y quien reside en él y le administra y qué
renta tiene y será cosa conveniente que se de a los de la compañía de Jesús o que
se de en ello a otra Orden, vos mando que nos enviéis relación larga y particular de
todo el conjuntamente con vuestro parecer de lo que en ello de debe hacer para
que visto se provea lo que más convenga.
Fecha en Madrid, a los XVII días del mes de noviembre del año mil quinientos
sesenta y siete. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso señalada del doctor Vázquez, y Molina, Salas, Aguilera y


Suncar.

33
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE INFOMACIONES LLEGADAS


A LA CORTE CONTRA LÁZARO BEJARANO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 3 de febrero de 1569

(fol.110) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española:
A nos se ha hecho relación que al tiempo que mandamos proveer gobernador
para la provincia de Venezuela hicimos merced por dos vidas al factor Juan de
Ampíes de la Gobernación de tres islas llamadas Aruba, Bonaire, y Curazao, las
cuales están muy pobladas de buenos y leales indios. Y la segunda vida en quien se
acaba el Gobierno de ellas y en quien ahora anda es un Lázaro Bejarano, vecino
de Sevilla, el cual por alcance y perpetuarse con ellas no consiente que cristianos
entren ni contraten con los naturales ni acude a parte ninguna con los diezmos,
ni de quince años a esta parte y más tiempo no los a pagado habiéndole hecho su
antecesor y los debe a la iglesia de Coro de la dicha provincia de Venezuela, donde
él y su mujer se avecindaron y recibieron los sacramentos, y demás de esto, el
dicho Lázaro Bejarano con intención dañada a pretendido en cierta forma hacerse
patrón en lo espiritual y es hombre de cuya vida se debe tener cuenta y convenía le
quitásemos el gobierno de las dichas islas y mandar que el nuestro gobernador de
la dicha provincia de Venezuela pusiese en ella un teniente o en caso que esto no
se hiciese las mandásemos despoblar y asolar, porque en la principal de las dichas
islas, que es Curazao, hay mucha cantidad de ganados ovejuno y vacuno y muchos
mantenimientos y acuden a invernar a ella y la tienen por cueva y abrigo franceses
corsarios, de donde por industria de un negro llamado Pedro que allí tiene puesto
el dicho Bejarano por su mayordomo salieron los dichos franceses a robar a la ciu-
dad de Coro de la dicha provincia de Venezuela y lo hicieron y también robaron
un navío de los Ospuelga (sic) de la dicha ciudad de Sevilla y le echaron a fondo,
lo cual si no mandásemos remediar pasaría adelante y cada día en más daño o per-
juicio nuestro y los navíos que de estos nuestros reinos fuesen a las Indias corrían
mucho riesgos y peligro, y me fue suplicado proveyese cerca de ello lo que fuese
servido o como la mi merced fuese.
Lo cual, visto por los del nuestro Consejo de las Indias fue acordado que debía
mandar dar esta mi cédula para vos y yo tomarlo por bien, porque vos mando
que veáis lo susodicho y luego os informéis de lo que cerca de ello a pasado y
pasa la verdad enviareis ante nos al dicho nuestro Consejo relación particular
de todo ello conjuntamente con vuestro parece de lo que convenga proveer lo

34
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

que convenga, y en el entre tanto que la enviáis y se ve y provee lo que conviene


proveeréis vosotros del remedio necesario para que los dichos inconvenientes
cesen y no pasen adelante, y de lo así hiciéremos nos daréis también aviso.
Fecha en Madrid, a los tres días del mes de febrero del año mil quinientos sesenta
y nueve. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso señalada de los Consejo.

35
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA EN LA QUE SE HACE REFERENCIA A LA PRISIÓN


DEL CAPITÁN RODRIGO DE TROCHE, PRESIDENTE Y OIDOR
DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro 25

Segovia, 19 de junio de 1569

(fol.6v.) Al Rey de Portugal: Sobre la prisión del capitán Rodrigo Troche.

Serenísimo muy alto y muy poderoso Rey de Portugal, nuestro muy charo (sic)
y muy caro y muy amado sobrino. Sabed que enviando a estos reinos preso el
nuestro presidente y oidores de la Audiencia Real de la isla Española que es en
las nuestras Indias del mar océano al capitán Rodrigo Troche para que sirviese en
nuestras galeras cierto tiempo por un delito que avía cometido llegando a las Islas
de los Azores procuro de salirse del navío en que venia y se huyó en un barco y se
fue a tierra y no pudo ser habido para traerle como convenía y porque a nuestro
servicio y ejecución de nuestra justicia conviene que sea preso salvo a don Hernan-
do Carrillo nuestro Embajador que de nuestra parte os hable para que mandéis
dar vuestras provisiones y despachos necesarios para que el dicho capitán Rodrigo
Troche sea preso en las dichas Islas de las Azores o en otras cualquiera parte de
esos reinos donde estuviere y traído a la cárcel general de esta Corte o a la de la
casa de la contratación de la ciudad de Sevilla a buen recaudo para que de allí se
haga del lo que por nos fuere ordenado y mandado como más en particular de
nuestra parte os dirá el dicho Embajador.
Mucho os ruego y encargo que dándose entera fe y creencia a lo que sobre ello
de nuestra parte os diere lo mandéis así probéis y dar el despacho necesario.
Serenísimo muy alto y muy poderoso Rey de Portugal, nuestro muy charo (sic) y
muy amado sobrino, nuestro señor sea en nuestra continua guarda.
Del bosque de Segovia a diez y nueve de junio de mil quinientos y sesenta y
nueve años. Vuestro tío de Vuestra Alteza. Yo el Rey.

36
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL EMBAJADOR DE PORTUGAL


REFERENTE A LOS ESCLAVOS QUE HAN IDO SIN REGISTRAR
A LA ESPAÑOLA DESDE LAS ISLAS DE CABO VERDE

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro 25

Segovia, 19 de junio de 1569

(fol.7) Al Embajador de Portugal

El Rey

Don Hernando Carrillo de Mendoza del nuestro Consejo y nuestro Embajador


en Portugal.
Sabed que enviando el nuestro presidente y oidores de la nuestra Audiencia
Real de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española que es en las nuestras In-
dias del mar océano preso a la cárcel Real de esta Corte al capitán general Rodrigo
Troche a cumplir el servicio de galeras a que había sido condenado el suso dicho
llegando sobre la Isla de los Azores salió del navío en que venía y se huyó y fue en
un barco a tierra y no pudo ser habido para le traer como por el dicho presidente y
oidores venía ordenado y porque a nuestro servicio y ejecución de nuestra justicia
conviene que el dicho capitán Rodrigo Troche sea preso y se traiga a la cárcel real
de esta Corte o a la de la casa de la contratación de Sevilla.
Vos mando que luego que esta recibáis os informéis y sepáis si el dicho capitán
Rodrigo Troche esta en ese reino en las dichas Islas de las Azores o procuréis con
el serenísimo rey de Portugal nuestro muy charo (sic) y muy amado sobrino que le
mande a prender a donde quiera de esos sus reinos y así preso le mande enviar pre-
so y a buen recaudo a la cárcel de esta Corte o a la de la casa de la contratación de
Sevilla para que de allí se haga del lo que por nos fuere ordenado y mandado, que
yo mando escribir al dicho serenísimo Rey sobre ello lo que va con esta en creencia
a vos remitida darle mi carta y procuréis con el mande que se haga porque así se lo
escribimos y de lo que en ello se hiciere nos daréis aviso.
Del bosque de Segovia a diez y nueve de junio de mil y quinientos sesenta y
nueve años. Yo el Rey.

Refrendada de Eraso refrendada de los del Consejo.

37
Genaro Rodríguez Morel

PARA VISITAR EL ESTUDIO Y UNIVERSIDAD


DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 18 de octubre de 1569

(fol.136v.) El Rey

Porque a nuestro servicio conviene que sea visitado el estudio y universidad de


la ciudad de Santo Domingo de la isla Española y se sepa cómo y de qué manera se
gasta y distribuye la renta que tiene la dicha universidad y si hay en ella las cátedras
y prebendas que ha de haber conforme a la orden que está dada. Vos mando que
llegado que seáis a la dicha ciudad de Santo Domingo visitéis la universidad de ella
y os informéis y sepáis qué renta tiene y en qué y cómo se gasta y qué cátedras hay en
ella y si los catedráticos leen sus cátedras como deben y a los tiempos que son obli-
gados y si se hace en la dicha universidad todo aquello que se debe hacer conforme
a lo que está ordenado y mandado y si hay en algo exceso y de todo lo demás que
viere que os debáis informar.
Y hecha la averiguación y visita la trae ante nos al nuestro Consejo de las Indias
para que en el vista se provea lo que más convenga al servicio de nuestro señor y
nuestro y si viere que entre tanto que traéis la dicha visita conviene proveyese algo en
la dicha universidad lo proveáis como convenga que para ello por esta mi cédula vos
doy poder cumplido con todas sus incidencias y dependencias, emergencias, (fol.137)
anexidades y conexidades.
Fecha en Madrid, el dicho día, mes y año susodicho 18 de octubre de 1569.
El Rey.

Refrendada y señalada de los dichos.

38
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE Y OIDORES


DE LA ESPAÑOLA RELACIONADA CON EL LABRAR LA MONEDA
EN AQUELLA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 74, Ramo III, Doc.100

El Pardo, 3 de febrero de 1570

El Rey

Presidente y oidores de nuestra Audiencia Real que residen en la ciudad de Santo


Domingo de la isla Española.
Sabe que habiendo sido informado de muchos inconvenientes que han sucedido
y suceden de haber de labrar en esa isla la mala moneda que de presente corre en
ella. Y visto y platicado en el Consejo de la Indias hemos acordado de mandar que
no se labre más y en lugar de ello se labre la moneda que al presente se labra en
estos nuestros reinos para que pueda correr en ellos y en todas las otras partes de
las nuestras Indias.
Por ende yo vos mando que luego que veáis esta nuestra cédula proveáis como
todos los cuños y punzones con que se hubiese labrado y labra la dicha mala mo-
neda que en esta isla ha corrido y corre se remate y funda para que en ella no se
pueda labrar más de la dicha moneda ahora ni en tiempo alguno y que en lugar
de la dicha mala moneda se labre la que ahora se labra en estos nuestros de plata y
de vellón y de la misma ley y con los cuños y punzones contenidos en un memorial
firmado de Juan de Ledesma, nuestros escribano de cámara y gobernador del dicho
Consejo que irá con esta nuestra cédula que son para labrar reales de cuartos de a
dos sencillos en medios reales, cuartos y medios cuartos, la cual, dicha moneda que
así se labrase con los dichos punzones mandamos que corra y valga en esta dicha isla
y provincias de las dichas nuestras Indias y en estos dichos reinos y señoríos como
vale y corre la que ahora se labra y hay en ellos y que la mala moneda que hubiere en
esta dicha isla valga y corra en ella la misma ley que ahora tiene. Fecha en el Pardo,
a trece de diciembre de mil y quinientos setenta y tres años. Yo el Rey.
Por mandato de su majestad Antonio Eraso y yo Simón de Bolívar, escribano de
su majestad y de cámara en esta Real Audiencia que por mandato de su majestad
residen en esta ciudad de Santo Domingo de la isla Española.
La hice escribir de la cédula original que de suso se hace mención con la cual
concuerda. Fecha en Santo Domingo a tres de febrero de mil y quinientos setenta y
ocho años. Por ende hice aquí este mi signo en testimonio de verdad.

Simón de Bolívar, escribano de vuestra majestad y del Consejo.

39
Genaro Rodríguez Morel

A LOS PROVINCIALES DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Córdoba, 12 de abril de 1570

(fol.155) El Rey

Venerables y devotos padres provinciales de las Órdenes de San Francisco, Santo


Domingo, San Agustín y La Merced de la isla Española y a cualquier priores, guar-
dianes y comendadores de los monasterios de las dichas ordenes:
Sabe que don fray Andrés de Carvajal, arzobispo de esa isla, me ha escrito que en
los pueblos, estancias e ingenios de ella hay cantidad de gente, españoles, negros y
otras personas, los cuales por carecer de la doctrina necesaria y de ministros y per-
sonas que se la enseñen bien fuera de toda orden de cristiandad y muchos fallecen
sin timbre de fe y se dejaban de salvar sus ánimas y que aunque el dicho arzobispo
como prelado a quien incumbe el remedio tenía deseo de poner y proveer de la
doctrina necesaria lo dejaba de hacer por la falta que hay en esa isla de clérigos
y ministros que puedan ir a ello, y así convenía que vosotros con vuestras vidas y
doctrina acudiese a ello e hiciese el fruto que convenía siempre que por el dicho
arzobispo fuese avisado de ello y proveyese que fuesen a las dichas estancias algunos
religiosos de vuestra Órden. Y visto por los del nuestro Consejo de las Indias porque
como veis esto es cosa en que nuestro señor será servido por la salvación de aquellas
gentes, y pues vosotros y los religiosos de vuestras Órdenes pasa a esas partes con
intención de los ocupar en estas obras y otras semejantes, y ya que no hay indios en
esa isla conviene acudir a la mayor necesidad y donde se puede hacer más fruto, vos
encargo que cada y cuando el dicho arzobispo os pidiere religiosos para ocupar en
algunas doctrinas se los deis y hagáis dar los que convinieren y fueren necesario sin
dar lugar a ello excusa ni otra resistencia.
Fecha, en Córdoba, a los doce días del mes de abril del año mil quinientos
setenta. Yo el Rey.

Refrendada y señalada de los dichos.

40
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

AL PROVINCIAL DE LA MERCED DE ESTOS REINOS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Córdoba, 12 de abril de 1570

(fol.156) El Rey

Venerable y devoto padre Provincial y vicario General de la orden de la Merced


de estos reinos:
Sabe que don fray Andrés de Carvajal arzobispo de la ciudad de Santo Domingo
de la isla Española nos a escrito que por estar en aquellas partes los religiosos de
vuestra Orden tan lejos de su superiores se hacen entre si exorbitancias y no hay
quien lo castigue ni ponga en paz y si el dicho arzobispo se entremete en ello se
examinen con sus breves y excepciones y que era de suerte su inconformidad que
convenía proveer de remedio con brevedad y que vos diese vuestro consentimiento
al dicho arzobispo para que en los tales caso los pueda corregir y castigar siendo
necesario, y pues veis de cuanto inconveniente es que los religiosos de vuestra
Orden que están en aquella tierra no habían con el recogimiento y honestidad que
conviene y haya entre ellos decisiones y otras diferencias por el mal ejemplo que
dieran de sí. Vos encargo y mando que para remedio de ello y castigo de cualquier
delitos y que haya en los religiosos de vuestra Orden de aquella isla toda reforma-
ción y buena vida y recogimiento proveáis lo que cerca de ello entendiere más
convenir y de lo que así ordenare nos daréis aviso.
De Córdoba, a doce días del mes de abril del año mil quinientos setenta.
Yo, el Rey.

Refrendada y señalada de los dichos.

Al vicario de la Orden de Santo Domingo. El dicho día se despachó otra carta


como la de arriba para el vicario General de la Orden de Santo Domingo de estos
reinos. Ídem. para el Comisario de San Francisco.

41
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA DIRIGIDA AL EMBAJADOR DE PORTUGAL


REFERIDAS A LOS ESCLAVOS QUE PASAN DE AQUELLOS
REINOS A LA ESPAÑOLA SIN REGISTRO

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro XXV

Carpio, 26 de mayo de 1570

(fol.63) Al Embajador de Portugal

El Rey

Don Juan de Borja del nuestro Consejo y nuestro Embajador en Portugal. Sabed
que el nuestro Fiscal de la Audiencia Real de la isla Española envía a ese reino a la
ciudad de Lisboa y a las islas de Cabo Verde a hacer ciertas probanzas sobre unos
esclavos negros que las dichas islas de Cabo Verde y de ese reino dizque se han
llevado a aquellas partes sin registrar como más largamente lo escribiría el licenciado
Gamboa nuestro Fiscal en el nuestro Consejo Real de las Indias. Yo vos encargo y
mando que luego que esta recibáis entendáis en que las dichas probanzas se hagan
por la orden que el dicho nuestro Fiscal os escribiere haciendo en ellas las diligen-
cias que convengan como es cosa que toca a nuestro servicio que para este efecto
envía el (fol.63v.) dicho licenciado Gamboa una persona particular que os solicite
sobre ello.
Fecha en el Carpio a veinte y seis de mayo de mil quinientos setenta años.
Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso, señalada de Vásquez don Gómez Zapata el doctor Luis de


Molina, el licenciado Salas, el doctor Aguilera, Botello Maldonado Otalora.

42
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

A FRAY JUAN DE MANZANILLA DE LA ORDEN


DE PREDICADORES DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

El Carpio, 27 de mayo de 1570

(fol.166v.) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española y nuestros gobernadores y otras Justicias de las
demás islas y provincias sujetas a la dicha Audiencia, y a cada uno y cualquier de vos:
Sabe que el presentado fray Juan de Manzanilla con comisión de su general y
licencia nuestra va a entender en la visita y reformación de los monasterios y conven-
tos y religiosos de la dicha Orden de esas islas y de las provincias de los Aruacas y de
las demás comprendidas debajo de la provincia de su Orden nombrada Santa Cruz,
el cual me ha suplicado que porque para poder hacer la dicha visita y reformación
como conviene al servicio de Dios nuestro señor y conservación de la dicha Orden
tiene necesidad del favor y auxilio se lo mandase dar en cuanto fuese necesario, y yo
acatando el bien que de ello se sigue lo he habido (fol.167) por bien.
Por ende, vos mando a todos y cada uno de vos, según dicho es, que deis y hagáis
dar al dicho fray Juan de Manzanilla el favor y ayuda que conviniere y de su parte os
fuere pedida para la visita y reformación de los monasterios y religiosos de esa dicha
su Orden de la dicha Provincia de Santa Cruz y para la ejecución y cumplimiento
de lo que ordenare cerca de ello le impartáis el auxilio en cuanto hubiere lugar de
derecho.
Fecha en el Carpio, a los veintiséis días del mes de mayo del año mil quinientos
setenta años. Yo, el Rey.

Por mandado de de su majestad, Francisco de Eraso señalada de los consejo.

43
Genaro Rodríguez Morel

AL Arzobispo DE SANTO DOMINGO SOBRE FRAY JUAN


DE MANZANILLA DE LA ORDEN DE PREDICADORES DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 15 de agosto de 1570

(fol.177) El Rey

Muy reverendo en cristo padre arzobispo de la ciudad de Santo Domingo de la


isla la Española, del nuestro Consejo:
Sabed que el presentado fray Juan de Manzanilla, de la Orden de Santo
Domingo, con licencia nuestra y comisión de su General va a esa isla y las a ella
comarcanas a entender en la visita y reformación de los monetarios de su Orden
que hay en ellas y religiosos de ellos, y para que lo puedan hacer como conviene es
necesario que tenga vuestra ayuda y favor, vos ruego y encargo que se le deis y hagáis
dar en cuanto quiere lugar para lo que se ofreciere y fuere necesario tocante a la
dicha visitación y reformación de los dichos menesteres y religiosos de ellos, que
además del servicio que haréis a nuestro señor, recibiré contestamiento.
De Madrid, a quince de agosto de mil quinientos y sesenta años. Yo, el Rey.

Refrendada de Eraso señalada del Consejo.

44
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA QUE TRATA SOBRE EL REPARO


DE LAS CASAS REALES DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

Madrid, 24 de agosto de 1570

(fol.177v.) El Rey

Licenciado Valdivia, visitador de la nuestra Audiencia Real que reside en la


ciudad de Santo Domingo de la isla Española:
Habiéndoseme hecho relación por parte del doctor Mejía nuestro presidente
de esa Audiencia, que las Casas Reales de allá estaban muy peligrosas y viejas para
se caer y que conviene que con brevedad se aderecen y reparen por una nuestra
cédula envió a mandar que de penas de estrados o de cámara y no las habiendo que
de nuestra Hacienda Real se gasten en el reparo de las dichas casas en cantidad de
dos mil pesos.
Y porque queremos tener relación vuestra de lo que se haga en el dicho aderezo
y la cantidad que será necesaria para que estén como convenga o si con gastarse en
ello la cantidad de los dichos dos mil pesos quedarían suficientemente reparadas
o que es lo que más convenga que mandemos proveer, vos mando que habiéndolo
bien mirado y platicado enviéis ante nos al nuestro Consejo de las Indias la dicha
relación juntamente con vuestro parecer para que por nos visto se ordene en ello lo
que más convenga.
Fecha de Madrid, a veinte y cuatro de agosto de mil quinientos sesenta años.
Yo, el Rey.

Por mandato de su majestad, Francisco de Eraso. Señalada del Consejo.

Otra con el mismo fin lugar y fecha a los oficiales Reales de la isla Española para
que de las penas de estrados o de cámara y no habiendo aquí de la Real Hacienda
se den los 2,000 pesos. Para el reparo de las Casas Reales.

45
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE ARTIMAÑAS DE JUAN CABALLERO DE BAZÁN EN OCOA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

San Lorenzo el Real, 16 de agosto de 1572

(fol.229) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española:

El López de Sarria, nuestro Fiscal en el nuestro Consejo de Indias, nos ha hecho


relación que en esa isla vive un Juan Caballero de Bazán, que so color de cierta ha-
cienda que tiene en el puerto de Ocoa, que a catorce leguas de esa ciudad, acude al
dicho puerto y en él encubre con sus criados y allegados todas las naos que al dicho
puerto acuden sin registro y con mercaderías y especialmente con negros que se
llegan de Guinea y otras partes sin licencia nuestra ni registro, y con el favor que
les da venden, tratan y contratan defraudando nuestros derechos y les rescatan los
navíos y carabelas que van sin licencia usurpando para sí todo lo que nos pertenece
en grande daño nuestro y de la contratación de las nuestras Indias.
Y a causa de ser muy rico y favorecido no ha sido castigado de los dichos delitos,
suplicándonos atento a ello mandásemos se viesen los procesos que en lo susodicho
se hubiesen hecho contra el dicho Juan Caballero de Bazán y se hiciesen las demás
informaciones (fol.299v.) y averiguaciones necesarias y que el susodicho fuese
castigado conforme a sus delitos y se hiciese justicia de manera que nuestra hacien-
da fuese satisfecha de los daños que hubiese recibido y que ello a se dar relación de
lo que hiciese den y de la orden que podría dar para evitar los dichos daños y poner
el remedio conveniente o como la mi merced fuese.
Y visto por los del nuestro Consejo de las Indias fue acordado que debíamos
mandar esta nuestra cédula para vos, y yo he lo habido por bien, y os mandemos
que luego que veáis os informéis de todo lo que en lo susodicho pasa y cerca de
ello hagáis y administréis brevemente cumplimiento de justicia llamado y oído el
nuestro Fiscal de esa dicha Audiencia, que por la presente le mandamos salga a
ello y nos envíe relación dirigida al dicho nuestro Consejo de las Indias de lo que se
proveyere e hiciere.
Fecha en San Lorenzo el Real, a XVI de agosto de MDLXXII años. Yo, el Rey.

Refrendada de Antonio de Eraso señalada de los del Consejo.

46
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

ACERCA DE LA VENTA DE UNAS CASAS EN LAS CUATRO CALLES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

San Lorenzo el Real, 16 de agosto de 1572

(fol.230) El Rey

Nuestros oficiales de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española:


Por la carta que nos escribe en veintidós de abril de este año habremos
(fol.230v.) entendido cómo en esa ciudad de Santo Domingo, en las Cuatro Calles
de allá, tenemos cuatro pares de casas, las cuales son viejas y pequeñas, de poco
arrendamiento y muchos reparos, y sería conveniente se vendiesen por el poco
provecho que de ellas se saca. Y porque nuestra voluntad es que así se haga, los
mando que asistiendo con vosotros el nuestro Fiscal de esas Audiencia vendáis las
dichas casas en pública almoneda rematándolas en la persona o personas que más
dieren por ellas, y lo producido de ellas se meterá en la Caja Real de que os aréis
cargo vos, el nuestro tesorero.
Fecha en San Lorenzo el Real, a XVI de agosto de MDLXXII años. El Rey.

Refrendada de Antonio de Eraso señalada de los del Consejo.

47
Genaro Rodríguez Morel

ACERCA DE LA CAMPANA DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

San Lorenzo el Real, 4 de noviembre de 1572

(fol.243v.) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de las isla española:

Por parte del arzobispo, Deán y cabildo de la iglesia catedral de esa (fol.244)
ciudad nos a sido hecha relación que en la fortaleza de esa dicha ciudad estaban
ciertas piezas de bronce pequeñas y quebradas y por no poder seguir se las man-
damos prestar para ellas hacer una campana para la dicha iglesia y a causa de su
pobreza y necesidad no había pagado el valor de las dichas piezas, y los nuestros
oficiales de nuestra Real Hacienda que ahí residen se lo han pedido y piden con
mucha instancia, suplicándonos atento a la pobreza que como dicho es la dicha
iglesia tenía le demandamos hacer merced y limosna de ellos o como la nuestra
merced fuese.
Y visto por los del nuestro Consejo de las Indias porque yo quiero ser informado
de lo que en esta pasa y de cantidad que era el dicho bronce y el valor de ello y de
la necesidad y pobreza que la dicha Iglesia y fábrica de ella ha tenido y tiene, vos
mando que luego que esta nuestra cédula recibáis enviéis ante nos al dicho nuestro
Consejo relación de ello para que vista se provea a lo que más convenga y en el entre
tanto por la presente mandamos a los dichos nuestros Oficiales de esa dicha isla que
no molesten ni hagan vejación alguna a la dicha iglesia por valor del dicho bronce.
Fecha en San Lorenzo el Real, a cuatro de noviembre de mil y quinientos y
setenta y dos años. El Rey.

Refrendada de Antonio de Eraso señalada de los del Consejo.

48
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ORDENANDO QUE EL LICENCIADO PINEDA,


FISCAL DE SANTO DOMINGO VAYA A SERVIR EN LA FLOTA
QUE SE PREPARA PARA NUEVA ESPAÑA

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro XXV

Madrid, 25 de abril de 1573

(fol.233) De oficio: Para que el licenciado Pineda, Fiscal de la Española vaya a


servir en la flota que se apresta.

El Rey

Licenciado Pinedo a quien hemos proveído por nuestro Fiscal de la nuestra


Audiencia Real de la isla Española porque al nuestro servicio convíene que en la
flota que se esta aprestando para ir a la Nueva España que saldrá con brevedad os
embarquéis y vayáis a servir el dicho oficio. Os mando que así lo hagáis y cumpláis
con apercibimiento que vos hazemos que si no lo cumplieseredes mandásemos pro-
veer en vuestro lugar persona que le vaya a servir. Fecha en Madrid a veinte y cinco
de abril de mil y quinientos setenta y tres años. Yo el Rey.

Refrendada de Antonio de Eraso, señalada del presidente Joan de Ovando y


Licenciados don Gómez Botello, Otalora Gamboa.

49
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ORDENANDO QUE NO SE LE EJECUTEN


LAS DEUDAS QUE TIENE EL LICENCIADO PEDRO DE LEDESMA

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro 25

Madrid, 28 de octubre de 1573

(fol.254) El licenciado Pedro de Ledesma.

El Rey

Antonio de Cartagena, nuestro regidor en el nuestro Consejo de las Indias.


El licenciado Pedro de Ledesma, relator de la nuestra Audiencia Real de la isla
Española, nos ha sido hecha relación que por la culpa (fol.254v.) que contra el
resulto de la visita que tomó en la dicha Audiencia el licenciado Joan de Valdivia
fue condenado entre otras penas por seña dada por los del nuestro Consejo de
las Indias en cincuenta ducados para nuestra cámara y fisco y que del salió que ha
tenido señalado con el dicho oficio se le debe en la dicha isla mil cuatrocientos
maravedís como de ello dijo contaba por este testimonio de que en dicho Consejo
hizo presentación y nos suplicó atento de ello mandásemos que descontándosele
en la dicha isla del dicho salario que así se le debía los dichos cincuenta ducados
no fuese ejecutado por ellos en estos reinos o como la nuestra merced fuese.
Y habiéndose visto por los del dicho Nuestro Consejo lo hemos tenido por bien
y así os mandamos que no ejecutéis al dicho licenciado Pedro de Ledesma por los
dichos cincuenta ducados ni los cobréis en parte alguna del ni de otra persona por
el ahora ni en tiempo alguno sin embargo de la dicha sentencia dada contra el en
el dicho Consejo y de la Corte ejecutoria que de ello se hubiere dado que para en
cuanto a esto la suspendamos y es nuestra voluntad que no se cumpla quedando
para en lo demás en su fuerza y vigor por cuanto por una nuestra cédula de la data
de esta enviamos y mandamos a los nuestros oficiales de la dicha isla que del, salvo
que así se debiere al dicho licenciado le descuenten y condenación y merced que
tomen la razón de esta nuestra cédula los nuestros contadores de cuenta que resi-
den en el dicho nuestro Consejo. Fecha en Madrid a veinte y ocho de octubre de mil
y quinientos setenta y tres años. Yo el Rey.

Refrenda de Antonio de Eraso y señalada de los señores presidente y los del


Consejo.

50
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

ACERCA DE LOS REGOCIJOS EN UNA VENTANA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

El Pardo, 19 de enero de 1574

(fol.289v.) El Rey

Presidentes y Oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española:

Por parte del cabildo, justicia y regimiento de esa ciudad se han hecho regoci-
jos. Los alcaldes y religiosos de ella han tenido costumbre de ir a las casas donde se
hace cabildo como a casas del dicho regimiento a ver desde ellas los dichos regocijos
y siempre han tenido cuenta de ir a ofreceros lugar de donde en las dichas casas
(fol.290) los pudieses ver haciéndonos aderezar aparte las ventanas necesarias que
dicen que hay muy grandes en una sala de las dichas casas, dejando lugar en las
dichas ventanas adonde también estaban aparte los dichos alcaldes y regidores que
iban a ver los dichos regocijos.
Y que ahora de dos años a esta parte habéis mandado que los dicho alcaldes y
regidores no vayan a las dichas ventanas a ver los dichos regocijos, en lo cual se les
hacía notorio agravio, especialmente por haber en las dichas cuatro ventanas lugar
donde puedan estar, estando vosotros aparte, y nos fue suplicado atento a ello y a
que si pasase adelante sería causa para que no se hiciesen regocijos, os mandásemos
que libremente dejase de estar en dichas ventanas por su parte a los dichos alcaldes
y regidores que fuesen a ver desde ellas los dichos regocijos como se había acostum-
brado o como la nuestra merced fuese.
Y visto por los del nuestro Consejo de las Indias, porque yo quiero ser informado
de lo que en lo susodicho ha pasado y pasa y qué calidad de casas son las del dicho
cabildo y qué aposentos y ventanas tienen que salen a la calle y qué tan grande
cada ventana y qué costumbre ha habido en el estar en ellas esa Audiencia y el
dicho cabildo a ver los dichos regocijos y si de haberse guardado se ha seguido al-
gún inconveniente o qué causa ha habido para hacer novedad en ello y si conviene
mandar que se guarde la dicha costumbre o qué orden se podrá dar de manera que
el dicho cabildo no recibiese agravio. Vos mandamos que luego que esta recibáis
enviéis ante nos al dicho (fol.290v.) nuestro Consejo relación particular del susodi-
cho juramento con vuestro parecer de lo que convendrá proveerse para que, visto,
se provea lo que convenga. Fecha en El Pardo, a XIX de enero de mil y quinientos
y setenta y cuatro años. El Rey.

Refrendada y señalada de los dichos.

51
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE CONVENTO DOMINICO DE PUERTO PLATA


DE LA ISLA ESPAÑOLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 899, Libro II

El Pardo, 19 de diciembre de 1575

(fol.358) El Rey

Nuestros oficiales que residís en la ciudad de Sevilla en la casa de la contratación


de las Indias:
Por parte del prior, frailes y convento del monasterio de Santo Domingo de la
villa y Puerto Plata de la isla Española nos ha sido fecha en relación que los religio-
sos del dicho monasterio se han ocupado y ocupan de ordinario en la administra-
ción y servicio del culto divino y en las confesiones, con lo cual y con su buena vida
y ejemplo han hecho y hacen mucho fruto a los naturales y personas que vienen a
aquel puerto, como todo ello contaba y parecía por cierta información que ante
nos en el nuestro Consejo de las Indias fue presentada, suplicándonos atento a
ello le mandásemos hacer alguna merced y limosna o como la nuestra merced fuese.
Y visto por los de dicho nuestro Consejo de las Indias lo habremos tenido por
bien, y os mandamos que cualesquier maravedís que hubiere en esa casa de bie-
nes de difuntos de que hechas las diligencias conforme a las Ordenanzas de ella
no parecieren herederos de ellos y paguéis al prior, frailes y conventos del dicho
monasterio o a quien su poder hubiere seiscientos ducados, que valen doscientos y
veinte mil maravedís, de que le hacemos merced y limosna para ayuda a su susten-
tación por una vez, que con su carta de pago o de quien el dicho su poder hubiere
y esta nuestra cédula mandamos vos sean recibidos y pasados en cuenta los dichos
seiscientos ducados sin otro recaudo alguno. Fecha en El Pardo, a diecinueve de
diciembre de mil y quinientos y setenta y cinco años. El Rey.

52
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Carta enviada al Rey por el Licenciado Rodrigo


de Ribero, informándole sobre la situación de la isla

Archivo General de Indias


Santo Domingo 70, Ramo I, Doc. 14

Santo Domingo, 8 de mayo de 1581

Católica, Real Majestad

Ahora en este punto, lunes 8 de mayo a las 9 horas de la mañana acabo de recibir
con un navío que viene de La Margarita, la carta que va con ésta.
Vino este navío cargado de alguna sal que salió haciendo, sin traer perlas nin-
gunas por que no hubo lugar de tomarlas, aunque aguardaban aquí en el mar, más
de veinte mil ducados de ellas y fue porque hubo aviso de seis navíos franceses que
estaban ya en la isla y los indios de la isla vecina, que fueron los primeros que lo
descubrieron, fueron por sus naos y dicen que vieron que una de ellas era una nao
grande como de ocho hombres presos en cadenas y que la nao parecía la habían
robado y que me parecía que los presos y estos dieron el primer aviso y dice el piloto
que decían los indios que venían de camino de estas costas para aguardar la flota
que esta mañana ha salido a la barrera del puerto de esta ciudad y hará una hora
que van ya a la vela para España, doce navíos cargados con el navío de aviso que lleva
el presente del Rey de la China y luego que les dio un viento en popa que van por
La Habana como Vuestra Majestad lo tiene mandado y para que se pasen de aquí y
fuesen para La Habana se ha pasado hondo trabajo y el licenciado de las Cabezas
ha tenido cuidado para su salida. Vuestra majestad se ha servido de ver el peligro
que estas partes tienen, sus galeras guarde nuestro señor la católica y real persona
de vuestra majestad por largo tiempo de Santo Domingo de la Española, 8 de mayo
de 1581 años.

Católica, Real Majestad.

Besa los pies a vuestra majestad, su criado el licenciado Ribero.

53
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA EN LA QUE SE AVISA AL PRESIDENTE Y OIDORES


DE LA ESPAÑOLA SOBRE LOS CORSARIOS INGLESES Y FRANCESES
QUE VAN HACIA AQUELLAS PARTES

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro 29

Lisboa, 29 de junio de 1581

(fol.148) A la Audiencia de la isla Española dándole aviso de que se tiene de


corsarios.

El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española. Por cosa cierta que sabe que en los reinos de
Inglaterra y Francia han animado y arman corsarios mucha cantidad de navíos con
determinación de ir a robar y hacer otros daños en las costas de las nuestras indias y
por que conviene que se sepa en esas para que se tenga la advertencia que conviene
haber ordenando que vaya esta carabela a dar aviso de ello y así os mandar que en
particular tengáis mucho cuidado de apercibir la gente de esa isla así por los puertos
de esa banda como por los la del norte para que en cualquiera caso suceda puedan
seguir haber y castigar los dichos corsarios.
Y para que no tengan esta por prevención ordinaria los certificaréis que el
número de los corsarios que se sabe han salido y salen a hacer los dichos robos con
muchos y con mucha gente y artillería y que así conviene sea mucha la defensa y
ponéis vuestras velas en los lugares que conviene para que os avisen de lo que suce-
diere y podáis acudir al remedio cuando sea necesario. Fecha en Lisboa a XXIX de
julio de mil quinientos ochenta y un años. Yo, el Rey.

Refrendada de Erasso y señalada de los dichos.

54
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE, JUECES Y OFICIALES


DE LA CASA DE LA CONTRATACIÓN DE SEVILLA. EN LA MISMA
REFIEREN QUE LOS NAVÍOS QUE PASAN A LAS INDIAS NO LLEVAN
LA ARTILLERÍA NI MUNICIONES QUE DISPONEN LAS ORDENANZAS.
ORDENA QUE EN LO ADELANTE LAS MISMAS SE CUMPLAN

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro 27

Madrid, 19 de septiembre de 1581

(fol.8v.) La isla Española.


Don Phelipe

A vos nuestro presidente y Juezes oficiales de la casa de la contratación de la


ciudad de Sevilla.
Sabed que el nuestro Fiscal de la nuestra Real Audiencia de la isla Española nos
ha escrito que los navíos que se despachan para la dicha isla en esa ciudad no lle-
van el artillería y municiones que se dispone en las ordenanzas de esa Casa y que al
tiempo de visitarlos lo toman prestado de otros navíos por cumplir con las dichas or-
denanzas y luego la vuelven y así van muy desapercibidos y con poca fuerza y es cau-
sa de que sean fácilmente robados de los corsarios y sucedan los muchos daños que
se han visto y de que los dichos corsarios continúen el ir a hacerlo suplicándonos le
mandásemos remediar como más conviniese a nuestro servicio y al buen recaudo y
seguridad de los dichos navíos y habiéndose visto por los del nuestro Consejo Real
de las Indias fue acordado que debíamos mandar dar esta nuestra provisión por la
cual os mandamos que de aquí adelante hagáis sacar un traslado de la visita que se
hiciere a los navíos que se despachasen para la dicha isla en la cual se especifique la
artillería y municiones que llevan, y el dicho traslado le enviareis a la nuestra Real
Audiencia a la de la dicha isla cerrada y a muy buen recaudo (fol.9) para que por
ella se tome cuenta de la dicha artillería y municiones y se puedan ejecutar las penas
contenidas en la dicha ordenanzas en los que no cumplieren con lo que en ellas se
dispone y haréis asentar esta nuestra provisión en los nuestros libros lo que en ella
se ordena y manda y también ordenareis que se publique entre los dueños de navíos
y mercaderes que las envían a ir y cargar para la dicha isla. Dada en Madrid a diez y
nueve de septiembre de mil y quinientos y ochenta y un años.
Librada del licenciado Diego la Gasca de Salazar, el licenciado Alonso Martínez
espadero, el licenciado don Diego de Zúñiga, el licenciado Henao el licenciado Hi-
nojosa.

Refrendada de Juan de Ledesma.

55
Genaro Rodríguez Morel

LA AUDIENCIA DE LA ISLA ESPAÑOLA DÁNDOLE AVISO DE LOS CORSARIOS


Y QUE NOTIFIQUEN A LOS CAPITANES Y MAESTRES DE NAVÍOS QUE DE ALLÍ
SALIERON PARA ESTOS REINOS QUE NO TOQUEN A LA ISLAS DE LOS AZORES

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro 29
Lisboa, 1 de enero de 1582

(fol.149v.) El Rey

Presidente y oidores de la nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española. Por una nuestra carta fecha en veinte y nueve
pasado que se os envió en una carabela que para ello se despacho el mes de agosto
siguiente os advertimos de la nueva que había (fol.150) de que en los reinos de
Francia e Inglaterra se armaba mucha cantidad de navíos de corsarios para ir a ha-
cer robos y daños por las costas y el duplicado de este despacho lo mandamos enviar
en el pataje de aviso de la flota que de próximo a de salir para Tierra Firme de que
es nuestro capitán general don Diego Maldonado. Y aunque entendemos que esos
despachos habrán llegado a vuestro poder y que habréis hecho las diligencias y pre-
venciones que en ello se os ordena para la defensa de esa costa y poder hacer daño y
no recibirlo de los dichos corsarios porque ahora de nuevo se ha entendido que de-
más de los que entonces habían armado se aparejan otros muchos con mucha gente
armas y artillerías que saldrán muy en breve con el mismo intento os hemos querido
dar aviso de ello con esta carabela que solo para este efecto se envía y os los manda-
mos que pues ya tenéis apercibida y avisada a la gente de esa isla y hecho lo demás
que para la defensa de ella sea necesaria los prevengáis de nuevo y teniéndolos muy
a punto para lo que sucediere pues veis lo mucho que importa y la culpa que se os
podría imputar de cualquier mal suceso estando tantas veces advertido y porque en
el entretanto que la isla Tercera no estuviere reducida a nuestro servicio conviene
que los navíos que hubieren y venir a estos reinos no pasen por ella ni por las otras
de los Azores haréis notificar a todos los capitanes, maestres y pilotos de los navíos
que salieron de ese puerto y de los demás de (fol.150v.) ese puerto y de los demás de
esa isla que mudando la navegación y altura se aparte lo que fuere posible para que
vengan seguras de no tocar en ellas y de los navíos de corsarios que por allí estu-
vieren, advirtiéndoles que cuando la necesidad o tiempo les forjaren podrían sólo a
más no poder tocar en la isla de San Miguel porque aunque se rodena esto mismo a
los generales de las flotas el bien que todos lo entiendan por si en alguna ocasión o
por alguna cosa algún navío se derrotare y en el primero que viniere a estos reinos
nos daréis aviso del robo de ese despacho y porque conviene que este mismo aviso
se tenga en las islas de La Margarita y Jamaica despachareis luego una carabela que
lleve los despachos que aquí se os enviar para los gobernadores de aquellas islas.
De Lisboa a primero de enero de mil y quinientos ochenta y dos años. Yo el Rey.
Por mandado de su majestad, Antonio de Eraso y señalada de los del Consejo.

56
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

SOBRE LA NECESIDAD DE LLEVAR MERCANCÍAS A LA ISLA ESPAÑOLA,


AUNQUE SEA DE LAS COSTAS DE GALICIA, SOBRE TODO POR LOS
ALTOS PRECIOS QUE TIENEN LOS PRODUCTOS QUE VAN A AQUELLA ISLA

Archivo General de Indias


Indiferente General 1952, Libro II

Madrid, 20 de marzo de 1583

Don Phelippe

Presidente y Jueces oficiales de la casa de la contratación de Sevilla. El licenciado


Alonso Bernáldez, en nombre y como Procurador General de la isla Española a vos
me ha hecho relación que después que dejan de ir navíos fuera de flota del reino de
Galicia a aquella isla se padece en ella gran necesidad de mantenimiento de estos
reinos y los que hay valen a precios tan excesivos que por esta causa las personas
que van a poblar en la dicha isla y los vecinos que hay en ella procuran salirse e ir
a otras partes y lo hacen de ordinario sin poderse resistir y así se va despoblando la
dicha isla y este daño cesaría y nos seríamos servido y nuestros derechos acrecen-
tados mandando que el dicho reino de Galicia pudiesen ir navíos a la dicha isla
Española fuera de flota como lo solían hacer con los mantenimientos que solían
llevar suplicándonos mandásemos dar orden y licencia para ello a como la nuestra
merced fuese vista por los del nuestro Consejo de las Indias porque queremos ser
informados si de dar la dicha licencia podría resultar algún inconveniente y porque
razón os mando que con intervención del prior y cónsules de esa ciudad nos enviéis
relación de ello con vuestro parecer para que visto se provea lo que convenga. Dada
en Madrid a veinte de marzo de mil y quinientos y ochenta y tres años.

Firmada del Consejo y refrendada de Ledesma.

57
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE LA IMPOSIBLILIDAD QUE TUVO EL LICENCIADO ALONSO


DE TORRE PARA LLEVAR UNOS ESCLAVOS A LA ESPAÑOLA POR NO
TENER LICENCIA PARA ELLO. MEDIANTE ESTA CÉDULA SE LE DA
AUTORIZACIÓN PARA QUE NO SE MOLESTE

Archivo General de Indias


Indiferente General 1952, Libro II

El Pardo, 17 de octubre de 1584

El Rey

Mi presidente y oficiales de la casa de la contratación de Sevilla. Por parte del


licenciado Alonso de la Torre, mi oidor que al presente es de la mi Audiencia Real
de la isla Española me ha sido hecha relación que en la última flota que fue a la
Nueva España hizo su viaje a la dicha isla con cuatro criados y por no llevar cédula
mía para el pasaje no le dejaste pasar sin ella con los dichos criados, por virtud de
su título y otros recaudos que os mostró debajo de fianza que dio de que se lleva-
ría provasión de ello suplicándome mandase dársela y que los fiadores no fuesen
molestados por la dicha fianza.
Y visto por los de mi Consejo de las Indias lo he tenido por bien y así os mandé
que por la dicha razón no molestéis a los dichos fiadores que el dicho licenciado
hubiere dado que yo apruebo por esta vez el haberle voz dejado pasar sin cédula
mía. Fecha en el Pardo a diez y siete de octubre de mil y quinientos y ochenta y
quatro años. Yo, el Rey.

Refrendada de Antonio de Eraso y señalada del Consejo.

58
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA SOBRE LAS PETICIONES DE MÉRITOS


Y SERVICIOS A LOS VECINOS DE LA ISLA ESPAÑOLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 10

Santo Domingo, 28 de septiembre 1587

El Rey presidente y oidores de mi Real Audiencia que reside en la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española.

Ya sabéis como en las nuevas leyes que el Emperador y rey mi señor que está en
gloria mando hacer para el buen gobierno de las Indias. Hay una en que se orde-
na que porque muchas veces acaecía que personas residentes en las dichas Indias
venían a pedir gratificaciones de sus servicios, y por no tener la información de
sus calidades, méritos ni de las cosas que pedían no se podía proveer con la satis-
facción que convenía a las tales personas que manifiestan allá, en la Audiencia sus
pretensiones para que la dicha Audiencia se informase así de las localidades de las
personas como de las cosas que pedían. Y esa dicha información la enviasen cerra-
da y sellada, con su parecer a mi Real Audiencia de las Indias para que con ésta se
pudiese mejor proveer lo que conviniese y asímismo habréis entendido, por haber
después ocurrido, como muchas personas al suplicar se les quisiese dar merced y
gratificación, sin traer las informaciones y parecer conforme a lo convenido en la
dicha ley, ni como convenía a fin de excusas.
Los fraudes y daños que se podían seguir de no hacerse con el recato y ser
esto necesario por cédula fechada en veintitrés de enero del año pasado de mil
quinientos cincuenta ocho, por orden que luego que algunas personas pidiesen
que informasen después de sus servicios y calidad y de las cosas que quisiesen
pedir recibiesen de este oficio información secreta y queja, diesen de esa al pie
de ella vuestro parecer determinada y claramente de la merced que merecía y
cerrada y sellada la dicha información y parecer sin entregar a la persona no que
viese ni entendiese lo que contenía la enviase este oficio por dos vías al dicho mi
Consejo y que si damos de la dicha información del oficio, quisiesen las partes
hacer otros, los recibiese y sin dar parecer en ellas se las entregasen para que
usasen de ellas como les pareciese y como habiéndose visto en dicho mi consejo
algunas de las dichas informaciones y por ellos vi por los pareceres no consta-
sen ni viniesen averiguaciones de los méritos o desméritos de las personas, cuyas
consideraciones eran para poder hacer con más justificación la dicha gratifica-
ción y para proveerse lo que conviniese, será necesario saber y entender lo muy
particularmente.
Sobre lo dicho por otra cédula mía fechada en siete de agosto del mes pasado de
mil quinientos setenta y seis, que os envíe mandar de allí en adelante cuando hubiese

59
Genaro Rodríguez Morel

que hacer o recibir las dichas informaciones se pusiese muy gran cuidado y diligencia
en averiguar y saber la verdad de los méritos y desméritos de los pretensores.
Proveyendo los testigos que declarasen en las dichas informaciones los exami-
nase por su persona uno de los Oidores de la Audiencia que nombrase el mismo
presidente de ella y que no consintiese ni diese lugar a nuestro Consejo que el es-
cribano, ante quien hubiesen pasado cualesquiera de las dichas informaciones de
cómo se hubiesen examinado los testigos personalmente con el dicho oidor y que
al parecer que en cada uno no viniese escrito detrás, por uno de vosotros, los dichos
Oidores, para que el escribano ni otra persona pudiesen entender el parecer que
dabais y que en él se refiriesen los que en la dicha información se aprobaban y los
que estuviesen desentendidos y que hubiesen dicho y si habían de servido en algu-
na cosa que sería bien hacer con ellos, todo con el mismo secreto que de antes los
habían encomendado.
Y por haberse después entendido que el oidor a quien se encargaba en saber
las dichas informaciones algunas veces la sometía a el señor otras que el le apre-
cia y que sabiéndolo la parte, presentaba los testigos que quería y resultaba que
muchas personas sin tener los méritos y calidades que se requieren haciendo las
dichas informaciones con testigos que tenían prevenidos y de aquí otros muchos
inconvenientes por otra cédula mia fechada en diez de noviembre del año así mis-
mo pasado de mil quinientos sesenta y ocho. Os volví de nuevo a mandar que de
allí en adelante de ese desorden como así en las de oficio, como de pedimiento
de parte, se guarde la que faltaba dada y que el oidor a quienes cometiesen en las
dichas informaciones asistiese al examen de los testigos personalmente sin que lo
comentara a persona alguna y con el recato y secreto que conviene y que porque
había entendido que algunas personas de oficios bajos y otros que habían servido
poco tiempo pretendían hacer las dichas informaciones estuviesen de esas adver-
tidos y que solo se había de recibir de aquellas de quien hubiese probabilidad,
generalmente de tener méritos, calidad y servicios para merecer que les pusiese
merced y como quiera que con la orden en esto dada esté bastante proveído lo
que conviene considerando que sólo puede estar en la falta de su cumplimiento
de servicio de remisión en su fiel y puntual ejecución, que por ser las dichas infor-
maciones el medio que justifica cada gratificación de los servicios por alguna vía
o negociación, los beneméritos fuesen defraudados. De ella se les haría agravio
y demás del daño y escrúpulo de la conciencia del fuese culpado en ello, le des a
entender el castigo que merecía. Me ha parecido volveros a mandar y apretada-
mente a encargar, como de nuevo, mucho encargó y mandó, que en todo caso,
las dichas informaciones se hagan de aquí adelante con el rigor que conviene,
guardándose precisa y puntualmente en las dichas cédulas. Sobre ello, dadas y
que en su cumplimiento, el oidor, a quien se cometiere examine por su persona
los testigos que sean presentados inteligentes, desde lo que se le a de preguntar
y honrados y acreditados en la república y temerosos de sus consecuencias y de
quien se sepa y entienda que por ningún respeto dejara de decir verdad y que se le
tomo juramento de guardarse entero y que el dicho oidor no lo pueda encomendar

60
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

a el escribano de cámara no a otra ninguna persona, sino que los haya de hacer
por los suyos ordenando que para ello se cite a mi Fiscal, el cual firme también con
nosotros el parecer secreto que diere de que conforme a lo proveído a de venir
de uno de vosotros los dichos Oidores, con el día, mes y año advirtiendo que en
ninguna manera no haya desoído en cumplimiento, de lo que así mismo esta orde-
nado acerca de que las partes de la en ella lo que pretenden suplicarme en que le
hagan merced, lo cual no se ha guardado como debiera, ni que las dichas informa-
ciones ni los duplicados de ellas no se den a las partes y de ninguna manera se les
diga lo que contienen, con lo cual se termina la misma cuenta para que no cause
inconvenientes y cerca de los que pidiere y de las calidades de las personas diréis
distintamente lo que os ocurrieren con sumo secreto sin que haya examen de los
testigos no otra ninguna cosa venga a noticia de las partes y así mismo habiereis
a los gobernadores y otras justicias de ese distrito que no reciban información de
méritos, sino que la permita y daréis a entender a los pretensores que no habien-
do sus informaciones en esta forma no se recibirán ni admitirán en el dicho mi
consejo. Y para que todos lo entiendan, ordenaréis que esta mi cédula se pregone
públicamente y que de haberse hecho se envíe testimonio al dicho mi consejo.
Fecha en Santo Domingo, a veintiocho de septiembre de mil quinientos ochenta
y siete. Yo el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor Juan de Ibarra.

61
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA A SU MAJESTAD POR EL LICENCIADO CASTRO,


RELATOR DE LA AUDIENCIA. EN LA MISMA REFIERE LOS CONTRATIEMPOS
QUE HAN HABIDO EN LA ISLA POR LA REDUCCIÓN DE LA MONEDA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 51, Ramo I, Doc.117

Santo Domingo, 15 de enero de 1588

Sacra, Católica, Real Majestad.

Ha traído tanta disminución la mudanza de la moneda que por mandado de


vuestra majestad se hizo que el aprovechamiento de sus criados en esta isla que lo
que antes tenían y valían por cuatro reales, hoy no es de provecho un real de plata
como otras veces por cartas e informaciones. Vuestra majestad ha tenido relación y
esto ha causado que los que tenemos salarios y derechos señalados estemos necesi-
tados o con un poco o casi ningún aprovechamiento y de irse robados y saqueado,
no solo por el corsario inglés que aquí nos arruinó, más por los que causan y roban
la mar como a mi muchas veces me ha sucedido.
En la pobreza de mis continuos trabajos he llegado para vestirme a aderezar
mi posada, todo lo cual me cuesta y necesita a que sea vuestra majestad importuno
representando cada día más necesidades como a fuerte do ha de manar mi socorro
y remedio de la estabilidad y he padecido y padezco en ocho años que ha sirvo a
vuestra majestad con la fidelidad y rectitud y aplauso que al servicio de tan gran
príncipe cumple.
Como a todos es muy notorio y en todo este tiempo, por muchas veces supliqué
se me hiciese merced de emplearme en su servicio la parte que no corriese tanto
riesgo mi persona y mis servicios y trabajos tuviesen mayor premio y así lo mandó a
suplicar o que cuando de ello vuestra majestad no se sirva sea acrecentándome el
saldo de relator de cincuenta ducados que llevo, a quinientas de esta moneda para
que pueda conservar el buen nombre que hasta aquí he tenido y la necesidad que
me fuerza a hacer lo que no debo en deservicio de vuestra majestad y en detrimento
de mi conciencia.
Y pues en estas Indias de vuestra majestad más crecidos salarios que a quienes
tienen premios de sus trabajos suplica vuestra majestad sea servido se me acreciente,
pues mi mucha necesidad no quiere más dilación y confiado se me hará esta mer-
ced. Nuestro señor guarde a vuestra majestad con acrecentamiento de mayores
reinos y señorías. De Santo Domingo, de la isla Española y enero 15 de 1588.

Besa las manos de vuestra majestad su muy cierto criado.

El licenciado Castro, relator de vuestra majestad.

62
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA A LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA


DE SANTO DOMINGO SOBRE LA PETICIÓN DE LOS PRIVILEGIOS
A LOS ECLESIÁSTICOS COMO a los SEGLARES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 20

Santo Domingo, 22 de junio de 1588

El Rey

Mi presidente de mi Audiencia Real, que reside en la ciudad de Santo Domingo


de la isla Española.
Habiéndome parecido que entre las cosas tocantes a el buen gobierno de esa
parte era de mucha consideración la forma y trazo que convenía dar para que los
pretensores así eclesiástico como seglares, de quien continuamente van y vienen
cargadas las flotas, consiguiesen desde sus casas el premio y gratificación de sus
servicios, excusando tan largas ausencias y viajes y de tanto riesgo, trabajo y costa.
Mandé dar la orden que se ha de tener de aquí en adelante en esa y las demás
Audiencias de las Indias en el hacer las informaciones a pedimento de los dichos
pretensores y de oficio y en dar sobre ellas los pareceres declarando en otras
cédulas aparte, los recaudos y provisiones de sus prelados, que demás de las infor-
maciones, han de enviar los pretensores de prebendas y otros oficios y beneficios
eclesiásticos y para los temporales que allá se proveen la cuenta, que se ha de tener
con las personas beneméritas y de como se han de distribuir entre ellos, así los
dichos oficios como los otros entretenimientos y ocupaciones de aprovechamien-
to y para los que han venido con semejantes pretensiones, entendiesen que de
aquellos de quien me pareciese hacer elección para las cosas que al presente están
vacas y las que se hubieren de proveer adelante han de ser premiados conforme
a sus méritos y recibir allá sus presentaciones y títulos, que no han de mejorar
sus pretensiones con la venida y mandado notificar a todos los que acá se hayan
a el presente, que luego se salgan de la corte y dejando sus papeles y memoriales
se vayan a esperar la ocasión de su embarcación los que hubiesen venido de las
Indias y los de estos reinos a sus casas porque hasta haberlo cumplido no les haré
merced ni se tratará de sus prohibiciones y porque ya descartar la venida de las
dichas pretensiones, su gratificación se ha de justificar por relaciones y escribo a
los prelados encargándoles las conciencias por lo que toca a los que se les ordena
que envíen para la prohibición eclesiástica y que no den licencia para venir a estas
partes, pretensiones y a ningún clérigo teniendo este cuidado cada prelado en su
distrito y os mando, que particularmente le tengan de no dar licencia a ninguno
de los dichos clérigos para venir a estos reinos a las dichas pretensiones aunque la
tengan (fol. 8v.) de su prelado, que a los de ese distrito escribiese con se os ordena

63
Genaro Rodríguez Morel

y manda esta para que no le den para este efecto y así mismo advertiréis mucho al
cumplimiento de la cédula mía arriba referida y que con esta se os envía sobre la
forma que se ha de tener al recibir las dichas informaciones, pues veis lo mucho
que en esto va habiéndose de hacer conforme a la que de ella constare la dicha
gratificación y demás oficios y entretenimientos temporales habéis de cumplir pre-
cisamente lo que se contiene en otra cédula mía que así mismo va con esta sobre
que los hayáis de ocupar, proveer y acomodar allá, con que no tendrán a que venir
ni ocasión de inquietarse para que hubiese en ese distrito y de las Universidades
y donde hubieren estudiado y de las demás beneméritas para oficios y temporales
con particulares relación de les estudios y suficiencia de los letrados y de las partes
edad, virtud y de la calidad y servicios de los uno y de los otros y de sus pasados
para que conforme a sus méritos los honre, premie y haga merced.
Fecha en San Lorenzo a veinte y dos de junio de mil y quinientos y ochenta y
ocho años.

Por mandato del Rey nuestro señor.

Juan de Ibarra.

64
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE Y OIDORES


DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO SOBRE LA ORDEN QUE HAY PARA
LAS INFORMACIONES DE LA PETICIÓN DE MÉRITOS Y SERVICIOS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 21

Santo Domingo, 23 de marzo de 1588

El Rey

Presidente y oidores de mi Real Audiencia que reside en la ciudad de Santo


Domingo de la isla Española. Por una mi cédula fecha en veinte y ocho de sep-
tiembre del año pasado de mil quinientos y ochenta y siete que os he mandado
enviar, habréis visto la orden que es mi voluntad, se tenga en el hacer las informa-
ciones de oficio de los servicios y méritos de los pretensores y en la forma en que
habéis de haber en ellas vuestros pareceres y porque además de aquello para lo
que toca a la prohibición eclesiástica conviene que los que pretendieran dignidad
prebenda o beneficios que sea a mi presentación como de patrón que soy de todas
las iglesias de esas partes traigan aprobación de sus prelados para que conforme
a los que constare de las dicha informaciones y de pareceres y de la relación que
dieron los dichos prelados de los méritos costumbres de vida y ejemplo de cada
uno sean premiados y acrecentados y más en esto mucha perfección por los que
toca a tan alto ministerio y apostólico oficio como han de ejercitar los dichos pro-
veídos os mando que cuando algún eclesiástico os pidiera que recibáis las dichas
informaciones le advirtáis que ha de traer con ella las aprobación de su prelado
sin la cual no se recibirán los demás recaudos que trajera y como quiera que por
ser esto cosa de tanta importancia y que tan de veras pertenece a el descargo de la
conciencia de los dichos prelados es decretar que mirarán mucho en las persona
que aprueban vosotros, así mismo, para dar vuestros pareceres procuraréis saber
muy bien los méritos, letras y suficiencia, vida y costumbres de los tales pretenso-
res para que con esta satisfacción se pueda mejor asentar las dichas prohibiciones
eclesiásticas. Fecha en Madrid a veinte y tres de marzo de mil y quinientos ochenta
y ocho años. Yo, el Rey.

Por mandato del Rey nuestro señor Juan de Ibarra.

65
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA AUTORIZANDO A PEDRO DE RENTS, AYUDANTE


DE Cámara PARA QUE PUEDA TRAER PERLAS DE LAS INDIAS
POR VALOR DE QUINIENTOS DUCADOS

Archivo General de Indias


Indiferente General 1952, Libro III

San Lorenzo, 8 de junio de 1588

(fol.249v.) El Rey

Mis presidente y Jueces Oficiales de la casa de la contratación de Sevilla. Por


parte de Pedro de Rents ayuda de mi cámara me ha sido hecha relación que de
la merced que le hice el año pasado de mil quinientos setenta y nueve de qui-
nientos ducados en el valor de un regimiento de la ciudad de Santo Domingo de
la isla Española de que mandé dar título a don Fernando de Padilla se trajeron
a esa casa el año asimismo pasado de ochenta y cinco en la nao nombrada San
Antonio, de que era maestre Sebastián de Soto ciertas onzas de perlas a cuenta
y rriesgo del dicho Pedro Rents que no llegan al valor de los dichos quinientos
ducados y aunque pidió se las entregasedes no lo quisistes hacer y le remitíste a
mi como parecia por un testimonio de que fue hecha presentación en mi Con-
sejo de las Indias suplicándome atento a ello os mandase se los entregasedes.
Y visto por los del dicho mi Consejo fue acordado que debía mandar dar esta mi
cédula por la qual os mando que habiéndose traído (fol.250) las dichas perlas
en la forma sobre dicha y estando en vuestro poder las entreguéis al dicho Pedro
Rants o a quien tuviere su poder y tomad su carta de pago o de quien el dicho su
poder hubiese que con ella y esa cédula mando que se os resciban en cuenta sin
otro recaudo alguno. Fecha en San Lorenzo a ocho de junio de mil y quinientos
y ochenta y ocho años. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor. Joan de Ibarra, señalado del Consejo.

66
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL GOBERNADOR DE LA ISLA ESPAÑOLA


DÁNDOLE AVISO SOBRE LOS CORSARIOS QUE SE PREPARAN
PARA IR HACIA AQUELLAS PARTES

Archivo General de Indias


Indiferente General 426, Libro XXIX
San Lorenzo, 18 de octubre de 1589

(fol.177) Al gobernador de la isla Española.

El Rey

Lope de Vega Puerto Carrero, mi gobernador y Capitan General de la isla Espa-


ñola y presidente de mi Audiencia Real de ella. Habiendo tenido aviso de que a los
veinte y nueve de julio pasado partio de Plimuth, del reino de Inglaterra, el Conde
de Cumberland con una nao de las de la reina de setecientas toneladas y otras dos
de sesenta y una carabela de cuarenta y dos chalupas y en todos esos bajeles hasta
seiscientos hombres entre marinos y soldados y que su designio era ir a robar y hacer
el daño que pudiere en esas partes y particularmente en la costa de esa isla me ha
parescido avisaros de ello con este barco que (fol.177v.) no va a otra cosa para que
teniendolo entendido estéis con el apercibimiento necesario y tan a punto que este
cossario no pueda conseguir su intento en ninguno de los puertos de esa costa, lo
qual os encargo mucho procureis y tener la gente que pudiere ser de provecho o
bien disciplinada, fortificados los puertos de importançia lo mejor que se pudiere
con toda buena orden y el mucho cuidado y vigilancia que confio de vuestra perso-
nal y de qualquier noticia que tuviere des de este vuestros enemigos avisaréis a este
mismo varco. De Sant Lorenzo a diez y ocho de octubre de mil y quinientos ochenta
y nueve años. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor.

Joan de Eraso, señalada del Consejo.

67
Genaro Rodríguez Morel

El Racionero Joan de Alfaro presbítero suplica


a vuestra majestad le provea una Chantría a la Iglesia
de La Vega o una CanonJía

Archivo General de Indias


Santo Domingo 24, Ramo I, Doc.71 (a)

Madrid, 16 de mayo de 1595

El Rey

Contadores de mi contaduría mayor de hacienda: Por mi cédula fecha en


treinta de septiembre de ochenta y seis hice merced de prorrogar por diez años
a los vecinos y moradores de la isla Española las que había hecho en que de los
cueros, azúcares, cañafístola y las otras cosas y granjerías que de aquella isla se
trajesen o enviasen a la ciudad de Sevilla así por ellos como por otros cualesquiera
personas mercaderes y tratantes no se me pagase de los derechos de almojarifazgo
y alcabala que de ello se me debiese pagar en la dicha ciudad más de solamente
a razón de siete y medio por ciento en lugar de los quince por ciento. Y ahora el
capitán Melchor Ochoa de Villanueva en nombre y como Procurador General de
la dicha isla me ha hecho relación que la dicha merced que así les tengo hecha se
había cumplido o cumplía brevemente suplicó me se la mandase prorrogar por
más tiempo por la pobreza y necesidad con que los vecinos y moradores de la di-
cha isla están a causa de las pérdidas y daños que les han sobrevenido estos años
pasados y habiéndoseme consultado por los de mi consejo de las Indias teniendo
consideración a lo sobre dicho he habido por bien de prorrogarles como por la
presente le prorrogo la dicha merced por cinco años más que corran y se cuenten
desde el día que se hubiese cumplido o cumplieren los dichos diez años. Y así os
mando que luego como os fuere mostrada esta mi cédula deis a la dicha isla Es-
pañola los despachos que convengan y sean necesarios para que el dicho tiempo
de los cinco años contados como dicho es no se pida cobre ni lleve en la dicha
ciudad de Sevilla del almojarifazgo (fol.1v.) y alcabala que en ella se me debe de
los cueros, azúcares y cañafístola y los otros frutos y granjerías que se trajeren o
enviaren de la dicha isla por cualquier personas negociantes y tratantes más de
islas merced a razón de los dichos siete y medio por ciento que es la mitad de lo
que se me debía pagar porque de los otros siete y medio le hago merced y gracias
por el dicho tiempo. Fecha en Madrid a diez y seis de mayo de mil y quinientos y
noventa y cinco años. Yo, el Rey.

Refrendada de don Juan Ibarra y señalado del Consejo.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA PARA QUE LOS FRUTOS DE LA ISLA SE PUEDAN LLEVAR


A CASTILLA LO ANTES POSIBLE PARA QUE LOS MISMOS NO SE CORROMPAN.
SE AUTORIZA QUE VAYAN SIETE FILIBOTES DE DOCIENTAS TONELADAS
CADA UNO

Archivo General de Indias


Indiferente General 1952, Libro IV

Madrid, 10 de octubre de 1595

(fol.31) Don Phelipe

Mi presidente y Jueces oficiales de la casa de la contratación de Sevilla. Por


parte del cabildo justicia y Regimiento de la ciudad de Santo Domingo de la isla
Española y Gerónimo de Torres por si y en nombre de Diego de Torres y Joan
Enríquez vecinos de esa ciudad, contratadores en las dicha isla. Se me ha hecho
relación que tenía necesidad la dicha isla que los frutos que en ella se crían se tra-
jeren a estos reinos con brevedad porque de la dilación resultaba corromperse por
ser la tierra cálida y perderse de que recibían daños y perdidas los vecinos de ella
y mis rentas reales suplicándome atento a ello les hiciese merced de dar licencia
para que cada año pudiesen ir a la dicha isla seis filibotes de decientas toneladas
arriba para llevar de estos reinos cosas necesarias para el sustento de la dicha isla
y traer los dichos frutos y mercadurías de ella. Y visto por los de mi Consejo Real
de las Indias porque quiere ser informado si de hacerse lo que pide la dicha isla
puede seguirse algún inconveniente o no y que daños reciben los dichos frutos de
ella y dilatar su traída a estos reinos os mando que con intervención de prior y cón-
sules de esa ciudad me enviéis relación de ello con vuestro parecer para que visto en
el dicho mi Consejo se provea lo que convenga. Dada en Madrid a diez de octubre
(fol.31v.) de mil y quinientos noventa y cinco años.

Firmada de los señores presidente y oidores del del Consejo y refrendada de


Balmaseda. Va en tres renglones para llevar de estos reinos cosas necesarias.

69
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA PIDIENDO QUE LOS PRODUCTOS QUE SE PRODUCEN


EN LA ISLA SE ENVÍEN PRONTO A CASTILLA YA QUE EL CALOR
QUE HACE EN LA ISLA LOS PUDRE. PARA ELLO PIDEN QUE SE DEJEN
IR A LA ISLA CADA AÑO SEIS FILIBOTES DE 200 TONELADAS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 24, Ramo I, Doc. 46 (a)

Sevilla 25 de octubre de 1595

Señor

Por una Provisión del Real Consejo de las Indias de diez de octubre de este año
nos mando vuestra majestad decir que por parte del cabildo y regimiento de la
ciudad de Santo Domingo de la isla Española y por parte de Diego Pérez de Porras
y Joan Enríquez vecino de esta ciudad, contratadores de la dicha isla se ha hecho
relación convendría que los frutos que en ella se crían se trajesen con brevedad a
estos reinos, porque de la dilación resulta corromperse por ser tan cálida la tierra de
que reciben gran daño los vecinos y las reales rentas y derechos de vuestra majes-
tad. Y atento a esto suplican a vuestra majestad se les de licencia para que cada año
pudiesen ir a la dicha isla seis filibotes de docientas toneladas arriba para llevar de
estos reinos las cosas necesarias para el sustento de aquella isla y traer los dichos
frutos y mercadurías de ella.
Y porque vuestra majestad quiere ser informado si de hacerse lo que piden
puede seguirse algún inconveniente y que daño reciben los frutos en dilatar su
traída a estos reinos nos manda que con intervención de prior y cónsules enviemos
nuestro parecer.
Lo que en esto tenemos que decir es que en cumplimiento de lo que vuestra
majestad manda juntamos a prior y cónsules y habiendo visto la Real Provisión y
juntamente una petición y memorial que Gerónimo de Porras por sí, y en nom-
bre de Diego Pérez de Porras y Joan Enríquez presente ante vuestra majestad que
asimismo nos manda vuestra majestad remitir y conferidas todas las cosas que en
el dicho memorial se contienen nos parece que es muy conveniente lo que la isla
y los hechos en su nombre y de los contratadores piden porque de detenerse los
frutos y pasar el calor del verano sobre ellos se ve por experiencia que vienen el
jengibre que es la principal mercaduría corrompido y es tragado del gorgojo de
que los dicen o reciben notables daños y no menos los derechos reales de vuestra
majestad demás de que por ir pocos navíos no tienen salidas de sus frutos y los que
van, por no ir tan armados como para pólvora solo conviene han sido tomado de
los enemigos estos años de que esta aquella isla y los contratadores de ella muy
afligidos y gastados y conviene favorecerlos y hacerles merced para que se reparen
y conserven.

70
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

(fol.1v.) Y pues los dichos Diego Pérez de Porras y Joan Enríquez ofrecen tres
o cuatro filibotes con veinte piezas de artillería armas y municiones y gente de
guerra y mar nos parece que no solo no es de inconveniente pero de mucho
beneficio para el comercio de aquella isla y no dañoso para otra ninguna parte
y que los demás filibotes deberían ir de la misma forma y juntos, pues lo que se
podría temer que es el sacar de allí las mercadurías que de aquella se llevan y pa-
sarlas a otras provincias. Esto tienen las ordenanzas nuevas prevenid con muchas
penas y si no las temiesen también tendría el mismo inconveniente yendo como
ahora van en conserva de las flotas de Nueva España y en particular se satisface a
todos los capítulos y condiciones que piden en su memoria a las márgenes, como
vuestra majestad le mandara ver y proveer lo que más convenga a su real servicio.
Guarde nuestro señor la católica y real persona de vuestra majestad. De Sevilla
25 de octubre de 1595.

Don Pedro Gómez Arces.

Don Francisco Tello.

71
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DE JUAN ORTIZ DE SANDOVAL PRESENTANDO


LA CARTA DE CONTADOR DE LA REAL Hacienda
DE SU MAJESTAD POR AUSENCIA DE DIEGO DE IBARRA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17

Santo Domingo, 22 de septiembre de 1598

En la ciudad de Santo Domingo, en martes veinte y dos días del mes de septiem-
bre de mil y quinientos y noventa y ocho años. Ante el factor, Juan de Castañeda
y el tesorero Diego de Medrano, Jueces oficiales de la hacienda del Rey nuestro
señor de su juzgado y por ante mí Miguel Ferrufino escribano de su majestad y de
este juzgado, pareció Juan Ortiz de Sandoval, vecino desta dicha ciudad y ante ellos
presentó este título de atrás, de contador de la Real Hacienda desta dicha isla, por
la ausencia de Diego de Ibarra, contador propietario por el Rey nuestro señor de
ella. Y habiendo leído los dichos jueces en su cumplimiento, tomaron y recibieron
juramento en forma de derecho, con la solemnidad acostumbrada de dicho Juan
Ortiz, y habiendo hecho cumplidamente y vistas las fianzas que a su contento de los
dichos jueces dio, le recibieron por contador como por este dicho título se nombra
y le asentaron en una silla de los estrados de su juzgado con ellos hizo Audiencia
con los dichos jueces.

De todo lo que ha dicho y hecho.

Miguel Ferrufino.

72
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

SOLICITUD DE LOS MIEMBROS DEL CONSEJO


EN LA QUE PIDEN QUE SE LE PAGUEN 250 DUCADOS
DE SALARIO AL ALCALDE MAYOR DE LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 26

Madrid, 11 de junio de 1599

Señor

En la isla Española se provee una Alcaldía Mayor y claman de la Tierra Adentro


que contiene algunos pueblos muy distantes de adonde esta la Audiencia vacó este
cargo por muerte del Capitán Bernabé Sierralta en quien su majestad, que esté en
el cielo, había proveído con doscientos y cincuenta ducados de salario, que es tan
corto, que no hay quien pueda sustentarse, con el mayormente en vía tan cara y así
parece al Consejo que conviene sea creciente por lo menos hasta cuatrocientos
ducados y que serán a propósito para él.
El capitán Gerónimo de Herrera, que ha servido en todas las ocasiones que se
han ofrecido de veinte años a esta parte, los cinco primeros en Italia y después en
Portugal, La Tercera y en la armada Real en los oficios de la milicia, desde soldado
particular hasta Capitán con aprobación de sus superiores y habiendo levantado en
veces cinco compañías se le ordenó que fuese con los dos a La Habana y quedase
allí de presidio con la una como lo hizo y asistió dos años con ella hasta que fue
reformado y vino cuando el enemigo estaba sobre Cádiz y habiendo servido lo fue
a continuar a Galicia a su costa y a dos años y medio que aguarda aquí a que se le
haga merced.
Rodrigo de Obregón, que sirve desde que se ganó el penol donde fue a su costa y
después continuó su servicio en Italia y Flandes a donde pasó con el Duque de Alaya
y asistió allí haciendo su deber muy honradamente hasta que fue lanzado de aque-
llos estados el príncipe de Orange y entonces se vino con licencia y ha sido ocupado
por los Consejos de órdenes y hacienda en comisiones de que ha dado buena cuen-
ta, y su padre sirvió muy bien en la guerra en cuya gratificación se le dieron veinte
y cinco mil maravedís de suso de por vida que gozó poco tiempo sin haberse hecho
otra merced ninguna a Padre ni Hijo, y está a más de ocho años que pretende se les
haga de proveerlos en algún cargo en Indias y es hidalgo y bien entendido.
Vicente Álvarez de La Vega, que a muchos años que sirve con naos suyas en
la carrera de las Indias y particularmente lo hizo con una de 600 toneladas en la
jornada de Magallanes y con otra en la de Inglaterra y ambas se perdieron y el fue
cautivo y se gastó el rescate diez y ocho mil reales y después sirvió cinco años en
Flandes, de donde vino despachado por don Pedro de Valdés en remuneración
de lo cual y de muchos sueldos que se le deben y de las dichas naos perdidas y de

73
Genaro Rodríguez Morel

otros patajes y barcas que también a perdido en servicio de su majestad en que


ha quedado sumamente pobre habiendo sido hombre de mucho caudal y servicio.
Suplica a su majestad le haga merced de proveerle en este cargo que merece muy
bien por lo referido y ser hombre cuerdo, bien nacido y de confianza.
Cristóbal Hernández, que a veinte y dos años que sirve los diez y seis de hom-
bre de armas en la compañía del Conde de Lerma y dos de alférez en la del Conde
de Pliego y los restantes en la isla Española de las Indias donde fue por alguacil
contra los navíos derrotados y a dado de todo mucha satisfacción y es hidalgo.
El capitán don Bernardino de Mojica, que ha catorce años que sirve, los ocho
de soldado aventajado en las armadas reales y se halló en Lisboa cuando vino el
enemigo el año de quinientos y fue uno de los soldados nombrados para socorrer
a Pericle y se halló en la toma de la Almiranta de Inglaterra (fol.1v.) y por haber
peleado y hecho el deber honradamente fue aventajado por el Conde de Fuentes y
fue por el alférez de una compañía a Bretaña y la gobernó casi tres años y después
fue al descubrimiento del Dorado con una compañía y había otras cuatro a su cargo
y volvió por cabo de los navíos en que fue la gente habiéndolos aderezado en Santo
Domingo y trayendo también todos los que venían de aquella isla como general
nombrado por el presidente Lope de Vega y su padre sirvió en Flandes y murió en el
sitio de Arlen en razón de lo cual presenta muy buenos recaudos de los sobre dichos
y otros elijará vuestra majestad para este cargo el que fuere servido. En Madrid once
de junio de 1599.

En este documento hay 7 rúbricas de los ministros del Consejo.

74
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE Y JUECES DE LA CASA


DE LA CONTRATACIÓN DE SEVILLA. EN LA MISMA SE ORDENA
QUE PUEDAN IR A LA ISLA LOS NAVÍOS QUE QUISIERAN PARA
LAS EXPORTACIONES DE LOS PRODUCTOS DE AQUELLA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 24, Ramo I, Doc. 71 (b)

Barcelona, 5 de julio de 1599

El Rey

Mi Presidentes, Jueces y Oficiales de la casa de la contratación de Sevilla. Diego


de Ibarra, Contador de mi Real Hacienda de la isla Española me ha representado
lo mucho que conviene para la conservación y aumento de ella que vayan todos
los navíos que quisieren en todos los tiempos en cuyas o sin ellos cualquier calidad
que sean para traer los frutos de la dicha isla suplicado me mandase dar licencia
para ello y haberse visto en mi Consejo Real de las Indias la relación y parecer
que sobre ello se os pidió y me enviaste y consultándoseme he tenido por bien
de dar licencia como por la presente la doy para que de aquí adelante puedan ir
a la dicha isla Española así con la flota de Nueva España como con la de Tierra
Firme, los filibotes que quisieren hacer aquel viaje con las cosas necesarias en la
dicha isla y para que puedan traer los frutos de la tierra con que los dichos filibotes
sean de naturales de estos reinos y se navegue con gente que lo sea y den fianza
en la cantidad que os pareciere de que no pasarán de la dicha isla a otros puertos
ni partes de las Indias y que los que hubieren de ir con la flota de Tierra Firme
lleven las mercadurías que a vos el mi presidente y Jueces Oficiales con sabiduría
de prior y cónsules os parecieron que se deben navegar en aquella sazón sin daño
ni perjuicio del comercio y que los filibotes que como dicho es hubieren de ir con
la dicha flota de Tierra Firme lleven alguna artillería y municiones más que las
ordinarias para su seguridad (fol.1v.) y defensa por haberse de apartar de la dicha
flota para tomar su derrota antes de llegar a la dicha isla y así os mando que en
esta conformidad dejo el registro y despacho necesario para navegar los dichos
filibotes a ella en conserva de la dicha flota de Nueva España y Tierra Firme, que
así es mi voluntad sin embargo de lo que en contrario de ello esta proveído con
lo cual para en cuanto a esto toca yo dispenso y siendo necesario lo derogo. Fecha
en Barcelona a cinco de julio de mil y quinientos noventa y nueve años. Yo, el Rey.

Refrendada de Joan de Ibarra y señalada del Consejo.

75
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA DIRIGIDA AL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA


DE SANTO DOMINGO EN LA QUE MANDA CUÁL SERÁ
LA FORMA DE PEDIR LAS MERCEDES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº14

Santo Domingo, 24 de julio de 1600

Yo el Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de la


isla Española. Por cédula del Rey mi señor que haya gloria, de veinte y ocho de
septiembre del año pasado de mil y quinientos y ochenta y siete, en que se hace rela-
ción de las que antes están dadas sobre el orden en que se ha de tener en hacer
enviar a mi Consejo de las Indias las informaciones de oficios y partes que sobre
ello se dieran a las personas que pretendieran se proveídos en oficios o beneficios,
o cualquier otra merced, se os ordenó muy apretadamente que guardase lo que
en razón de lo susodicho estaba proveído. Y porque entendido que no pagases así
y que todavía las partes presentan los testigos y hacen negociaciones cuando se
les manda de recibir las dichas informaciones y las sacan como quieren de que
se siguen muchos inconvenientes os mando que veáis la sobre dicha cédula de
veinte y ocho de septiembre del año pasado de ochenta y siete y las que en ella se
hace mención y guardéis puntual y precisamente lo que en ella se dispone sobre el
recibir las dichas informaciones y dar los pareceres así en las de eclesiásticos como
seglares y que conforme a lo contenido en la dicha cédula, uno de vosotros, reci-
bíais las dichas informaciones de oficio de los pretensores de mercedes y cargos
y con personas conocidas y buena opinión y que se tenga entera satisfacción que
dirán verdad y en el parecer que dieran en las dichas informaciones declaréis
libre y particularmente lo que supiese del y sintiese des precediendo para ello las
diligencias necesarias sin remitiros a las informaciones porque estas de verán con
recato en el dicho mi consejo y mando a el mi Fiscal que eso fuere de esa Audien-
cia, que en estos casos haga su diligencia y pida lo que conviniere, para que las
informaciones y parecer, venga con justificación y puedan ser premiados los que
lo merecieran y que el dicho mi Fiscal como está ordenado firme en los dichos
pareceres. Fecha en Valladolid veinte y cuatro de julio de mil y seis cientos años.
Yo el Rey.

Por mandato del Rey nuestro señor Juan de Ibarra.

