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Caín es la otra cara del relato bíblico. Sin tapujos, el autor confronta ese relato oficial, verídico e
incuestionable y casi perfecto del inicio de la ¨ historia de la humanidad¨ que comienza con la
creación de aquel primer patriarca: Adán; con la versión de Caín, con la voz de aquel que fue castigado
por su delito. Luego de la expulsión del paraíso Adán y Eva salen del Edén y tienen a sus dos hijos Caín
y Abel. Abel tenía su ganado, Caín su campo y como mandaba la tradición y la obligación religiosa
ofrecieron al señor la primicia de su trabajo, quemando Abel la delicada carne de un cordero y Caín
los productos de la tierra. Allí ocurre lo inexplicable, al señor no le agrada los vegetales de Caín solo
se complace de la carne de cordero ofrecida por Abel. Abel muestra su verdad, su falta de piedad, su
desprecio que hace que Caín lo mate con sus propias manos. Caín recibe un castigo: ¨ Andarás errante
y perdido por el mundo¨.
Caín comienza su castigo de errante y perdido dirigiéndose hacia diferentes tierras y apareciendo en
diferentes momentos importantes de los libros del antiguo testamento. Aparece en el momento en
que Abraham intenta matar a Isaac, en donde se cuestiona ¿qué clase de Dios bondadoso mandaría a
sacrificar a su propio hijo, a un niño inocente (Isaac); en la destrucción de Sodoma y Gomorra, en
donde aborrece a Dios por su falta de piedad ante los niños inocentes que se convirtieron en cenizas;
aparece en la caída de la torre de babel, en la prueba de Lot y en la barca de Noe. Caín esta presente y
es testigo de todo lo que hace y permite Dios, pero no se queda callado, ya no le teme, denuncia su
falta de bondad, su egocentrismo, su profundo odio a la vida y necesidad de reafirmación.
¨El humo de la carne ofrecida por Abel Es Dios el insensible, el máximo depredador, el
subió recto hasta desaparecer en el promotor del sacrificio animal, al aceptar solo
espacio infinito, señal de que el señor la sangre del cordero legítima esa acción, el
aceptaba el sacrificio y de que él se asesinato se justifica por que es agradable a
complacía, pero el humo de lo vegetales Dios.
de Caín, cultivados por un amor por lo (cristianismo- Antropocentrismo)
menos igual, se dispersó allí mismo, a
poca altura del suelo, lo que significaba
que el señor lo rechazaba sin ninguna
contemplación¨ Pág. 38