76
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ENVÍAN LOS MIEMBROS DEL CONSEJO


EN LA QUE PIDEN ENVIAR 100 ESCLAVOS PARA ENTREGARLOS
A LOS VECINOS DE HIGÜEY PARA QUE LA VILLA NO QUEDE VACA
EN GRAN PERJUICIO PARA SU IGLESIA DE GRAN ADVOCACIÓN

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 30

Madrid, 16 de septiembre de 1600

Señor

Por parte de la villa de Higüey que es en la isla Española se ha representado


que ha muchos años que la dicha villa estuvo poblada de muchos vecinos que
tenían Haciendas y caudal con que pasaban bien y por ser la tierra muy pobre no
se ha podido sustentar ni conservar en ella, a cuya causa se han muerto muchos
de los vecinos y otros se han ausentado, y al presente son catorce o quince y estos
tan pobres que no tienen más caudal y hacienda que una yegua o caballo y perros
con que van a buscar caza con qué sustentarse y que en la dicha villa solo hay una
iglesia y en ella un retablo de la imagen de Nuestra Señora de Altagracia que es de
grande devoción y esta allí desde que se fundó la villa y Nuestra Señora, a invoca-
ción suya ha hecho y hace muchos milagros y cada día va creciendo la devoción y
esta cerca del puerto de Yuma, donde de ordinario vienen muchos barcos de Puerto
Rico y otras partes y es el paso y camino para ir a la ciudad de Santo Domingo de
la dicha isla y suplica a vuestra majestad que por que no se desampare la dicha
villa, que sería causa de que quedase sola la iglesia a donde está la dicha imagen
por la pobreza de los vecinos les hiciese merced de mandarle enviar 100 esclavos
negros para que se repartan entre ellos y que el precio de ello se les fije por ocho
o diez años para que puedan labrar y granjear sus Haciendas y asistir en la dicha
villa obligándose de que dentro del dicho tiempo meterán en la Caja Real el valor
de los dichos esclavos.
Y por información hecha de oficio en el Audiencia Real de la dicha isla consta
de lo sobre dicho y el presente de ella en su parecer refiere ser grande la necesi-
dad de los dichos vecinos y que esta les obligará a dejar el pueblo si no fuera por
habérselo estorbado diciendo daría noticias de ello a vuestra majestad a quien
suplica el dicho presidente les haga la merced que piden con la cual se repararán
y aumentará la población (fol. 1v.) porque es de mucha importancia que el lugar
se conserve y habiéndose visto en el Consejo a parecido por lo que conviene pro-
curar esto y aumentársela población de la dicha isla, que se escriba al dicho presi-
dente que socorra a los vecinos de la dicha villa de Higüey con cuarenta negros
o menos si no fueren menester tantos fiados por cuatro años cautelando la resti-
tución de lo que costaren como conviene para que este segura la deuda y se cobre

77
Genaro Rodríguez Morel

el plaza y que el mismo presidente se encargue de hacerlos comprar y para ello


le den los Oficiales Reales el dinero que fuere menester de las Cajas Reales por el
dicho tiempo y anime a los vecinos que hay en los demás que quisieren ir a poblar
allí dándole también algunos negros en la misma forma y favorezca a los unos y a
los otros en lo que se permitiere y avise en lo que vuestra majestad lo podrá hacer
para que se conserven los vecinos y se acrecienten otros, y de las diligencias que
hiciere y del afecto que esto resultare. En Madrid a 16 de septiembre de 1600.

Este documento tiene 7 rúbricas de los ministros del Consejo.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

ACTAS DE LA ELECCIÓN DE LOS ALCALDES ORDINARIOS


DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 5

Santo Domingo, 1 de enero de 1601

En la ciudad de Santo Domingo, en primero de enero del año de seis cientos y


uno, se juntaron en las casas del cabildo de esta dicha ciudad, según lo han de uso
y costumbre, para hacer las elecciones de Alcaldes Ordinarios y demás oficios que
se han de elegir para este dicho año:
El doctor Pedro Sanz Morquecho, que es dicho oidor de la Real Audiencia que
en esta dicha ciudad reside y que como más antiguo preside y sabe el oficio de
gobernador y don Pedro Serrano Castellanos y don Alfonso de Guzmán, Alcaldes
Ordinarios. don Diego de Cáceres, alférez Mayor. El factor Juan de Castañeda, el
Contador Diego de Ibarra. Fernando Ortiz de Ribera, tesorero de la Real Hacien-
da. El Capitán Juan Melgarejo alguacil mayor. Don Rodrigo de la Bastida Valdez.
Diego y Francisco Barrionuevo. Baltasar de Sepúlveda. Juan Daza Dávila, Geró-
nimo Pedralvares. Alonso de Carvajal. Don Álvaro Caballero Pimentel. Diego de
Peña. Luis Jóver. Rodrigo de los Olivos, regidores y así juntos en el dicho cabildo,
después de haber oído misa en la Iglesia Mayor de esta ciudad, en el altar de Nues-
tra Señora de la Antigua, por el chantre de la catedral de La Vega don Pablo de
Revilla, en presencia de mi Pedro Baltanas de Ribera, escribano del cabildo, por el
rey nuestro señor, se trató y platicó sobre las dicha elecciones y luego yo, el dicho
escribano del cabildo en cumplimiento de la real cédula, me levanté y de cada uno
de los alcaldes y regidores, recibieron un papelito como lo acostumbran a hacer,
en los cuales venían sus votos para alcaldes ordinarios y demás oficios y por ellos
y por los del depositario Baltasar de Figueroa y Juan López Melgarejo y Diego de
Medrano y López de Bardesí de Mella, que por estar enfermos en la cama, de que
doy fe, no vinieron al cabildo y me dieron sus votos cerrados y sellados parece estar
actos para Alcaldes Ordinarios este presente año.
Luis de Cabrera con diez y seis votos y Juan Ortiz de Sandoval con diez y seis
a los cuales enviaron a llamar y de ellos y de cada uno de ellos, por mi el presente
escribano se recibió el juramento que de derecho en tal caso se requiere las paríais
y se asentaron en sus asientos y quedaron en la posición de los dichos oficios reales
y ordinarios.
Acabadas las dichas elecciones en la manera en que dijera el doctor Pedro Sanz
Morquecho, que yo y los demás regidores y alcaldes viejos lo firmaron de sus nom-
bres en presencia de mi, el dicho escribano de cabildo de que doy fe. El doctor
Pedro Sanz Morquecho, que yo.

79
Genaro Rodríguez Morel

Don Pedro Serrano de Castellanos.


Don Alonso de Germán.
Don Diego de Cáceres.
Diego de Ibarra.
Fernando Ortiz de Ribera.
El capitán Juan Melgarejo.
Don Rodrigo de la Bastidas Valdez.
Diego Carrasco Barrionuevo.
Baltasar de Sepúlveda.
Juan Daza Dávila.
Jerónimo Pedralvares.
Alonso de Cáceres Carbajal.
Diego de Peña.
Luis Jóver.
Rodrigo de los Olivos.

Ante mí Pedro de Baltanas de Ribera, escribano del cabildo.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ENVÍAN LOS MIEMBROS DEL CONSEJO


DE SU MAJESTAD DONDE INFORMAN, ENTRE OTRAS COSAS,
SOBRE LA MUERTE DE DIEGO OSORIO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 32

Madrid a 30 de marzo de 1601

Señor

Por fallecimiento de don Diego Osorio, presidente de la Audiencia de Santo


Domingo de la isla Española y gobernador y capitán general de ella, está vaco
aquel oficio, el cual tiene cinco mil ducados de salario, pagados en buena moneda
que la que de ordinario corre en la isla, no lo es sino de cuartos que valen la
mitad y porque la Audiencia y la tierra tienen necesidad de cabeza conviene que
se provea luego y habido mirado en las personas que pueden ser a propósito las
que se ofrecen son:
Don Joan de Lucena veedor general de la gente de guerra y presidios de
Portugal que en este oficio y en otros a servido siempre con grande satisfacción y
aunque fue proveído por gobernador de las Filipinas por hallarse en aquel sazón
falto de salud y con enfermedad conocida no se atrevió a hacer tan largo viaje y es
primo de Agustín Álvarez de Toledo.
Don Alonso de Cárcamo, corregidor que ha sido de Toledo y primero de Ávila
y sirvió ante muchos años cerca de la persona de don Joan de Austria en la guerra
y de su entendimiento buen gobierno y parte se tiene con experiencia mucha satis-
facción y vuestra majestad debe de tener relación.
Don Alonso de Velasco, veedor general de las galeras, hijo de don Pedro de
Velasco, Capitán de la guardia de vuestra majestad de cuya prudencia, celo y
calidad vuestra majestad debe tener satisfacción y tiene muy grande opinión.
Don Antonio Osorio, corregidor de Jerez de la Frontera (fol.1v.) hermano
del presidente, difunto de quien hay mucha satisfacción, y de que es hombre de
gobierno y prudencia. De estos o de otras mandará vuestra majestad elegir el que
será servido. En Madrid a 30 de marzo de 1601.

Hay 4 rúbricas de los ministros del Consejo.

81
Genaro Rodríguez Morel

Carta de Fernando Melgarejo de Córdoba


sobre méritos y servicios

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 8

Jamaica, 18 de octubre de 1601

Muy poderoso señor Juan López Melgarejo regidor de esta ciudad de Santo
Domingo. En nombre de don Fernando Melgarejo de Córdoba, vuestro gobernador
y capitán general de la isla de Jamaica y por virtud del poder que de él tengo que
pasó ante Pedro de Ledesma, escribano público de esta ciudad, digo que después
que el dicho vuestro gobernador vino al gobierno de aquella isla se ha ocupado en
las cosas de guerra, por hallarla tan infestada de enemigos de nuestra santa fe, en lo
cual ha servido a vuestra Alteza con su persona y hacienda, haciendo muchas suer-
tes, matando muchos enemigos, tomándoles muchas lanchas y otros navíos, entre
los cuales mató por su persona a un Alvarado de Quenda que andaba alzado del
servicio de vuestra alteza, haciendo mucho daño en la dicha isla y en la de Cuba,
echándose con su persona en el agua hasta los pechos, por ser de los primeros y así
han muerto muchos y quitando muchas lanchas y navíos y poniendo de tal suerte
la tierra que ninguno hay que allí ose parar. Todo la cual ha hecho a su costa,
gastando toda su hacienda, de tal manera que está en suma pobreza y ahora últi-
mamente quitó un navío del cual el enemigo se había apoderado en el puerto de la
dicha isla, como todo consta de los testimonios y demás autos que ante vuestra alteza
están presentados y de nuevo presenta en consideración de la cual y decís grandes
servicios y pobreza y del buen celo que de continuar los tiene.

Muy poderoso señor.

Cuatro años a que estoy sirviendo a vuestra alteza en este gobierno, el más tiempo
de ellos me he ocupado en gastar mi hacienda y arriesgar mi persona en salida que he
hecho contra piratas por la mar y por la tierra y de ellas han resultado los efectos que
por testimonios que por esta envío consta y últimamente andan tan desordenados los
rescates de Cuba y la banda norte de la Española, que por la vecindad y comunicación
de algunos vecinos de esta partes, se ha intentado introducir esta acera, en esta isla,
como efecto, el mes de agosto pasado me dieron aviso que en la bahía de Moraste que
es a barlovento de este puerto, estaban cuatro bajeles ingleses, que habían partido
de Guanaíbes y que ocultamente habían venido quince leguas por tierra y lomas del
despoblado. Un Gonzalo Mejía, portugués y que había llevado dos vecinos de aquí
consigo y venía con estos ingleses por adalid, un Alvarado de Quenda, criollo, de
Montecristi, que corrió con cantidad de flamencos al doctor Pedro Sanz Morquecho
vuestro oidor, que estaba visitando la tierra y así por prender al este traidor como

82
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

continuando lo que siempre he hecho, fui personalmente al la bahía y me puse en


emboscada con mi gente y aguardé a que saltasen en tierra y maté y prendí veinte y
dos personas, entre ellas por no rendirse a esta Alvarado de Quenda, en cuyo poder
hallé una carta del padre fray Manuel Botello, el traslado de aquel va con esta para
que vuestra alteza se satisfaga, cuan sin temor se usa esto.
A los veinte y seis de agosto pasado tuve también aviso que en Guaygreata (sic),
que es la banda del norte de esta isla, estaban dos lanchas, la una francesa y la otra
de un Diego Mejía, vecino de Baracoa en la isla de Cuba, que le traía por tesoro
para rescatar y envié a mi costa gente a hacer suerte en ellos y aunque fue sentida,
y se fueron por entonces, andar tan ciegos que allí vinieron a la bahía de Moraste,
armé una lancha y también por la mar y por tierra a don Alonso Melgarejo mi sobri-
no, con algunos mosqueteros y un indio de suyo con ellos, y les dio aviso de lo que
había, con lo cual se fueron a Guantánamo en Puerto Escondido que es en la isla
de Cuba, donde he sido informado (fol.2) de los que tengo presos, que hay tanda
desenvoltura, que ordinariamente hay dos y tres navíos de rescate y que hasta del
Bayamo les llevan cueros y de Guanaíbes, por el consiguiente importa que vuestra
alteza remedie estos desafueros, por muchos inconvenientes que siguen y por lo que
toca a esta isla.
Lo suplico humildemente, que como los vecinos son tan pobres y los bastimen-
tos valen tan excesivos precios y estos los hacen tan barato, cuesta mucho trabajo y
vigilancia quitarles las ocasiones y el conservarlos en la limpieza que siempre han
tenido en esta tierra, en todo lo cual he gastado muy gran parte de mi caudal y estoy
pobre y con tan continuos trabajos, con muy poca salud.
A vuestra alteza suplico que estando enterado de los muchos servicios que he
hecho y de la satisfacción con que gobierno fomentando lo vecinos y teniendo la
tierra en defensa, me haga merced de que sea informada vuestra real persona para
que me promueva conforme mis méritos que en ellos hará vuestra alteza, como de
su gran clemencia se espera. A quien vuestro señor guarde largos años, de Jamaica
y de octubre diez y ocho de seiscientos y un año.

Don Fernando Melgarejo de Córdoba.

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Genaro Rodríguez Morel

CARTA DEL PRIOR DEL CONVENTO DE PUERTO PLATA PIDIENDO


EXPLICACIÓN POR LOS DAÑOS SUFRIDOS EN EL DICHO CONVENTO
POR LAS DESPOBLACIONES DE 1605

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 5

Santo Domingo, 8 de febrero de 1617

El maestro fray Jacinto de Soria, prior provincial de esta Provincia de Santa


Cruz de las Indias de la Orden de Predicadores. Digo que yo pedí ante vuestra
señoría se me recibiese información en razón del daño que recibió esta provincia
con la despoblación que se hizo del convento que tenía en la villa de Puerto de
Plata para acudir a su majestad para que haga merced a esta Provincia, al cual
tengo dada y para acudir con ella al real Consejo, tengo necesidad que se me de
uno o dos traslados para que en ello vuestra señoría dé su parecer, para con él
acudir al Rey nuestro señor.
Que se le den y saquen los traslados que pide en Santo Domingo en veinte y
siete de enero de mil y seis cientos y diez y siete años. Ante su señoría del señor
presidente se presentó esta petición y proveyó el auto de arriba Luis de Arciniega,
el escribano del rey nuestro señor y de gobernación en esta ciudad de Santo Do-
mingo de la Española, hice sacar y saqué un testimonio y traslados de la dicha
información que se pide por la petición de arriba, que va por cabeza su tenor de
la cual es el siguiente.
El maestro fray Jacinto de Soria, prior provincial de esta Provincia de Santa
Cruz de las Indias de la Orden de Predicadores. Digo que como es notorio y a
vuestra señoría consta, su majestad mandó le despoblasen los pueblos en que es-
táis en la banda del norte, tomando esto por medio para remediar los rescates
que se hacían con piratas y extranjeros de los reinos de España, como todo cons-
ta más largamente de la cédula que su majestad despachó en Valladolid a seis
de agosto del año de mil y seis cientos y tres, dirigida a don Antonio Osorio,
(fol.1v.) su presidente de esta Real Audiencia de Santo Domingo y arzobispo de
esta misma ciudad e isla Española, en razón de la sobre dicho, en la cual dicha
real cédula, su majestad envió a la dicha Real Audiencia y a los Oidores de ella
para las dichas despoblaciones y los negocios que en razón de esas les ofrecieron
por la cual y por haberse despoblado entre los demás pueblos la villa de Puerto
de Plata, donde esta provincia tenía un convento de muy costosos y grandes edi-
ficios de los primeros que se fundaron y edificaron en las Indias, el cual quedó
desmantelado. El provincial que a la sazón era el presentado fray Juan Mejía,
pidió ante lo dicho don Antonio Osorio le recibiese informaciones de la pérdida
y daños que la provincia había recibido por habérseles desmantelado y derribado
los edificios del dicho convento.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Don Juan de Riva Martín, juez nombrado para lo sobre dicho por el dicho don
Antonio Osorio para pedir a su majestad según lo que constase de la dicha infor-
mación, hiciese merced a la dicha Provincia de proveer de manera que los dichos
daños se les satisficiesen y aunque entonces se hizo la dicha información y aún otra
por donde se pretendía que el dicho convento que se despobló se mudase a la
villa de Higüey respeto de parecer con eso quedaba la imagen milagrosa de Nuestra
Señora de la Altagracia que está en la iglesia de dicho lugar con mayor decencia a
cargo de los religiosos, y que allí fundasen la dicha iglesia y los pocos diezmos que
han quedado en el dicho lugar, más acomodadas de quien les administrasen.
Los asentamientos por faltar como faltaban muchas veces curas en el dicho lugar
por los pocos (fol.2) vecinos que hay y la mucha pobreza que tienen todas las dichas
informaciones se han perdido de manera que habiéndose puesto toda la diligencia
posible en los oficios y papeles donde pudieran hallarse no se hallan de que me
fuese a dar información y por que si, que conste del daño recibido de manera que
su majestad se satisfaga y entere de la verdad de esta dicha Provincia, no podrá pedir
lo que le conviene ni las cosas y obligaciones del dicho convento, que se despobló.
Podrán tener el estado que sea justo y debe tener respeto al que han mucho
de los tributos que el convento tenía de sus rentas, impuestos sobre Haciendas
de algunos vecinos de los lugares despoblados. También se perdieron por quedar
como quedaron las dichas Haciendas, sin ganados y sin dueños no pagan diciendo
no tienen provecho de las dichas Haciendas. Y por que de hacer diligencia con su
majestad, en razón de lo sobre dicho depende el tomar medio en las sobre dichas
cosas fundándose convento que se despobló donde convenga, o reduciéndolo a
otros de los de la provincia, con la hacienda que ha quedado y juntamente con
las obligaciones y capellanías y otras cosas que el otro tenía, para lo cual después
de haber hecho diligencia con su majestad es necesaria la licencia de nuestro
reverendísimo general, que antes no se le puede pedir.
A vuestra señoría, pido y suplico, pues sucedió no solo en el dicho oficio del
presidente y gobernador y capitán general, que el dicho don Antonio Osorio te-
nía, sino también en la comisión de las dichas despoblaciones, para continuar los
nuevos pueblos y los negocios, tocantes y pendientes de ellos. Mandé recibirme
información de todo lo sobre dicho y recibido dar en ella su parecer, para que yo
pueda, en nombre de la Provincia poder, ante su majestad, lo que más convinie-
re hacer en servicio de nuestro señor y al descargo de la real conciencia. (fol.2v.)
Y pido justicia y en lo necesario. Atentamente fray Jacinto de Soria.
Que se reciba la información que ese fiel padre maestro fray Jacinto de Soria y
los testigos se examinen ante su señoría, en Santo Domingo en diez de enero de mil
y seiscientos y diez y seis años, ante su señoría del señor presidente presentó esta
petición. Y leído proveyó el auto de arriba. Luis de Arciniega, escribano.
En la ciudad de Santo Domingo de la Española. En diez y siete días del mes
de enero de mil y seiscientos y diez y siete años. Ante su señoría del señor presi-
dente don Diego Méndez Sandoval, gobernador y capitán general de estas islas.
El padre fray Raimundo de la Orden de Predicadores de esta dicha ciudad, en

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Genaro Rodríguez Morel

nombre del convento del señor Santo Domingo de ella y por el padre maestro
fray Jacinto de Soria, prior provincial de esta Provincia de Santa Cruz de las Indias
de la dicha Orden de Predicadores, para la información que tiene hecha en
razón de los daños que recibió el dicho convento de haberse desmantelado con
las despoblaciones en que tenía en al villa de Puerto de Plata de esta isla.
Presentó por testigo al capitán Francisco Luis Caraballo vecino de la ciudad
de San Antonio de Monte de Plata de esta isla y residente al presente en esta
dicha ciudad, del cual para el dicho efecto, en presencia de su señoría, del cual
señor presidente, fue tomado y recibido juramento según tenor a el pedimento
presentado por el dicho padre maestro fray Jacinto de Soria, dijo que se sabe que
su majestad, por su real cédula sometida a don Antonio (fol.3) Osorio, presidente
que fue de esta Real Audiencia y al arzobispo de esta isla, mandó se despoblasen
los pueblos que en esta isla había en la banda del norte de ella, para remedio de
los rescates que había en esta isla con piratas y extranjeros, con inhibición del
conocimiento de las dichas causas tocantes a la dicha despoblación a esta Real
Audiencia y entre los pueblos que se despoblaron fueran el de la villa de Puerto
de Plata de esta isla, donde esta provenía, tenía un convento de muy costosos y
grandes edificaciones y de los primeros que se fundaron y edificaron en las Indias,
régimen público y notorio, el cual quedó desmantelado y desierto por haberse
despoblado el dicho pueblo de la dicha villa de Puerto de Plata, que por comisión
del dicho don Antonio Osorio, lo desmanteló y despobló para lo susodicho y fue
públicamente que se pidió ante el dicho Antonio Osorio por el presentado Juan
Mejía, provincial que a la sazón era de esta provincia.
Los daños y menoscabos que se habían causado por habérsele desmantelado el
dicho convento y que por haberlo visto este testigo muchas veces que este estuvo
antes que se despoblase y por las rentas que se perdieron con la dicha despoblación,
por tener como tenía capellanías y otros tributos impuestos sobre Haciendas de
ganados que se quedaron perdidas podrían valer todo lo sobre dicho, más de cua-
renta mil ducados. Bueno y así para que su majestad hiciese merced a esta Provincia
en remuneración de estas pérdidas, se hicieron sobre ello informaciones ante el
dicho don Antonio Osorio por el dicho padre provincial fray Juan Mejía, según fue
público y notorio para acudir con ellas a su majestad y (fol.3v.) lo mismo supo este
testigo que se había hecho otra pretendiendo que el dicho convento de Puerto Plata
que se había desmantelado se mudase a la villa de Higüey por ser lugar más a pro-
pósito por tener en él la imagen milagrosa de Nuestra Señora de la Altagracia que
está en la dicha iglesia del dicho lugar donde estando los dichos religiosos del dicho
convento estarían con mayor decencia estando a cargo de ellos y más bien servido y
los vecinos pocos que en él hay más acomodados por tener con los dichos religiosos
quien le administraría los santos sacramentos por estar de ordinario muchas veces
sin tener curas en el dicho lugar que lo haga por su mucha pobreza y de concederse
lo susodicho por su majestad será de mucha importancia para los pobres vecinos
que están en el dicho pueblo de Higüey por el consuelo que tendrían de tener
quien les administre los santos sacramentos. Y este testigo ha oído decir que aunque

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

se han hecho diligencias en buscar la dicha informaciones no se han podido hallar y


sa be este testigo que las personas que debían rentas y tributos al dicho convento de
Puerto Plata que se despobló, no acuden con las rentas de ellos por decir que se les
perdieron las haciendas sobre las que estaban impuestos y asimismo sabe este testi-
go que de hacer diligencia con su majestad en razón de lo sobredicho depende en
tomar medio en las sobredichas cosas fundando el convento que se despobló donde
convenga o reduciéndole a otro de los de la provincia como su majestad más bien
fuere servido de ello. Y esto que dicho tiene dijo ser la verdad y lo que sabe (fol.4)
para el juramento que tiene hecho. Y lo firmó y que es de edad de cuarenta y cuatro
años y que no les tocan los generales. Y su señoría del señor presidente lo rubricó.
Francisco Luis Caballo. Ante mí, Luis de Arciniega, escribano.
Y luego, incontinente, en el dicho día, mes y año atrás dichos para la dicha
información, ante su señoría del dicho señor presidente por el dicho padre fray
Raymundo, de la dicha Orden de Predicadores y por el dicho padre maestro fray
Jacinto de Soria, provincial de él, presentó por testigo a Juan Alonso Fernández de
Riba Martín, vecino de esta ciudad el cual por su señoría del dicho señor presidente
fue tomado y recibido juramento según derecho. Y habiendo jurado y siendo
preguntado al tenor del dicho pedimento:
Dijo este testigo que sabe que su majestad por su real cédula cometida a don
Antonio Osorio, presidente que fue de esta Real Audiencia y al arzobispo que a la
sazón era de esta ciudad, mandó que se despoblasen estos lugares de la banda del
norte de esta isla trasladándolos a otros lugares acomodados para remedio de los
rescates que en esta isla habían con él enemigo piratas. Y así, en cumplimiento de la
dicha real cédula poniéndose en ejecución por el dicho Antonio Osorio, nombró a
este testigo por capitán de infantería y Juez de Comisión para que fuese a despoblar
la villa de Puerto Plata de esta isla y otras partes, retirando los ganados y vecinos
a los nuevos sitios, en cuyo cumplimiento este testigo fue a la dicha villa de Puerto
Plata y la despobló y desmanteló en ella la fuerza que allí había y la mayor parte del
dicho convento que de la Orden de Santo Domingo había en ella de suerte que los
enemigos se pudiesen (fol.4v.) aprovechar para ningún efecto de el. El cual dicho
convento era muy principal y de muy buenos y suntuosos edificios de muy buena
cantería y techumbre de maderas y azulejos y claustro con treinta y dos pilares de
una pieza de piedra franca, labrada con sus basas y arcos muy bien labrados y de muy
buena fábrica. Y según es público y notorio fue uno de los primeros que se hicieron
en las Indias. Y le parece a este testigo que es cierto que si hoy se hubiera de hacerlo
que tenía edificado según y como estaba era menester cuarenta mil dicados buenos
y de ahí arriba. Y demás de esto tenía muy buen aljibe y otras cosas muy bien sobra-
das y de costo. Y asimismo entendió este testigo, que el dicho convento tenía cape-
llanías fundadas en posesiones y haciendas de ganados que tenían en el dicho lugar
de que hoy no tienen provechos por haberse perdido con la dicha despoblación. Y
supo este testigo, por entenderlo así, que el padre fray Juan Mejía, provincial que en
aquella sazón era, se pidió ante el dicho don Antonio Osorio se recibiese información
en razón de los dichos daños para acudir con ellos a su majestad. Y asimismo e1

87
Genaro Rodríguez Morel

tendió este testigo que se hiciese otra sobre que el dicho convento se mudase a la
villa de Higüey a la casa de la imagen milagrosa de Nuestra Señora de la Altagracia.
Y sabe este testigo que es de muy grande importancia que la tengan los religiosos
de esta provincia de Predicadores, porque de tenerla estará la dicha imagen con la
decencia que se debe a uno de los mayores santuarios que hay en las Indias y demás
calificado milagros con lo cual sería un inconveniente (fol.5) tan grande como es
estar aquella santa casa sin sacerdote que en ella diga misa y los pobres vecinos que
están en el dicho lugar sin oírlas ni tener quien se le administre los sacramentos y
por su pobreza no tener con que sustentar un cura en ella. Y este testigo asimismo
ha oído decir que aunque se han hecho diligencias en buscar las dichas informa-
ciones, no se ha podido hallar. Y sabe este testigo que de hallarse diligencia con su
majestad en razón de lo sobredicho dependerá en tomar algún modo o medio en
razón de lo aquí contenido. Y esto que dicho tiene es lo que siento y la verdad para
el juramento que tiene hecho. Y lo firmó y que es de edad de cuarenta años y que
no le tocan las generales y su señoría del dicho señor presidente lo rubricó. El abad
de Riba Martín. Ante mí, Luis de Arciniega, escribano.
En la dicha ciudad de Santo Domingo, en dieciocho días del dicho mes y año
atrás dichos. Para la dicha información el dicho padre fray Raymunclo, por el
dicho padre maestro fray Jacinto de Soria, ante su señoría del señor presidente
presentó por testigo al capitán Diego de Villafañe, vecino de esta ciudad, del cual
fue recibido juramento según derecho. Y habiendo jurado y siendo preguntado al
tenor del dicho pedimento dijo que sabe este testigo que su majestad por su real
cédula cometida a don Antonio Osorio, presidente que fue de esta Real Audiencia
y al arzobispo de esta ciudad, mandó se despoblase los lugares de la banda del
norte de esta isla para remedio de los rescates que en esta isla había con piratas y
enemigos con inhibición a esta Real Audiencia de las causas tocantes a las dichas
despoblaciones y entre los pueblos que se despoblaron sabe este testigo fue uno
de ellos la villa de Puerto Plata donde este testigo residió muchos años y en ella
había un convento de la Orden (fol.5v.) Predicadores el cual era de muy grandes
y suntuosos edificios de cantería y muy bien labrado con sus claustros y aljibes y el
techo de muchos azulejos. Y este testigo ha oído decir que fue uno de los primeros
que en esta isla se fundaron el cual se desmanteló juntamente con el dicho lugar
por don Juan Fernández de Riba Martín Juez de Comisión nombrado para lo su-
sodicho por el dicho don Antonio Osorio y el dicho convento tenía capellanías
y tributos con que se sustentaba situados sobre sitios y Haciendas de ganado que
quedaron despoblados y no sabe este testigo lo que de ello se ha perdido más de
que le parece a este testigo que si hoy se hubiese de hacer el dicho convento como
estaba con los edificios. claustro, iglesia y dormitorio que tenía, no se haría con
cuarenta mil ducados buenos y que en razón de esta cantidad y lo demás tocante
al dicho convento que se desmanteló, éste testigo tiene dicho otro dicho, el cual
y este se entienda ser todo uno y una misma cosa y no se ha visto contradecirse en
cosa alguna. Y sabe este testigo que se hizo otra información en razón del valor
y daño que el dicho convento se le había causado y haberle desmantelado para

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

que su majestad hiciese merced a esta provincia de proveer como se satisficiese el


daño que había recibido. Y este testigo oyó decir como se había hecho otra
información para que el dicho convento se pasase a la villa de Higüey para que
con más veneración se sirviese y estuviese donde está la imagen milagrosa de Nues-
tra Señora de la Altagracia. Y porque en la parte y lugar donde hoy está, que es el
pueblo nuevo de San Antonio de Monteplata (fol.6) es tierra enfermísima por las
grandes humedades que hay en ella, que ha sido causa que dos pueblos que en el
se juntaron se ha muerto toda la gente de ellos, que no han quedado de todos más
de seis u ocho vecinos. Y sabe este testigo que estando a cargo de los religiosos del
dicho convento y dicha iglesia de Higüey los pocos vecinos que allí hay vivían con
más consuelo del que tienen porque tendrán quien les administre los santos sacra-
mentos de que carecen por su pobreza por no tener muchas veces curas que se los
administre. Y este testigo ha oído decir que se han hecho diligencias en buscarse
las dichas informaciones que se habían hecho y no se han podido hallar. Y este
testigo ha oído decir que algunas de las personas tributarias del dicho convento de
Puerto Plata no acuden con las rentas por decir haberse consumido las posesiones
y ganados en que se estaban impuestos con las despoblaciones. Y sabe este testigo
que de hacerse diligencias con su majestad en razón de lo sobre dicho depende
en tomar medio en la s sobre dichas cosas fundando el convento que se despobló
donde convenga o reduciéndole a otro de la provincia que quedó. Y esto es lo que
sabe y la verdad para el juramento que tiene hecho y lo firmó. Y que es de edad
de cincuenta años poco más o menos y que no le tocan las generales y su señoría
del señor presidente lo rubricó. Diego de Villafañe, ante mí. Luis de Arciniega,
escribano.
Y luego, incontinente, en el dicho día, mes y año atrás dicho para la dicha infor-
mación, ente su señoría del dicho señor presidente el dicho padre fray Raymundo
(fol.6v.) por el dicho padre maestro fray Jacinto de Soria presentó por testigo a
Miguel Gaso, vecino de esta ciudad y para el dicho efecto fue tomado y recibido
juramento según derecho. Y habiendo jurado y siendo preguntado sobre el tenor
del dicho procedimiento dijo que sabe este testigo que su majestad por su real
cédula cometida a don Antonio Osorio, presidente que fue de esta Real Audiencia y
al arzobispo de esta ciudad mandó se despoblasen los lugares de la banda del norte
de esta isla para remedio de los rescates que en ella había con piratas y extranjeros
de los reinos de España con inhibición a esta Real Audiencia del conocimiento de
las causas tocantes a la s dichas despoblaciones. Parece por la dicha real cédula que
remite y en cumplimiento de ella el dicho don Antonio Osorio mandó despoblar los
dichos lugares y entre ellos fue uno la villa de Puerto Plata, que don Juan Fernández
de Riba Martín, Juez nombrado por el dicho Antonio Osorio despobló y en él estaba
un convento de la Orden de Predicadores, que antes que se desmantelase vio este
testigo y estuvo en el muchas veces el cual era un convento de muy suntuosos y gran-
des edificios, así de iglesia como de claustros, dormitorios y otras obras de muy gran
consideración y tenía los techos de azulejos los de los claustros y su aljibe, el cual
dicho convento se desmanteló juntamente (fol.7) con el dicho lugar. Y este testigo

89
Genaro Rodríguez Morel

ha oído decir públicamente que el dicho convento fue uno de los primeros que se
fundaron en las Indias. Y sabe este testigo que si hoy se hubiese devolver y hacer el
dicho convento como estaba, no se hiciera haciéndole de nuevo con cuarenta mil
ducados buenos. Y sabe que el dicho convento tenía muchos tributos y capellanías
y los dichos tributos impuestos sobre sitios y ganados y muchos de ellos se han per-
dido y otros han puesto pleitos en razón de pretender obligación de pagarlos por
ha berse despoblado las posesiones en que estaban impuestos. Y este testigo ha oído
decir que sobre este daño se hicieron información es para acudir a su majestad para
que hiciese merced a la dicha provincia de proveer de manera que el dicho daño
se le satisficiese y que se había hecho otra pretendiendo que el dicho convento que
se despobló se mudase a la villa de Higüey respecto de parecer que con esa quedaba
la iglesia e imagen mil agrosa de Nuestra Señora de la Altagracia, que está en la villa
de Higüey con mayor decencia. Y sabe este testigo que estando a cargo de los dichos
religiosos que allí fundaren, dando la dicha iglesia, será muy bien servida y los pocos
vecinos que allí hay tendrán mu y gran consuelo porque tendrán quien les adminis-
tre los sacramentos por estar muchas veces sin tener quien lo haga por su pobreza.
Y aun que se han buscado las dichas informaciones no se han podido hallar. Y sabe
este testigo (fol.7v.) que de hacerse diligencia con su majestad en razón de lo sobre-
dicho depende en tomar medio en las sobre dichas cosas fundando el convento que
se despobló donde convenga, reduciéndose a otros de los de la provincia. Y esto que
dicho tiene dicho dijo ser la verdad para el juramento que tiene hecho. Y lo firmó y
que es de edad de cerca de sesenta años y que no le tocan las generales. Y su señoría
del señor presidente lo rubricó. Miguel Gaso. Ante mí, Luis de Arciniega, escribano.
Y después de lo susodicho, en la dicha ciudad de Santo Domingo en veinticinco
días del mes de enero de mil seiscientos diecisiete años. Para la dich a información,
el dicho padre fray Raymundo en nombre del dicho convento de la Orden de Pre-
dicadores y por el padre maestro fray Jacinto de Soria, vicario provincial, delante
de su señoría del dicho señor presidente presentó por testigo al capitán Álvaro de
Paredes Carreño, vecino de esta ciudad, del cual para el dicho efecto, en presencia
del su señoría del dicho señor presidente fue tomado y recibido juramento según
derecho. Y habiendo jurado y siendo preguntado por el tenor del dicho pedimento
presentado sobre esta causa.
Dijo que sabe que su majestad por su real cédula cometida a don Antonio
Osorio, presidente que fue de esta Real Audiencia y al arzobispo de esta ciudad
mandó despoblar los lugares de la banda del norte de esta isla (fol.8) para reme-
dio de los rescates que en ella había con piratas y extranjeros de sus reinos. Y en
cumplimiento de lo que su majestad mandó al dicho don Antonio Osorio mandó
despoblar los dichos lugares. Y así se despoblaron yendo en persona a hacerlo y
este testigo fue en su compañía por capitán de una compat1ía de gente que con-
sigo llevaba y su majestad en vió por la dicha su real cédula a esta Real Audiencia
del conocimiento de todas las causas tocantes a las dichas despoblaciones y como
parecerá por ella a que se remite. Y entre los dichos lugares que se despoblaron
en esta isla fue una de ellas la villa de Puerto Plata donde este testigo conoció un

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

convento nombrado San Pedro Mártir de la Orden de Predicador es el cual era ele
muy buenos edificios de cal y canto. Y tiene por cierto este testigo que fue el segun-
do convento ele los que hubo en estas Indias por haberlo oído decir a los antiguos
que conoció en la dicha villa y que había conocido en él frailes de muy grandes
sujetos de los que les salieron tres para Obispos. Y este testigo conoció uno de
ellos que fue fray Juan de Manzanilla, obispo de Venezuela y entras otras cosas,
que el edificio del dicho convento tenía eran dos aljibes los cuales le dijeron los
dichos antiguos que al tiempo que había doscientos vecinos en aquel lugar eran
bastantes para darles agua todo el año. Y este testigo vio y le enseñaron hechos
edificios que no les faltaban más de (fol.8v.) los techos de arriba para generales
donde se leyesen arte y liturgia. Y asimismo vio este testigo vio un trasladamiento
de un vecino que allí murió que dejó por heredero del dicho convento y en el
mandaba trajesen maestros de las universidades grandes de España para que le-
yesen en el dicho convento y otros edificios muy costosos que tienen. Y el dicho
convento se desmanteló juntamente con el dicho pueblo por don Juan Fernández
de Riba Martín por comisión que para ello tuvo del dicho don Antonio Osorio.
Y a este testigo le parece que si hoy se hubiese de hacer el dicho convento de la
manera que estaba, no se haría con veinte mil ducados buenos. Y sabe este testigo
que en razón del daño y pérdida que el dicho convento había recibido por haberle
desmantelado y juntamente con ello esta provincia, el presentado fray Juan Mejía,
provincial que a la sazón era pidió ante el dicho don Antonio Osorio se le recibies
e información de lo susodicho para acudir a pedir a su majestad hiciese merced a
la dicha provincia de remunerarle el dicho daño y satisfacerle lo que fuese servido
por ello. Y este testigo declaró en la dicha información a lo cual se remite en razón
de lo que en ella dijo. Y este dicho y el que declaró en la primera información se
entienda a todo uno y no encontrase en cosa alguna y de la (fol.9) información
que dicen haberse hecho en razón de mudar el dicho convento desmantelado a la
villa de Higüey, nos se acuerda este testigo de ello más por lo que le parece tiene
por cosa muy decente y de importancia que el dicho convento se mudase a la villa
de Higüey donde está la imagen milagrosa de Nuestra Señora de la Altagracia, la
cual, estando a cargo de los religiosos del dicho convento están muy bien servidos
y los pobres vecinos que hay en el dicho lugar estarán con más consuelo por tener
quien les suministre los santos sacramentos y les predique la palabra de Dios lo
cual carecen por su pobreza. Y este testigo ha oído decir que aunque se han hecho
diligencias en buscar las dichas informaciones no se ha podido hallar, y sabe este
testigo que de hacer diligencia con su majestad en razón de lo sobredicho, depen-
de el tomar medio en las sobre dichas cosas fundando el convento que se despobló
donde convenga o reduciéndolo a otros de los de la provincia con la hacienda que
ha quedado, porque el que hoy tiene en esta, en parte muy trabajos y estéril que
no han podido hacer edificio alguno sino de paja. Y esto que he dicho y declarado,
dijo ser la verdad para el juramento que tiene hecho. Y lo firmó. Y dijo ser de edad
de cincuenta años y que no l e tocan las generales. Y el dicho señor presidente lo
rubricó. Álvaro de Paredes Carreña. Ante mí, Luis de Arciniega, escribano.

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Genaro Rodríguez Morel

Y después de los susodicho, en la dicha ciudad de Santo Domingo, en veintiséis


(fol.9v.) días del dicho mes y año atrás dicho. Para la dicha información ante su
señoría del dicho señor presidente. El dicho padre fray Raymundo. En nombre
del dicho convento y por el padre maestro fray Jacinto de Soria, vicario provincial
de esta provincia de Santa Cruz, de la Orden de Predicadores, presentó por testigo
a Gaspar de Azpichueta. Relator de esta Real Audiencia y vecino de esta ciudad
del cual para el dicho efecto y en presencia del dicho señor presidente, fue toma-
do y recibido juramento según derecho. Y habiendo jurado y siendo preguntado
acerca de lo contenido en el dicho pedimento. Dijo que a instancia del dicho
padre maestro, fray Jacinto de Soria, vicario provincial de esta provincia. Este tes-
tigo buscó ente sus papeles que tiene de escribano y ele las comisiones tocantes a
rescates que antes le pasaron las informaciones que refiere el pedimento y no las
ha hallado ni sabe donde estén. Y esto es lo que sabe y la verdad para el juramento
que tiene hecho. Y lo firmó y que es de edad de cuarenta y ocho años y que no le
tocan las generales. Y el dicho señor presidente lo rubricó. Gaspar de Azpichueta.
Ante mí, Luis de Arciniega, escribano.
Incontinente, en el dicho día, mes y año atrás dicho para la dicha información,
el dicho padre fray Raymundo de la Orden de Predicadores en nombre del dicho
convento y por el dicho padre maestro fray Jacinto de Soria, vicario provincial de
esta provincia. Ante su señoría del señor presidente por testigo a mi Luis (fol.10)
de Arciniega, escribano del Rey nuestro señor y de gobernación en esta dicha ciu-
dad y vecino de ella. Y en presencia de su señoría del dicho señor presidente juró
a Dios y a la cruz en forma de derecho decir la verdad de lo que supiese en razón
de lo contenido en el pedimento preseptado en esta causa digo que lo que acerca
de ese es que a instancia del dicho padre maestro fray Jacinto de Soria, vicario
provicial de esta provincia, como oficial mayor que soy ele una de las secretarías
de esta Real Audiencia y escribano de gobernación entre los papeles que como
tal tengo y en los de la dicha secretaría he buscado las informaciones que refiere
el dicho pedimento y no las he podido hallar en ninguno de los dichos papeles. Y
esto es la verdad para el juramento que tengo hecho y lo firmo y declaróse de edad
de veintiocho o veintinueve años y que no le tocan las generales. Y su señoría del
señor presidente lo rubricó ante mí. Luis de Arciniega, escribano.
En fe de lo cual y para que de ello conste di el presente testimonio y traslado
ele lo susodicho, el cual es cierto y verdadero según consta y parece por la dicha
información que queda en mi poder y de donde fue sacado a que me remito. Hecho
en la ciudad de Santo Domingo de la Española en ocho días del mes de febrero de
mil seiscientos diecisiete años. En fe de ello hice mi signo (aparece un signo) en
testimonio de verdad.

Luis de Arciniega.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA POR EL REY A LOS MIEMBROS


DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO EN LA QUE DELEGA
MAYORES PODERES PARA EL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA,
DON ANTONIO OSORIO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, N° 5

Santo Domingo, 11 de marzo de 1602

(fol. 1v.) El Rey

Por cuanto, antes algunos de los Oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española y el presidente de ella, se han ofrecido por lo
pasado, algunos en asuntos y diferencias de que han resultado ser los tales Oido-
res, no han guardado el decoro y respeto y obediencia al presidente y han hecho
con él algunas demostraciones públicas y secretas con mucha nota y desautorizar
al del dicho presidente. Y por el consiguiente sean visto otros excesos y desórde-
nes relacionados, digna preste remedio y deseando prevenir para lo de adelante
lo convenga.
En esto por la presente doy comisión y facultad a don Antonio Osorio a quien
he proveído por mí, presidente de la dicha mi Audiencia Real de la dicha ciudad
de Santo Domingo para que podáis hacer y recibir informaciones cuando a buen
recaudo a mi Consejo de las Indias para que en el vista, se provea lo que convenga.
Pero no habéis de poder y enviar a estos reino ante ninguna de los dichos Oidores
por vuestra autoridad. Y es mi voluntad en ninguno de dichos Oidores no puedan
saber las dichas informaciones contra vos pública no secretas, por ningún caso ni
causa que haya para ello, sin particular orden y con mi aprobación mía para ello
como quiera, han de tener libertad para escribirme y darme cuenta de lo que
hiciere. Fechada en Valladolid a once días del mes de marzo de mil y seis y cientos
y dos años. Yo, el Rey.

Del rey mi señor Juan de Ibarra.

93
Genaro Rodríguez Morel

CARTA EN LA QUE SE PIDE PRORROGAR POR SEIS AÑOS MÁS LA MERCED


DE VUESTRA MAJESTAD PARA QUE LOS PRODUCTOS DE LA ESPAÑOLA
SOLO PAGARAN EL SEIS POR CIENTO DE ALCABALA Y ALMOJARIFAZGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 6

Valladolid a 23 de mayo de 1602

Señor

Por parte de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española se ha representado


que se cumple brevemente el tiempo de cinco años por el que vuestra majestad le
hizo merced de prorrogar la que antes se había hecho, de que todos los cueros,
azúcar, cañafístola y otros frutos que de aquella isla se trajesen o enviasen a estos
reinos no se cobrase en Sevilla de derecho de almojarifazgo y alcabala más de a siete
y medio por ciento en lugar de los quince por ciento que debía pagar y que la nece-
sidad de los vecinos moradores de la dicha isla es grande respecto de las pérdidas y
daños que les han sobrevenido los años pasados y suplica a vuestra majestad atento
a ello les haga merced de prorrogar el dicho tiempo por el que fuere servido. Y
habiéndose visto en la cámara ha parecido que siendo vuestra majestad servido se
les puede prorrogar por seis años más, por lo mucho conviene favorecer aquella isla.
En Valladolid a 23 de mayo de 1602.

Hay dos rúbricas de los ministros del Consejo.

94
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA EN LA QUE SE DICE DE LOS ALTOS PRECIOS


QUE CUESTAN LAS MERCADURÍAS QUE LLEGAN DE CASTILLA
A DICHA ISLA ESPAÑOLA. POR TAL RAZÓN PIDEN QUE SE PUEDAN
LLEVAR DOS MIL DUCADOS LIBRES DE IMPUESTOS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 42

Valladolid 23 de mayo de 1602

Señor

Don Antonio Osorio, Caballero de la Orden de Santiago, a quien vuestra


majestad ha proveído por presidente de la Audiencia Real de la isla Española, y por
gobernador y capitán general de ella. Ha representado que en la dicha isla valen las
cosas que se llevan de estos reinos muy subidos precios por las pérdidas que en el
viaje le suceden y suplica a vuestra majestad atento a ello y lo que él y sus pasados
han servido les haga servido de dar licencia para que cada año se le puedan llevar
de estos reinos a la dicha isla en cosas necesarias para el sustento de sus personas,
mujeres, familias, dos mil ducados libres de dineros de almojarifazgo y habiéndose
visto en la cámara lo que se ha hecho en casos semejantes con otros Presidentes de
la Audiencias de las Indias. Y habiéndose visto en Consejo lo que se ha hecho en
casos semejantes con otros Presidentes de las Indias, ha parecido que siendo vuestra
majestad servido se le podrá dar licencia para que se le pueda llevar de estos reinos
para provisión de su caja mil ducados cada año, empleados en las cajas necesarias
libres de dicho almojarifazgo. En Valladolid 23 de mayo de 1602.

Hay dos rúbricas de los ministros del Consejo.

95
Genaro Rodríguez Morel

CARTA EN LA QUE SE INFORMA DE LA MERCED HECHA


A LA ESPAÑOLA PARA QUE SÓLO SE PAGARA EL DOS Y MEDIO
POR CIENTO DE IMPUESTOS DE ALCABALA Y ALMOJARIFAZGO
EN VEZ DEL SIETE Y MEDIO QUE SE PAGABA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 44

Valladolid 30 de mayo de 1602

Señor

Por cédula de 16 de mayo del año pasado de 1595 hizo merced el Rey nuestro
señor que sea en gloria, a la ciudad de Santo Domingo de la isla Española de prorro-
garle por cinco años más lo que antes había hecho de que de todas las mercaderías
que se llevasen de estos reinos a ella no se pagase en la dicha isla más de dos y medio
por ciento de ducados en lugar de los siete y medio que se debían pagar y por otra
carta de la misma data se prorrogó por seis años la merced que se había hecho de
que se cobrase sobre los dichos dos y medios otro medio más para limpiar y aderezar
el puerto y muelle de la dicha ciudad y por su parte sea representado que el dicho
tiempo se cumple brevemente y suplica a vuestra majestad se le mande prorrogar
por el que fuere servido atento a la necesidad con que los vecinos y moradores de
ella están causada de la pérdida que le han sobrevenido estos años pasados y que
como aderezar el dicho puerto. Y habiéndose visto en la cámara ha parecido que
siendo vuestra majestad servido se podría prorrogar esta merced por otros seis años
más sometiéndose al presidente de la Audiencia que haga tomar cuenta a la ciudad
de lo pasado y de lo que adelante procediere de esto. En Valladolid 30 de mayo de
1602.

Hay dos rúbricas de los ministros del Consejo.

96
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA EN LA QUE SE ORDENA PAGAR A DON ANTONIO


OSORIO LA SUMA DE CINCO MIL DUCADOS HASTA QUE ESTE
SE EMBARQUE PARA CASTILLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 25

Valladolid, 2 de agosto de 1602

El Rey

Oficiales de mi Real Hacienda de la isla Española. Yo os mando que a don


Antonio Osorio, Caballero de la Orden de Santiago a quien he proveído por mi
gobernador y capitán general de la Isla y presidente de mi Audiencia Real de ella
le paguéis el salario de cinco mil ducados que con los dichos cargos que le tengo
señalado hasta el día que vuelva desembarcar en estos reinos con que no pase de
seis meses desde que dejare de servir los dichos cargos, que así es mi voluntad y
tomaréis sus cartas de pago y de quien su poder hubiere, y testimonio del día que
acá desembarcare que con ellas y esta mi cédula tomando la razón de ella mis
contadores de cuentas que residen en mi Consejo de Indias mando se os reciban
en quenta lo que esto montare. Fecha en Valladolid a diez de agosto de mil y seis
cientos y dos años. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor Juan de Ibarra. Tomó la razón Marcos de
Plaza. Tomó la Razón Antonio Diaz de Navarrete y la dicha real cédula tenía dos
rúbricas a la espaldas.

Concuerda con la copia de cédula real que está en el libro de cédula real de la
continua a que me refiero. Que es hecho en Santo Domingo a trece de agosto de
mil y seis cientos y ocho años.

Diego de Ibarra.

97
Genaro Rodríguez Morel

TRASLADO DE UNA REAL CÉDULA ENVIADA


AL GOBERNADOR DON ANTONIO OSORIO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 53, Ramo I

Valladolid, 10 de agosto de 1602

El Rey

Oficiales de mi Real Hacienda de la isla Española yo os mando que a don


Antonio Osorio, Caballero de la Orden de Santiago a quien he proveído por mí
gobernador y capitán general de esa isla y presidente de mi Audiencia Real de
ella, le paguéis el salario de cinco mil ducados que con los dichos cargos le tengo
señalado hasta el día que de vuelva desembarcar en estos reinos con que no pase
de seis meses desde que dejare de servir los dichos cargos que así es mi voluntad y
tomareis sus cartas de pago y de quien su poder hubiere y testimonio del día que
acá desembarcare que con ella y esta mi cédula tomando la razón de ella mis con-
tadores de cuentas que residen en mi gobierno de las Indias. Mando se os reciban
en cuenta lo que esto montare. Fecha en Valladolid a diez de agosto de mil y seis
cientos y dos años. Yo el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor, Juan de Ibarra.

Tomo la razón Marcos de Placa, tomó la razón Antonio Díaz de Navarrete y la


dicha real cédula tenía dos rúbricas a las espaldas. Asentó se esta cédula real en este
libro sacándola a la letra por mi el secretario escribano Diego de Ibarra de pedimento
del dicho presidente don Antonio Osorio en primero de junio de mil y seiscientos
y tres años y se le volvió la original. Diego de Ibarra. Fecho, sacado corregido y
concertado fue esta copia de cédula real de su majestad de un libro de cédulas que
esta en la contaduría de esta ciudad de Santo Domingo a que me refiero y demanda
merced del señor presidente don Diego Gómez de Sandoval de el presidente que
es. Hecho en Santo Domingo de la isla Española a veinte y uno de hebrero de mil y
seiscientos y nueve años.

Y por ende fice aquí mi este mi signo testimonio de verdad.

Miguel Ferrufino, escribano.

98
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE Y JUECES DE LA CASA


DE LA CONTRATACIÓN DE SEVILLA. MEDIANTE LA MISMA
SE LE DA LICENCIA AL LICENCIADO MEJÍA DE VILLALOBOS
PARA QUE LE DEJEN PASAR A DICHA ISLA SIN QUE TENGA
QUE LLEVAR A SU MUJER

Archivo General de Indias


Santo Domingo 52

Valladolid, 20 de agosto de 1602

El Rey

Mis presidente y Jueces Oficiales de la casa de la contratación de Sevilla. Yo os


mando que el licenciado Mejía de Villalobos a quien he proveído por oidor de mi
Real Audiencia que reside en la ciudad de Santo Domingo de la isla Española, le
dejéis pasar a ella, sin embargo de que sea casado y no lleve consigo a su mujer, por
haber presentado, consentimiento suyo para hacer su viaje en mi gobierno de las
Indias, lo cual cumplido obligándose primero ante vos en cantidad de doscientas
mil maravedís de que enviará a la dicha su mujer y la ternó consigo en la dicha
ciudad de Santo Domingo dentro de tres años que corran y se cuenten desde el día
que se hiciere a la vela en uno de los puertos de Sanlúcar de Barrameda, o Cádiz,
en adelante supón ha de pagar los dichos maravedís por mi cámara y fisco. Fecha en
Valladolid a veinte de agosto de mil y seiscientos y dos años. Yo el Rey.

Refrendada de Juan de Ibarra y señalada de los de la cámara.

Joan Fernández.

99
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DONDE SE HABLA DE LOS EXCESOS QUE COMETEN


LOS FRANCESES EN LA BANDA NORTE DE LA ISLA
Y LO DESPOBLADA QUE ESTÁ LA MISMA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo I, Doc. 49

Valladolid a 22 de abril de 1603

Señor

Con ser la isla Española la más fértil de frutos y ganados, rica de minas y de
otros preciosísimos metales y piedras que sabe está al presente la más despoblada y
arruinadas que hay en las Indias y la gente de ella muy pobre y aunque la principal
causa de esto se entiende que ha sido por la falta de los naturales indios que se han
acabado en aquella isla, como en las otras de barlovento, también se entiende que
es por lo poco que la gente de ella se ha dado a la labor y beneficio de las minas
y fructificar la tierra y enviar sus frutos a España, rescatándolo con los enemigos
franceses, flamencos e ingleses a trueque de negros y otras mercaderías que los
enemigos le llevan, tomando la mayor parte de ellos de los vasallos de vuestra
majestad que navegan para diferentes partes y los cogen, de que ha resultado y
resultan grandísimos daños a la hacienda de vuestra majestad y al trato y comercio
de sus reinos, sacando de esto los enemigos mucha sustancia y aprovechamiento.
Y este trato y rescate se ha continuado de muchos años a esta parte, sin que haya
bastado para estorbarlos el haber enviado a aquellas costas gruesas armadas y gale-
ras que estén de asiento en diferentes tiempos, y el haberlo prohibido con grandes
penas y excomuniones de que han usado los prelados y es una de las cosas que más
cuidado ha dado el Consejo deseando remediar este trato y comunicación de los
de los vasallos de vuestra majestad con herejes y personas tan sospechosas en la fe
y por los libros que les llevan, demás de los otros daños que se han considerado.
Y aunque de diversas veces siempre se ha tratado y conferido sobre el remedio
de esto y la población y reparo de aquella isla, que por su grandeza y riqueza y por
estar a barlovento de todas las indias, conviene mucho conservarla y mirar por ella
y se han enviado jueces para castigar e impedir estos rescates y aplicados otros re-
medios todos no han sido parte para excusar tan arraigada y perniciosa contrata-
ción que se ha seguido las noticias de las Salinas de Araya y la continua navegación
de los enemigos a aquellas costas. Y ahora se atraído y visto en el Consejo unos
apuntamientos y advertencias que ha dado Baltasar López de Castro escribano
de la cámara de la Audiencia de aquella isla y ha sido oído en el Consejo y fuera
del, particularmente con la descripción de la isla y es hombre de buen discurso y
práctico de aquella tierra y nacido y criado en ella (fol.1v.) y dice entre otras cosas
que a propuesto para remedio de estos rescates y reparo de la isla que tres lugares

100
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

que son Puerto de la Plata, Bayajá y la Yaguana que están en tres puertos a la
banda del norte de dicha isla a cincuenta leguas a donde los enemigos acuden de
ordinario a rescatar y tienen su almacén y acogida y trato con la gente de aquellos
lugares que conviene mudarlos y poblarlos a cinco o seis leguas de la dicha ciudad
de Santo Domingo donde esta la Audiencia y arzobispo reduciéndolos a dos
pueblos, porque no tenían más que hasta 170 vecinos todos y están apartados más
de 50 leguas uno de otros, poblándolos en partes muy cómodas y a propósito para
salvedad y vivienda de los vecinos y bueno y abundante pasto de sus ganados seña-
lándoles estancias para ellos y tierras para labores, con que demás de la quietud
que tendrán representan grandes beneficios que resultaran porque se excusarán
los rescates y la ida de los enemigos a esto y la fuerza de la isla estará junto para lo
que se ofreciere y crecerá la contratación y los derechos de vuestra majestad por-
que entrará y saldrá por el puerto de Santo Domingo, donde residen los Oficiales
Reales y se beneficiaran las minas que hay muchas y buenas y se asegurarán de
los negros cimarrones que hay en la isla y sierra poblando.
Y que como están sujetos a que cualquier corsario que lo intente los tome, queme
y robe sin que haya resistencia como lo han hecho muchas veces y que no es de
consideración desamparar estos puertos porque otros cuarenta y dos tan buenos y
mejores están en la misma isla sin ninguna población ni defensa, donde entran y
están los enemigos todo el tiempo que quieren y dan carena a sus navíos como en
sus puertos y que por el miedo de ellos las casas que tienen en los tres pueblos se
han de mudar, son de tabla y paja y así se hará poco costosa de mudanza y que en
la parte que se han de poblar hay abundancia de madera y buena comodidad para
labrar casas y las harán buenas porque no habrán los temores que ahora tienen de
ser quemadas con facilidad y que sus ganados se podrán mudar sin daños ni costa
por los buenos hatos que hay por donde han de pasar y que así la ejecución será
fácil y breve.
Y habiéndose considerado atentamente todo, ninguno de los medios que hasta
ahora se han propuesto para excusar estos rescates y los daños que se han referido
se ha tenido por tan eficaz y seguro como éste. Y ha parecido que conviene usar del
y que se haga la reducción de los dichos pueblos en la forma que dice Baltasar López
y se retiren los ganados dentro en la tierra para que no se puedan proveer ni aprove-
char de ellos los enemigos ni para la comida ni para llevar los cueros y que se meta
al presidente de la Audiencia y al arzobispo para que acompañándose de algunos de
los Oidores de la Audiencia y de otras personas desinteresadas y de mucha satisfacción
e inteligencia y celo del beneficio público las que les parecieren den la orden que
más convenga (fol.2) para que se ejecute en la mayor suavidad, comodidad, breve-
dad y seguridad que se pudiere, interponiendo para ello los medios necesarios y fa-
cilitando las dificultades que se ofrecieren y procurando que los vecinos de aquellos
lugares e interesados reciban el menor daño y perjuicio que fuere posible. Y que de
las gentes que se mudaren a las nuevas poblaciones les hagan dar los sitios y como-
didades que fueren más a propósito para la fundación de los lugares y estancias y
tierras de labor que hubieren menester sin perjuicios de terceros, tomando eso muy

101
Genaro Rodríguez Morel

a pecho y con mucho calor y cuidado ayudándose para ello de la inteligencia del
dicho Baltasar López que muestra buen celo en esto, haciéndole honra y favor que
se permitiere y que avisen todo lo que hiciere y que si algunas dificultades de mucha
consideración se le ofrecieren en la ejecución de lo susodicho u otros medios más
útiles convenientes y a propósito para que se pueda conseguir lo que se pretende lo
avisen también con gran brevedad y particularidad.
Porque la mayor parte de la gente de aquellos lugares y otros de la isla están
culpados en los dichos rescates y muchos andan ausentes en los montes por temor
del castigo y la ejecución de las penas y condenaciones que sobre ello se les han
hecho así por la Audiencia como por el Juez que se envió para ello y otros que han
tenido comisión. Y don Diego Osorio, presidente que fue de aquella Audiencia y
arzobispo y otros han escrito que convenía perdonarlos para que se aquieten y se
ocupen en mejores y más útiles efectos que ahora lo hacen, siendo los primeros
rescatadores ha parecido que conviene vuestra majestad se sirva de enviar un per-
dón general sin aceptar a nadie de los que en este delito de rescate está culpado
hasta la publicación de la merced que vuestra majestad les hace y para lo de aquí
adelante se pongan penas a los que reincidieren y hallaren culpados en esto de
perdimiento de las vidas y Haciendas que tengan entendido que han de ejecutar
encargando a la Audiencia el cuidado que de esto debe tener y que también
ayudará esto a que con más gusto reciban la mudanza. En Valladolid a 22 de abril
de 1603.

Tiene siete rúbricas de los ministros del Consejo.

102
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ORDENANDO PROHIBIR LOS JUEGOS


DE AZAR QUE HAY EN AQUELLAS PARTES

Archivo General de Indias


Indiferente General 428, Libro XXXII

Gumiel, 4 de septiembre de 1604

(fol.84) Al gobernador de la isla Española:

Que en su distrito procure excusar los juegos y castigar los jugadores.

El Principe.

Mi gobernador y Capitan General de la isla Española y presidente de mi


Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo. De ella ha sido informado que en
esa ciudad y en otras partes de ese distrito y puertos de mar hay excesos en los juegos
entre gente de la tierra y forasteros, de que resultan muchos inconvenientes y des
servicio de Dios nuestro señor y que no conviene dar lugar. Y así os mando que no
permitáis los dichos juegos y que con muy particular cuidado lo procuréis excusar y
castigar a los jugadores. Fecha en Gumiel a cuatro de septiembre de mil y seiscientos
y cuatro años. Yo, el Rey.

Refrendada de Joan de Ibarra, refrendada de los del gobierno.

103
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DEL Cabildo DE SANTO DOMINGO EN LA QUE OFRECEN


DOS DESTACADOS MIEMBROS DE ESA ENTIDAD EDILICIA
PARA EL SERVICIO DE SU MAJESTAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 83, Ramo I

Santo Domingo, 6 de mayo de 1605

(fol.5) Es tan grande el sentimiento que en esta ciudad como tan leal a su Rey
y Señor natural a tenido de la nueva de haberse retirado los moradores de Guaba
y Bayajá en el sitio que llaman de el Penel (sic) que aunque no se puede entender
será por faltar acá verdadera obediencia que deben a su Rey, pero por haber cau-
sado algún escandalo y cumplir este cabildo con la debida obediencia se acordó
enviar a vuestra señoría dos caballeros regidores que son Alonso de Cáceres Car-
vajal y don Álvaro Caballero Pimentel para que en nombre de esta ciudad ofrezcan
a vuestra señoría para cualquiera acontecimiento de el servicio de su majestad las
personas, vidas y Haciendas de todos. Y así suplicamos a vuestra señoría se les de
a los dichos comisarios entero crédito a lo que dijeren en nombre de esta ciudad,
la cual suplica a Dios nuestro señor traiga a vuestra señoría con brevedad, vida y
salud para el remedio de todo. (fol.5v.) De Santo Domingo y de mayo a seis de mil
y seis cientos y cinco años.

Ruy López de Maldonado


Lope de Bardecí de Mella
Diego de Ibarra
Gerónimo Pedralvarez
Baltasar de Sepúlveda
Luis Jóver

Por la ciudad de Santo Domingo de la isla Española, Pedro Baltanas de Rivera.


escribano del cabildo.

104
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL Cabildo DE LA VEGA QUE SE REFIERE A


LA SITUACIÓN DE LOS ALZADOS DEL VALLE DE GUABA
Y DEL CURA DIEGO MÉNDEZ DE REDONDO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 83, Ramo I

La Vega, 23 de mayo de 1605

(fol.7v.) El cabildo de La Vega al cura Diego Méndez de Redondo.

Preguntando algunas personas que por aquí han pasado de los que venido
de esa ciudad y término por vuestra majestad y su salud, he sabido que vuestra
majestad la siempre nuestro señor con los demás que vuestra majestad sea y
merece para su sustento, servicio a menester. También me han dicho que estando
vuestra majestad ya alineado y con propósito de se venir a las nuevas poblaciones
al servicio de su curato se determinó de subir al valle de Guaba. Dicen me que lo
hizo vuestra majestad por traer acabados de paz en los diezmos el año pasado de
1604 años los cuales me parece que el señor Pedro Díaz de Peralta cuando fue a
su visita y a hacerlos y por estar indispuesto y por lo demás que por allá pasaba no
los hizo ni entendió en nada y dejó encomendado y aun mando a vuestra majestad
los hiciera y hechos los enviará a este cabildo. Yo vi carta de vuestra majestad que
escribió al señor canónigo tenerlos casi hechos todos y que acabados de hacer
vuestra majestad los imbiaría.
No he sabido después de esto, más de lo que tengo dicho. Han se dicho y aún
se dice por acá tantas cosas de su ida de vuestra majestad y tiene iglesia y adminis-
tra los sacramentos a los que en ese valle están recogido y no han querido hacer y
cumplir lo que le esta mandado por el rey nuestro señor y por el señor presidente
en su nombre que con estar y tener iglesia y misa no quieren hacer lo que les esta
mandado y que los incita y aconseja yo no puedo creer tal de un sacerdote tan
cristiano y ser cura antes y creído y dicho que como queden el seré en favorezca
y aconsejarles lo que les conviene a su quietud y que esto les habrá tenido en ese
valle y el hacer los diezmos.
Y por que se quiten dichos y sospechas y no me culpen a mi como lo hacen.
Ahora pido a vuestra majestad en amor de Dios y siendo necesario se lo requiero
y mandó una carta canónica, municiones y so pena de excomunión mayor incu-
rriendo ipso facto que dentro de un día natural después de haber leído esta mi
carta se parta para esta ciudad de la Concepción de La Vega hace ver conmigo y
traiga ante mí las cédulas y manifestaciones de los diezmos que ante vuestra majes-
tad hubiere des los vecinos de ese término y jurisdicción, donde no cumpliendo
vuestro mandado con lo cual yo aquí (fol.8) mando le habré publicar y por desco-
mulgado envié vuestra majestad cuanto le importa a su honra y a lo que le podrá

105
Genaro Rodríguez Morel

suceder hacer al contrario y porque confío que vuestra majestad, como quien es
cumplirá con lo que aquí yo como provisor de este obispado he mandado. No digo
más aquí en nuestro señor con salud para su santo servicio. De La Vega, mayo 23
de 1605 años.

El Canónigo Luis Rama por mandado del señor provisor Francisco Godines de
Escobar, notario . A Diego Méndez de Redondo, cura de la ciudad de San Juan de
Bayajá en el valle de Guaba a donde estuviere.

106
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DE JUAN ORTIZ DE SANDOVAL PIDIENDO


MERCEDES POR SUS MÉRITOS Y SERVICIOS A LA CORONA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 5

Santo Domingo, 17 de julio de 1606

Muy poderoso señor Juan Ortiz de Sandoval, vecino de esta ciudad dijo que
conforme a vuestra cédula real, yo quiero hacer información de la calidad de mi
persona y servicios que he hecho a vuestra real persona.
Así, siendo alférez de infantería en esta ciudad, como de contador de su majes-
tad, alcalde de la santa hermandad y Alcalde Ordinario de esta ciudad, como todo
consta y parece por estos títulos y recaudos de que hago presentación.
A vuestra alteza, pido y suplico, que conforme a dicha cédula real de la cual vues-
tra alteza mande se saque un traslado y se ponga por cabeza de estos autos de la cual
desde luego hago presentación cometa a uno de vuestros Oidores el hacer la dicha
información, la cual se haga por el tenor de este interrogatorio que presento y
hecha, vuestra alteza mande dar su parecer, para que todo cerrado y sellado, se envíe a
vuestra real persona en vuestro Real Consejo de Indias, y yo acuda a pedir se me haga
merced sea ocupado en vuestro real servicio en cualquier oficio de gobierno o en otro
cualquiera de vuestra real persona, fuese servido de ocuparme y pido justicia.
Otro si pido y suplico a vuestra alteza que por cuanto en esta ciudad no han
quedado personas de las antiguas, que como vieron a mis aquellos y yo tengo hecha
información informando de vuestra alteza de quienes fueron la cual esta en el archi-
vo donde esta el libro del acuerdo de esta Real Audiencia. Y para que vuestra alteza
mayor pueda informar a vuestra real persona, la mande ver junto con la que ahora
se hiciese y si fuere necesario se ponga un traslado de ella con los demás autos para
que se sepa más y se entere de la calidad de mi persona y pido justicia al licenciado
Delgado. Juan Ortiz de Sandoval.
Presentó el contenido para que se presente en el acuerdo, ante los señores
presidente y oidores de esta Real Audiencia. En Santo Domingo diez y siete de julio
de mil seis cientos y seis años.
Somete al señor licenciado Martínez Tenorio para que haga esta información
conforme a las cédulas y órdenes de su majestad y ante el señor Agustín Gutiérrez y
con el secreto que se manda.
Salió proveído del acuerdo ordinario hecho por los dichos presidente y oidores
es a saber don Antonio Osorio presidente y el licenciado Juan Martínez Tenorio y
el doctor Gaspar de Narváez y Baldelomar, Oidores. En diez y siete de julio de mil y
seis cientos y seis años. Agustín Gutiérrez.
Me doy por citado para la dicha información en Santo Domingo, dicho día,
mes y año.
El licenciado Pedro de Arévalo Sedeño.

107
Genaro Rodríguez Morel

El Convento de Puerto Plata de la Orden


de Santo Domingo de la isla Española

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 5

Santo Domingo, 12 de octubre de 1606

Señor

Con la venida del maestro fray Tomás de Blanes, por visitador de esta provincia
de la Orden de Santo Domingo, se van poniendo las cosas que tocan a su religión,
en el mejor estado del que estaban de que tenían alta necesidad, como lo habían
escrito a vuestra majestad.
El visitador los va asentando con prudencia y cuidado y para que su trabajo y celo
luciese y Dios y vuestra majestad quedasen servidos, convenía mucho se le enviasen
veinticinco o treinta frailes de todas las edades, porque está esta provincia muy falta
de ellos y ahí lo he querido significar a Vuestra Majestad, para que siendo servido,
mande se envíen.
Así mismo hubiera sido de mucha consideración para que de todo punto que-
darán los rescatadores amedrentados, así los de esta isla como dos de las demás
circunvecinas y los de Tierra Firme, Cumaná y demás. Partes a donde a cundido
esta lepra que este padre hubiera traído comisión de la inquisición, para proceder
contra los que rescatasen con estos herejes. De aquí en adelante, como para reme-
diar algunos daños de libros y de malas opiniones que han procurado y procuran
sembrar a vuelta de sus contrataciones, de que edad o cuenta a vuestra majestad,
diversas veces y habiéndose dicho antes que llegase (fol.1v.) el visitador que traía
esta comisión, causó en toda la tierra un gradísimo temor el cual vi yo a vista de
ojo hallándome en la banda del norte cuando vino esta nueva y me la llegaron a
preguntar, como admirados y se la aseguraban así por haber tenido carta de Espa-
ña, en que me lo escribía una persona particular, como por parecerme tan puesto
en razón que se hiciera y que vuestra majestad lo mandara, pues se puede tener
por milagro sin duda de que habiendo habido ocasión de tantos años de amistad
y trato con herejes, como no lo han sido declaradamente de que se deben muchas
gracias a nuestro señor y por esto sería de gran importancia que vuestra majestad
mandase se diesen esta comisión para todas estas islas y las demás partes dichas.
Porque lo que se dice de la dependencia de la inquisición de México es negocio
muy largo y que así lo es a cualquier efecto e los que se hayan de conseguir por
aquel camino. Y teniendo la persona del maestro, fray Tomás de Blanes al presen-
te aquí y siendo tan a propósito para esto parece que se halla lo más hecho y con
ello habrá vuestra majestad echado el sello y asegurado de todo punto el quitar los
malditos rescates de estas tierras.

108
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El convento que tenía la Orden de Santo Domingo en Puerto de Plata avisa


a vuestra majestad el valor de él según la declaración que de ello hicieron los
alarifes.
Esta provincia pretende que vuestra majestad la haga para haber dicho como
el que allí perdieron y por ser tan justo lo he significado y suplicado a vuestra
majestad (fol.2) otras veces ahora lo vuelvo a hacer de nuevo. Esta orden desea
que se les diese una iglesia que están en un lugar que llaman Higüey, treinta
leguas de este, adonde está una imagen de Nuestra Señora que se llama de Alta-
gracia con la cual tiene toda esta tierra muy gran devoción. Y ha hecho y hace,
siempre muchos milagros.
Esta iglesia es anexa a la catedral de esta ciudad y así ponen un cura en ella que
la sirva, el cual suele faltara algunas veces y quedan la imagen, iglesia y pueblo solos.
Para que haciendo vuestra majestad mande a la dicha orden de ella, estaría todo
aquello más decente y más bien servido y con más acompañamiento, porque con
la devoción que a la imagen se tiene y con las limosnas que se le hacen se podría
sustentara allí cinco o seis frailes que serían de consideración para todo y pienso
que con esto quedaría la provincia y orden satisfecha.
En lo de la pretensión del convento de Puerto de Plata y que así verían para todo
bien y a la catedral de aquí no siendo que se le quite más que el cuidado de tener
allí el cura dicho y el escapulario de cuando falta vuestra majestad lo mandara ver
y proveer. Sobre ello lo que más bien sea para servicio de mi señor y suyo, a quien
guarde su divina majestad tantos años, como la cristiandad lo a menester. De Santo
Domingo, 12 de octubre de 1606.

Don Antonio Osorio.

109
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DE BALTAZAR LÓPEZ HACIENDO REFERENCIA A UNA REAL


CÉDULA DE VUESTRA MAJESTAD EN LA QUE REFIERE LA FORMA
QUE HAY QUE TENER PARA ENVIAR AL CONSEJO DE INDIAS
LAS INFORMACIONES DE LOS OFICIOS Y BENEFICOS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº10

Santo Domingo 14 de septiembre de 1606

El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de


la isla Española. Por cédula del Rey mi señor que haya gloria, de veinte y ocho de
septiembre del año pasado de mil y quinientos y ochenta y siete, en que se hace
relación de las que antes están dadas sobre el orden en que se ha de tener, en hacer
enviar a mi Consejo de las Indias las informaciones de oficios y parecer, el que sobre
se lo cedieron a las personas que pretendieron ser proveídos en oficios o beneficios,
o cualquier otra merced, se os ordenó muy apretadamente que guardase lo que
en razón de lo susodicho estaba proveído y porque entendido que no se hace así
y que todavía las partes presentan los testigos y saben negociaciones cuando se les
han de recibir las dichas informaciones y las sacan como quieren de que se siguen
muchos inconvenientes os mando que veáis la sobre dicha cédula de veinte y ocho
de septiembre del año pasado de ochenta y siete y las que en ella se hace mención y
guardéis puntual y precisamente lo que en ella se dispone sobre el recibir las dichas
informaciones y dar los pareceres así en las de eclesiásticos como seglares y que
conforme la han tenido en la dicha cédula uno de vosotros los mis Oidores, recibid
las dichas informaciones de oficio (fol.48) de los pretensores de mercedes y cargos
y con personas conocidas y buena opinión y que se tenga entera satisfacción que
dirán la verdad y en el parecer que dieran en las dichas informaciones declaréis
libre y particularmente lo que supiese del y sintiese des precediendo para ello las
diligencias necesarias sin remitiros a las informaciones porque estas se verán con
recato en el dicho mi consejo y mando a mi Fiscal diligencia y pida lo que conviniese
para que la información y parecer, venga con justificación y puedan ser premiados
los que lo merecieran y que el dicho mi Fiscal como está ordenado forme en los
dichos pareceres fechada en Valladolid veinte y cuatro de julio de mil y seis cientos
años yo el Rey por mandato del Rey muestro señor Juan de Ibarra.
Concuerda con el original que entregue a el señor licenciado Alcázar de Villa,
señor oidor más antiguo gobernador y capitán general Agustín Gutiérrez.
En fe de lo cual es para que de ello conste, di el presente testimonio y tras-
lado de las dichas cédulas, el cual va cierto y verdadero y corregido con las que
están en los libros reales de donde fueron sacadas las hojas doscientas y cuarenta

110
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

y ocho y a hojas sesenta y una de los dichos libros y la primera de las dichas cédulas
no parece estar autorizada por esos de cámara ni de otro alguno.
Hecho en Santo Domingo de la isla Española en catorce días del mes de septiembre
de mil y seis cientos seis años.

Baltasar López.

111
Genaro Rodríguez Morel

RELACIÓN DE LOS HATOS DE VACA QUE HABÍA EN LA BANDA


NORTE DE LA ISLA, LOS CUALES FUERON DESPOBLADOS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 72, Ramo I, Doc. 5

Santo Domingo, 5 de octubre de 1606

Sobre apresamiento en manos de los franceses de Juan Enríquez (25-IX-?).


Este salió de la ciudad de Santo Domingo para Azua en una fragata suya cargada
de cuero. De regreso éste fue capturado y llevado a la Saona por un navío de
piratas franceses y con el duraron 50 dias. En la Saona habían dos embarcaciones
una de 250 toneladas y otra más pequeña. Cuando más se apartaron de la isla lo
hacían hasta el canal de la Mona y el Cabo Engaño. Según el testigo esto no irían
a la banda del norte porque no había rescate y que estos luego irían al Cabo de
San Germán.

Relación de los hatos que habían en la banda norte y hacia donde fueron tras-
ladados con sus dueños.

El hato de Mao de Francisco Domínguez se trasladó en el sitio que llaman de


Masava, término de la villa de Cotuí.
El hato de Mao de Diego de Leguizamón es trasladado en la sabana de Bixao
término de la ciudad de La Vega.
El hato de Mao de Duarte Fernández está trasladado en el sitio que llaman Arroyo
Puñal, término de la dicha ciudad de Santiago.
El hato de Antonio González Verruguete está trasladado donde dicen de La Otra
Banda de Jima, término de la ciudad de La Vega.
El hato de Diego Lorenzo está trasladado en el sitio de Guanagua Sabanaguisey
término de la ciudad de La Vega.
El hato de Lorenzo Vicioso está trasladado en el sitio que llaman de La Torre y
del Paso del Rio Verde, término de la dicha ciudad de La Vega.
El hato de Cana de Antonio de Jáquez está trasladado en Sabana Grande, Ponte-
zuela, término de la dicha ciudad de Santiago.
El hato de Amenilla de Diego de Leguizamón en Sabana de Caoba y Punta de
Matrian término de La Vega.
El hato de Jimamagao de Domingo del Monte en donde dicen el Caimito término
de Santiago.
El hato de Miguel Hernández se trasladó en Sabana de Mirador y Pedregal,
término de La Vega.
El hato de Chapui de Bartolomé Bernández se trasladó en el sitio de Cardo,
término de la ciudad de Santo Domingo.

112
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El hato de Yaque de Diego de Leguizamón está trasladado en la Sabana de


Gerónimo hato del Mirabel.
El hato de Jaimón de Diego de Leguizamón se trasladó a los Ojos de Agua fron-
tero de Anibaje y en de este sitio de los Ojos de Agua están hasta el presente los
ganados de los dichos hatos Mao, Yaque y Amenilla del dicho Diego de Leguizamón
porque aunque se sacaron de sitio antiguo mandado despoblar no se han acabado
de llevar ahora a los sitios que se le señalaron.
Los hatos de Guayacanes y Pontón, de Juan Cid están trasladados en donde
dicen Payavo entre las Villas de Cotuí y Boya.
El hato del Cerro de la Gorra del dicho Domingo del Monte está trasladado
donde dicen Sabana Guaco, término de La Vega.
El hato nombrado Celestina de Rodrigo Martín está trasladado en junto al rio
que llaman Ramada en las Sabanas que llaman de Juan López.
y como todo lo susodicho más adelante consta y parece por los autos que ante
mí pasaron y están en mi poder a que me refiero. Y para que de ello conste de pe-
dimento y mandamiento del dicho señor presidente gobernador y capitán general
doy el presente. Hecho en Santo Domingo en cinco de octubre de mil seis cientos
y seis años.

En fe de lo cual hago mi signo en testimonio de verdad.

Gaspar de Azpichueta.

Relación de los hatos que habían en San Juan de la Maguana y sus propietarios.

Y asimismo, yo el escribano di fe que en el dicho término de San Juan de la


Maguana había doce hatos de vacas que son los siguientes y más uno de ovejas.

El hato de Juan Soderín del Corregidor Ovalle.


El hato de Eduan de la menor de Amador del Valle.
El hato de Oveja del dicho corregidor Ovalle.
El hato que se hizo del ganado del hato de Naibuco del dicho corregidor Ovalle.
El hato de Juan Romero.
El hato del Padre que es del Monesterio.
El hato de la Higuera de Diego Caballero.
El hato de la Mata del dicho Diego Caballero
El hato de las Charcas del Lic. Lorenzo Bernaldez.
El hato llamado Gabilán del dicho licenciado Lorenzo Bernáldez.
El hato de Bárbara Germán viuda del hato de los tres.
El hato de Alonso de Aguilar Campuzano.
El hato de Santomé de Álvaro González y Antonio Díaz.
Este hato de Santomé saca su ganado su servicio del señor presidente cuando allí
estuvo y lo hizo llevar a las nuevas poblaciones y los ganados de vacas y ovejas de los

113
Genaro Rodríguez Morel

demás con el hato (fol.11) los hizo sacar e retirar el dicho Pedro de Villafañe Quirós
en virtud de la dicha Comisión de suplica que a todos los dichos ganados están al
presente en los nuevos sitios que se les señalaron desde la comarca de Baní a esta
dicha ciudad como todo ello consta y parece por los autos que ante mí pasa y están
en mi poder a que me refiero.
Y asimismo di fe que el dicho Juez hizo sacar los ganados del terreno de Azua
que estaban en la ribera de Neiba Costa de la mar los que los dichos hatos son los
siguientes:

Hatos de Azua

El hato Cristóbal del Agar de Juan de Trujillo. (sic)


El hato de Antonio Luis.
El hato Buenavista de Juan Baptista.
El hato de Pedro Stepan.
El hato Capitán Ojo de Salvador González.
El hato de la Estrella de Pedro de Aguilón.
El hato Ojeda de Manuel Degrado.
El hato de las Sabanetas de Alonso de la Cueva.
El hato que llaman de La otra Banda de Álvaro de Agüero Campuzano.
Que todos los nueve hatos de ganado de los que están sacados de sus sitios
antiguos conformar a lo por su Señoría proveído que se retiraran la tierra dentro en
sitios que se les señalaron como párese de este capítulo de carta del dicho Pedro de
Villafañe, Juez de Comisión.
Entre los negros libres y esclavos que se persiguieron después de las despobla-
ciones se capturaron los siguientes. San Juan, 29, La Yaguana 71, Montecristi, Bayajá
y Puerto Plata, 22. De estas 122 personas se ahorcaron seis.

114
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA SOBRE LAS COMPETENCIAS QUE TIENEN


EL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO
Y EL Arzobispo METROPOLITANO DE LA MISMA EN LAS PROCESIONES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 238

Madrid, 3 de octubre de 1607

El Rey

Por cuanto yo mandé dar una cédula del tema siguiente:

El Rey por cuanto por evitar las competencias, encuentros y diferencias que se
pueden ofrecer entre el mi presidente de mi Audiencia Real, que reside en la ciu-
dad de Santo Domingo de la isla Española y el arzobispo de ella, sobre las presiden-
cias en las procesiones y lo que se ha de hacer con el dicho presidente, visto en mi
Consejo Real de las Indias, lo que acerca de esta está proveído para el nuevo reino
de Granada, he tenido por bien declarar lo siguiente:
Que en lo que toca al lugar que cada uno de ellos ha de llevar cuando el arzo-
bispo y presidente concurriesen en las procesiones y todos gastos eclesiásticos, el
presidente vaya con la Audiencia y el arzobispo delante con su clerecía, detrás del
presidente y Audiencia y que al echar el agua bendita antes de la misa mayor, se
eche primero al arzobispo y clérigos que estuviesen con él, y luego al presidente y
Audiencia.
Y en cuanto a si se ha de bajar el evangelio al presidente cuando se acabase de
decir, declaro que no, porque esto se ha de hacer con solo las personas de los Virre-
yes. Y en el dar de la paz ordena que estando en la capilla mayor el arzobispo, se le de
primero a él y después al presidente y estando el arzobispo en el coro, salgan juntas las
dos partes. Una para el dicho arzobispo y otra para el presidente y que en cuanto a la
persona que la ha de llevar, se guarde lo que está dispuesto por el ceremonial.
Y en cuanto si a de llevar el arzobispo la falda alzada, declaro que en los actos
eclesiásticos, al arzobispo le lleven la falda, aunque vaya allí el presidente, más que
no haya allí sino solo el criado que le llevase y cuando fuese a las Casas Reales, se le
lleve hasta la puerta del aposento donde estuviese el presidente y allá la haga soltar y
el arzobispo ha de hacer juramento que debe de no tomar los derechos Reales y de
guardar mi patronazgo y que yendo así, lo divinos oficios el presidente y oidores, en
forma de Audiencia a la iglesia metropolitana han de salir a recibirla por lo menos
dos prebendados de la dicha iglesia, todo lo cual es mi voluntad y mando que así se
conserve, guarde y cumpla y ejecute de aquí en adelante, sin que contra ello se vaya
ni pase en manera alguno por mi ninguna persona. Fecha en Valladolid el 12 de
enero de 1602. Yo el Rey.

115
Genaro Rodríguez Morel

Por mandato del Rey mi Señor Juan de Ibarra.

Yo el presidente y oidores de la dicha mi Audiencia en 15 de enero de 1604,


proveyeron se guarde dicha cédula en las declaraciones siguientes:
En la ciudad de Santo Domingo, a 15 de enero de 1604 (fol.1v.) los señores
Presidentes y Oidores de esta Real Audiencia, dijeron que por cuanto su majestad
mandó despachar una real cédula acerca de las presidencias que se han de guardar
entre los dichos si es el arzobispo de esta ciudad para que cesen las competencias,
encuentros y diferencias que se podrían ofrecer y el dicho arzobispo, en lo que toca
no la ha guardado, ni hecho guardar en la forma debida, dándole diferente sentido
del verdadero que tiene y ha ocasionado mayores encuentros, porque la voluntad
de su majestad declarada por la dicha cédula real, tan apresta daban, mandaban
guardar, es justo que todos lo cumplan y guarden, mandaban y mandaron que se
despachase cartas y provisión Real inserta en ella la dicha real cédula, para que el
dicho arzobispo y el Deán y cabildo de la Metropolitana, cada uno en lo que le toca,
la vean, guarden y cumplan, como en ella se contiene sin darle otro entendimiento,
pues lo más cierto y seguro es cumplir y guardar la dicha voluntad de su majestad, la
cual se ha de cumplir en la forma siguiente:
En cuanto al segundo capítulo de la dicha real cédula, que trata del agua bendi-
ta se ha de echar antes de la misa Mayor, se ha de guardar echando primero a dicho
arzobispo y a los clérigos que estuvieran juntos con él y después al señor presidente
y Audiencia y esto por una misma persona.
En cuanto al capítulo cuarto de la dicha real cédula, que da forma en el dar de
la Paz, se ha de guardar dándose al dicho arzobispo primero, estando en la capilla
mayor y después al señor presidente y Audiencia y esta Paz ha de ser una y dada por
una sola persona y no dos, estando el arzobispo en el coro han de salir juntos dos
pares, una por el dicho arzobispo y otra para el señor presidente y Audiencia, sin
que la de la Audiencia se detenga en el altar ni en el camino, hasta que llegue al
señor presidente.
En cuanto al quinto capítulo de llevar la falda al dicho arzobispo cuando fuere a
las Casa Reales, se le encarga que advierta al paje que la llevase, que la suelte donde
estuviese el señor presidente, en cualquier parte del cuarto o de la habitación de su
señoría, teniendo consideración a que esta honra que manda hacer su majestad al
señor presidente, se ha de entender con su propia persona, pues representa la de
su majestad y no a su aposento. En cuanto al sexto capítulo de la dicha real cédula
del juramento que ha de hacer el arzobispo, se manda que el presente secretario de
cámara de esta Real Audiencia, vaya a la casa del arzobispo, al que se encarga haga
dicho juramento conforme a la dicha real cédula, en presencia del dicho secretario
de cámara, el cual de fe de como se cumple la voluntad de su majestad.
En cuanto al capítulo séptimo, en que manda su majestad que yendo los seño-
res presidente y Oidores, doy los divinos oficios en forma de Audiencia a la iglesia
metropolitana, salgan a recibirla por lo menos dos prebendados de la dicha iglesia,
se encargan al Deán y cabildo de ellas, así lo hagan cumplir, saliendo a recibir hasta

116
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

la puerta y al dicho arzobispo se le encarga así mismo que así lo hagan guardar y
cumplir a los unos y los otros, cada uno en lo que le toca, hagan guarden y cum-
plan todo lo convenido en este auto y capítulo de él, pues la voluntad del Rey
nuestro señor, patrón de dicha iglesia, es que inviolablemente (fol.2) se guarde
con apercibimiento que se les hace, que no haciéndose, usará de los remedios del
derecho y así lo proveyeron.
Y ahora, por parte del dicho arzobispo de la dicha iglesia, se me ha hecho
relación de lo sobre dicho, provee, la dicha mi Audiencia a recibir notorio agravio
suplicándome mandase proveer de remedio en ello y habiéndose visto en mi Con-
sejo Real de las Indias, los autos que en la dicha Audiencia se proveyeron y lo que
sobre ello se pidió en ella por el dicho arzobispo y el Deán y cabildo de su iglesia,
he tenido por bien mandar dar esta mi cédula por la cual mando que la prueba
aquí inserta con las declaraciones hechas por mi Audiencia Real de la dicha isla
Española. En 15 de enero de 1604. Se guarde y cumpla como en ella se contiene
y declaro, ruego y encargo al arzobispo de la dicha isla y al Deán y cabildo de
la dicha iglesia, que guarden y cumplan esta mi cédula como en ella se contiene
y que en contra de ello no vayan ni pasen, ni consientan ir ni pasar en manera
alguna. Fecha en Valladolid a 14 de marzo de 1605.
Va por duplicada de la dicha cédula mande sacar la presente de mis libros reales
con acuerdos de los del mi consejo de las Indias. Fecha en Madrid a 3 de octubre
de 1607. Yo, el Rey.

Por mandato del Rey nuestro señor Juan de Cirica.

Para que en la cédula en que se declaró la forma que había de tener entre el
presidente de la Audiencia Real de la isla Española y el arzobispo de ella sobre las
presidencias y ceremonias en los actos eclesiásticos y las declaraciones hechas por la
dicha Audiencia en razón de esto, se guarden y cumplan.

117
Genaro Rodríguez Morel

Carta al señor fray Agustín Jiménez de Guevara,


comendador del convento Nuestra Señora de las
Mercedes de la ciudad de Santo Domingo

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 5

Santo Domingo, 25 de octubre de 1610

Muy poderos señor fray Agustín Jiménez de Guevara, comendador de Nuestra


Señora de las Mercedes de esta ciudad. Digo que pidiendo y suplicando a vuestra
real persona en dicho convento le hiciese merced y limosna para ayudar a la ree-
dificación de él y otras necesidades que el dicho convento tiene por el robo y des-
trucción que el inglés hizo en esta ciudad. Mando que el presidente y Oidores de
esta Real Audiencia le informen de la dicha necesidad y renta, pues tenía el dicho
convento y de donde se le podrá hacer la dicha limosna y la cantidad como parece
por esta real cédula que presento y pues a vuestra alteza le construye notorio y
por tal lo alego pues el dicho convento esta la mayor parte del cayado y lo demás
con gran riesgo y peligro de caerse. Como es el coro de la iglesia, los claustros y
el refectorio y capillas por cubrir y obras y repaso de puertas y ventanas y la renta
que al presente tiene por ser como es tan poca y que no hay para sustento de los
religiosos y las limosnas tan pocas y ningunas por la gran pobreza y necesidad que
tienen y padecen los vecinos de la tierra atento a lo cual a vuestra alteza pido y
suplico haga merced al dicho convento de que visto y satisfecho lo sobre dicho
informe y den el dicho su parecer que en ello recibiere merced consulta fray
Agustín Jiménez de Guevara comendador.
Remítase esta cédula al señor Luis Ruiz Gómez, que haga las diligencias nece-
sarias e informe al acuerdo ante el secretario Maldonado. Salió proveído el auto
de arriba del acuerdo ordinario hecho por los señores Presidentes y Oidores de
esta Real Audiencia del rey nuestro señor. En veinte y cinco de octubre de mil y
seiscientos y diez años.

Gaspar Páez Maldonado.

118
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

A la Audiencia de la isla Española, que informe sobre


que el convento de Nuestra Señora de las Mercedes
de la ciudad de Santo Domingo pide se le haga mérito
y limosna para su reparo

Archivo General de Indias


Santo Domingo 18, N° 29

Santo Domingo, 16 de noviembre de1610

La ciudad de Santo Domingo de la (fol.2) Española, en diez y seis días de mes


de noviembre de mil y seiscientos y diez años, ante el señor licenciado Ruiz Gó-
mez del Consejo de su majestad y su oidor en esta Real Audiencia y alcalde de cor-
te en ella a quien fue sometido por los señores presidente y oidores de esta Real
Audiencia el haber la información contenida en la cédula real, librada a pe-
dimento del dicho convento de Nuestra Señora de Las Mercedes de esta ciudad,
para poder informar a su majestad de la necesidad que tiene el dicho convento,
respecto del esta mucha parte de el para caerse y de lo que tendrá necesidad para
reedificar y reparar los daños que tiene y con merced que su majestad la ha de
haber para el dicho efecto y lo más referido en la dicha real cédula, fecha en San
Lorenzo a catorce de junio del año pasado de seis cientos y nueve.
Después de haber visto por vista de ojo los dichos daños llevando consigo
a Pedro de Carvajal y Diego Sánchez de Andújar, alarifes, y al Bernardo de Silva,
personas inteligentes y peritos en el arte de albañilería y chantrería. Para mejor in-
formación hizo parecer ante sí a Pedro de Carvajal, del cual recibido juramento en
forma de derecho sobre una Señal de Cruz y habiéndola hecho y prometido decir
verdad, dijo que por orden y mandado del dicho señor oidor y en su presencia ha-
bía visto la iglesia y casa del dicho convento de Nuestra Señora de las Mercedes de
esta ciudad y hallará que el coro de la iglesia que es alto y de bóveda, esta para caer
en el alto de él y tiene necesidad de desenvolver el halcón y crucería abatiéndole el
testero hasta las repisas volantes que tiene de la banda de afuera (fol.2v.) y meterle
de la misma banda dos estribos y meter un arco en la bajo del dicho coro y volver a
solar de ladrillo, de suerte que aquel cuartel quede en punto terciado y solar el suelo
de abajo de ladrillo en que se gastará, así de materiales como de peones y oficiales y
todo gasto cuatro mil ducados buenos y así mismo el dicho convento tiene necesi-
dad de proseguir las paredes del refectorio y dormitorio que están caídas, los cuales
quemó y derribó el inglés cuando tomó esta ciudad y para reedificarse se han de
cubrir en la alto y bajo con vigas y alforcias, solando de ladrillos que contará de ma-
teriales y madera, peones y oficiales de tosa costa, dos mil ducados buenos y así mismo
tiene necesidad el dicho convento de desenvolver los claustros que así mismo quemó
el dicho inglés y están todos rendidos y volverlos a cubrir, lo cual costará de maderas,
materiales, peones y oficiales tres mil ducados buenos de toda obra, así mismo dice

119
Genaro Rodríguez Morel

el dicho testigo que el dicho convento a menester haber un cuarto cubierto, alto y
bajo, para una secreta de veinte y cuatro pies de hueco, que así mismo quemó el
inglés, que costará de materiales manufactura mil y quinientos ducados buenos y
eso es la que al testigo le parece tiene necesidad de repararse y reedificarse de nuevo
en la dicha iglesia y monasterio y que costará lo que tiene el dicho y declarado en
este su dicho y declaración, lo cual, si no se sabe y reedifica con tiempo está a mucho
riesgo de venirse al suelo lo que está por caerse y esto es lo que sabe y responde a lo
que le fue preguntado por el dicho señor oidor,(fol.3), lo cual es la verdad para el
juramento que hizo y dijo ser de edad de más de cincuenta y cinco años y lo firmó
de su nombre y el dicho señor oidor lo rubricó y dijo que no le tocan las generales,
Pedro de Carbajal, ante mil Gaspar Páez Maldonado.
Y luego incontinente en el dicho día mes y año, el dicho señor oidor hizo
parecer ante sí al dicho Diego Sánchez de Andújar, maestro de albañilería, el cual
fue recibido de juramento en conformidad de derecho encima de una señal de la
cruz, so cargo del cual prometió decir verdad y siendo preguntado sobre lo conteni-
do en la cédula de su majestad su fecha en San Lorenzo el Real, a catorce de junio
del año pasado de mil y seis cientos y nueve. Dijo que por mandado del dicho señor
oidor y en su presencia, el testigo y Pedro de Carbajal y Bernardo de Silva, vecinos
de esta ciudad, vieron la iglesia y monasterio de Nuestra Señora de las Mercedes de
esta ciudad y los daños que en ella y en su casa están hechos del tiempo que el inglés
tomó a esta ciudad y tasaron lo que podían costar a reparar, que es lo siguiente: El
coro de la dicha iglesia está a riesgo y peligro de caerse y para su reparo y remedio
desenvolver el casco y crucería abatiendo el testero hasta las repisas volantes de la
parte de afuera y saber de nuevo los estribos de la banda de afuera y meter un arco
en lo bajo del coro y volver a formar y hacer de nuevo la crecería y bóveda y socarlo
de ladrillo, de manera que este cuartel quede en punto terciado y echar su suelo
de ladrillo al dicho coro, para lo cual tienen tasado será menester cuatro mil duca-
dos de buena moneda y demás de los susodicho tiene necesidad el dicho convento
(fol.3v.) de levantar las paredes del refectorio y dormitorio, que están caídas que
costará de todo gasto y costa conforme a lo moderación y tasa que tienen hecha dos
mil ducados de buena moneda y así mismo es necesario desenvolver los claustros
del dicho convento que están todos rendidos y a peligro de caerse y volverlos a cu-
brir de nuevo, lo cual costará de todo costa y gasto tres mil ducados bueno según lo
tiene tasado y demás de lo sobre dicho es necesario haber un cuarto cubierto alto y
bajo, para haber una secreta de veinte y cuatro pies de hueco, que también le que-
mó y derribó el dicho inglés, el cual costará de costa y gasto mil quinientos ducados
buenos, lo cual todo es lo que el testigo ha visto justamente con las demás personas,
que tienen declarado tener necesidad de reparo en la dicha iglesia y monasterio
y lo que le parece a todo su saber y entender su gastará en ello y dice que está en
tanto riesgo y peligro, que si no se reedifica y repara con toda brevedad, se vendrá al
suelo muy presto y teme que cayéndose el dicho convento, lo cual todos dijeron ser
verdad. De más de sesenta años y no le tocan las generales y lo firmó de su nombre
y el señor oidor lo rubricó, Diego de Andújar ante mí, Gaspar Páez Maldonado y

120
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

después de lo susodicho en este dicho día, mes y año de dicho señor Oidor, hizo
parecer ante si a Bernardino (fol.4) de Silva, vecino y mayordomo de esta ciudad,
para averiguación de los reparos de que tiene necesidad la iglesia y convento de
Nuestra Señora de las Mercedes de esta ciudad y de lo que costará reparar y edificar
del cual fue recibido juramento en forma, sobre señal de cruz. Y habiéndolo hecho
y prometido de decir verdad, dijo que aunque no es muy de cantería ni albañilería,
tiene alguna noticia y en sentido del arte de arquitectura y por mandado del dicho
señor Oidor y en su presencia vio la dicha iglesia y monasterio con Diego Sánchez
de Andújar y Pedro de Carvajal, maestros de albañilería y todos juntos estuvieron
mirando las casas que tienen necesidad de repararse en el dicho convento e iglesia
y tasaron y moderaron lo que en cada una de ellas podía gastar conforme a lo que
cuestan los materiales, peones y maestros en esta ciudad y hallaron que el coro de
la dicha iglesia está muy arruinado y a gran riesgo de caerse por estar rendido por
cuatro partes y caídas las llaves de los cruceros y tiene necesidad de desenvolver todo
ese arco y crucería, el canave del coro abatiéndole el testero hasta unas repisas vo-
lantes que tiene de banda de fuera y meter dos estribos en el testero y meter un arco
debajo de dicho coro y volverá a formar su crecería y bóveda y socarlo de ladrillo, de
suerte que quede este cuartel en punto terciado y solar el coro de ladrillo, que todo
esto será menester de gasto de todo costo cuatro mil ducados buenos (fol.4vto),
así mismo tiene necesidad de proseguir las paredes del refectorio y dormitorio que
están caídas y quemadas porque las quemó el inglés cuando tomó esta ciudad, cu-
briendo lo alto y bajo con vigas y alfarxas y ladrillo que costará de todo costo dos
mil ducados buenos y así mismo tiene necesidad el dicho convento de desenvolver
los conventos que tiene por estar rendidos cuando los quemó el inglés y volverlos a
cubrir y será menester de toda consta de mil ducados de buena moneda y así mismo
a menester hacerse en el dicho convento un cuarto alto y bajo para unas secretas de
veinte y cuatro pies que eso costará de madera y manufactura y todo costó, mil y qui-
nientos ducados buenos, porque las que tenía las quemó y derribó el dicho inglés, lo
cual todo es lo que le testigo a visto juntamente con las demás personas que tienen
declarado tener necesidad de reparar en la dicha iglesia y monasterio y lo que le
parece a todo su saber y entender se gastará en ello y dice que está en tanto riesgo y
peligro que si no se reedifica y repara, se caerá y se hará mucho daño porque llevará
detrás de si parte de la iglesia, la cual dijo ser toda la verdad para el juramento que
hizo y dijo ser de edad de cuarenta y cinco años y que no le tocan los generales y lo
firmó de su nombre y el señor oidor lo rubricó.
Y luego incontinente en este dicho día, mes y año, el dicho señor oidor (fol.
5) entregó a mi Gaspar Páez Maldonado, secretario de cámara un libro que dijo
haberle dado y entregado el padre fray Agustín Jiménez de Guevara, Comendador
del dicho Convento de las Mercedes, en el cual están escritas en relación, las rentas
y tributos que tiene y se paga hoy en día al dicho monasterio, para que saque lo que
mando y rubricó, ante mí Gaspar Páez Maldonado. Yo, Gaspar Páez Maldonado,
secretario de cámara del Rey nuestro señor, en esta su Real Audiencia y Chancille-
ría, que por su mandado reside en la ciudad de Santo Domingo de la Española, en
cumplimiento del auto proveído por el señor licenciado Ruiz Gómez, oidor de esta

121
Genaro Rodríguez Morel

dicha Real Audiencia, hice sacar y saqué, de un libro que se titula Protocolo, donde
se asientan los tributos que tiene el convento de la Madre de Dios de esta dicha
ciudad y los réditos que de ellos se van cobrando desde cuatro de octubre del año
pasado de mil y seiscientos y nueve, que comenzó a visitar la casa fray Pedro de To-
rres, siendo provincial de esta provincia un testimonio en relación de lo que rentan
los dicho tributos y casas conforme están asentados en el dicho libro que existe de
la forma siguiente:

1. Primera, parece que doña Beatriz de Ledesma y Fernando Caballero su hijo,


deben al dicho convento un tributo del cual pagan cada año diez pesos de a
diez reales y diez maravedís de buena moneda de los cuartos trescientos y nueve
reales, el cual dicho tributo parece estar impuesto sobre un casa.
2. Ítem, otros tributos que parece deber y estar a cargo a pagar Antonio Méndez ve-
cino de esta ciudad, que renta cada año treinta y un ducados y medio de cuarto.
3. Ítem, otro tributo que tiene a cargo de pagarlo, su nieto por Diego de Medina,
su padre, que renta cada año seis cientos y setenta y dos reales y medio.
4. Ítem, otro tributo que está a cargo de pagarlo, Ana de Ortega, y por ella Bernardo
de Herrera, su hijo, que renta cada año ciento y cincuenta reales de cuartos.
5. Ítem, otro tributo de Fernando Díaz de Pereyo de Bardecí, que renta cada año
cuarenta reales de cuartos.
6. Ítem, otro tributo de Isabel de Santa Clara y por ella Benito Cerezo, como mari-
do de María Marmolejo, su hija, el cual paga cada año cinco pesos de a diez
reales y diez maravedís de buena moneda y dos gallinas.
7. Ítem, otro tributo que está a cargo de pagar Antonio Franco de Ayala, vecino de
esta ciudad, el cual renta cada año setenta ducados de cuartos.
8. Ítem, otro tributo de Luis de Peña, sastre, que renta cada año ciento y treinta y
dos reales de cuartos.
9. Ítem, otro de Francisco de Frías, vecino de esta ciudad, que renta cada año ciento
y veinte reales de cuartos.
10. Ítem, parece en el dicho libro, que el dicho convento tiene unas casas que le
dejó Alberto de Carvajal para una capellanía, que lo que rentasen sean de decir
misas.
11. Ítem, otro tributo de Pedro de Mendoza y por el don Alonso de Valenzuela para
cada año diez pesos de estimación, de un peso y seis tomines, por cada un tostón
de plata.
12. Ítem, otro tributo que paga Baltasar de Ureña por el alquiles de unas casas, las
cuales rentan cada mes cincuenta y cinco reales de cuartos.
13. Ítem, otro tributo de Hernando de Palma y por el María Núñez que renta cada
año once pesos de a diez reales y diez maravedís cada peso que son tres buenos
y treinta y nueve reales de cuartos y más cuatro gallinas.
14. Ítem, otro tributo de Elvira de Morán y por ella Gaspar Martín su marido que
renta cada año cien reales de cuartos y cuatro gallinas.
15. Ítem, otro tributo de Juan de Espinoza vecino de esta ciudad que renta cada año
setecientos y veinte y cuatro reales.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

16. Ítem, parece que tiene el dicho convento dos solares que están arrendados a
Juan de Pedraza, clérigo, presbítero, por tres o nueve años, los cuales rentan
cada año diez gallinas y ciento y treinta maravedís.
17. Ítem, otro tributo de Andrea de Collanes y por ella Manuel González de Melo
que renta cada año doce ducados de cuartos y seis gallinas.

Según que todo lo susodicho consta y aparece por el dicho libro Protocolo a
que me refiero el cual se volvió a entregar a fray Agustín Jiménez de Guevara,
comendador del dicho convento de Nuestra Señora de las Mercedes y para que de
ello conste por mandado del dicho señor oidor y el presente, que es hecho en la
ciudad de Santo Domingo de la Española en primero día del mes de diciembre de
mil y seis cientos y diez años va enmendado. Parece valga Gaspar Páez Maldonado.
La ciudad de Santo Domingo de la Española, en diez días del mes de diciem-
bre de mil y seis cientos y diez años, el dicho señor oidor, a quien está remitida la
averiguación de lo contenido en la cédula real, tomada a instancia del Procurador
General de la orden de Nuestra Señora de las Mercedes, en nombre del convento de
la orden, que este acometido hizo parecer ante sí a Francisco Jóver de Santa Cruz,
vecino de esta ciudad, del cual fue recibido juramento en forma debida de derecho,
habiéndolo hecho cumplidamente, al cual mando declararse si sabía los hatos de
vacas y llanos y otras Haciendas que tenía el dicho convento en esta dicha ciudad e
isla lo declarase y el valor de todo ello, el cual habiéndose hecho el dicho juramento
y prometido de decir la verdad, dijo que conoce por bienes del dicho convento dos
hatos de vacas, el uno se llama Hato Mayor y el otro hato de Tossa, que el mayor
tendrá setecientas vacas mansas y las monterías que son pequeñas y del de Tossa
tendrá, trescientas reses que no tienen monterías y en los dichos hatos tienen cuatro
esclavos y un hombre blanco, mayoral, que le pagan salario y conforme al gasto que
tienen con dichos esclavos y salario de mayoral, entiende este testigo, que no tiene
el dicho convento ningún provecho de los dicho hatos y que en el convento de esta
ciudad le conocen un esclavo y no les conocen otra cosa ninguna y esto sabe y es la
verdad para el juramento que tiene hecho y dijo ser de edad de veinte y nueve años
poco más o menos y que o le tocan los generales y lo firmó de su nombre y el señor
oidor lo rubricó Francisco Jóver de Santa Cruz, ante mí, Gaspar Páez Maldonado.
Testigo después de lo susodicho en la dicha ciudad de Santo Domingo de la
Española, en catorce días del mes de noviembre del dicho año de mil y seis cientos y
diez años, el dicho señor oidor a quién está remitida la averiguación de lo contenido
en la cédula real tomada a instancia del padre Procurador General de la orden de
nuestra señora de (fol.7v.) las Mercedes. En nombre del convento de la dicha
Orden, que está en esta ciudad, para poder mejor cumplir con lo que le está some-
tido, hizo parecer ante si a Luis Jóver, vecino y regidor de esta dicha ciudad, del cual
fue recibido juramento en forma de derecho. Y habiéndolo hecho cumplidamente,
al cual mando declarase si sabía los hatos de vacas y llanos y otras Haciendas que
tenía el dicho convento en esta ciudad e isla y lo declarase y el valor de todo ello,
el cual habiendo hecho el dicho juramento y prometió de decir la verdad. Dijo que

123
Genaro Rodríguez Morel

conoce por bienes del dicho convento dos hatos de vacas, el uno se llama el Hato
Mayor, tendrá novecientas reses poco más o menos, mansas y algunas mal acondi-
cionadas y montería muy poca cosa, que sólo sirve de sustentar el hato. Y el hato
de Tosa tendrá trescientas reses poco más o menos y que no tiene monterías, los
cuales hatos sabe el testigo por haberlos visto, que se van perdiendo y acabando por
falta de no tener esclavos y gente para poderlos vaguear, porque entre ambos hatos
tienen tan solamente tres esclavos y el uno de ellos de más de setenta años y con los
dicho esclavos tienen un hombre blanco que gana salario y en el de Tosa tienen otro
hombre blanco que lo tienen dado a partido por no poderlo sustentar y según lo
susodicho, por cierto tiene este testigo que los dichos dos hatos antes les hacen costa
al dicho convento, que no dar provecho y que los conoce así mismo por bienes, un
esclavo que tienen en el dicho convento y una estancia que han fundado ahora de
nuevo con cinco o seis esclavos, que los más de ellos son muy viejos, los cuales hará
muy pocos días que se los dejo una Leonor de Vargas que murió de limosna y que
este testigo a visto el dicho convento y casa de esta dicha ciudad y sus necesidades y
si se vendiesen todos los bienes que tiene declarados tiene por cierto y sin duda que
no sería bastante para poder aderezar el dicho convento según esta de mal parado y
cayéndose, lo cual es la verdad para el juramento que tiene hecho y dijo ser de edad
de cuarenta y cinco años poco más o menos y que no les tocan las generales y lo
firmó y el dicho señor oidor lo rubricó Luis Jóver, ante mí Gaspar Páez Maldonado.
Testigo después de lo susodicho en la dicha ciudad de Santo Domingo de la
Española en diez y seis días del mes de diciembre de mil y seis cientos y diez años,
el dicho señor oidor a quién está remitida la averiguación de lo contenido en la
cédula real ganada a instancias del Procurador General de la orden de Nuestra
Señora de las Mercedes, en nombre del convento de la dicha Orden que está, en
esta ciudad, para poder mejor cumplir con lo que les es cometido, hizo parecer
ante sí a Fernando Mejías vecino de esta dicha ciudad del cual (fol.8v.) fue recibido
juramento en forma de derecho y habiéndole hecho cumplidamente al cual mando
declarase si sabía los hatos de vacas, esclavos y otras Haciendas que tenía el dicho
convento en esta dicha ciudad y lo declarase y el valor de todo ello, el cual habiendo
hecho el dicho juramento prometió decir verdad, dijo que conoce por bienes del
dicho convento dos hatos de vacas. El uno se llama el Hato Mayor y el otro el hato
de Tosa, que el mayor tenía hasta novecientas reses, poco más o menos mansas y
algunas mal acondicionadas y lagunas monterías de poco ganado, que aún para sus-
tentarse el Hato Mayor no es bastante y el otro hato de Tosa tendrá hasta trescientas
reses poco más o menos y que no tiene monterías, el cual dicho hatillo lo tienen
dado los dichos padres de la madre de Dios a un Pedro Caballos, partido a medias
la crianza para poderlo sustentar por falta de esclavos porque no tiene más de tres
esclavos y estos están en el Hato Mayor y sabe que tiene el dicho Hato Mayor un
mayoral que le pagan salario y que con ello y las demás costas, entiende este testigo,
que no se sustentan las dichas costas con el aprovechamiento de los dichos hatos y
así mismo sabe este testigo, a que en el convento de esta dicha ciudad, tienen un
esclavo para servidumbre de las cosas necesarias en él y sabe este testigo, tienen

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

una estancia (fol.9) con seis esclavos, que los demás de ellos son muy viejos, que le
heredaron de Leonor de Vargas difunta y también los tiene dado el partido a un
compañero para poder tener algunos aprovechamientos de ellos y que este testigo
a visto que el convento y casa de la madre de Dios de esta ciudad y sabe que si todos
lo bienes que tiene el dicho convento se vendieran no fuera bastante de todo ello
para aderezar la iglesia que está cayendo, por estar apuntado al coro y las demás ne-
cesarias casas del dicho convento. Lo cual es la verdad para el juramento que tiene
hecho y dijo se de edad de treinta y ocho años poco más o menos y que no les tocan
los generales y lo firmó de su nombre y el dicho señor oidor lo rubricó. Hernando
Mejía, ante mí, Gaspar Páez Maldonado.
La ciudad de Santo Domingo de la Española, en dos días del mes de mayo de
mil y seis cientos y once años. El dicho señor licenciado Ruiz Gómez oidor de esta
dicha Real Audiencia, en virtud de la comisión que tiene de ella para la averigua-
ción contenida en la real cédula que va por causa de estos autos, dijo que para que
conste a su majestad y señores de su real Consejo de las Indias, de lo que montan
los tributos y casa que tiene el dicho convento de la madre de nuestro señor de esta
dicha ciudad.
Mandaba y mandó que yo el presente secretario de cámara de esta dicha Real
Audiencia que suma la moneda y pesos (fol.9v.) de la manda que doblan los dichos
tributos y rentas de casas en cada un año de la dicha buena moneda y lo ponga por
fe y saque en cada una de las informaciones que están sacadas de esta original y lo
rubricó Gaspar Páez Maldonado y yo el dicho Gaspar Páez Maldonado secretario de
cámara, en cumplimiento del dicho auto, doy fe que conforme a las rentas y tributos
que están en estos autos, sacados del libro del dicho convento, hice la cuenta y resu-
men de la mala, moneda y pesos, de moneda en que se pagan los dichos tributos a
buena moneda de Castilla y parece montar la renta del dicho convento en cada año
mil cuatrocientos veinte y tres reales y cinco maravedís de buena moneda.
Hecho en Santo Domingo, dos de mayo de mil y seis cientos y once años.
Gaspar Páez Maldonado, fray Juan Rodríguez comendador del convento de Nuestra
Señora de las Mercedes de esta ciudad, dijo que es así, que por el año pasado de seis
cientos y nueve, se despachó de vuestra real persona, para que vuestra alteza infor-
mase de que podía vuestra real persona hacer merced y limosna al dicho convento
para su reedificación y demás necesidades y que cantidad sería necesario y la que
tenía el dicho convento de renta y habiéndose presentado en vuestro real acuerdo
por fray Agustín Jiménez, de que era en aquel tiempo era Comendador de dicho
convento para el efecto referido se cometió por vuestra alteza al licenciado Ruiz
Gómez (fol.10) vuestro oidor para que lo viese y si viese las demás diligencias ne-
cesarias conforme a lo contenido en la referida cédula de vuestra real persona y al
secretario Gaspar Páez Maldonado para que ante el se hiciesen las informaciones
y demás diligencias y para que el dicho vuestro oidor, habiéndolas hecho informa-
se a vuestro real acuerdo y aunque se hicieron algunas que están y quedaron en
poder del dicho vuestro secretario, hasta ahora no han surtido efecto, no parece
haberse informado vuestra alteza por noticia que ha tenido el dicho convento de

125
Genaro Rodríguez Morel

quien acude a la solicitud de los negocios del, para cuyo remedio, pido y suplico
a vuestra alteza mande someterlo de nuevo a uno de vuestros Oidores, para que
vea por vista de ojos las faltas del dicho convento y como está al presente muy peor
de los que estaba cuando se hicieron las dichas diligencias, pues lo uno y otros
es notorio a vuestra alteza se envíe de todo, uno o dos más, tanto en los navíos
que están de próximo, para que vuestra real persona sea servido de hacer merced
y limosna al dicho convento, por ser tan precisa la necesidad que tiene de acudir
con brevedad al remedio antes que sea mayor el daño y pido justicia para fray Joan
Rodríguez.
Que el secretario Maldonado que traiga estos autos y diligencias al acuerdo para
que se provea lo que se pide. Salió proveído el auto de arriba del acuerdo ordinario
hecho por los señores presidente y oidores de esta Real Audiencia del Rey nuestro
señor. En Santo Domingo, en diez y seis de noviembre de mil y seis cientos y quince
años.

Remítase al ver estos papeles y al acabarlos, si no lo están al señor doctor


Baldelomar lo cual haga ante Álvaro Maldonado secretario.

Salió proveído el auto de arriba del acuerdo ordinario hecho por los señores
presidente y oidores de esta Real Audiencia del Rey nuestro señor, es a saber, don
Diego Gómez de Sandoval, presidente y el oidor Narváez y Baldelomar (fol.10v.) y
el licenciado don Rodrigo de Balcácer, oidor en Santo Domingo en diez y nueve
de noviembre de mil y seis cientos y quince años. La ciudad de Santo Domingo en
veinte y cuatro días del mes de noviembre de mil y seis cientos y quince años, el
señor doctor Narváez y Baldelomar del Consejo de su majestad su oidor y alcalde de
corte en esta Real Audiencia, habiendo visto estos autos dijo que mandara y mandó
se saquen un traslado dos o más de ellos y se les entreguen para remitirlos al real
Consejo de Indias conforme a la real cédula y así lo proveyó y mandó y la rubricó
entre renglones ante mí Álvaro Páez Maldonado.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA A LOS OFICIALES DE LA REAL Hacienda


DE LA ISLA ESPAÑOLA. EN LA MISMA REFIERE QUE EL CONVENTO
DE LAS MERCEDES DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO SOBRE
LA MERCED QUE TENÍA DICHO CONVENTO DEL VINO Y EL ACEITE
PARA ALUMBRAR EL SACRAMENTO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 26

Madrid, 18 de noviembre de 1610

El Rey

Oficiales de mi Real Hacienda de la isla Española por parte del convento de la


orden de Nuestra Señora de las Mercedes de la ciudad de Santo Domingo de esa
isla se me ha echo relación que en el tiempo porque últimamente le hice merced de
vino y aceite para celebrar y alumbrar el Santísimo Sacramento es cumplido y que
su necesidad es mucha y las limosnas cortas. Suplícame atento a ello se le mandase
prorrogar por el que yo fuese servido.
Y habiéndoseme consultado por los del nuestro Consejo Real de las Indias aca-
tando lo sobre dicho he habido por bien de le hacer merced como por la presente
se la hago de prorrogarle la que le estaba hecha del dicho vino y aceite hasta el
año de mil y diez y ocho y así os mando que por el tiempo de esta prorrogación
proveáis al dicho convento de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes de la
dicha ciudad del dicho vino y aceite para el dicho efecto dando arroba y media de
vino cada año para cada religioso sacerdote que fuese necesario para que arda en
la iglesia del y daréis lo en especie y no constando por testimonio que lo habéis
hecho así mando no se os reciba ni pase en cuenta y procurareis que se compre
a precios justos mirando por el bien de mi hacienda y tomad cartas de pago del
superior del dicho Monesterio o de quien tuviere su poder que con ella y tratado
significado de esta mi carta y testimonio de que lo habéis dado en especie y de lo
que esto mostraremos se os reciba y pase en cuenta sin otro recaudo alguno.
Fecha en Madrid a diez y ocho de noviembre de mil es seiscientos y diez años.
Yo, el Rey.

Refrendada de Pedro de Ledesma y señalada del Consejo.

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Genaro Rodríguez Morel

CARTA DEL CONVENTO DE SANTO DOMINGO PIDIENDO


EXPLICACIÓN POR EL DESMANTELAMIENTO DEL CONVENTO
QUE TENÍA EN LA VILLA DE PUERTO PLATA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 17, Nº 5

Santo domingo, 14 de febrero de 1617

Señor

Por parte del convento de Santo Domingo, de la Orden de Predicadores de esta


isla Española y el padre maestro fray Jacinto de Soria, prior provincial de el. Se ha
hecho información ante mí, pretendiendo por ella, averiguar el daño que la dicha
provincia había recibido en haberse desmantelado un convento que tenía en la
villa de Puerto de Plata de esta isla, que con la despoblación que de ella se hizo por
mandado de vuestra majestad se desmanteló y por la dicha información consta que
el dicho convento era uno de los primeros que en esta isla se fundaron y de muy
grandes y suntuosos edificios y otras de gran consideración y que tenía capellanías
y tributos impuestos sobre posesiones de ganados que se perdieron con la dicha
despoblación.
Que para poder hacer el dicho convento como estaba y la pérdida que tuvie-
ron de las dichas capellanías y tributos, no se hará con cuarenta mil ducados bue-
nos. Y así mismo pretenden que el dicho convento que se mudó a la ciudad de San
Antonio de Monte de Plata se transfiriese a la villa de Higüey de esta isla, donde
esta una imagen milagrosa de Nuestra Señora de Altagracia para que estando en
ella los religiosos de la dicha Orden estará con mayor decencia y los vecinos del
dicho lugar, por ser pobres más acomodados y si mediante las susodichas podrá
vuestra majestad siendo servido en remuneración de esta pérdida, hacer merced a
esta provincia y convento de socorrerla con la cantidad que fuese servida hacerle
limosna y que el dicho convento de transfiera a otro de los de esta provincia o el
que esta en la ciudad de Monte de Plata se pase a la villa de Higüey adonde vues-
tra majestad más bien fuere servido, que en ello descargar a su real conciencia.
Guardemos la católica persona de vuestra majestad y aumente en mayores estados
de Santo Domingo de la Española. Y de febrero catorce de mil y seis cientos y diez
y siete años.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL Arzobispo DE LA IGLESIA


DE SANTO DOMINGO EN LA QUE DICE LA RENTA
QUE TIENEN LOS PREBENDADOS DE ELLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 238

San Esteban del Puerto, 15 de febrero de 1624

El Rey

Muy reverendo y cristo padre arzobispo de la iglesia metropolitana de la ciudad


de Santo Domingo de la isla Española.
A mi Consejo por parte del Deán y cabildo de esa iglesia, se me ha hecho rela-
ción que la renta que tienen los prebendados de ella, es muy tenue, por cuya causa
no se pueden sustentar. Y suplicándome atienda a ello, fue servido mandar que se
incorporasen en dicho cabildo los dos curatos de esa iglesia y un sacristán mayor
que hay en ella, para que (fol.1v.) con esto tengan congrua sustentación con calidad
de que ellos hayan de servir dicho curato y sacristía.
Y habiéndose visto en mi Consejo Real de las Indias lo que sobre esto me in-
formasteis y mi Audiencia Real de esa ciudad, en virtud de cédulas reales y consul-
tándoseme por la presente, tengo por bien incorporar al cabildo de esa iglesia los
dichos dos curatos de ella con los que hayan de servir y sirvan las prebendas y así
hecho merced representar al cura más antiguo (fol.2) de esa iglesia a la canonjía
que ahora ha vacado en ella por promoción de Juan de Villanueva a la tesorería de
esa iglesia y hace servir el otro curas hasta que vaque otra canonjía con obligación
de servir los dichos curatos los dichos prebendados de que tendréis muy particular
cuidado. Fecha en San Esteban del Puerto, a 15 de febrero de 1624. Yo el Rey.

Por mandato del Rey nuestro señor Juan Ruiz de Contreras.

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Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE DE LA CASA


DE LA CONTRATACIÓN DE SEVILLA. MEDIANTE LA MISMA
MANDA DEJEN PASAR A LA ESPAÑOLA AL ALFÉREZ ALONSO
HERNÁNDEZ DE LA ROSA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 26

Madrid, 18 de noviembre de1624

El Rey

Mi presidente y Jueces de la casa de la contratación de Sevilla. Yo os mando


dejéis pasar a la isla Española a el alférez Alonso Hernández de la Rosa a quien he
hecho merced de veinte y cinco escudos de entretenimientos al mes, cerca de la
persona de mi gobernador y capitán general de ella y que pueda llevar a Gregorio
de Velasco, de buena estatura, moreno de rostro, barbinegro, con una señal en la
mano izquierda de treinta años y a Juan Alonso, de buena estatura con herida en
la cabeza barbicastaño de veinte y ocho años y a Juan Rodríguez de buen cuerpo,
lampiño de veinte y dos años a el sin le pedir información alguna y los demás
presentándolas ante vos hechas en sus tierras ante la justicia de ellas y como apro-
bación de las mismas justicias de cómo no son casados ni de lo prohibido a pasar
a aquellas partes lo cual cumplid dando primero ante vos el dicho alférez Alonso
Hernández de la Rosa fianzas legas, llanas, y abonadas en cantidad de doscientos
mil maravedís de que llevará a los susodichos a la isla Española y que quedarán
en ella so pena de pagar los dichos maravedís para mi cámara y fisco y mando
que tomen la razón de esta mi cédula mis Contadores que ha que residen en mi
Consejo Real de las Indias. Fecha en Madrid a diez y ocho de noviembre de mil y
seiscientos y veinte y cuatro años. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor Juan Ruiz de Contreras, señalada del
Consejo.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

RELACIÓN HECHA POR FRAY GERÓNIMO DE ALFARO


SOBRE EL CONVENTO DE LAS MERCEDES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 26

Santo Domingo, 5 de septiembre de 1625

Señor

El presentado fray Gerónimo de Alfaro, Procurador General de la provincia de


San Lorenzo de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes redención de cautivas
de la isla Española. En nombre del arzobispo de su Orden de la ciudad de Santo
Domingo dice que habiendo pedido a vuestra majestad le hiciese merced para la
reedificación de su convento por estarse cayendo y con tan grande pobreza que no
podía acudir a su reparo.
Por cédula de 14 de junio del año pasado de 1609 mandó el Rey nuestro señor
que sea en gloria, pide de vuestra majestad a la Audiencia Real de aquella isla infor-
mase qué renta tenía el dicho convento y de su necesidad y lo que sería necesario
para su reparo y la merced que sería justo hacerle y en qué y de qué cantidad y
donde que no fuese de la Real Hacienda, en cuyo cumplimiento, habiendo hecho
la dicha Audiencia las diligencias convenientes para su verificación con oficiales y
alarifes, y visto por vista de ojos el dicho convento, dice es tan pobre que aún no
tiene mil y quinientos reales de renta, porque aunque tiene mil vacas y tres esclavos
los esquilmó de ellos, no bastaban para el gasto que hacen y que estaba la iglesia del
dicho convento muy hendida y maltratada y con gran riesgo de caerse, siendo como
es un templo suntuoso de bóveda bien edificada y labrada y según el parecer de los
dichos alarifes serían necesarios 10 mil ducados para reparar el dicho templo y los
claustros y otras cosas.
A pedimento del dicho convento el año de 623 la dicha Audiencia tornó a
hacer información de oficio sobre ello y otras diligencias y dice que la pobreza
del dicho convento es la misma que tenía antes y aún más por la que tienen los
vecinos, porque aunque han mostrado grande voluntad de acudir con sus limos-
nas han sido de tan poca consideración que no se han cobrado porque no eran
bastantes por estar el edificio de la iglesia mucho más hendido y apuntalado y en
peor estado con los huracanes y temblores de tierra que ha habido y que se tiene
por cierto se sustenta milagrosamente por la intercesión de una milagrosa imagen
de nuestra Señora que hay en el cuyo portentos y milagros son muchos y notorios
y los religiosos llevan con tolerancia cristiana la gran pobreza y necesidad que ellos
y el dicho convento padecen y que son de mucho provecho en aquella república y
con su vida dar ejemplo en ella y que son dignos de que vuestra majestad les haga
alguna merced y limosna con que puedan reparar los dichos daños y necesidad

131
Genaro Rodríguez Morel

y será mi bien empleada la que se les hiciere y no dicen en que se les puede hacer
merced porque allí no tiene vuestra majestad hacienda para ello ni hallan arbitrio
de donde se pueda sacar por la pobreza de la tierra y el cabildo eclesiástico de
aquella ciudad dijo lo mismo y el arzobispo y cabildo de la ciudad en cuya conside-
ración en ocho de junio del año pasado de 624 le hizo merced de la cuarta parte
de lo que montaron los frutos de aquel arzobispado de los dos ultimas bacantes
pertenecientes a los prelados y esta merced tan solamente monta setecientos y
sesenta y cinco ducados como consta de la certificación que presenta y estos no se
han cobrado por ser las personas que lo debían muy pobres y deberlo de diezmo
con lo cual es imposible ponerse a reedificar obra de tanta costa y con tan poco
dinero y será para que se venga toda al suelo y no se pueda habitar y después acá
a sido mayor el daño porque con un gran temblor que hubo el año pasado se ha
caído mucha piedra de la bóveda de la dicha iglesia y los religiosos temerosos de
su ruina no entran en el coro a celebrar los divinos oficios sino con gran desco-
modidad suya lo hacen en una capilla particular todo lo cual visto por la dicha Au-
diencia ocularmente informan de nuevo a vuestra majestad que suplica se vea y se
sirva vuestra majestad de hacer merced al dicho convento para que pueda acudir
al repaso de cosa tan forzosa necesaria y inexcusable de hacerle merced de lo que
montaren en los bacantes del obispado de la iglesia de Cuba que al presente esta
vaco y de la de Panamá y de la que ay o hubiere adelante en el Arzobispado del
nuevo reino de Granada hasta en la dicha cantidad de los dichos 10 mil ducados
que declararon los alarifes eran necesarios para la dicha obra en que recibiera
muy particularmente merced y limosna.
(En otra letra) Que se tendrá cuidado cuando haya ocasión se entreguen el
memorial y papeles al señor don Fernando de Contreras para que tenga memoria
de acordarse a su tiempo en merced a 5 de septiembre de 1625.

Duarte Navarra.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DE DIEGO DE ACUÑA PRESIDENTE


DE LA Audiencia DE Santo Domingo

Archivo General de Indias


Santo Domingo 55, Ramo V, Nº 32

Santo Domingo, 12 de octubre de 1625

Sesenta cargas y cuatro tortas de cazabe


Doscientas y una arrobas de harina
Seis barriles de biscochos, los dos grandes
Cien quesos de Coro y dos cerones de queso de las islas
Cuarenta botijas de aceite
Cuatro barriles de vinagre
Un cerón de cebollas
Treinta libras y catorce libras de arroz
Cuarenta y tres fanegas de maíz
Setenta y do arrobas y siete libras de carne
Cien gallinas
Ciento y veinte y ocho haces de leña
Cuatro cajitas de conserva de membrillo
Dos mil plátanos
Doscientos y cincuenta y dos huevos
Cantidad de medicinas
Ocho serones de carbón
Dos serones de tabaco
Sal

Esto se envió luego que llegó la nueva de improviso y se esta conduciendo


bastimento y otras cosas al doble y fragata grande para en que vaya.
Memoria de lo que el presidente de Santo Domingo envió de socorro al gober-
nador de Puerto Rico estando sitiado el morro con el capitán Francisco de Acuña.

Ciento y cincuenta cargas de cazabe


Ciento y cuarenta botijas de vino
Ciento y ochenta arrobas de carne
Treinta peruleras de melado
Diez de manteca
Doscientas y setenta quesos de Coro con 80 arrobas
Dos barriles de biscocho
Ciento y setenta y dos fanegas de maíz
Doscientos haces de leña

133
Genaro Rodríguez Morel

Nueve Cerones de Carbón


Seis arroba de cebo
Quinientas veinte y cinco libras de arroz
Doce pellejos de carnero
Dos cajones con seis arrobas de velas de cebo

Veinte y siete arrobas de hierro en 56 pernos de dos cabezas y 16 balas de cade-


na y diamante y otros géneros extraordinarios
Esto sin otras cincuenta botijas de vino, cincuenta cargas de cazabe, ochenta
arrobas de carne y otros bastimentos que se dieron para la gente de mar y guerra,
que fue embarcada en dicha fragata a llevar este socorro.
Memoria de las medicinas que el presidente de Santo Domingo envió por
segunda vez al gobernador de Puerto Rico estando sitiado el Morro a su pedimento
para curar heridos.

Un frasco de Trementina
otro de aceite rosado
" " " de manzanilla
" " " " Lombrices
" " " " Aparicio
Piedra Alumbre
Dos libras de Solimán
Una de Cardenillo
Media de Diaquilón
Flor de Manzanilla
Antimonio, media libra
Ungüento rosado un frasco
" Sandali mio un frasco
" Blanco un frasco
" Amarillo
" de Plomo
" Aportolorum.

134
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA POR LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA


DE SANTO DOMINGO DONDE SEÑALAN LA FALTA
DE POBLADORES QUE HAY EN LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 26

Santo Domingo, 16 de diciembre de 1627

Señor

En carta de 6 de este nos dice vuestra señoría que en otra que la Real Audiencia
de Santo Domingo de isla Española escribió a vuestra majestad en 13 de septiembre
pasado dice que aquella isla se haya afligida con las pérdidas que ha tenido y que la
mayor es la falta que tiene de gente porque españoles no los hay ni aún para oficios
honrados de la ciudad y que indios de muchos años a esta parte no hay ningunos y
que los que cultivan la tierra y todo género de crianza, labranza, ingenios de azúcar
y las demás cosas son los negros y que si estos faltasen totalmente se despoblaría lo
poco que hay habitado por no haber que comer y que cada año se mueren en aque-
lla tierra más de mil negros y que para remedio de estos inconvenientes suplica se
mande que vayan a la dicha isla mil negros cada año y mandó vuestra majestad que
informemos lo que se nos ofrece en esta razón para que visto se provea lo que más
convenga.
Teniendo por conveniente para la conservación de la dicha isla que se navegasen
cada año a ella las dichas mil piezas de esclavos por las causas que refiere el dicho
presidente y Audiencia la conferimos con Manuel Rodríguez Lamegu asentista de
los que se llevan a las indias y dice que por ningún caso vendrá en que se naveguen
aquella isla así por el poco precio que dan por ellos y hacerse la paga en frutos de la
tierra como por que su obligación no es de llevarlos a otras partes que a los puertos
de Cartagena y la Veracruz donde tienen sus favores y se venden a mejores precios
y a pagar luego en plata y que a estas partes tiene vuestra majestad mandado se
acudan a proveer de esclavos los que los hubieren menester de más que en Santo
Domingo dice que tocan los más de los navíos que los llevan y que proveen aquella
ciudad (fol.1v.) más conviniere a su real servicio Dios la católica y real persona
guarde dios muchos años. Sevilla 16 de diciembre 1627.

Tiene cuatro firmas.

135
Genaro Rodríguez Morel

real cédula inserta en un documento sobre las Haciendas


que tienen los depositarios de la isla por muerte de sus
dueños primitivos

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Santo Domingo 55, Ramo III

Madrid, 31 de diciembre de 1628

(fol.4) El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real que reside en la ciudad (fol.4) de


Santo Domingo de la isla Española. He sido informado que en poder de los deposi-
tarios generales de esas partes hay cantidad de Haciendas con nombres de depósitos
y que por haber faltado y muerto los dueños que pretendían tener derecho a ellos,
se está en poder de los dichos depositarios sin que acudan con ello a nadie y que así
convenía recoger estas Haciendas y hacer que los pleitos de estos se traigan a estos
reinos para que se vean y determinen y se vuelvan a sus dueños y no los habiendo
se apliquen para que acuda al gasto que se hace con las armadas que se sustentan
contra los enemigos de la Corona.
Y habiéndose visto por los de mi Consejo de las Indias porque quiero saber qué
cantidad de hacienda hay en poder de los depositarios de esa Audiencia y ciudad
de Santo Domingo y el de todos los depositarios de las ciudades y villas y lugares
del distrito de esta Audiencia así de los que al presente lo son como los que de
antes de ello lo han sido y de que tiempo a esta parte están en su poder los tales de-
pósitos, quien los hizo y porque orden y mandado y quien y como pertenece cada
uno y si sobre ello ay algunos pleitos pendientes y de que calidad y si los siguen
las partes y el estado que al presente tienen y de lo que acerca de ello convendrá
proveer. (fol.4v.) Os mando que enviéis relación sobre con vuestro parecer. Fecha
en Madrid a postrera de diciembre de mil y seiscientos y veinte y ocho años. Yo, el
Rey. por mandado del Rey nuestro señor.

Don Miguel de Otacora.

136
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA EN LA QUE SE REFIERE QUE POR NO HABER NAVÍOS


EN LA ISLA PARA LLEVAR PRODUCTOS A CASTILLA SE HAN QUEDADO
EN EL PUERTO DE SANTO DOMINGO MÁS DE 30.000 QUINTALES
DE JENGIBRE, 40.000 CUEROS, MÁS DE 15.000 QUINTALES DE AZÚCAR,
ADEMÁS DE CAÑAFÍSTOLA, TABACO ETC.

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Santo Domingo 55, Ramo Nº 55

Santo Domingo, 6 de febrero de 1629

Señor

En carta de 22 de enero pasado de este año nos dice vuestra majestad que en un
capítulo de carta que don Gabriel de Chávez, gobernador y capitán general de la
isla Española y presidente de la Real Audiencia que en ella reside escribió a vuestra
majestad en 20 de septiembre de 1618. Refiere que los cuatro navíos que salieron
de aquella isla por junio pasado a juntarse en Cartagena con los galeones iban car-
gados de frutos y por no haber más navíos quedó otra tanta cantidad como se había
embarcado en ellas con lo cual y con lo de aquel año se había cogido se hallaban los
vecinos de aquella isla con treinta mil quintales de jengibre, cuarenta mil queros,
más de quince mil quintales de azúcar, cantidad de cañafístola, tabaco y otras cosas
que para embarcarlo y traerlo a España eran necesarias cuatro mil toneladas de bu-
que y que con la flota que el año pasado fue a la Nueva España solo fue un patache
de 200 toneladas cosa que tiene con gran desconsuelo toda aquella tierra por ver
que se les pudren sus Haciendas dentro de sus casas. Y que habiéndose visto en el
Consejo quiere vuestra majestad saber lo que cerca de esto se nos ofrece nos manda
informemos sobre ello para que visto se provea lo que convenga.
Vuestra majestad hizo merced el año pasado a esta isla que pudiesen ir a traer los
frutos de aquella tierra cuatro urcas o filibotes y por no haber quien pidiese visitar por la
falta de navíos no fue sino uno y sería muy conveniente para el beneficio de los vecinos
de aquella tierra, como para el aumento de la Real Hacienda de vuestra majestad que
hubiere navíos extranjeros que pidiesen visita para ir aquella isla y traer los frutos que
esta carta refiere antes que se pierdan y así (fol.1v) nos parece que será justo hacerles la
merced que piden que de ello no se sigue daño ni perjuicio a tercero y es muy necesario
alentar a los vecinos de aquella tierra que estos años han tenido tantas pérdidas y malos
sucesos, siendo las urcas o filibotes de naturales de estos reinos y yendo en conserva de
la flota de Nueva España como vuestra majestad lo tiene ordenado y mandado porque
si fuesen con los galeones podían henchir las Indias de mercaderías y desazonar la flota
de Tierra Firme del año que viene vuestra majestad lo mandara ver y proveer lo que más
convenga a su Real servicio. La Católica cesárea y Real Persona, guarde nuestro señor
muchos años de servicio. Santo Domingo, 6 de febrero de 1629.

Don Melchor de Calatayud.

137
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ESCRITA POR DON GABRIEL DE CHÁVEZ DONDE PIDE


QUE SE LIBRE DE LAS CAJAS DE MÉXICO LO QUE LOS OFICIALES
REALES DE SANTO DOMINGO NECESITAREN PARA HACERLES FRENTE
A LOS ATAQUES ENEMIGOS

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Santo Domingo 27

Santo Domingo, 3 de marzo de 1629

Señor

En otras cartas tengo escrito a vuestra majestad que en unos corrales de las
casas del almirante Cristóbal Colón que están sobre la parte del río donde ha de
surgir la armada enemiga que intentare venir a esta ciudad hice una plataforma
donde están trece piezas de artillería y así mismo he hecho una ronda a orillas del
rio desde donde la gente de esta ciudad vaya tirando continuamente a las lanchas
y navíos que entraren por este río con algunos reductos en que he puesto artillería
y cerrado con esto las entradas que había desde el río a las casas de este lugar por
las cuales no solo podía entrar el enemigo pero entraban de ordinario mercadu-
rías de contrabando, negros y otras cosas defraudando los derechos de vuestra
majestad. Medio cuarto de legua de esta ciudad hay una playuela que se llama Gui-
bia en la cual podían con lanchas desembarcar el enemigo y venir a esta ciudad en
ella he hecho una trinchera que la coge toda de una parte a otra de terraplén de
nueve palmos de grueso con un baluarte en medio y dos reductos a los remates y
en ellas seis piezas de artillería (fol.1v.) han sido obra de mucha importancia para
la seguridad de esta tierra y que han tenido poca costa.
Suplico a vuestra majestad mande se libre en la caja de México lo que los
oficiales Reales de esta ciudad certificaren haberse gastado en ello. Guarde nuestro
señor a vuestra majestad como sus vasallos deseamos y la cristiandad a menester etc.
De Santo Domingo y marzo 3 de 1629 años.

Don Gabriel de Chavez.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA POR LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO


DOMINGO EN LA QUE REFIEREN QUE FRAY GERÓNIMO DE ALFARO,
PROCURADOR GENERAL DE SANTO DOMINGO QUE ES DE LA ORDEN
DE LAS MERCEDES PIDE A SU MAJESTAD UNA LIMOSNA PARA REPARAR
EL CONVENTO QUE ESTÁ EN PELIGRO

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Santo Domingo 26

Santo Domingo, 13 de marzo de 1629

Señor

El presentado fray Gerónimo de Alfaro, Procurador General de la provincia de


Santo Domingo de la isla Española de la Orden de Nuestra Señora de las Merce-
des. Suplica a vuestra majestad le haga limosna para el reparto del Convento que
está en peligro de caerse conforme a la traza que hicieron los alarifes por su real
cédula en presencia del Audiencia de aquella provincia que son diez mil ducados
librando lo que su majestad fuese servido en la caja de México como a los demás
conventos y iglesias de aquella provincia se les ha librado y no habiendo en este
lugar se les favorezca en esta forma.
El presidente de aquella ciudad de licencias a los vecinos que fueron de las ciu-
dades despobladas para que vayan cada uno a los sitios de sus Haciendas a hacer
cueros, matando el ganado de sus monterías que esta alzado porque se las vendan
alguna cosa conforme se consientan y esto quedan lo aplica el presidente para su
majestad. Pide se le haga merced que estas licencias las de por tiempo de diez años
el provincial o comendador de aquel convento y que el presidente no estorbe nin-
guna ni limite el tiempo sino que las confirme mandando se le apretadamente y
valdrá esto doscientos ducados cada año poco más o menos.
Asimismo le hagan vuestra majestad merced de mandar con penas que ninguna
persona de carne salada de ganado de cerda, ni de vaca a ningún navío, fragata ni
barco que saliere del puerto si no fuere los frailes del dicho convento los cuales la
darán de su hacienda buena y bien acondicionada de dar y recibir al precio que se
suele vender y para esto (fol.1v.) tenga nombrado la ciudad un regidor que lo vea
y esto sacado los costos valdrá otros doscientos ducados cada año y lo uno y lo otro
en los dichos diez años será para ayuda a la reedificación de la iglesia y en esto no
se hace perjuicio a la república porque esta carne a los bajeles que salen no la dan si
no tres o cuatro ricos que con poderosa mano se alzan con ello.
Y no habiendo lugar en estos háyalo en la vacante del obispado de la iglesia
de Mechoacán y de otros obispados y Arzobispados que están vacos o vacaren en
la Nueva España y Pirú que en esto recibirá el dicho convento gracia, limosna y
merced por la gran necesidad y peligro que la dicha iglesia tiene y los gastos que la

139
Genaro Rodríguez Morel

provincia ha hecho en enviar dos religiosos a pedir esta limosna, uno cuando dio
su majestad su real cédula y otro ahora. Y en la misma ciudad de Santo Domingo hay
las vacantes de dos arzobispados pasados que murieron con que se podrá ayudar
con alguna parte a esta santa obra de las Mercedes que su majestad ha de hacer.
Santo Domingo, 13 de marzo de 1629.

140
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ENVÍAN LOS MIEMBROS DEL Cabildo CATEDRALICIO


DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO A SU MAJESTAD. EN LA MISMA
DICEN LAS DIFERENCIAS QUE HAY ENTRE ESE Cabildo Y EL ALGUACIL
MAYOR DE LA CIUDAD

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Santo Domingo 72, Ramo III, Doc. 63 (a)

Santo Domingo, 27 de noviembre de 1629

Señor

El cabildo eclesiástico de la catedral de esta ciudad de Santo Domingo suplica a


vuestra majestad ponga el remedio necesario en lo que han hecho vuestros Oidores y
en particular el licenciado don Miguel de Otalora que vino a el con el alguacil mayor
y doce soldados con armas de fuego y cuerdas encendidas a dar la posesión de este
arzobispado al Arcediano don Francisco Serrano, su íntimo amigo, en nombre de fray
Fernando de Vera, obispo del Cuzco, cuya relación es que habiendo llegado sin ga-
leones derrotados de los que trae a su cargo don Fadrique de Toledo saltaron cuatro
o seis hombre en tierra a saber de los demás y entre ellos un criollo del dicho obispo
que en uno de los dichos galeones iba embarcado, el cual dio al dicho Arcediano dos
poderes y las bulas que tuvo de su santidad de este arzobispado antes que fuese electo
a el del Cuzco con cuyos recados nos pidió le diésemos la posesión porque en los di-
chos poderes (fol.1v.) le nombró por su provisor y visto que por una carta que presen-
tó de vuestra majestad para que cuatro criados pudiesen llevar armas al Perú contaba
que iría como obispo del Cuzco y que había vacado este arzobispado con la traslación
al otro y que no nos mostraba la carta de vuestra majestad de la presentación y otras
muchas causas que constaban a vuestra majestad de los autos con acuerdos de dos
abogados de los religiosos de la Orden de Predicadores con quien lo consultamos y
proveímos auto declarando no haber lugar de dársela y sin apelar de el se querelló de
nosotros nominatis en esta Real Audiencia la cual declaró que en no darle la posesión
hacíamos fuerza a que respondimos que estábamos prestos a otorgarle la apelación
con lo cual cesaba el decir hacíamos fuerza.
El otro día primero de noviembre proveyó auto el dicho don Miguel de Otalora
como semanero declarándonos por rebeldes y habiéndose notificado diciendo
prima en el coro dijimos se nos diese traslado para responder y a la tarde vuestro
presidente que también es íntimo amigo del dicho Arcediano junto a la Audiencia
y salió que fuese a nuestro cabildo el dicho don Miguel el cual fue en la forma
referida y aunque protestamos no nos parece perjuicio se la dio diciéndonos al-
gunas palabras que más por extenso contaba a vuestra majestad por el traslado de
los autos que enviamos a vuestro Fiscal demás de lo cual el año pasado habiéndose
ido el ministro don fray Pedro de Oviedo al obispado de Quito a donde vuestra

141
Genaro Rodríguez Morel

majestad le proveyó nos dejó por provisión al dicho Arcediano y aunque nombra-
mos conforme al santo concilio el Audiencia dio auxilio al que nombró al dicho
obispo de Quito y ha (fol.2) hecho oficio de juez eclesiástico estando absuelto de
este el que le nombró tres meses antes que partiese de aquí como hoy parece por
las bulas que presentó del dicho don fray Fernando de Vera fuera de esto nos tiene
preso en la fuerza sin dejarle hablar con nadie al licenciado Blas Álvarez de To-
rres, canónigo, porque quiso embarcarse con nuestro poder y le llevó del cabildo
eclesiástico con veinte soldados que le dio vuestro presidente.
Suplicamos a vuestra majestad ponga todo el remedio que convenga porque
de tratarse así a los eclesiásticos no vengan mayores daños. Guarde Dios y provea
a vuestra majestad como este cabildo le pide para bien de sus reinos. De Santo
Domingo, y noviembre 27 de 1629 años.

Don Luis Velázquez de Medrano Chantre


El licenciado don Blas Álvarez de Torres Canónigo
Don Francisco Pimentel de Trejo Canónigo
Manuel de Frías Canónigo
Blas González Canónigo
Mateo Sánchez Canónigo
Licenciado Francisco Cisneros Laudín Canónigo
Licenciado Luis Jerónimo de Alcocer Canónigo

142
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA POR LOS FRAILES DEL CONVENTO DE LAS MERCEDES


EN LA QUE DESTACAN LA LABOR QUE ESTABA DESARROLLANDO
EL PRESIDENTE GABRIEL DE CHÁVEZ OSORIO HASTA QUE
FUE SUSTITUIDO DE SU CARGO

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Santo Domingo 85, Ramo III

Santo Domingo, 2 de enero de 1631

Señor

A esta ciudad llegó don Alonso Hurtado, visitador por su majestad nombrado
y luego que empezó a ejercer su oficio la primera acción que hizo fue desterrar a
los Oidores de esta ciudad con que cesó el expediente de los pleitos no sin daño
de los pleiteantes forasteros y lo que más es mandado a dar Gabriel de Chávez,
presidente, que saliera de la ciudad, acción que dio mucha pena a los vecinos de
ella, así por la falta que en las cosas de la paz hiciera así como en las de guerra
en ocasión que la armada del enemigo estaba en estas partes y tan cerca de esta
ciudad y de su asistencia resulta gran bien al servicio de nos y de vuestra majestad
y bien de esta ciudad. Que desde que a ella llegó tiene conocida mejoras, mayor-
mente en el ejercicio de las armas, ceras y fuertes que para su defensa ha hecho y
hace asistiendo personalmente a ello sin lo cual estaba esta plaza sin defensa y hoy
está con ella y los vasallos de su majestad seguros, principalmente los religiosos
que en otros tiempos con pequeña ocasión llevábamos (fol.1v.) los ornamentos y
plata de la iglesia a los campos y queríamos desamparar los conventos y así en fe de
vasallos y capellanes de vuestra majestad certificamos que don Gabriel de Chávez,
presidente, ha gobernado y gobierna esta isla cristianamente y ajeno de todo inte-
rés y en las cosas de guerra el más vigilante capitán general que esta isla ha tenido
y de que tenía necesidad con cuya asistencia cada día tiene nuevos aumentos y su
falta sería su total destrucción y vuestra majestad debe en conciencia premiar tan
lúcidos e importantes trabajos y nosotros cumplimos con la nuestra en dar cuenta
de esto a vuestra majestad cuya real persona guarde Dios la católica y real persona
de vuestra majestad. Fecha en este convento de Nuestra Señora de las Mercedes
de la ciudad de Santo Domingo a 2 de enero de 1631.

143
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA A SU MAJESTAD POR EL Cabildo ECLESIÁSTICO


DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO. EN LA MISMA REFIEREN LOS
CAMBIOS HABIDOS EN LA ISLA DESDE QUE LLEGÓ EL VISITADOR
ALONSO HURTADO. EN LA MISMA DESTACAN LA LABOR DE SU
ANTECESOR DON GABRIEL DE CHÁVEZ OSORIO

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Santo Domingo 85, Ramo III

Santo Domingo, 20 de enero de 1631

Señor

Por cumplir este cabildo con las obligaciones de capellanes daremos cuenta a
vuestra majestad del estado de las cosas sucedidas después que llegó a esta ciudad
el visitador don Alonso Hurtado el cual en su primera entrada proveyó un auto en
que mandaba a salir de esta ciudad y veinte leguas al contorno a don Gabriel de
Chávez Osorio, presidente, gobernador y capitán general. Y pareciéndole al dicho
don Gabriel que respecto de los avisos que tenía de La Habana y de su majestad que
fuera de inconveniente su salida dejó de hacerlo por lo cual el dicho visitador le sus-
pendió el oficio de presidente, acciones a nuestro parecer anticipadas a aseguramos
a vuestra majestad con toda verdad que en la persona vigilancia y cuidado de don
Gabriel de Chávez consiste la mayor parte o el todo de la defensa y seguridad de esta
tierra y porque cerca de esto habrá mucho que informen a vuestra majestad y no ser
de nuestra profesión dejamos lo mucho que pudiéramos (fol.1v.) decir.
En cuanto al gobierno podemos asegurar a su majestad que es con grande ente-
reza sin género de codicia ni interés. Guarde nuestro señor a vuestra majestad como
sus vasallos desean y hemos menester. Santo Domingo, 20 de enero de 1631 años.

El canónigo Velázquez.
Don Francisco Serrano Ibarra.
Don Luis Velázquez de Medrano.
Don Luis de los Olivos. Tesorero.
Don Lorenzo Guerra.
Doctor Juan de Salinas Solis. Comisario de las Cruzadas.
El canónigo Francisco Pimentel de Teja.
Licenciado Francisco de Cisneros Laudin.
El canónigo Mateo Sánchez.
El racionero Manuel González de Melo.
El Deán Antonio Cid.

Por mandado del señor Deán y cabildo Pedro de Bureste y Sangromiz, secretario.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ENVÍAN LOS MIEMBROS DEL Cabildo CATEDRALICIO


DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO EN LA QUE PIDEN QUE EL
LICENCIADO JUAN MÉNDEZ CARABALLO, ABOGADO DE LA Audiencia,
SE QUEDE EN LA ISLA POR LA FALTA QUE HACE

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Santo Domingo 85, Ramo III

Santo Domingo, 10 de noviembre de 1631

Señor

El licenciado Juan Méndez de Carvallo abogado en esta Audiencia y de este cabil-


do es persona muy esencial en esta isla Española por sus letras, buen talento y partes.
La Real Audiencia a hecho la experiencia de esta verdad enviándole otras veces por
su Juez de Comisión y ocupándole en otras cosas de que a dado muy buena cuenta
y a este cabildo de los negocios que le ha encomendado concurre a esto haberse
casado en esta ciudad con persona de calidad tiene hijos y bienes raíces embarcase
de esta ciudad a esos reinos en virtud de una real cédula de vuestra majestad de que
todo el cabildo y toda esta ciudad queda con justo sentimiento por la falta que hará
en ella su persona y así este cabildo con la humildad que puede. Suplica a vuestra
majestad premie los servicios y estudios del licenciado Juan Méndez Carvallo pues
es cierto que cualquiera merced que reciba de mano de vuestra majestad se ajustara
con sus merecimientos y con el deseo que tiene este cabildo de que vuestra majestad
le honre. Guarde nuestro señor a vuestra majestad como sus vasallos deseamos y
la cristiandad a menester. Santo Domingo 10 de noviembre de 1631 años.

El Canonigo Velazquez.

Manuel Gonzalez de Melo (Racionero).


Don Francisco Serrano de Ibarras.

Por mandado del Deán y cabildo: Pedro de Berusto y Sangromiz (notario).

145
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA POR FRAY FACUNDO, Arzobispo DE LA IGLESIA


CATEDRAL DE SANTO DOMINGO EN LA QUE REFIERE LA POBREZA
DE ESA DIGNIDAD ARZOBISPAL. DICE QUE DEL DINERO QUE LE TOCA
NO TIENE NADA Y QUE LO QUE TIENE SON FRUTOS

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Santo Domingo 55, Ramo XIII, Nº 75

Santo Domingo, 6 de septiembre de 1633

Señor

Llegué a esta ciudad e iglesia de vuestra majestad un año, a donde me hallo


favorecido del estado eclesiástico y seglar en la buena acogida que me han hecho
agradecidos a los deseos que conocen tengo de su paz y bien. Sólo la pobreza de esta
dignidad arzobispal y primado me tiene con mucho cuidado porque no valiendo el
aprecio que se hace de los frutos que le tocan más de diez y seis mil reales de estos
no tiene un solo dinero sino en frutos.
Estos años de poquísimos precios con que me hallo sin tener de que me susten-
tar, siendo así que la casa que tengo no es de arzobispo sino de un limitado canónigo
porque el vestido y todo lo que no es cazabe y vaca y frutas sale a precio tan excesivos
que dificultosamente se creerá en España, viéndome en esta necesidad y pobreza
pedí al acuerdo se informase como esto era así, para que informado diese cuenta a
su majestad entiendo lo hacen
Suplico a vuestra majestad usando de su liberalidad y grandeza mande se me de
cada año alguna ayuda de costa porque a más de faltarme (fol.1v.) para sustentar mi
pequeña familia cuando vuestra majestad me hizo merced de este Arzobispado no
me hallaba con cien reales, y con el gran costo de las Bulas, que por el Primado y por
otras razones que dicen hay y yo no sea el mayor de las Indias y conformada tan larga
y aderezos pontificales me empeñe en más de cuatro mil ducados que estoy debien-
do a deudos pobres sin esperanza de poderlos pagar si vuestra majestad no me hace
merced, para que toda la cristiandad la reciba de sus reales manos, pedimos siempre
a nuestro señor en esta su iglesia le guarde como ella a menester. Santo Domingo 6
de septiembre de 1633 años.

Fray Facundo arzobispo de Santo Domingo.

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL GOBERNADOR DE LA ESPAÑOLA DON ALONSO


DE CEREZEDA EN LA QUE TRATA DIVERSOS ASUNTOS RELACIONADOS
CON LA ISLA. ENTRE ELLOS REFIERE LO RELACIONADO CON LA
GRANJERÍA DEL TABACO, EL CONTRABANDO Y LA REPOBLACIÓN
DE LA ISLA

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Santo Domingo 55, Ramo XVI, Nº 82

Santo Domingo, 8 de mayo de 1636

Señor

La merced que vuestra majestad me ha hecho de plaza de oidor de su Real


Hacienda de México de que me escribe el secretario don Gabriel de Ocaña y Alar-
cón, como de mi Rey y Señor procuraré merecerla con servir a vuestra majestad
como he hecho siempre y con mayor atención, pues solo a Dios y a vuestra majestad
sin medio humano debo las mercedes que me ha hecho de ocuparme de su servicio
ya 18 años y al excelentísimo Conde de Olivares me dio de todos estos bienes.
Guarde Dios a vuestra majestad para tanto bien de sus reinos.
Señor, conforme a la orden de vuestra majestad escribí a los gobernadores de
Cumaná y La Margarita que viesen la gente que había menester para la empresa de
Curazao, pidieron me cien hombres, y porque vuestra majestad tenía mandado se
hiciese en España este número y se acreciese a este período nombrando por capitán
a Francisco Turrillo de Ibarra entretenido de vuestra majestad me pareció levantar-
los aquí de la gente que vino derrotado del Brasil, de los que quedaron enfermos y
huidos en esta isla, que como tengo dado cuenta a vuestra majestad recibí y socorrí y
encaminé a España dándoles embarcaciones y lo necesario y envié con el mismo ca-
pitán Turrillo a Cumaná a donde tengo aviso que le detiene aquel gobernador cinco
meses con un navío que envié de aquí bien artillado y municionado que fleté por
cuenta de vuestra majestad para llevar esta gente y no obstante (fol.1v.) que llevó
instrucción el capitán Turrillo, para que al gobernador de La Margarita y Cumaná le
pidiese y últimamente requiriese que se juntasen con el, pues con otra tanta gente
bastaría para echar al enemigo de Curazao supuesto que el gobernador de Caracas
los ha hecho reconocer dos o tres veces y no llegar a doscientos hombres gente, vil,
canalla, marinera, maltratados y hambrientos, y que sola la fortificación que tienen
es a la entrada del puerto con algunas piezas de Artillería, que teniendo como tiene
la isla quince o diez y seis puertos muy capaces.
Y habiendo yo enviado con el capitán Turrillo, dos pilotos muy prácticos de ella
para este efecto no parece tenía dificultad el acometer esta empresa pues tomando
tierra por cualquier puerto hubiera ganado el puerto fortificado sin acometerle por
la mar no se han determinado hacerlo aunque con ello hubieran escusado gastos a

147
Genaro Rodríguez Morel

vuestra majestad de armada porque dicen que esperan la de don López de Aozes,
que fue a echar gente del Brasil y entre tanto me tienen allá aquel capitán y gente
tan largo tiempo fuera de este puerto y haciendo costa a vuestra majestad el navío
fletado para este efecto de que doy cuenta a vuestra majestad robó poco al enemigo
un navío de negros que venía de Angola y echo cantidad de ellos en la isla de la Tor-
tuga que el año pasado quedó destruida y desechas sus poblaciones por las armas
de vuestra majestad avisó me de esto el gobernador de Cuba, despaché el capitán
Antonio Méndez, soldado viejo que ha sido en este presidio y con dos negros suyos
fue a reconocer la dicha isla y en los puertos de esta, quitó dos lanchas a los enemi-
gos de las naos que continuamente la infestan, y mató algunos, pasó en una de ellas
con sus dos negros halló en ella cantidad de más de sesenta o setenta negros con
hasta veinte y cinco o treinta ingleses y holandeses que contó de noche en algunos
bohíos que tienen hechos (fol.2) donde recogen el palo brasil que cortan. Bajo toda
la dicha isla no hallo en ella otra cosa.
Prendió seis negros y bajó se a la marina para tomarse a esta isla y halló que los
enemigos le habían sentido pues le habían hurtado su lancha en que había pasado
y llegando en el mismo tiempo una nao de enemigos a la dicha isla echó su lancha
y saltó el capitán en ella con algunos marineros que la navegaban. Y saliendo en
hombre de uno de ellos a tomar tierra, salió él del bosque con sus dos negros y mató
a lanzada al capitán y a los demás marineros, y les quitó la lancha, y aunque la nao le
disparó se metió en ella con su presa y vino a esta isla y como más particularmente
podrá vuestra majestad mandar ver la declaración que sobre esto le he tomado cuya
copia van con esta.
El mismo capitán Antonio Méndez se me ha ofrecido que irá a la dicha isla de
la Tortuga y prenderá y traerá a esta todos los negros que en ella hubiere y los ex-
tranjeros que con ellos asisten para la corta del palo y labor del tabaco con algunas
condiciones que con el he asentado cuya copia envío a vuestra majestad y así parte
de aquí hoy ocho de mayo, y es sin duda que traerá los dichos negros, pero ningún
extranjero holandés, francés ni de otra ninguna nación, porque le he dado orden
que los deje a todos colgados en los más altos árboles que hallaré, pues por tantos
títulos lo merecen y por ver si puedo acabar de quitarles el cariño que tienen a esta
isla con este castigo y con el mayor que tuvieron el año pasado doy cuenta a vuestra
majestad porque tengo por hecho este negocio por la facilidad que en sí tiene y la
persona del capitán Antonio Méndez que lo asegura con tan buen principio como
tuvo cuando fue a reconocerle que por todo merece merced de vuestra majestad.
Este presidio se comenzó a formar en tiempo del presidente don Antonio Osorio
sólo con título de que algunas escuadras de soldados corriesen las costas de la banda
del norte que el enemigo holandés siempre frecuentado (fol.2v.) por el provecho
que saca de la sal y palo de brasil que halla en abundancia y los rescates de queros
vacunos que en aquel tiempo tenían con los naturales causa que vuestra majestad
mandó despoblarlos y a reconocido después, en el Consejo los inconvenientes que
estas despoblaciones a causado dando licencia para que se pueble en parte lo que se
despobló y lo mayor es quedar por aquella parte los enemigos absolutos señores de

148
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

esta isla, viniendo a dar seguramente a dar sus carenas a los puertos de ella, cargar
de sal y palo de brasil matar toda la cantidad que quieren de ganado vacuno de que
abunda mucho más después de la dicha despoblación sin que haya quien se lo prohí-
ba porque aunque salgan a veces escuadras de soldados a correr la costa, no siempre
están en ellas antes esto sucede una o dos veces al año tan solamente y así convendría
al servicio de vuestra majestad se mandase que hiciesen dos pueblos el uno en puerto
de plata, donde aún permanece un castillo con bastante alojamiento y fortificación,
y el otro en puerto de Bayajá y que mandase que en los dichos dos pueblos asistiesen
cien soldados de los trescientos que vuestra majestad tiene en este presidio y ciudad
de Santo Domingo con que estarían en defensa aquellos puertos y prohibirían al ene-
migo tan gran útil como manualmente sacan de palo de brasil, cuero, sal y carnaje,
que todo es de sumo valor en su tierra y con que se defiende de los etercitos de vuestra
majestad y con la asistencia de los dichos soldados en los dichos puertos se poblarían
formalmente los dos pueblos de otra manera tendrían más dificultad y esta ciudad
que hasta ahora a tenido sólo doscientos infantes de presidio no le harían falta los
ciento más que vuestra majestad le ha concedido ahora de nuevo.
Particularmente si se acabase de cercar de muralla que es lo que más conviene
para su seguridad como tengo escrito a vuestra majestad pues en la última muestra
quejo me pasaron en ella novecientos hombres con sus armas, todos vecinos de esta
ciudad excepto veinte o treinta forasteros que nunca faltan aún en más número.
Vuestra majestad proveerá lo que más fuere servido.
En la compañía que se formó pare el capitán Francisco Turrillo de Ibarra con-
forme a la cédula de vuestra majestad nombró por alférez a don Francisco Antonio
Vela que había asentado la plaza de soldado primero, sobrino de Juan Vela, Fiscal de
vuestra majestad en esta Audiencia y aunque con contradicción de los Oficiales Reales
ordené se le asentase la plaza dispensable los años que había de tener de servicio con-
forme las órdenes militares y en fuerza de ellas por la facultad que vuestra majestad
concede a sus generales dispensar en semejantes casos con caballeros notorios de los
reinos suplico a vuestra majestad lo tenga por bien ordenar lo que más fuere servido.
El mismo capitán Francisco Turrillo, que llevó la gente a Cumaná en el mismo
bajel llevó un copioso socorro al presidio de la isla de San Martín de mantenimien-
tos, pan, cazabe, carnes legumbres y otras muchas cosas que he tenido aviso que
llegó a tiempo que estaban muy necesitados aquellos soldados y es el segundo que
he enviado después que tengo a cargo este gobierno en que he hecho el esfuerzo
posible pues su hubiera faltado en esto no se hubiera podido sustentar aquella fuer-
za pues de ninguna parte de esta isla de barlovento ni Tierra Firme del gobierno de
Caracas se les puede acudir con lo necesario, pues no lo tienen ni aun para sí y esta
isla abunda de este género de mantenimiento que he buscado hasta que de México
con el situado se envíe lo que ha importado a los Oficiales Reales por cuya mano
ha corrido de conformidad de la orden (fol.3v) que vuestra majestad por sus real
cédula tiene dadas. Cuya católica real persona guarde Dios como la cristiandad a
menester. Santo Domingo y mayo 8 de 1636 años.

Don Alonso de Cerezeda.

149
Genaro Rodríguez Morel

Carta de LuIs de Arciniega, sobre el remate


de unos esclavos que llegaron a la isla

Archivo General de Indias


Santo Domingo 55, Ramo XVI, Nº 85

Santo Domingo, 9 de mayo de 1636

Yo Luis de Arciniega escribano del Rey nuestro señor y vecino de esta ciudad de
Santo Domingo de la Española. Doy fe y verdadero testimonio como por el libro de
remate que esta en la Real Contaduría de esta ciudad consta y parece que en diez
y siete días del mes de marzo de mil y seiscientos y treinta y tres años, en almoneda
pública que se hizo por el señor don Gabriel de Chávez Osorio, presidente que fue
de esta Real Audiencia, gobernador y capitán general de esta isla y los Oficiales Rea-
les de esta ciudad.
Con la asistencia del Fiscal nombrado en la causa del descamino de los negros
que se hallaron ocultados en el monte de los que trajo Miguel Fernández de Fonse-
ca con los demás negros que vinieron en el navío nombrado San Cristóbal y Santa
Isabel que entró en este puerto para vender y rematar los esclavos que se aplicaron
a vuestra majestad se remataron en el dicho Miguel Fernández de Fonseca, setenta
y ocho cabeza de negros y negras, que se vendieron por de su majestad cada uno
de ellos chicos y grandes de cien ducados de buena moneda a pagar dentro de tres
meses.
Y asimismo parece que en catorce de junio de mil y seiscientos y treinta y tres
años se vendieron en almoneda pública por el dicho señor presidente don Gabriel
de Chávez Osorio y los dichos Oficiales Reales con asistencia del dicho Fiscal nom-
brado los esclavos que trajo el dicho Miguel Fernández y se le remataron al susodi-
cho hizo con grande y de la suerte que estaban a precio cada uno de cien pesos de
plata excepto cría del pecho que había de ir con la madre a pagar dentro de diez
meses y ofreció fianzas para la satisfacción (fol.1v.) y paga del precio de los dichos
esclavos, según todo lo susodicho, cumpla y parece por los dichos remates que están
en el dicho libro donde fue sacado y queda en la real contaduría a que me remito
y refiero y por mandado de su señoría del señor presidente, preside y gobierna esta
ciudad e isla por muerte del señor presidente don Gabriel de Chávez Osorio. Doy el
presente que es hecho en la ciudad de Santo Domingo de la Española en nueve días
del mes de mayo de mil y seiscientos y treinta y seis años.

En fe de lo cual fice mi signo en testimonio de verdad.

Luis Arciniega.
Escribano.
Los escribanos públicos y Reales de esta Audiencia de Santo Domingo de la

150
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Española que aquí firmamos, certificamos y damos fe, que Luis Arciniega de quien
parece va firmado y signado en este testimonio es escribano de su majestad y como
tal usa su oficio y a la escritura de este testimonio por el firmados y signados y demás
autos que ante el han pasado y pasan a todo ello, sea dado y dan entera fe y crédito
así en juicio como fuera del y para que de ello cumple, dimos la presente en la dicha
ciudad de Santo Domingo a nueve de mayo de mil y seiscientos y treinta y seis años.

Diego Méndez.
Escribano.

Enrique Francos.
Escribano Público.

Blas Sánchez.
Escribano Público.

151
Genaro Rodríguez Morel

Fe de venta que hizo el Presidente Don Gabriel


de ChÁvez osorio, de los esclavos que se aplicó así

Archivo General de Indias


Santo Domingo 55, Ramo XVI, Nº 85 (a)

Santo Domingo, 9 de mayo de 1636

Yo Luis de Arciniega, escribano del Rey nuestro señor y vecino de esta ciudad
de Santo Domingo de la isla Española, doy fe y verdadero testimonio como por
escritura de venta que ante mí otorgo el señor don Gabriel de Chávez Osorio, pre-
sidente que fue de esta Real Audiencia, gobernador y capitán general de esta isla,
parece vendió a Francisco Rodríguez Franco, alguacil mayor de esta ciudad, diez
y seis piezas de esclavos y un cuarto de otra las cinco hembra y los demás varones
de edad unos con otros de diez y ocho a veinte años poco más o menos, todos de
nación Angola las que fueron de los que escupieron el descamino que hizo con los
Oficiales Reales de esta ciudad de los esclavos que se sacaron ocultamente del navío
nombrado San Cristóbal y Santa Isabel en que entró en este puerto el capitán
Miguel Fernández de Fonseca el año de mil y seiscientos y treinta y tres con armazón
de esclavos de Angola yendo a la provincia de Nueva España a Cartagena, los cua-
les le vendió por libres de los reales derechos por precio y cuantía de doscientos y
quince pesos de a ocho reales de plata cada una pieza que montaron las diez y seis y
un cuarto que así le vendió en el dicho precio tres mil cuatrocientos y noventa y tres
pesos y seis reales de plata que le pagó en contado el dicho alguacil mayor Francisco
Rodríguez Franco.
Declaró que los dichos esclavos eran y pertenecían a doña Elena Franco, su
hermana, para quien los había comprado y pagado con sus dineros la (fol.1v.) cual
dicha escritura parece se otorgó en dos días del mes de abril de mil y seis cientos y
treinta y tres años según que lo susodicho y lo demás contenido en la dicha escritura
consta y parece por ella a que me remito y refiero. Y por mandado de su señoría,
del señor presidente, doctor don Alonso del Cereceda que como oidor más antiguo
de esta Real Audiencia preside y gobierna esta ciudad e isla por muerte del señor
presidente don Gabriel de Chávez Osorio. Doy la presente en la ciudad de
Santo Domingo de la Española, en nueve días del mes de mayo de mil y seis cientos
y treinta y seis años.

En fe de lo qual fice mi signo en testimonio de verdad.

Luis de Arciniega.
Escribano.

152
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ESCRITA POR DON PEDRO ÁLVAREZ DE MENDOZA EN LA QUE


TRATA DIVERSOS ASUNTOS RELACIONADOS CON LA REPOBLACIÓN
DE LA ISLA, ASÍ COMO DE LOS HATOS Y MINERÍA DE ELLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 55, Ramo XVII, Nº 89

Santo Domingo, 12 de septiembre de 1637

Señor

Por mandado de la Audiencia que por el de vuestra majestad reside en la ciudad


de Santo Domingo de esta isla Española salí de ella en tres de junio de este año de
1637 a cosas de el servicio de vuestra majestad en que la atravesé desde esta ciudad
hasta el fin de ella que son largas cien leguas y siempre me fui lastimando de una
isla tan grande y rica y de tanto ganado y tan dispuesta a producir frutos de grande
consideración y valor, tan despoblado y sin gente que ni así para beneficiar y coger
lo que la naturaleza produce y cría sin industria humana no la tiene expuesta a que
la mayor parte a que los enemigos los goces y cojan.
Y siendo toda tan considerable así para la guarda del restante de las Indias como
para enriquecerse los vasallos de vuestra majestad con la gran suma de ricas y
copiosas minas de oro y plata, azufre, cobre, hierro, azogue, cristal, sal, yeso y otros
metales, pues aún los ríos que tiene, que son muchos, crían el oro de más subidos
quilates que se ha descubierto en todas las Indias, que es de 23 quilates y dos gra-
mos, cosa que a vuestra majestad le es de tanto aprovechamiento por sus reales
derechos y que tan cómodamente se pueden conducir a España, por la cercanía de
esta isla y sus reinos estén tan olvidadas por descuido de los que la han gobernado
no haberle informado a vuestra majestad lo que en ella tiene, y le podrá importar su
población que con tanta facilidad puede hacerse, reduciendo las cosas de ella a que
vuestra majestad le valga mucho esta isla y la asegure y haga tan poderosa y rica de
vasallos que ella sola baste a socorrer las demás islas de barlovento y muchas partes
de los restantes de las Indias y sustentarlas y las armadas de vuestra majestad que de
necesidad pasan a su vista así cuando vienen a estas Indias como cuando de ellas van
a España.
Esta isla en sus principios que fue la primera en que pusieron pie los españoles
fue la más rica y más poblada que ha habido en las Indias y después en los nuevos
descubrimientos de la Nueva España y el Perú se fue despoblando acudiendo la
gente de ella a ver la tierra nueva que se iba a descubrir siendo como cosa natural
en todos los hombres con que la dejaron exhausta (fol.1v.) de gente pero no tanto
que no la quedaron algunas poblaciones, como son la ciudad de Santo Domingo,
puerto principal de esta isla tan lustrosa de edificios que prueba la grandeza de sus
fundadores, riqueza de la tierra.

153
Genaro Rodríguez Morel

La ciudad de La Vega, que era de mucha vecindad, que con unos temblores de
tierra se arruinó. La villa de Cotuí, la ciudad de Santiago de los Caballeros, y hacia
la banda del norte y en la costa de mar, por aquella banda había dos ciudades en
dos puertos de los más famosos que están descubiertos. El uno, Puerto de Plata,
y el otro el de San Juan de la Bayajá. Y por la banda del Sur, a la entrada por la
isla, en el Cabo de Tiburón, la villa de La Yaguana, y en medio de la isla, en un
ameno y gran valle, la ciudad de San Juan. Y viniendo de allá a Santo Domingo en
la cabeza de la bahía de Ocoa, la villa de Azua. Y hacia la parte que esta isla mira
a la de Puerto Rico, la villa de Higüey y otras poblaciones cortas que después de
despoblada esta isla por la banda del sur de ella, se mudaron a esta parte desde
las cuales los vecinos cuidaban de sus hatos y hacienda que están en lo restante de
la isla viviendo en sus poblaciones en religión y justicia aumentada de cada día y
enriqueciéndose con los frutos de sus Haciendas, aunque después de consumidos
los indios naturales, por los malos tratamientos de los primeros pobladores o ya
oprimiéndolos con el sumo trabajo o por otros modos por quitarles sus Hacien-
das, se olvidó el beneficio de las minas y se redujo toda la granjería a la cosecha de
los cueros de ganado vacuno que es innumerable el de esta isla y a la sementera
del jengibre, que es muy considerable al tabaco y cañafístola y otros frutos consi-
derables que se cogen en ella con menos trabajo y costa con que se conservaban
los españoles en ella con grandes caudales y riqueza.
Hasta que la malicia y codicia de los enemigos hizo en esta isla lo que en las
demás de las de barlovento, que fue convidarles con el rescate trocando con ellas
los frutos de sus Haciendas por otras mercancías de ropas y otras cosas de que nece-
sitaban los habitadores, cosas que ellos abrazaron movidos ya de la codicia y lo que
yo tengo por más curto y estoy informado fue la principal causa de la necesidad de
sustento y vestidos nacida de no cumplirse en las Indias órdenes y cédulas de vuestra
majestad en que tiene mandado que los navíos que salen de España no descarguen
sino es a donde tienen su registro, cosas en todas ellas de gran providencia y mal
guardada por la malicia y codicia de los gobernadores que no las cumplen.
Porque teniendo vuestra majestad permitido por cédula de veinte y tres de
noviembre de 1592 que fuese con cada flota un navío de permisión a la villa de
La Yaguana de ésta isla. Y por otra cédula de 18 de junio de 1594 que (fol.2) fuese
otro a la ciudad de San Juan de Bayahá y otro de menos parte iba a Puerto de Plata
y proveyendo vuestra majestad por su Real Consejo de las Indias, que estas naos
fuesen conque estas plazas y las demás vecinas a ellas se corrían y embarcaban sus
frutos, los navíos no llegaban de ellas y se iban de otros puertos con que los vecinos
quedaban necesitados de sustento y sin ganancias de sus frutos por no tener en qué
embarcarlos y estar de La Yaguana a Santo Domingo, 130 leguas, de San Juan de
Bayahá a Puerto de la Plata cincuenta y de malos caminos con que ni podían soco-
rrerse de la dicha ciudad ni llevar a ella sus frutos, por lo cual avisaron el rescate y
comodidad que el enemigo les llevaba a su casa.
Y esto duro hasta que gobernando don Antonio Osorio esta isla, viendo el daño
que de dicho rescate resultaba a vuestra majestad y el peligro en que estaba la isla

154
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

por medio de él, lo despobló primero la villa de La Yaguana y la de San Juan de


Bayahá y Puerto de Plata, y después la ciudad de San Juan, quemando los bohíos y
casas, echando de ellas los habitadores, reduciéndolos a nuevas poblaciones en la
parte que queda dicho con que quedaron en estas partes más de sesenta hatos de
ganados y otras Haciendas perdidas y los negros de ellas alzados y sus dueños perdi-
dos y expuesta esta isla a grandes riesgos como tuvo hasta que la perseverancia del
dicho don Antonio los acabó todos.
Después vuestra majestad por su Consejo de las Indias, a pedimento de los
vecinos de la ciudad de Santo Domingo, hizo merced a dichos vecinos que volviesen
a poblar los hatos de la segunda despoblación, que son los del valle de San Juan,
desde el río Yagua hasta el hato del Duan, que es don Francisco de Paredes en que
hay diez y ocho hatos, cada uno con gran cantidad de término y algunos con más de
doce leguas de largo y otras tantas de ancho.
Y los Gobernadores que han sido de esta isla han dado licencia a los vecinos de
ella para que puedan poblar los hatos de la primera despoblaciones que son desde
Narbuco que es de don García del Valle hasta el valle de Magantos en que hay el
dicho hato y el de Arroyo Caña y Magantos que son del capitán Juan de Guzmán,
y el de San Marcos que es don Antonio de Quiñones, con mucha tierra de montes
y de esas que cada uno tiene y la banda del norte los hatos de Bayahá y Guaba que
serán en todos más de veinte hatos, cada uno con gran cantidad de tierra en que
entran los hatos de Jatibonico y Guamariño que son de los mayores y más ricos
de la isla. Y por la banda del sur de Magantos, otros más de veinte hatos de la villa
antigua de La Yaguana, que son todos grandes y ricos, que hoy están casi todos
(fol.2v.) despoblados excepto dos o tres por la descomodidad de la provisión de
las necesidades de los habitadores y por la mucha distancia de la ciudad de Santo
Domingo por el cual el enemigo goza hoy de aquella parte y de los frutos de ella
con toda seguridad y en ella y la isla vaca que está cerca de estos hatos y en el cabo
de Tiburón hace carne y se provee limones para su bebida y carga de palo brasi-
lete de que esta parte es muy copiosa y cañafístola que la hay en ella con mucha
abundancia y da carena y toma lengua de los demás navíos que hay en estas partes
de los enemigos en que tienen sus partes señaladas a donde los que se van dejan
escrito para los que vinieren, como estuvieron allí donde fueron y esta razón se
ha sabido de prisioneros que se han tomado al enemigo, y otras que el ha tomado
y ha largado, lo cual, no hace en las demás partes dichas por la gente que hay en
ellas que le han muerto al enemigo.
En muchas ocasiones muchas gente y tomándole muchas lanchas y si tuvieran
orden de los gobernadores lo hubieran hecho en tantas ocasiones que el enemigo
no se atreviera a llegar jamás a esta isla por aquella parte.
Y habiendo yo reconocido todo lo más principal de esta isla, pues vi todo el valle
de San Juan y el de Magantos y me informé de los demás valles y sitios de la primera
y segunda despoblaciones y su calidad y disposición que hoy tiene, me pareció que
convendría sumamente volver a poblar esta isla, y las razones que para ello me han
movido son las siguientes:

155
Genaro Rodríguez Morel

La primera es la seguridad que con eso tendrá su conservación pues estándolo


segura, aumentando cada día y dándose la mano unas poblaciones a otras han de
ser muy excesivas las frecuencias del enemigo para poder hacer presa en ella y se le
quitarán los socorros que en ella toma, con que no será tan costosas en estas partes.
Vuestra majestad donará 30 mil ducados que se gastan en presidio que tiene esta
ciudad como antes lo hacía.
La segunda, que los vasallos gozarán de sus frutos y comodidades que son mu-
chas y se aumentarán cada día y los tendrán muy poderosos vuestra majestad en esta
isla como lo antiguamente lo estuvo para servirle en todas ocasiones.
La tercera que vuestra majestad tendrá grandes derechos conque poderse soco-
rrer bien estas partes, teniendo una armadilla como antiguamente lo hubo de dos
galeras o tres o cuatro bajeles pequeños para desviar de ella la muchedumbre de
piratas que la rodean y de las demás islas de barlovento con cuyas presas se ayudará
mucho esta armada, y el comercio andará libre.
La cuarta que los diezmos y primicias no se defraudarán como se hace y la iglesia
y eclesiásticos se podrán aumentar y habrá quien enseñe la doctrina cristiana a los
habitadores de ella, y tendrá vuestra majestad muy ricas prebendas y beneficios que
proveer.
(fol.3) Las razones que movieron la despoblación las pondré aquí y satisfaré a
ellos, que será la respuesta. La mayor razón para que la población se haga lo que mo-
vió a la despoblación fue el rescate y que hoy se puede tener el mismo inconveniente
por la frecuencia del enemigo a que responde que este inconveniente no es bastan-
te, pues se puede remediar con el castigo de quien le hiciere como se remedió en
la ciudad de Cuba y demás lugares de aquella isla en Caracas y La Margarita y otras
de las islas de barlovento en que hace relación vuestra majestad por sus cédulas, que
hasta las mujeres y niños clérigos rescataban y hoy no lo hacen en ninguna parte y
porque hoy como esta la isla está más dispuesta a hacerse aunque no tan grande sin
que se pueda remediar ni probarse pues no se puede negar que si los vasallos no
fueran tan leales pudieran llegando como llegan tantos enemigos a la costa de esta
isla, entregar los frutos de ella o llevárselos en fragatas a sus navíos a la Tortuga o
isla vaca u otras partes a donde están sus hatos y la ropa y mercadería de el trueque
donde hallas en sus fragatas y llevarlas a otras partes de las Indias diciendo son de
España en que no se apura mucho en los puertos ni aún en los registros y si hubiera
población no pudiera encubrirse esto como en ninguna se encubrió jamás porque
no hay mayores Fiscales que la emulación de los vecinos o la lealtad y cristiandad de
los muchos que siempre hay en todas que lo denuncian o dicen para que la justicia
lo castigue, demás, que quitando el inconveniente que causó el rescate, que fue
quitar los navíos de regimiento ordenado con grandes penas que le sigan los carga-
dores y proveyendo de que siempre haya en estas poblaciones navíos de permisión,
se atajará este inconveniente, particularmente habiendo visto el castigo tan general
que hubo tan pocos años a y formándose la armadilla se remediara de todo punto.
Lo segundo, respondo que tengo por menor inconveniente el rescate aún en
caso que para el no hubiera el remedio dicho que estar la isla como está hoy,

156
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

pues cuando el rescate se hacía compraba el enemigo los frutos de esta tierra muy a
su costa dando por ellos, ropas con que se proveía la mayor parte de las Indias a muy
bajos precios con conocidas ganancias de los vecinos y hoy los cogen y disfrutan por
no haber quien se lo resista con sólo el gasto de cogerlos.
La sexta razón para poblarla son los inconvenientes que resultan de no traerse
el principal es ver la poca religión con que viven los habitadores de estos desiertos
que como testigo de vista los he reconocido pues jamás oyen misa ni hay quien se la
diga, ni confiesan ni comulgan y (fol.3v.) viven escandalosamente sin casarse ni aún
quien les case ni enseñe la doctrina cristiana ni reprehenda sus vicios y predique el
evangelio si no es que la de María de Virtud traiga a alguno a poblarlo para hacerlo
porque aunque cada año va un religioso mercenario de acá estos despoblados a
confesar va de paso y entendí no se remedia nada con que los habitadores olvidan la
religión cristiana y cada día la olvidarán más, pues los hijos no tendrán padres que
se la enseñen y vendrán a ser idálatras a pocos años cosa tan contraria al intento de
vuestra majestad pues su principal fin es que aprehendan los indios idólatras la fe
católica en estas Indias y con ese fin se los concediera los sumos pontífices y claro
está que no querrá que la olviden los criados en ella y a que envió a que la enseñasen
a los indios y gentiles.
Y el inconveniente es que de la mayor parte de los frutos de estos despoblados
se defraudan a la iglesia los diezmos y primicias con que no hay quien enseñe esta
doctrina ni predique el evangelio ni quien para hacerlo trate de estudiar con que va
todo más olvido y los eclesiásticos andan poco de ello por lo poco que estas partes
les sustentan.
El tercero que mucha parte de los frutos que se cogen en estos hatos, particular-
mente los cercanos al puerto de Artibinoco se embarcan por el o por La Yaguana y
los cargadores se van sin registro por no haber quien se le de con que estoy cierto
se defraudan a vuestra majestad los derechos y tampoco lo pagan los que hacen en
dichas fragatas ropas y otras mercadurías para trocar con los frutos de dichos hatos,
que es cosa considerable.
Y el último y no menor inconveniente es la poca seguridad que tiene esta isla
en su despoblación y estado miserable que tiene y que si el enemigo pone el pie en
ella, que le es muy fácil se ha de señorear de todo en poco tiempo y le ha de costar a
vuestra majestad mucha gente y hacienda y recobrarla y desde aquí puede deshacer
las armadas que vienen desde España a lo restante de las Indias y las que vuelven
de ellas para España porque está el desembocadero del canal el puerto de Bayahá
por la boca escapa su entrada de un navío y casi toca los españoles en la peña y en
entrando, puede tener más de trescientas velas segura que quetro piezas que tenga
a la boca infestar lo restante de las Indias porque hasta a barlovento de todas, por
lo cual parece que es necesaria la población de esta isla y el modo de hacerla me ha
parecido muy fácil y de poca costa así para renovar el beneficio de las minas como
para aumentar los frutos de ella y reducirla (fol.4) a que no necesite para su susten-
to y vestidos de el rescate de los enemigos y pueda socorrer las armadas y otras partes
de las Indias que es el siguiente:

157
Genaro Rodríguez Morel

El valle de San Juan de la segunda despoblación es una vega que comienza en


pasando un río que llaman Mijo, veinte leguas adelante de la villa de Azua toda de
prados que en esta tierra llaman Sabanas de la Mar, de doce leguas de largo, que
llegan al hato de el Duan, y de ancho tendrá por partes seis leguas y por lo demás
poco más o menos que por ambas partes le crecían dos serranías de a menos pas-
tos y arboles que hacen el valle fresco y a meney (sic) muy vistoso y de sanos aires y
a trechos la bañan ríos de bonísima agua con muy hermosas riberas, y el principal
rio se llama Neiba, que da media vuelta al sitio que antiguamente solía tener la
ciudad de San Juan, que está en lo mejor del valle caudaloso y este y los demás con
mucha abundancia de pescados regalados que puede proveer toda la gente que
le habitare y en los ríos se puede hacer de riego todo el con facilidad y poca costa
llevando por arrojase la agua de los ríos y en muchas partes de ellos se pueden
hacer molinos y la tierra es tan abundante que siempre tiene yerba de media vara y
más de alto, y si se segara diera más y mejor yerba con que se puede sustentar muy
gran cantidad de ganado es tierra limpia, morena y muy a propósito para sembrar
trigo y otras semilas, cáñamo y lino en grande abundancia, y si los aguaceros que
hay muy a tiempo en este valle y riveras que son muy grandes faltasen, se puede
suplir con el riego. Y los dos de Guaba y el de San Juan de Bayahá estoy informado
son cada uno de tanto y más capacidad, amenidad, temple y depusieron y con tan
buenos y tantos ríos, aves y que hay otro tal valle como estos en La Yaguana sin
otras muchas o sabanas muy grandes y quebradas de montes de muchos provechos
que hay en estos despoblados que todo hoy está abundante de ganado cimarrones,
toros y vacas, yeguas y caballos, jumentos y los demás que son necesarios para el
acarreto de los frutos, labranzas y servicio de los habitadores con demasiada abun-
dancia y que con facilidad se cierran en corrales y se doman al servicio.
Y por una cédula de vuestra majestad de tres de diciembre de 1626 en que
manda que informe la Audiencia si convendrá que se tornen a poblar las primeras
despoblaciones de La Yaguana, Bayahá (fol.4v.) y Puerto de Plata, vuestra majes-
tad se puede servir de poblarlas pues, ya tiene dada otra para que las segundas se
poblasen que bastan aunque solamente en cada hato uno o dos buhíos y no en la
forma que conviene en cuya conformidad también lo están hoy los hatos de la
primera despoblación en que los dueños de las Haciendas han hecho unos buhíos
con licencia de los gobernadores de esta isla y habitan en ellos para matar el gana-
do, pero que la población no sea en esta forma, sino que se reduzca la población al
estado antiguo viviendo congregados y juntos obligándole a que lo hagan así con
pedimento de sus Haciendas dándoles justicias y sacerdotes como antes los tenían
con que se seguirán las razones que tengo dichas para la población y se evitarán los
inconvenientes referidos y no haciéndose así quedarán todavía en pie.
Y en conformidad de otra cédula que vuestra majestad tiene librada en 27 de
febrero de 1620 años en que manda que informe la Audiencia si convendrá enviar
de los reinos de España mil labradores o dos, para que cultiven la tierra y siem-
bren en ella trigo y la demás similas que vuestra majestad se puede servir de en-
viar. Por ahora sólo cuatrocientas para cada una de las cuatro poblaciones San Juan

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Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

la Yaguana, Bayahá, Puerto de Plata, ciento, y que sean de las aldeas de Castilla la
Vieja, gente trabajadora, sencilla y no de otra tierra, porque en viniendo a las Indias
hacen bellaquería y no trabajan y con esta gente se acabará de destruir esta isla y
la dejaran buscando la haraganería y se irán las Indias adentro que se les darán re-
partimientos suficientes, reduciendo las demás Haciendas que tienen los que hoy
habitan esta tierra a las dos caballerías que esta mandado por cédula se les conceda
o quitándoles lo que tienen sin título, demás de que se le de más valor a las Hacien-
das que les quedaren con este beneficio y todavía les quedará de sobra mucha y muy
rica monterías en que puedan matar y coger el ganado cimarrón, que no hay vecino
que hoy tenga hacienda que no sea de más de siete a ocho legua y a esta medida hay
muchos que tienen a dos y a tres y a otras más y no las benefician y de todos se ha de
hacer, repartimiento a los nuevos pobladores, dejando parte para los propios de los
lugares y pastos concejiles.
Y en conformidad de otra cédula de doce de abril de 1626, año en que vuestra
majestad manda que informen las personas a cuyo cargo (fol.5) esta el gobierno
de esta isla si en ella hay, dispusieron para sembrar cáñamo para las jarcias y velas
de los navíos, me parece que la hay y tanta que se puede coger para proveer a
todas las armadas y vestir de cáñamo y lino a la gente de esta isla, blancos y negros
y mulatos, que es el traje que siempre se ha usado en ella para el campo por el
calor que hace, y para proveer mucha parte de el restante de todas las Indias, por
la comodidad de los ríos y valles que hay a donde beneficiar este fruto con que
no se podrá temer el rescate del enemigo en que consistió la mayor parte del y
así se puede vuestra majestad servir de enviar otros treinta o cuarenta vecinos que
entiendan de este beneficio y cosecha y otros tantos tejedores, dándole a los labra-
dores trigo, cebada y las demás semilas de cáñamo y lino para que los siembren
cobrándolos después de sus cosechas si no es que ellos a su costa quieran traer lo
que después estos industriarán a los negros y mulatos de esta tierra con que abun-
dará todo en ella y no habrá gente ociosa y sobrará para todo y será esta isla la más
abundante de las descubiertas y podrá proveer la mayor parte de lo restante de las
Indias porque ya le tiene experiencia de que es muy capaz de estas sementeras y
la gente que a de venir a poblar, a de ser con condición que hayan de habitar en
sus labores diez años y que hasta esto no puedan disponer de su repartimientos y
encargar a algunos de esta isla y la Audiencia no les de licencia para salir de ella
hasta cumplir dicho tiempo.
Y para estas labores y el beneficio de las minas de oro y plata y las demás que
hay tantas y tan copiosas entre ellas la de Janu (sic) que lo es tanto como el cerro
de Potosí se ha de servir vuestra majestad de mandar que se ponga condición en
los asientos de los que navegan negros de Angola a estas Indias, que cada año
traigan a esta isla mil piezas de esclavos, y que los gobernadores de Venezuela y los
demás de Tierra Firme que de ordinario condenan muchos indios a destierro de
sus sitios, o por haberse alzado después de haber dado la paz o porque inquietan
a los que la tienen dada, o por otra causas los destierren a esta isla, a donde se
les daría sitios para sus habitaciones en parte que puedan acudir por sus jornales

159
Genaro Rodríguez Morel

al beneficio de todo, reduciéndolos a encomiendas con personas que los traten


bien como vuestra majestad lo tiene mandado (fol.5v.) y juntamente mandar a los
oficiales reales de esta isla que pongan tenientes en las tres de las poblaciones ma-
rítimas, dos en La Yaguana que dende aquel puerto y el de Jatibonico en el valle de
Magantos que por la vecindad lo pueden hacer y otros dos en San Juan de Bayahá,
los cuales pueden a los principios cuidar también a los de Puerto de Plata hasta
que la isla vaya en más aumento, y juntamente dar permisión para que cada año
pueda ir un navío de una de estas tres poblaciones a Nueva España en conserva
de su flota como por cédula de vuestra majestad de cinco de junio de 1591 estaba
permitido a la ciudad de Puerto de Plata y poner en cada uno de ellos, puerto de
Bayahá, y Puerto de Plata doce soldados y cuatro o seis piezas de artillería a sus
bocas conque estarán bastantemente defendidos, pues hoy se conserva en Puerto
de Plata una hermosa fuerza. Esta isla esta segura y bien proveída y se aumentará
cada día y se remediarán los inconvenientes que se han reconocido y vuestra
majestad tendrá un grande aumento en su Real Hacienda. En Santo Domingo de
la Española y septiembre 12 del 1637 años.

Dr. don Pedro Alvarez de Mendoza.

160
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE Y OIDORES DE SANTO


DOMINGO DONDE DICE LO QUE SE PODÍA TOMAR PARA EL ESTANCO
Y VENTA DEL TABACO QUE SE GASTA EN LA ISLA DE SAN JUAN

Archivo General de Indias


Santo Domingo 870, Libro X

Madrid, 8 de noviembre de 1638

(fol. 107) El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de la


isla Española. En mi Consejo Real de las Indias de ha visto un capítulo de carta que
Gaspar Flores de Caldevilla escribió en veinte y cuatro de diciembre de seiscientos
y treinta y siete en que dice podía tomar por estanco la venta de tabaco que se gasta
en la isla de San Juan de Puerto Rico y se podía aplicar lo que esto montase a mi real
hacienda y porque quiero saber lo que en razón de ello se os ofrece y convendrá
proveer y las conveniencias e inconvenientes que puede haber. Os mando me infor-
méis sobre ello con vuestro parecer. Fecha en Madrid a ocho de noviembre de mil
y seis cientos y treinta y ocho años. Yo el Rey.

Refrendada de don Gabriel de Ocaña Alarcón y señalada de los del Consejo.

Ídem, al Fiscal de la Audiencia de Santo Domingo.

A los Oficiales. Reales de la Audiencia de Santo Domingo.

Al Gobierno y Oficiales reales de Puerto Rico.

161
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA A SU MAJESTAD POR JUAN BITRIÁN DE BIAMONTE


EN LA QUE REFIERE EL ESTADO DE MISERIA DE LA ISLA. DICE QUE
ES TAL LA MISERIA QUE TODOS LOS DÍAS SE JUNTAN LOS CUARTOS
QUE HAY EN LAS PULPERÍAS, TABERNAS Y TIENDAS PARA CON ESE
DINERO DARLE UN REAL A LA MILICIA PARA QUE COMPRE MUNICIONES
PARA LA DEFENSA DE LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 55, Ramo XVIII, Nº 102

Santo Domingo, 8 de diciembre de 1638

Señor

La cédula que vuestra majestad me ha remitido para que informase al Consejo


sobre los géneros de hacienda que hay en esta Caja Real y en que se gastan. He
entregado a los oficiales el sueldo con auto y orden para que envíen la cuarta por
menos, la cual he visto y va con toda distinción y claridad. Y por ser de los últimos
años de 36 y 37 lleva algún aumento como se juzgará viéndose las de diez años a esta
parte.
Por la de ahora verá vuestra majestad la imposibilidad que tiene esta Caja de
acudir a sus obligaciones cuanto más a algunos reparos inexcusables de estas fortifi-
caciones que a aguardarlo a más tiempo se habrán de hacer de nuevo y con infinito
gasto.
Con los rezagos de los situados que son de los años de 36, 37 y 38 padecen todos
los ministros muchas descomodidades y es tal la necesidad que se juntan los cuartos
que se hallan cada día en las tiendas, tabernas y pulperías, para dar a los soldados
un real de socorro, porque ni en la tierra se halla otro medio para comer ni ellos
le tienen de sustentar la vida humana, y de esta Real Audiencia calzan y compran
municiones para las guardias.
A esta calamidad se sigue el hallarse la infantería tan desnuda que no salen de
los castillos muchos soldados en 4, 6, 8, 10 y 12 meses como parece en los testimo-
nios que van con esta. Para que los ministros del gobierno se desengañen, no he
escrito con exageración en esta materia antes de ahora, pues llega a tanto que les
obliga a vestirse de crédito buscando que les de ropa y a mi a permitirlo siguién-
doseles harta descomodidades a ellos y ninguna conveniencia al Real haber, ni
tampoco buena opinión a los que gobiernan los oficios en que yo sirvo a vuestra
majestad.
Para el reparo de estos daños no tiene vuestra majestad otro remedio por aho-
ra sino que como toman muestras los Oficiales Reales para enviar por el situado
atraso se envíe justificación ajustada de las plazas que están sirviendo y que se
remita el situado efectivo del año presente pues va bajel el mes de marzo o abril

162
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

y vuelve por el de octubre o noviembre que esta ya cumplido y no es Adelantado


como lo entienden algunos ministros de la hacienda inteligencia (fol.1v.) no ajus-
tada pues de venir atrasados tiene la Caja muchos empeños y todos están mal paga-
dos y siendo efectivos se hallará desempeñada las cuentas muy claras y la infantería
y ministros satisfechos excusando los inconvenientes que se deja entender.
Mandando vuestra majestad se envíe cédula se a de servir venga con expresa
orden en el cumplimiento a los Oficiales Reales de México y enviándola también a
los de esta ciudad por duplicado, en todo mandará vuestra majestad lo que fuere
servido cuya vida guarde dios como deseo y la cristiandad a menester. Santo Domingo
8 de diciembre de 1638.

Don Joan Bitrian de Biamonte.

163
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ENVIADA A DON LUIS FRANCISCO DE ALARCÓN,


FISCAL DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO DONDE LE REPRENDE
POR LA FORMA DE LLEVAR SU CARGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 55, Ramo XX, Nº 124

Madrid, 6 de octubre de 1639

El Rey

Licenciado don Francisco de Alarcón Coronado Fiscal de mi Audiencia Real


de la ciudad de Santo Domingo, en mi Consejo Real de las Indias se ha visto una
carta y otros papeles por donde se desecha entendido de la suerte que procedis-
teis estando en la provincia de Venezuela, tomando residencia a Francisco de
Núñez Melian, gobernador que fue de esta y los encuentros que tuvisteis con
Ruy Fernández de Fuenmayor que la está hoy gobernando y ha parecido digno
de reprehensión el modo de proceder que tuvisteis y que lo pudiera des haber
excusado tratando de cumplir con las obligaciones de vuestro cargo más que de
gastar el tiempo desaprovechadamente con nota de los súbditos y convendrá que
para lo de adelante lo tengáis entendido moderando en todo vuestras acciones
como conviene. Fecha en Madrid a trece de octubre de mil y seis cientos y treinta
y nueve años. Yo, el Rey.

Por mandado de Rey nuestro señor don Gabriel de Ocaña y Alarcón.

164
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL Cabildo DE AZUA EN LA QUE PIDE LA CONTINUIDAD


EN EL CARGO PARA EL CAPITÁN DON JUAN DE VARGAS MACHUCA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 86, Ramo IV

La Compostela de Azua, 24 de febrero de 1640

Señor

En consideración a lo que ha servido a vuestra majestad en esta república y


villa de la Compostela de Azua en el gobierno que a su cargo tiene el capitán Juan
de Vargas Machuca, Alcalde Mayor de ella a parecido a este cabildo dar cuenta a
vuestra majestad de lo mucho que importa su persona para la administración de la
justicia en esta Tierra Adentro y para otros efectos militares en que se ha señalado
limpiándola de vagabundos y otros vicios y las costas de enemigos como más largo
consta por la información que va con esta suplicar a vuestra majestad mande a pro-
rrogarle el oficio de Alcalde Mayor por otros cinco años o más haciendo merced a
esta villa. Guarde Dios como la cristiandad a menester. De la villa de Azua, febrero
24 de 1640 años.

Francisco Montaño. Alcalde Mayor.


Juan Rodríguez. Alcalde Mayor.
Alonso de la Cueva. Regidor.
Pedro Salvador de Pineda. Regidor.

Por el cabildo, Juan Antonio Azar de León, notario público.

165
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DEL Cabildo DE LA VILLA DE SAN JUAN DE LA MAGUANA


EN LA QUE PIDE PRORROGAR EN EL GOBIERNO A DON JUAN DE VARGAS
MACHUCA POR HABER LIMPIADO DE VAGABUNDOS LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 86, Ramo IV

San Juan de la Maguana, 12 de marzo de 1640

Señor

Mediante hallarse esta ciudad agradecida del buen gobierno con que ha admi-
nistrado la justicia que es a su cargo el capitán don Juan de Vargas Machuca, Alcalde
Mayor por vuestra majestad en esta Tierra Adentro y por los beneficios que esta
ciudad ha recibido por el bien común de ella le a parecido a este cabildo suplicar
a vuestra majestad mande a prorrogarle el oficio por otros cinco años más a lo que
vuestra majestad en otras cosas por lo tenue que es esta alcaldía mayor y su persona
y mucha consideración en ella así para la administración de justicia como para lim-
piar las costas de enemigos y la tierra de vagabundos como parece por la informa-
ción que remite a vuestra majestad este cabildo. Guarde Dios la católica persona de
vuestra majestad. San Juan de la Maguana y marzo 12 de 1640.

Fernando Farfán de los Godos. (Alcalde Ordinario).


Juan Pérez de Herrera. (Alcalde Ordinario).
Juan de Villardiga. (Regidor).
Damián Hernández. (Regidor).

Por mandato del cabildo: Francisco Correa, alcalde de la Santa Hermandad.

166
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL Cabildo SECULAR DE LA CONCEPCIÓN DE LA VEGA


EN LA QUE PIDE A SU MAJESTAD HAGA MERCED DE PRORROGARLE
EL OFICIO DE ALCALDE MAYOR DE LA TIERRA ADENTRO AL CAPITÁN
DON JUAN DE VARGAS MACHUCA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 86, Ramo IV

La Concepción de La Vega, 12 de abril de 1640

Señor

Mediante lo bien que a servido en esta república el capitán don Juan de Vargas
Machuca a vuestra majestad en la administración de la justicia que es a su cargo,
corriendo toda la tierra, limpiándola de vagabundos, delincuentes, pecados públi-
cos y las costas del enemigos, siendo todo de mucha utilidad a esta ciudad y a los
demás lugares de la Tierra Adentro de Santo Domingo, le ha parecido a este cabil-
do hacer información de ello y suplicar a vuestra majestad mande hacer merced a
esta ciudad de prorrogarle el dicho oficio de Alcalde Mayor y por lo tenue que es
se le haga merced de renta que como tiene referido es de mucha consideración su
persona para el gobierno de esta tierra. Guarde Dios a vuestra majestad como la
cristiandad a menester. De la Concepción de La Vega a 12 de abril de 1640.

Alonso Mejía. (Alcalde Ordinario).


Alonso de Torres Montañez. (Alcalde Ordinario).
Pedro Polanco de Henao. (Alguacil Mayor y Regidor).
Gerónimo Gutiérrez Adames. (Regidor)

Antonio de Luna, escribano público y del cabildo.

167
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DEL Cabildo DE MONTE PLATA EN LA QUE PIDE PRORROGAR


EN EL GOBIERNO AL CAPITÁN DON JUAN DE VARGAS MACHUCA QUIEN
HA ELIMINADO LAS LADRONERAS QUE HABÍA EN LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 86, Ramo IV

Monte Plata, 9 de mayo de 1640

Señor

Por lo que ha servido a vuestra majestad corriendo las costas, quitando las ladro-
neras de la isla de la Tortuga, el capitán don Juan de Vargas Machuca, Alcalde Mayor
de la Tierra Adentro, de Santo Domingo excusando muchos daños a la república de
su cargo con que están limpias de muchos vicios y esta ciudad bien gobernada y los
pobres de ella y demás vecinos con mucha paz y sosiego a parecido a este cabildo pe-
dir y suplicar a vuestra majestad haga merced a esta república de mandar prorrogar
el oficio de Alcalde Mayor por otros cinco años e lo más que vuestra majestad fuere
servido que como consta de la información que va con esta es merecedor de la mer-
ced que este cabildo suplica. Guarde Dios a vuestra majestad como la cristiandad a
menester. De esta ciudad de Monte Plata, marzo, 9 de marzo de 1640.

Capitán Andrés de Caballos Cianzas, alferez real. Alcalde Ordinario.


Don Francisco Ruiz Caballos. Alcalde Ordinario.
Francisco de la Cueva Pereira. Alguacil Mayor y Regidor.

Por mandado del cabildo justicia y regimiento: Pedro de Ochurri.

168
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

EL Cabildo DE LA VILLA DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS PIDE


QUE SU MAJESTAD HAGA MERCED AL CAPITÁN DON JUAN DE VARGAS
MACHUCA QUIEN HA COLABORADO A LA LIMPIEZA DE LOS DELINCUENTES
QUE MERODEABAN POR LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 86, Ramo IV

Santiago de los Caballeros, 16 de junio de 1640

Señor

La pobreza en que están los vasallos y vecinos de esta Tierra Adentro cau-
sadas por las despoblaciones y el aprieto en que se hallan por la que infectan
las costas y puertos de la banda del norte y del oeste de esta isla los enemigos
es muy grande y serán más crecidos e irreparables los daños si hicieses pies en
ellas como se entiende por informes y declaraciones de algunos prisioneros que
lo intentan dichos enemigos para cuyo reparo este cabildo como constará del
decreto que va con esta por duplicado temerosos de dichos daños por la mucha
pobreza en que se hallan.
Suplica a vuestra majestad humildemente se sirva de mandar amparar y socorrer
esta tierra y vasallos que en ella viven sirviendo a vuestra majestad con tan pocas
fuerzas y sin ningún caudal para poder defenderse y resistir los enemigos con cien
mil ducados de préstamo para rehacerse de esclavos y otros efectos cien familias,
doscientos infantes para reedificar las fuerzas, puertos y lugares que se despoblaron
el año de seis ciento y cinco con dos navíos de registro que vengan a ello con me-
radurías para el vestuario necesario y para que vayan los frutos y corambres de esta
tierra de que gozan mucha parte los enemigos por estar como está despoblada y no
haberla podido defender. treinta y cinco años han y gozan de los frutos que en ella
tenían con que se han consumido y acabado los dueños y lugares que quedaron
causas bastantes para dar cuanta a vuestra majestad de cuya benignidad y como de
rey y señor esperamos y que se encarguen las poblaciones al capitán don Juan de
Vargas Machuca (fol.1v.) Alcalde Mayor que está ejerciendo por el selo con que se
sirve a vuestra majestad y ser tan gran soldado y de quien tiene este cabildo mucha
satisfacción y puede vuestra majestad tenerla de cuidado. Guarde Dios la Cesarea y
Católica Real de vuestra majestad como la cristiandad ha menester. De Santiago de
los Caballeros y junio 16 de 1640 años.

Juan Jiménez. Alcalde Ordinarios.


Juan Lorenzo. Regidor.
Manso de Contreras. Regidor.
Juan Bautista Escoto. Regidor.

169
Genaro Rodríguez Morel

Pedro García de Esquivel. Regidor.


Francisco de la Peña y Correa. Alcalde Ordinario.
Domingo Hernández Guillén. Alguacil Mayor.
Alonso Hernández de Contreras. Regidor.

Por la ciudad Juan Cristóbal de Porras Aragonés, escribano público y del cabildo.

170
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

EL Cabildo DE LA MEJORADA DEL COTUÍ PIDE


QUE SE QUEDE EN SU CARGO DE ALCALDE MAYOR
EL CAPITÁN DON JUAN DE VARGAS MACHUCA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 86, Ramo IV

La Mejorada del Cotuí, 17 de diciembre de 1640

Señor

Mediante lo bien que ha servido a vuestra majestad en esta república y villa


de la Mejorada del Cotuí en la administración de la real justicia distribuyéndola
entre viudas pobres y las demás personas de ella, el capitán don Juan de Vargas Ma-
chuca, Alcalde Mayor de la Tierra Adentro por vuestra majestad y por otros efectos
militares y del bien común que todo consta por la información que este cabildo
a hecho para dar cuenta a vuestra majestad y pedir que favoreciendo esta villa
vuestra majestad nos haga merced de prorrogarle el oficio por otros cinco años
o lo más que vuestra majestad fuere servido que aunque muy tenue esta alcaldía
mayor por lo que se le debe premiar parece que por lo que granjea esta villa en su
buen gobierno y administración de justicia manteniendo en paz y sosiego la tierra
nos ha parecido suplicar a vuestra majestad haga merced a esta república y Tierra
Adentro prorrogándole el dicho oficio. Guarde Dios a vuestra majestad como la
cristiandad a menester. De Cotuí, de diciembre 17 de 1639 años.

Diego de Mena y San Miguel. Alcalde Ordinario.


Cosme de Cueto. Alcalde Ordinario.
Manuel de Viera Mesa. Regidor.
Luis Polanco. Regidor.
Domingo Alvarado . Regidor.
Juan Gallego. Regidor.

171
Genaro Rodríguez Morel

Carta en la que se suplica a vuestra majestad le haga otra


merced para que se manden pagar de la Real Hacienda los
gastos que en la dicha ciudad se hacen en pagar guardas
capitanes que andan en busca y quietud de los negros
alzados y fiestas de SantÍsimo Sacramento

Archivo General de Indias


Santo Domingo 1, Ramo III, Doc. 282
Madrid a 4 de enero de 1641

Señor

Por cédula de 26 de agosto de 1638 fue vuestra majestad servido de prorrogar


por 2 años más a la ciudad de Santo Domingo de la isla Española el tiempo por que
la tenía hecha merced de la mitad de las condenaciones que en ella se hiciesen y
aplicasen para la Real cámara, así por la Audiencia Real como por otras cualesquier
justicia de aquella isla para que lo que de esto procediese se gastase en obras públi-
cas y reparos de la dicha ciudad y no en otra cosa alguna. Y mandó vuestra majestad
que la Audiencia informase la necesidad en que se hallaba aquella ciudad y si la
tenía de este socorro y en carta que escribió a vuestra majestad en treinta de junio
de 1640 pondera la estrechez en que se halla, y que es tal que si vuestra majestad
no se sirve de continuarles esta gracia no tiene aquel cabildo de donde suplir los
gastos forzosos que se ofrecen, porque con ellos y el aprieto de las cosas se va em-
pobreciendo más a cada día el estado común de aquella isla y atento a todo, suplica
a vuestra majestad se sirva de hacerle merced de la mitad de lo que montaren las
penas de la cámara que se causasen en la dicha Audiencia, y que su cobranza tenga
cumplido efecto y no se impida, ordenando que en esta entren los comisos que se
hubieren hecho desde que se le empezó (fol.1v.) a hacer esta merced y se hicieren
de aquí adelante y asimismo suplica a vuestra majestad le haga otra merced y que
no habiendo lugar se manden pagar de la Real Hacienda los gastos que en la dicha
ciudad se hacen en pagar guardas capitanes que andan en busca y quietud de los
negros alzados y fiestas de Santísimo Sacramento y otras cosas forzosa.
Y habiéndose visto que el consejo, teniendo consideración a lo referido a pare-
cido que siendo vuestra majestad servido puede hacer merced a la dicha ciudad de
prorrogarle por dos años más la que está hecha de la mitad de las dichas penas de
la cámara para que lo que de ellas procediere se gaste en obras públicas y reparo de
ellas y respecto de hallarse la hacienda de vuestra majestad en tan apretado estado
juzga el Consejo no se le debe conceder los comisos y descaminos que pide ni cosa
que toque a ella por ser tan necesaria y precisa para las cosas que cada día se ofre-
cen del servicio de vuestra majestad que mandara en todo lo que más fuere su real
voluntad. En Madrid a 4 de enero de 1641.

Tiene cinco rúbriacas de los ministros del Consejo.

172
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA POR JUAN BITRIÁN DE BIAMONTE EN LA QUE


SOLICITA PAGARLE LO QUE PIDE EL MÉDICO DE LA CIUDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 56, Ramo 1

Santo Domingo, 10 de febrero de 1641

Señor

Vuestra majestad se sirvió de enviarme una cédula para que informe sobre
el salario que pide el médico. Yo, señor, juzgo no se le deben dar los doce reales
que pretende pues di otros doce cada soldado al hospital el cual porque cure los
enfermos que hubiere le paga cien ducados de plata y la ciudad porque asista con
ella ciento y treinta y tres ducados y siete reales lo que consta por esos papeles y
no será razón se le cargue a la infantería cuatrocientos y cincuenta pesos que son
los que pide siendo otros tantos los que dan los dichos soldados al hospital que
con el mayor número de plazas que hay ahora se le ha aumentado también esta
limosna al dicho hospital, con que se le podría añadir de su parte otros cincuenta
ducados más al médico, dándole la ciudad otros tantos pues cura muchos de bal-
de lo que hace de caridad por la mucha miseria de la pobre gente, y los salarios
que el deja de tener por no pedirlos o no dar celos no se deben recompensar por
el medio que intenta sino que, el presidente que es el primero le de salario y los
demás personajes de quien no lo tiene señalándoloselo o que le paguen sus visitas
que cuando no sean más de cuatro reales. Yo aseguro que dejará de hacer muchas
y no habrá tantos enfermos. Esto es lo que se me ofrece. Vuestra majestad ordenará
lo que fuere servido. Cuya católica persona guarde Dios como la cristiandad a
menester. Santo Domingo 10 de febrero de 1641.

Don Joan Bitrian de Biamonte.

173
Genaro Rodríguez Morel

TRASLADO DE UNA REAL CÉDULA ENVIADA A LOS OIDORES


DE SANTO DOMINGO EN LA QUE REFIERE LAS DIFERENCIAS
ENTRE LOS SUSODICHOS Y EL Arzobispo DE AQUELLA CIUDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo IV

Madrid, 8 de marzo de 1641

El Rey

Oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de la isla Espa-


ñola, en mi Consejo Real de las Indias. Se ha entendido la parcialidad que hay
entre vosotros y la que al presente tenéis con el arzobispo de esa iglesia y que no
obstante el pleito de dos causas de don Rodrigo Pimentel, su sobrino, que están
pendientes en la Audiencia sobre que el dicho don Rodrigo tenía la ciudad por
cárcel, comíais juntos vosotros con el arzobispo y delincuente muchas veces, cosa
bien indigna de ministros míos que ocupan puestos preeminentes, y como quiera
que desde luego pudiera mandar hacer demostración en vosotros de semejantes
modos de proceder con tan justa causa me ha parecido suspenderlo por ahora
fiando en que enmendareis en lo adelante vuestras acciones y que excusareis la
nota que dais con semejantes modos de proceder. Y así os mando que con aten-
ción a lo referido observéis las leyes, cédulas y ordenanzas que están dadas sobre
esto, evitando parcialidades y encuentros que pueden mirar más a fines particu-
lares que a mi servicio.
Así por la austeridad de los puestos que ocupáis como por el desconsuelo que
puede causar ver que vosotros que por tantas consideraciones debéis dar ejemplo
a los demás, no procedéis con toda conformidad e igualdad para administrar jus-
ticia con ella como conviene y estaréis advertidos que si de aquí en adelante, por
algún modo o causa se entendiere en el dicho mi Consejo que no cumplís (fol.1v)
con vuestras obligaciones uniformemente mandaré que se haga con vosotros sin
más dilación, demostración correspondiente al desorden con que ejerces en vues-
tra plaza. De Madrid a ocho de marzo de mil y seis cientos y cuarenta y un año.
Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor.

Don Gabriel de Ocaña y Alarcón.

Concuerda este traslado con la cédula original que para este efecto me entrego
su Señoría el señor presidente don Juan Bitrián de Biamonte y Navarra, goberna-
dor y capitán general de esta isla a quien se la volví a entregar a que me remito y

174
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

refiero. Fecha en Santo Domingo en siete de noviembre de mil y seis cientos cua-
renta y un año. Diego Méndez, secretario de cámara.
Concuerda este traslado con el de la dicha real cédula que está en uno de los
libros de cédula de esta Real Audiencia con quien lo corregí y concerté y va cier-
to y verdadero según por el parecer a que me refiero y de mandato a boca de su
señoría, el señor presidente don Luis Fernández de Córdoba, doy el presidente.
En Santo Domingo en primero de septiembre de mil y seis cientos y cincuenta
años.

Don Antonio de Heredia.

175
Genaro Rodríguez Morel

CARTA QUE ENVÍAN LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO


DOMINGO A SU MAJESTAD EN LA QUE INFORMAN QUE LOS ENEMIGOS
SON DUEÑOS DE LOS PUERTOS DE LA BANDA DEL NORTE Y EL OESTE
DE LA ISLA TOMANDO EN SUS NAVES LOS BATIMENTOS DE CARNE
Y PALO DE BRASIL Y LLEVÁNDOLOS A LA ISLA TORTUGA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 56, Ramo III, Nº 16

Madrid, 30 de enero de 1643

Señor

Por cédula cuya copia va con esta, manda vuestra majestad a esta Real Audiencia
informe de las materias que contiene, cumpliendo con lo que en ella me manda.
Es cierto Señor que son dueño los enemigos de los puertos en la banda del norte y
el oeste de esta isla dando carena en ellos a sus naos, tomando bastimento de carne
llevándolos a la Tortuga y a otras partes y aprovechándose del palo de brasil y Caña-
fístola que sembraron los primeros pobladores con lo que viene vuestra majestad a
estar sustentando sus propios enemigos.
Y si lo que Dios no quisiera se hiciesen dueños y fortificasen en el puerto tan
celebrado por su grandeza y facilidad en su fortificación de Bayajá y otros sería, sino
imposible a las fuerzas de vuestra majestad muy dificultoso y con grandes gastos y
echarles de dichos puestos.
Y asimismo el de Puerto de Plata tiene reliquias de su fortificación y el lugar
parte del en pie y si se tomasen por los enemigos, sería lo mismo, por lo cual nos
parece que vuestra majestad servirá de mandar fortificar dichos puertos y poblar los
dos lugares que en ellos asistían para lo cual será necesario poner en cada uno un
capitán o cabo que tenga dichas fortificaciones que será necesario hacer y no con
grande costa del Real Patrimonio con cada cincuenta soldados de guarnición y para
la población cincuenta familias para cada uno en cuya consecuencia son necesarios
(fol.1v) los navíos que pide la ciudad de Santiago con lo cual quedará esta isla algo
más defendida de lo que se halla y el enemigo más imposibilitado de tomarla.
Y para cualquier acontecimiento que pueda suceder le podían dar la mano unos
lugares a otros, habiendo dispuesto vuestra majestad la armada de barlovento no
tiene parte donde pueda habiendo lucido efectos tomar bastimento ni rehacerse de
lo necesario, más a propósito en los puertos de esta isla.
Aumentaran se mucho y cobrarán algún resuello los vecinos si vuestra majes-
tad les hiciese algún considerable socorro de que necesitan para la población de
dichos lugares, y si el socorro fuese en esclavos sería en mayor utilidad y beneficio
el patrimonio de vuestra majestad de que aumentaran sus derechos reales podrían
con ellos poblar las minas de Anu que están en la dicha banda del norte que son

176
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

de grande y muy numerables riqueza, las cuales se despoblaron en sus principios,


habiendo mandado don Antonio Osorio retirar a todos los vecinos a esta ciudad y
demás lugares que dejó en pie y asimismo ocupando las vacas de los ríos de Nizao
y donde están las dichas minas de Anu y se despoblaría de ladrones de la Tortuga.
Cuya Católica y Real Persona guarde nuestro señor como la cristiandad a menester.
Santo Domingo y enero 30 de 1643 años.

Don Joan Bitrian de Biamonte.

Juan Melgarejo Ponce de Leon.

Luis de Salazar.

Don Francisco de Alarcón Coronado.

Don Juan de Retuerta.

177
Genaro Rodríguez Morel

CARTA QUE ENVÍA DON NICOLÁS DE VELAZCO EN LA QUE REFIERE


SOBRE EL CASTILLO DE SAN GERÓNIMO Y DE LOS SOLDADOS QUE
ESTÁN EN EL MISMO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 56, Ramo IV

Santo Domingo, 31 de mazo de 1646

Señor

En el castillo de San Gerónimo que está en la caleta de Guibia tres cuartos de


legua de esta ciudad asisten de ordinario diez y seis soldados y un cabo de escua-
dra que es su capitán Juan Esteban Maldonado, vecino y Regidor de esta ciudad,
nunca asiste en el a cuya causa, siendo un puesto peligroso por ser su caleta co-
nocida y sabida de todos, no se tienen en el las municiones necesarias para la oca-
sión por no tener capitán a cuyo cargo estén estando tan distantes de que pueden
resultar grandes inconvenientes si el enemigo viniese de noche por interpresa,
teniendo quetro culebrinas de bronce considerables y así lo represento a vuestra
majestad suplicándole se sirva dar un capitán a este castillo con el sueldo de uno
de los entretenimientos que han vacado con que se asegure aquel puesto y tendrá
las municiones convenientes a la defensa. Guarde Dios la católica y real persona
de vuestra majestad como la cristiandad a menester. Santo Domingo a 31 de marzo
de 1646 años.

Don Nicolás de Velasco.

178
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

LOS ABAJOS FIRMANTES PIDEN A SU MAJESTAD QUE DADA LA POBREZA


DE LA ISLA EN LA MISMA NO SE PAGUE MÁS DEL DOS Y MEDIO POR CIENTO
POR EL DERECHO DE ALCABALA Y ALMOJARIFAZGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 87, Ramo IV

Santo Domingo, 16 de enero de 1647

Señor

La cédula del 16 de abril del año pasado de 1645 mandó vuestra majestad
informe a esta Audiencia si de presente subsiste la necesidad que ha representado
esta isla para que no se pague más de dos por ciento del derecho de almojarifazgo
y alcabala de los frutos que se navegan a esos reinos. Y habiéndose conferido aten-
diendo que los vecinos de esta isla están al presente con mucha pobreza causadas
por los derechos y nuevas imposiciones que pagan y pérdidas que han tenido de
los frutos, así por los malos temporales así como por los muchos enemigos que
andan por la mar para cuya resistencia y oposición están de ordinario y al presente
con las armas en las manos y que su conservación y su sustento consiste en el
comercio que por lo referido ha ido a menos con que se hayan necesitados como
lo estaban por el año pasado de seis cientos y cuarenta que se hizo la merced. Nos
parece convendrá que se le prorrogue por el tiempo que vuestra majestad fuere
servido. Cuya católica y real majestad guarde Dios como la cristiandad desea y ha
menester. Santo Domingo, y enero 14 de 1647.

Don Nicolás de Velasco.

Don Francisco de Alarcón Coronado.

Don Juan Melgarejo Ponce de León.

Don Juan de Retuerta.

Don Francisco Pantoja de Ayala.

179
Genaro Rodríguez Morel

INFORMACIÓN SOBRE HABER RECIBIDO UNA REAL CÉDULA


MANDANDO QUE NO SE PAGUE MÁS DEL DOS Y MEDIO POR CIENTO
DE DERECHOS DE ALMOJARIFAZGO EN VEZ DEL SIETE Y MEDIO QUE SE PAGABA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo III

Santo Domingo, 20 de enero de 1647

Señor

Vuestra majestad por su real cédula de 16 de abril del año pasado de 645
se sirve referir que por cédula de 14 de septiembre de 641 hizo merced de
prorrogar a los vecinos de esta isla por dos años los cuales había hecho de que
las mercadurías y cosas que se traen a ella de la ciudad de Sevilla no pagasen
más de dos y medio por ciento de derechos en lugar de los siete y medio que
de ellos se deben pagar atento a su necesidad. Y que ahora por parte de esta
ciudad se había fecho relación se hallaban sus vecinos con mayor estrechez y
necesidad, que cuando vuestra majestad les hizo merced por haber cogido los
portugueses seis navíos cargados de frutos que el dicho año de 641 salieron de
ella para esos reinos conque han quedado en suma pobreza y que para su ali-
vio y conservación y que no se pierda el comercio suplicaba a vuestra majestad
le prorrogase la dicha merced por el tiempo que fuese servida. Y que avián-
dose visto por el Real Consejo con lo que sobre ello dijo el Fiscal de vuestra
majestad como quiera que por otra real cédula de la misma data se sirvió de
prorrogarle por otros dos años la dicha merced con denegación de otros hasta
que con efecto llevase informe de esta Real Audiencia y de ellos los Oficiales
Reales de las conveniencias o inconvenientes que se nos ofrece y puede haber
de concederle esta gracia y si es cierto la necesidad que representa para que
visto se provea lo que más convenga.
La necesidad señor que representa esta ciudad de sus vecinos a vuestra ma-
jestad es tan cierta que no padece duda a causa de no haber tenido salida de sus
frutos de seis años a esta parte por falta de bajeles en que navegarlos a esos reinos y
de la poca salida y valor que en ellos ha habido de ellos (fol.1v.) y de la perdida de
los que llevaban en seis naos que el año de 641 que los portugueses cogieron y se
apoderaron de ellos y sirviéndose vuestra majestad de hacerles la merced que pre-
tende esta ciudad con ocasión de ella se alentaran muchas personas a comerciar y
navegar sus bajeles a este puerto de que se seguirá tener salida estos frutos y estos
vecinos el remediarse con su procedido por no tener otra cosa de que sustentarse
por no haber minerales como los hubo en los principios, y navegándose resultan
de ellos derechos pertenecientes a vuestra majestad y así tengo por conveniencia
que vuestra majestad se sirva hacer merced a esta ciudad por el tiempo que fuere
servido de quo lo que se encargare a ella de esos reinos se cobre tan solamente

180
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

dos y medio por ciento en lugar de los que se cobran que son diez por ciento de
las mercadurías y quince por ciento de los vinos con que será comerciada y podrán
restaurar algo de lo mucho que han perdido de sus frutos y sobrellevar el estar
continuamente con las armas en las manos con ocasión de invasiones de enemigos
que la asaltan y amenazan de ordinario.
El año de 1640 que esta ciudad gozó de indulto y merced de no pagar de dere-
chos más de dos y medio por ciento montaron los de una nao que vino con registro
de la de Sevilla 399,115 maravedís y el de 41 que asimismo gozó de ella montaron
los de dos naos que vinieron un millón 28 mil 04 maravedís.
El año de 1640 que se cobraron enteramente los derechos debidos a vuestra
majestad por haberse cumplido la merced montaron los de una nao un millón
79,624 maravedís y el de 646 por no haber venido los de 643,644,645 ningún navío
de registro montaron los derechos de dos naos 165,724 maravedís esto represento
a vuestra majestad para que se vea no tiene inconvenientes el servirse de hacerle
a esta ciudad la merced que pretende. Guarde Dios la Católica y Real Persona de
vuestra majestad tantos años como a menester la cristiandad. Santo Domingo a 20
de enero de 1647 años.

Francisco de Tajagrano.

181
Genaro Rodríguez Morel

CARTA QUE ENVÍAN LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO


DOMINGO EN LA QUE DAN CUENTA DE LA POBREZA DE LOS
CONVENTOS DE LA ISLA Y EN ESPECIAL EL DE LOS PREDICADORES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 27 (a), Ramo VIII, Nº 65

Santo Domingo, 28 de febrero de 1648

Señor

Por parte de los conventos de Santo Domingo, Orden de Predicadores de


esta isla, se presentó una real cédula de 9 de septiembre del año pasado del 1644
en que manda vuestra majestad de esta Audiencia informe de los efectos que hay
en esta isla que no sean de la Real Hacienda para pagar lo que monta dueña ya a
gente que se les da y la necesidad que tienen de esta limosna como está manda-
do por cédulas generales de 14 de marzo del año pasado de 1620 y de postrero
del dicho del de 1633.
Y habiéndose conferido la materia con particular cuidado no se haya medio
efectivo sino es del género de hacienda que hasta ahora así por no haber encomien-
das de indios como por la pobreza de los vecinos de esta isla poco valor y pérdida de
sus frutos de que resulta la necesidad que padecen los dichos conventos, y aunque
tienen más monterías en la banda del norte que llaman Nicagua están despobladas
por falta de esclavos y sin haber quien las atiende por estar infestada aquella costa
de enemigos.
Tres hatos de ganado vacuno con hasta mil reses poco más o menos, de
donde se sacan cada dos años ciento y cincuenta para las carnicerías de esta
ciudad y por valer muy barata la carne y ser muchos los costos de la conducción
por falta de esclavos propios, apenas queda interés más que limitadamente el
del cuero que llevan del matadero, que su ordinario valor en esta ciudad es sin
beneficiar de seis a ocho reales, un pedazo de tierra donde se suele sembrar
algún cazabe y para estas posesiones y servicios del convento, siete piezas de
esclavos, las tres hembras y de estas, las dos viejas y enfermas, cuatro varones,
los dos viejos.
La renta de los tributos, limosna y entierros, montara un año con otro quince
mil reales. De esta cantidad y procedido de los cueros sustenta el convento de esta
ciudad cincuenta religiosos de ordinario a vuestra majestad de presente no hay
más de treinta y ocho. El de Monte de Plata cuatro o seis, y siendo preciso acudir
a las cosas necesarias del culto divino (fol.1v.) de los dos conventos su necesidad
es cierta y así nos parece podrá vuestra majestad prorrogarles la dicha merced y
limosna, situada en la Real Caja en el género de hacienda que hasta aquí en todo
mandara vuestra majestad lo que más convenga. Cuya católica persona guarde

182
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Dios como la cristiandad desea y ha menester. Santo Domingo y febrero 28 de


1648 años.

Don Nicolás de Velazco.

Don Juan Melgarejo Ponce de León.

Don Francisco de Alarcón Coronado.

Don Juan de Retuerta.

Don Francisco Pantoja de Alcala.

183
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA POR LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO


DOMINGO EN LA QUE REFIEREN UNA CARTA QUE ENVIÓ A SU MAJESTAD
DON NICOLÁS DE VELAZCO, PRESIDENTE QUE FUE DE DICHA AUDIENCIA
EN LA QUE DECÍA LA NECESIDAD DEL Cabildo DE SANTO DOMINGO
DE TENER PADRES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo I, Nº 13

Santo Domingo, 4 de marzo de 1649

Señor

Por cédula de 20 de mayo de 1645 que ahora fue hallada con otras dirigidas a
esta Real Audiencia entre los papeles del gobierno que quedaron por muerte de
don Nicolás de Velasco, presidente que fue en ella. Sobre la necesidad que dijo
tener el cabildo de esta ciudad por carta suya escripta a vuestra majestad en primero
de octubre de 637 de que aquí hubiese padres de la compañía de Jesús para la edu-
cación y enseñanza de los hijos de vecinos, y que concediéndoseles licencia podrían
fundar el colegio que aquí dejó Hernando Gorjón, donde se enseña gramática, que
tendrá de renta hasta 400 ducados y que los que viniesen a esta fundación la podrían
enseñar por convenir así al servicio de Dios y de vuestra majestad.
Se sirve de mandar que esta Real Audiencia informe con su parecer de las incon-
veniencias o inconvenientes que esto puede tener y lo que cerca de ello se ofrece en
cuyo cumplimiento considerado, el intento parece muy digna su ejecución y efecto
de la real atención y providencia de vuestra majestad y justa y necesaria la súplica de
esta ciudad sin que se reconozca inconveniente que contradiga la utilidad (fol.1v.)
que seguirá de esta loable fundación por carecerse de los frutos espirituales y tem-
porales que cogerán de su doctrina, letras y costumbres los hijos de esta ciudad isla
de Puerto Rico y sus distritos, pasando el provecho de la enseñanza de la doctrina
cristiana a las almas de negros y mulatos con cuyo servicio y trabajo se mantiene y
cultiva esta tierra.
Y recibirá aumento de la policía de los vecinos y forasteros con la comunicación
y documentos de los hijos de esta sagrada religión, para que los ingenios que este
clima produce son dóciles y aplicados.
Solo pudo entender ahora oponerse la dificultad de la corta renta propuesta
por el cabildo, pero ahora parece que se ha allanado con la fundación que el año
pasado de 648 dispuso por su testamento don Juan de Quesada de que constara a
vuestra majestad por el testimonio incluso cuya hacienda administrada de mano de
la compañía para tan santo fin con los cuatrocientos ducados del colegio de gramá-
tica, quitadas las cargas, pasará de tres mil ducados de renta sin alargar la estimación
congrua, suficiente para el sustento de ocho o diez religiosos por ahora, y adorno de

184
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

el culto divino, y para obviar los inconvenientes que el cabildo eclesiástico llegará a
considerar se podría sentar esta fundación dejando ileso el derecho de diezmar de
la adquisición de bienes a las rentas decimales que aquí son muy tenues pues la cuarta
arzobispal, no llega un año con otro al valor de dos mil y quinientos pesos (fol.2)
con que sin perjuicio de tercero tan digno de ser a tendido y resguardado quedará
promovida la causa pública de estas islas y hecho el servicio de Dios y de vuestra
majestad cuya Católica y Real Persona Guarde nuestro señor como la Cristiandad
ha menester. Santo Domingo y marzo 4 de 1649 años.

Don Juan Melgarejo Ponce de León.

Don Francisco de Pantoja de Ayala.

Don Francisco de Alarcón Coronado.

Don Fernando de Cepeda.

185
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DE LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO


EN LA QUE DICEN DE LA NECESIDAD DE COMPAÑÍA DE JESÚS PARA LA
EDUCACIÓN Y LA ENSEÑANZA DE LOS HIJOS DE LOS VECINOS DE LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo II, Nº 25

Santo Domingo, 17 de marzo de 1650

Señor

Por cédula de 20 de mayo de 1638 que ahora fue hallada con otra dirigida a
esta Real Audiencia entre los papeles del gobierno que quedaron por muerte de
don Nicolás de Velasco, presidente que fue en ella, sobre el deseo que esta ciudad,
por carta suya significó a vuestra majestad de principio de octubre de 1637 de que
en ella hubiese padres de la compañía de Jesús para la educación y enseñanza de
los hijos de vecinos y que concediéndoseles licencia podría fundar el colegio que
aquí dejo Fernando Gorjón donde se enseñaba gramática que tendrá de renta
hasta cuatrocientos ducados, y que los que pasasen a esta fundación la podrían
enseñar.
Y así pedía licencia para esta fundación por convenir al servicio de Dios nuestro
señor y de vuestra majestad sirviéndose de mandar juntamente que esta Audiencia
informaron su parecer las conveniencias o inconvenientes que esto pueda tener
y lo que cerca de ello se le ofrece. En cuyo cumplimiento considerado el intento
parece muy digna su ejecución y el efecto de la real atención de vuestra majestad
y justa y necesaria la súplica de esta ciudad sin que se reconozca inconveniente
que contradiga a la mucha utilidad que se seguirá de esta loable fundación por
carecerse del fruto que cogerán la doctrina, letra y costumbres de los hijos de esta
ciudad, isla de Puerto Rico y sus (fol.1v.) distritos y pasará el provecho de la en-
señanza de la doctrina cristiana a las muchas almas de negros y mulatos con cuyo
trabajo se mantiene esta tierra recibiendo aumento la policía de los ciudadanos
con la comunicación y documentos de los hijos de esta sagrada religión para que
con los ingenios de los naturales harto dóciles y aplicados sólo pudiera oponerse
alguna dificultad antes de ahora en la cortedad de la renta propuesta en la carta
de la ciudad pero ya se ha allanado con la fundación que el año pasado de 48
dispuso por su testamento don Juan de Quesada como mejor constará a vuestra
majestad por el testimonio incluso dejando a la dicha religión con carga de fun-
dar un colegio en esta ciudad, un ingenio de moler azúcar bien aviado con más
de sesenta esclavos y cantidad de ganado vacuno, de cerda y lana y monterías de
todos géneros que todo se reputa en más de sesenta mil pesos de justo valor, que
bien administrados rendirán bastantemente lo necesario para la congrua susten-
tación y adorno del culto divino del colegio que así se fundare añadiendo la renta

186
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

referida por la ciudad y para obviar a todos los inconvenientes que se podrían por
el cabildo eclesiástico y religiones representar si se asentase la fundación limitada
la adquisición de bienes o por lo menos salvo el derecho de las rentas decimales
que aquí son tenues pues la cuarta Arzobispal no llega a dos mil y quinientos pesos
cesarían todos quedando hecho el servicio de Dios y de vuestra majestad y promo-
vida la causa pública. Cuya Católica y Real Persona Guarde nuestro señor como la
Cristiandad a menester. Santo Domingo marzo 3 de 1649 años.
Señor, este informe y parecer se envió a vuestra majestad (fol.2) con otros
despachos de la ciudad duplicado en dos navíos que salieron de este puerto. El
uno en 4 de marzo y el otro en 2 de junio de 1649, y por haber llegado a esta ciu-
dad en 13 de febrero que ahora, paso los padres Damián de Buitrago y Andrés de
Solís de la compañía de Jesús y un hermano enviado por el Provincial del Nuevo
Reino y comenzándose a experimentar la las conveniencias antes representadas
correspondientes a la expectación y aplauso de esta ciudad en común y particular
abono suficiente del informe de esta Audiencia a parecido necesario volverle a re-
petir porque sirva de nuevo memorial a vuestra majestad para que esta tierra goce
enteramente del provecho que ha empezado a gustar nuestro señor. Nuestro
señor guarde la Católica y Real persona de vuestra majestad. Marzo 17 de 1650
años.

Don Juan Melgarejo Ponce de León.

Don Fernando de Cepeda.

Don Francisco Pantoja de Ayala.

Don Francisco de Alarcón Coronado.

187
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA POR JUAN MELGAREJO PONCE DE LEÓN, PRESIDENTE


DE LA AUDIENCIA EN LA QUE REFIERE LA DESVERGÜENZA DE LOS
NEGROS QUE ANDAN ALZADOS EN EL MANIEL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo II, Nº 7

Santo Domingo, 18 de marzo de 1650

Señor

Llegó a tanto extremo la desvergüenza y avilante de los negros fugitivos alzados


en las sierras del Maniel que llegaron hasta esta ciudad y sus contornos a robar
las estancias y negros de ellas. Y reconociendo el gran daño que en la república se
seguía y el mayor que amenazaba, viendo los que nos servían no se castigaban se-
mejantes atrevimientos y delitos, determinó entrar cien hombres en las sierras y em-
bestirlos antes que creciese más el número que sería de más de doscientos según los
informes y declaraciones suyas, siendo aun más el temer que los enemigos de fuera
por estar arengados a un levantamiento y que en el caso que viniese el enemigo nos
pudiesen ofender por las espaldas divirtiéndonos de forma que perdiese esta plaza.
Envié por capitán y cabo, en primer lugar al capitán Damián del Castillo, regidor
y en segundo al capitán Juan Sánchez Aragonés, vecino de La Vega (fol.1v.) los cua-
les anduvieron muy bien y los negros les embistieron de noche en un buhío donde
tenían su alojamiento en la sierra. Hirieron algunos de los nuestros y mataron uno,
siguieron les los rastros dividiéndose en diferentes tropas los dichos negros, y los di-
chos capitanes dieron con una en la cual cogieron diez y ocho esclavos chicos y gran-
des huyendo otros muchos que por la aspereza de la tierra y falta de bastimentos no
pudieron seguirlos, que no pueden entrar más que lo que cada uno lleva sobre sus
hombros. Mataron en la refriega un negro, capitán llamado Juan Angola que peleó
valerosamente. Trajeron otro que después de cogido pedía que le matasen por no
ser traído prisionero a esta ciudad el cual sustanciado el proceso por ser de los que
capitaneaban y alentaban la gente la noche que embistieron al Real, y que se resistió
con toda osadía y que había sido cogido en las dichas sierras otra vez y huyéndose
de su amo y llevándose a otros negros consigo, por lo cual le condené a muerte de
horca y hacer cuartos y poner su cabeza en una escarpia.
Otro negro criollo llamado Baltasar, murió en la cárcel antes que se sustentase el
proceso en quien hubiera ejecutado la misma pena por ser (fol.2) criollo y de gran
perjuicio. A los demás así negros como negras condené a destierro perpetuo de la
isla y en doscientos azotes.
Y estando en este estado tuvieron avilantes para volver a salir con sus arcos y
flechas a los llanos y países donde están sentados los ingenios de Nigua, cinco
leguas de esta ciudad y robar en ella caña, plátano y otras cosas de comer por hambre

188
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

que padecían a causas de haberles destruido el pueblo y quitado los sembrados,


y a llevarse una negra del ingenio de don Baltasar de Figueroa sobre tarde de los
mismos cañaverales y otra de Felipe Decena y en los caminos andaban poniendo
muñecos vestidos de Jagüey, que es lo que ellos usan, lo cual me obligó a procurar
su castigo segunda vez, y entrar por dos partes la sierra, por la ciudad de la La Vega,
por un sitio que llaman Bonao y Yuma entro el capitán Juan Sánchez Aragonés con
cincuenta hombres y por la parte de Ocoa, que llaman el Maniel Viejo, en la ban-
da del sur entró el capitán Pedro Ramírez que lo es de la villa de Azua con sesenta
hombres, todos de la tierra a propósito, para penetrar las montañas los cuales se
volvieron sin hacer efecto ninguno por no haberlos topado.
Después (fol.2v.) tuve algunas noticias, de que cerca del primer pueblo y no
lejos de esta ciudad estaba una tropa de ellos de hasta veinte hombres, para lo cual
despaché veinte y dos con los buscadores, y por cabo al alférez Antonio Hernández
de Cuéllar, y habiendo dado con el rastro y buhíos los quemaron, cogieron nueve y
entre ellos las dos negras referidas que hurtaron los dichos negros. Estoy sustancia-
do el proceso para castigarlos dieron una lanzada a un negro que iba huyendo, cayó
de una barranca abajo, con que no se sabe si murió o no.
Y habiendo tenido noticias que los criollos del Maniel habían apartado de si a
los Angolas a causa de decir que por ellos los iban a perseguir a su tierra los blancos,
y que se habían retirado más de cincuenta leguas la sierra adentro a las faldas del
oeste que mira hacia el valle de San Juan donde se habían reconocido y visto humo
y lumbres y levantado el ganado, que son las señas más ciertas de andar gente, en las
sierras determiné que la gente que iba al Cajay y Yaguana con los buscadores y prác-
ticos de rastros fuesen a reconocer el dicho sitio con (fol.3) orden para prenderlos
y matarlos si se resistiesen, en este estado se parten estas naos sin haber tenido aviso
del suceso. Dios nos lo de bueno y guarde la Católica y Real Persona de vuestra
majestad como la cristiandad ha menester. Santo Domingo, marzo 18 de 1650 años.

Juan Melgarejo Ponce de León.

189
Genaro Rodríguez Morel

Carta escrita por los Escribanos públicos de Santo


domingo don pedro ruiz díaz de pineda y francisco facundo
de carvajal donde certifican cÓmo don luis fernández de
cÓRDOBA gobernador y capitan general de la isla y presiDente
de la Audiencia ordenÓ quitarse los lutos para celebrar
el casamiento del Rey con doña marina de austria

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo II, Nº 23

Santo Domingo, 20 de septiembre de 1650

Nosotros don Pedro Ruiz Díaz de Pineda y Francisco Facundo de Carvajal escri-
banos públicos de esta ciudad de Santo Domingo. Certificamos y damos fe donde
convenga como en virtud de la cédula de su majestad mandó echar bando su nuevo
el señor general don Luis Fernández de Córdoba, capitán de la Orden de Santiago,
gobernador y capitán general de la Isla y presidente de la Audiencia y Chancillería
en ella para que todos los vecinos de esta ciudad, estantes y habitantes en ella, se
quitasen los lutos y celebrasen el felicísimo casamiento del Rey nuestro señor que
se efectuó con la serenísima señora doña Mariana de Austria y se comenzasen las
fiestas desde siete de septiembre de este año en cuyo cumplimiento con general
regocijo de esta ciudad miércoles en la noche se pusieron por todos los balcones
plazas y ventanas luminarias disparando aquella tarde la artillería de los castillos de
esta ciudad y las naos que se hallaron en este puerto los que tenían.
Y hubo regocijo de máscaras de mujeres adornadas lo más airoso que se pudo,
publicando eco por las calles hasta llegar a las casas de su señoría a quien rindieron
en nombre de su majestad obediencia. Continuando las mulatas libres otra máscara
la noche siguiente con libreas diferentes siguiendo las morenas libres y continua-
ron la celebridad, los caballeros de esta ciudad con una máscara de libre, arte con
mucho adorno con una invención de coro y música en cuya noche hubo muchas
luminarias y luces, teniendo su señoría adornada todas las casas de palacio con blan-
dones de cera encendido por todos los balcones, azoteas y cuadras agradeciéndoles
(fol.1v.) con toda firmeza lo que habían mostrado de alegría en el dicho. Asimismo
casamiento de vuestra majestad y para que continúe de mandatos de su señoría
damos el presente. En Santo Domingo en veinte de septiembre de mil y seis cientos
y cincuenta años.

Pedro Ruiz Díaz.

190
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA EN LA QUE LUIS FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA DICE CÓMO


UN RELIGIOSO DE LA ORDEN DE SAN FRANCISCO SIRVE COMO
CAPELLÁN DE LA AUDIENCIA DE LA CIUDAD

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Santo Domingo 57, Ramo II, Nº 33
Santo Domingo, 4 de noviembre de 1650

Señor

Por una su real cédula de vuestra majestad, su fecha en Madrid a 22 de sep-


tiembre de 1649, dice que el convento de San Francisco de esta ciudad ha hecho
relación que de muchos años hasta ahora sirve un religioso de dicho convento la
plaza de capellán de esta Real Audiencia y lo que por esta razón se le a señalado en
penas de cámara donde nunca se llega a cobrar así por los pocos efectos que de ella
resultan como por las muchas libranzas que se dan sobre este género de hacienda y
que este convento se sustenta de limosna y la que adquiere es muy corta por lo que
suplica a vuestra majestad sea servido de mandar pagar este salario de la Caja Real
como se hace a los ministros de esta Real Audiencia por lo cual vuestra majestad
manda le informe que capellanía es esta y qué estipendio le está señalado y cómo
se paga y de que género y lo que sobre esto está proveído con lo demás que se me
ofreciere en esta materia y mi parecer para tomar la resolución más conveniente.
Digo señor que estoy informado que desde el año de 1607 el convento de San
Francisco dice las misas enviando un religioso a esta Real Audiencia (fol.1v.) cada
día y dice cada semana tres misas por la intención de vuestra majestad que Dios
guarde, y se le paga por cada misa trece reales y cuartillo, que al año hacen ciento
cincuenta y seis misas que a razón de los dichos 13 reales 3 son cada año dos mil
doscientos y treinta y tres reales 18 maravedís. Esta cantidad esta situada en penas
de estrados y justicia y penas de cámara.
Los ochocientos y sesenta y seis reales en ellas y en penas de estrados y justicia
mil trescientos y sesenta y siete reales y doce maravedís, que todos juntos hacen la
cantidad dicha. Y lo que estoy informado de esta Real Contaduría es que de penas
de cámara se podrá pagar esta situación de esta capellanía, y mi parecer es señor
que esta capellanía no se puede excusar por ser de costumbre en todos los Consejos
de vuestra majestad en esta Real Audiencia y que el convento con mucha puntuali-
dad asiste a este cuidado. Vuestra majestad manda lo que fuere servido. Cuya
Católica y Real persona guarde nuestro señor como la cristiandad a menester. Santo
Domingo a cuatro de noviembre de 1650 años.

Don Luis Fernández de Cordoba.

Sobre las recusaciones del licenciado don Pedro Luis de Alarcón y don Fernando
de Cepeda, Oidores de esta Audiencia de Santo Domingo.

191
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ENVIADA AL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA


DE SANTO DOMINGO DENUNCIANDO LA AUSENCIA DE LOS JUECES DE LA
AUDIENCIA. POR ESTA RAZÓN NO SE PUEDEN HACER LAS SENTENCIAS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 267

Madrid, 18 de marzo de 1651

El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de la


isla Española. Yo mandé dar la cédula del tema siguiente:
El Rey presidente y Oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo
Domingo de la isla Española. El licenciado don Juan Melgarejo Ponce de León,
oidor más antiguo de esa Audiencia, en carta que me escribió en 29 de marzo de
1650, se refiere que a pocos meses que estuvo en ella vio que era estilo que con
dos votos conformes se hiciese sentencia en cualquier negocio que se veía en esa
Audiencia, aunque fuera de mayor que otra y que habiendo reparado él en que
era con esa ordenanza expresa de la que cada año se eligen y tienen obligación a
tener todos los ministros de ella, se guardó desde entonces la ordenanza, la cual
requiere tres votos conforme de toda conformidad. Y aunque se seguían algunos
inconvenientes respecto de que las más veces no se hallan tres jueces en la sala,
por enfermedad o ausencia de los cuatro que me sirven en esa Audiencia, se cum-
plía con remitirlo a un letrado de satisfacción de cuatro que en ella solía haber
y que no ha quedado más de uno que hace el oficio de relator y que parecía que
en la política indiana del doctor Juan de Solórzano aprueba el estilo que antes se
guardaba en esa Audiencia, en virtud de ordenanza del año de 1563, que refiere
en el capítulo octavo del libro quinto, posterior al que está en la ordenanza de
ese tribunal, por la cual y por la falta de abogados y embarazo grande de los ne-
gocios (fol.1vto.) que había se hallaba obligado como quién ejercía el oficio de
presidente de ella a presentarme los inconvenientes y embarazos que se seguían
están muchos negocios graves detenidos por falta de remisorios y otros remitidos
a mi Consejo Real de las Indias contra expresas cédulas y que supuesto que es su
estilo guardarlo en las demás chancillerías fuese servido de mandarlo así si con-
viniese ordenar lo que ha de ejecutar, porque en el ínterin no se hará novedad y
habiéndose visto por lo del dicho mi Consejo, porque quiero saber lo que acerca
de lo referido está dispuesto por las ordenanzas y cédulas con que se gobierna esa
Audiencia y el estilo y costumbre que en esto se ha observado hasta aquí. Y por qué
causa y razón y la inconveniencia o inconvenientes que se pueden seguir de eje-
cutar lo que propone el dicho don Juan Melgarejo, a quién y porque causa y que
expediente se podía tomar para el mejor despacho de los negocios y satisfacción

192
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

de la causa pública os mando que habiéndose fundado toda esa Audiencia y discu-
rrido sobre ello, me informéis con vuestro parecer con toda distinción y claridad
en la primera ocasión que se ofrezca para que visto por los del dicho mi Consejo
se provea lo que convenga. Fecha, Madrid, 18 de marzo de 1651, Yo el Rey, por
mandado de mi Rey Vuestro Señor, Juan Bautista Sáenz Navarrete:
Y ahora en un capítulo de carta que me escribió el licenciado Melgarejo, el
1 de agosto de este año, refiere las conveniencias que se siguen de guardarse
la ordenanza del año 1573, que dispone que con dos votos conformes, se haga
sentencia, que de otra fuerte se ha de impedir mucho el despacho por la falta
de jueces y abogados y que en caso de no haberlos, dice se remitan las causas en
discordia a los letrados de Puerto Rico, La Habana o Cartagena, para la brevedad
de su despacho.
Y habiéndose visto en mi Consejo Real de las Indias que se os ha pedido
para tomar resolución en esta materia y conviene hacerlo con toda la gravedad por
su gravedad e importancia, os mando me lo remitáis en la primera ocasión que se
ofrezca, para que visto en el dicho mi consejo, se provea lo que más convenga.
Fecha en Madrid, a 20 de septiembre de 1651. Yo el Rey, por mandato del Rey
nuestro señor, Gregorio de la Guía, señalada de lo de mi consejo.

193
Genaro Rodríguez Morel

SOBRE EL AMANCEBAMIENTO DE LOS CURAS DE LA ISLA ESPAÑOLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 267

Santo Domingo, 10 de abril de 1652

Señor

De las informaciones que esta Audiencia hizo para el castigo de los peca-
dos públicos, resultaron no pocas mujeres estar amancebadas públicamente con
eclesiásticos y religiosos y aunque se procuró en ellas guardar con todo decoro a
su estado no permitiéndose nombrasen sus personas ni religión, han sido algu-
nos, tan poco atentos, que viendo presas a sus mancebas, se han mostrado, dán-
dose por entendidas con varias quejas, que así en las calles como en los púlpitos
teniendo a los ministros de la Audiencia por incursos la Bula In Cena Domini,
haciendo juntas y pláticas sobre ésta materia y aunque estos procedimientos tan
públicos juzgamos que obligarán al arzobispo superior y prelado a castigar a
sus súbditos así en la parte del desacato como en la de su culpa por lo que con
tales demostraciones habían publicado más su incontinente vida. Fue muy al
contrario, pues más que hasta ahora no se ha visto castigo eclesiástico alguno
por este delito en ocasión que parece era más debida esta satisfacción a vista de
la que estaban dando los jueces seglares a la causa de Dios y de la república han
tomando mayores ánimos de lo que fueran razón así por la omisión (fol.1v.) de
sus superiores, como por la ejecución de ellos fueron y en el efecto se vio, pues
el 17 de febrero, yendo un alguacil, portero de esta Audiencia a prender a una
mujer por amancebamiento público de más de dos años con un eclesiástico se le
opuso éste, impidiéndole su ejecución y poniéndole las manos en el rostro, que
para deshacerse de él y que no saliera fuera con la mujer, deteniéndole el brazo
el dicho eclesiástico, se halló obligado el ministro a defenderse. Dio cuenta el
previsor que se castigase, por lo que de ello resultó, fue hacer información el algua-
cil y con pretexto de sacrilegio, que diera, había sometido el ministro contra el
dicho eclesiástico, porque dijo le mordió en un dedo, proveyendo auto en que
dio por culpados a ambos.
Después de algunos días, prendió al clérigo e imploró al auxilio del Alcalde
Ordinario para prender al dicho alguacil, que le remitió a la Audiencia por ser
su ministro, pidió después el provisor al oidor don Francisco de Montemayor de
Cuenca, el cual juzgó por preciso comunicarlo en la Audiencia por haberse en ella
prevenido la causa, recibiendo información de lo sucedido y resultando de ello ha-
ber procedido bien el dicho alguacil y el clérigo, haberlo recibido como cuenta de
los autos que a vuestra majestad remitimos, respondió se le en esta conformidad
exhortándole a que sobreseyese en la causa y no ocasionase discordias, sino que

194
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

procurase el castigo de los defectos de sus súbditos y pues ha (fol.2) entonces no


se habían visto demostraciones algunas necesitándose tanto demás de que se han
originado no sólo quejas que sin duda darán a vuestra majestad contra los ministros
de esta Audiencia aunque estamos muy seguros y que vuestra majestad nos haya
a su tiempo si fuese necesario sino también el haber soltado de la cárcel al dicho
eclesiástico, después de ocho días de prisión sin haber dado por lo que hasta ahora
se ha visto satisfacción a la resistencia, ni castigándose el público amancebamiento
que la ocasionó.
Háyase esta Audiencia muy desconsolada de los procedimientos tan raros y
ninguna asistencia de la jurisdicción eclesiástica, pues habiéndose de dar en ambas
la menor, para los mejores efectos del servidor de Dios y de vuestra majestad se use
todo al contrario, como por la dicha y por la carta y autos, que aparte con esta se
remiten y en materia de tan grave consideración se el conocerá con evidencia de
que ha parecido necesario dar cuenta a vuestra majestad para que en ello mande
proveer lo que más fuese de su real servicio, cuya católica persona guarde Dios
como la cristiandad a menester.
Santo Domingo, de la isla Española, 10 de abril de 1652, habiendo conferido
con el Fiscal y determinado el firmarlas se excuso después por las razones que en
carta al presidente le firmó se a vuestra majestad.

Licenciado don Francisco Pantoja de Ayala.

Don Francisco Montemayor de Cuenca.

195
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DENUNCIANDO EL DESTIERRO POR AMANCEBAMIENTO PÚBLICO


A LEONOR DE ALIAGA CON EL BACHILLER JUAN BAUTISTA VERGARA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 267

Santo Domingo, 14 de abril de 1652

Señor

Habiendo castigado en destierro de esta ciudad el amancebamiento público,


escandaloso y antiguo de Leonor de Aliaga con el bachiller Juan Bautista Vergara,
sin haberle guardado en los autos, guardando aun en esto el decoro de su estado,
se dio por tal sentido sacando la cara a su decencia, que prorrumpió en pasadas
quejas, notables injurias y amenazas contra los ministros de esta Audiencia, con
palabras tan feas y escandalosas y mal sonantes, especialmente amenazando que
había de meter al enemigo en esta ciudad y quemarla, que nos hallamos obligados a
recibir información que es la que a vuestra majestad remitimos con ésta, para atajar
inconvenientes tan perniciosos y de mal ejemplo, como quiera que de ella resultó
bastante causa así por lo pasado como por lo que podía esperarse para echar fuera
de esta isla al dicho eclesiástico por nuestra mano, mayormente prometiéndonos
poco abrigo y favor de la jurisdicción eclesiástica por estar este sujeto favorecido de
ella, por lo que en ésta y otras cartas, escribimos a vuestra majestad todavía pareció
medio prudencial a comunicar este negocio con el provisor eclesiástico, como se
hizo, llamándole al acuerdo, leyéndole en la dicha información se presentó, solo
que debía estimar mucho que el acuerdo le hiciese dueño de esta ejecución, te-
niendo mano por la económica potestad que vuestra majestad tiene en sus vasallos,
exentos para disponerla, sin comunicárselo, reconoció así y confesó haberlo visto
ejecutar en esta conformidad y se encargo totalmente del cuidado de ella pidiendo
traslado de la información y escribano con quién actuar, que se lo dio luego y se le
ofreció al auxilio que hubiese menester, fue todo ello no solo inútil, sino tan perju-
dicial y de mal ejemplo como se le conocerá por los autos, pues de más de cual dicho
clérigo parece se le dio auto de la referido contra el secretario que debía guardarse
y se encargo en el Real acuerdo no trato el dicho provisor de prenderle, siendo así
que andaba por el lugar y aun según parece comunicarse con él y con el visitador
de este arzobispado.
Con esta noticia se el envió un recaudo al dicho provisor, extrañando su negli-
gencia, en no haber obrado cosa alguna en tantos días y habiendo llegado a esta
ciudad de la Española, de los lugares de esta isla, el arzobispo de ella en los siete de
mayo, luego después proveyó el juez eclesiástico un auto para que los testigos que
habían dicho en la información de la Audiencia se examinasen ante él y llegando a
decir, pidiendo para ello sus dichos que estaban el testimonio que se el dio de dicha

196
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

información, se los negaron, con que se le hiciera a lo que tenía dicho en ellos y no
satisfaciéndose con esto el dicho juez eclesiástico, les mandó que pena de excomu-
nión mayor y de quinientos ducados, pensando y recorriendo su memoria dijesen
refiriéndose a lo mismo y declaran por excomunión, acudieron a la Audiencia por
vía de fuerza, que declaró hacerla admirando mucho el estilo de proceder por
ponerles en evidente peligro de perjurarse sin ver sus dichos y a lo que parecieron
fue traza para destruir, por este camino la información hecha por esta Audiencia,
pues en lugar de coadjubarla, trataron de hacer otra contraria abonando el sujeto y
queriendo probar que el amancebamiento causa principal de este procedimiento,
no era cierto, siendo así que no hay cosa más pública y notoria en esta ciudad, ni
sujeto más libre e inquieto en tosa la isla como todo cantara de los autos, incluso ha-
biendo llegado el ministro de campo don Andrés Pérez Franco, en 23 de marzo pa-
sado, entre otros muchos delincuentes que estaban retirados en la justicia y salieron
públicamente a pasearse, teniendo por así (fol.2) al dicho presidente en desprecio
y vilipendio de los ministros de esta Audiencia, fue el dicho eclesiástico según se tie-
ne por cierto dado en las informaciones que el arzobispo hizo al dicho presidente,
que los oyó muy bien, dándoles crédito en todo y negándoles a los ministros de esta
Audiencia como si fuéramos enemigos de la república y no ministros de vuestra
majestad, tan atento al seguimiento de Dios y de vuestra majestad como es noticia y
lo asegurarán cuantas personas desapasionadas no hubiesen visto proceder.
En ocho del corriente, se dio noticia la presidente en el acuerdo del estado
del negocio omisión e impedimento que pone el juez eclesiástico en ejecutar el
destierro del dicho clérigo, se le leyó la información hecha en este particular y se
determinó que se enviase a España, al dicho eclesiástico y remitiese a vuestra majes-
tad con dicha confirmación y se le encargó al dicho presidente de hacer ejecución
como a quién lo (roto) y no solo no dio paso en ello, pero antes parece la a es-
torbado causándole mucho reparo, que condenó al dicho clérigo probablemente
por las calles y admitido algunas veces en su casa después de lo he querido el dicho
presidente, no haya hecho demostración alguno en este particular, de que demos
cuenta a vuestra majestad para que en ningún tiempo se nos impute omisión si algo
resultase de la libertad e inquietud de este eclesiástico, solo suplicamos a vuestra ma-
jestad nos ampare en el crédito, autoridad y estimación que por criados de vuestra
majestad merecemos especialmente en esta Audiencia, donde tan desautorizada se
halla y sus ministros, Dios guarde la Católica y Real persona de su majestad, como la
cristiandad, menester susodicho. Santo Domingo, 14 abril de 1652.
Habiendo conferido esta materia con el Fiscal de esta Audiencia y determinado
(fol.2vto) firmar esta carta, se excusó por las razones que en otra referimos a vuestra
majestad.

El Licenciado don Francisco Pantoja de Ayala.


Rúbrica.

Francisco Montes Mayor de Cuenca.


Rúbrica.

197
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ENVIADA A DON ANDRÉS PÉREZ FRANCO, GOBERNADOR


Y CAPITÁN GENERAL DE LA ESPAÑOLA Y PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA.
EN LA MISMA HACE REFERENCIA A OTRA DE 1620 PARA QUE LOS SOLDADOS
SÓLO PUDIERAN RONDAR POR LAS MURALLAS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo V, Nº 71

El Buen Retiro, 5 de marzo de 1653

El Rey

Don Andrés Pérez Franco, mi gobernador y capitán general de la ciudad de


Santo Domingo de la isla Española y presidente de mi Audiencia Real de ella o a la
persona o personas a cuyo cargo fuere su gobierno. En carta de veinte y seis de fe-
brero de seis cientos cuarenta y nueve me escribieron los Oidores de esa Audiencia,
habiendo dado cumplimiento a un cédula del año seis ciento y veynte para que los
soldados de ese presidio no pudieren rondar, sino por las murallas para excusar
inquietudes. Suplicome mandar despachar sobre cédula de ella para que se guar-
dase en la forma en que se había puesto en ejecución.
Y habiéndose visto en mi Junta de Guerra de las Indias, con un testimonio que
cerca de ello remitieron y lo que sobre esto dijo mi Fiscal pareció tiene que guar-
darse y cumplirse lo dispuesto por la cédula referida de que he querido avisaros
para que lo tengais entendido. Del Buen Retiro a 5 de (fol.1v.) marzo de 1653. Yo
El Rey.
Por mandado del Rey nuestro señor. Gregorio de Leguía, y señalada de los de la
Junta de Guerra de Indias.

198
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ESCRITA POR DON FRANCISCO FERNÁNDEZ DE MADRIGAL


EN LA QUE TRATA ALGUNOS TEMAS RELACIONADOS CON LA SITUACIÓN
DE LA ISLA. ENTRE OTRAS COSAS HABLA DE LA NECESIDAD QUE HAY DE
NEGROS PARA LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo V, Nº 69

Santo Domingo, 31 de marzo de 1651

Señor

Por decreto de 22 de este se sirve vuestra majestad de decir que persona celosa
de su servicio, inteligente en la materia de que trata ha dado a vuestra majestad el
papel que con el vino y siendo las necesidades presentes de calidad que obligan a
no despreciar media alguna de que se puede sacar fruto a resuelto vuestra majestad
remitirle al Consejo para que luego sin perder punto consulte a vuestra majestad
sobre lo que ofreciere y pareciere en la materia, el papel se reduce a representar que
desde el año de 640 que sucedió el levantamiento del reino de Portugal se prohibió
la navegación de esclavos negros para las Indias, de que se ha seguido pérdida muy
crecida a la Real Hacienda y mucho perjuicios a aquellas provincias y apunta la for-
ma en que se navegaran por lo pasado los derechos que de ellos se pagaban en los
puertos de las Indias la necesidad grande que hay en ellas de esclavos para la labor y
beneficios de las minas y de las Haciendas del campo y propone el medio de que se
podría usar para navegarlos y que con esto se restaurará la renta de los derechos que
se pagan de los dichos esclavos que podrá importar cada año más de 100 mil duca-
dos de plata que respecto de estar hoy en pie la prohibición podrá también venderse
la licencia de cada navío como permisión de contrabando y valdrá cada uno dos o
tres mil ducados de plata de contado con que se podrá sacar en pocos días una bue-
na partida como más particularmente se contiene en el papel que vuelve con esta.
De esta materia a mucho tiempo que se trata en el Consejo (fol.1v.) por la ins-
tancia que han hecho algunos ministros de las Indias sobre que se naveguen negros
a ellas por la falta que hay de ellos y diferentes personas y vecinos de Sevilla y otras
partes han propuesto repetidas veces se les de permisiones para poderlo hacer ofre-
ciendo irlos a rescatar a las islas y conquistas que no estén sujetas a la Corona de
Portugal por el levantamiento de aquel reino. Pero considerando el Consejo el daño
grande que se podría causar si a título de estas permisiones introdujesen comercio
los portugueses en las Indias por medio de los que fuesen a rescatar esclavos tuvo
por conveniente que antes de llegar a dispensar la prohibición se supiese la nece-
sidad que de ellos había en aquellas provincias sobre que el Consejo hizo consulta
a vuestra majestad el 26 de septiembre del 1645 y con noticia de lo que en ella se
representó, se sirvió de resolver se pidiesen informes en razón de esto a los Virreyes

199
Genaro Rodríguez Morel

y Audiencia de Lima y México, presidente y Audiencia de las Charcas y corregidor


de Potosí advirtiéndoles avisasen la cantidad que sería menester recibir cada año,
en cuya conformidad se enviaron los despachos y en respuesta de ellos escribieron
el virrey y Audiencia de Lima en carta de 15 de junio de 647 que la necesidad que
había de esclavos negros en aquella provincia era ya tan precisa que se sentía su falta
en todos los ministros para que se buscaban y el precio había crecido y que convenía
fuesen cada año mil quinientos, y por uno vez 3 mil o más, con que enterar los que
se habían muerto y faltado y que se iría tomando punto más fijo para informar lo
que bastarán se navegue en cada año.
Las Audiencias de las Charcas y Santa Fe, corregidor de Potosí, el gobernador
y Oficiales Reales de Cartagena, aquella ciudad, la de los Reyes y Panamá y otros
ministros, así de las costas de tierra (fol.2) firme como de Nueva España han hecho
y hacen en todas ocasiones continuas instancias sobre que se naveguen negros por
las muchas faltas que hay de ellos en aquellas partes y lo inexcusables que son para
cultivar los campos y otros ministerios conformando todos en la necesidad y solo
falta el informe del virrey y Audiencia de México que aunque se ha pedido repetida-
mente no ha venido hasta ahora y por ser uno de los principales se ha suspendido el
consultar vuestra majestad sobre esta materia si bien por otras noticias se ha enten-
dido que en la Nueva España hay la misma falta de esclavos que en el Perú y que en
todas partes son menester por haber tanto tiempo que no se navegan y respecto de
esto haber crecido el precio.
Y habiéndose visto en el Consejo y conferidos sobre ello ha parecido que aten-
diendo vuestra majestad a lo que consta de los informes referidos y a lo mucho
que importa proveer de esclavos negros a las Indias para los ministerios que se dice
podrá servirse de mandar dispensar la prohibición que había de navegarlos y que
de aquí adelante se comercien a aquellas provincias rescatando los de las islas que
no estuvieren sujetas a la Corona de Portugal y que para lo que toca a las licencias y
permisiones que se hubieren de dar a las personas que lo pretenden se haga la junta
que por lo pasado se tenía para tratar esta materia de ministros de este consejo y el
de hacienda por donde se ajuste la forma de los asientos reconociendo para esto los
que antes se hacían y la que se ha de tener en navegarlos procurando no interven-
gan en esto portugueses ni que de ellos se les siga ninguna utilidad y previniendo
todo lo demás que pidiere el estado de las cosas para que en esto se obre con el
acierto que conviene y de ello resulte el beneficio que se pretende. Vuestra majestad
mandará lo que fuere servido. Fecha 31 de marzo de 1651.
Señalada del Consejo. Es copia de la original que queda en esta presidencia del
Perú, marzo 19, de 1653.

Francisco Fernandez de Madrigal.

200
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL Arzobispo DE SANTO DOMINGO INFORMANDO


DE LAS DIFERENCIAS SURGIDAS ENTRE MELCHOR DE TORRES,
RACIONERO DE LA IGLESIA, CON EL OIDOR JUAN MELGAREJO
PORQUE EL PRIMERO SACÓ DEL HOSPITAL DE SAN NICOLÁS
A UN ENFERMO MENTAL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 57, Ramo V, Nº 69

Santo Domingo, 2 de abril de 1653

Señor

Don Melchor de Torres, es natural de esta ciudad de lo noble y calificado


desde sus primeros años acompañó esta calidad con virtud, no formó estudios,
ha trabajado por sí y es capaz. Fue racionero canónigo, y ahora maestro escuela
por merced de vuestra majestad es comisario de el Santo Oficio con aprobación
grande de su tribunal y mi visitador general. Es prudente y el más asistente al coro.
Tiene buena espera en las emulaciones que ha padecido, conoce sele algún afecto
a la propia estimación, tuvo un disgusto con el oidor don Juan Melgarejo quiso
sacar a unos retraídos del hospital de San Nicolás, acción que no se le disculpa por
no tocarle a la sazón la defensa de la inmunidad eclesiástica, si bien yo atribuyo el
haber ido al hospital al mi mío celo de dicha inmunidad.
El maestre fray Alonso de Carvajal de la Orden de Santo Domingo es de lo
más noble y calificado de esta ciudad, estudió en ese reino y volvió a esta pro-
vincia de Santa Cruz. Ha leído muchas veces artes, teología. Ha sido lector de
vísperas y prima de la universidad, cita en este su convento y regente. Prior en
la ciudad de La Habana y ciudad de Puerto Rico, buen predicador virtuoso, y
ha servido mucho a esta república con su doctrina y ejemplo y estimado de los
Presidentes y Prelados y gobernadores por ser buen talento y por ser pacífico,
tiene alguna facilidad a persuadirse que parece de santidad de ánimo.
El maestre fray Juan de Bardecí, natural de esta ciudad y religioso de Santo
Domingo, estudió en España, ha sido lector de arte y teología en dicha univer-
sidad y en el colegio Fernando Gorjón. Leyó la cátedra de moral, y predicó con
mucho lucimiento. No es legítimo, inmuta la incontinencia paterna. Ha tenido
algunos encuentros con la religión que le han descompuesto y las amistades de
seglares.
El Presentado fray Antonio Enríquez, es natural de esta ciudad, y religioso de
Santo Domingo, familia principal. Estudió en España, fue colegial en uno de los
colegios de su Orden a pocos años que vino con patentes de su general, por visita-
dor de esta provincia, oficio que a poco tiempo se le suspendió. Ha mostrado ser
buenas sus letras, a sido prior de esta casa regente de sus estudios y predicado con

201
Genaro Rodríguez Morel

aceptación y buen celo, aunque siempre con poca salud. Dejase llevar mucho de
el afecto de carne y sangre. Ha tenido poco aliento en reformar lo que ha estado
a su cargo.
El maestre fray Diego Romero de la misma Orden de Santo Domingo es
natural (fol.1v.) de la ciudad de La Habana, estudió en Méjico, ha leído artes y
teología muchas veces en esta provincia hace dado el púlpito y cátedra con buen
natural y servido mucho en pocos años. Fue prior de La Habana y ahora provincial
de esta provincia. Ha entrado en los oficios con poco adobo y en la reformación
es remiso.
El presentado, fray Jacinto Martínez es natural de la ciudad de Puerto Rico y
religioso de Santo Domingo. Estudió en Méjico, fue provincial de esta provincia
el cuatrienio pasado y prior al presente de esta casa. Gobernó pacíficamente. Lo
visitó esta casa que fue necesario a año que falta de esta ciudad con que las noticias
no han podido ser mayores. Parece prudente, predica con buen celo, y es oído con
gusto.
El maestre fray Bartolomé de Benavente, religioso de la Orden de las Mercedes
de esta ciudad y natural de ella a donde estudió arte y teología ase dado por lo posi-
tivo de el púlpito es bien oído, fue comendador de esta casa, reedificó sus claustros
y escalera. Por su apacible natural, estimado y requerido de muchos.
Poco edifica con sus sermones y no a edificado con sus costumbres. El Padre fray
Joseph de Cleregas y Lanusa, religioso de San Francisco. Es natural de Cataluña,
estudió en España, fue lector en Girona y Lérida, vino por lector a esta provincia
obra nueve o diez años a donde a leído siempre artes y teología en la provincia de
Santa Cruz de Caracas, y es lector jubilado por su general. A predicado mucho y con
aceptación, porque es docto en lo escolástico positivo y moral, el ingenio es grande
y es guardián de esta casa de San Francisco.
Vino por visitado nombrado por el comisario de el capítulo, se le ha suspendido
la visita por accidentes de la Orden, poco reposo y constancia en las materias grabes
bueno para una lectura.
Estos sujetos no saben la lengua de los indios ni tienen comprensión de los natu-
rales. No se me ofrecen otros sujetos de que informar a vuestra majestad y como ha
aun no tres años que llegue a este arzobispado he necesitado de buscar y noticiar de
las personas más celosas con el secreto que he podido, deseoso de obedecer y servir
a vuestra majestad. Para que nuestro señor, muchos y felicísimos años, para el mayor
bien de esta monarquía como continuamente pido en mis sacrificios y oraciones.
De Santo Domingo de la isla Española en abril 2 de 1653 años.
Besa los pies de vuestra majestad su humilde capellán don Francisco Pio
arzobispo de Santo Domingo.

202
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA POR LOS FRAILES DEL CONVENTO DE SANTO DOMINGO


EN LA QUE DAN NOTICIAS DEL DESCONSUELO COMÚN QUE HAY
EN LA CIUDAD DESPUÉS DE LA LLEGADA DEL NUEVO GOBERNADOR
DON FÉLIX DE ZÚÑIGA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 70, Ramo III, Doc. 82 (a)

Santo Domingo, 25 de julio de 1656

Señor

Por la obligación que tenemos los vasallos de vuestra majestad y hoy en particu-
lar por el puesto que ocupo de guardián de este convento a quien vuestra majestad
hace tantas limosnas no podemos dejar de darle cuenta del desconsuelo común
con que queda esta isla con el nuevo gobierno del presidente, gobernador y capitán
general don Félix de Zúñiga que con su rígido natural y peor expediente que tiene
en el modo con que trata a sus súbditos ha obligado con su desagrado a retirarse los
más vecinos de los campos y los más amedrentados de sus casas huyendo a su terri-
ble condición en tanto extremo que dudamos si el enemigo vuelve a esta isla tenga-
mos buen suceso en ella cuando los ánimos están tan retirados por los montes aún
el más mínimo lancero a la obligación del servicio de vuestra majestad en la ocasión
los pobres y aún los acomodados claman del poco gobierno en el abasto de los man-
tenimientos pues carne ya es continuo el no haberla y el tolerar que los regidores y
ricos la vendan en sus casas por el precio que quieren y lo mismo en todo lo demás y
en nada se pone remedio por vuestro presidente, antes da mano a algunos para que
lo hagan desde que llegó no ha hecho demostración alguna, asó en la disposición
militar como política ni sale de casa a ver siquiera la muralla, fuerza de esta ciudad
por si acaso vuelve el enemigo ni aún mostrando celo de remediar (fol.1v.) nada, an-
tes queda esta ciudad llena de discordia y públicamente se dice la poca estimación
con que trata a los ministros de vuestra majestad que con este ejemplo los súbditos
se atreven a perturbarlo todo, de suerte que reine la malicia y se olvide el servicio de
Dios, la religión y el de vuestra majestad esto nos mueve a escribir estos renglones
para que tenga el remedio que piden tan desiguales principios antes que nos vengan
mayores daños. Dios guarde la católica persona de vuestra majestad para la defensa
de la iglesia. Santo Domingo, isla Española. Julio 25 de 1656 años.

Fray Cristóbal de Silva Velazco. Guardián.

Fray Juan de Silva. Prior mayor y procurador de corte.

Fray Bernardino Rodríguez.

Fray Juan Bautista.

203
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ENVIADA AL GOBERNADOR Y PRESIDENTE DE LA


AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO EN LA QUE MANDA DESHACER
LA COMPAÑÍA Y BATALLÓN HECHOS POR DON BENARDINO DE MENESES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 58, Ramo IV, Nº 62

Madrid, 3 de octubre de 1657

El Rey

Mi gobernador y capitán general de la isla Española y presidente de mi Au-


diencia Real de la ciudad de Santo Domingo. Habiendo formado don Bernardino
de Meneses, que fue presidente de esa Audiencia una compañía del Batallón que se
compuso de la infantería de las dos del presidio de esa ciudad y de las demás gente
que llevó de socorro para esa plaza cuando fue a servirme en los dichos cargos,
nombró por capitán de ella a don Álvaro Garavito el cual me a suplicado fuese ser-
vido de hacer la merced de título de capitán de la dicha compañía. Y habiéndoseme
consultado por mi junta de guerra de las Indias como que era que en premio de los
servicios del dicho don Álvaro le echó otras mercedes y la consecución de la dicha
compañía sería acrecentar nuevo gasto gravoso a mi Real Hacienda.
He resuelto ordenaros, como por la presente os ordeno y mando, deshagáis
luego la dicha compañía restituyendo los soldados de ellas a las otras de donde se
sacaron sin que el dicho don Álvaro ni don Gutiérrez de Meneses que fue el primer
capitán nombrado en esta compañía ni los que hubieren sucedido a reformados
porque tiene muy grave inconveniente que mis capitanes generales de las Indias
hagan nuevas formaciones de compañías sin orden particular mía gravando mi
hacienda con lo que se acrecienta el situado de ellas, que sería gasto muy conside-
rable, demás de la dañosa consecuencia que se seguirá en este ejemplar y así luego
que recibáis esta pondréis precisamente en ejecución lo referido sin dilación, replica
ni escusa alguna y me daréis cuenta de haberlo hecho en la primera ocasión que se
ofrezca. Fecha en Madrid a tres de octubre de mil y seiscientos y cincuenta y siete
años. Yo, el Rey.
Por mandado del Rey nuestro señor, Gregorio de Leguía y señalada de los de la
Junta de Guerra.

204
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ENVIADA A DON FÉLIX DE ZÚÑIGA AVELLANEDA ORDENANDO


EXAMINE LA CAPACIDAD DE DON FRANCISCO PIMENTEL, DELEGADO
EN CARACAS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 58, Ramo V, Nº 74

El Buen Retiro, 19 de mayo de 1658

El Rey

Don Félix de Zúñiga y Avellaneda, caballero de la Orden de Calatrava, Conde


del Sacro Imperio, mi gobernador y capitán general de la Isla Española y presidente
de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo.
Ha recibido una carta de dieciocho de septiembre de seiscientos y cincuenta y
siete que don Francisco Pimentel Henríquez me escribió desde la ciudad de Caracas
de que habíais sub delegado en la comisión que teñíais mía para los medios que se
han de beneficiar en el distrito de nuestro gobierno con que aumentar mi hacienda
real y que quedaba entendido en ella, con la cual ha remitido unos apuntamientos
de lo que se le ofrecía para utilidad de mi hacienda suplicándome mandase enviarle
despacho para su ejecución. Y habiéndose visto en mi Consejo Real de las Indias,
con lo que en la materia dijo mi Fiscal no se ha tenido por conveniente lo que el
dicho don Francisco Pimentel ni dar más atención de la que se contiene en la ins-
trucción que tenéis mía.
Y ha parecido deciros que este delegado vuestro ha excedido mucho en las
proposiciones que ha enviado al Consejo debiendo participaros cualquiera duda
o proposición (fol.1v.) que se le ofreciese inmediatamente como a quien le había
sub delegado esta comisión y así os ordenó y mandó que primero que pase más
adelante el dicho don Francisco Pimentel en el cumplimiento de esta comisión
examinéis la capacidad y modo de proceder, de este sujeto y si hallareis que sea
inquieto y caviloso le quitéis la dicha comisión y la deis a personas de la mayor sa-
tisfacción y autoridad que allí reconociere deis, dándome cuenta de ello en manos
de mi infrascripto secretario y al que continuaré en esta comisión le ordenareis
que de ninguna manera acceda a la facultad que tenéis mía y de las clausulas de
la instrucción sin aplicarlas ni extenderlas en cosa alguna. Fecha en Buen Retiro a
diez y nueve de mayo de mil seiscientos y cincuenta y ocho años. Yo, el Rey.
Por mandado del Rey nuestro señor Gregorio de Leguía y señalada de los del
Consejo.

205
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA POR LOS MIEMBROS DE LA ORDEN DE SAN FRANCISCO


DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO EN LA QUE DICEN CÓMO
EL MAYORDOMO DEL HOSPITAL DE SAN NICOLÁS LES IMPIDE
CELEBRAR LAS FIESTAS DE SU COMUNIDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 58, Ramo V, Nº 78

Santo Domingo, 8 de noviembre de 1658

Señor

Por repetidas veces señor, según el particular como ardiente afecto que nuestra
religión seráfica tiene a la Purísima Inmaculada Concepción de la Virgen Santí-
sima, Nuestra Señora, queriendo este convento de San Francisco en esta ciudad
de Santo Domingo celebrar su fiesta con la solemnidad y festejos debidos en su
propio día. El mayordomo y diputados, personas poderosas de un hospital de esta
ciudad, nombrado San Nicolás, valiéndose de poderosos medios y con pretextos
varios, diciendo unas veces tener breves apostólicos, otras ser fiesta principal de
dicho hospital y con otros diferentes motivos por una fiesta votiva y de devoción
que hacen en el día propio, han conseguido y pretenden llevar adelante en que
en este convento no celebremos en su día propio esta fiesta con la solemnidad
y aplausos debidos, sino que la transfiramos a un día de la octava por lo pobre y
necesitado de nuestro instituto.
Son nuestras fuerzas pocas para resistir al poder que en estas partes hay. Acción
es Señor que a causado y causa en nosotros notables sentimientos y desconsuelos
por impedir el espiritual alborozo que en la celebración de esta festividad tenemos,
como particulares profesores y defensores que somos de este misterio inmaculado
a que tanto blasona la ardiente devoción de nuestra seráfica religión y que tanto
nos manda defendamos. Por lo cual, señor, humildemente postrados en las reales
suplicamos casi todo rendimiento (fol.1v.) sea servido vuestra majestad de mandar
por sus real cédula así a los Presidentes de esta Real Audiencia como arzobispos y
Obispos y cualesquier justicia así eclesiástica como secular, pues en esta parte no
contravenimos a constituciones aplicadas no nos impidan y ni estorben con los
varios pretextos y medios el poder celebrar en su propio día la fiesta de la Purísima
Concepción con la solemnidad y festejos que se acostumbran pues solo es, señor,
pretender dichos mayordomos y diputados tener singularidad de superioridad que
aún parece en esta parte intentar tener.
Recibiremos particular honra y consuelo como tal del servicio de Dios nuestro
señor y de su purísima madre y tan del concedido efecto de vuestra majestad de
quienes singular protector y defensor como devoto y aficionado. Guarde Dios la
Católica y Real Persona de vuestra majestad con aumento de mayores reinos, como

206
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

la cristiandad y este misterio para que se de fe ha menester. De este convento de


San Francisco de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española y noviembre 8 de
1658.

A las reales plantas de vuestra majestad.

Fray Benito Arista de Sobremonte. Guardian y vicario provincial.

Ignacio de Juberas.

Fray Juan de Silva.

Christobal Piñero.

Fray Juan Bauptista Clavijo.

207
Genaro Rodríguez Morel

TRASLADO DE UNA REAL CÉDULA EN LA QUE SE MANDA


QUE NO SE PUEDAN LLEVAR DE LOS REINOS DE CASTILLA
MERCADERÍAS SIN REGISTRAR NI LAS COSAS PROHIBIDAS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 58, Ramo VII, Nº 84

Santo Domingo, 27 de julio de 1660

El Rey

Por cuanto por cédulas e intrusiones y ordenanzas, está mandado que no se


puedan llevar de estos reinos y señoríos a ningún parte de nuestras Indias merca-
derías por registrar ni cosas prohibidas so pena de perdimientos de ellos aplicados
en cierta forma. Y porque nos deseamos el cumplimiento y ejecución de ello para
que no haya fraudes ni encubiertas en los derechos que de las dichas mercaderías
y cosas prohibidas se nos deben, y para que en ello haya más cumplido efecto.
Por la presente declaramos que de lo que de las dichas mercaderías y cosas
prohibidas se tomaren por perdidas, se apliquen en esta forma las dos tercias partes
de todo ello para nuestra cámara y la otra tercia parte para el denunciador y Juez
que lo sentenciare por iguales partes. Y mandamos a nuestro presidente y Oidores
de la nuestra Audiencia Real, que reside en la ciudad de Santo Domingo de la isla
Española y otras Justicias y Oficiales de nuestra Real Hacienda de la dicha isla, así
lo guarden y cumplan en ella no embargante y cualesquier cosa que en contrario
tengamos proveídos que para en cuanto a esto lo suspendamos quedando en lo
demás en su fuerza y vigor. Fecha en la Fresneda a veinte y ocho de mayo de mil y
quinientos y setenta y siete años. Yo el Rey.
Por mandado de su majestad Antonio de Eraso, y en las espaldas de la dicha
cédula están cinco señales firmadas.
Concuerda con el testimonio de la original, firmada de Santiago de Balmaceda,
Escribano Real. Diego de Ibarra. Concuerda con la razón que de la dicha real cédu-
la está tomada en el libro tercero de las de esta Real Contaduría de mi cargo a fojas
cuarenta y ocho a que me refiero. Y el contador de la Real Hacienda y de pedimento
del señor licenciado (fol.1v.) don Jacinto de Vargas Campuzano, Fiscal de su majes-
tad en esta Real Audiencia. Doy la presente, fecha en la ciudad de Santo Domingo
en veinte y siete de julio de mil y seiscientos y sesenta años.

Diego Hernández Camarena.

208
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ESCRITA POR LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO


EN LA QUE EXPONEN LAS NECESIDADES DE LA ISLA POR FALTA DE ESCLAVOS

Archivo General de Indias


Santo Domingo 58, Ramo VII, Nº 85

Santo Domingo, 3 de agosto de 1660

Señor

Entre las calamidades que a esta isla le han sucedido de algunos años a esta
parte que han sido muchas la más sensible, y que la tiene más aniquilada es la gran
falta de esclavos que en ella hay a causa de la mortandad tan grande que de ellos
le sobrevino con la peste y con otras enfermedades que después de ella incesante-
mente la han infestado, con lo cual, y con no haber entrado armazones de negros,
muchos años ha excepto dos cortas en dos navíos de arribada se han minorado en
grande manera y con ellos las Haciendas de toda la isla, porque como estas todas
se reducen a hatos, estancias, ingenios, que se benefician por manos de esclavos
porque en estos reinos no hay otros que trabajen en faltando estos. Falta todo lo
referido como se ha experimentado en esta isla, en la cual se han despoblado del
todo muchas Haciendas y menoscabo todas de tal manera que si no se acude al
remedio se puede temer su total ruina y así recelosos de ella y como ministros de
vuestra majestad se lo representamos para que sea servido de poner el reparo de
que tanto necesita. El (fol.1v.) cual consistirá en que vuestra real persona sea servi-
do de dar permiso para que vengan uno o dos navíos de negros todos los años para
esta ciudad con que se alentaran los vecinos a tener labranzas, se poblará la isla y
crecerá el comercio y de otra suerte será forzoso que a breves días quede desierto
lo poco que a quedado que no lo este. Guarde nuestro señor, la Católica y Real
persona de vuestra majestad muchos años, como la cristiandad ha menester. Santo
Domingo y agosto 3 de 1660.

209
Genaro Rodríguez Morel

CARTA QUE ENVÍA EL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO


DON PEDRO CARVAJAL Y COBOS, EN LA QUE REFIERE LA PRÓRROGA
DE LAS LIMOSNAS DEL VINO Y EL ACEITE AL CONVENTO
DE SAN FRANCISCO DE LA CIUDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 59, Ramo II, Nº 22

Santo Domingo, 30 de mayo de 1662

Señor

Vuestra majestad por cédula de 25 de junio del año pasado de 1661 se sirve
referir que por parte del convento de Santa Cruz de la Orden de San Francisco de
esta ciudad se representó a vuestra majestad que por otra de 20 de junio de 1654 fue
servido prorrogarle por 8 años la limosna de vino y aceite para celebrar y alumbrar
el Santísimo Sacramento y que respecto de estar ya casi cumplidos y ser muy pobres,
suplico a vuestra majestad fue servido prorrogarle la dicha limosna perpetuamente
o por tiempo largo, mandándome no obstante haberle prorrogado por dos años la
dicha limosna. Informé sobre la pretensión del dicho convento mi parecer para que
con entero conocimiento se tome resolución en ella.
Este convento que es muy pobre, y tanto que sus religiosos se sustentan de limos-
na por no tener renta alguna ni más que la que resulta de los oficios divinos a cuya
causa desde su fundación se ha servido vuestra majestad hacerle merced y limosna
de este vino y aceite prorrogándosela por tiempo respecto de lo cual, siendo vuestra
majestad servido podrá prorrogársela por veinte años o por el tiempo que pareciere
a vuestra majestad. Cuya Católica Real Audiencia persona guarde nuestro señor
como la cristiandad a menester. Santo Domingo 30 de mayo 1662.

Don Pedro de Carvajal Cobos.

210
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO


DON PEDRO CARVAJAL Y COBOS EN LA QUE REFIERE LOS CONTRABANDOS
QUE HAY EN LOS LUGARES DE GUABA, SAN JUAN Y NEIBA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 59, Ramo II, Nº 23

Santo Domingo, 30 de mayo de 1662

Señor

Lo licencioso con que se hallé los enemigos entraban en las costas y despobladas
de esta isla y el daño que por todas partes hacían, atemorizando y robando a sus
mercaderes me puso en el cuidado de mi obligación y con él di orden a don Juan
Morfo entretenido por vuestra majestad en este presidio, para que fuese como lo
hizo a los valles de Neyba, San Juan y Guaba y despoblados de las partes del sur de
esta isla juntando de la gente que en ellos asiste la más que pudiese, y con ella lim-
piaré aquella costa.
Y habiéndome dado cuenta de haber tenido aviso, que esta tierra nueva, veinte
y cinco leguas la tierra adentro, había dos ranchos de franceses a vista uno del otro.
Le di orden para que luego marchase a ellos y a los capitanes Manuel de Matos,
Gonzalo Fragoso y Miguel Guerra para que le siguiesen. Habiendo oído unos tiros y
llegado a la laguna de Enriquillo donde los enemigos habían hecho una canoa gran-
de con la que navegaban, y teniendo y acercado un rancho habían sido tenidos por
haberse disparado una escopeta a los nuestros, con que los lanceros, teniéndola por
seña para embestir, lo hicieron y los enemigos huyeron por la serranía y los nuestros
mataron a un (fol.1v.) capitán francés llamado Monsiur de Letan, que fue capitán
caudillo de una compañía de las que se hallaron en el Saco (sic) de Santiago y otros
franceses habiéndoles quitado el bagaje y armas que tenían y quemado la canoa en
que navegaban, y tomado prisionero a otro francés que dio muchas noticias de los
que habían en las costas por saber donde tenían las rancherías, a donde ofreció
llevar a los nuestros, de que me dio aviso, pidiéndome le enviase de este presidio. Y
yo le socorrí con treinta soldados del, para ir a esta facción que le remití contadas
las municiones y armas necesarias con orden de que, con las demás gentes de Azua
y aquellos valles lo ejecutase luego como lo hizo.
Y por su carta de 24 de abril me dice que habiendo marchado por la parte de
Guanaibes hasta el mar sin hallar el enemigo que estaba a la vuelta de Jinoguelo
(sic) y yéndole a buscar los centinelas con toda priesa, le habían dado cuenta de que
el venía a lo mismo, y habiéndole tenido puesta una emboscada, en breve tiempo se
entro por ella, dio sele una rociada, saliendo los lanceros por una y otra parte, ma-
tándole los primeros, y habiéndose valido los nuestros de las armas que traían, por
ser muy aventajadas, envistieron a los que avían quedado, que serían más de sesenta

211
Genaro Rodríguez Morel

hombres, y en el encuentro dieron algunas heridas peligrosas a don Juan Morfo y


aviándose retirado los capitanes, acaudillaron la gente de forma que se desbarata-
ron (fol.2) al enemigo y le quitaron un bagaje, armas y pólvora, y los que escaparon
fueron tan desbaratados que no podrán volver en sí por ahora. Fueron los enemigos
muertos treinta, y de los nuestros cinco y heridos dos.
Yo procuré luego dar gracias a todos y socorrerlos con lo que he podido por
cuenta de su sueldo vencido, y a los que no le tienen de vuestra majestad se socorre-
rá a los herederos de los que murieron con la misma cantidad que se resolvió en la
junta de hacienda, se hiciese en la facción de Santiago.
También, que luego que llegué aquí, en conformidad de las órdenes que di al
Alcalde Mayor de Santiago, y el aviso que me dio de haberle tenido de que andaban
enemigos en aquella costa y sus despoblados ordené al capitán Antonio Pichardo,
que con 80 hombres que había juntado, y los veinte y cuatro soldados de este presi-
dio que asisten en aquella ciudad, y otros diez más que le envié, saliese a buscarlos
como lo hizo.
Y habiendo hallado una ranchería de franceses, veinte leguas distante de
Santiago en lo despoblado de la parte del norte, en un río llamado Dajabón y dado
les Santiago a media noche le había muerto treinta y dos hombres, habiendo de los
nuestros cuatro, y quedando tres heridos, y aunque reconocía había huido mayor
número no los pudo seguir por ser de noche hasta por la mañana que lo hizo sin
poderles dar alcance, aunque siguieron el rastro de alguna sangre, y se hallaron
cuarenta armas de fuego de que se aprovecho la (fol.2v.) gente con otras cosas y des-
pués quemaron el rancho y la corambre y carne que tenían hecha y atendiendo al
buen suceso para que se alienten en adelante, propuse en Junta de Hacienda sería
conveniente dar alguna ayuda de costa al capitán y heridos y habiéndose acordado
así lo ejecute luego de que han quedado muy agradecidos, y me parece que con es-
tos tres buenos sucesos los enemigos andarán con menos libertad y sus ranchos muy
menoscabados y la gente de esta isla con esto y con los 6 mil pesos que se dieron de
la merced que vuestra majestad les tenía hecha a tomado nuevos alientos. Nuestro
señor Guarde la Católica y Real Persona de vuestra majestad como la cristiandad a
menester. Santo Domingo 30 de mayo de 1662.

Don Pedro Caravajal y Cobos.

212
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA ORDENANDO QUE CUANDO SE ENVÍEN GOBERNADORES


INTERINOS NO SE MUDEN SIN CAUSA PRECISA POR LOS INCONVENIENTES
QUE SE PUEDEN SUCEDER

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo IV, Nº 65

Madrid, 10 de septiembre de 1662

El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de la


isla Española. En carta de cuatro de marzo de mil y seiscientos sesenta y uno, que mi
gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela me escribió respondien-
do a lo que se le ordenó para que los indios del distrito de aquel gobierno fueran
bien tratados de sus encomenderos. Refieren la caussa porque no se pueden reme-
diar todos los excesos que en esto se cometen y que los gobernadores en ínterín que
enviáis ocasionan mucha parte de este daño y que para remedio de ello convendría
prohibirles que visitasen la provincia reservándolo para los propietarios.
Y habiéndose visto en mi Consejo Real de las Indias con lo que en esta materia
pidió mi Fiscal, tengo por conveniente mandaros, como lo hago, que cuando envia-
re des gobernadores en ínterín ha aquella provincia no los mudéis sin causa precisa
por los inconvenientes y daños que se siguen de semejantes mudanzas. Y en cuanto
al punto de las visitas se queda mirando para tomar la resolución que se tuviere por
más conveniente. Fecha en Madrid a diez de septiembre de mil y seiscientos y sesen-
ta y dos. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor don Juan de Salar.

213
Genaro Rodríguez Morel

CARTA EN LA QUE SE INFORMA A SU MAJESTAD DE LOS


AMANCEBAMIENTOS QUE HAY EN LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO
Y DE LA FORMA ESCANDALOSA EN QUE SE VIVE

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo II, Nº 32

Santo Domingo, 26 de octubre de 1662

Muy Poderoso Señor

Don Francisco de la Cueva Maldonado, arzobispo de esta ciudad y de vuestro


consejo. Dice que hallando en esta ciudad cuando vino a ella escandalosamente
o amancebado de muchos años a esta parte a don Antonio Ortiz, vuestro alguacil
mayor con Manuela de Ávila, mujer de Manuel Páez, ausente en aquel tiempo, le
amonestó reprendiéndole paternalmente y le puso censura para que no la tratase ni
comunicase y gobernando la materia con la atención que pide a ser la dicha mujer
casada, envió el licenciado don Gregorio de Cabiedes para que le hablase a ella y
amonestase en secreto, a cuyo tiempo había ya llegado a esta ciudad de la provincia
de Venezuela el dicho su marido y sabidora de su venida que le recibiría a la coha-
bitación del matrimonio y se apartaría del mal trato con el dicho vuestro alguacil
mayor, el cual prometió que solicitaría lo mismo y que del todo se apartaría de tan
pecaminosa amistad.
Sucedió que el dicho su marido fue a casa de la dicha su mujer a cohabitar con
ella perdonándole lo pasado con que se enmendase para adelante, y ella le recibió
con aversión habiendo sacado de casa cuantas alhajas tenía sin dejarle en que sen-
tarse ni una estera en que pudiese acostarse negándole el débito conyugal aunque
continuó el solicitándola por seis o siete días con palabras tan indecentes que no se
permite repetirlas a vuestra majestad.
Persona aunque demostrativas de un espíritu diabólico. Sabía yo Señor que
Vuestro Alcalde Mayor no a cumplido lo que me prometió, antes continuando su
mala amistad de que resulta el desahogo de la susodicha, pero como la materia es
con mujer casada y a vista de su marido por lo que disponen vuestras reales leyes no
proseguí a otra diligencia judicial. Pero viendo que crecía el escandalo y la dureza de
los amonestados me (fol.1v.) valí de llamar al marido reprendiéndole ásperamente
el que no cohabita con su mujer a quien teníamos todos en tan buen crédito. Y él,
poniéndose a mis pies con lágrimas, lastimado de su desdicha, me manifestó lo que
le había pasado y mucho más de lo que refiero, añadiendo que era obra de Dios que
le hubiese llamado para que se pusiese enmienda en una maldad tan inicua y que
no ignoraba el proceder de su mujer en una enfermedad tan peligrosa que tuvo en
la dicha provincia, prometió a Dios de perdonarle y de hacer vida maridable con
ella, que fue el motivo que le trajo aquí, viendo yo, Señor, que me daba el marido

214
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

entrada para proseguir en la materia, con un papel le envié a Vuestro presidente


para que le oyese su sentimiento, y el estado en que se halla.
Reconozco señor que mis fuerzas son pocas, y ningunas sin su Real protección
y que pide ponga su poderosa mano el remedio que conviene a la casa de Dios y
vuestro Real Servicio con vuestro alguacil mayor y esta mujer. Y así hago esta consul-
ta a Vuestra Alteza para que en su Real acuerdo se tome la resolución que convenga
que sólo puede ser acierto lo que Vuestra Alteza se sirviere de mandar para cuyo fin
hago esta consulta a Vuestra Alteza pidiendo a Dios sus felicidades como continua-
mente suplico. Santo Domingo y octubre, veinte y seis de mil y seiscientos sesenta y
dos años.

215
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ESCRITA POR PEDRO CARVAJAL Y COBOS DONDE SEÑALA


LAS AYUDAS QUE HA OFRECIDO AL HOSPITAL DE SAN LÁZARO
LA CUAL HA SALIDO DEL SITUADO QUE LLEGA PARA EL PRESIDIO
DE LA CIUDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo I, Nº 5

Santo Domingo, 30 de agosto de 1663

Señor

Por una cédula de vuestra majestad su fecha de 31 de diciembre del año pasado
de 1661 se sirve decirme que por parte del hospital de San Lázaro de esta ciudad se
había hecho relación a vuestra majestad como eran muchos los pobres y enfermos
que de ordinario había en él y las limosnas muy cortas por la necesidad de esta isla
sin tener renta competente para acudir con lo preciso de que necesitaba como era
notorio y que particularmente carecían los pobres de vestuario y ropa blanca para
sus convalecencia.
Suplicando a vuestra majestad fuese servido hacer merced al dicho hospital de
que del situado de este presidio se le acudiese todos los años con lo que importaba
el sueldo de una plaza de soldado y que para este efecto se asentase en los libros
reales para que con este alivio se pudiese acudir a la necesidad referida y vuestra
majestad se sirva de mandarme informe sobre esta pretensión con testimonio de la
renta y carga de este hospital con mi parecer, para poder tomar la resolución que se
tuviere por más conveniente.
Luego señor, que por parte del hospital se me requirió con la real cédula de
vuestra majestad mande que Blas Sánchez, escribano público como mayoral y
mayordomo del dicho hospital diese testimonio de las rentas (fol.1v.) y cargas de
limosnas con que cada año es asistido y los pobres que tiene.
Y habiéndolo hecho parece que este hospital tiene de tributo y renta en cada
un año 799 reales y con las limosnas que se le hacen y el anclaje de los bajeles que
llegan a este puerto de que vuestra majestad le hizo merced en la cuenta que dio el
mayordomo del pasado de 1662, se le hizo cargo de 3,195 reales y en este año gastó
con los pobres del dicho hospital en lo preciso para su sustento de carne y cazabe,
que es el pan de esta tierra 3,972 reales con que alcanzó el dicho mayordomo en ella
777 reales, y porque no alcanza como se ve la renta y limosna el gasto ordinario del
sustento, pasan estos pobres entre más necesidad y no se les puede asistir con la ropa
blanca y demás cosas de que necesitan para su limpieza, ni hacer al altar ornamentos
para que esté con decencia, a que se añade el no haber habido en dicho hospital
más de 16 enfermos, y con la visita que hice en 11 de junio de este año con los médi-
cos y cirujanos en esta ciudad para coger los enfermos que de este mal tuve noticias,

216
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

había por evitar mayor daño y haberse con efecto enviado siete que se hallaron
confirmados en el sin otros que se esperan de diferentes partes como todo contará a
vuestra majestad por el testimonio que remito con esta por donde se reconociera la
necesidad que dicho hospital ha representado tiene, para que siendo servido vuestra
majestad le haga (fol.2) la merced y limosna de la cantidad que importa la plaza que
pide de soldado de este presidio que siendo vuestra majestad servido de mandarlo
así será necesario para que tenga efecto orden de vuestra majestad para que lo que
montare se de en Panamá con el demás situado de esta dicha plaza. Nuestro señor
guarde la Católica y Real Persona de vuestra majestad como la cristiandad ha menes-
ter. Santo Domingo 30 de agosto de 1663.

Don Pedro de Carvajal y Cobos.

217
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA POR EL Arzobispo DE SANTO DOMINGO


EN LA QUE INFORMA DE LOS MALES QUE CAUSAN A LA ISLA
LOS NEGROS ALZADOS EN LOS MONTES DEL MANIEL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 59, Ramo I, Nº 5

Santo Domingo, 31 de agosto de 1663

Señor

En quince de septiembre del año de mil seiscientos sesenta y dos di cuenta


a vuestra majestad del embarazo que nos causan en esta isla los negros esclavos
que están alzados en las monterías de el Maniel, cuarenta leguas de esta ciudad,
y como viven sin doctrinas, como bárbaros, y aunque este daños es de mucho
tiempo se continúa y aumenta todos los años con los esclavos que huyen del tra-
bajo de las estancias de sus dueños y como roban las negras esclavas para tener
con quien cohabitar que es una de las causas de hallarse tan corta de población
esta isla. Y como viven como bárbaros sin ley, porque los que huyen para ellos
bautizados, como les falta la educación católica, se pervierten entregados al vicio
en su ociosidad.
También representé a vuestra majestad sus errores, el modo de conservarse,
la dificultad de buscarlos por las asperezas de las sierras en que habitan y los
medios que le había propuesto para reducirlos, los pueblos que han compuesto,
y poco más o menos el número de que se componen y que prometieron bajarían
a hablarme. Y procurando buscarlos por el mes de diciembre del dicho año, no
fue posible reducirlos a que viniesen y hablasen, y aunque lo solicite sin omitir
diligencias porque en su barbaridad no hay disuadirse los que los engañamos para
prenderlos y destruir sus pueblos y así por ahora si Dios pone su mano no hallo
medio para su reparación, ni por bien se consiguiera, aunque el admitir quien
los enseñara a no juzgar que fuera espía no pusieran dificultad, no obstante pro-
sigo en las mismas diligencias y proseguiré en cuanto en mi este lastimado que se
pierdan tantas almas sin valerse de los medios y remedios que les propongo. Dios
lo disponga como conviene a su servicio, y guarde la Católica y real persona de
vuestra majestad como la cristiandad a menester. Santo Domingo de la Española
y 31 de agosto de 1663.

Francisco arzobispo de Santo Domingo.

218
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DEL Arzobispo DE SANTO DOMINGO EN LA QUE HACE


REFERENCIA A UNA REAL CÉDULA DE SU MAJESTAD DONDE MANDA
QUE DEL SITUADO SE DE LIMOSNA AL HOSPITAL DE SAN LÁZARO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo I, Nº 12

Santo Domingo, 3 de septiembre de 1663

Señor

En la cédula de treinta y uno de diciembre del año de seis cientos y sesenta


y uno se sirvió vuestra majestad de mandarme informe si es verdad la relación
que se hace por parte del hospital de San Lázaro de esta ciudad de que son mu-
chos los pobres y enfermos que de ordinario hay en el y las limosnas cortas por
la necesidad de esta isla sin tener renta competente para acudir con lo preciso
de qué necesita y qué carecen los pobres de vestuarios y de ropa blanca para su
convalecencia y qué suplica vuestra majestad le haga merced de que del situado
de este presidio se le acuda todos los años con lo que importa el sueldo de una
plaza de soldado.
Digo señor que es justa su súplica y muy de la piedad de vuestra majestad consig-
narle a este hospital la limosna que pretende por ser ciertas las causas que propone,
con que primero que pasen los diputados de él a socorrer los pobres y las necesi-
dades que mencionan, se haga en el habitaciones separadas para hombres y otras
para mujeres, de modo que no se puedan comunicar, porque se exactamente que
el enemigo de nuestra salud para destruir el mérito que estos pobres pueden tener,
perseverando en gracia, tolerando y ofreciendo a Dios los dolores que padecen,
lo estorba tratándose deshonestamente tanto que para evitar este daño hemos dis-
pensado las amonestaciones para que algunos se casen de secreto, viviendo en tan
miserables trabajos.
Y también es necesario que vuestra majestad mande a quien cuida de este
hospital se ponga cuidado en que guarden estos pobres clausura, supuesto de que se
ha creado en este hospital (fol.1v.) para excusar la ciudad y isla del contagio del mal
de San Lázaro, retirando en el los que le padecen y algunos de estos salen cerrando
la noche por la ciudad a pedir limosna o a divertirse andando las calles públicas de
ella, y se atribuye a esto, que los que de nuevo han entrado en el, se les ha pegado
causando el mal de este descuido, y como digo, esto es forzoso representarle a vues-
tra majestad la caridad con que asisten a estos pobres.
El licenciado don Diego de Plasencia presbítero y Blas Sánchez, escribano,
pidiendo a voces alternativamente limosna para estos pobres por las calles asis-
tiéndoles ellos y buscando la de personas piadosas para socorrerlos y tengo por
cierto que por su caridad y cuidado se ha sustentado este hospital hasta ahora, y

219
Genaro Rodríguez Morel

en comprobación de esta verdad remito incluso en esta el testimonio de la renta y


carga de este hospital como vuestra majestad me manda. Nuestro señor guarde la
Católica y Real Persona de vuestra majestad como la cristiandad a menester. Santo
Domingo de la Española y septiembre 3 de 1663 años.
También es necesario que se cuide que estos pobres vendan gallinas, huevos y
el hilo que trabajan con sus manos por excusar de el todo el peligro de el contagio.

Francisco arzobispo de Santo Domingo.

220
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Testimonio SOBRE la Renta y carga del Hospital de San Lázaro

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo I, Nº 12

Santo Domingo, 3 de septiembre de 1663

Don Francisco de la Cueva y Maldonado. Por la gracia de Dios y la Santa Apos-


tólica, arzobispo de esta santa iglesia metropolitana ciudad y Arzobispado de Santo
Domingo, primado de las Indias del consejo de su majestad. Por quanto Blas Sán-
chez, escribano público de esta ciudad, mayoral y mayordomo del hospital de San
Lázaro, nos entregó una real cédula de su majestad, su fecha en Madrid a treinta y
un de diciembre del año pasado de seiscientos y sesenta y uno en que se sirva man-
darnos informemos sobre la pretención del dicho hospital y parecer nuestro, y para
cumplir con lo que su majestad manda y pedir hacer el dicho informe con entero
conocimiento, mandamos al dicho Blas Sánchez como escribano de su majestad que
al pie de esta nos de un testimonio de las rentas y obligaciones del dicho hospital
con toda claridad y destinación y limosnas que cada año tiene (con otra letra) y los
pobres que de presente hay en el. Dado en la ciudad de Santo Domingo en primero
de septiembre de mil y seiscientos y y sesenta y tres años.
Francisco, arzobispo de Santo Domingo por mandado de su ilustrisima Juan
Fernandez Villafranco Notario.
En Santo Domingo en tres de septiembre de mil y seis cientos y tres años. Yo el
presidente notifiqué este auto a Blas Sáchez escribano público en su persona doy fe,
Juan Fernández de Villafranca notario.
Yo Blas Sánchez, escribano público y de numero desta ciudad de Santo Do-
mingo doy fe y haber dado testimonio como en cumplimiento de lo mandado
por su majestad del señor arzobispo licenciado don Francisco de la Cueva y
Maldonado he visto el libro del hospital de señor San Lázaro de esta ciudad,
donde se asientan los (fol.1v.) atributos que tiene y lo que rentan y parece tie-
ne ympuesto en diferentes personas sobre buenas fincas quince mil novecien-
tos y ochenta y quatro Reales. 15,984.
Y consta por el dicho libro que el capitán Nicolás Natera en el testamento deba-
jo de cuya disposición murió, impuso una capellanía de mil pesos de principal y la
sirve don Diego de Plasencia en el interin que se ordena de sacerdote Diego Sánchez
Gutierrez, capellán nombrado con que los pobres tienen misa todos los Domingos
y fiestas del año.
Y asimismo es esto la cuenta que tiene el mayordomo de la cobranza de limos-
nas, reditos de tributos y del anclaje que su majestad hizo limosna a los pobres, y en
la última cuenta que dio, que fue desde primero de enero del año pasado de mil
y seiscientos y sesenta y dos hasta fin del se hizo cargo de tres mil ciento noventa y
cinco reales de plata. 3,195.

221
Genaro Rodríguez Morel

Y el gasto que hizo con los pobres en todo el dicho año de mil y seiscientos
sesenta y dos en el sustento de carne, cazabe, verduras, sal y sogas para el pozo montó
de tres mil novecientos y setenta y dos reales de plata. 3,972.
Y parece que el dicho mayordomo alcanza al hospital en setecientos setenta y
dos reales de Pta. 772.
Y asimismo certifico que la venta y limosnas no alcanzan al gasto ordinario,
y pasan los pobres extrema necesidad, y si le dan otros achaques demás del que
padecen de que necesiten de algún regalo o medicinas no se les da, porque no lo
tiene el hospital y de las limosnas refendadas consta por el libro se acude a la fiesta
de San Lázaro pagando vísperas misa y sermones y cera y la limosna a los clerigos
que asisten.
Y asi mismo doy fe de que el altar donde se dice misa está tan pobre y falto de
frontal y casulla como lo estan todos los pobres de ropa blanca para (fol.2) tapar
sus carnes llegada que esto es público y notorio en esta ciudad por la pobreza de la
tierra.
Y asi mismo doy fe que en once de junio de este presente año, su señoría el
Señor presidente don Pedro de Caravajal y Cobos, con la asistencia de los Alcaldes
Ordinarios, médico y cirujano, por ante mí el escribano salió por toda la ciudad a
hacer visitas general de los enfermos del mal de San Lázaro, y este día se llevaron
al hospital siete y otro se notificó lo curasen por estar algo indiciados señalandoles
términos.
Por manera que el presente hay en el dicho hospital veinte y tres enfermos, con
que el gasto será más crecido porque antes no había más de diez y siete y se espera
otros que están por los campos retirados y en las billas y lugares de las tierra adentro,
y su señoría el Señor presidente a despachado Ordenes a las justicias para que los
embíen autorizados de mi el presente escrivano.
Según todo lo referido con esta y parece de los libros del dicho hospital y autos
que para en mi poder y que me remito, y para que conste por mandado de su seño-
ría ilustrísima doy al presente en Santo Domingo en tres días del mes de septiembre
de mil y seis cientos sesenta y tres años.
Concuerda con el auto y testimonio original a que me remito y refiero, y
para que como de mandado de su señoría ilustrísima el señor don Francisco de
la Cueva Maldonado arzobispo de la santa iglesia metropolitana ciudad del Ar-
zobispado de Santo Domingo, primado de las Indias del consejo de su majestad
Doy el presente en Santo Domingo en tres de septiembre de mil y seis cientos y
sesenta y tres años.

Juan Fernández villa Francisca.


Notario.

222
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ESCRIBIÓ MANUEL PÁEZ EN LA QUE DICE HABER


ESTADO CASADO CON MANUELA DE ÁVILA LA CUAL CONVIVÍA
DE MANERA ESCANDALOSA CON DON ANTONIO ORTIZ, ALGUACIL
DE AQUELLA CIUDAD DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo I, Nº 12

Santo Domingo, 3 de septiembre de 1663

Señor

Yo soy un Español honrado, vasallo de vuestra majestad que me casé en esta


ciudad de Santo Domingo más ha de veinte y dos años con Manuela de Ávila veci-
na de ella, con quien hice vida maridable nueve años sin faltar a la obligación de
casado y asistiendo a la dicha mi mujer con todo lo necesario adquirido por mi
trabajo. Comenzó mi mujer flaqueando a faltar a su obligación y al el honor de
nuestro estado, tanto que por ser de esta isla y yo forastero, me obligó a ausentar-
me de ella y estuve en Tierra Firme diez años, a donde estuve una enfermedad que
llegué a punto de muerte. Fue mi confesor un religioso Santo que me aconsejó que
prometiese a Dios de volver a hacer vida con mi mujer y aunque sabía que ella vivía
escandalosamente con don Antonio Ortiz, que hace oficio de alguacil mayor de esta
Real Audiencia que a sido la principal causa de todas mis desdichas.
Vine a esta ciudad habrá tres años poco más, y manifestándola mi intento y mi
advocación, ni ella ni el dicho don Antonio Ortiz lo consintieron aunque me entré
en su casa después que me negó el débito conyugal y cohabitación sacando cuanto
tenía en casa diciendo que no me cansase, que tenía el diablo en el cuerpo y otras
razones desmedidas. Y como él es persona poderosa, temeroso, me volví a embarcar
y paré en La Habana a donde supe había llegado a esta ciudad, presidente y arzobis-
po, y que estos celebran la causa de Dios y particularmente en materias de casados,
a quienes tenían violentamente quitadas sus mujeres.
Volví a esta ciudad por este fin habrá diez meses. Hallé a mi mujer preñada
de siete meses, que habrá dos parió una niña de el dicho don Antonio Ortiz, sin
otras dos que a parido de el en el intermedio de tan largo amancebamiento que
hoy viven. Que conociendo la materia en este estado callé sin ocurrir al arzobis-
po y sin dármele a conocer, y como tuvo noticias que estaba yo en esta ciudad
me llamó entrándome prudencialmente en la plática sin darse por entendido
del adulterio me exhortó a que hiciese vida maridable con ella, y yo le manifesté
todo lo sucedido y el arzobispo me respondió que lo más solía ser mentira y más
en esta ciudad, que prosiguiese en mi buen pensamiento y que en caso que fuese
verdad, más mérito tendría para con Dios cuanto más tuviese que per (fol.1v)
donarla.

223
Genaro Rodríguez Morel

Moviéndome las palabras de este prelado y entre me en su casa de dicha mi


mujer, y aunque por otra parte, supe que había obrado con lo adúltero con amo-
nestaciones y censuras me sucedió lo mismo que en la ocasión que le he referido.
En este tiempo me envió el arzobispo al presidente a que le hiciere entera relación
de mi deshonra hice lo que a pasado después entre ellos, y la Real Audiencia podrá
informar a vuestra majestad el arzobispo que yo no lo sé aunque veo criar estas tres
hijas públicamente y que todos los días pasa de casa de mi mujer a la de don Antonio
Ortiz el chocolate y la comida con tanto escándalo como si no hubiera Dios ni Rey
tan Católico como vuestra majestad.
Ahora después de todo esto me ha llamado el arzobispo y ha dicho que es
forzoso recurrir a los medios de la justicia y que así me querelle, como lo he hecho
ante él en forma de auto, para que el Fiscal, por ser causa de mujer casada pueda
proseguirla, que yo soy pobre y solo, y me matarán o harán otra superchería, porque
don Antonio Ortiz es alguacil mayor poderoso y emparentado con los poderosos del
lugar, no se lo que resultará, porque en tiempo de mi ausencia siendo arzobispo el
don Francisco Pio de Guadalupe procedió contra don Antonio Ortiz por tan escan-
daloso adulterio y le condenó a que estuviese recurso en el hospital de San Nicolás
dos meses, sirviendo a los pobres y ayudando a misa con censuras de que no la co-
municase ni tratase. Apeló a sufragáneo de Puerto Rico, a donde se llevó el pleito
y no ha resultado nada. Ponga Dios su mano y guarde la Católica Real persona de
vuestra majestad como la cristiandad ha menester. Santo Domingo y septiembre 3
de 1663 años.

Besa los pies de vuestra majestad si humilde vasallo.

Manuel Páez.

224
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El Arzobispo de Santo Domingo da Cuenta de la alevosa


muerte que los religiosos del Convento de San Francisco
dieron a su visitador y de lo que actuÓ auxiliando la religión,
y del castigo que el definitorio dio a todos los agresores

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo II, Nº 19

Santo Domingo, 25 de julio de 1664

Señor

En cinco del mes de febrero de este presente año, mataron alevosamente


algunos religiosos del convento de San Francisco de esta ciudad a fray Francisco
de Lugo, comisario visitador, estando ejerciendo su visita, que era un religioso
Santo y de conocida virtud. El motor de esta alevosía fue fray Mateo de Ilarraza,
guardián y la mayor parte del convento culpados, conspirándose con el, pare-
ciéndoles que el castigo de sus delitos cesará ejecutando tan estupendo arrojo.
Sucedió después de la media noche, yendo el visitador a maitines. La circunstan-
cia que tuvo el suceso y lo que obré auxiliando a la religión a su instancia con
asistencia del presidente y del oidor don Gaspar de Mantilla, que impartiéndo-
me el Real Auxilio estuvieron presente, consta de la copia de la carta que escribí
al definitorio que servirá de testimonio en relación, para que vuestra majestad se
entere de la verdad, y lo que faltare constará en los testimonios de dos sumarias
que actué para que informado el definitorio de la verdad, viniese como vino a
proseguir en las causas y fenecerlas.
Los atroces y aún más estupendos delitos que descubrió el definitorio en la
pesquisa en que prosiguió ratificando lo que actúe se manifiesta en la relación de
las sentencias que remito y quienes fueron los principales agresores y el castigo que
han tenido todos y en los autos (fol.1v.) y papeles referidos, reconocerá vuestra
majestad que intra cláusula en ningún tiempo has sucedidos delitos semejantes
entre religiosos.
El definitorio a obrado con celo de dar satisfacción a Dios y a su religión y
hubiera pasado a relajar a los agresores principales a no haber pedido y que no
excediesen de las penas de sus constituciones entendiendo convenía al servicio
de Dios y de la religión, porque esta provincia constaría de ciento y cincuenta
frailes y en ella hay nueve o diez conventos, el de esta ciudad, y el de Caracas son
de treinta y cuarenta religiosos. El de Puerto Rico, Margarita, Cumaná y otros
cinco que tienen en Tierra Firme de ocho y menos religiosos, y porque asisten
a la educación de negros, mulatos e indios que les tienen amor y devoción si
vieran ejecutar en los religiosos suplicio sangriento se los hicieran aborrecibles
porque su corta capacidad no alcanza ni mira a la razón de la justicia, ni a más

225
Genaro Rodríguez Morel

de la demostración que ven con que lo padeciera la causa de dios en esta parte
y por lo que las decisiones del derecho Canónico me enseñan y ser mi oficio
inclinar a la piedad.
Y en esta consideración envían tres a que sirvan perpetuamente en las galeras
de vuestra majestad y dos quedan en cárcel estrechas perpetua en la forma en que
dicen las sentencias que son el homicida y el guardián. Este porque es cierto que
en el orbe no hay hombre más pésimo ni más caviloso ni de más rara malicia
y sagacidad y sabe lo bastante para que si se escapara introduciéndose con los he-
rejes hiciera bastante ruido y aun hoy esta impenitente y al contrario, el que mató
convertido y alabando a Dios de verse con tan áspera prisión pidiendo perdón
de sus pecados. Los demás quedan en las penitencias de sus culpas con bastante
castigo por no haber incurrido en más culpa que engañados del guardián, confe-
derarse con el para resistir (fol.2) al visitador.
Gobernó esta materia fray Francisco de la Torre, vicario provincial de buena
prendas y virtud y juicios y se embarcó al punto que recibió mi carta. Y siendo así
que para matarle tres meses antes en la comida, repetidas veces le dieron veneno y le
comió, no le hizo el menor daño en que parece quiso Dios que no muriese de modo
que se ocultase la causa, y convenía fuese a puñaladas para que esta atrocidad fuese
causa de la reformación en que hoy queda esta provincia y cesase sus relajaciones y
la sodomía que el guardián había introducido en ella y los demás delitos.
Valió me la asistencia del presidente y su buen celo y de don Gaspar Mantilla,
que no solo me asistieron con sus personas y también con sus consejos de que me
valí para todo cuanto obré. Y al mismo tiempo a estado el presidente siendo su
asesor don Gaspar Mantilla castigando sodomitas y ejecutando en cuatro la pena de
la ley, y en otro por ser menor de edad de azotes y galeras, además de otras causas
que por apelación paran en la Audiencia.
El definitorio envía testimonio de todo lo actuado al Comisario General de
Indias de donde se podrá tomar noticia, si en los papeles que yo envío, incluso en
esta carta faltare. Nuestro señor Guarde la Católica y Real Persona de vuestra
majestad como la cristiandad a menester. Santo Domingo de la Española y julio 25
de 1664 años.

Francisco.
Arzobispo de Santo Domingo.

226
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

el Presidente de Santo Domingo da cuenta a vuestra


majestad de haber dado muerte a puñaladas en el CoNVento
de San Francisco de aquella ciudad a su visitador General
a maitines, y de lo que se le obrÓ luego que se le dio aviso
de Ello por el Secretario del Padre Visitador, asistiendo
al Arzobispo de aquella ciudad a todo lo que en este caso obró

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo II, Nº 8

Santo Domingo, 26 de julio de 1664

Señor

El día cuatro de febrero pasado después de las 12 de la noche entró la guardia


en mi cuarto con el Padre fray Simón de la Concepción, religioso de la Orden de
San Francisco, secretario del Padre fray Francisco de Lugo, visitador general del
Convento de esta ciudad y me dijo que a aquella misma hora y yendo a maitines el
padre visitador le habían muerto a puñaladas y que él se había escapado y saltado las
tapias para venirme a dar cuenta de ello. Y habiendo ido luego con los soldados que
hallé en el cuerpo de guardia, y dado orden al sargento mayor me recogiese y trajese
la infantería que pudiese, cerqué el Convento y di aviso al arzobispo y el licenciado
don Gaspar de Mantilla para que me asistiese.
Y habiendo venido se hizo abrir el Convento y di auxilio al arzobispo para que en
este caso averiguase y obrase lo que fuese justicia como lo hizo, enviando preso a su
casa al guardián y a otros religiosos a diferentes conventos y partes donde estuviesen
seguros, nombrando por guardián al padre fray Juan Mudarra que estaba conven-
tual es esta casa, y ha sido provincial de esta provincia. Y después el día siguiente 5 de
febrero, luego por la mañana me pidió echase bando para que cualquiera persona
que tuviese en su casa no supiese donde estaba fray Francisco Golindango, fraile
lego de dicha orden, le manifestase y entregase preso por la presunción que de este
delito resultaba contra el.
Y habiéndose hecho así, con pena de la vida se tuvo noticias que estaba oculto en
casa de Estacio Matías, zapatero. Y habiendo ido el arzobispo con el sargento mayor
y los soldados que le di, le sacaron y pusieron preso de su Orden en un calabozo de
la cárcel pública y yo por lo que tocó al quebrantamiento del bando y ser recetador
este zapatero y su mujer de reo que había cometido tal delito, procedí contra ellos y
habiéndose ausentado el puse a la mujer en la cárcel y la condené a 100 azotes, que
con efecto se le dieron.
Y por ser este delito tan atroz y de que todos quedamos tan lastimados despa-
ché luego un barco con este aviso a Tierra Firme, y el arzobispo remitió lo obrado
en esta materia para que su provincial viniese a la disposición y castigo de negocio

227
Genaro Rodríguez Morel

tan grave como lo hizo, trayendo consigo la mayor parte del definitivo de esta pro-
vincia. Y habiendo dispuesto cárceles y prisiones en su convento, reconoció todos
los reos a el. Y por último a hecho justicia emparedando al guardián y al fraile
lego que cometió la muerte y tres condenados a galeras y otros otras penitencias
y destierros llevándoselos consigo de forma que no queda ver en este convento
religioso de aquel tiempo como más largamente dará cuenta a vuestra majestad
el arzobispo de todo. Nuestro señor Guarde la Católica y Real Persona de vuestra
majestad, como la cristiandad ha menester. Santo Domingo 26 de julio de 1664.

Don Pedro de Carvajal y Cobos.

228
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ENVÍA A SU MAJESTAD EL VISITADOR GASPAR VÉLEZ MANTILLA


EN LA QUE PIDE QUE NO SE LE QUITE LA CASA DONDE VIVE AUNQUE
POR ELLO TENGA QUE PAGAR MÁS DINERO POR EL ALQUILER

Archivo General de Indias


Santo Domingo 72, Ramo III, Doc. 67

Santo Domingo, 12 de enero de 1665

Señor

Seis años ha que vivo en unas casas que son del duque de Veragua pagando el
alquiler que han pagado otros habitadores muchos años ha y en un navío que a
pocos días que vino a este puerto le vino poder a don Rodrigo de Pimentel para
administrar la hacienda del Duque con que legítimamente me temo que se ha
de intentar echarme de la casa para que entre otro en su arrendamiento y como
quiera que en esta ciudad hay muy pocas casas de alquiler decentes para un mi-
nistro, sería acaso obligarme a vivir en casas donde lo suele hacer la gente de mar
como en otra ocasión ha sucedido. Por lo cual suplico a vuestra majestad se sirva
de mandar despachar su real cédula para que pagando yo el mayor precio que se
hubiere pagado de diez y seis años a esta parte o veinte, no se me quite la dicha
casa. Guarde nuestro señor a vuestra majestad muchos años como la cristiandad a
menester. De Santo Domingo, enero 12 de 1665.

Gaspar Vélez Mantilla, visitador.

229
Genaro Rodríguez Morel

Relación de la gente que Hay en esta ciudad e isla conforme


A la muestra general que en virtud de bandos del Presidente
Don Pedro Carvajal y Cobos hizo en 19 de Abril de 1665, así en esta
ciudad como en los lugares de la tierra adentro

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo II, Nº 7

Santo Domingo, 19 de abril de 1665

En la ciudad de Santo Domingo.


La compañía de caballo, capitán don Alonso de Jáquez. 054
Las compañía de infantería del capitán don Gaspar Castaños. 133
La del Capitán don Alonso de Oviedo. 198
La del capitán don Juan de Benavides. 180
La del capitán don Nuño Jirón. 191
La compañía de los Forasteros. 068
La de Morenos Libres y Criollos. 081
La Gente de la Mar. 109
------
Total 1.014

En los lugares de Tierra Adentro.


En la ciudad de Santiago en tres Compañías. 266
En la ciudad de La Vega. 131
En la ciudad de villa de Cotuí. 066
En la ciudad de Bayaguana. 061
En la ciudad de Monte de Plata. 077
En la villa del Seibo. 105
En Higüey. 042
En la villa de Azua. 110
En Guaba. 063

230
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

TRASLADO DE UNA REAL CÉDULA DANDO CUENTA DE LA FALTA


DE GANADO MAYOR QUE HAY EN LA ISLA ESPAÑOLA. PARA ELLO
SE MANDA PESAR EN TODAS LAS CARNICERÍAS LA CARNE FRESCA Y SALADA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo II, Nº 9

Madrid, 27 de mayo de 1665

El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de


la isla Española. Esa ciudad, en carta de 12 de enero de este año me dio cuenta de
que por la falta que hay de ganado mayor había acordado, con parecer general de
todos los vecinos, se pesase en toda la carnicería carne fresca y salada por mitad,
y de novillos y toros y de monterías y habiendos visto en mi Consejo de las Indias
con lo que dijo mi Fiscal ha parecido ordenaros y mandaros, como lo hago, me
informéis si tiene inconveniente lo acordado por la ciudad para que con vista de
vuestro informe se tome la resolución que más convenga. Y en cuanto a la falta de
que hay de negros en esa isla, supuesto que esta corriente el asiento tomado con
Domingo Grillo y Ambrosio Lomelín de donde se podrá proveer no se ofrece que
responder. De Madrid a 27 de mayo de 1665. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor don Pedro de Medrano.

231
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA POR LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO


DOMINGO EN LA QUE DAN CUENTA DE LA DEMANDA HECHA
POR FRANCISCO DE AYALA EN LA CUAL PIDE LOS BIENES
DE SU ABUELA, YA DIFUNTA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo I, Nº1

Santo Domingo, 25 de septiembre de 1665

Señor

Damos cuenta a vuestra majestad como Francisco de Ayala vecino de esta ciudad
puso demanda en esta Real Audiencia, pidiendo los bienes de Juana Francisca, su
abuela difunta y que se declarase por nulo el testamento que la dicha había otorga-
do por haberle protegido en el, siendo su nieto y dejando a su alma por heredera
de dichos bienes de lo cual ofrecía información.
Y habiéndose dado traslado al marido de la dicha Juana Francisca, por haber
quedado por albacea y tenedor de sus bienes, alegó no tenía obligación a responder
por causa de que él había entregado los bienes que habían parado en su poder
al arzobispo de esta ciudad el cual los había distribuido en obras pías en conformi-
dad de la voluntad de la testadora en que presentó instrumento, y no obstante se
le mandó por la Audiencia responder derechamente, y prosiguiendo en la causa se
recibió a prueba para la cual se mando citar el promotor eclesiástico, atendiendo
así al dicho tenía que alegar y probar en contrario de la filiación y también en con-
sideración de que si el dicho demandante fuese declarado por heredero de la dicha
su abuela tuviese menos reparo el arzobispo para hacerle entregar los bienes no
obstante que los tuviese despendidos en obras pías.
Y estando en el estado referido este litigio el promotor eclesiástico pidió ante
el dicho arzobispo se despachase inhibitoria contra la Real Audiencia por el co-
nocimiento de esta causa alegando que debía pasar en aquel tribunal por haber
dejado la difunta su alma por heredera. Y con este pedimento sin pedir los autos
donde pasaban y sin citar al Fiscal de vuestra majestad ni a la parte demandante, se
despacho inhibitoria con pena de excomunión, que se intimó a don Gaspar Vélez
Mantilla, como oidor más antiguo quien apeló (fol.1v.) del dicho auto para el sufra-
gáneo obispo de Puerto Rico implorando en caso de degeneración el real auxilio de
la fuerza, y pidió se diese vista al Fiscal de vuestra majestad el cual repitió la misma
diligencia que va dicha.
Y habiendo estado suspenso muchos días, el arzobispo sin insistir en dicha
inhibitoria y sin determinar las apelaciones interpuestas, la Audiencia fue prosi-
guiendo en el conocimiento de la causa principal, hasta el día de la natividad de
Nuestra Señora, mandó declarar a son de campanas por público descomulgado a

232
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

don Gaspar Vélez Mantilla y en dicho día íntimo otro auto inhibitorio con pena
de excomunión y quinientos ducados al licenciado don Jacinto de Vargas para que
no prosiguiese en el conocimiento de la causa referida.
Y también inhibió en ella con pena de excomunión a don Pedro de Carvajal,
oidor, y en día siguiente recusó para el conocimiento de esta causa y todas las
demás y para toda su familia al licenciado don Jacinto de Vargas y al Fiscal de vues-
tra majestad y a su agente por decir que eran sus enemigos capitales.
Las cuales des acusaciones no se admitieron así por parecer que las causas que
daba para dicha enemistad no lo eran, como también, porque dado que lo fuesen,
no conducían en negocios de jurisdicción, además de quedar la sala sin jueces y la
jurisdicción de vuestra majestad, sin persona que la defendiese. Y así con los refe-
ridos se vio el artículo de la fuerza y se declaró hacerla el dicho arzobispo a quien
antecedentemente se había intimado una Real Provisión para que le absolviese en
el ínterin que se determinaba el artículo referido y el lo había hecho.
Y por haberse reconocido que en los escritos que se habían dado en uno y otro
tribunal se había hablado con alguna indecencia y que de esto podía aumentarse los
escándalos, se acordó que se representase al arzobispo y al Fiscal de vuestra majestad
se moderasen en los autos y escritos, como consta del testimonio que se remite en
esta, y asimismo va otro de las recusaciones arriba referidas y los demás autos los
remite el Fiscal de vuestra majestad para que con vista de todos (fol.2) provea lo que
más convenga a su Real Servicio.
Cuya Católica Real persona de vuestra majestad guarde Dios como la cristiandad
a menester. De Santo Domingo de la Española y septiembre 25 de 1665.

Don Pedro de Carbajal y Cobos.

Don Diego de la Puerta.

Don Pedro de Carbajal y Vargas.

Don Gaspar Velez Mantilla.

Don Jacinto de Vargas.

233
Genaro Rodríguez Morel

EL Presidente de Santo Domingo da Cuenta a vuestra majestad


de las diligencias que ha hecho Y cÓmo se le ha mandado
para la conquista de los negros alzados del Maniel y haBer
coGido un pueblo de hasta sesenta pieZas de esclavos
y castigados algunos, con todo lo demás que obró
en esta fRacción

Archivo General de Indias


Santo Domingo 60, Ramo II, Nº 8

Santo Domingo, 6 de marzo de 1666

Señor

Vuestra majestad por su real cédula de 8 de abril del año pasado de 1664 fue
servido de decirme que el arzobispo de esta santa iglesia, por carta de 30 de agosto
de 1663 dio cuenta a vuestra majestad del embarazo que causaban en esta isla los
esclavos negros de las montañas de el Maniel, y cómo aunque le habían ofrecido
bajar a hablarle no lo había podido conseguir representando a vuestra majestad lo
mucho que importaba que esta gente se redujese sobre lo cual vuestra majestad me
tenía mandado informar con mi parecer para que con vista de él se pudiese tomar
resolución, y asimismo todo lo demás contenido en la dicha cédula sobre la falta
de esclavos de esta isla para el servicio común de la república y hacienda. Que por
esta causa se dejaban de cultivar. Habiendo respondido a esta real cédula en carta
de 31 de diciembre de 1664 di cuenta a vuestra majestad como luego que llegamos
al arzobispo y yo a esta ciudad tratamos de ver si había algún medio o camino como
reducir a esta gente que vive en lo áspero de una sierra y montañas que llaman de
Maniel, no teniendo sitios ciertos en ella por mudarse los pueblos que forman de
una parte a otra.
Informados de que estos negros proceden de los que desde que se ganó esta isla
se han ido alzando y huyendo de sus dueños, o por malos tratos que les han hecho
o sobrada malicia suya.
Buscamos un esclavo negro ladino de esta ciudad deudo de otro que se asistía a
ella y quien los demás tenían algún respeto y a otro práctico que le guiase y le dimos
un papel firmado de entrambos en que le asegurábamos sus libertades y formarles
pueblos en que viniesen según y como viven los vasallos de vuestra majestad en que
no (fol.1v.) tuvimos resuelta ninguna y así por esto como porque los demás de los
Presidentes han tratado de ir con gente a tratar de coger estos negros y algunos han
ido con efecto y haber sido muy poco el fruto que de esto se ha sacado, porque siem-
pre tienen tiempo de huirse y han sido muy pocos los que se han cogido y mucho
el gasto que se ha hecho y sólo a servido de darles avilantez, y así por estas razones
como por hallarme ocupado en los reparos de que necesitaba esta plaza, así de la

234
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

artillería y armas como en todo lo demás que miraba a seguridad y defensa y haber
poca infantería para ocuparla en otros ejercicios más que en estar prevenidos para
cualquier accidente que se ofreciese de enemigos, reserve para mejor tiempo el
tratar de los negros del Maniel.
Y habiendo tratado mucho tiempo de inquirir y saber por todos los medios y cami-
nos que he podido de la asistencia de estos negros enviando algunos buscadores por
diferentes partes de la serranía del Maniel, que son de tierras muy fragosa y dilatada,
para que aunque fuese con el riesgo evidente de vida a que iban expuestos pudiesen
descubrir algún pueblo de que pudiesen darme aviso y con el yo pudiese si no fuesen
sentidos con conocimiento del sitio y partes donde estaban, dar sobre ellos de forma
que se lograse y tuviese efecto negocio de tanta importancia que por las muchas espías
que estos negros tienen de los demás negros que asisten en las Haciendas de sus amos,
en las partes más cercanas a aquellas sierras, para saber cualquiera movimiento que
haya de gente en esa ciudad tiene mucha dificultad de cogerlos.
Sin embargo, por febrero del año pasado de 1665 tuve noticia cierta del sitio
donde estaba un pueblo de estos negros, nombrado Siete Cabezas, como veinte
leguas de esta ciudad. Y habiendo premeditado la forma que había de tener para co-
gerlos sin hacer ruido ni que se llegase a entender el fin para que disponía la gente,
armas, y matalotajes que son necesarios con ocasión de una embarcación que había
llegado a este puerto. Hice se de ramazón nuevas por toda la isla que había tenido
avisos como venía una armada inglesa a invadir (fol.2) esta plaza de que era nece-
sario defendernos, y lo escribí así a diferentes partes y convoqué y señale días para
una muestra general, y en el ínterin que llegaba hice se hiciese mucha carne salada y
cazabe, que es el pan de esta tierra diciendo era para entrar en los almacenes reales
para la ocasión y todo de noche y sin sentir lo hice ir conduciendo a la parte donde
convenía estuviese.
Y habiendo llegado el día de la muestra general y pasándola en diferentes partes,
se fueron juntando los que tenían señalados para ir al Maniel, y desde allí marcha-
ron sin saber donde iban hasta hallarse con los negros y órdenes que llevaban los
cabos de lo que había de obrar.
Y habiendo llegado al pueblo y dado sobre el, cogieron cuarenta piezas entre ne-
gros y negras, pequeños y grandes y por estar algo tendido se le escaparon algunos
y mataron a otros. Y habiendo cogido a una espía y sabiendo por ella como estaban
nueve de ellos a tomar noticias de lo que pasaba en esta ciudad y otros de los que se
habían huido cerca, hicieron emboscadas por donde los unos y los otros habían de
ir, aunque en diferentes partes, y los cogieron y mataron a uno.
Habiéndose logrado negocio de tanta importancia y tan del servicio de Dios y
de vuestra majestad y bien de esta república por el sumo secreto con que se ejecutó
que fue de forma que no se supo hasta que me dieron el aviso y se me remitieron
todos, que fueron hasta sesenta y de ellos se le fulminó causa a uno de fundador del
pueblo veinte y seis años.
Había otro de gobernador del, y con estas causas y otros indicios de delitos que
se le llegaron en los veinte y seis años que había que se conservaban en aquel sitio,

235
Genaro Rodríguez Morel

fueron condenados a muerte estos dos, y otros a azotes que se ejecutó para su
castigo y escarmiento de los demás esclavos que estaban a la mira.
Y habiéndose traído la presa a esta ciudad y entrado los en la cárcel, la ciudad
nombró cuatro regidores, para que en conformidad del acuerdo que en su cabildo
tenía hecho en que señalaron la mitad del valor de los esclavos que se recogiesen a
la gente que fuese nombrada para ir a la conquista de los Manieles los apreciasen
como lo hicieron y hecho se mando a los dueños (fol.2v.) entregasen la mitad de
su valor al depositario que estaba nombrado que habiéndose juntado todo lo que
montó, se saco y pagó de ella los gastos que habían hecho, municiones y demás
pertrechos de guerra que en la ocasión se habían sacado y gastado de los almace-
nes de vuestra majestad y lo que quedó se repartió entre los lanceros y soldados
que habían ido a la facción que a cada uno le vendría a tocar veinte y ocho pesos,
habiéndose hecho todo sin costa ninguna de la Real Hacienda de vuestra majestad
y aunque después por esta ciudad se me pidió se prosiguiese con la conquista del
Maniel y se envió alguna gente más, para que con la que estaba en aquella parte se
buscasen otros pueblos como se hizo.
No tuvo efecto ninguno, ni lo tendrá hasta que habiendo pasado algún tiempo
con alguna nueva traza que no descubra el fin para que se hacen los movimientos
y prevenciones que es bien dificultoso en esta tierra, se pueden coger descuida-
dos. Por ahora lo obrado parece servirá de aquietarse los esclavos que cada día se
iban, y de haberles quitado recursos tan cercanos a esta ciudad para sus fugas y de
haberse remediado algunas personas pobres con las crías trajeron algunas negras
que se le habían ido, y tenían ya por perdidas en que ha habido personas que no
habiéndosele huido más de una negra se ha hallado con cinco esclavos por las
crías con que volvió. Doy cuenta a vuestra majestad de ello para que teniéndolo
entendido me mande lo que sea más del Real Servicio de vuestra majestad. Cuya
Católica y Real Persona guarde nuestro señor como la cristiandad ha menester.
Santo Domingo 6 de marzo de 1666.

Don Pedro de Carvajal y Cobos.

236
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

carta por don pedro carvajaL y cobos haciendo referencia


a la muerte del Capitan Roque Galindo, Alcalde Mayor
de la ciudad de Santiago

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo II, Nº 9

Santo Domingo, 6 de marzo de 1666

Señor

Por una real cédula de veinte y siete de mayo de mil y seiscientos sesenta y
cinco manda vuestra majestad que esta Real Audiencia informe si tendrá incon-
veniente en que se ejecute lo que se acordó por el cabildo de ésta ciudad de
Santo Domingo en orden que en las carnicerías se pesase carne fresca y salada de
novillos y toros por mitad. Y en cumplimiento de este mandato representamos a
vuestra majestad que los motivos que tuvo la ciudad para la resolución referida
fue la imposibilidad que hay para da abasto de carne fresca por haber venido a
gran diminución a todos los hatos de ganado vacuno ocasionada así de la falta de
esclavos que a tantos años que padece, y cada día es mayor, sobre que se han hecho
a vuestra majestad diferentes consultas por esta Real Audiencia, y también por la
continua asistencia de los extranjeros en todas las costas de esta isla a matar carne
y hacer corambre con que de necesidad los vecinos de ella anden amparado todas
las Haciendas que tenían a la costa de la mar y este daño crece tanto al presente
que necesita de breve remedio como se refiere en otra consulta, y por estas causas
no pueden (fol.1v.) los criadores de ganado acudir con los apartamientos que se
les echan aunque trajesen como acontecía muchas veces a las carnicerías las vacas
preñadas y terneras, y así para que tuviesen algún alivio y no se asolasen del todo
los hatos, se ordenó que en un año no se matase vaca y que se pesase carne salada
por mitad que esta se hace del ganado que hay alzado en los montes que es mucho
por lo que va dicho, y aunque el abasto de carne salada sea menos saludable que
el de la fresca la necesidad obliga a valerse de este medio y otros semejantes para
que se pueda mantener esta isla. Guarde nuestro señor a vuestra majestad muchos
años. Santo Domingo y marzo 11 de 1666.

Don Pedro de Carbajal y Cobos.

237
Genaro Rodríguez Morel

DON DARÍO PIZARRO CARVAJAL Y MORRÓN DA CUENTA


DE LAS DIFERENCIAS EXISTENTES ENTRE LA AUDIENCIA
Y EL Arzobispo DON FRANCISCO DE LA CUEVA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo I, Nº 1

Santo Domingo, 20 de marzo de 1666

Señor

Repetidamente con autos tengo dado cuenta a vuestra majestad de las compe-
tencias de jurisdicción que entre don Francisco de la Cueva, arzobispo de esta isla
y la Real Audiencia se han formado y los escándalos que de esto se han originado
y de cómo aguardaba jueces para pedir nulidad de algunas causas en que se ha
entrometido el juez queriéndolo ser en el todo de los que dejan sus almas por
herederas y los motivos que para no dar principio a otros nuevos sin que tuviesen
fin me movían siendo el principal la falta de dichos jueces, y que dos abogados que
hay, el uno es canónigo y el otro su criado, y aunque con la venida de don Pedro
Carvajal con este ánimo pedí testimonios de los de doña Catalina de Tapia y Cobos
y de Ana Ninfa en que consta haber hecho inventario y almonedas y quitándole al
alcalde la última con auto inhibitorio me los han retardado más tiempo de cinco
meses para dar lugar a que se fuese don Diego de la Puerta y don Jacinto de Vargas
a servir sus plazas.
Y después de idos y a la partida de este bajel, me lo dan forzado de las quejas
que por escrito he dado en la Audiencia con y reconociendo que en ella no hay
más de dos Oidores y que con motivos imaginarios inhibe al más antiguo que por
la inhibición no puede ser juez por cédula y pasa con ellos a descomulgarle sin
atender a proceder judicialmente y que con esto pronto acontecerá si pido por-
que lo ha de costumbre con sola petición de su promotor con que se queda en
el conocimiento de dicha causa que tocan a la Real Jurisdicción sin que se pueda
remediar, tengo por mejor medio dar cuenta a vuestra majestad para que con vista
de los dichos autos ponga el remedio que convenga en tan grave daño. Cuya Real
y Católica persona guarde Dios como ha menester la cristiandad, Santo Domingo
y marzo 20 de 1666.

Don Darío Pizarro Cajal y Monrron.

238
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA EN LA QUE DON SEBASTIÁN PORCERO INFORMA


DE LOS GOLPES QUE LE PROPINÓ EL Arzobispo DON FRANCISCO
DE LA CUEVA MALDONADO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 61, Ramo I, Nº 1

Santo Domingo, 25 de julio de 1667

Señor

Con la licencia que vuestra majestad que Dios guarde, fue servido concederme
para ir a socorrer a dos hermanas doncellas que tengo en el reino de Galicia, reti-
rado de su morada por el enemigo y concurso de los ejércitos, pedí en el cabildo
que se me pagase la capellanía que se me concedió por vuestra majestad a los
Canónigos para poder sustentarse con la decencia que procede del arciprestazgo y
curatos que a la presentación de su real patronazgo es anexa y perteneciente la cual
habían donado a don Francisco de la Cueva Maldonado, arzobispo de esta isla, los
demás capitulares sin mi consentimiento y contradicción me tiene despojado que
suman muchos ducados y por solo esta causa el dicho arzobispo siendo sabedor de
mi pedido y propuesta instantáneamente se fue a mi casa con sus criados y me puso
a pescozadas, puñadas, y cabezadas contra una pared de calidad, que me dejó sin
sentido bañándome en sangre por las heridas que me hizo con sus golpes, puñadas
y cabezadas y me sacó ayudado de sus criados arrastrando y metido adentro de su
coche y en medio del pesebrón de espaldas, agarrado y desnudo me llevó por las
calles públicas de esta ciudad hasta su casa a cortinas abiertas, ejecutando los movi-
mientos, primeros tirando ahogarme porque invocaba el real auxilio y en llegando
a su casa me metió en ella arrastrando y empezaron de nuevo las puñadas y bofeta-
das y cabezadas dejándome como muerto metido en una zahurda que servía de
gallinero negándome por mucho tiempo así la comunicación de las gentes como
médico o cirujano que me curasen, y barbero que me sangrase porque me había
venido calentura y esquinencia a la garganta, de los golpes de la cabeza y dormía en
el suelo y el asiento era un ladrillo.
Y para paliar este arrojo y grave escándalo en esta ciudad con un hombre como
yo que procede como cristiano de buena sangre y de edad de más de sesenta y cinco
años, me hace causa de inobediente con los mismos agresores del delito y me tiene
metido en un aposento más tiempo de cinco meses con tres guardas, a preso cada
una y murió una de ella en mi custodia y de pena mil pesos y des comunión mayor si
excederé de ella solo a fin de extenuarme mi renta y teniéndomela todo embargada
y mis pocos bienes, Señor, hasta las camisas y colchones, y me tiene denegados los
alimentos, y aunque por vía de fuerza recurrí a la Audiencia salió este artículo en
discordia cuando a las fieras se alimenta a mi me tratan de (fol.1v.) darme muerte

239
Genaro Rodríguez Morel

civil en la Audiencia, Señor, no hallo remedio porque el presidente es una carne


del arzobispo. El oidor don Pedro Carvajal es pariente del presidente y el oidor don
Agustín Félix Maldonado es pariente del dicho arzobispo, con que no hallo recurso.
Y perece mi justicia por esa petición que en ella digo la verdad y lo juro en
forma debida, In Verbo Sacerdotis de lo que pasó y es patente a esta república.
Conocerá vuestra majestad lo que padezco y que si de su mano poderosa no me
viene el remedio acá no le hay, pues con el pretexto de que están en el real acuer-
do los autos habiendo dos ministros, el presidente no nombra jueces en discor-
dia. Señor, el arzobispo está independiente de lo que se trata en el cabildo mesa
capitular y esto es conforme a derecho, y así vuestra majestad se apiada de mi y me
saca como mi Rey y Señor, naturas de tantas molestias y hambres como paso, y de
las tiranías y injusticias que me hacen, porque de otra suerte aquí no tengo reme-
dio por la granda mano con que se halla mi prelado y deseo que tiene de que no
lleguen este y otros clamores a su Real Consejo. De cuya cristiandad espero tener
remedio. Que Dios Guarde la Real y Católica Persona de vuestra majestad como la
cristiandad ha menester. Santo Domingo julio 25 de 1667 años.

Muy humilde siervo. Don Sebastián Parcero de Lira Gil.

240
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El Presidente de Santo Domingo informa a vuestra majestad


por el CapitÁn Juan Muñoz Cordero que fue uno de los
que sirvieron en la conquista de los negros Alzados
del Maniel

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo I, Nº 3

Santo Domingo, 28 de julio de 1667

Señor

Al capitán Juan Muñoz Cordero que lo es de una de las compañías de este


presidio le he visto servir con toda aprobación desde que vine a esta isla, ejecu-
tando todo lo que se le ha mandado del servicio de vuestra majestad con gran
puntualidad sin excusarse a nada y en esta ocasión de la conquista de los negros
alzados del Maniel le mandé fuese con la infantería y gente de guerra, que subió
a lo áspero de las sierras como en efecto lo hizo ocupando el pueblo que en ellas
tenía, dando desde allí el aviso necesario a las tropas que hacen que hacían salidas
por diferentes partes correspondiéndose con el sargento mayor que asistía en la
Plaza de Armas principal al pie de estas sierras, haciendo también entradas con
su gente desde donde se me daba cuenta de todo y yo les ordenaba lo que habían
de hacer y porque de su puntualidad y cuidado en ejecutar cuanto se le mandó en
más de cuatro meses que asistió trabajando por su persona con gran riesgo de su
vida se siguió el cogerse muchos negros y por último fue con los demás parte en
el buen suceso que vuestra majestad ha tenido en negocio tan de su real servicio y
bien de esta república. Tengo muy por de mi obligación dar cuenta a vuestra ma-
jestad de ello para que si fuere servido de hacer alguna merced, se halle con esta
noticia. Nuestro señor guarde la Católica Real Persona de vuestra majestad como
la cristiandad a menester. Santo Domingo y julio 28 de 1667 años.

Don Pedro de Carvajal y Cobos.

241
Genaro Rodríguez Morel

CARTA EN LA QUE SE REFIERE LA PAZ QUE SE RESPIRA DESPUÉS


DE TERMINADO CON LOS NEGROS QUE ESTABAN EN EL MANIEL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 89, Ramo III
Santo Domingo, 1 de agosto de 1667

Aunque esta ciudad da cuenta a vuestra majestad en carta aparte del feliz suceso
con que hoy se halla de la conquista de los negros alzados que tan en perjuicio de esta
isla de tanto tiempo a esta parte se conservan en las sierras del Maniel a que ha dado
fin el desvelo y cuidado con que el maestro de campo don Pedro de Carvajal y Cobos
que gobierna esta plaza tomó a su cuidado este negocio conociendo su mucha impor-
tancia por ser tan del servicio de vuestra majestad y bien de esta república. Y porque
en el ha tenido mucha parte Lucas de Berroa, sargento mayor de este presidio que
habiendo caído malo su capitán general con las órdenes que se le dio fue la segunda
vez que salió a esta conquista llevando a su cuidado el gobierno de las tropas por las
diferentes partes hicieron entrada en la dicha sierra del Maniel en que con grandes
riesgos y descomodidades de su persona ha trabajado y asistido en la campaña con
gran valor más de cinco meses que duró hasta la conclusión de este negocio habiendo
también en los demás que en esta ciudad se han ofrecido en el discurso de doce años
que ha que ejerce este puesto en ella cumplido muy con la obligación de él y en par-
ticular en la ocasión que el enemigo inglés quiso tomar esta plaza de que esta ciudad
se haya obligada y le ha parecido muy de su obligación representándolo así a vuestra
majestad por si fuere servido hacerle alguna merced (fol.1v.) de que le halle merece-
dor vuestra majestad lo mandara dar y en todo lo que sea más de su real servicio.
Nuestro señor guarde la Católica y Real persona de vuestra majestad como la
cristiandad ha menester. Santo Domingo, 1 de agosto de 1667.
Don Álvaro Girón.

Don Diego Francisco Segura.

Don Jerónimo de Aliaga Bernal.

Don Juan De Alvarez Otañez.

Don Pedro Pimentel.

Don Diego Nieto Laguna.

Don Esteban Páez Maldonado.

Don Jerónimo e Valencia.

Por la ciudad de Santo Domingo, don Gaspar Rodríguez de Albornoz escribano


del cabildo.

242
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE REFIERE SOBRE LOS NEGROS


QUE ANDAN ALZADOS EN LA SIERRA DEL MANIEL

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo II, Doc. 143

Madrid, 5 de marzo de 1668

Señor

Pedro de Carvajal y Cobos, presidente de la Audiencia de Santo Domingo en


carta de 28 de julio de 1667 da cuenta de una población de negros rebeldes que
había en aquella isla en unas sierras llamadas Maniel y que habiéndose huido un
negro ofreció guiar alguna gente y juntad 300 hombres fue el presidente en persona
con ellos. Tuvieron algunas refriegas y murieron parte de los españoles y quedaron
heridos y desbaratados los negros con que se retiró dejando número de españoles
en aquel sitio y después lo socorrió con más gente cabos y municiones y aunque in-
tentó volver para hallarlos desprevenidos, no pudo hacerlo en persona por falta de
salud y envió por cabo principal a Lucas de Berroa, sargento mayor de aquella plaza.
Y habiendo venido un negro ofrecido al presidente que dándole libertad a el y
a los suyos saldrían en compañía de nuestra gente con su cuadrilla. Se ejecutó así
y últimamente quedan reducidos a la fe Católica y en obediencia de vuestra majes-
tad todos los negros de estas sierras que eran el terror de la isla y que la guerra se
apresaron 140 (fol. 1v.) reducidos con agasajo, 130, muertos en la refriega 40 y los
restantes hasta 400 que había en aquel pueblo con que la isla se ha quedado sin este
embarazo, los vecinos acomodados con los esclavos y los soldados pagados y conten-
tos, sin que la Real Hacienda haya gastado cosa alguna, antes bien se ha dado liber-
tad a muchos y percibido la Caja 3,500 pesos, habiendo el presidente consumido
en estos parte de su sueldo. El arzobispo de aquella Iglesia y la ciudad, en carta de
25 de julio y 3 de agosto del mismo año de 667 refieren este suceso y ponderan lo
mucho que en el ha hecho el presidente.
Habiéndose visto en el Consejo ha parecido poner, como lo hace, en las reales
manos de vuestra majestad la carta del presidente para que más individualmente se
sirva vuestra majestad de mandar ver lo que contiene y que se den gracias de parte de
vuestra majestad por lo bien que ha obrado diciéndole que vuestra majestad por lo
bien que a obrado que vuestra majestad tendrá cuidado de su persona por honrarle
y favorecerle en las ocasiones que se ofrezcan de sus aumentos. Madrid, 5 de marzo
de 1668.

Hay ocho rúbricas del Consejo de Ministros.

243
Genaro Rodríguez Morel

El Presidente de Santo Domingo da quenta a vuestra


majestad del estado de aquella Isla por los franceses
que hay en ella y que la Armada de barlovento para
alejarlos hace más de un año que no Ha vuelto

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo II, Nº 12

Santo Domingo, 14 de agosto de 1668

Señor

En todas las ocasiones que se han ofrecido después que gobierno de esta isla
he dado cuenta a vuestra majestad del estado de ella y de lo que necesita para su
defensa y juntamente he enviado testimonios de muchas declaraciones que se han
tomado a muchas personas que se han hecho en estas costas y porque todos con-
cuerdan en una misma cosa siempre que es que la isla, así de la parte norte como
de la parte del sur está muy poblada de franceses. El número que siempre dicen es
muy grande porque pasan de siete mil, aunque yo no creo serán tantos porque nos
acosaran a vos más de lo que lo hacen pero no obstante, cualquiera número dentro
de ella da mucho cuidado así por lo que se pueden ir atendiendo como porque con
cualquier socorro que les venga, pueden intentar esta facción, porque los de esta
nación son diferentes enemigos que los ingleses para lo de tierra que es lo más que
se puede temer aquí.
El remedio único para desalojarlos como tengo representado a vuestra majestad
era la armada de barlovento. Esta a un año que llegó a este puerto, y hasta ahora
no a vuelto ni he entendido haya hecho cosa alguna, en lo que me toca, siempre
se tiene particular cuidado, y gracias a Dios, después que gobierno no ha sucedido
mal suceso (fol.1v.) ninguno, antes en todos lo rencuentros que se han tenido loa
ha habido buenos y ahora la tropa que asiste por la parte del sargento ha derrotado
a una de franceses que andaban monteando y cogido cinco prisioneros, los cuales
en la ocasión que ofrecen se van enviando a la casa de la contratación de Sevilla que
es cuanto se me ofrece de que poder dar cuenta a vuestra majestad. Cuya Católica y
real persona guarde nuestro señor como la cristiandad a menester. Santo Domingo
14 de agosto de 1668.

Don Pedro de Carvajal y Cobos.

244
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA EN LA QUE LOS MIEMBROS DE LA AUDIENCIA DE SANTO


DOMINGO DICEN QUE EN EL AÑO DE 1668 SU MAJESTAD MANDÓ
A QUE SE BORRASEN LAS ARMAS DEL DUQUE DE VERAGUA
QUE ESTABAN EN CUATRO ESCUDOS EN LAS DOS PAREDES LATERALES
DE LA CAPILLA MAYOR DE LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo III, Nº 24

Santo Domingo, 26 de septiembre de 1669

Señor

Por carta acordada de siete de junio del año pasado de seiscientos y sesenta y
ocho vuestra majestad fue servido de mandarnos borrásemos las Armas del Duque
de Veragua que estaban en quatro escudos pintados en las dos paredes colaterales
de la capilla mayor de la santa iglesia catedral de esta ciudad y que para que tuvie-
semos debido y eficaz cumplimiento diésemos las órdenes que más conviniesen avi-
sando en la primera ocasión de haberlo hecho así damos cuenta a vuestra majestad
de haberlo ejecutado en la misma forma según parece del testimonio, incluso que
remitimos deseando siempre que a nuestro celoso afecto correspondan las ejecu-
ciones más acertadas en cuanto fuere del mayor servicio de vuestra majestad. Cuya
Católica Real persona guarde Dios para el bien de esta monarquía y acrecentamiento
de la cristiandad. Santo Domingo de la isla Española a 26 de septiembre de 1669.

Don Pedro de Carvajal y Cobos.

Don Pedro de Carvajal y Vargas.

Don Agustín Félix Maldonado.

245
Genaro Rodríguez Morel

REAL CÉDULA ENVIADA A LOS OFICIALES DE LA REAL Hacienda


DE SANTO DOMINGO PARA QUE PAGUEN A LOS HEREDEROS
DE DON GASPAR VÉLEZ MANTILLA LO QUE SE LE QUEDÓ DEBIENDO
CUANDO ERA OIDOR DE AQUELLA AUDIENCIA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 903

Madrid, 3 d emayo de 1672

(fol.282v.) La Reina Gobernadora.

Oficiales de la Real Hacienda de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española.


Por parte de los herederos de el licenciado don Gaspar Vélez Mantilla que fue
oidor de la Audiencia Real de esa ciudad, se me ha hecho relación que como cons-
taba de la certificación que presentaban se quedaron debiendo al dicho don Gaspar
doscientos y sesenta y tres mil setecientos y veinte y cinco maravedís de plata por los
gajes que debió gozar con dicha plaza y porque en las Cajas de esa isla no había efec-
tos ni hacienda con que satisfacer esta deuda me suplicaron les mandase dar cédula
para que los oficiales de la Hacienda Real de Panamá se los pagasen descontando
esta cantidad y habiéndose visto en el Consejo Real de las Indias ha parecido orde-
naros y mandaros que del situado que se debiere del tiempo que don Gaspar Vélez
Mantilla devengó este salario paguéis a sus herederos o a la persona que fuere parte
legitima lo que constare se le quedó debiendo que con sus cartas de pago o de quien
su poder hubiere y esta mi cédula se os recibirá y pasará en cuenta lo que así les de-
biere des y pagare des sin otro recado alguno y de la presente tomaran la razón los
contadores (fol. 283) de cuentas que residen en el Consejo de las Indias. Fecha en
Madrid a veinte y tres de mayo de mil y seis cientos y setenta y dos años. Yo, La Reina.

Por mandado de su majestad don Francisco Fernández de Madrigal.

Señalada del Consejo.

246
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Don diego de plasencia uno de los tenientes curas


de la iglesia de santo Domingo y capellÁn del hospital
de san lÁzaro informa sobre el estado en que quedÓ la isla
despuÉs del terremoto que azotÓ la isla el 9 de mayo de 1673

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo VI, Nº 41 (a)

Santo Domingo, 15 de mayo de 1673

Certifico yo, don Diego de Plasencia, uno de los Tenientes curas de esta santa
iglesia catedral de la ciudad de Santo Domingo, único capellán del hospital del
Señor San Lázaro. Como a nueve de mayo de este año de mil y seiscientos setenta y
tres antes de las siete de la mañana, hubo un terremoto tan confuso que parecía ser
lo último, en el cual se vieron estas ruinas.
La iglesia catedral tiene hendido el campanario con mucha amenaza de ruina
sobre la bóveda de la capilla mayor y una nave y el cabildo de esta iglesia tiene
considerables daños. La iglesia del Convento de San Francisco esta inhabitable,
con daños irreparables. La iglesia del Convento de Nuestra Señora de las Merce-
des cayó en la torre que le servía de campanario y muchas partes de sus celdas. El
Convento de Santo Domingo tiene muchas celdas inhabitables y caídas. La igle-
sia del Convento de las monjas de Santa Clara, con la mitad de su coro y todo el
dormitorio cayeron y muchas partes de sus celdas. La iglesia del Convento de las
monjas de Regina está con daños muy notables, por estar debajo del dormitorio
del dicho convento que esta inhabitable conocida ruina habiendo caído muchas
Celdas. La iglesia del hospital San Nicolás, con la sala de los pobres que vienen a
estar sobre dicha iglesia amenazan ruina. La iglesia del hospital de San Andrés,
esta inhabilitado por los daños grandes que tiene, así en las paredes como en el
techo, por lo cual, se sacó en procesión la imagen milagrosa del Cristo Crucificado
que estaba en dicha iglesia y se colocó en la Iglesia Mayor. Las casas del palacio
están inhabitables y las demás del lugar en particular las principales altas, con
muchas bajas que se juzga ser más de las dos tercias partes de la caserío del lugar y
todas con notables daños, siendo muy notable la que ha quedado ilesa.
Este día enterró esta parroquia de la iglesia catedral de esta ciudad ocho perso-
nas de las que murieron opresas en el conflicto, y se dio permisión que en todas las
iglesias se enterrasen como pudiesen por eclesiásticos o religiosos todas las personas
que en el murieron, como de hecho se hizo, la cual certificación doy a pedimento
del señor licenciado Andrés Caballero, oidor más antiguo de esta Real Audiencia,
y por ser verdad todo lo que llevo dicho, lo firmo de mi nombre. Fecha en Santo
Domingo de la Española en quince días del mes de mayo de mil seiscientos setenta
y tres años.

247
Genaro Rodríguez Morel

Ítem, certifico que la iglesia del hospital de San Lázaro amenaza (fol.1v.) cono-
cida ruina por lo cual, y esto inhabitable, se sacó de ella el Santo Sacramento y las
demás imágenes se colocaron en la ermita de San Miguel y asimismo del hospital de
San Andrés por sus daños arribas referidos, se saco el Santísimo Sacramento y se co-
locó en otra Capilla de Nuestra Señora de la Angustia que esta en el mismo hospital.

Don Diego de Plasencia.

Certifico yo Francisco Hidalgo, cura propio de la parroquial de Santa Bárbara


de esta ciudad de Santo Domingo. Como a nueve de mayo de este presente año de
seiscientos setenta y tres, antes de las siete de la mañana hubo un terremoto tan
grande jamás visto en esta isla, que parecía ser infernal en que se arruinó lo más de
la ciudad, así la iglesia como Conventos de Religiosos y Religiosas y muchas casas
que se cayeron y las demás están hoy inhabitables por los daños que tienen y ruinas
que les amenazan.
Murieron en esta jurisdicción cinco personas que cayeron sus casas. La Iglesia
Parroquial recibió algún daño aunque no considerable, y de la misma suerte la er-
mita de San Antonio Abad y muchas casas caídas y las que no muy peligrosas y para
que conste doy la presente certificación a petición del señor don Andrés Caballero,
oidor más antiguo de esta Real Audiencia. Fecho en veinte de mayo de mil y seis-
cientos setenta y tres años.

Francisco Hidalgo.

Certifico yo, don Luis Castillo de Noceda, capellán mayor de este santo hospi-
tal del señor San Nicolás donde administro los sacramentos y entierro los que en
él mueren como el martes que se contaron nueve de mayo, como a las siete de la
mañana hubo un terremoto que causó muchas ruinas, así en los templos como en
la nación parte de las casas (fol.2) de esta ciudad de Santo Domingo y enterré en di-
cho hospital, con licencia de la parroquia, dos personas y otra que se trajo lastimado
de una casa que le cayó encima y para que conste de pedimento del señor licenciado
don Andrés Caballero, como oidor más antiguo de esta Real Audiencia. Doy la pre-
sente en veinte de mayo de mil y seiscientos setenta y tres años.

Don Luis de Noceda.

Certifico yo, fray Antonio del Rosario, prior del Convento de Santo Domingo
que el día nueve de mayo de este año de setenta y tres, se enterraron en la iglesia de
dicho convento cuatro personas de las que murieron en esta ciudad del terremoto
que hubo en dicho día, las cuales se enterraron en virtud de la licencia General que
dio la catedral y por ser así verdad lo firmé en veinte y uno del dicho mes del año de
mil y seiscientos y setenta y tres.

248
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Fray Antonio del Rosario.

Certifico yo, fray Juan Barbosa, vicario de las monjas de Santa Clara que el día
nueve de mayo como a las siete de la mañana de este año sesenta y tres se enterró
en este convento una religiosa por averle caido el coro en simima por el terremoto
grave del temblor de tierra que en dicho día sucedio de que asimismo lo resedio
al caer toda la iglesia y coro con particulares ruinas que dentro del dicho convento
tuvo y en torre en dicha iglesia dos personas seglares con la licencia general que
hubo de la parroquial y por verdad este firmado de mi nombre y de pedimiento del
Señor Lic. don Andrés Caballero en 21 de mayo.

Fray Juan Barbosa.

(fol.2v.) Certifico yo el ministro vicario fray Diego de Soto provincial electo de


esta provincia de San Lorenzo de la Merced de Dios de las Mercedes en esta isla
Española, como a nueve de mayo de este año de mil seiscientos setenta y tres a las
siete de la mañana poco más o menos, sobrevino a esta ciudad de Santo Domingo
un terremoto, el mayor que han visto los nacidos en ella, de que resultó caer la ma-
yor parte de este Convento y el tercio de la torre que tenía y sin embargo de haber
apresurado la huida alguna personas que estaban oyendo misa, mató el techo de la
iglesia una mujer que se enterró en ella, y después vi todos los demás templos con
irreparable ruinas según la pobreza de esta ciudad caídas muchas partes de sus casas
donde supe murieron muchas personas y las que no cayeron han quedado inhabita-
bles amenazando ruina con que todos los vecinos andan fuera de sus viviendas y las
imágenes de algunos templos trasladadas a otros sin la esperanza de remedio con la
brevedad que la necesidad pide. Y para que conste lo certifico así, a pedimento del
señor licenciado don Andrés Caballero oidor más antiguo de esta Real Audiencia.
A veinte y dos de mayo de mil y seis cientos setenta y tres.

Fray Diego de Soto.

249
Genaro Rodríguez Morel

CARTA EN LA QUE EL LICENCIADO DON ANDRÉS CABALLERO


INFORMA A SU MAJESTAD SOBRE LOS FRANCESES QUE HAY
EN LA PARTE NORTE DE LA ISLA Y DE LOS DAÑOS CAUSADOS
POR EL TERREMOTO QUE AZOTÓ LA ISLA EN 1673

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo VI, Nº 41

Santo Domingo, 1673

Exelentísimo Señor:

El estado a que ha llegado la ciudad de Santo Domingo y toda su isla es tal que
el Mariscal de Campo don Ignacio de Zayas Bazán, su presidente y gobernador y
capitán general no lo a querido fiar de escribirlo por la contingencia que tienen las
cartas de llegar a manos de los enemigos saliendo de aquella isla en navíos solos,
sujeto a que los roben y apresen piratas y enemigos de que están todos aquellos
mares muy infestados y así me hizo noticioso de todo lo que se le ofrecía más nece-
sario y que diese a vuestra excelencia la carta de creencia que traigo suya para que
diese crédito a los informes que hiciese.
La falta de los situados a puesto en tal estado la isla y ciudad que esta arriesgada
a perderse siguiéndose de esa las más inconvenientes y daños de toda ella. La infan-
tería por la falta de socorro y pagas, viéndose desnudos y faltó hasta para sustentarse
hacen fuga, no solo por el puesto, aunque se previene cuanto es posible, pero la
tierra adentro no sin sospechas de que algunos se van al enemigo.
(fol.1v.) Los vecinos de la isla hacen lo imposible por desampararla y algunos
han hecho fuga, no solo solteros sino casados, porque con la necesidad de las Cajas
Reales ha obligado precisamente a sacarles empréstitos de sus caudales y llegando a
no tener que prestar a repartirles soldados para que les den el sustento ordinario en
reales o frutos, están todos en suma pobreza y extrema necesidad.
Sin esto es tan grande la falta de vecindad de toda la isla, que cuando no se mande
por su majestad poblar los lugares que lo estuvieron antiguamente en los puestos
que es el único remedio para desalojar los franceses de aquellas costas y de toda la
parte del norte de la isla que la ocupa, habiendo en ella más de siete mil franceses.
Para los lugares que hoy están poblados son necesarios vecinos porque son muy
pocos los que tienen y necesidad de muchas más de la parte que fuese más conve-
niente y allá se fuga que serán buenos los isleños por ser gente trabajadora, y ser
muy útil la isla para los frutos si hay quien la cultive.
La necesidad a obligado a los vecinos a vender los esclavos para pagar sus deu-
das y réditos de los censos que tienen, y como no hay en la isla quien los compra,
porque todos están con menos o más necesidad, los han comprado forasteros que
los han sacado (fol.2) a vender fuera y está la isla exhausta de ellos, haciendo falta

250
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

para labrar los campos y criar de los ganados y para la fábrica de que se ha de hacer
en la muralla y así mismo para la reedificación de los templos y demás casas que
quedaron arruinadas con el terremoto del año pasado de 673.

Ilustre persona de vuestra exelencia su mayor criado y Capellan.

Licenciado don Andrés Caballero.

251
Genaro Rodríguez Morel

CARTA DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO EN LA QUE INFORMA


DE LOS DAÑOS QUE HACEN LAS TORMENTAS Y TEMPESTADES
LO QUE CAUSA LA POBREZA DE LA MISMA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo VII, Nº 64

Santo Domingo, 30 de mayo de 1674

Señor

Es tan grande la falta que hay en esta isla de todas las cosas necesarias ocasionada
por las tempestades tan continuas que ha padecido, que se ha puesto todo con el
último trance de ruina, por cuya causa no hay embarcación que de con las circunve-
cinas ni de otra parte quiera venir a este puerto con que faltándonos lo necesario, así
para el vestir, así para el sustento nos es preciso recurrir a los reales pies de vuestra
majestad pues para adquirir lo uno y lo otro en lo preciso es menester mucho gasto
y a veces exponernos a indecencias que no es justo la experimenten los ministros de
vuestra majestad y esto lo ocasiona la cortedad de los sueldos de nuestras plazas y
falta de acudirnos con los situados a tiempo, y enteramente como vuestra majestad
lo tiene mandado, razones (fol.1v.) que nos obligan a representar a vuestra majestad
con el sentimiento y veneración que debemos se sirva de acrecentarnos los sueldos
de las plazas para que sirvamos a vuestra majestad con la decencia que como sus
ministros debemos mantener, pues las demás Audiencias que vuestra majestad tiene
en todas sus Indias están en ciudades populosas, y esta que hoy se halla tan pobre, falta
y destruida de todo, es donde los ministros de vuestra majestad tienen menos sueldos
y ninguna conveniencia, y cuando esta isla está casi olvidada del comercio de las cir-
cunvecinas es muy de la clemencia de vuestra majestad tenernos en su memoria para
ampararnos y honrarnos y mandar se nos provea de lo necesario aumentándonos
los sueldos, pues ya que nos vemos como deportados en ella y en el último estado de
miseria tengamos el favor y acrecentamiento que esperamos de la real mano y piedad
de vuestra majestad, Cuya Católica Real Persona guarde Dios como deseamos y la
cristiandad a menester. Santo Domingo de la Isla Española y mayo 30 de 1674 años.

Dr. don Gerónimo Chacón Abarca.

Dr. don Juan Padilla Guardiola.

Diego de Acosta y Cabrera.

El doctor don Juan de Padilla Guardiola y Guzman a cuyo cargo esta el gobierno
de la isla Española da cuenta a vuestra majestad del estado en que se hayan los
negros que han venido del enemigo francés.

252
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE LOS FRAILES DEL CONVENTO DE SAN LORENZO


ENVÍAN A SU MAJESTAD DÁNDOLE LAS GRACIAS POR LAS AYUDAS
OTORGADAS PARA LA REEDIFICACIÓN DE DICHO CONVENTO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 62, Ramo VII, Nº 65

Santo Domingo, 31 de mayo de 1674

Señor

Queda esta provincia de San Laurencio y los religiosos del Convento que recide
en esta ciudad de Santo Domingo rogando a nuestro señor en sus sacrificios por los
felices sucesos de la monarquía que los asegura la providencia de vuestra majestad
en acudirnos con tanta liberalidad al socorro y ayuda de reedificar nuestro conven-
to en la ruina que padece con la fatalidad del temblor de tierra de nueve de mayo
del año pasado a que rendidos a los reales pies de vuestra majestad le repetimos
agradecimiento que con las memorias tan católicas de vuestra majestad jusgamos se
moverán los fieles a ayudarnos con sus limosnas a la reedificación a nuestro templo
y Convento. Y como sus humildes capellanes continuaremos. Loores a nuestro señor
y de preciaciones por la monarquía cristiana y por la vida y salud de vuestra majestad
que prospere y guarde Dios como todos hemos menester. Santo Domingo y mayo
31 de 1674 años.

Ministro fray Diego de Soto, provincial.

Fray Luis de Quiñones.

Presbítero fray Juan Ortiz.

Presbítero fray Diego.

Luis Jóver Busquete.

253
Genaro Rodríguez Morel

TRASLADO DE UNA REAL PROVISIÓN EN LA QUE SE MANDA PROVEER


COMO CAPITÁN GENERAL DE AQUELLA ISLA A JUAN MUÑOZ CORDERO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo I, Nº 1

Madrid, 6 de julio de 1674

Don Carlos, por la gracia de Dios, Rey de Castilla de León, de Aragón, de las dos
Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada de Toledo, de Valencia, de Galicia, de
Mallorca, de Sevilla , de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaén de los
Algarbes, de Algeciras de Gibraltar, de Canarias, de las Indias Occidentales y Orien-
tales, Islas y Tierras Firme del mar océano. Archiduque de Austria, de Borgoña, de
Brabante y Milán, Conde de Habsburgo, de Flandes de Tirol y de Barcelona. Señor
de Vizcaya y de Molina etc.
Por cuanto una de las compañías de infantería del presidente de Santo Do-
mingo esta vaca por no saberse de don Juan de Ochoa de Ocampo, su Capitán y
haberla servido en ínterin por nombramiento del gobernador y Capitán Gene-
ral de aquella isla el capitán Juan Muñoz Cordero, el cual a venido a esta corte
y conviniendo proveerla en personas de experiencias y servicios atendiendo a
las que concurren en vos don Juan de Pedrosa he resuelto haceros merced de
ella y es mi voluntad que como tal, Capitán de Infantería del presidio de Santo
Domingo la vengáis y gobernéis y mando a mi gobernador y capitán general de
la isla Española os oiga y tenga por tal Capitán de dicha compañía y os entregue
la parte de ella para que la tengáis a vuestro cargo según y de la manera que lo
han hecho vuestros antecesores y los demás Capitán de dicho presidente y de los
otros de la Infantería.
Y asimismo mando a los oficiales y soldados de la dicha compañía que os res-
pecten y obedezcan como a su capitán y superior y cumplan y ejecuten vuestras
órdenes y mandamientos y vos habéis de cumplir las del dicho mi gobernador y
capitán general y las del sargento mayor del dicho presidio y que todos os guarden
y hagan guardar las honras, gracias, mercedes, franquezas, libertades, preeminen-
cias, prerrogativas e inmunidades y todas las otras cosas y cada una de ellas, que
por razón del dicho puesto debéis haber y gozar y os deben ser guardadas y que
hayáis y llevéis cuarenta escudos de a diez reales de sueldo al mes según y como lo
han percibido y llevado los demás capitanes de ese presidio los cuales mando se os
paguen desde el día que tomara des la posesión, en adelante todo el tiempo que
sirviere des la dicha compañía a los plazos según como le pagare a la demás gente
de guerra del dicho presidio.
Y declaro que de esta merced no debéis el derecho de mediar anata por estar
declarada por guerra viva la de esa plaza y de esta mi provisión tomaran las razón
mis contadores de cuentas que residen en mi Consejo de las Indias y los oficiales de

254
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

mi Real Hacienda de la ciudad de Santo Domingo. Dada en Madrid a seis de julio


de mil y seiscientos y setenta y ocho años. Yo, el Rey.

Yo, don Joseph de Veitía Linaje, secretario del Rey nuestro señor. Le hice
escribir por su mandado.

Francisco de Salazar.

255
Genaro Rodríguez Morel

CARTA Sobre la fortificación de LA CIUDAD DE Santo DomingO

Archivo General de Indias


Santo Domingo, 92

Santo Domingo, 4 de febrero de 1675

Excelentísimo Señor:

Por orden de los señores de la junta de guerra se me ha mandado ver la


planta de la ciudad de Santo Domingo, en la isla Española y su fortificación que
se propone hacer por Juan Bautista Rojero, ingeniero militar de dicha isla, para
que la reconozca e informe sobre ella lo que se me ofreciese y en cumplimiento,
señor de dicha orden, he visto, reconocido y examinado con todo cuidado, di-
cha planta y aunque no me he hallado con dicha ciudad, por las noticias que
tengo de su sitio, terreno y alrededores, a lo que desde la letra A, donde está un
baluarte que llaman del matadero, corre una línea recta colocada hasta la letra B, que
es la muralla de la cerca de la ciudad y desde dicho baluarte, comienza la mueva
fábrica, produciéndole sus líneas hacia la campana, formando un medio baluarte
fortificando esta línea con ángulos que caen perpendicular sobre la recta que
es muy buena obra, regular y conforme arquitectura militar, en cuya distancia
hay dos mil y seiscientos pies geométricos forma otro baluarte en la distancia de
dicha línea forma dos baluartes, produciéndoles así mismo a la campaña muy
capaces y tienen de otro veintisiete pies, que corresponden a la altura de las
cortinas y demás fábrica, según la demostración del perfil de la nueva fortifica-
ción de dicha planta, es muy conforme a antes y desde la dicha letra B a donde
parece deja la dicha línea recta de la cerca que antiguamente se hizo y lleva la de
la fortificación nueva hacia la parte de la ciudad y recoge y ciñe todo lo posible
como se reconoce por dicha planta en la forma que corre dicho recinto como
denota, pues del convento de San Francisco por la parte de la huerta, entra cor-
tando un pedazo de ella y desde la letra B hasta la C hay de distancia mil pies
geométricos que es la parte donde está el hospital de San Lázaro, como se ve en
dicha planta, está levantada la fábrica hasta el parapeto y desde dicha letra C hasta
la D, está echado el cimiento en otra distancia de mil pues geométricos poco más
o menos y es hacia la parte D donde está la ermita de San Miguel y desde dicha
ermita hasta cerrar dicho recinto que viene a rematar al pie del río Ozama y se
une con la fortificación vieja, viene a haber poco más o menos cuatro mil pies
geométricos y aunque hay en dicha planta alguna irregularidad y desproporción
respecto a las líneas, así de frente como de cortinas y traveses, no es defecto ni
se puede adicionar respecto del terreno, ser dilatado y desproporcionada por lo
monstruoso según se reconoce por dicha planta lo que no tiene en tierra llana
donde se pueda ejecutar con la regularidad con la que es preciso ajustarse con

256
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

el terreno hasta que todas sus líneas van franqueadas y defendidas se sus puestos,
eso el lo que llego a alcanzar y por lo que tengo reconocido y visto en las Indias,
me parece que está ajustada y conforme a lo mejor que se puede ajustar según
artes militares, ciñendose al terreno sobre que vuestra majestad y los señores de
la Junta de Guerra mandaran lo que fuese serviros. Febrero 4 de 1675.

José Marcos Lucio.

257
Genaro Rodríguez Morel

INFORMACIÓN QUE HACE EL GOBERNADOR


DON IGNACIO DE ZAYAS BAZÁN SOBRE LA ISLA DE MATALINO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63 Ramo I, Nº 4

Santo Domingo, 4 de febrero de 1675

Señor

Sírvase vuestra majestad de mandar por cédula 22 de agosto del año pasado
le informé la población de franceses tienen en la isla de Matalino. Y habiéndolo
procurado no he hallado en esta ciudad quien sepa dar individuales noticias.
Y habiéndome informado de dos prisioneros franceses me dijeron lo siguiente:
La isla de Matalino podrá tener 30 leguas de longitud y 20 de latitud con
poca diferencia. En la banda del sur una población de hasta 300 casas y un fuerte
de piedra llamado San Pedro donde reside el gobernador. Una legua más arriba
otra población de 400 casas y otro fuerte que llaman el Carbel. El fuerte Real
con un convento de Capuchinos y 10 ó 12 casas. Al norte el fuerte de Predicador
con 20 casas, lo restante de la isla dice ser inaccesible de peñascos y malas playas.
Y en la isla seis mil franceses y más 14 a 15 mil hombres negros y con mujeres y
niños hasta cien mil almas, tienen muchos ingenios de azúcar y tabaco que es el
principal comercio.
Esto es lo que he podido adquirir. Si hallare persona que (fol.1v.) me de mejor
noticias daré cuenta a vuestra majestad a la primera ocasión, aunque estas las tengo
por verdaderas por haber oído a otros franceses cuasi lo mismo. Nuestro señor guar-
de la católica y real persona de vuestra majestad como la cristiandad a menester.
Santo Domingo de la Española y febrero 4 de 1675.

Don Ignacio de Zayas Bazán.

258
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA A SU MAJESTAD POR EL LICENCIADO DON JUAN GARCÉS,


FISCAL DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO EN LA QUE DENUNCIA
LOS DISTURBIOS QUE OCASIONAN DOS RELIGIOSOS DE COMPAÑÍA
DE JESÚS DE AQUELLA CIUDAD

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo II, Nº 21

Santo Domingo, 13 de agosto de 1676

Señor

Me ha parecido conveniente dar particular cuenta a vuestra majestad, como lo


hago, de las personas que han gobernado las acciones del arzobispo de esta ciudad y
ocasionado los graves sucesos que a vuestra majestad refiero en carta 12 de este mes.
En todo tiempo y ocasiones lo han sido dos padres de la compañía de Jesús que
se hallan en esta ciudad ociosos y sin observancia de ninguno de sus institutos y muy
ocupados en ocasionar las disensiones y discordias que hasta aquí ha habido entre
dicho arzobispo y la Audiencia. Uno se llama Francisco Moreno, otro Antonio
Pérez, este último que más se ha señalado siempre dio ocasión a que esta Audien-
cia exhortase a su prelado para su corrección y lo hizo con el navío que salió por
el situado por esta plaza, y con el volvió orden según he oído de que pasase a otra
provincia y sin embargo es notorio ha continuado.
Aseguró a vuestra majestad que toda esta ciudad desea con extremo la desocupe
por su muchas cavilaciones y que es tan notoria la vos de su natural revoltoso e incli-
nado a disturbios que tengo por necesario para la quietud y paz pública que vuestra
majestad provea de remedio conveniente para cualquier parte en que asista por el
peligro que prevengo de nuevos ruidos y escándalos iguales o superiores a los que
aquí ha causado.
Pero quien ha sido primer móvil y autor de los sucesos y graves inobediencias
cometidas en esta ocasión y que por esto se ha hallado esta ciudad en la aflicciones
y estado que contiene dicha mi carta es Antonio de Carvajal, clérigo presbítero,
promotor Fiscal de dicho arzobispo. Este es hijo de un escribano que fue en esta
ciudad, de humilde nacimiento que en su vida repetidas (fol.1v) veces turbó esta
república.
Lo referido se colige a una respuesta que dicho arzobispo dio al segundo auto
del día diez y ocho de julio, donde consta que estando para oír dicho auto se le
llego a el oído y con esta ocasión y consejo que le dio el dicho promotor Fiscal no
consintió que se le intimase dicho auto, y también de dos peticiones que presento
en la Audiencia y se mandaron recoger y de otra escusa en cuya virtud se despacha-
ron por dicho arzobispo las letras inhibitorias sobre que se obtuviese del artículo de
competencia que estaba pendiente el don Juan de Padilla oidor de esta Audiencia

259
Genaro Rodríguez Morel

cuya petición remito con este testimonio para que vuestra majestad por ella reco-
nozca el proceder de este clérigo y descompostura con que a tratado a esta Audien-
cia y sus ministros .
Y ella se refiere que dicha Audiencia vulnera en lo más sensible la jurisdicción
eclesiástica, la desprecia, la ultraja, agravia a la iglesia y sus ministros que sufoca los
delitos y ampara los reos y últimamente que pierde el respeto a la iglesia de que
infiero hemos tratado dicho arzobispo de herejes en tres casos, siendo así que la
Audiencia no ha obrado más que pedir unos autos. Y si hay atrevimiento señor en
este clérigo pueda perder el respeto a un tribunal tan superior y presentar ante la
viva imagen de vuestra real persona estos libelos que desahogos, descomedimientos
voces y proposiciones mal sonantes no habrá desparramado por este pueblo y con
dicho arzobispo su amo que hayan producido tan perniciosos efectos como los su-
cedidos y es así notorio que a no haber tenido dicho arzobispo a su lado este clérigo
no obstante su natural, inclinado a graves daños, en un otro si de mi primer escrito
pedí que la Audiencia encargase a dicho Real Arzobispo le corrigiese y en la respuesta
aplaude sus acciones como consta de los Autos.
(fol.2) Por parecerme de mi obligación pongo estamentos a los reales pies de
vuestra majestad para que se sirva de mandar tomar la resolución más conveniente
a su real servicio quietud y paz pública y autoridad de esta Audiencia y conservación
de estos vasallos de vuestra majestad. Guarde Dios la Católica y Real persona de
vuestra majestad como la cristiandad a menester. ciudad de Santo Domingo de la
isla Española y agosto 13 de 1676 años.

Licenciado don Juan Garcés, Fiscal de la Audiencia.

260
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

MEMORIA CONCERNIENTE A LA CONQUISTA FRANCESA


DE LA COSTA DE Santo Domingo

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo II, Nº 21

Santo Domingo, 20 de septiembre de 1676

El cuartel del Capitán y el de la asa pequeña que se juntan uno con otro tienen
un terreno muy llano igual y seco desde la orilla del mar hasta las montañas, las
cuales distan de dichos cuarteles seis leguas lo cual viene a causar que en un espacio
tan dilatado nuestros habitantes puedan ser ofendidos por todas partes.
Los españoles embistieron al dicho cuartel del Capitán el año del 1673 a 18 de
diciembre y aunque su interprecia se hizo de día y aun en punto de medio día, no
dejaron de quemar la mitad de las casas, y asimismo mataron a cuantos hallaron en
ellas, de suerte que desde aquel tiempo nuestros habitantes no vuelven a dormir en
sus casas y hasta hoy día de noche se retiran a lo más fragoso de los montes.
Así los españoles después acá les hubiesen tocado tan solamente un arma falsa
se hubiera desamparado todo el cuartel y aún hubo muchos habitantes que sin esta
diligencia después de aquella invasión quisieron desampararle, y se duda mucho si
después de perdido dicho cuartel no hubiera intentado el enemigo invadir los demás
de las costas, lo cual le hubiera sido tanto más fácil de conseguir por cuanto es notoria
la dificultad que tienen nuestros habitantes para juntarse, ocupados todo el día en sus
labranzas y aun gran parte de la noche en sus casas beneficiando su tabaco, las cuales
están divididas, unas de otras más de trescientos pasos, sin que puedan proveer a la se-
guridad de su persona, porque a lo más nunca llegan a juntarse más de cuatro o cinco.
Cuando este cuartel comenzó a fundarse, teníamos cantidad de gente que
llaman bucaneros, parte de los cuales fueron muertos por los españoles, y parte se
a ido retirando a medida que fue faltando el ganado vacuno que mataban por la
utilidad el pellejo.
No era poca la utilidad que de esta gente se sacaba, pues de ordinario, cazando
entre los españoles y nuestros habitantes, venían a impedir no podernos ofender el
enemigo sin ser antes descubiertos y nunca se hallaban tan apartados de nosotros
que no pudiésemos ser socorridos de ellos.
Teníamos también entonces corsarios, que eran nuestra gente de guerra, pero
casi todos se han retirado a la Jamaica, donde viven a menos costa que en nuestras
costas (fol.1v.) de más que ya no tenemos navíos ni menos habitantes que puedan
contribuir para el gasto de un armazón de corso por razón de su pobreza y de las
condiciones costosas que causan los pertrechos a los armadores.
Hoy pues nos hallamos reducidos a la necesidad de no tener habitantes en quie-
nes se pueda poner entera confianza, porque no tienen conocimiento alguno de la
guerra.

261
Genaro Rodríguez Morel

Como este cuartel del Capitán es el más cercano al enemigo cubre y asegura el
cuartel de los tres ríos que están en frente de la Tortuga y que se hubiera hecho muy
considerable si se hubieran podido hallar en el tierras, a propósito para el tabaco.
Tenemos en el Cul de Sac de Santo Domingo otros cinco cuarteles a saber:
Leogane, Guaba la Grande, a tres leguas de Leogane, Guaba la Chica, a dos Leguas
de Guaba la Grande, Nipe, a cinco leguas de Guaba la Chica y la Grande, hasta a
doce leguas de Nipe, pero Leogane cubriendo dichos cuarteles, sola corre riesgo de
ser ofendida.
Habrá tres años que los españoles teniendo noticias que trescientos de los
mejores de nuestros habitantes, la mayor parte de Leogane, estaban prisioneros
en Puerto Rico, abrieron una senda por unos peñascos que parecían inaccesibles
para acortar con esta diligencia el camino que viene de sus habitaciones a las que
tenemos en Leogane y lograr su interpresa sin ser sentidos más nuestros cazadores,
habiendo felizmente descubierto dicha interpresas y aunque dicha senda no hubiese
sido abierta por los nuestros, el gobierno puso doce hombres de guardia en una
deshilada por donde necesariamente el enemigo había de pasar, con lo cual dio a
entender que no temía ser cogido por interpresa.
Conque para asegurar de todo punto la conquista es necesario no solamente
obviar a las interpresas de afuera, pero también remediar los levantamientos de
adentro para cuyo efecto fuera necesario levantar doscientos o trescientos solda-
dos, y empeñados para dejar una parte en la fortaleza de la Tortuga, poner otra
en la deshilada del camino de Leogane y la mejor parte en el cuartel del Capitán
para ayudar a fortificarle y ponerlos en las cabezas de las habitaciones a las cuales
fuera necesario añadir número considerable de casas fuertes para resistir la prime-
ra embestida del enemigo y tocar alarma en lo restante del cuartel. Con esto fuera
menester armar los empeñados y también como los amos ejercitarlos a los unos y
a los otros, cada semana en el manejo de las armas, hacerles tirar al blanco y cada
seis meses distribuir en cada cuartel unos premios de moderado valor para los que
hubieran tirado mejor, y porque la mayor parte de nuestros habitantes son suma-
mente pobres, fuera muy a propósito para aliviarlos mandarles dar las pólvoras
por 24 placas la libra, que se les vende por 58 placas, y el plomo por 3 placas, que
compran a lo menos por 6 placas.
(fol.2) También fuera necesario conducir a la conquista cada un año 200 negros
y no más, de miedo que siendo mayor la cantidad los habitantes no pusiesen ningún
cuidado en adquirir blancos, en los cuales consiste nuestra seguridad y teniendo un
numero pequeño de negros se aplicarán más a sus habitaciones, y estuvieran menos
dispuestos para las sediciones y levantamientos a que los que respiran el aire de la
América tienen el ánimo propenso.
No fuera de menos importancia que la distribución de dichos negros se hiciese
por manos del gobernador, pues no podría resultar en menoscabo de su autoridad
por lo que aquí se desean los negros por más que estén sujetos a huirse a los
españoles tan vecinos de nosotros y aunque su conservación en una tierra tan grande
sea tan dificultosa.

262
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Demás que el gobernador daría algunos a los oficiales de los cuarteles ni


teniendo casi otros medios conque gratificar y recompensarles su fidelidad y princi-
palmente a los oficiales y habitantes del Capitán para cuyo aumento, por el peligro
evidente a que está expuesto, debe ser preferido en todas las materias de gracia,
como también fuera necesario que el gobernador hiciese por algún tiempo en
dicho cuartel asistencia ordinaria por su presencia atraer mayor número de habitan-
tes con que asegurar dicho cuartel de las interpresas de los enemigos.
Por los consiguiente preferir en esto los cuarteles que mejor le hubieran merecido
con cuya diligencia de los demás a procurar merecer el mismo privilegio todo lo
cual se habría de hacer después de determinado el precio de dichos negros con los
dueños cuya paga habría de correr por mano del gobernador quedando por fiados
de dichos negros.
Aunque la conquista corre grandísimo riesgo por la parte de los españoles y
partamente el cuartel del Capitán a no proveer impromptu el remedio, tampoco
tiene entera seguridad por la parte de los habitantes si no son tratados con todo
favor y agasajo, porque tienen en aquella hermosa isla de Jamaica una retirada que
tantas veces les ha sido ofrecida donde los habitantes franceses viven con mayores
conveniencias que en nuestras costas, mayormente cuando los negros que tienen en
la Jamaica en cantidad, los poseen con entera seguridad.

Gastos.

El gasto más necesario es levantar los soldados y empeñados de que se ha hablado


en esta memoria para la seguridad de esta conquista.
De mandar fabricar numero de casas fuertes en la cabeza de las habitas es del
Capitán y de la asa pequeña donde se pondrán soldados en número (fol.2v.) bastantes
para impedir ser asaltado.
De tener una guarnición en la Tortuga, otra en la deshilada que el gobernador
siempre ha mandado guardar para la conservación de Leogane donde se podrá
fabricar una casa si se juzgare a propósito.
Y de conducir a la costa numero de religiosos y clérigos, dándoles a cada uno
un criado, su pasaje, ornamentos de iglesia, sus libros, sus muebles y una parte del
sustento.

Provechos.

En cuanto a la utilidad que de la conservación de esta conquista se puede sacar


que jamás le ha costado nada al estado, consiste en más de un millón que del tabaco,
nuestros habitantes pueden contribuir cada año al reino, lo cual faltando se hallara
obligado de sacar la misma cantidad de los extranjeros, y en otro millón que se
podrá sacar del país del norte de que el provecho le vendrá a la Francia.
También se pueden sacar de nuestras costas los cueros, el Palo de Campeche y
otras muchas mercadurías de que se tiene buena salida en la Europa y aún vendría
a aumentarse el comercio del tabaco aumentando la conquista.

263
Genaro Rodríguez Morel

Es de observar que cuando se estableció, ahora once años gobierna en la costa


era tan poco el tabaco que se cogía, que a penas alcanzaba para la carga de un
navío de mediano porte y que al presente salen cargados todos los años de esta costa
número considerables de navíos aunque hayamos sufrido un largo y peligroso levan-
tamiento que no ha hecho gran daño y hayamos perdido 300 de nuestros mejores
habitantes en Puerto Rico cuya pérdida es inestimable.
De más que el gobernador hubiera enviado mil hombres más a la conquista de
los que envió si contra toda justicia el Estado no le hubiera quitado su navío ha-
biéndole prometido dejárselo no debiéndole el gobernador tan poco cosa alguna al
estado antes si habiendo ofrecido contribuir más que otro ninguno para el estable-
cimiento de la conquista y resistido por mucho tiempo el solo los esfuerzos de los
rebeldes que en fin redujo a la obediencia del Rey después de los intentos inútiles
que hizo la escuadra de los bajeles que su majestad envió a las costas de Santo
Domingo para sujetar dichos sediciosos sin embargo el Estado jamás a querido ha-
cer gasto alguno ni para los eclesiásticos que el gobernador ha sustentado ni para
el entretenimiento (fol.3) de las guarniciones ni para las fortalezas que ha hecho a
su costa, sin haber tomado jamás cosa alguna de los habitantes, ni menos recibido
regalo alguno de los extranjeros.
Pero su disgusto más sensible es que el gasto le haya negado la asistencia y favor
que le pidió para ayudar a establecer en la Florida la más hermosa población que
se hubiera visto en todas las Indias septentrionales, con ser así que el gasto fuese
moderado y la utilidad incomprensible para el servicio del Rey.
El señor de Colbert no había desaprobado esta empresa, y aunque se la pro-
puso al Rey, persuadido que demás de la grande utilidad que de dicha Florida se
podía tener serviría de refugio y de retirada a nuestros habitantes en caso que los
españoles se hallasen con fuerzas bastantes para echarlos de las costas de Santo
Domingo.
De esta costa de Santo Domingo a la de Florida no hay más de doscientas
leguas de travesía. Se va y se viene de ordinario en siete y ocho días, por ser los
vientos favorables a la ida y a la vuelta, y esta costa de la Florida le esta también
al Rey por razón de su necesidad de conquista de la costa de Santo Domingo que
más no pueda ser.
El gobierno de la costa de Santo Domingo había mandado reconocer un río her-
moso y grande donde los franceses en tiempo del almirante de Colingi habían fa-
bricado una fortaleza llamada Carolina del Norte de Carlo Nono, tiene una habadía
muy segura en la cual en baja mar los parajes menos hondables tienen doce pies y
medio de agua, pero de tres años a esta parte lo han ocupado los ingleses, y estiman
más esta conquista que todas las demás de la América que poseen en tan grande
número que si no fuere con mucho trabajo y tiempo no podrán fortificar la dicha
conquista de Carolina, si bien no se podrá hallar clima más aventajado que aquel.
Como la costa de la Florida es tan dilatada no podemos (fol.3v) asegurar que
se hallarán en el rio May, en el de los Delfines o en otros infinitos que se hallan en
aquella costa otros puertos que se igualen en bondad y seguridad al de Carolina.

264
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

La Costa de Carolina empieza desde veinte y cinco grados de latitud hasta los
treinta y tres y se puede decir con verdad, ser un sitio donde no hay que desear
porque el vino, el trigo y el aceite, el tabaco y el azúcar se conducen en abundancia
y también se cogen en sumo grado de bondad.
Es un país donde se reconoce ser los hombres altos, fuertes y trabajadores, las
mujeres corpulentas y fecundas, de donde se saca por consecuencia ser más fácil
poblarse en diez años que Santo Domingo en cincuenta por criarse los niños que
nacen en las costas con mucho trabajo y dificultad.
Demás de esto esta conquista de la Florida sirviera de un socorro y amparable,
no solamente para las islas circunvecinas que se pueden navegar costa a costa en
doce o quince días, más, también para las conquistas francesas de la Acadia y de
Canadá que no venían a estar más distantes y donde se podía navegar en más breve
tiempo de manera que hallándose en medio de todas estas conquistas hicieran en-
tre si una liga muy necesaria, siendo cosa constante que el mayor ministerio en este
genero de empresas es el poblarse lo más y lo más cerca unos de otros que se pueda,
para en caso de necesidad favorecerse los unos a los otros.
Sobre todo lo que hemos oído decir acerca de lo referido debemos estar persua-
didos que si tuviésemos una población en una parte tan poblada como la Florida
donde el trigo, el vino y los demás frutos de la Europa, se dan en perfección no sola-
mente los franceses que se acogen entre los extranjeros en España, en Holanda, en
Inglaterra y en otras partes pero aún los que hoy día procuran las ocasiones de dejar
el reino pudieran establecerse también en lugar de tomar las armas contra nuestro
legítimo Príncipe tuvieran satisfacción de hacer su fortuna poniéndose en un estado
de servirle (fol. 4) muy útilmente, particularmente cuando su majestad se a servido
de poner el designio en una empresa hermosa.
Podemos también decir que como el Rey de España no tiene tierra más bien
pobladas ni de mejores soldados que las Canarias no debe esperar, menos nuestro
Monarca de una conquista de la Florida, supuesto que tiene un mismo clima y que
todos vivimos del aire que respiramos.

Nota

Este documento esta en su original en francés con fecha de 20 de septiembre


de 1676 con el título Memoire Concernant la Colonie Françoise de la Côte de Saint
Domingue.

265
Genaro Rodríguez Morel

El Doctor Juan de Padilla Guardiola y Guzmán, PRESIDENTE


DE LA AUDIENCIA DE Santo Domingo. responde con recado
a la Cédula de 23 de Abril de 1676 en que manda vuestra
majestad informe de los navíos que Han salido
sin registro de aquel puerto

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 31

Santo Domingo, 20 de agosto de 1677

Señor

En cédula de 23 de abril del año de 76 fue vuestra majestad servido ordenar al


Mariscal de Campo don Ignacio de Zayas Bazán, presidente que fue de esta Real
Audiencia informe y envié razón a vuestra majestad porqué no se hizo registro en
las embarcaciones que salieron de este puerto, ni se pagaron los reales derechos
poniéndolos en cabezas de vecinos de esta isla sin ser de ellos si no es de forasteros
según escribió el Fiscal don Diego de Acosta con certificación de don Alonso de
Carvajal, Campofrío, Contador que fue de la Real Hacienda y respondiendo señor
a dicha real cédula por hallarme ejerciendo el cargo de presidente con lo demás
de que tengo dado cuenta aseguro a vuestra majestad como dirá el instrumento
que va con esta que el dicho don Diego de Acosta a faltado a la verdad y a las
obligaciones de ministro en lo que escribió, porque habiendo yo echo exactísimas
diligencias para informar a vuestra majestad lo cierto don Alonso de Carvajal
Campofrío dice que la certificación es falsa con lo demás que parecerá de su decla-
ración y si acaso el la hubiere dado y ahora la niega no tendrá la culpa don Diego
de Acosta aunque no se acusa de no haber mirado primero que lo que se escribe a
vuestra majestad a de ser infalible y con más fundamento, pues el tiempo que aquí
estuvo no ignoró que contadas fueron (fol.1v.) las embarcaciones que entraron y
salieron de este puerto, y que han poco comercio a quedado en el, que a un regis-
tro de España, no viene. Guarde dios la católica y real persona de vuestra majestad.
Santo Domingo 20 de agosto de 1677 años.

Doctor don Juan Padilla Guardiola y Guzmán.

266
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El DOCTOR Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán a cuyo


cargo estÁ el gobierno de la isla de Santo Domingo
da cuenta a vuestra majestad del intento del gobernador
de la Tortuga que se refiere a la declaración que va con esta

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 33

Santo Domingo, 23 de agosto de 1677

Señor

El día 17 de agosto de este año me remitió el capitán Antonio Pichardo, a cuyo


cargo tengo las armas de la costa de la banda del norte un francés que salió a ren-
dirse por el mal trato que le habían los suyos. Y habiéndole tomado la declaración
que va con esta me parece contesta con las noticias que tengo antecedentes, por
cuya razón despaché luego proprio socorriendo al dicho cabo con lo que me envió
a pedir que fue cuerda, pólvora y bala de mosquetes, la gente que tiene es de la más
valerosa de esta isla como ha mostrado las experiencia de lo referido.
Doy cuenta a vuestra majestad asegurando que por lo que a mi toca no se pier-
de y faltara punto que mire a las obligaciones de mi cargo entregándome todo
según es debido a vuestro real servicio. Ojala, Señor, aunque fuese a costa de mi
vida vuestra majestad se sirviera de despoblar estos enemigos de la costa del nor-
te, que con eso ni el cristianísimo Rey de Francia tuviera tantas utilidades a costa
nuestra, ni vuestra majestad tantas pérdidas como originan los piratas de quienes
es refugio la parte que ocupan de la isla Española por no estar poblada de espa-
ñoles (fol.1v.) como conviniera lo estuviera para que el francés no volviese a ella.
Dios Guarde la católica real persona de vuestra majestad. Santo Domingo 23 de
agosto de 1677 años.

Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán.

267
Genaro Rodríguez Morel

El DOCTOR Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán


a cuyo cargo estÁ el gobierno de la isla de Santo Domingo
da Cuenta de la despoblación del pueblo de Samaná
que ocupaban los Franceses

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 32

Santo Domingo, 23 de agosto de 1677

Señor

Doy cuenta a vuestra majestad que por el mes de marzo de este año dispuso el
Mariscal de Campo don Ignacio de Zayas Bazán, gobernador y presidente que fue
de esta isla. Reconociendo los daños que experimentaba esta plaza con la cerca-
nía de una población de franceses que habita en el puerto de Samaná, que dista
de esta ciudad 20 leguas el que se desalojase para cuyo efecto envió gente de este
presidio y de la tierra adentro, la cual, habiendo llegado a dicho sitio y muerto el
capitán que gobernaba y a otros franceses, el capitán Antonio Pichardo, cabo de
esta facción en primero de marzo remitió a esta ciudad once prisioneros y diez y
ocho negros esclavos, que se vendieron en pública almoneda de que tienen razón
los Oficiales Reales y de los efectos en que se convirtió su procedido. Tengo
noticias que este suceso ha sido sensible al gobernador de la Tortuga que también
se nombra de las costas de Santo Domingo y que esta con ánimo de hacer las
hostilidades que les fueren posible, y así para que no las logre tengo prevenido lo
necesario, y quedo con el cuidado que en este punto y en los demás de la defensa
de esta isla toca (fol.1v.) a mi obligación. Dios guarde la católica y real persona de
vuestra majestad. Santo Domingo 23 de agosto de 1677 años.

Doctor don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán.

268
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El DOCTOr Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán,


a cuyo cargo estÁ el Gobierno de la isla Española de Santo
Domingo. informa a vuestra majestad de la epidemia que Ha
padecido aquella ciudad y de lo preciso que es su población,
y asimismo de los dEsignios que tiene el francés para
su conquista, y de la Florida

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 32 (c)

Santo Domingo, 24 de agosto de 1677

Señor

Desde el mes de mayo hasta hoy a sido servido nuestro señor de que esta ciu-
dad padezca una epidemia de disentería que ha muerto mucha gente de to-
das edades con que no ha dejado de tener este achaque alguna cualidad en su
sustancia de peste, ya parece que la majestad divina a mejorado el tiempo por su
misericordia y rogativas que se han hecho a que he asistido como estoy obligado.
La falta de estos vasallos es más considerable que las de otras partes, porque de
Francia cada día vienen pobladores, y de esos reinos apenas hay quien se aliente
a venir de registro a Santo Domingo y así señor represento a vuestra majestad
este punto para que siendo servido se disponga al medio más conveniente sobre
esta población y algunos puestos de la banda del norte, pues así tendrá el francés
quien le resista desde más cerca y vuestra majestad ocupadas las mejores tierras y
convalecerá Santo Domingo que debe ser mirado por joya grande y de las precio-
sas de vuestra monarquía, pues sin tener el Rey cristianísimo su dominio sino de
la usurpación de las partes que ocupa le ofrecen sus vasallos un millón de solo el
tabaco que siembra proponiendo otros medios para su conquista y la de Florida
como dirá ese instrumento que ha llegado a mis manos y envío a vuestra majestad
traducido con su original para tenerlo yo entendido y poderle suplicar a vuestra
majestad con el celo de su más humilde y leal Vasallo. Tenga esta materia la estima-
ción que es justo para que se remedie tanto daño como puede sobrevenir (fol.1v.)
de no aplicarse prontamente el que más convenga a vuestro real servicio. Guarde
Dios la católica y real persona de vuestra majestad. Santo Domingo y agosto 24 de
1677 años.

Doctor don Juan Padilla Guardiola y Guzmán.

269
Genaro Rodríguez Morel

La Real Audiencia de Santo Domingo avisa a vuestra majestad


cÓmo en aquella ciudad e isla no Ha quedado ningún
Portugués de los que aRriBaron a aquel puerto en trece
de Julio del año de setenta y uno

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 50

Santo Domingo, 8 de octubre de 1677

Señor

En cédula despachada en Madrid a veinte de julio de mil y seiscientos setenta y


cinco años, se sirve vuestra majestad mandar a esta Real Audiencia avise en la pri-
mera ocasión si los portugueses que han arribado a esta isla han salido de ella en
conformidad con lo dispuesto por otra real cédula de tres de septiembre de setenta
y cinco sobre que tenemos respondido a lo que ahora nuevamente manda vuestra
majestad ejecutemos con los portugueses que arribaron en trece de julio del año
de setenta y uno, lo cual fue que a dichos extranjeros los hicimos salir al punto de
esta isla, quedando solo en ella el capitán Manuel Martínez Caijero a la cobranza de
mil y tantos pesos que tenía en las Cajas Reales por razón de préstamo y habiéndole
satisfecho la dicha cantidad se dispuso asimismo se embarcase para su tierra con el
navío del capitán Martín de Chavarría que con el susodicho apresaron los moros
yendo para España y que aquí no ha quedado ningún portugués de los referidos ni
otro extranjero. Así lo aseguramos a vuestra majestad por cierto (fol.1v.) quedando
advertidos de ejecutar las prohibiciones puestas por vuestra majestad para que en
esta parte no estén ni habiten, sino sólo aquellos a quien es permitido. Dios guarde
la Católica Real persona de vuestra majestad. Santo Domingo 8 de octubre de 1677
años.

Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán.

Don Juan García de los Fayos.

270
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El Doctor Don Juan de Padilla Guardiola y GuzmÁn


a cuyo cargo estÁ el gobierno de la Isla Española.
da cuenta a vuestra majestad del estado en que se hallan
los negros que han venido del enemigo Francés

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 62

Santo Domingo, 25 de octubre de 1677

Señor

En cédula de quince de junio del año de seiscientos y setenta y cinco fue vues-
tra majestad servido mandar al presidente de esta Real Audiencia diese orden a
los Oficiales Reales para que vendieran todos los esclavos que se habían huido del
francés, y que por cuanto dicha venta la habían embargado algunos particulares
de esta ciudad, por servirse de ellos, se cobrase de los referidos los jornales que
podían haber ganado, la cual cédula he visto.
Señor, con ocasión de dar cuenta a vuestra majestad que desde que gobierno
han venido doce negros huidos del enemigo con la noticia de que a los comprehen-
didos en dicho orden se les había dado libertad en contencioso juicio por sentencias
de vista y revista de la Audiencia con su Fiscal.
Lo primero porque se considera no tenía título para que se declarasen por escla-
vos pertenecientes a la Real Hacienda todos aquellos que legítimamente probaron
haberlo sido de los franceses, y que por salir de su dominio se habían venido
voluntariamente a los nuestros, y porque también constó que dichos esclavos no
los adquirió el francés en piratería ni quitó a ningún español, porque los que han
sido de esta calidad siempre se han entregado a sus dueños y los que en guerra
justa manutenido les en la libertad que por su diligencia adquirieron y porque
también se consideró que con el medio de darles libertad se invitaría a (fol.1v)
los demás que pueblan y cultivan la banda del norte para que la desamparasen y
el enemigo experimentase este modo de hostilidad, por lo cual no se a podido
ejecutar la venta de dichos negros, ni cobrar ningunos jornales. Y porque no hay
noticia que ningún vecino haya impedido venta de esta calidad ni se ha ofrecido
hasta hoy.
Después de lo referido considerando Señor que el número de estos negros con
las mujeres llega a cincuenta personas y que andaban perdidos y mendigando los
he recogido y congregado en una tierra baldía que dista aun no una legua de esta
ciudad para que hagan población que ya la han comenzado con el nombre de San
Lorenzo.
Espero que ha de ser de mucha utilidad a esta plaza, así para que no falten los
bastimentos, como porque puede ser que en breve llegue la noticia a más de dos

271
Genaro Rodríguez Morel

mil negros que tiene el francés en excesivo afán que por salir de el y ser libres se
vendrán y se aumentará mucho dicha población, que servirá también para tomar
las armas cuando se ofrezca sin ningún costo de vuestra majestad, y en el ínterin los
que aquí hay he dispuesto se adiestren (fol.2) en las lanzas. Dios guarde la Católica
y Real Persona de vuestra majestad. Santo Domingo isla Española y octubre 25 de
1677 años.

Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán.

272
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA ENVIADA A VUESTRA MAJESTAD POR EL DOCTOR DON JUAN


DE PADILLA GUARDIOLA Y GUZMÁN EN LA QUE REFIERE
DE LA CANTIDAD DE FRANCESES QUE HAY EN LA PARTE NORTE
DE LA ISLA. QUE SÓLO EN LA YAGUANA HAY MÁS DE DOS MIL FRANCESES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 32 (l)

Santo Domingo, 12 de junio de 1678

Señor

Reconociendo que la osadía de los franceses que habitan la banda del norte
se fundaba para continuar mayores hostilidades que las que han causado los
años pasados con estos vasallos en que los han dejado en esta posesión tan a su
salvo y que por esta causa de tan leves principios el gobernador de la Tortuga ha
fundado quince poblaciones, le hice dos entradas. La primera con sesenta hom-
bres que le quemaron tres mil queros y mataron veinte franceses con su Capitán
y pusieron en huida más de doscientos que estaban entretenidos en destruir los
ganados del valle de Guaba, el cual suceso dio tanto ánimo a los españoles que
me vi obligado a levantar un pie de ejercito de quinientos y cincuenta hombres
para quitarles cuatro poblaciones de las más principales que tienen en el norte,
y también porque tenía noticias que el gobernador de la Tortuga se hallaba tan
ufano que quería con ejercito formado (fol.1v.) extenderse más por los lugares
que tenemos por aquella parte y que después viniese a este puerto la armada del
cargo del Conde Detree a invadirlo y quedar dueño del porque es la empresa
que más desea su nación.
Fue nuestro señor servido que las compañías que formé en esta ciudad llegasen
tan a tiempo que se hallaron el día nueve de enero con las otras tropas que tenía
dispuestas en la villa de Guaba, para que a diez del mismo marchasen en la forma
y disposición que contiene el instrumento, incluso, y que yo tuviese por tan cierto
en esta prevención el intento de los franceses que este dicho día llegaron más de
ochocientos casi a vista de la dicha villa de Guaba a poner en ejecución el deseo de
su gobernador con cuya noticia salieron al oposito hasta doscientos y setenta de los
españoles, trabando batalla con tan buena orden y esfuerzo que habiendo estado
peleando desde por la mañana hasta ponerse el sol resulto quedar el campo por los
nuestros sin ninguna desgracia sino es de parte del enemigo que murieron algunos,
y otros enemigos como después acá se ha sabido de diferentes prisioneros y que
harán hasta dos mil (fol.2) y asimismo que quedaron tan aterrados como mostro
lo acelerado de su retirada que han desamparado las poblaciones que les enviaba
a quitar y recogidos en la Tortuga de que ha resultado la seguridad, no solo de
los pobres vasallos de vuestra majestad que habitan los lugares de Azua, San Juan,

273
Genaro Rodríguez Morel

y Guaba sino que ha sonado entre los franceses por mayor el poder de esta isla, que
el que en la realidad tiene, de cuyo suceso doy cuenta a vuestra majestad y de que
estando para continuar estas hostilidades por otras poblaciones y en especial en la
de la Yaguana donde se hallan hasta dos mil franceses muy acomodados, fueron cre-
ciendo las noticias de que el Conde Detree estaba para venir sobre este puerto con
que retire la gente a esta ciudad que a tenido en arma cinco meses por esta causa, la
cual, pareciéndome que ya a cesado he vuelto a sus poblaciones, con orden de que
treinta en treinta corran todas las costas de esta isla por su turno porque a conocido
que este es el medio más eficaz para que el enemigo vaya perdiendo la esperanza
que tan arraigada tiene de hacerse señor de esta isla. (fol.2v.) Dios guarde la católica
y real persona de vuestra majestad. De Santo Domingo 12 de junio de 1678 años.

Dr. don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán.

274
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA QUE ENVÍAN LOS RELIGIOSOS DEL CONVENTO DE SANTO DOMINGO


DONDE INFORMAN A SU MAJESTAD SOBRE EL ESTADO DE LA ISLA
Y DE DICHO CONVENTO DE LA ORDEN DE PREDICADORES

Archivo General de Indias


Santo Domingo 63, Ramo III, Nº 32 (r)

Santo Domingo, 18 de agosto de 1678

Señor

Los religiosos de este convento Imperial fundado en la ciudad de Santo Domingo de


la isla Española, como vasallos de vuestra majestad postrados a sus reales plantas le mani-
festamos la mucha miseria y grande necesidad de bienes temporales en que se halla este
convento de la Orden de Predicadores que fundó en dicha ciudad con ánimo piadoso a
sus reales expensas nuestro católico Rey y Emperador Carlos Quinto de feliz memoria,
que Dios tenga en su reino, porque al mismo paso que han crecido las calamidades de
esta ciudad las ha padecido y padece este convento de vuestra majestad en la congrua
necesaria para su sustentación, pues habiendo faltado el cacao que sustentaba el comer-
cio de este puerto, ha llegado a tanta pobreza esta ciudad, que habiendo padecido un
grande terremoto en que se arruinó la mayor parte de ella han ruina juntamente de los
conventos y mayor parte de las iglesias, no tiene posibles para reedificar parte alguna de
tan gran ruina, quedando este convento muy maltratado y aunque vuestra majestad se
sirvió de despachar su real limosna para los reparos de los conventos e iglesias arruina-
das con que se va obrando lo posible, con todo eso señor no tiene de que poder vivir este
convento, porque las casa eran fincas de sus capellanías se han arruinado sin esperanzas
de su erección por la mucha pobreza de los vecinos.
Padecen necesidad las comunidades y las ánimas del purgatorio faltando irrepara-
blemente sus capellanías, no se cultivan los campos por falta de esclavos, pues muerto
no hay con que comprar otro. Las vaquerías están desiertas, porque faltando los escla-
vos faltan también los vaqueros, porque ellos son los que ejercitan este oficio. Los asal-
tos del enemigo francés que ocupan la mayor parte de esta isla y sus hostilidades son
continuas, que ha no temer el valor a nuestra gente de campo ocuparan ya toda la isla.
Y habiendo acabado el cacao sin esperanza de recuperarlo hemos quedado sin
remedio, porque el fruto que da esta isla es el corambre y tabaco. La corambre vale
tan poco que aun no se sacan los costos de ella, pues lo más que vale un cuero de
toro son ocho reales, y ha sido grande el numero de los que se han perdido porque
va para cuatro años que no viene navío de registro, y así han sido muy pocos los que
se han vendido a este precio. Tan bajo el tabaco ya no se siembra porque (fol.1v) no
tiene salida por falta de comercio con que se quedan los pobres vecinos desnudos
y sin remedio humano sin poder acudir a sus obligaciones, siendo más ponderable
esto en la gente noble.

275
Genaro Rodríguez Morel

Muchos desamparan la isla por no poder vivir en ella, los enemigos crecen, los
vasallos de vuestra majestad disminuyen, se desconsuelan, y retiran huyendo por los
campos, por no manifestar en público su desnudez y pobreza. Todos clamamos a
vuestra majestad por el remedio el cual puede ser solamente el que vuestra majestad
conceda como tiene concedido a las islas de Canarias el comercio con las naciones
amigas que tuvieren paz en las Armas Reales de vuestra majestad.
Este es Señor el único remedio el más acelerado y presto, porque así lo pide el
estado calamitoso de esta ciudad que con tanta verdad a vuestra majestad represen-
tamos porque con eso volverá en si el cuerpo muerto de esta república con el útil
de los derechos reales y sin daño alguno del comercio de España, porque en esta
isla no hay oro ni plata, ni perlas ni piedras como lo manifiesta bien la total falta de
comercio así de España como de las indias.
Esto Señor suplicamos a vuestra majestad postrados en sus plantas humildemente
que nos oiga e incline sus piadosos oídos a las voces de sus pobres vasallos que siendo
religiosos nos atraviesa el alma el vernos obligados a desamparar este imperial con-
vento y universidad a donde siempre a florecido el culto divino, el fervor de las
letras y el concurso de los escolares con conocido fruto ha sido continua.
Y faltando la congrua de los trabajos referidos será necesario que uno y otro
venga a mucha dimensión y quiebra y todo tendrá remedio con el comercio que a
vuestra majestad humildemente suplicamos. Cuya vida aumente Dios nuestro señor
por felices siglos para nuestro amparo y remedio de toda la cristiandad. Hecho en
Santo Domingo a 18 del mes de agosto de este año de 1678.

Fray Diego de Villafranca (Maestre prior regente y vicario provincial).


Fray Antonio de Sampayo (Licenciado en teología).
Fray Juan Manrreza.
Fray Joseph Matheo.
Fray Pedro Matheo.
Fray Antonio Calderón.
Fray Cristóbal Sotolongo (Lector de artes).
Fray Pedro Ximénez.
Fray Miguel García.
Fray Antonio Lorenzo.
Fray Balthazar de Villafranca.
Fray Manuel Phelippe Salgado (Superior).
Fray Antonio Martínez.
Fray Diego Martínez.
Fray Diego de Betáncurt.
Fray Thomás Calvo.
Fray Joseph de San Joan.
Fray Antonio de Ledesma.
Fray Luis de Cassillas.
Fray Joseph de Vargas.
Fray Juan Martín.

276
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El Fiscal de la Audiencia de Santo Domingo da quenta a vuestra


majestad del estado que tienen los esclaVos que huyen de los
Franceses que asisten en la banda del norte de aquella isla

Archivo General de Indias


Santo Domingo 64, Ramo I, Nº 5
Santo Domingo, 24 de marzo de 1679

Señor

Habiendo avisado a vuestra majestad en carta de 9 de diciembre del año pasado


1675. Como habrá en esta ciudad algunos esclavos fugitivos de los franceses que
asisten en la banda del norte y que quedaba entendido en esta Audiencia sobre la
venta de ellos. Ahora doy cuenta a vuestra majestad de como los dichos son en tres
clases: Unos de españoles robados por los franceses en diversos puertos de estas
Indias, los cuales fueron manutenidos en posesión de libertad en perjuicio por di-
cha Audiencia. Otros probaron ser libres y por tales fueron declarados. Los otros
que contaban ser de franceses fueron los menos y se les dio la misma manutención
sin reservación alguna. Otros esclavos hay que no han sido huidos sino es apresado
por los vasallos de vuestra majestad y estos siempre se han vendido de lo cual di
quinta a vuestra majestad en el ultimo navío de registro que salió de este puerto
por mayo al año pasado de 1676, dueño Martín de Chavarría a quien le apresaron
los moros según he tenido noticia por lo cual vuelvo a dar la misma cuenta a vuestra
majestad y juntamente como los dichos esclavos y otros formo un pueblo el doctor
don Juan de Padilla oidor más antiguo de esta Audiencia quien como tal servía a los
cargos de presidente, gobernador y capitán general de esta isla de que dio cuenta
a vuestra majestad y de como (fol.1v.) los ocupaba en la obra de la muralla que dio
principio siendo de mucha utilidad los dichos a esta fábrica y así se quedo esta ma-
teria hasta que vuestra majestad en vista de ella resolviere lo que más convenga a su
real servicio y para ello asimismo doy cuenta a vuestra majestad de como los dichos
esclavos eran en número diez y seis, dos más o menos, al tiempo que litigaron su
verdad a cuya voz se van viniendo muchos de dicha banda del norte y se hallan en
dicho pueblo al presente sesenta, antes más que menos y van viniéndose cada día
y consta por noticias de algunas declaraciones de estos que por ser instruidos en
nuestra santa fe católica y saber que son hombres libres en poder de los españoles
se vienen con grande trabajo y riesgo de sus personas, y que otros muchos han soli-
citado lo mismo y han sido cogidos y severamente castigados de los franceses cuyo
aumento previne dando cuenta a vuestra majestad de dichos esclavos en dicha carta.
De todo doy cuenta a vuestra majestad para que en su vista se sirva de mandar lo que
más convenga a su Real Servicio y al de Dios nuestro señor. Guarde Dios la católica
y real persona de vuestra majestad como la cristiandad ha menester. Santo Domingo
de la isla Española y marzo 24 de 1679 años.

Lic. don Juan Garcés de los Faios.

277
Genaro Rodríguez Morel

Testimonio de los negros y negras que SE Han apartado


de los Franceses que habitan las costas de esta isla
desde que el Señor Presidente Don Francisco de Segura
Sandobal y Castilla entrÓ A Gobernarla

Archivo General de Indias


Santo Domingo 64, Ramo I, Nº 20

Santo Domingo, 8 de abril de 1679

Yo Gerónimo de Quesada, escribano público del numero de esta ciudad de


Santo Domingo de la isla Española y del tribunal de la Real Contaduría, certifico
y hago fe, que desde que tomo posesión el Maestre de Campo don Francisco de
Segura Sandoval y Castilla de los cargos de presidente de esta Real Audiencia y
Chancillería, gobernador y capitán general de esta isla que está ejerciendo desde
primero de septiembre próximo pasado de setenta y ocho a aportado esta ciu-
dad los negros y negras que abajo se dirán fugitivos de los franceses que habitan
y tienen poblaciones en la banda del norte y de otras partes de esta isla cuyos
nombres y edades son las siguientes:
En once de octubre del año próximo pasado de setenta y ocho, vino un negro
nombrado Francisco Cabo Verde que lo cogieron los franceses en la costa de Ca-
racas de edad de treinta años en cuya compañía vino a esta ciudad el mismo día
otro negro bozal que se huyó de los franceses de Petit Guaba de nación Mina.
En diez y ocho de noviembre del dicho año llegó a esta ciudad un negro nom-
brado Antonio Mina que huyo de los franceses de la Yaguana de veinte y cuatro años.
En veinte y ocho del dicho, llegó otro negro a esta ciudad nombrado Juan, de
nación Mina, de veinte y cuatro años.
En treinta de noviembre del dicho año vinieron a esta ciudad un negro y dos
negritos nombrados Nicolás, de veinte y cuatro años de nación Arada y los dos
negritos nombrados Juan y Antonio que habían cogido los franceses en el saqueo
de Maracaibo de edad ambos de once hasta doce años.
(fol.1v.) En diez y ocho de diciembre del dicho año, vino a esta ciudad otro
negro nombrado Francisco, de nación Mina, de edad de veinte y cuatro años.
En veinte y seis de enero llegó a esta ciudad otro negro nombrado Otibo, de
nación Mina, de hasta cuarenta años.
En tres de febrero del dicho año llegó a esta ciudad, otro negro nombrado
Francisco, de nación Mina, con una negra llamada María, de la misma nación, que
dice es su mujer, de edades de veinte y veinte y dos años.
En trece de febrero de este año llegaron a esta ciudad un negro llamado Sebas-
tián de nación Arada de treinta y dos años con una negra nombrada Ana de nación
Congo de veinte y seis años.

278
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Que por todos los negros y negras que han llegado a esta ciudad en el referido
tiempo, son trece como consta en las declaraciones que se los tomaron en virtud
del auto de su señoría del dicho señor presidente quedan en mi poder a que me
refiero. Y para que conste de mandado doy el presente. Fecha en la ciudad de Santo
Domingo en ocho de abril de mil y seiscientos y setenta y nueve años. En fe de ello
hago mi signo en testimonio de verdad.

Gerónimo de Quesada.

279
Genaro Rodríguez Morel

Gerónimo de QueZada, Señor de Guerra da testimonio


de la muestra que se pasÓ en la Capilla del Rosario en la otra
parte del RÍo de Esta ciudad de todos los negros y negras
que han venido de las poblaciones del enemigo con toda
la distinción

Archivo General de Indias


Santo Domingo 64, Ramo I

Santo Domingo, 17 de abril de 1679

En cumplimiento del decreto de arriba, yo el dicho escribano saqué el testimo-


nio que se manda por el de los negros y negras que pasaron muestra, que su tenor
es como sigue:
Santo Domingo veinte y cinco de marzo de seiscientos setenta y nueve. Gerónimo
de Quesada, escribano público y de guerra de esta plaza, pasé muestra de los ne-
gros y negras que han venido a ella fugitivos del enemigo francés de las costas de
esta isla, que de mi orden están juntos en la otra banda del rio de esta ciudad con
asistencia del teniente General Lucas de Berroa: don Francisco de Segura.
Gerónimo de Quezada, escribano público del número de esta ciudad, y del
tribunal de la Real Contaduría, en cumplimiento del decreto de arriba del señor
Maestre de Campo don Francisco de Segura Sandoval y Castilla, presidente de
esta Real Audiencia y Chancillería, gobernador (fol.1v.) y capitán general de esta
isla pase de la otra banda del Rio de la ciudad de Santo Domingo a pasar muestra
de los negros y negras que están agregados al pueblo nombrado San Lorenzo que
nuevamente están poblados de la otra banda del rio en virtud del auto del dicho
señor presidente por mayor conveniencia de ellos y servicio de su majestad que
se han venido fugitivos de los franceses que habitan las costas de esta isla la cual
muestra se hizo con la presencia del Teniente General de la Plaza, y isla Española
Lucas de Berroa, en la manera siguiente:

Primeramente Pedro Bran, criollo de San Cristóbal, Capitán de la gente del


dicho Pueblo.
Nicolás Bahoruco.
Francisco Cabo Verde.
Miguel Angola.
Antonio Bahoruco.
Gonzalo Bahoruco.
Luis Yacayaca.
Sebastián Arada.
Manuel Zape.
García Congo.
Gaspar Bran.

280
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Juan Silverio.
Miguel Matamba.
Antonio de Palma (Criollo de Caracas).
Phelipe Carnaval.
Juan García Congo.
Bartolomé Congo.
Francisco Chiquito Mina.
Santiago Mina.
Francisco Grande Mina.
(fol.2) Juan Joseph Mina.
Leonardo Mina.
Francisco Mina.
Andrés Mina.
Antonio Grande Mina.
Manuel Congo.
Manuel del Tablazo.
Esteban del Pulgar.
Joseph Mina.
Lorenzo Mina.
Manuel Mina.
Thomás Mina.
Andrés Grande Mina.
Sebastián Mina.
Miguel Mina.
Antonio Mina.
Francisco de la Tortuga, Mina.
Ignacio Mina.
Lucas Mina.
Nicolás Mina.
Benito Mina.
Luis Mina.
Pedro de la Tortuga.
Juan del Rosario.
Antonio Engola.
Marcos.
Antonio Criollo.
Juan Mina.
(fol.2v.) Gabriel.
Domingo Congo.
Bernardo Mina.
Andrés Mina.

Negras
Agustina, mujer de Pedro Bran.

281
Genaro Rodríguez Morel

Damiana, mujer de Gaspar Bran.


Catalina, mujer de García Congo.
Ana, mujer de Juan Silverio.
Ana, mujer de Phelipe Carabal.
Andrea, mujer de Miguel Matamba.
García, mujer de Manuel Angola.
Gracia hija de la dicha.
Simona casada en el Seibo.
María Bonica, mujer de Antonio Bahoruco.
Ana Angola, casada en Caracas.
María Mina, mujer de Bernardo Mina.
Margarita Mina, mujer de Antonio Mina.
Juana María, mujer de Andrés Mina.

Los cuales dichos negros y negras aquí contenidos que han venido fugitivos de
los enemigos franceses que están poblados en la banda del norte de esta isla y otras
partes de ella que están fundando en el pueblo nombrado San Lorenzo de la otra
banda del rio de la ciudad de Santo Domingo pasaron muestra en virtud del
decreto del señor presidente en presencia de mi, el presente escribano, y asistencia
del teniente General Lucas de Berroa, y para que conste le pongo por fe. (fol.3)
En Santo Domingo en veinte y cinco de marzo de mil y seis cientos setenta y nueve
años, Gerónimo de Quesada, según consta de su original que me refiero y en virtud
del decreto del dicho señor presidente doy el presente. Fecho en la ciudad de Santo
Domingo en diez y siete de abril de mil y seis cientos y setenta y nueve años. En fe
de lo cual hago mi signo en testimonio de verdad.

Gerónimo de Quesada.

282
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

CARTA DE DON JUAN DE PADILLA GUZMÁN Y GUARDIOLA


EN LA QUE REFIRE A LA PRESENCIA DE FRANCESES EN LA ISLA
Y EL COMERCIO QUE TIENEN

Archivo General de Indias


Santo Domingo 64, Ramo I, Nº 24

Santo Domingo, 20 de abril de 1679

Señor

En cédula de seis de mayo del año pasado de setenta y ocho fue servido vues-
tra majestad mandarme envíe a España dirigido a la casa de la contratación un
francés que en el tiempo que goberné esta isla salió a rendirse porque puede se
haber pasado por espía a que responde señor que esta diligencia la ejecute en la
misma forma antes de tener esta orden como parece del testimonio incluso y que
en cuanto a que pudo ser espía, que no lo ha mostrado, porque todo lo que dijo
en su declaración fue cierto y se verificó el dia nueve de enero del año pasado vi-
niendo por tierra el gobernador de la Tortuga, de cuyo suceso tengo dado cuenta a
vuestra majestad con intrumentos. Dios guarde la Católica Real peroana de vuestra
majestad. Santo Domingo 20 de abril del 1679.

Don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán.

283
Genaro Rodríguez Morel

CARTA ENVIADA A SU MAJESTAD POR DON FRANCISCO DE SEGURA


SANDOVAL Y CASTILLO. EN LA MISMA SEÑALA, ENTRE OTRAS COSAS,
LAS CONDICIONES MILITARES DE LA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 92

Santo Domingo, 23 de abril de 1679

Señor

Habiéndome honrado vuestra majestad en premio de 28 años que me he


empleado en el Real servicio de la guerra con los puestos de gobernador y capitán
general de la isla Española y presidente de esta Real Audiencia. Luego que llegué
a ejercerlos reconocí las fortificaciones y murallas de esta ciudad, así dentro de ella
como en la campaña las partes y parajes por donde pueden hacer avenida los
enemigos y en la que se puede hacer oposición, habiendo llevado conmigo, a los
oficiales de guerra de esta plaza como a las personas que se hallan con más expe-
riencia en ella y habiéndole enterado bien de todo, no excuso informar a vuestra
majestad de mi sentir, para que en lo que fuera necesario vuestra majestad mande
remediar y yo cumpla con mi obligación.
Reconocí la parte por donde al año de 55 el inglés echó su gente en tierra y por
donde la divirtió, que fue en la boca (fol.1v.) del río que llaman de Haina de donde
para venir a esta plaza hay parte de costa de la mar, por donde en tres leguas no
pueden echar los enemigos gente en tierra, si no es una plaza pequeña, media legua
de esta ciudad donde hay un fuerte cuadrado con gente de este presidio de donde
se les puede hacer oposición y en la boca del río Haina ninguna por lo dilatado y
espacioso de la playa y los nuestros no tener donde abrigarse por cuya razón puede
tomar el camino Real que viene a esta ciudad y el costado de la mar, trayendo el
monte a su costado y siguiendo por estas dos avenidas se les pude resistir, por lo que
nos favorece lo denso de los montes de donde se hacen las emboscadas en que está
muy diestra y práctica la gente de esta isla, así mismo pueden de la otra parte del
dicho río, esguazar por dos partes, que es necesario poner gente que hallándola no
lo podrá hacer y si acaso lo hiciere tomará un camino que a distancia de una legua
se junta con el que he referido que sale a la mar para venir (fol.2) a esta ciudad, de
donde a poco trecho hay una costa dura de cal y canto con sus traveses y cañonera
para si se ofreciese poner artillería y poder resistir en algo al enemigo, pues aunque
pase a acercarse a esta playa hallará otra donde se podrá hacer lo mismo y en una
y otra cortadura no se le dejarán de desvanecer sus fuerzas en estas dos resistencias
acompañándolas con las emboscadas que de los costados del monte le habrán
hecho los nuestros, con la lancería en el distrito del camino del río y entradas del
monte hasta llegar aquí y si se adelantare hallará el fuerte que tengo a vuestra majes-
tad referido que llaman San Gerónimo.

284
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Éste señor, me ha parecido muy estrecho pues habiendo de ser necesario


defender la playa donde está y la boca del camino que viene de las dos cortaduras
el cual se abre a su vista no podrá jugar la artillería y aun tiempo pelear la infantería
para defender del enemigo y ofenderle de modo que no pueda pasar a acercarse a
esta plaza y en esta consideración era preciso hacerle una entrada encubierta con
su estacada, para que desde ella pudiere pelear la (fol.2v.) mosquetería y quedase
desembarazada al artillería y no le fuera tan fácilmente al enemigo debajo del
puerto no pasar a seguir el camino que viene a la ciudad, siendo este un puesto que
es muy necesario el mantenerle porque no logre el enemigo fortificarse en él y no
tener nosotros otra parte con que ofender sus armas por la mar y tierra con alguna
resistencia considerable hasta tenerlo sobre esta plaza y defenderles desde sus
murallas que es tan dilatada su circunvalación, que la forma de ella cuadrada y tiene
solamente fortificadas las dos frentes que son desde la campaña que tiene desde el
traver (sic) de la mar, hasta el baluarte donde se han cortado las tapias 2.100 pies,
y de la entrada del puerto y río arriba hasta el último través, tiene 3.500 pies, con
alguna diferencia y los 1.200 pies de tan mala fortificación que los desembocados de
padrastros de la campaña que se condenan por inútiles e incapaces de defensa, no
teniendo más el costado que mira a la mar que las peñas que le sirven de ella para
que no lleguen embarcaciones sino (fol.3) fueren muy pequeñas son otro reparo de
fortificación y trincheras.
Tiene de largo desde la frente de la campaña hasta la boca de la entrada del río
y puerto 3.000 pies por esta parte están desembocadas las más fortificaciones de la
campaña y toda la ciudad, el costado que el doctor don Juan de Padilla empezó a
cerrar dando principio con un baluarte por donde se entiende señaló la línea el in-
geniero don Juan Rugero que no reconoció como debía por no haber desmontado
la campaña tiene 5.000 pies desde el dicho baluarte hasta el último travesillo del río.
Esta línea por donde el la lleva tiene algunos padrastros y barrancos que habien-
do desmontado yo he reconocido que sin don Juan Rugero hubiera visto el terreno
no hubiera seguido esta línea y se hubiera recogido a la plaza, aunque a costa de
algunas casas por los padrastros y por lo dilatado que viene a ser el recinto de esta
plaza, materia intratable según los medios que hay y lo que en un sitio habrá menes-
ter, se llegase el caso de rompernos en la campaña el enemigo en esta consideración
y otras que excuso representar a vuestra majestad (fol.3v) en la poca vecindad de
esta ciudad me ha obligado enviar esa planta de ella cortada con sus líneas coloradas
y sus baluartes reduciendo el recinto de esta plaza a la mejor forma de defensa que
el terreno permite, por ser irregularísima travesía y reduciéndola a la planta refe-
rida, quedará en razonable defensa y podrá tener gente en la campaña para que el
enemigo no quite el abasto de ella de carne y demás legumbres y defender esta plaza
con menos gente, pues para defender el terreno que tenía eran necesarios 6 mil
hombres y no hay 800 con poca diferencia que puedan tomar armas y si se prosigue
con lo empezado, con toda la gente que viene de esta isla no se puede defender por
el número tan grande de que se necesita y aunque concurrieran todos los vecino
de los lugares de la tierra adentro no se pudiera juntar número de 2 mil, quedando

285
Genaro Rodríguez Morel

solas las poblaciones y con el riesgo que puede considerar y es tan flaca la fortifica-
ción de la campaña que con artillería de cuatro libres de calibre, en 6 hora estarán
en tierra los parapetos (fol.4) sin que los traveses y murallas tengan capacidad para
hacer defensa alguna y para que la tuviera, era preciso echarle una camisa de piedra
y abrirle foso que no le tiene terraplenarlo y hacerle contra escape y entrada en
cubierta, rebellín y mudar la puerta que no está en la parte que debe, que aunque
en esto es preciso el gasto de la línea que señala don Juan Rugero es de más a la
Real Hacienda teniendo así mismo el inconveniente de quedar muy flaca por lo
que tanto a vuestra majestad referidos de la falta de vecinos y poca infantería, que
aunque tenga cumplido el número de su dotación no es bastante esto es a lo que mi
sentir con parecer del Teniente General Lucas de Berroa, quien se halla con entero
conocimiento de fortificaciones y de esta plaza de no representar a vuestra majestad
y que es grande el inconveniente de la poca gente que hay en esta isla y los pocos
medios para seguir una línea tan dilatada y en un terreno con tantos padrastros y
barrancos y que de muchos años a esta parte y ha ido en disminución, la gente de
esta isla con tantos terremotos con que su divina (fol.4v.) Majestad la ha amenazado
y porque esto tiene ahora remedio son adelantar más gasto y debido representarlo a
vuestra majestad reconociendo que cumplo con mi conciencia, con las obligaciones
de este cargo y con las de vasallo de vuestra majestad y aunque tengo entera satis-
facción de que estos son los medios para tener esta plaza en su mayor defensa con
la seguridad de quedar inexpugnable vuestra majestad mandará reconocerla a las
personas prácticas y científicas en estas materias, que si les asiste el celo de servicio
de vuestra majestad no dudo serán de mi sentir, de que Dios, la católica Real Per-
sona de vuestra majestad como la cristiandad desea. Santo Domingo, y abril 23 de
1679.
Esta es duplicado de la que hice a vuestra majestad el año pasado de 1679 en
ocasión de la flota y por el desconsuelo que me asiste habiéndome faltado el aviso
de haber llegado a la Reales manos de vuestra majestad, la vuelvo a presentar a sus
Reales pies y de nuevo suplico a vuestra majestad reciban de mandar se vean con
cuidado las razones que represento en la plaza que también duplico, movido por mi
conciencia que no la aseguraré hasta saber a llegado a la (fol.5) Real noticia de vues-
tra majestad lleva esta planta de nuevo una fortificación que de ha hecho después
que estoy en esta plaza muy necesaria y parece así para reedificar la brecha que tenía
la parte que mira al río y puerto como para dar traveses para la defensa mirando al
fuerte de San Diego por una parte y por otra a la puerta principal y vuelvo a suplicar
a vuestra majestad mande se me avise de la resolución que fuere servido tomar para
que yo esté cierto ha llegado el cumplimiento de mi obligación, cesárea, Católica
Real persona de que Dios guarde muchos años. Santo Domingo y noviembre 20 de
1680.

Don Francisco de Segura Sandoval y Castillo.

286
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

La ciudad de Santo Domingo de la Española, suplica


a vuestra majestad mande se vea la letra de esta carta
que contiene avisos secretos del serviCIo de vuestra
majestad y defensa de aquella isla

Archivo General de Indias


Santo Domingo 92

Santo Domingo, 29 de diciembre de 1679

Señor

Sirvió se vuestra majestad de hacer merced a esta ciudad, de mandar se hiciese


un lienzo de muralla, que le faltaba para quedar cercada, cometiendo su disposición
al Mariscal de campo don Ignacio de Sayas, entonces presidente y para delinearlo
vinieron dos ingenieros de orden de vuestra majestad con cuya asistencia se delineó
en forma, como constará por la planta que envió el presidente y para su costa mandó
vuestra majestad se trajesen de las cajas de México 120 mil pesos en seis años.
Y habiendo venido en tiempo del mismo presidente 40 mil pesos ni se dio prin-
cipio a la fábrica ni se habló palabras en ella, desconsuelo que quebrantó a esta
ciudad, con tan mal principio murió el presidente en el año de 1677, por el mes de
julio y entró vuestro gobierno como oidor más antiguo de la Real Audiencia el doc-
tor don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán, de cuyos procedimientos y acertadas
acciones se dio cuenta a vuestra majestad, siendo una de las principales dar princi-
pio a la muralla, siguiendo la línea señalada por don Ignacio de Sayas y los ingenie-
ros a instancia de esta ciudad toda reconociendo su celo en el servicio de vuestra
majestad que por su mano había de tener este principio tan deseados como impor-
tante a la defensa de esta plaza y sin haber en las arcas reales un real, dio principio
a la fábrica con consuelo general a todos, valiéndose de medios extraordinarios en
tanta necesidad, a crédito de la situación que envió a solicitar a México, comenzó la
cortina contigua a la otra muralla, haciendo un baluarte tan capaz en aquel ángulo
que descortina una y otra muralla y teniendo fabricado hasta el cordón, vino por
presidente, el maestro de campo don Francisco de (fol.1v.) Segura, que pareciéndo-
le la fábrica de toda satisfacción prosiguió en ella hasta acabar el baluarte en toda
perfección y por falta de medios suspendió la fábrica hasta que viniesen la situación.
Que fue Dios servido llegase en la armada de barlovento por fines de junio de
este año de 1679, a cargo de don Francisco de Lara, y trajo de cuenta de la muralla
60 mil pesos, noticia que celebró esta ciudad como tan interesada en el logro de
sus deseos que miran a la seguridad de esta plaza, y toda la felicidad de tan crecido
socorro ha servido de mayor desconsuelo, viendo que no se ha puesto una piedra
más a la fecha de ésta, no se trata de tal cosa, antes se han retirado los pertrechos y
herramientas a otra fábrica.

287
Genaro Rodríguez Morel

Nunca la marina, tan inútil a ojos de todos, con excusado sin consulta de la
Audiencia, ni ciudad, sin junta de hacienda ni otra diligencia que la asistencia
de Lucas de Verroa, sargento mayor que fue de esta plaza, a quién por su mucha
edad y falta de salud, jubiló vuestra majestad confirmándole un título de Tenien-
te General de la campaña, que le despacho el presidente don Ignacio de Sayas
con dispensa común de esta isla, por el descrédito que ocasionaron sus acciones
en la invasión de la armada inglesa en al año de 1655, que rechazó esta ciudad
con tanto crédito de las armas de vuestra majestad y siendo así que en la misma
situación que vinieron 4 mil pesos para reparar algunas ruinas del fuerte de San
Diego, defensa muy principal del puerto y muy cercana al nuevo baluarte, se ha
dejada como está, deteriorándose con el tiempo cada día más, lo que dificulta más
su reparo, invirtiéndose en efectos tan diferentes de la situación de la muralla y
fuerte de San Diego, sin más remedio que dar cuenta a vuestra majestad de quién
le espera únicamente esta ciudad. El pretexto que se ha entendido para estos
errores es otro peor, que es decir se da cuenta a vuestra majestad (fol.2) de que
será conveniencia mudar la muralla por diferente línea a título de ceñirla a menos
terreno, dejando fuera un gran pedazo de la ciudad y toda la muralla antigua que
recorre norte-sur, condenada para demolerla.
Este, es error sobre todo porque se imposibilita proseguir la última y más
necesaria defensa de esta plaza contra lo acordado y dispuesto por los ingenie-
ros enviados por vuestra majestad, con asistencia del presidente don Ignacio de
Sayas y resueltos por diferentes juntas que para ello hizo el doctor don Luis de
Padilla en cuya conformidad se dio principio a la fábrica con aplauso general. Y
todos estos fundamentos pretenden desvanecer Lucas de Verroa, para destruir
esta plaza, que clama a vuestra majestad por el remedio y suplica rendidamente
su brevedad, por lo que importa a la defensa de esta ciudad que se prosiga la
muralla por donde esta delineada, aplicando todos los medios necesarios para
que tenga electo, que es a lo que se reduce esta súplica como a cumplir con la
obligación de leales vasallos y tan beneficiados de la grandeza de vuestra majes-
tad, cuya Católica y Real persona goce de Dios como a menester la cristiandad.
Fecha en Santo Domingo, isla Española, diciembre 29 de 1679 años.

Don Antonio Enríquez Pimentel.


Francisco Franco Torquemada, Alcalde Ordinario.
Don Álvaro Silueta Pimentel.
Don Francisco Antonio de Guevara.
Juan de Aguilera Hinojosa.

Por la ciudad, don Gaspar Rodríguez de Albornoz. Secretario del cabildo.

288
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

REAL CÉDULA DIRIGIDA AL PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA


DE SANTO DOMINGO ORDENANDO QUE SE CELEBREN
LAS FIESTAS DE SAN PEDRO Y SANTO DOMINGO

Archivo General de Indias


Santo Domingo 238

Madrid, 22 de febrero de 1680

El Rey

Presidente y oidores de mi Audiencia Real que reside en la ciudad de Santo


Domingo de la isla Española, con vista de lo que don fray Domingo Navarrete,
arzobispo de la iglesia metropolitana de esa ciudad me ha presentado en carta de
4 de abril de 1669, he tenido por bien dar la presente pregunta, la cual os mando
celebréis por fiestas de tabla, la de San Pedro y Santo Domingo, patronos y titu-
lares de esa ciudad e iglesia, por los justos motivos de piedad y (fol.1v.) devoción,
que para ello concurren y así hagáis en otros días de festividad, con la asistencia
que en otros de semejantes clase se acostumbra y de haberlo empezado a practicar
me daréis cuenta de la presente ocasión. Fecha, Madrid a 22 de febrero de 1680.

Yo el Rey.

Por mandato del Rey nuestro señor, don José de Veitia y Linaje.

289
Genaro Rodríguez Morel

Traslado de una REAL CÉDULA ENVIADA A LOS OIDORES


DE LA AUDIENCIA DE SANTO DOMINGO EN LA QUE REFIERE
LOS ESCÁNDALOS PÚBLICOS DE LOS FUNCIONARIOS EN AQUELLA ISLA

Archivo General de Indias


Santo Domingo 64, Ramo III

Santo Domingo, 13 de noviembre de 1680

El Rey

Oidores de mi Audiencia Real de la ciudad de Santo Domingo de la isla Española.


Hace recibido una carta de veinte y uno de enero de este año en que me decir la
atención con que estábais de que se remediasen los pecados públicos y habíais
determinado proceder extraordinariamente al castigo en los delitos públicos de
amancebamiento y en los no. Tales con los más eficaces medios para conseguir el fin
de su corrección como se iba ejecutando y porque tan impensada resolución contra
estos pecados en que hay algunos escándalos y antiguos y mujeres mal entretenidas
con eclesiásticos habrá causado en los tocados de este vicio algunas quejas y porque
podría ser, viniesen a mi con ellas me dais cuenta de lo obrado y me la iréis dando
de lo que se ofreciere adelante.
Y habiéndose visto en mi Consejo Real de las Indias a parecido daros gracias,
como lo hago, del cuidado que habéis puesto en la corrección y remedios de los
pecados públicos porque se cree procederéis con las atenciones que más justifiquen
tales resoluciones y quedó advertido de lo que me decís en la carta referida para
que se lleve al dicho mi consejo en todas las ocasiones que vinieren quejosos cerca
de esta materia. (fol.1v.) En Madrid a veinte y cuatro de julio de mil y seis cientos
cincuenta y dos. Yo, el Rey.

Por mandado del Rey nuestro señor, don Gregorio de Leguina.

Concuerda con la real cédula original que para efecto de sacar esta copia, me la
entregó a mi el escribano su señoría el señor Mariscal de Campo, don Francisco de
Segura Sandoval y Castilla presidente de esta Real Audiencia, gobernador y capitán
general de esta isla a quien volví y firmo aquí su recibo a la cual me refiero y de
mandado de su señoría lo signé y firmé en la ciudad de Santo Domingo de la isla
Española en trece de noviembre de mil y seiscientos y ochenta años.

Francisco Lordelo. escribano.

Los escribanos que aquí firmamos damos fe que don Francisco Lordelo de
quien va signado y firmado este testimonio escribano de su majestad como se

290
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

firma fiel legal y de toda confianza y como tal usa y ejerce su oficio y su escritura
autos y testimonios y otros despachos siempre se les ha dado y da entera fe y crédito
judicial y extra judicialmente y para que conste oímos la presente en la ciudad de
Santo Domingo de la Isla Española, en trece de noviembre de mil y seiscientos
ochenta años.

En testimonio.

Blas Sánchez.

Gerónimo de Ledesma, escribano de su majestad.

Don Antonio de Ledesma.

291
Índice onomástico

A Antonio, criollo (negro) 281


Antonio, negro 278
Acevedo, Andrés de 10 Arada Sebastián (negro) 278, 280
Acosta y Cabrera, Diego de 252, 266 Arciniega, Luis de 84, 85, 87, 88, 89, 90,
Agüero Campuzano, Álvaro 114 91, 92, 150, 151, 152
Aguilar Campuzano, Alonso 113 Arévalo Sedeño, Pedro 107
Aguilera Hinojosa, Juan de 288 Arias de Herrera, Alonso (licenciado)
Aguilera, Antonio de (doctor) 31, 42 13, 24
Aguilón, Pedro de 114 Arista de Sobremonte, fray Benito 207
Agustina (negra) 281 Austria, Juan de 81
Alarcón Coronado, Francisco de 177 Austria, Marina de 190
Alarcón, Pedro Luis de 191 Ávila, Manuela de 214, 223
Alcocer Luis Jerónimo de (canónigo) Ayala, Francisco de 232
(licenciado) 142
Alfaro, fray Gerónimo 131
Aliaga Bernal, Jerónimo 242 B
Aliaga, Leonor de 196
Alvarado, Domingo 171 Bahoruco, Antonio (negro) 280
Álvarez de La Vega, Vicente 73 Bahoruco, Gonzalo (negro) 280
Álvarez de Mendoza, Pedro 153, 160 Balmaseda, Santiago de 208
Álvarez de Toledo, Agustín 81 Baltanas de Ribera, Pedro 79, 80, 104
Álvarez de Torres, Blas (canónigo) 142 Baltasar (negro criollo) 188
Álvarez Otáñez, Juan de 242 Barbosa, fray Juan (vicario) 249
Ampiés, Juan de 22, 34 Bardecí, fray Juan de 201
Angola, Juan (capitán) 188 Barrionuevo, Francisco 79
Angola, Antonio (negro) 281 Bastidas Valdez, Rodrigo de 80
Angola, Manuel (negro) 280 Bastidas, Rodrigo de 13, 80
Angulo, Luis de 19 Bejarano, Lázaro 34
Angulo, Pedro de 26 Bernáldez de Lorca, Lorenzo 24, 25, 28,

293
Genaro Rodríguez Morel

29, 113 Carvajal, Alonso de 79


Bernáldez, Bartolomé 112, 113 Carvajal, fray Alonso de 201
Bernáldez, Alonso (licenciado) 57 Carvajal, fray Andrés de 40, 41
Berroa, Lucas de 242, 243, 280, 282, 286 Carvajal, fray Antonio de 259
Betancourt, fray Diego 276 Carvajal, Pedro de 119, 121
Bitrián de Biamonte, Juan 162, 163, 173, Carvajal, Phelipe (negro) 281
174, 177 Casilla, fray Luis de 276
Blanes, fray Tomás 108 Castañeda, Juan de 72, 72
Bolívar, Simón de 39 Castaños, Gaspar 230
Borja, Juan 42 Castellón, Jácome de 22
Botello Maldonado, Francisco (licencia- Castillo de Noceda, Luis 248
do) 42, 49 Castro Cabrera, Antonio de (licenciado)
Botello, fray Manuel 83 10, 11, 12, 13, 14, 17, 62,
Bran Pedro (negro criollo) 280 Castro, Melchor de 23
Bran, Gaspar (negro) 280 Cepeda, Fernando de 191
Buitrago, Damián de 187 Cereceda, Alonso de 149
Cerezo, Benito 122
Chacón Abarca, Gerónimo 252
C Chavarría Martín de (capitán) 170, 277
Chávez Osorio, Gabriel de 137, 138, 143,
Caballero de Bazán, Juan 30, 46, 144, 150, 152
Caballero Pimentel, Álvaro 79, 104 Chinchilla, Alonso de 12
Caballero, Andrés 247, 248, 249, 250, 251 Cid, Antonio 144
Caballero, Diego 22, 23, 113 Cid, Juan 113
Caballero, Fernando 122 Cirica, Juan de 117
Caballos Cienza, Andrés de 168 Cisneros Laudín Francisco (licenciado)
Caballos, Pedro 124 (canónico) 142, 144
Cabiedes, Gregorio de (licenciado) 214 Clavijo, fray Juan Bautista 207
Cabo Verde, Francisco (negro) Cleregas y Lanusa, fray Joseph de 202
Cáceres Carvajal, Alonso de 104 Colbert 264
Cáceres, Diego de 79, 80 Collanez, Andrea 123
Calco, fray Thomas 276 Colón, Cristóbal 13, 138
Calderón, fray Pedro 276 Colón, Fernando 23
Campuzano, fray Agustín 31 Colón, Luis 22
Cárcamo, Alonso de 81 Conde de Olivares 147
Carrasco Barrionuevo, Diego 79, 80 Congo, Bartolomé (negro) 281
Carrillo de Mendoza, Hernando 36, 37 Congo, Domingo (negro) 281
Carvajal Campofrío, Alonso de 266 Congo, García (negro) 280
Carvajal y Cobos, Pedro 210, 211, 216, Congo, Manuel (negro) 281
217, 228, 230, 233, 236, 238, 240, Contreras, Fernando de 132
241, 242, 243, 244, 245, Cueto, Cosme de 171
Carvajal y Vargas, Pedro de 245
Carvajal, Alberto de 122

294
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

D E

Daza Dávila, Juan 79, 80 Enríquez Pimentel, Antonio 288


De la Concepción, fray Simón 227 Enríquez, fray Antonio 201
De la Cueva Maldonado Francisco (arzo- Enríquez, Juan 69, 70, 71, 112
bispo) 214, 218, 220, 221, 222, 238, 239 Eraso, Antonio de 39, 46, 47, 48, 49, 50,
De la Cueva Pereira, Francisco (alguacil 56, 58, 208,
mayor) 168 Eraso, Francisco de 9, 10, 11, 12, 13, 14,
De la Cueva Pereira, Francisco (alguacil) 15, 16, 17, 18, 19, 27, 29, 30, 31, 32,
168 33, 35, 37, 42, 43, 44, 45, 46,
De la Cueva, Alonso (regidor) 114, 165 Eraso, Juan de 67
De la Cueva, Alonso 114 Escoto, Juan Bautista (regidor) 169
De la Peña y Correa, Francisco 170 Espinoza, Juan de 122
De la Torre, fray Francisco 226 Esteban del Pulgar (negro) 281
De la Torre, licenciado Alonso 58
De las Cabezas de Meneses, Alonso
(licenciado) 53 F
De los Cobos, Francisco 23
De los Olivos, Luis 144 Facundo de Carvajal, Francisco 190
De los Olivos, Rodrigo 79, 80 Farfán de los Godos, Fernando 166
De Matos, Manuel 211 Félix Maldonado, Agustín 240, 245
De Mena y Sanmiguel, Diego 171 Fernández de Córdoba, Luis 175
De Palma, Hernando 122 Fernández de Fonseca, Miguel 150, 152
De Pineda, Salvador, Salvador (regidor) Fernández de Fuenmayor, Ruy 164
165 Fernández de Madrigal, Francisco 200,
De Ribero, licenciado Rodrigo 53 246
De Segura Sandoval y Castillo, Francisco Fernández Villafranca, Juan 221, 222
284, 286 Ferrufino, Miguel 72, 98
De Soto, Sebastián (capitán) 66 Figueroa, Baltasar de 79, 189
De Valdés, Pedro 73 Fragoso, Gonzalo 211
Decena, Felipe 189 Francisco Pío (arzobispo) 202, 224
Del Castillo, Damián (capitán) 188 Francisco (negro de Cabo Verde) 278
Del Monte, Domingo 112 Franco de Ayala, Antonio 122
Del Valle, Amador 113 Franco Torrequemada, Francisco 288
Díaz de Navarrete, Antonio 97, 98 Franco, Elena 152
Díaz de Peralta, Pedro 105 Franco, Enrique 151
Díaz de Pereyó, Fernando 122 Fray Juan Bautista 203
Díaz de Pineda, Pedro Ruiz 190 Fría, Francisco de 122
Díaz de Pineda, Ruy 190 Frías Manuel de (canónigo) 142
Díaz, Antonio 113 Frías, Francisco de 122
Domínguez, Francisco 112
Duarte, Fernández 112

295
Genaro Rodríguez Morel

G H

Gallego, Juan 171 Haro (licenciado) 23


Gamboa, (licenciado) 42 Henríquez, Juan 18
Gamboa, Otálora 49 Heredia, Antonio de 175
Garavito, Álvaro 204 Hernández Camarena, Diego 208
Garcés de los Faios, Juan (licenciado) Hernández de Contreras, Alonso 170
270, 277 Hernández de Cuellar, Antonio (alférez)
Garcés, Juan (licenciado) 259, 260 189
García Congo, Juan (negro) 281 Hernández de la Rosa, Alonso (alférez)
García Esquivel, Pedro (regidor) 170 130
García Hernández 23 Hernández de Liévana 19
García, fray Miguel 276 Hernández Guillén, Domingo 170
Gaso, Miguel 89 Hernández Melgarejo, Alonso 17
Germán, Alonso de 80 Hernández, Cristóbal 74
Germán, Bárbara 113 Hernández, Damián 166
Girón, Álvaro 242 Hernández, Francisco 17, 24
Godínez de Escobar, Francisco 106 Hernández, Miguel 112
Golindango, fray Francisco 227 Hernández, Pedro 23
Gómez Arces, Pedro 71 Hernando Mejía 125
Gómez de Sandoval, Diego 98, 126 Herrera Bernardo de 122
Gómez Zapata (licenciado) 10, 11, 12, Hidalgo, Francisco 248
13, 14, 17, 19, 24, 30, 42 Hurtado, Alonso 143
Gómez, (licenciado Botello) 49
González Berruguete 112
González de Melo, Manuel (racionero) I
123
González, Blas (canónigo) 142 Ibarra, Diego de 72, 75, 79, 80, 97, 98,
González, Salvador 114 104, 208
Ibarra, fray Mateo de 225
Gorjón, Hernando 32, 184, 186, 201
Ibarra, Juan de 61, 64, 65, 66, 68, 75, 76,
Grillo, Domingo 230
93, 97, 98, 99, 103, 110, 116
Guerra, Lorenzo 144
Ilarraza, fray Mateo 225
Guerra, Miguel 211
Infante, Rodrigo 22
Gutiérrez Adames, Gerónimo (regidor)
167
Gutiérrez de Meneses 204
J
Gutiérrez, Agustín 107
Gutiérrez, Martín 107, 110
Jáquez, Alonso de 230
Guzmán, Alfonso de 79
Jáquez, Antonio 112
Guzmán, Juan de (capitán) 155
Jarava, Gaspar de (licenciado) 10, 11, 12,
13, 14
Jiménez de Guevara, fray Agustín 118,
121, 123

296
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Jiménez, Juan (alcalde) 169 Lucena, Juan de 81


Jimenez, fray Pedro 276 Lucio, José Marcos 257
Jirón, Nuño 230 Lugo, fray Francisco de 225, 227
Joberas, fray Ignacio de 207 Luna, Antonio de (escribano) 167
Josep de San Joan (fray) 276
Jóver Busquets, Luis 79, 80, 104, 123,
124, 253 M
Jóver de Santa Cruz, Francisco 123
Juan del Rosario (negro) 281 Maldonado Otálora 42
Juan Silverio (negro) 281 Maldonado, Álvaro 126
Juan, negro 278 Maldonado, Diego 56
Juana Francisca 232 Maldonado, Juan Esteban 178
Manresa, fray Juan 276
Manso de Contreras, Alonso 169
L Manuel del Tablazo (negro) 281
Manzanilla, fray Juan de 43, 44, 91
La Gasca Salazar, Diego (licenciado) 55 Marmolejos, María 122
Lara, Francisco de 287 Martín, fray Juan 276
Ledesma, Antonio de 291 Martín, Gaspar 122
Ledesma, Beatriz de 122 Martín, Rodrigo 113
Ledesma, fray Antonio de 276 Martínez Caijero, Manuel (capitán) 270
Ledesma, Gerónimo de 291 Martínez Espadero, Alonso 55
Ledesma, Juan de 39, 55 Martínez Tenorio, Juan (licenciado) 107
Ledesma, Pedro de (licenciado) 39, 57, Martínez, fray Antonio 276
82, 127, Martínez, fray Diego 276
Leguía, Gregorio de 198, 204, 205 Martínez, fray Jacinto 202
Leguina, Gregorio de 290 Matamba, Miguel (negro) 281
Leguizamón, Diego de 112, 113 Matheo, fray Joseph 276
Lira Gil, Sebastián Parcero de 240 Mathero, fray Pedro 276
Matías, Estacio 227
Lomelín, Ambrosio 231
Medina, Diego de 122
Lope de Aguirre 15, 26
Medrano, Diego de 72, 79
Lope de Bardecí de Mella 79, 104
Medrano, Pedro de 231
Lope de Castro, Baltasar 100
Mejía de Villalobos, Gonzalo (licenciado)
Lope de Vega Portocarrero 67, 74
99
López de Maldonado, Ruy 104
Mejía, Alonso 167
López Melgarejo, Juan 79, 80, 82
Mejía, Diego 83
López, Juan 113
Mejía, doctor Antonio 45,
López, Juan 113
Mejía, Fernando 124, 125
López de Aozes 148
Mejía, fray Juan 84, 86, 87, 91
Lordelo, Francisco (escribano) 290
Mejía, Gonzalo 82
Lorenzo, Juan (regidor) 169
Melgarejo de Córdoba, Fernando 82, 83
Lorenzo, Diego 112
Melgarejo Ponce de León, Juan 177, 179,
Lorenzo, fray Antonio 276
183, 185, 187, 188, 189, 192, 193, 201

297
Genaro Rodríguez Morel

Melgarejo, Alonso 83 Moreno, Francisco 259


Méndez Caraballo, Juan (licenciado) 145 Morfo, Juan 211, 212
Méndez de Redondo, cura Diego 85, 105 Moscoso, Diego 18
Méndez de Sandoval, Diego 85 Mudarra, fray Juan 227
Méndez, Antonio (capitán) 122, 148 Mújica, Bernardino de 74
Méndez, Diego 151, 175 Muñoz Cordero, Juan 241, 254
Menéndez, Pedro 15 Muñoz, Alonso 19, 24, 30
Meneses, Bernardino de 204
Mina María (negra) 278
Mina de la Tortuga, Francisco (negro) N
281
Mina, Antonio (negro) 278 Narváez y Baldelomar, Gaspar de 107, 126
Mina, Francisco (negro) 278 Natera, Nicolás 221
Mina, Andrés Grande (negro) 281 Navarrete, fray Domingo (arzobispo) 289
Mina, Andrés (negro) 281 Nicolás Bahoruco (negro) 280
Mina, Andrés (negro) 281 Nicolás (negro) 278
Mina, Antonio Grande (negro) 281 Nieto laguna, Diego 242
Mina, Antonio (negro) 281 Núñez, María 122
Mina, Benito (negro) 281
Mina, Bernardo (negro) 281
Mina, Francisco Chiquito (negro) 281 O
Mina, Francisco Grande (negro) 281
Mina, Francisco (negro) 281 Obregón, Rodrigo de 73
Mina, Ignacio (negro) 281 Ocaña y Alarcón, Gabriel de 147
Mina, Joseph (negro) 281 Ochoa de Ocampo, Juan 254
Mina, Joseph (negro) 281 Ochoa de Villanueva, Melchor (capitán) 68
Mina, Juan (negro) 281 Ochurri, Pedro de 168
Mina, Leonardo (negro) 281 Ortega, Ana de 122
Mina, Lorenzo (negro) 281 Ortiz de Ribera, Fernando 79, 80
Mina, Lucas (negro) 281 Ortiz de Sandoval, Juan 79, 107
Mina, Luis (negro) 281 Ortiz, Antonio 214, 223, 224
Mina, Manuel (negro) 281 Ortiz, fray Juan 253
Mina, Miguel (negro) 281 Ortiz, Juan 72
Mina, Nicolás (negro) 281 Osorio, Antonio 81, 84, 85, 86, 87, 88,
Mina, Nicolás (negro) 281 89, 90, 91, 93, 95, 97, 98, 107, 109,
Mina, Santiago (negro) 281 148, 154, 177
Mina, Sebastián (negro) 281 Osorio, Diego 81, 102
Mina, Tomás (negro) 281 Otalora, Miguel de (licenciado) 49, 141
Minaya de Paz, Bernardino 18 Otalora, Miguel de 136
Molina, doctor Luis de 30, 31, 33, 42 Ovando, Joan 49
Monsieur, Letan 211 Oviedo, Alonso de 230
Montaño, Francisco 165 Oviedo, Alonso de (capitán) 230
Moran, Elvira de 122 Oviedo, fray Pedro de 141

298
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

P Porras Aragonés, Juan Cristóbal 170


Puerto Carrero, Lope de Vega 67, 74
Padilla Guardiola y Guzmán, Juan de
252, 266, 267, 268, 269, 270, 271,
272, 273, 274, 283, 287 Q
Padilla Guardiola y Guzmán, Luis Fran-
cisco de 287, 288 Quenda, Alvarado 82, 83
Padilla, Fernando, 66 Quesada, Gerónimo de 278, 279, 280
Páez Maldonado, Álvaro 126 Quesada, Juan de 184, 186
Páez Maldonado, Esteban 242 Quiñones, Antonio de 155
Páez Maldonado, Gaspar 118, 120, 121, Quiñones, fray Luis de 253
123, 124, 125, 126
Palma, Antonio de (criollo de Caracas)
281 R
Pantoja de Ayala, Francisco 179, 183,
185, 187, 195, 197 Rama, Luis (canónigo) 106
Paredes Carreño, Álvaro de 90, 91 Ramírez de Fuenleal, Sebastián 22
Paredes, Francisco de 155 Ramírez, Pedro 189
Pasamonte, Esteban de 22 Raymundo 85, 87, 89, 90, 92
Pedrálvarez, Gerónimo, 104 Rents, Pedro 66
Pedraza, Juan de, 123 Retuerta, Juan 177, 179, 183
Pedro de la Tortuga (negro) 281 Revilla, Pablo de 79
Peña, Diego de 79, 80 Riva Martín, Juan de 85, 87, 88, 89, 91
Peña, Luis de 122 Rivera, Pedro de 14
Pérez de Herrera, Juan 166 Rodrigo Baco 15
Pérez de Porras, Diego 70, 71 Rodrigo de Balcácer (licenciado) 126
Pérez Franco, Andrés 197, 198 Rodrigo Martín 113
Pérez, Antonio 259 Rodríguez de Albornoz, Gaspar 242
Pichardo, Antonio, 212, 267, 268 Rodríguez Franco, Francisco 152
Pimentel de Trejo, Francisco (canónigo) Rodríguez Lamegu, Manuel 135
142, 144 Rodríguez, fray Bernardino 203
Pimentel Henríquez, Francisco 205, 205 Rodríguez, fray Juan 125
Pimentel, Pedro 242 Rodríguez, Juan 165
Pimentel, Rodrigo 174, 229, Rojero, Juan Bautista (ingeniero) 256
Pineda licenciado (fiscal) 49 Romero, fray Diego, 202
Piñero, fray Cristóbal 207 Romero, Juan 113
Pizarro Carvajal y Morrón, Darío 238 Rosario, fray Antonio del 248, 249
Plasencia, Diego de (licenciado) 219, Ruiz Caballos, Francisco (alcalde) 168
221, 247, 248 Ruiz de Contreras, Juan 129, 130
Polanco de Henao, Pedro 167 Ruiz Gómez, Luis (licenciado) 118, 119,
Polanco, Luis (regidor) 171 121, 125
Polanco, Luis 171
Ponce, Antonio 22

299
Genaro Rodríguez Morel

S Tello de Guzmán, Juan 13


Tello de Sandoval, Francisco 31
Sáenz Navarrete, Juan Bautista 193 Toledo, Fadrique de 141
Salar, Juan de 212 Torres Montañez, Alonso de 167
Salas (licenciado) 33, 42 Torres, Diego 23, 69
Salazar, Francisco de 255 Torres, fray Pedro de 122
Salazar, Luis 177 Torres, Gerónimo de 69
Salgado, fray Manuel Felipe 276 Torres, Melchor de 201
Salinas Solís, Juan de 144 Torres, Obispo fray Facundo 146
Samano, Juan de 23 Troche, Rodrigo (capitán) 36, 37
Sampayo, fray Antonio de 276 Trujillo, Juan de 114
Sánchez Aragonés, Juan 188, 189 Turrillo de Ibarra, Francisco (capitán)
Sánchez de Andújar, Diego 119, 121 147, 149
Sánchez Gutiérrez, Diego 221
Sánchez, Mateo (canónigo) 142, 144
Sánchez, Blas (escribano) 151, 216, 219, U
221, 291
Santa Clara, Isabel de 122 Ureña, Baltasar de 122
Sanz Morquecho, Pedro 79, 82
Segura, Diego Francisco 242
Sepúlveda, Baltasar de 79, 80, 104 V
Serrano Castellanos, Pedro 79, 80
Serrano Ibarra, Francisco 144, 145 Vadillo, Juan de 22
Serrano, Francisco 141, 145 Valderrama, Jerónimo de (licenciado)
Sierralta, Bernabé 73 10, 11, 12, 13, 14, 31
Silueta Pimentel, Álvaro 288 Valdivia, Juan de (licenciado) 45, 46, 50
Silva Velazco, fray Cristóbal de 203 Valencia, Jerónimo de 242
Silva, Bernardo de 119, 121 Valenzuela, Alonso de 122
Silva, fray Juan de 203, 207 Vallejo, Juan de 22
Soderín, Juan de 113 Vargas Campuzano, Jacinto de 208
Solís, Andrés de 187 Vargas Machuca, Juan (capitán) 165,
Solórzano, Juan de 192 166, 167, 168, 169, 171
Soria, fray Jacinto de 84, 85, 86, 87, 88, Vargas, fray Joseph de 276
89, 90, 92, 128 Vargas, Jacinto de 233
Soto, fray Diego de (vicario) 249 Vargas, Leonor de 125
Sotolongo, fray Cristóbal de 276 Vázquez, Francisco (doctor) 14, 17, 19,
24, 30, 31, 33
Veitía y Linaje, Joseph de 255, 289
T Vela, Francisco Antonio 149
Velasco, Alonso de 81
Tajagrano, Francisco 181 Velasco, Gregorio de 130
Tapia y Cobos, Catalina de 238 Velasco, Nicolás de 178, 179, 184, 186,
Tapia, Francisco de 22 Velasco, Pedro de 81

300
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Velázquez de Medrano, Luis (Chantre) Y


142, 144
Vélez Mantilla, Gaspar (licenciado) 225, Yacayaca, Luis (negro) 280
226, 229, 232, 233, 246
Vergara, Juan Bautista 196
Vicioso, Lorenzo 112 Z
Viera Mesa, Manuel de 171
Villafañe Quirós, Pedro 114 Zape, Manuel (negro) 280
Villafranca, fray Baltasar 276 Zayas Bazán, Ignacio de (mariscal) 250,
Villafranca, fray Diego de 276 258, 266, 268
Villanueva, Juan de 129 Zuazo, Alonso 22
Zúñiga y Avellaneda, Francisco de 203,
205
Zúñiga, Diego de (licenciado) 55

301
Índice geográfico

A Caimito 112
Cajay 189
Algeciras 254 Canadá 265
Angola 148, 152, 159 Canarias 254
Aragón 254 Cardo 112
Aranjuez 12, 13 Castilla la Vieja 159
Aruba (isla) 34, Castilla 20, 69, 70, 95, 97, 125, 137, 208,
Austria 254 254
Ávila 81 Cerdeña 254
Azores (islas) 36, 37, 56 Ciudad de los Reyes 200
Concepción de La Vega 68, 79, 105, 106,
112, 113, 154, 167, 188, 189, 230
B Córcega 254
Córdoba 40, 41
Baní 114 Coro (ciudad) 34, 133
Baracoa 83 Cuba 82, 83, 132, 148, 156
Barcelona 75, 254 Cul le Sac 262
Bayaguana 230 Cumaná 108, 147, 149, 225
Bonaire (isla) 34, Curazao (isla) 34, 147
Bonao 189 Cuzco 141
Borgoña 254
Boyá 113
E

C El Buen Retiro 198, 205


El Carpio, 42, 43
Cabo Verde (isla) 37, 42 El Escorial 24
Cádiz 73, 99 El Pardo 39, 51, 52, 58

303
Genaro Rodríguez Morel

F L

Filipinas 81 La Habana 53, 73, 144, 193, 201, 202, 223


Flandes, 73, 74, 254 La Margarita (isla) 26, 31, 53, 56, 147, 156
La Mejorada del Cotuí 112, 113, 154,
171, 230
G La Tercera, (isla de las Azores) 56, 73, 156
La Tortuga (isla) 148, 156, 168, 176, 177,
Galicia, 57, 73, 239, 254 262, 163, 267, 273, 283
Gibraltar, 254 La Yaguana 101, 114, 154, 155, 157, 158,
Granada, 254 159, 160, 189, 273, 274, 278
Guaba (villa), 104, 155, 158, 211 Las Charcas 200
Guaba Chica, 262 Leogane 262
Guaba Grande, 262 León 254
Guanaibes, 82, 83, 211 Lima 200
Guantánamo, 83 Lisboa 42, 54, 56, 74
Guinea (isla), 46 Los Algarbes 254
Gumiel 103

M
H
Madrid 10, 11, 14, 15, 16, 17, 18, 25, 26,
Haina (villa) 11 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 38,
Higüey 77, 85, 86, 88, 89, 90, 91, 109, 44, 45, 49, 50, 55, 57, 65, 68, 69, 73,
128, 154, 230 74, 77, 78, 81, 115, 117, 127, 130, 136,
Holanda 265 161, 164, 172, 174, 176, 191, 192,
Honduras 30 193, 204, 213, 221, 231, 243, 246,
254, 255, 270, 289, 290.
Mallorca 254
I Matalinó (isla) 258
Medina Sidonia 12
Inglaterra 54, 56, 67, 73, 265 México 149, 200, 287
Italia 73 Milán 254
Montecristi 82, 114
Murcia 254
J

Jaén 254 N
Jamaica 56, 82, 83, 261, 263
Jerez de la Frontera 81 Navarra 254
Jerusalén 254 Neiba 114, 158, 211
Nipe 262
Nueva España 30, 49, 58, 71, 75, 137,
139, 152, 153, 160, 200

304
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

O 30, 32, 33, 34, 37, 38, 39, 41, 43, 44, 45,
46, 47, 48, 51, 54, 56, 59, 63, 65, 66, 69,
Ocoa 30, 46, 189 70, 72, 76, 77, 79, 82, 84, 85, 88, 90, 95,
Ojos de Agua 113 93, 94, 96, 98, 99, 101, 1030 104, 110,
112, 115, 116, 118, 119, 121, 123, 124,
125, 126, 127, 129, 131, 136, 141, 143,
P 144, 145, 149, 150, 151, 152, 153, 155,
161, 164, 172, 174, 190, 192, 198, 204,
Panamá 132, 200, 217, 246 205, 206, 207, 208, 213, 214, 221, 223,
Pedregal 112 230, 231, 237, 242, 246, 247, 248, 249,
Petit Guaba 278 250, 153, 255, 256, 260, 275, 278, 279,
Pontezuela 112 280, 282, 287, 289, 290, 291.
Portugal 36, 37, 42, 73, 81, 199, 200 Saona (isla) 112
Puerto Plata 52, 84, 86, 87, 88, 89, 90, 101, Segovia 36, 37
108, 109, 114, 128, 149, 154, 158, 159, Sevilla (ciudad) 9, 15, 18, 27, 29, 34, 36, 37,
160, 176, 52, 55, 57, 58, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 75,
94, 99, 130 ,135, 180, 181, 199, 244, 254.
Sicilia 254
S Siete Cabezas (pueblo) 235

Sabana de Caoba 112


Sabana de la Mar 158 T
Sabana de Mirador 112
Sabana del Bixao 112 Tierra Firme 19, 56, 75, 108, 137, 149,
Sabana Grande 112 159, 223, 225, 227
Sabana Guaco 113 Toledo 254
San Antonio de Monteplata 89, 168, 182, Toledo 9, 81, 254
230, Trinidad (isla) 31
San Juan de Bayajá 101, 104, 106, 114,
149, 154, 155, 158, 159, 160
San Juan de la Maguana 113, 114, 154 V
San Juan de Puerto Rico 77, 154, 161,
184, 186, 201, 202, 224, 225, 262, 264 Valencia 254
San Lorenzo de los Mina 131, 249, 253, Valladolid 76, 84, 93, 94, 95, 96, 97, 98,
271, 280, 282 99, 100, 102, 110, 115, 117
San Lorenzo el Real 46, 47, 48, 64, 66, Venezuela 15, 34, 91, 159, 164, 213, 214.
67, 119, 120 Vizcaya 254
San Miguel (isla de las Azores) 56 Y
Sanlúcar de Barrameda 12, 99
Santa Fe 200 Yuma 189
Santiago de los Caballeros 112, 154, 169,
176, 230, 237 Z
Santo Domingo (ciudad) 10, 11, 13, 14,
15, 16, 17, 18, 19, 24, 25, 26, 27, 28, 29, Zaragoza 19

305
Índice temático

A Armada de barlovento 176, 244, 287


Armada inglesa 235, 288
Abad 88, Armada real 73, 74
Abogado 141, 145, 192, 193, 238 Armada 13, 15, 73, 74, 100, 136, 138, 143,
Aceite 31, 20, 127, 133, 134, 210, 265 148, 153, 156, 157, 159, 176, 235, 273
Adúltero 224 Arquitectura militar 256
Agua bendita 115, 115 Arroz 133, 134
Agua potable 11 Artillería 13, 28, 54, 55, 56, 71, 75, 138,
Alarifes 109, 119, 131, 132, 139 147, 160, 190, 235, 284, 285, 286
Albañilería 119, 120, 121 Arzobispado 12, 132, 139, 140, 141, 146,
Alcabala 68, 94, 96, 179 196, 202, 221, 222
Alcaide 13, 22 Arzobispo Metropolitano 115, 289
Alcalde Mayor 165, 166, 167, 168, 169, Arzobispo 14, 26, 40, 41, 44, 48, 84, 86,
171, 212, 214, 237 87, 89, 90, 101, 102, 115, 116, 117,
Alcalde Ordinario 79, 107, 166, 167, 168, 129, 131, 132, 146, 174, 194, 196,
169, 170, 194, 222, 288 197, 201, 202, 206, 214, 218, 219,
Alcalde 51, 73, 79, 107, 119, 126, 166, 220, 221, 222, 223, 224, 225, 226,
238 227, 228, 232, 233, 234, 238, 239,
Alférez 74, 79, 107, 130, 149, 168, 189 240, 243, 259, 260
Alguacil Mayor 19, 79, 141, 152, 167, Azúcar 21, 68, 94, 137, 186, 265
168, 170, 214, 215, 223, 224 Azulejos 87, 88, 89
Alguacil 19, 74, 194
Almojarifazgo 68, 94, 95, 96, 179
Almoneda 17, 47, 150, 238, 268 B
Alzados en el Maniel 188, 234, 241
Amancebada, 194 Bahía de Moraste 82, 83
Amancebamiento 194, 195, 196, 197, Bahía Ocoa 154
214, 223, 290 Bajeles 67, 82, 139, 156, 180, 216, 264
Arcediano 141, 142 Banco financiero 17

307
Genaro Rodríguez Morel

Banda norte 82, 83, 84, 86, 87, 88, 89, Carabela (s) 15, 46, 54, 56, 67
90, 100, 101, 108, 112, 148, 154, 155, Carbón 133, 134
169, 176, 182, 267, 269, 271, 273, Carmesí (vara) 20
277, 278, 282 Carne fresca 231, 237,
Barbero 239 Carne salada 139, 231, 235, 237
Barco (s) 36, 37, 67, 77, 139, 226, 227 Carne 11,133, 134, 139, 149, 155, 176,
Bastimentos 15, 83, 134, 188, 271 182, 202, 203, 212, 216, 231, 285
Bienes de difuntos 27, 29, 52 Carnero 20, 134
Bienes raíces 145, 146 Carnicerías 182, 231, 237
Bizcochos 133 Casas de alquiler 20, 229
Borceguíes 20 Casas del cabildo 16
Boticario 10 Castillo de San Jerónimo 178
Botija 133, 134 Cátedra 14, 38, 201, 202
Bronce 48, 178 Catedral 12, 79, 109, 141, 245, 248
Bulas 141, 142, 146, 194 Cazabe 21, 133, 134, 146, 149, 182, 216,
222, 235
Cebada 159
C Cebo 133, 134
Cebolla 133
Caballo 20 Chalupa 67
Cabildo catedralicio 141, 145, Chocolate 224
Cabildo eclesiástico 132, 141, 142, 144, Cimarrón (es) 101
185, 187 Cirujanos 216, 222, 239
Cabo de san Germán 112 Claustro 87, 88, 89, 118, 119, 120, 131,
Cabo de Vela 26 202
Cabo Engaño 112 Clavo de herrar 20
Cabo Tiburón 154, 155 Clérigo (s) 26, 40, 63, 115, 116, 123, 156,
Caleta de Guibia 178 194, 196, 197, 222, 259, 260, 263
Calle pública 219, 239, Colchones 239
Calor 70, 102, 159 Colegio 33, 184, 186, 201
Camisas 239 Comercio 71, 75, 100, 156, 179, 180, 199,
Canónigo 12, 105, 106, 142, 144, 145, 146, 209, 252, 258, 263, 266, 275, 276, 283
201, 238, 239 Compañía de Jesús 33, 184, 186, 187, 259
Canónigos seglares 18 Comunión 239
Canonjía 12, 68, 129 Conquista de los Manieles 236
Cantería 87, 88, 121 Contratador (es) 69, 70,
Cañafístola 68, 94, 137, 154, 155, 176 Convento de la Madre de Dios 122, 125
Cañamazo (vara), 20 Convento de los Capuchinos 258
Cáñamo 158, 159 Convento de Regina Angelorum 247
Cañaverales 189 Convento de San Francisco 191, 206,
Capellanías 85, 86, 87, 88, 90, 128, 275 207, 210, 225, 227, 247, 256
Capilla Nuestra Señora de la Angustia Convento de San Lorenzo 253
248 Convento de Santa Clara 247

308
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Convento de Santa Cruz (San Francisco) Diezmos 26, 34, 85, 105, 156, 157
210 Difunto 18, 81
Convento de Santo Domingo (Predica-
dores) 29, 86, 87, 88, 90, 108, 128,
203, 248, 275 E
Convento Nuestra Señora de las Mer-
cedes 118, 119, 121, 123, 125, 127, Eclesiástico 63, 65, 76, 110, 115, 117,
131, 143 132, 141, 142, 144, 146, 156, 157, 185,
Convento San Pedro Mártir (Orden de 194, 195, 196, 197, 232, 247, 264, 290
Predicadores) 91 Embarazos 192, 218, 234, 243, 285
Convento, 27, 29, 32, 52, 84, 85, 86, 86, Enfermedad 81, 192, 209, 214, 223
87, 88, 89, 90, 91, 92, 108, 109, 118, Enfermos 79, 147, 173, 216, 219, 222
119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 126, Ermita de San Antonio Abad 248
127, 128, 131, 132, 139, 143, 182, 191, Ermita de San Miguel 248, 256
201, 203, 206, 207, 210, 225, 227, 228, Ermita 61, 248, 256
247, 248, 249, 253, 256, 275, 276 Escapulario 109
Corambre 169, 212, 237, 275 Esclavo (s) 9, 18, 37, 42, 58, 77, 114, 123,
Coro de la iglesia 115, 116, 118, 119, 120, 124, 125, 131, 135, 150, 152, 159,
121, 125, 132, 190, 201, 247, 249 169, 176, 182, 186, 188, 199, 200,
Corrales 138, 158 209, 218, 234, 236, 237, 243, 250,
Corsario inglés 54, 62 268, 271, 275, 277
Corsarios 13, 28, 34, 54, 55, 56, 62, 67, Escolástica 14
101, 261, Escribiente 21
Criado (s) 46, 53, 58, 62, 100, 115, 141, Escritura 18, 151, 152, 291
157, 197, 237, 238, 239, 251, 263 Estancias 24, 101, 188, 209, 218
Criadores de ganado 237 Excomunión 100, 105, 197, 232, 233, 239
Criollos del Maniel 189
Cristo crucificado 247
Cuatro Calles 47 F
Cueros 20, 21, 68, 83, 94, 101, 112, 137,
139, 148, 149, 154, 182, 263, 275 Fiadores 17, 58
Culto divino 12, 52, 182, 185, 186, 276, Fiesta de San Lázaro 222
Cuños 39 Fiesta de Tabla 289
Cura 88, 105, 106, 109, 129, 173, 248 Fiesta votiva 206
Flamencos 82, 100
Flota, 15, 49, 53, 56, 57, 58, 63, 71, 75,
D 137, 154, 160, 286
Forasteros 103, 143, 149, 184, 230, 250,
Delincuentes 167, 169, 197 266
Despoblaciones 84, 85, 86, 88, 89, 90, Fortaleza de la Tortuga 262
114, 148, 155, 158, 169 Fortaleza 13, 22, 28, 48, 262, 264
Despoblado 24, 82, 84, 85, 86, 88, 112, Fortificación 147, 149, 162, 176, 256,
153, 155, 157, 158, 209, 211, 212 284, 285, 286

309
Genaro Rodríguez Morel

Frailes 29, 52 H
Franceses 34, 54, 100, 112, 211, 212, 244,
250, 258, 263, 264, 265, 268, 271, Harina 20, 133
273, 274, 277, 278, 280 282, 283, Hato Buenavista 114
Fraude (s) 24, 59, 208 Hato Celestina 113
Frutos 21, 68, 69, 70, 75, 94, 100, 132, Hato Cristóbal 114
135, 137, 146, 153, 154, 155, 156, Hato de Aminilla 112
157, 158, 169, 179, 180, 181, 182, Hato de Cana 112
184, 250, 265 Hato de Chapuí 112
Fuerte Carbel 258 Hato de Jamimón 113
Fuerte del Predicador 258 Hato de Jimamagao 112
Fuerte Real 258 Hato de la Estrella 114
Fuerte San Diego 286, 288 Hato de la Higuera 113
Fuerte San Gerónimo 284 Hato de La Mata 113
Fuerte San Pedro 258 Hato de las Charcas 113
Hato de Mao 112, 113
Hato de Oveja 113
G Hato del Cerro de la Gorra 113
Hato del Mirable 113
Galeones 137, 141 Hato del Yaque 113
Galera (s) 36, 37, 53, 81, 100, 156, 226, Hato el Gavilán 113
228 Hato La otra Banda 114
Gallina 20, 122, 123, 133, 220 Hato Ojeda 114
Ganado alzado 237 Hato sabaneta 114
Ganado cimarrón 158, 159 Hatos de vaca 23, 112, 113, 123, 124
Ganado de cerda 139 Hatos 101, 113, 114, 124, 153, 154, 155,
Ganado mayor 231 156, 157, 158, 182, 209, 237
Ganado ovejuno, 34 Herejes 100, 108, 226, 260
Ganado vacuno 34, 149, 154, 182, 186, Hierro134, 153
237, 261 Hilo de cocer (libra) 21
Ganado 113, 124, 139, 153, 158, 189 Hoja de escribir 21
Ganado, hacienda 88 Holanda (vara) 20
Gorgojo 70 Holandeses 148
Gorra de lana 20 Hospital de San Andrés 248
Gramática 33, 184, 186 Hospital San Lázaro 216, 219, 221, 224,
Granjerías 11, 25, 68, 147, 154 247, 248, 256
Guarda del río 22 Hospital San Nicolás 201, 206, 248
Hospital 173, 201, 206, 216, 217, 219,
220, 221, 222, 224, 247, 248, 256
Huertas 11, 256
Huevo 20
Huevos 133, 220
Huracán (s) 13, 131

310
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

I Letrados 64, 193


Libros 55, 100, 108, 110, 111, 117, 175,
Idólatras 157 216, 222, 263
Iglesia Mayor 79, 247 Limosna (s) 27, 29, 32, 48, 52, 109, 118,
Iglesia metropolitana 115, 116, 129, 222, 119, 124, 125, 126, 127, 128, 131,
289 132, 139, 173, 182, 191, 203, 210,
Iglesia Parroquial 248 216, 217, 219, 221, 222, 253, 275
Iglesias 26, 27, 31, 34, 65, 68, 77, 85, 86, Lino 158, 159
88, 89, 90, 105, 109, 117, 118, 120, Liturgia 91
121, 125, 127, 129, 131, 132, 139,
143, 146, 156, 157, 174, 201, 203,
234, 243, 247, 248, 249, 260, 263, 275 M
Imagen milagrosa 85, 86, 88, 89, 90, 91,
128, 247 Madera 87, 101, 119, 121
Imagen 77, 88, 109, 131, 248, 249, 260 Maestreescuela 201
Indios, 34, 40, 53, 100, 135, 254, 257, Maíz 21, 133
159, 182, 202, 213, 225 Mal de San Lázaro 219, 222
Infantería 162 Mancebas 194
Ingenio de Nigua 188 Manteca 166
Ingenio de Ocoa 30 Mantenimientos 27, 34, 57, 149, 203
Ingenios de azúcar 24, 25, 135, 258 Marineros 148
Ingleses 54, 100 Máscaras de mujeres 190
Inquisición 108 Matadero 182, 256
Iglesia catedral 12, 14, 26, 48, 245, 247 Medicina 10, 133, 134, 222
Médico 173, 216, 222, 239
Melado 133
J Membrillo 133
Mercadería (s) 9, 17, 22, 30, 46, 69, 70,
Juegos 103 71, 75, 95, 96, 100, 137, 138, 157, 180,
Juez eclesiástico 142, 196, 197 181, 208, 263
Jugadores 103 Minas 29, 100, 101, 153, 157, 176, 177,
199
Misa 31, 79, 88, 105, 115, 116, 157, 191,
L 221, 222, 224, 249
Miseria 162, 173, 252, 275
Labradores 24, 158, 159 Molinos 11, 158
Labranzas 23, 135, 158, 209, 261 Monasterio de la Orden de Santo Do-
Ladrillos 119 mingo, 29, 52
Ladrones 177 Monasterio de Nuestra Señora de las
Lanchas 82, 83, 138, 148, 155 Mercedes 120
Legumbres 149, 285 Monasterio de Nuestra Señora de los
Lengua de los indios 202 Ángeles 32
Leña 133 Monasterio de Regina Angelorum 27

311
Genaro Rodríguez Morel

Monasterios 27, 29, 31, 32, 40, 43, 52, 209, 218, 231, 234, 235, 242, 243,
120, 121 252, 258, 262, 263, 268, 271, 272,
Moneda 17, 33, 39, 62, 81, 120, 121, 122, 278, 279, 280, 282
125, 150 Negros alzados 172, 188, 218, 234, 241,
Monjas de Santa Clara 247 242
Monjas 27, 32 Negros cimarrones 101
Montañas de El Maniel 234 Negros libres 114
Monte (s) 102, 150, 155, 158, 203, 218, Negros rebeldes 243
237, 261, 284 Nuestra Señora de la Altagracia ( ima-
Monterías 123, 124, 139, 159, 182, 186, gen) 77, 85, 86, 88, 90, 109, 128
218, 231
Montes del Maniel 218
Moradores 11, 26, 68, 94, 96, 104 O
Mortandad 209
Mujer (es) 10, 34, 95, 99, 156, 190, 194, Obispo 22, 91, 141, 142, 232
214, 215, 219, 223, 224, 227, 249, Orden de Calatrava 205
258, 265, 271, 278, 281, 282, 290 Orden de las Mercedes 41, 123, 124, 127,
Mula, 20 131, 139, 202
Mulatas libres, 190 Orden de San Agustín 18
Mulatos 159, 184, 186, 225 Orden de San Francisco 191, 206, 210, 227
Munición (es) 13, 55, 71, 75, 105, 147, Orden de Santiago 95, 97, 98, 190
162, 178, 211, 236, 243 Orden de Santo Domingo (Predicadores),
Muralla 149, 198, 203, 251, 256, 277, 27, 29, 31, 32, 41, 43, 44, 84, 85, 86, 87,
284, 285, 286, 287, 288 89, 90, 91, 92, 108, 109, 128, 131, 141,
Música 190 182, 201, 202, 275
Oro 18, 153, 276
Oro, minas de 153, 159
N Oro, pesos de 22, 23, 27, 29

Nao 15, 46, 53, 55, 66, 67, 73, 148, 154,
176, 180, 181, 189, 190 P
Naos perdidas 73
Navío (s) 13, 15, 18, 30, 34, 36, 37, 46, 53, Padre provincial 41, 86
54, 55, 56, 57, 70, 74, 75, 82, 83, 101, Palo de brasil 148, 149, 155, 176
112, 126, 135, 137, 138, 139, 147, 148, Palo de Campeche 263
150, 152, 154, 155, 156, 156, 157, 159, Pan 25, 149, 216, 235
160, 169, 176, 180, 181, 187, 199, 209, Papel (resma) 20
229, 250, 259, 261, 264, 266, 270, 275, Parroquia Santa Bárbara 248
277 Pecados públicos 167, 194, 290
Negociantes 68 Perlas 53, 66, 276
Negros (as) 30, 40, 42, 46, 77, 78, 100, Personas piadosas 219
101, 135, 138, 148, 150, 155, 159, Pertrechos de guerra 236
172, 184, 186, 188, 189, 199, 200, Pescado 158

312
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Piedra Lumbre 134 R


Piratas 82, 84, 86, 87, 88, 89, 90, 112, 156,
250, 267 Racionero 12, 68, 144, 145, 201
Plata ( ducados) 173, 199 Recates 82, 84, 86, 87, 88, 89, 90, 92, 100,
Plata (pesos) 150 101, 102, 108, 148
Plata (real) 62, 152, 221, 222 Religión 108, 154, 157, 284, 186, 187,
Plata 18, 39, 86, 135, 143, 153, 159, 276 201, 203, 206, 225
Plata, maravedís 246 Religioso (s) 31, 127, 157, 191, 201, 202,
Plátanos 133, 188 223, 225, 227, 228
Plaza del capellán 191 Rentas reales 69, 70
Playa de Guibia 138, 178, Rentas 30, 69, 70, 85, 86, 87, 89, 121,
Pobreza 48, 62, 77, 82, 85, 86, 88, 89, 90, 125, 185, 216, 221
91, 118, 131, 132, 146, 169, 179, 180, Rescates 82, 86 ,87, 88, 89, 90, 92, 100,
182, 222, 249, 250, 252, 261, 275, 276 101, 102, 108, 148
Pollo 20 Retablo 77
Pólvora 70, 212, 262, 267 Rey de China 53
Portugueses 180, 199, 200, 270 Río (s) 11, 22, 23, 113, 138, 153, 158,
Prebendas 38, 63, 129, 156 159, 262, 264, 280, 282, 285, 286
Precio (s) 20, 57, 83, 95, 127, 135, 146, 157 Río Dajabón 212
Predicador virtuoso 201 Río Haina 284
Prelado, 14, 40, 63, 65, 100, 132, 194, Río May 264
201, 224, 240, 259 Río Mijo 158
Presbítero 68, 123, 219, 253, 259 Río Neiba 158
Presos 53, 83 Río Nizao 177
Prior (es) 29, 40, 52, 57, 69, 70, 75, 84, Río Ozama 256
86, 128, 201, 202, 203, 248, 276 Río Ramada 113
Priora 27, 32 Río Verde 112
Prisioneros 155, 169, 244, 258, 262, 268, 273 Río Yagua 155
Procurador de pobres 23 Ropa 154, 156, 157, 162, 216, 219, 222
Pueblos, 26, 40, 73, 84, 85, 86, 88, 89, Ruán (tela) 20
101, 149, 218, 234, 236
Puerco (arrelde) 20
Puerto de Bayajá 157 S
Puerto de Ocoa 30, 46
Puerto de Samaná 268 Sacrilegio 194
Puerto de Yuma 77 Sagrada Escritura 14
Puerto Escondido 83 Sal 53, 133, 148, 149, 153, 222
Pulperías 162 Salario (s) 22, 26, 50, 62, 73, 81, 97, 98,
Punzones 39 123, 124, 173, 191, 246
Salinas 100
San Lorenzo (pueblo) 280, 282
Q Santo Oficio 201
Santos sacramentos 26, 34, 86, 88, 89, 90,
Quesos 133 91, 105, 248

313
Genaro Rodríguez Morel

Santuario 88 U
Seda (tela) 21
Seglares 18, 63, 76, 110, 146, 194, 201, 249 Ungüento 134
Sermones 202, 222 Universidad 14, 38, 64, 91, 201, 276
Sierra del Maniel 188, 242, 243
Solares 123,
Soldado (s) 67, 73, 74, 141, 142, 148, V
149, 160, 162, 169, 173, 176, 178,
198, 204, 211, 212, 216, 217, 219, Vacas 11, 139, 146, 177, 237
227, 236, 243, 250, 254, 262, 263, 265 Vagabundos 165, 166, 167
Valle de Guaba 105, 106, 273
Valle de Magantos 155, 160,
T Valle de San Juan 155, 158, 189,
Vaquero 23, 275
Tabaco 133, 137, 147, 148, 154, 161, 258, Vecindad 82
261, 262, 263, 264, 265, 269, 275 Vecinos 11, 16, 17, 24, 26, 29, 57, 59, 68,
Tabernas 162 69, 70, 77, 78, 82, 83, 85, 86, 87, 88,
Tafetán (vara)20 89, 90, 91, 94, 96, 101, 105, 118, 120,
Techumbre 87 131, 137, 169, 143, 149, 154, 155, 156,
Temblor de tierra 131, 132, 154, 149, 253 157, 159, 168, 169, 176, 177, 179, 180,
Teología escolástica 14 182, 184, 186, 190, 199, 203, 209, 231,
Teología 14, 201, 202, 276 237, 243, 249, 250, 262, 266, 275, 286
Terciopelo (vara), 20 Vicario 18, 26, 41, 90, 92, 207, 226, 249,
Terremoto, 247, 348, 249, 250, 251, 275 276
Tiendas, 162 Vinagre (arroba) 20, 133
Tierra (Repartimiento), 24 Vino (botijas) 133, 134
Tierra Adentro, 73, 114, 165, 166, 167, Vino 20, 31, 127, 210, 265
168, 169, 171, 211, 222, 230, 250, Viudas pobres 171
269, 285
Tratantes, 68
Trementina, 134 Z
Tributos, 87, 121, 125
Trigo 24, 25, 158, 159, 265 Zapatos 20

314
Índice general

Real cédula donde se da licencia a todas las personas que quisieren pasar esclavos
a La Española lo puedan hacer, no sin antes saber de qué manera han pasado . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Para que la Audiencia provea como sea examinado


Andrés de Acevedo de Boticario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Sobre provisión de agua potable a la ciudad de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Que el canónigo Alonso de Chinchilla vuelva a su catedral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Para que visite la fortaleza e informe sobre artillería de ella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Para que el arzobispo de Santo Domingo visite la universidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Real cédula donde refiere, entre otras cosas, la llegada de Lope de Aguirre a Venezuela.
Asimismo dice que se le dé ayuda a Pedro de Menéndez para que pueda zarpar . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Que no se junten a hacer cabildo fuera de las casas del consejo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

Sobre la petición que hizo Hernández Melgarejo


para poner un banco financiero en Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Sobre el maestro Benardino Minaya de Paz, reformador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Para que el capitán Luis de Angulo tenga voz y voto en el ayuntamiento de Santo Domingo
por el tiempo que fuere alguacil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Memorial en la que los escribanos y relatores de la cancillería se quejan del mal estado
en que viven en la isla y lo mal que se les paga. Igualmente señalan los precios
de los productos de la isla los cuales dicen que valen diez veces más caros que en Castilla. . . . . . . . . 20

Relación de los salarios que vuestra majestad manda a pagar cada año en esta isla Española. . . . . . . 22

Sobre las tierras que se repartieron . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Real cédula sobre sembrar trigo en la isla Española. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

Sobre petición vecinos de la isla Margarita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

315
Genaro Rodríguez Morel

Limosna de 500 pesos al monasterio de Regina Angelorum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Que se acabe de hacer el lienzo delantero de la fortaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28

Petición de limosna para el convento de Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Sobre el puerto de Ocoa e ingenio de Juan Caballero de Bazán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Sobre programa misional de fray Agustín Campuzano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Para ayudar al monasterio de Regina Angelorum. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

Sobre destino del colegio para ser dirigido por compañía de Jesús. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Sobre infomaciones llegadas a la corte contra Lázaro Bejarano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

Real cédula en la que se hace referencia a la prisión del capitán Rodrigo de Troche,
presidente y oidor de la Audiencia de Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

Real cédula enviada al embajador de Portugal referente a los esclavos


que han ido sin registrar a La Española desde las islas de Cabo Verde. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Para visitar el estudio y universidad de la ciudad de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Real cédula enviada al presidente y oidores de La Española relacionada


con el labrar la moneda en aquella isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

A los provinciales de las órdenes religiosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Al provincial de la merced de estos reinos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Real cédula dirigida al embajador de Portugal referidas a los esclavos que pasan de aquellos
reinos a La Española sin registro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

A fray Juan de Manzanilla de la orden de predicadores de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Al arzobispo de Santo Domingo sobre fray Juan de Manzanilla de la orden


de predicadores de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

Real cédula que trata sobre el reparo de las casas reales de la ciudad de Santo Domingo . . . . . . . . . 45

Sobre artimañas de Juan Caballero de Bazán en Ocoa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

Acerca de la venta de unas casas en las Cuatro Calles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

Acerca de la campana de la santa iglesia catedral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

Real cédula ordenando que el licenciado Pineda, fiscal de Santo Domingo


vaya a servir en la flota que se prepara para Nueva España. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

Real cédula ordenando que no se le ejecuten las deudas que tiene el licenciado
Pedro de Ledesma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

Acerca de los regocijos en una ventana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

316
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Sobre convento dominico de Puerto Plata de la isla Española. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

Carta enviada al rey por el licenciado Rodrigo de Ribero,


informándole sobre la situación de la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

Real cédula en la que se avisa al presidente y oidores de La Española


sobre los corsarios ingleses y franceses que van hacia aquellas partes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

Real cédula enviada al presidente, jueces y oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla.


En la misma refieren que los navíos que pasan a las Indias no llevan la artillería
ni municiones que disponen las ordenanzas. Ordena que en lo adelante las mismas se cumplan. . . 55

La Audiencia de la isla Española dándole aviso de los corsarios y que notifiquen a los capitanes
y maestres de navíos que de allí salieron para estos reinos que no toquen a la islas de los Azores. . . . . . 56

Sobre la necesidad de llevar mercancías a la isla Española, aunque sea de las costas
de Galicia, sobre todo por los altos precios que tienen los productos que van a aquella isla. . . . . 57

Sobre la imposiblilidad que tuvo el licenciado Alonso de Torre para llevar


unos esclavos a La Española por no tener licencia para ello. Mediante esta cédula
se le da autorización para que no se moleste. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

Real cédula sobre las peticiones de méritos y servicios a los vecinos de la isla Española. . . . . . . . . . 59

Carta enviada a su majestad por el licenciado Castro, relator de la Audiencia.


En la misma refiere los contratiempos que han habido en la isla por la reducción de la moneda. . . 62

Real cédula enviada a los miembros de la Audiencia de Santo Domingo sobre la petición
de los privilegios a los eclesiásticos como a los seglares. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Real cédula enviada al presidente y oidores de la Audiencia de Santo Domingo


sobre la orden que hay para las informaciones de la petición de méritos y servicios . . . . . . . . . . . . . . 65

Real cédula autorizando a Pedro de Rents, ayudante de cámara para que pueda
traer perlas de las Indias por valor de quinientos ducados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

Real cédula enviada al gobernador de la isla Española dándole aviso


sobre los corsarios que se preparan para ir hacia aquellas partes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

El racionero Joan de Alfaro presbítero suplica a vuestra majestad le provea una chantría
a la iglesia de La Vega o una canonjía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68

Real cédula para que los frutos de la isla se puedan llevar a Castilla lo antes posible
para que los mismos no se corrompan. Se autoriza que vayan siete filibotes
de docientas toneladas cada uno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

Carta enviada pidiendo que los productos que se producen en la isla se envíen
pronto a Castilla ya que el calor que hace en la isla los pudre. Para ello piden que se dejen
ir a la isla cada año seis filibotes de 200 toneladas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

Carta de Juan Ortiz de Sandoval presentando la carta de contador de la Real Hacienda


de su majestad por ausencia de Diego de Ibarra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

Solicitud de los miembros del consejo en la que piden que se le paguen 250 ducados
de salario al alcalde mayor de la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

317
Genaro Rodríguez Morel

Real cédula enviada al presidente y jueces de la Casa de la Contratación de Sevilla.


En la misma se ordena que puedan ir a la isla los navíos que quisieran para
las exportaciones de los productos de aquella isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

Real cédula dirigida al presidente de la Audiencia de Santo Domingo


en la que manda cuál será la forma de pedir las mercedes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76

Carta que envían los miembros del consejo en la que piden enviar 100 esclavos
para entregarlos a los vecinos de Higüey para que la villa no quede vaca en gran perjuicio
para su iglesia de gran advocación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77

Actas de la elección de los alcaldes ordinarios de la ciudad de Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

Carta que envían los miembros del consejo de su majestad donde informan,
entre otras cosas, sobre la muerte de Diego Osorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

carta de Fernando Melgarejo de Córdoba sobre méritos y servicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

Carta del prior del convento de Puerto Plata pidiendo explicación por los daños sufridos
en el dicho convento por las despoblaciones de 1605 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

Real cédula enviada por el rey a los miembros de la Audiencia de Santo Domingo
en la que delega mayores poderes para el presidente de la Audiencia, don Antonio Osorio . . . . . . 93

Carta en la que se pide prorrogar por seis años más la merced de vuestra majestad
para que los productos de La Española solo pagaran el seis por ciento de alcabala
y almojarifazgo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

Carta en la que se dice de los altos precios que cuestan las mercadurías que llegan de Castilla
a dicha isla Española. Por tal razón piden que se puedan llevar dos mil ducados libres
de impuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

Carta en la que se informa de la merced hecha a La Española para que sólo se pagara
el dos y medio por ciento de impuestos de alcabala y almojarifazgo en vez del siete
y medio que se pagaba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

Real cédula en la que se ordena pagar a don Antonio Osorio la suma de cinco mil ducados
hasta que este se embarque para Castilla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

Traslado de una real cédula enviada al gobernador don Antonio Osorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

Real cédula enviada al presidente y jueces de la Casa de la Contratación de Sevilla.


Mediante la misma se le da licencia al licenciado Mejía de Villalobos para que le dejen
pasar a dicha isla sin que tenga que llevar a su mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

Carta donde se habla de los excesos que cometen los franceses en la banda
norte de la isla y lo despoblada que está la misma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100

Real cédula ordenando prohibir los juegos de azar que hay en aquellas partes. . . . . . . . . . . . . . . . . 103

Carta del cabildo de Santo Domingo en la que ofrecen dos destacados miembros
de esa entidad edilicia para el servicio de su majestad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

Carta del cabildo de La Vega que se refiere a la situación de los alzados del valle de Guaba
y del cura Diego Méndez de Redondo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

318
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Carta de Juan Ortiz de Sandoval pidiendo mercedes por sus méritos y servicios a la corona. . . . . . 107

El convento de Puerto Plata de la orden de Santo Domingo de la isla Española. . . . . . . . . . . . . . . . 108

Carta de Baltazar López haciendo referencia a una real cédula de vuestra majestad
en la que refiere la forma que hay que tener para enviar al Consejo de Indias
las informaciones de los oficios y beneficos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110

Relación de los hatos de vaca que había en la banda


norte de la isla, los cuales fueron despoblados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

Real cédula sobre las competencias que tienen el presidente de la Audiencia


de Santo Domingo y el arzobispo metropolitano de la misma en las procesiones. . . . . . . . . . . . . . . . 115

carta al señor fray Agustín Jiménez de Guevara, comendador del convento


Nuestra Señora de las Mercedes de la ciudad de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

a la Audiencia de la isla Española, que informe sobre que el convento


de Nuestra Señora de las Mercedes de la ciudad de Santo Domingo pide se le haga mérito
y limosna para su reparo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

Real cédula enviada a los oficiales de la Real Hacienda de la isla Española.


En la misma refiere que el convento de Las Mercedes de la ciudad de Santo Domingo
sobre la merced que tenía dicho convento del vino y el aceite para alumbrar el sacramento. . . . . . . . 127

Carta del convento de Santo Domingo pidiendo explicación por el desmantelamiento


del convento que tenía en la villa de Puerto Plata. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

Real cédula enviada al arzobispo de la iglesia de Santo Domingo en la que dice la renta
que tienen los prebendados de ella. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Real cédula enviada al presidente de la Casa de la Contratación de Sevilla. Mediante


la misma manda dejen pasar a La Española al alférez Alonso Hernández de la Rosa . . . . . . . . . . . . 130

Relación hecha por fray Gerónimo de Alfaro sobre el convento de Las Mercedes . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Carta de Diego de Acuña presidente de la Audiencia de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Carta enviada por los miembros de la Audiencia de Santo Domingo donde señalan
la falta de pobladores que hay en la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

real cédula inserta en un documento sobre las haciendas que tienen los depositarios
de la isla por muerte de sus dueños primitivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

Carta en la que se refiere que por no haber navíos en la isla para llevar productos a Castilla
se han quedado en el puerto de Santo Domingo más de 30.000 quintales de jengibre,
40.000 cueros, más de 15.000 quintales de azúcar, además de cañafístola, tabaco etc. . . . . . . . . . . . 137

Carta escrita por don Gabriel de Chávez donde pide que se libre de las cajas
de México lo que los oficiales reales de Santo Domingo necesitaren para hacerles
frente a los ataques enemigos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138

Carta enviada por los miembros de la Audiencia de Santo Domingo en la que refieren
que fray Gerónimo de Alfaro, procurador general de Santo Domingo que es de la orden
de Las Mercedes pide a su majestad una limosna para reparar el convento que está en peligro . . . 139

319
Genaro Rodríguez Morel

Carta que envían los miembros del cabildo catedralicio de la ciudad de Santo Domingo
a su majestad. En la misma dicen las diferencias que hay entre ese cabildo y el alguacil
mayor de la ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

Carta enviada por los frailes del convento de Las Mercedes en la que destacan la labor
que estaba desarrollando el presidente Gabriel de Chávez Osorio hasta que fue sustituido
de su cargo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143

Carta enviada a su majestad por el cabildo eclesiástico de la ciudad de Santo Domingo.


En la misma refieren los cambios habidos en la isla desde que llegó el visitador
Alonso Hurtado. En la misma destacan la labor de su antecesor don Gabriel de Chávez Osorio. . . 144

Carta que envían los miembros del cabildo catedralicio de la catedral de Santo Domingo
en la que piden que el licenciado Juan Méndez Caraballo, abogado de la audiencia,
se quede en la isla por la falta que hace. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145

Carta enviada por fray Facundo, arzobispo de la iglesia catedal de Santo Domingo
en la que refiere la pobreza de esa dignidad arzobispal. Dice que del dinero que le toca
no tiene nada y que lo que tiene son frutos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

Carta del gobernador de La Española don Alonso de Cerezeda en la que trata diversos
asuntos relacionados con la isla. Entre ellos refiere lo relacionado con la granjería
del tabaco, el contrabando y la repoblación de la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147

carta de Luis de Arciniega, sobre el remate de unos esclavos que llegaron a la isla . . . . . . . . . . . . . 150

fe de venta que hizo el presidente don Gabriel de Chávez Osorio,


de los esclavos que se aplicó así . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152

Carta escrita por don Pedro Álvarez de Mendoza en la que trata diversos asuntos
relacionados con la repoblación de la isla, así como de los hatos y minería de ella. . . . . . . . . . . . . . 153

Real cédula enviada al presidente y oidores de Santo Domingo donde dice


lo que se podía tomar para el estanco y venta del tabaco que se gasta en la isla de San Juan. . . . . . 161

Carta enviada a su majestad por Juan Bitrián de Biamonte en la que refiere el estado
de miseria de la isla. Dice que es tal la miseria que todos los días se juntan los cuartos
que hay en las pulperías, tabernas y tiendas para con ese dinero darle un real a la milicia
para que compre municiones para la defensa de la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162

Real cédula enviada a don Luis Francisco de Alarcón, fiscal de la Audiencia de Santo Domingo
donde le reprende por la forma de llevar su cargo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164

Carta del cabildo de Azua en la que pide la continuidad en el cargo


para el capitán don Juan de Vargas Machuca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165

Carta del cabildo de la villa de San Juan de la Maguana en la que pide prorrogar
en el gobierno a don Juan de Vargas Machuca por haber limpiado de vagabundos la isla. . . . . . . . . . . . 166

Carta del cabildo secular de la Concepción de La Vega en la que pide a su majestad


haga merced de prorrogarle el oficio de alcalde mayor de la tierra adentro al capitán
don Juan de Vargas Machuca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Carta del cabildo de Monte Plata en la que pide prorrogar en el gobierno


al capitán don Juan de Vargas Machuca quien ha eliminado las ladroneras que había en la isla. . . 168

320
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

El cabildo de la villa de Santiago de los Caballeros pide que su majestad haga merced
al capitán don Juan de Vargas Machuca quien ha colaborado a la limpieza de los delincuentes
que merodeaban por la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

El cabildo de la Mejorada del Cotuí pide que se quede en su cargo de alcalde mayor
el capitán don Juan de Vargas Machuca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171

carta en la que se suplica a vuestra majestad le haga otra merced para que se manden
pagar de la Real Hacienda los gastos que en la dicha ciudad se hacen en pagar guardas
capitanes que andan en busca y quietud de los negros alzados y fiestas de santísimo
sacramento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172

Carta enviada por Juan Bitrián de Biamonte en la que solicita pagarle lo que pide
el médico de la ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173

Traslado de una real cédula enviada a los oidores de Santo Domingo en la que refiere
las diferencias entre los susodichos y el arzobispo de aquella ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174

Carta que envían los miembros de la Audiencia de Santo Domingo a su majestad


en la que informan que los enemigos son dueños de los puertos de la banda
del norte y el oeste de la isla tomando en sus naves los batimentos de carne
y palo de Brasil y llevándolos a la isla Tortuga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176

Carta que envía don Nicolás de Velazco en la que refiere sobre el castillo de San Gerónimo
y de los soldados que están en el mismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178

Los abajos firmantes piden a su majestad que dada la pobreza de la isla en la misma
no se pague más del dos y medio por ciento por el derecho de alcabala y almojarifazgo. . . . . . . . . 179

Información sobre haber recibido una real cédula mandando que no se pague más del dos
y medio por ciento de derechos de almojarifazgo en vez del siete y medio que se pagaba. . . . . . . . . . 180

Carta que envían los miembros de la Audiencia de Santo Domingo en la que dan cuenta
de la pobreza de los conventos de la isla y en especial el de los Predicadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182

Carta enviada por los miembros de la Audiencia de Santo Domingo en la que refieren
una carta que envió a su majestad don Nicolás de Velazco, presidente que fue de dicha
Audiencia en la que decía la necesidad del cabildo de Santo Domingo de tener padres
de la compañía de Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184

Carta de los miembros de la Audiencia de Santo Domingo en la que dicen de la necesidad


de compañía de Jesús para la educación y la enseñanza de los hijos de los vecinos de la isla. . . . . . 186

Carta enviada por Juan Melgarejo Ponce de León, presidente de la Audiencia


en la que refiere la desvergüenza de los negros que andan alzados en el Maniel. . . . . . . . . . . . . . . 188

carta escrita por los escribanos públicos de Santo Domingo don Pedro Ruiz Díaz
de Pineda y Francisco Facundo de Carvajal donde certifican cómo don Luis Fernández
de Córdoba gobernador y capitan general de la isla y presidente de la Audiencia
ordenó quitarse los lutos para celebrar el casamiento del rey con doña Marina de Austria . . . . . . . 190

Carta en la que Luis Fernández de Córdoba dice cómo un religioso de la orden


de San Francisco sirve como capellán de la Audiencia de la ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191

Real cédula enviada al presidente de la Audiencia de Santo Domingo denunciando


la ausencia de los jueces de la Audiencia. Por esta razón no se pueden hacer las sentencias. . . . . . 192

321
Genaro Rodríguez Morel

Sobre el amancebamiento de los curas de la isla Española. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194

Carta denunciando el destierro por amancebamiento público a Leonor de Aliaga


con el bachiller Juan Bautista Vergara. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196

Real cédula enviada a don Andrés Pérez Franco, gobernador y capitán general
de La Española y presidente de la Audiencia. En la misma hace referencia a otra de 1620
para que los soldados sólo pudieran rondar por las murallas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198

Carta escrita por don Francisco Fernández de Madrigal en la que trata algunos
temas relacionados con la situación de la isla. Entre otras cosas habla de la necesidad
que hay de negros para la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199

Carta del arzobispo de Santo Domingo informando de las diferencias surgidas


entre Melchor de Torres, racionero de la iglesia, con el oidor Juan Melgarejo porque
el primero sacó del hospital de San Nicolás a un enfermo mental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201

Carta enviada por los frailes del convento de Santo Domingo en la que dan noticias
del desconsuelo común que hay en la ciudad después de la llegada del nuevo gobernador
don Félix de Zúñiga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203

Real cédula enviada al gobernador y presidente de la Audiencia de Santo Domingo


en la que manda deshacer la compañía y batallón hechos por don Benardino de Meneses. . . . . . . 204

Real cédula enviada a don Félix de Zúñiga Avellaneda ordenando examine la capacidad
de don Francisco Pimentel, delegado en Caracas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

Carta enviada por los miembros de la orden de San Francisco de la ciudad de Santo Domingo
en la que dicen cómo el mayordomo del hospital de San Nicolás les impide celebrar
las fiestas de su comunidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206

Traslado de una real cédula en la que se manda que no se puedan llevar de los reinos
de Castilla mercaderías sin registrar ni las cosas prohibidas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208

Carta escrita por los miembros de la Audiencia de Santo Domingo en la que exponen
las necesidades de la isla por falta de esclavos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209

Carta que envía el presidente de la Audiencia de Santo Domingo don Pedro Carvajal
y Cobos, en la que refiere la prórroga de las limosnas del vino y el aceite al convento
de San Francisco de la ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210

Carta del presidente de la Audiencia de Santo Domingo don Pedro Carvajal y Cobos
en la que refiere los contrabandos que hay en los lugares de Guaba, San Juan y Neiba. . . . . . . . 211

Real cédula ordenando que cuando se envíen gobernadores interinos no se muden


sin causa precisa por los inconvenientes que se pueden suceder. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213

Carta en la que se informa a su majestad de los amancebamientos que hay en la ciudad


de Santo Domingo y de la forma escandalosa en que se vive. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214

Carta escrita por Pedro Carvajal y Cobos donde señala las ayudas que ha ofrecido al hospital
de San Lázaro la cual ha salido del situado que llega para el presidio de la ciudad. . . . . . . . . . . . . . 216

Carta enviada por el arzobispo de Santo Domingo en la que informa de los males
que causan a la isla los negros alzados en los montes del Maniel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218

322
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

Carta del arzobispo de Santo Domingo en la que hace referencia a una real cédula
de su majestad donde manda que del situado se de limosna al hospital de San Lázaro . . . . . . . 219

testimonio sobre la renta y carga del hospital de San Lázaro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221

Carta que escribió Manuel Páez en la que dice haber estado casado
con Manuela de Ávila la cual convivía de manera escandalosa con don Antonio Ortiz,
alguacil de aquella ciudad de Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223

el arzobispo de Santo Domingo da cuenta de la alevosa muerte que los religiosos


del convento de San Francisco dieron a su visitador y de lo que actuó auxiliando la religión,
y del castigo que el definitorio dio a todos los agresores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

el presidente de Santo Domingo da cuenta a vuestra majestad de haber dado muerte


a puñaladas en el convento de San Francisco de aquella ciudad a su visitador general
a maitines, y de lo que se le obró luego que se le dio aviso de ello por el secretario
del padre visitador, asistiendo al arzobispo de aquella ciudad a todo lo que en este caso obró . . . . 227

Carta que envía a su majestad el visitador Gaspar Vélez Mantilla en la que pide que no
se le quite la casa donde vive aunque por ello tenga que pagar más dinero por el alquiler . . . . . . . . . 229

relación de la gente que hay en esta ciudad e isla conforme a la muestra general
que en virtud de bandos del presidente don Pedro Carvajal y Cobos hizo
en 19 de abril de 1665, así en esta ciudad como en los lugares de la tierra adentro . . . . . . . . . . . . . 230

Traslado de una real cédula dando cuenta de la falta de ganado mayor


que hay en la isla Española. Para ello se manda pesar en todas las carnicerías
la carne fresca y salada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231

Carta enviada por los miembros de la Audiencia de Santo Domingo en la que dan cuenta
de la demanda hecha por Francisco de Ayala en la cual pide los bienes de su abuela,
ya difunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232

el presidente de Santo Domingo da cuenta a vuestra majestad de las diligencias


que ha hecho y cómo se le ha mandado para la conquista de los negros alzados
del Maniel y haber cogido un pueblo de hasta sesenta piezas de esclavos y castigados
algunos, con todo lo demás que obró en esta fracción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234

carta por don Pedro Carvajal y Cobos haciendo referencia a la muerte del capitán
Roque Galindo, alcalde mayor de la ciudad de Santiago. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237

Don Darío Pizarro Carvajal y Morrón da cuenta de las diferencias existentes entre la Audiencia
y el arzobispo don Francisco de la Cueva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238

Carta en la que don Sebastián Porcero informa de los golpes que le propinó el arzobispo
don Francisco de la Cueva Maldonado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239

el presidente de Santo Domingo informa a vuestra majestad por el capitán Juan Muñoz
Cordero que fue uno de los que sirvieron en la conquista de los negros alzados del Maniel. . . . . 241

Carta en la que se refiere la paz que se respira después de terminado con los negros
que estaban en el Maniel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 242

Carta que refiere sobre los negros que andan alzados en la sierra del Maniel. . . . . . . . . . . . . . . . 243

323
Genaro Rodríguez Morel

El presidente de Santo Domingo da quenta a vuestra majestad del estado


de aquella isla por los franceses que hay en ella y que la armada de barlovento
para alejarlos hace más de un año que no ha vuelto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244

Carta en la que los miembros de la Audiencia de Santo Domingo dicen


que en el año de 1668 su majestad mandó a que se borrasen las armas del duque
de Veragua que estaban en cuatro escudos en las dos paredes laterales de la capilla
mayor de la catedral de Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245

Real cédula enviada a los oficiales de la Real Hacienda de Santo Domingo


para que paguen a los herederos de don Gaspar Vélez Mantilla lo que se le quedó
debiendo cuando era oidor de aquella audiencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246

don Diego de Plasencia uno de los tenientes curas de la iglesia de Santo Domingo
y capellán del hospital de San Lázaro informa sobre el estado en que quedó la isla
después del terremoto que azotó la isla el 9 de mayo de 1673. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247

Carta en la que el licenciado don Andrés Caballero informa a su majestad


sobre los franceses que hay en la parte norte de la isla y de los daños causados
por el terremoto que azotó la isla en 1673. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250

Carta de la Audiencia de Santo Domingo en la que informa de los daños


que hacen las tormentas y tempestades lo que causa la pobreza de la misma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252

Carta que los frailes del convento de San Lorenzo envían a su majestad dándole las gracias
por las ayudas otorgadas para la reedificación de dicho convento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253

Traslado de una real provisión en la que se manda proveer como capitán general
de aquella isla a Juan Muñoz Cordero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254

carta sobre la fortificación de la ciudad de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256

Información que hace el gobernador don Ignacio de Zayas Bazán sobre la isla de Matalino. . . . . . . . 258

Carta enviada a su majestad por el licenciado don Juan Garcés, fiscal de la Audiencia
de Santo Domingo en la que denuncia los disturbios que ocasionan dos religiosos
de compañía de Jesús de aquella ciudad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259

memoria concerniente a la conquista francesa


de la costa de Santo Domingo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261

el doctor Juan de Padilla Guardiola y Guzmán, presidente de la Audiencia de Santo Domingo.


Responde con recado a la cédula de 23 de abril de 1676 en que manda vuestra
majestad informe de los navíos que han salido sin registro de aquel puerto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266

el doctor don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán a cuyo cargo está el gobierno
de la isla de Santo Domingo da cuenta a vuestra majestad del intento del gobernador
de la Tortuga que se refiere a la declaración que va con esta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267

El doctor don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán a cuyo cargo está el gobierno
de la isla de Santo Domingo da cuenta de la despoblación del pueblo de Samaná
que ocupaban los franceses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268

El doctor don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán, a cuyo cargo está el gobierno
de la isla Española de Santo Domingo. Informa a vuestra majestad de la epidemia

324
Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo (1561-1680)

que ha padecido aquella ciudad y de lo preciso que es su población, y asimismo


de los designios que tiene el francés para su conquista, y de la Florida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269

La Real Audiencia de Santo Domingo avisa a vuestra majestad cómo en aquella ciudad
e isla no ha quedado ningún portugués de los que arribaron a aquel puerto en trece
de julio del año de setenta y uno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270

el doctor don Juan de Padilla Guardiola y Guzmán a cuyo cargo está el gobierno
de la isla Española. Da cuenta a vuestra majestad del estado en que se hallan
los negros que han venido del enemigo francés. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271

Carta enviada a vuestra majestad por el doctor don Juan de Padilla Guardiola
y Guzmán en la que refiere de la cantidad de franceses que hay en la parte norte
de la isla. Que sólo en la Yaguana hay más de dos mil franceses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273

carta que envían los religiosos del convento de Santo Domingo donde informan
a su majestad sobre el estado de la isla y de dicho convento de la orden de predicadores. . . . . . . . 275

el fiscal de la Audiencia de Santo Domingo da quenta a vuestra majestad del estado


que tienen los esclavos que huyen de los franceses que asisten en la banda del norte
de aquella isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277

testimonio de los negros y negras que se han apartado de los franceses que habitan
las costas de esta isla desde que el señor presidente don Francisco de Segura
Sandobal y Castilla entró a gobernarla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 278

gerónimo de Quezada, señor de guerra da testimonio de la muestra que se pasó


en la Capilla del Rosario en la otra parte del río de esta ciudad de todos los negros y negras
que han venido de las poblaciones del enemigo con toda la distinción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 280

carta de don Juan de Padilla Guzmán y Guardiola en la que refire a la presencia


de franceses en la isla y el comercio que tienen. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283

Carta enviada a su majestad por don Francisco de Segura Sandoval y Castillo.


En la misma señala, entre otras cosas, las condiciones militares de la isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 284

la ciudad de Santo Domingo de La Española, suplica a vuestra majestad mande


se vea la letra de esta carta que contiene avisos secretos del servicio de vuestra majestad
y defensa de aquella isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287

Real cédula dirigida al presidente de la Audiencia de Santo Domingo ordenando


que se celebren las fiestas de San Pedro y Santo Domingo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289

traslado de una real cédula enviada a los oidores de la Audiencia de Santo Domingo
en la que refiere los escándalos públicos de los funcionarios en aquella isla. . . . . . . . . . . . . . . . . . 290

Índice onomástico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293


Índice geográfico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303
Índice temático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307

325
Publicaciones del
Archivo General de la Nación
Vol. I Correspondencia del Cónsul de Francia en Santo Domingo, 1844-1846. Edición y notas de E.
Rodríguez Demorizi, C. T., 1944.
Vol. II Documentos para la historia de la República Dominicana. Colección de E. Rodríguez
Demorizi, Vol. I, C. T., 1944.
Vol. III Samaná, pasado y porvenir. E. Rodríguez Demorizi, C. T., 1945.
Vol. IV Relaciones históricas de Santo Domingo. Colección y notas de E. Rodríguez Demorizi,
Vol. II, C. T., 1945.
Vol. V Documentos para la historia de la República Dominicana. Colección de E. Rodríguez
Demorizi, Vol. II, Santiago, 1947.
Vol. VI San Cristóbal de antaño. E. Rodríguez Demorizi, Vol. II, Santiago, 1946.
Vol. VII Manuel Rodríguez Objío (poeta, restaurador, historiador, mártir).
R. Lugo Lovatón, C. T., 1951.
Vol. VIII Relaciones. Manuel Rodríguez Objío. Introducción, títulos y notas por R. Lugo Lovatón,
C. T., 1951.
Vol. IX Correspondencia del Cónsul de Francia en Santo Domingo, 1846-1850. Vol. II. Edición y notas de
E. Rodríguez Demorizi, C. T., 1947.
Vol. X Índice general del «Boletín» del 1938 al 1944, C. T., 1949.
Vol. XI Historia de los aventureros, filibusteros y bucaneros de América. Escrita en holandés por
Alexander O. Exquemelin, traducida de una famosa edición francesa de La Sirene-
París, 1920, por C. A. Rodríguez; introducción y bosquejo biográfico del traductor R.
Lugo Lovatón, C. T., 1953.
Vol. XII Obras de Trujillo. Introducción de R. Lugo Lovatón, C. T., 1956.
Vol. XIII Relaciones históricas de Santo Domingo. Colección y notas de E. Rodríguez Demorizi,
Vol. III, C. T., 1957.
Vol. XIV Cesión de Santo Domingo a Francia. Correspondencia de Godoy, García Roume, Hedouville,
Louverture, Rigaud y otros. 1795-1802. Edición de E. Rodríguez Demorizi, Vol. III, C. T.,
1959.
Vol. XV Documentos para la historia de la República Dominicana. Colección de E. Rodríguez Demorizi,
Vol. III, C. T., 1959.
Vol. XVI Escritos dispersos. (Tomo I: 1896-1908). José Ramón López. Edición de A. Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2005.
Vol. XVII Escritos dispersos. (Tomo II: 1909-1916). José Ramón López. Edición de A. Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2005.
Vol. XVIII Escritos dispersos. (Tomo III: 1917-1922). José Ramón López. Edición de A. Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2005.

327
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. XIX Máximo Gómez a cien años de su fallecimiento, 1905-2005. Edición de E. Cordero Michel,
Santo Domingo, D. N., 2005.
Vol. XX Lilí, el sanguinario machetero dominicano. Juan Vicente Flores, Santo Domingo, D. N.,
2006.
Vol. XXI Escritos selectos. Manuel de Jesús de Peña y Reynoso. Edición conjunta del Archivo General de
la Nación y el Banco de Reservas, Andrés Blanco Díaz (editor), Santo Domingo, D. N., 2006.
Vol. XXII Obras escogidas 1. Artículos. Alejandro Angulo Guridi. Edición de A. Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2006.
Vol. XXIII Obras escogidas 2. Ensayos. Alejandro Angulo Guridi. Edición de A. Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2006.
Vol. XXIV Obras escogidas 3. Epistolario. Alejandro Angulo Guridi. Edición de A. Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2006.
Vol. XXV La colonización de la frontera dominicana 1680-1796. Manuel Vicente Hernández González,
Santo Domingo, D. N., 2006.
Vol. XXVI Fabio Fiallo en La Bandera Libre. Compilación de Rafael Darío Herrera, Santo Domingo,
D. N., 2006.
Vol. XXVII Expansión fundacional y crecimiento en el norte dominicano (1680-1795). El Cibao y la bahía de
Samaná. Manuel Hernández González, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXVIII Documentos inéditos de Fernando A. de Meriño. Compilación de José Luis Sáez, S. J., Santo
Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXIX Pedro Francisco Bonó. Textos selectos. Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXX Iglesia, espacio y poder: Santo Domingo (1498-1521), experiencia fundacional del Nuevo Mundo.
Miguel D. Mena, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXI Cedulario de la isla de Santo Domingo, Vol. I: 1492-1501. Fray Vicente Rubio, O. P. Edición
conjunta del Archivo General de la Nación y el Centro de Altos Estudios Humanísticos
y del Idioma Español, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXII La Vega, 25 años de historia 1861-1886. (Tomo I: Hechos sobresalientes en la provincia).
Compilación de Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXIII La Vega, 25 años de historia 1861-1886. (Tomo II: Reorganización de la provincia post
Restauración). Compilación de Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo,
D. N., 2007.
Vol. XXXIV Cartas del Cabildo de Santo Domingo en el siglo xvii. Compilación de Genaro Rodríguez
Morel, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXV Memorias del Primer Encuentro Nacional de Archivos. Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXVI Actas de los primeros congresos obreros dominicanos, 1920 y 1922. Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXVII Documentos para la historia de la educación moderna en la República Dominicana (1879-1894).
Tomo I, Raymundo González, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXVIII Documentos para la historia de la educación moderna en la República Dominicana (1879-1894).
Tomo II, Raymundo González, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XXXIX Una carta a Maritain. Andrés Avelino. Traducción al castellano e introducción del P. Jesús
Hernández, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XL Manual de indización para archivos, en coedición con el Archivo Nacional de
la República de Cuba. Marisol Mesa, Elvira Corbelle Sanjurjo, Alba Gilda
Dreke de Alfonso, Miriam Ruiz Meriño, Jorge Macle Cruz, Santo Domingo,
D. N., 2007.
Vol. XLI Apuntes históricos sobre Santo Domingo. Dr. Alejandro Llenas. Edición de A. Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. XLII Ensayos y apuntes diversos. Dr. Alejandro Llenas. Edición de A. Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2007.
Vol. XLIII La educación científica de la mujer. Eugenio María de Hostos, Santo Domingo, D. N., 2007.

328
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. XLIV Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1530-1546). Compilación de Genaro Rodríguez
Morel, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. XLV Américo Lugo en Patria. Selección. Compilación de Rafael Darío Herrera, Santo Domingo,
D. N., 2008.
Vol. XLVI Años imborrables. Rafael Alburquerque Zayas-Bazán, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. XLVII Censos municipales del siglo xix y otras estadísticas de población. Alejandro Paulino Ramos,
Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. XLVIII Documentos inéditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel. Tomo I. Compilación de José Luis
Saez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. XLIX Documentos inéditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel. Tomo II. Compilación de José Luis
Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. L Documentos inéditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel. Tomo III. Compilación de José Luis Sáez,
S. J., Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LI Prosas polémicas 1. Primeros escritos, textos marginales, Yanquilinarias. Félix Evaristo Mejía.
Edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LII Prosas polémicas 2. Textos educativos y Discursos. Félix Evaristo Mejía. Edición de A. Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LIII Prosas polémicas 3. Ensayos. Félix Evaristo Mejía. Edición de A. Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2008.
Vol. LIV Autoridad para educar. La historia de la escuela católica dominicana. José Luis Sáez, S. J.,
Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LV Relatos de Rodrigo de Bastidas. Antonio Sánchez Hernández, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LVI Textos reunidos 1. Escritos políticos iniciales. Manuel de J. Galván. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LVII Textos reunidos 2. Ensayos. Manuel de J. Galván. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2008.
Vol. LVIII Textos reunidos 3. Artículos y Controversia histórica. Manuel de J. Galván. Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LIX Textos reunidos 4. Cartas, Ministerios y misiones diplomáticas. Manuel de J. Galván. Edición
de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LX La sumisión bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961). Tomo I,
José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXI La sumisión bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961). Tomo II,
José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXII Legislación archivística dominicana, 1847-2007. Archivo General de la Nación, Santo
Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXIII Libro de bautismos de esclavos (1636-1670). Transcripción de José Luis Sáez, S. J., Santo
Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXIV Los gavilleros (1904-1916). María Filomena González Canalda, Santo Domingo, D. N.,
2008.
Vol. LXV El sur dominicano (1680-1795). Cambios sociales y transformaciones económicas. Manuel Vicente
Hernández González, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXVI Cuadros históricos dominicanos. César A. Herrera, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXVII Escritos 1. Cosas, cartas y... otras cosas. Hipólito Billini. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXVIII Escritos 2. Ensayos. Hipólito Billini. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo,
D. N., 2008.
Vol. LXIX Memorias, informes y noticias dominicanas. H. Thomasset. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXX Manual de procedimientos para el tratamiento documental. Olga Pedierro, et. al., Santo
Domingo, D. N., 2008.

329
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. LXXI Escritos desde aquí y desde allá. Juan Vicente Flores. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXXII De la calle a los estrados por justicia y libertad. Ramón Antonio Veras (Negro), Santo
Domingo, D. N., 2008.
Vol. LXXIII Escritos y apuntes históricos. Vetilio Alfau Durán, Santo Domingo,
D. N., 2009.
Vol. LXXIV Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista. Salvador E. Morales Pérez, Santo
Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXV Escritos. 1. Cartas insurgentes y otras misivas. Mariano A. Cestero. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXVI Escritos. 2. Artículos y ensayos. Mariano A. Cestero. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXVII Más que un eco de la opinión. 1. Ensayos, y memorias ministeriales. Francisco Gregorio Billini.
Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXVIII Más que un eco de la opinión. 2. Escritos, 1879-1885. Francisco Gregorio Billini. Edición de
Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXIX Más que un eco de la opinión. 3. Escritos, 1886-1889. Francisco Gregorio Billini. Edición de
Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXX Más que un eco de la opinión. 4. Escritos, 1890-1897. Francisco Gregorio Billini. Edición de
Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXXI Capitalismo y descampesinización en el Suroeste dominicano. Angel Moreta, Santo Domingo,
D. N., 2009.
Vol. LXXXIII Perlas de la pluma de los Garrido. Emigdio Osvaldo Garrido, Víctor Garrido y Edna Garrido
de Boggs. Edición de Edgar Valenzuela, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXXIV Gestión de riesgos para la prevención y mitigación de desastres en el patrimonio documental. Sofía
Borrego, Maritza Dorta, Ana Pérez, Maritza Mirabal, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXXV Obras. Tomo I, Guido Despradel Batista. Compilación de Alfredo Rafael Hernández,
Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXXVI Obras. Tomo II, Guido Despradel Batista. Compilación de Alfredo Rafael Hernández,
Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. LXXXVII Historia de la Concepción de La Vega. Guido Despradel Batista, Santo Domingo, D. N.,
2009.
Vol. LXXXIX Una pluma en el exilio. Los artículos publicados por Constancio Bernaldo de Quirós en República
Dominicana. Compilación de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo,
D. N., 2009.
Vol. XC Ideas y doctrinas políticas contemporáneas. Juan Isidro Jimenes Grullón, Santo Domingo,
D. N., 2009.
Vol. XCI Metodología de la investigación histórica. Hernán Venegas Delgado, Santo Domingo, D. N.,
2009.
Vol. XCIII Filosofía dominicana: pasado y presente. Tomo I. Compilación de Lusitania F. Martínez,
Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. XCIV Filosofía dominicana: pasado y presente. Tomo II. Compilación de Lusitania F. Martínez,
Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. XCV Filosofía dominicana: pasado y presente. Tomo III. Compilación de Lusitania F. Martínez,
Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. XCVI Los Panfleteros de Santiago: torturas y desaparición. Ramón Antonio, (Negro) Veras, Santo
Domingo, D. N., 2009.
Vol. XCVII Escritos reunidos. 1. Ensayos, 1887-1907. Rafael Justino Castillo. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. XCVIII Escritos reunidos. 2. Ensayos, 1908-1932. Rafael Justino Castillo. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.

330
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. XCIX Escritos reunidos. 3. Artículos, 1888-1931. Rafael Justino Castillo. Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. C Escritos históricos. Américo Lugo. Edición conjunta del Archivo General de la Nación y el
Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. CI Vindicaciones y apologías. Bernardo Correa y Cidrón. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. CII Historia, diplomática y archivística. Contribuciones dominicanas. María Ugarte, Santo
Domingo, D. N., 2009.
Vol. CIII Escritos diversos. Emiliano Tejera. Edición conjunta del Archivo General de la Nación y el
Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CIV Tierra adentro. José María Pichardo, segunda edición, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CV Cuatro aspectos sobre la literatura de Juan Bosch. Diógenes Valdez, Santo Domingo, D. N.,
2010.
Vol. CVI Javier Malagón Barceló, el Derecho Indiano y su exilio en la República Dominicana. Compilación
de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CVII Cristóbal Colón y la construcción de un mundo nuevo. Estudios, 1983-2008. Consuelo Varela.
Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CVIII República Dominicana. Identidad y herencias etnoculturales indígenas. J. Jesús María Serna
Moreno, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CIX Escritos pedagógicos. Malaquías Gil Arantegui. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2010.
Vol. CX Cuentos y escritos de Vicenç Riera Llorca en La Nación. Compilación de Natalia González,
Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXI Jesús de Galíndez. Escritos desde Santo Domingo y artículos contra el régimen de Trujillo en el
exterior. Compilación de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo, D. N.,
2010.
Vol. CXII Ensayos y apuntes pedagógicos. Gregorio B. Palacín Iglesias. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXIII El exilio republicano español en la sociedad dominicana (Ponencias del Seminario Internacional,
4 y 5 de marzo de 2010). Reina C. Rosario Fernández (Coord.) Edición conjunta de la
Academia Dominicana de la Historia, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y el
Archivo General de la Nación, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXIV Pedro Henríquez Ureña. Historia cultural, historiografía y crítica literaria. Odalís G. Pérez,
Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXV Antología. José Gabriel García. Edición conjunta del Archivo General de la Nación y el
Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXVI Paisaje y acento. Impresiones de un español en la República Dominicana. José Forné Farreres.
Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXVII Historia e ideología. Mujeres dominicanas, 1880-1950. Carmen Durán. Santo Domingo,
D. N., 2010.
Vol. CXVIII Historia dominicana: desde los aborígenes hasta la Guerra de Abril. Augusto Sención (Coord.),
Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXIX Historia pendiente: Moca 2 de mayo de 1861. Juan José Ayuso, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXX Raíces de una hermandad. Rafael Báez Pérez e Ysabel A. Paulino, Santo Domingo, D. N.,
2010.
Vol. CXXI Miches: historia y tradición. Ceferino Moní Reyes, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXII Problemas y tópicos técnicos y científicos. Tomo I, Octavio A. Acevedo. Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXIII Problemas y tópicos técnicos y científicos. Tomo II, Octavio A. Acevedo. Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010.

331
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CXXIV Apuntes de un normalista. Eugenio María de Hostos. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXV Recuerdos de la Revolución Moyista (Memoria, apuntes y documentos). Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXVI Años imborrables (2da ed.) Rafael Alburquerque Zayas-Bazán. Edición conjunta de la Comisión
Permanente de Efemérides Patrias y el Archivo General de la Nación, Santo Domingo,
D. N., 2010.
Vol. CXXVII El Paladión: de la Ocupación Militar Norteamericana a la dictadura de Trujillo. Tomo I.
Compilación de Alejandro Paulino Ramos. Edición conjunta del Archivo General de la
Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXVIII El Paladión: de la Ocupación Militar Norteamericana a la dictadura de Trujillo. Tomo
II. Compilación de Alejandro Paulino Ramos. Edición conjunta del Archivo
General de la Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo,
D. N., 2010.
Vol. CXXIX Memorias del Segundo Encuentro Nacional de Archivos. Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXX Relaciones cubano-dominicanas, su escenario hemisférico (1944-1948). Jorge Renato Ibarra
Guitart, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. CXXXI Obras selectas. Tomo I, Antonio Zaglul. Edición conjunta del Archivo General de la
Nación y el Banco de Reservas. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N.,
2011.
Vol. CXXXII Obras selectas. Tomo II, Antonio Zaglul. Edición conjunta del Archivo General de la
Nación y el Banco de Reservas. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N.,
2011.
Vol. CXXXIII África y el Caribe: Destinos cruzados. Siglos xv-xix, Zakari Dramani-Issifou, Santo Domingo,
D. N., 2011.
Vol. CXXXIV Modernidad e ilustración en Santo Domingo. Rafael Morla, Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXXXV La guerra silenciosa: Las luchas sociales en la ruralía dominicana. Pedro L. San Miguel, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXXXVI AGN: bibliohemerografía archivística. Un aporte (1867-2011). Luis Alfonso Escolano
Giménez, Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXXXVII La caña da para todo. Un estudio histórico-cuantitativo del desarrollo azucarero dominicano.
(1500-1930). Arturo Martínez Moya, Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXXXVIII El Ecuador en la Historia. Jorge Núñez Sánchez, Santo Domingo,
D. N., 2011.
Vol. CXXXIX La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia, 1849-1856. Wenceslao
Vega B., Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXL Max Henríquez Ureña. Las rutas de una vida intelectual. Odalís G. Pérez, Santo Domingo,
D. N., 2011.
Vol. CXLI Yo también acuso. Carmita Landestoy, Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXLIII Más escritos dispersos. Tomo I, José Ramón López. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXLIV Más escritos dispersos. Tomo II, José Ramón López. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXLV Más escritos dispersos. Tomo III, José Ramón López. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXLVI Manuel de Jesús de Peña y Reinoso: Dos patrias y un ideal. Jorge Berenguer Cala, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXLVII Rebelión de los Capitanes: Viva el rey y muera el mal gobierno. Roberto Cassá, edición conjunta
del Archivo General de la Nación y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CXLVIII De esclavos a campesinos. Vida rural en Santo Domingo colonial. Raymundo González, Santo
Domingo, D. N., 2011.

332
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CXLIX Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1547-1575). Genaro Rodríguez Morel, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CL Ramón –Van Elder– Espinal. Una vida intelectual comprometida. Compilación de Alfredo
Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CLI El alzamiento de Neiba: Los acontecimientos y los documentos (febrero de 1863). José Abreu
Cardet y Elia Sintes Gómez, Santo Domingo, D. N., 2011.
Vol. CLII Meditaciones de cultura. Laberintos de la dominicanidad. Carlos Andújar Persinal, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. CLIII El Ecuador en la Historia (2da ed.) Jorge Núñez Sánchez, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLIV Revoluciones y conflictos internacionales en el Caribe (1789-1854). José Luciano Franco, Santo
Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLV El Salvador: historia mínima. Varios autores, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLVI Didáctica de la geografía para profesores de Sociales. Amparo Chantada, Santo Domingo,
D. N., 2012.
Vol. CLVII La telaraña cubana de Trujillo. Tomo I, Eliades Acosta Matos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLVIII Cedulario de la isla de Santo Domingo, 1501-1509. Vol. II, Fray Vicente Rubio, O. P., edición
conjunta del Archivo General de la Nación y el Centro de Altos Estudios Humanísticos
y del Idioma Español, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLIX Tesoros ocultos del periódico El Cable. Compilación de Edgar Valenzuela, Santo Domingo,
D. N., 2012.
Vol. CLX Cuestiones políticas y sociales. Dr. Santiago Ponce de León. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXI La telaraña cubana de Trujillo. Tomo II, Eliades Acosta Matos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXII El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia del exilio republicano español en la sociedad
dominicana, 1938-1944. Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXIII Historia de la caricatura dominicana. Tomo I, José Mercader, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXIV Valle Nuevo: El Parque Juan B. Pérez Rancier y su altiplano. Constancio Cassá, Santo Domingo,
D. N., 2012.
Vol. CLXV Economía, agricultura y producción. José Ramón Abad. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXVI Antología. Eugenio Deschamps. Edición de Roberto Cassá, Betty Almonte y Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXVII Diccionario geográfico-histórico dominicano. Temístocles A. Ravelo.Revisión, anotación y
ensayo introductorio Marcos A. Morales, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo,
D. N., 2012.
Vol. CLXVIII Drama de Trujillo. Cronología comentada. Alonso Rodríguez Demorizi. Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXIX La dictadura de Trujillo: documentos (1930-1939). Tomo I, volumen 1. Eliades Acosta Matos,
Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXX Drama de Trujillo. Nueva Canosa. Alonso Rodríguez Demorizi. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2012
Vol. CLXXI El Tratado de Ryswick y otros temas. Julio Andrés Montolío. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXII La dictadura de Trujillo: documentos 1930-1939). Tomo I, volumen 2. Eliades Acosta Matos,
Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXIII La dictadura de Trujillo: documentos (1950-1961). Tomo III, volumen 5. Eliades Acosta
Matos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXIV La dictadura de Trujillo: documentos (1950-1961). Tomo III, volumen 6. Eliades Acosta
Matos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXV Cinco ensayos sobre el Caribe hispano en el siglo xix: República Dominicana, Cuba y Puerto Rico
1861-1898. Luis Álvarez-López, Santo Domingo, D. N., 2012.

333
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CLXXVI Correspondencia consular inglesa sobre la Anexión de Santo Domingo a España. Roberto
Marte, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXVII ¿Por qué lucha el pueblo dominicano? Imperialismo y dictadura en América Latina. Dato Pagán
Perdomo, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXVIII Visión de Hostos sobre Duarte. Eugenio María de Hostos. Com-pilación y edición de Miguel
Collado, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CLXXIX Los campesinos del Cibao: Economía de mercado y transformación agraria en la República
Dominicana, 1880-1960. Pedro L. San Miguel, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXX La dictadura de Trujillo: documentos (1940-1949). Tomo II, volumen 3. Eliades Acosta
Matos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXXI La dictadura de Trujillo: documentos (1940-1949). Tomo II, volumen 4. Eliades Acosta
Matos, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXXII De súbditos a ciudadanos (siglos xvii-xix): el proceso de formación de las comunidades criollas del Caribe
hispánico (Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo). Tomo I. Jorge Ibarra Cuesta, Santo Domingo,
D. N., 2012.
Vol. CLXXXIII La dictadura de Trujillo (1930-1961). Augusto Sención Villalona, San Salvador-Santo
Domingo, 2012.
Vol. CLXXXIV Anexión-Restauración. Parte 1. César A. Herrera. Edición conjunta entre el Archivo General
de la Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. CLXXXV Anexión-Restauración. Parte 2. César A. Herrera. Edición conjunta entre el Archivo
General de la Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N.,
2013.
Vol. CLXXXVI Historia de Cuba. José Abreu Cardet y otros, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CLXXXVII Libertad Igualdad: Protocolos notariales de José Troncoso y Antonio Abad Solano, 1822-1840.
María Filomena González Canalda, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CLXXXVIII Biografías sumarias de los diputados de Santo Domingo en las Cortes españolas. Roberto Cassá,
Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CLXXXIX Financial Reform, Monetary Policy and Banking Crisis in Dominican Republic. Ruddy Santana,
Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXC Legislación archivística dominicana (1847-2012). Departamento de Sistema Nacional de
Archivos e Inspectoría, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCI La rivalidad internacional por la República Dominicana y el complejo proceso de su anexión a
España (1858-1865). Luis Escolano Giménez, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCII Escritos históricos de Carlos Larrazábal Blanco. Tomo I. Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCIII Guerra de liberación en el Caribe hispano (1863-1878). José Abreu Cardet y Luis Álvarez-
López, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCIV Historia del municipio de Cevicos. Miguel Ángel Díaz Herrera, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCV La noción de período en la historia dominicana. Volumen I, Pedro Mir, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCVI La noción de período en la historia dominicana. Volumen II, Pedro Mir, Santo Domingo,
D. N., 2013.
Vol. CXCVII La noción de período en la historia dominicana. Volumen III, Pedro Mir, Santo Domingo,
D. N., 2013.
Vol. CXCVIII Literatura y arqueología a través de La mosca soldado de Marcio Veloz Maggiolo. Teresa
Zaldívar Zaldívar, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CXCIX El Dr. Alcides García Lluberes y sus artículos publicados en 1965 en el periódico Patria.
Compilación de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CC El cacoísmo burgués contra Salnave (1867-1870). Roger Gaillard, Santo Domingo, D. N.,
2013.
Vol. CCI «Sociología aldeada» y otros materiales de Manuel de Jesús Rodríguez Varona. Compilación de Angel
Moreta, Santo Domingo, D. N., 2013.

334
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CCII Álbum de un héroe. (A la augusta memoria de José Martí). 3ra edición. Compilación de
Federico Henríquez y Carvajal y edición de Diógenes Céspedes, Santo Domingo, D. N.,
2013.
Vol. CCIII La Hacienda Fundación. Guaroa Ubiñas Renville, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CCIV Pedro Mir en Cuba. De la amistad cubano-dominicana. Rolando Álvarez Estévez, Santo
Domingo, D. N., 2013.
Vol. CCV Correspondencia entre Ángel Morales y Sumner Welles. Edición de Bernardo Vega, Santo
Domingo, D. N., 2013.
Vol. CCVI Pedro Francisco Bonó: vida, obra y pensamiento crítico. Julio Minaya, Santo Domingo, D. N.,
2013.
Vol. CCVII Catálogo de la Biblioteca Arístides Incháustegui (BAI) en el Archivo General de la Nación. Blanca
Delgado Malagón, Santo Domingo, D. N., 2013.
Vol. CCVIII Personajes dominicanos. Tomo I, Roberto Cassá. Edición conjunta del Archivo General
de la Nación y la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Santo Domingo, D. N.,
2014.
Vol. CCIX Personajes dominicanos. Tomo II, Roberto Cassá. Edición conjunta del Archivo General de la
Nación y la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCX Rebelión de los Capitanes: Viva el rey y muera el mal gobierno. 2da edición,
Roberto Cassá. Edición conjunta del Archivo General de la Nación y la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXI Una experiencia de política monetaria. Eduardo García Michel, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXII Memorias del III Encuentro Nacional de Archivos. Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXIII El mito de los Padres de la Patria y Debate histórico. Juan Isidro Jimenes Grullón. Santo
Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXIV La República Dominicana [1888]. Territorio. Clima. Agricultura. Industria. Comercio. Inmigración
y anuario estadístico. Francisco Álvarez Leal. Edición conjunta del Archivo General de
la Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXV Los alzamientos de Guayubín, Sabaneta y Montecristi: Documentos. José Abreu Cardet y Elia Sintes
Gómez, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXVI Propuesta de una Corporación Azucarera Dominicana. Informe de Coverdale & Colpitts. Estudio de
Frank Báez Evertsz, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXVII La familia de Máximo Gómez. Fray Cipriano de Utrera, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXVIII Historia de Santo Domingo. La dominación haitiana (1822-1844). Vol. IX. Gustavo Adolfo
Mejía-Ricart, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXIX La expedición de Cayo Confites. Humberto Vázquez García. Edición conjunta del Archivo
General de la Nación, de República Dominicana y la Editorial Oriente, de Santiago de
Cuba, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXX De súbditos a ciudadanos (siglos xvii-xix): El proceso de formación de las comunidades criollas del
Caribe hispánico (Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo). Tomo II, Jorge Ibarra Cuesta, Santo
Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXXII Bromeando. Periodismo patriótico. Eleuterio de León Berroa, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXIII Testimonios de un combatiente revolucionario. José Daniel Ariza Cabral, Santo Domingo,
D. N., 2014.
Vol. CCXXIV Crecimiento económico dominicano (1844-1950). Arturo Martínez Moya, Santo Domingo,
D. N., 2014.
Vol. CCXXV Máximo Gómez. Utopía y realidad de una República. Yoel Cordoví Núñez. Edición conjunta
del Archivo General de la Nación, de República Dominicana y la Editora Historia, de
La Habana, Cuba, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXXVI Juan Rodríguez y los comienzos de la ciudad de Nueva York. Anthony Stevens-Acevedo, Tom
Weterings y Leonor Álvarez Francés. Traducción de Ángel L. Estévez. Edición conjunta
del Archivo General de la Nación, de República Dominicana y el Instituto de Estudios

335
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY DSI), Santo


Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXXVII Gestión documental. Herramientas para la organización de los archivos de oficinas. Olga María
Pedierro Valdés, Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXXVIII Nueva historia mínima de América Latina. Biografía de un continente. Sergio Guerra Vilaboy,
Santo Domingo, D. N., 2014.
Vol. CCXXIX La olvidada expedición a Santo Domingo, 1959. María Antonia Bofill Pérez, Santo Domingo,
D. N., 2014.
Vol. CCXXX Recursos de Referencia de Fondos y Colecciones. Departamento de Referencias, Santo
Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXI Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1575-1578). Genaro Rodríguez Morel, Santo
Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXII Cuando amaban las tierras comuneras. Pedro Mir, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXIII Memorias de un revolucionario. Tomo I, Fidelio Despradel, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXIV Memorias de un revolucionario. Tomo II, Fidelio Despradel, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXV Treinta intelectuales dominicanos escriben a Pedro Henríquez Ureña (1897-1933). Bernardo
Vega, editor. Edición conjunta del Archivo General de la Nación y la Academia
Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXVIII África genitrix. Las migraciones primordiales, mitos y realidades. Zakari Dramani-Issifou de
Cewelxa, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXXXIX Manual de historia de Santo Domingo y otros temas históricos. Carlos Larrazábal Blanco. Edición
de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXL De súbditos a ciudadanos (siglos xvii-xix): El proceso de formación de las comunidades criollas del
Caribe hispánico (Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo). Tomo III, Jorge Ibarra Cuesta, Santo
Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLI Paso a la libertad. Darío Meléndez, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLII La gran indignación: Santiago de los Caballeros, 24 de febrero de 1863 (documentos y análisis).
José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLIII Antología. Carlos Larrazábal Blanco. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo,
D. N., 2015.
Vol. CCXLIV Cosas añejas. Tradiciones y episodios de Santo Domingo. César Nicolás Penson. Prólogo y notas
de Rita Tejada, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLV El Código Rural de Haití de 1826. Edición bilingüe español-francés. Traducción al español y
notas de Francisco Bernardo Regino Espinal, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLVI Documentos para la historia colonial de la República Dominicana. Compilación e introducción
de Gerardo Cabrera Prieto, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLVII Análisis del Diario de Colón. Guananí y Mayaguaín, las primeras isletas descubiertas en el Nuevo
Mundo. Ramón J. Didiez Burgos, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCXLVIII Por la verdad histórica (VAD en la revista ¡Ahora!). Vetilio Alfau Durán, Santo Domingo,
D. N., 2015.
Vol. CCXLIX Antología de cartas de Ulises Heureaux (Lilís). Cyrus Veeser. Colección Presidentes Dominicanos,
Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCL Las mentiras de la sangre. Lorenzo Sención Silverio. Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLI La Era. Eliades Acosta Matos. Edición conjunta de la Fundación García Arévalo y el
Archivo General de la Nación, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLII Santuarios de tres Vírgenes en Santo Domingo. Fray Cipriano de Utrera. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLIII Documentos del Gobierno de Carlos F. Morales Languasco 1903-1906. Compilación de Alfredo
Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLIV Obras escogidas. Ensayos I. Emilio Cordero Michel, Santo Domingo, D. N., 2015.

336
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CCLV Los comandos. Bonaparte Gautreaux Piñeyro, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLVI Cuarto Frente Simón Bolívar. Grupos rebeldes y columnas invasoras. Testimonio. Delio Gómez
Ochoa, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLVII Obras escogidas. Cátedras de Historia Social, Económica y Política. Emilio Cordero Michel,
Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLVIII Ensayos, artículos y crónicas. Francisco Muñoz del Monte. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLIX Cartas, discursos y poesías. Francisco Muñoz del Monte. Edición de Andrés Blanco Díaz,
Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLX La inmigración española en República Dominicana. Juan Manuel Romero Valiente, Santo
Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLXI En busca de la ciudadanía: los movimientos sociales y la democratización en la República
Dominicana. Emelio Betances, Santo Domingo, D. N., 2015.
Vol. CCLXII Obras completas. Compendio de la historia de Santo Domingo. Volumen 1, tomos I y II.
José Gabriel García, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXIII Obras completas. Compendio de la historia de Santo Domingo. Volumen 1, tomos III y IV.
José Gabriel García, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXIV Ni mártir ni heroína; una mujer decidida. Memorias. Brunilda Amaral, Santo Domingo, D. N.,
2016.
Vol. CCLXV Zarpas y verdugos. Rafael E. Sanabia, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXVI Memorias y testamento de un ecologista. Antonio Thomen, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXVII Obras escogidas. Ensayos 2. Emilio Cordero Michel, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXVIII Cien años de feminismos dominicanos. Una colección de documentos y escrituras clave en la
formación y evolución del pensamiento y el movimiento feminista en la República Dominicana,
1865-1965. Tomo I. El fuego tras las ruinas, 1865-1931. Ginetta E. B. Candelario y April J.
Mayes (compiladoras), Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXIX Cien años de feminismos dominicanos. Una colección de documentos y escrituras clave en la
formación y evolución del pensamiento y el movimiento feminista en la República Dominicana,
1865-1965. Tomo II. Las siempre fervientes devotas 1931-1965. Ginetta E. B. Candelario,
Elizabeth S. Manley y April J. Mayes (compiladoras), Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXX La conspiración trujillista. Una fascinante historia. Andrés Zaldívar Diéguez y Pedro Etcheverry
Vázquez, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXI Memorias del IV Encuentro Nacional de Archivos. Archivos regionales: derechos, memoria e
identidad (Santo Domingo, 19, 20 y 21 de febrero de 2014). Archivo General de la Nación,
Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXII The Events of 1965 in the Dominican Republic (documents from the British National Archives).
Edición facsimilar. Presentada al Archivo General de la Nación por el embajador Steven
Fisher, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXIII Obras casi completas. Tomo 1. Recuerdos, opiniones e impresiones. Federico García Godoy.
Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXIV Obras casi completas. Tomo 2. Cartas. Federico García Godoy. Edición de Andrés Blanco
Díaz, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXV La Vega en la historia dominicana. Tomo I. Alfredo Rafael Hernán-dez Figueroa, Santo
Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXVI La Vega en la historia dominicana. Tomo II. Alfredo Rafael Hernán-dez Figueroa, Santo
Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXVII Archivo General de la Nación. Ayer y hoy. Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXVIII Antes y después del 27 de Febrero. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXIX Las columnas de bronce. Biografía de los hermanos Eusebio, Gabino y José Joaquín Puello. Franz
Miniño Marión-Landais, Santo Domingo, D. N., 2016.

337
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CCLXXX Bibliografía afrodominico-haitiana 1763-2015. Carlos Esteban Deive, Santo Domingo,
D. N., 2016.
Vol. CCLXXXI Notas sobre Haití. Charles Mackenzie, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXXII Crisis de la dominación oligárquica burguesa (1961-1966). Álvaro A. Caamaño y Ramón
E. Paniagua Herrera. Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCLXXXIII Balaguer y yo: la historia. Tomo I, Víctor Gómez Bergés, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXXIVBalaguer y yo: la historia. Tomo II, Víctor Gómez Bergés, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXXV Páginas dominicanas de historia contemporánea. Antonio Hoepelman, Santo Domingo,
D. N., 2016.
Vol. CCLXXXVI Relatos biográficos. Francisco Alberto Henríquez Vásquez (Chito). Investigación de Pastor de la
Rosa Ventura, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXXVII El modelo anticaudillista y desarrollista del presidente Ramón Cáceres (1906-1911). José L.
Vásquez Romero, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXXVIII La Barranquita. Hablan los patriotas y la traición. Manuel Rodríguez Bonilla, Santo
Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCLXXXIX Encuentros. En la República Dominicana. Miguel Sarró, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXC minería dominicana. Desarrollo irracional. Teódulo Antonio Mercedes, Santo Domingo, D. N.,
2016.
Vol. CCXCI Antes y después del 27 de Febrero. Segunda edición, Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCII Los dominicanos. Ángela Peña, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCIII Obras completas. Guerra de la separación dominicana. Partes de la guerra domínico-haitiana...
Volumen 3. José Gabriel García, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCIV Obras completas. Compendio de la historia de Santo Domingo arreglado para el uso de las escuelas
de la República Dominicana. 1867. Volumen 4, tomos I y II. José Gabriel García, Santo
Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCV El proceso restaurador visto desde Cuba. Su impacto político y en la Guerra de Independencia
cubana (1868-1878). Eliades Acosta Matos, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCVI La Era II. Eliades Acosta Matos, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCVII Cronología: Revolución de Abril de 1965. Del 24 de abril al 25 de mayo. Tomo I, Gerardo
Sepúlveda, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCXCVIII Historia de Santo Domingo. La separación (1844). Vol. X. Gustavo Adolfo Mejía-Ricart,
Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCXCIX Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1578-1587). Compilación de Genaro Rodríguez
Morel, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCC Voces de la Revolución de Abril. Testimonios. Departamento de Investigación y Divulgación,
Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCCI Horacio Vásquez. Mensajes y memorias. Ricardo Hernéndez, Santo Domingo, D. N., 2016.
Vol. CCCII Los intelectuales y la intervención militar norteamericana, 1916-1924. Compilación de
Alejandro Paulino Ramos, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCIII Obras casi completas. Tomo 3. Notas críticas. Federico García Godoy. Edición de Andrés
Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCIV Obras casi completas. Tomo 4. En la hora trágica y Días sin sol. Federico García Godoy. Edición
de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCV Descripción topográfica, física, civil, política e histórica de la Parte Francesa de la isla de Santo Domingo.
Tomo I, M. L. E. Moreau de Saint-Méry. Traducción de Victoria Flórez-Estrada Ponce de
León, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCVI Descripción topográfica, física, civil, política e histórica de la Parte Francesa de la isla de Santo Domingo.
Tomo II, M. L. E. Moreau de Saint-Méry. Traducción de Victoria Flórez-Estrada Ponce de
León, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCVII Introducción al estudio de la historia de la cultura dominicana. Ciriaco Landolfi, Santo Domingo,
D. N., 2017.

338
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Vol. CCCVIII Los silencios de Juan Pablo Duarte. Luces y sombras de un hombre excepcional. Francisco M. de las
Heras y Borrero, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCIX El gran olvidado. Rafael Andrés Brenes Pérez. Compilación de Mario Emilio Sánchez
Córdova y Margarita Piñeyro de Sánchez, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCX La Comisión Nacionalista y la ocupación americana de 1916. Compi-lación de Alejandro Paulino
Ramos, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXI VI Conferencia Interamericana de Costa Rica (sanciones contra la República Dominicana).
Intervenciones de la Comisión Interamericana de Paz, 1948-1962. José Antonio Martínez
Rojas, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXII El cementerio de la avenida Independencia: Memoria urbana, identidad caribeña y modernidad.
Amparo Chantada, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXIII De súbditos a ciudadanos, siglos XVII-XIX (El proceso de formación de las comunidades criollas del Caribe
hispánico (Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo), tomo IV. Jorge Ibarra Cuesta, Santo Domingo, D. N.,
2017.
Vol. CCCXIV Bibliotecas privadas y vida cotidiana en la colonia de Santo Domingo. Carlos Esteban Deive,
Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXV Historiografía y literatura de Salcedo, 1865-1965. Emelda Ramos, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXVI Nacionalismo y resistencia contra la ocupación americana de 1916. Roberto Cassá, Santo
Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXVII Mis dos Eugenio. Giannella Perdomo, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXVIII Palabra, canto y testimonio. Fernando Casado, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXIX Crímenes del imperialismo norteamericano. Horacio Blanco Fombona, Santo Domingo, D. N.,
2018.
Vol. CCCXX Obras completas. Memorias para la historia de Quisqueya. Rasgos biográficos de dominicanos
célebres. Diccionario geográfico-histórico. Volumen 5. José Gabriel García, Santo Domingo,
D. N., 2017.
Vol. CCCXXI Obras completas. Epistolario I. Volumen 6. José Gabriel García, Santo Domingo, D. N.,
2017.
Vol. CCCXXII El pasado como historia. La nación dominicana y su representación histórica. Roberto Marte,
Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXIII Normas editoriales Archivo General de la Nación. Departamento de Investigación, área de
Publicaciones, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXIV Tras los pasos de Balaguer. Desde los aprestos para la Vicepresidencia hasta las elecciones de 1966.
Pedro Carreras Aguilera, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXXV Un leviatán tropical: las redes clientelares de Trujillo en América Latina y el Caribe. Eliades Acosta
Matos, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXVI Vida social y cultural de La Vega en la primera mitad del siglo xx. Según el periódico El Progreso,
tomo I. Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXVII Vida social y cultural de La Vega en la primera mitad del siglo xx. Según el periódico El Progreso,
tomo II. Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXVIII Brevísima selección sobre las ideas políticas en los escritos de Francisco Antonio Avelino, Francisco
Antonio Avelino, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. CCCXXIX Redes del Imperio, Laura Náter, Santo Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXX La telaraña cubana de Trujillo. Tomo I, segunda edición, Eliades Acosta Matos, Santo
Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXXI La telaraña cubana de Trujillo. Tomo II, segunda edición, Eliades Acosta Matos, Santo
Domingo, D. N., 2018.
Vol. CCCXXXII Sin escudo ni armadura. Orlando Gil, Santo Domingo, D. N., 2018.

339
Publicaciones del Archivo General de la Nación

Colección Juvenil

Vol. I Pedro Francisco Bonó. Textos selectos. Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. II Heroínas nacionales. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. III Vida y obra de Ercilia Pepín. Alejandro Paulino Ramos, Santo Domingo, D. N., 2007.
Vol. IV Dictadores dominicanos del siglo xix. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. V Padres de la Patria. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. VI Pensadores criollos. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2008.
Vol. VII Héroes restauradores. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2009.
Vol. VIII Dominicanos de pensamiento liberal: Espaillat, Bonó, Deschamps
(siglo xix). Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2010.
Vol. IX El montero. Pedro Francisco Bonó, Santo Domingo, D. N., 2017.
Vol. X Rufinito. Federico García Godoy, Santo Domingo, D. N., 2017.

Colección Cuadernos Populares

Vol. 1 La Ideología revolucionaria de Juan Pablo Duarte. Juan Isidro Jimenes Grullón, Santo Domingo,
D. N., 2009.
Vol. 2 Mujeres de la Independencia. Vetilio Alfau Durán, Santo Domingo,
D. N., 2009.
Vol. 3 Voces de bohío. Vocabulario de la cultura taína. Rafael García Bidó, Santo Domingo,
D. N., 2010.
Vol. 4 La ocupación de la República Dominicana por los Estados Unidos y el derecho de las pequeñas nacionalidad
de América. Emilio Roig de Leuchsenring, Santo Domingo, D. N., 2017.

Colección Referencias

Vol. 1 Archivo General de la Nación. Guía breve. Ana Féliz Lafontaine y Raymundo González, Santo
Domingo, D. N., 2011.
Vol. 2 Guía de los fondos del Archivo General de la Nación. Departamentos de Descripción y Referencias,
Santo Domingo, D. N., 2012.
Vol. 3 Directorio básico de archivos dominicanos. Departamento de Sistema Nacional de Archivos, Santo
Domingo, D. N., 2012.

340
Documentos para el estudio de la historia colonial
de Santo Domingo (1561-1680), de Genaro
Rodríguez Morel, se terminó de imprimir en
los talleres gráficos de Editora Búho, S. R. L.,
en septiembre de 2018, Santo Domingo, R. D.,
con una tirada de 1,000 ejemplares.

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