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DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES (I) – 9 ECTS

Carlos Jerez del Valle, carlosjerez@eulainmaculada.com


Tutorías, D10: lunes de 19:30 a 21:30
Curso 2013-2014

Tema 9.- La Teoría Global o de la Tectónica de Placas.


Si la Tierra sólo estuviese sometida a la acción de los procesos externos, haría ya
mucho tiempo que su superficie estaría transformada en una inmensa llanura, sin relieves
montañosos ni depresiones.

Pero si observamos a nuestro alrededor, vemos que esto no ha ocurrido, que la


corteza terrestre está llena de cadenas montañosas y depresiones. Esto es debido a que
existe un conjunto de procesos internos que actúan continuamente acentuando las
desigualdades. Estos procesos tienen su origen en la energía acumulada en el interior de la
Tierra.

Desde antiguo ha existido una gran curiosidad por saber ¿cómo se forman las
montañas?, ¿qué fuerzas son capaces de dar lugar a tan inmensas edificaciones naturales?.
Pues bien, han existido muchas teorías que han intentado dar respuestas a estas preguntas.
Algunas sostienen que los continentes han permanecido prácticamente en la misma
situación geográfica durante toda la historia de la Tierra, no admitían movimientos en los
continentes y océanos, dando explicaciones de tipo fijitas o inmovilistas. En clase hablamos
también de otros planteamientos como la Vis Plastica, que interpretaba los fósiles como
formas caprichosas que naturaleza había formado a modo de piedras extrañas que
recordaban a animales y formas geométricas definidas. Otras corrientes como el
Catastrofismo de Cuvier, sostenían que los cambios en la Tierra habían sucedido siempre de
forma abrupta. Trataba de explicar las orogenias (formación de las cadenas montañosas) o
las grandes extinciones a través de eventos concretos de la historia. Por ejemplo, asociaba la
extinción de los dinosaurios al Diluvio Universal (de ahí que se les llamen “animales
antediluvianos”. Finalmente, el Creacionismo opina que todo ha sido creado por un ser
superior tal como lo conocemos. ¿Qué pasa entonces con los fósiles? Resuelven la cuestión
pensando que sencillamente han sido colocados ahí por ese ser superior para probar
nuestra fe…

Afortunadamente, a pesar de las corrientes de pensamiento imperantes en cada


época, han surgido siempre mentes preclaras que han permitido desarrollar pequeñas
teorías que fueron dando luz poco a poco al problema de la formación de los continentes,
las orogenias, los fósiles,… Todas estas “teorías menores” propiciaron, al fusionarlas bajo un
mismo nombre a principios de los 70, el nacimiento de la Teoría de la Tectónica de Placas o
Teoría Global.

1. Teorías previas a la Tectónica de Placas

1.1. Teoría de la Deriva Continental. Alfred Wegener.

Tomando como base inquietudes como el origen de los fósiles, las coincidencias
entre las costas de África y Sudamérica,… Alfred Wegener en 1912, en su libro “El origen de
los continentes y de los océanos”, propuso que los sistemas montañosos son consecuencia
de la migración lateral que han sufrido los continentes a través de la historia geológica del
planeta, mecanismo que Wegener denominó deriva continental.

Para Wegener todas las tierras emergidas habían estado unidas formando un gran
continente al que dio el nombre de Pangea y rodeado de un único océano, Pantalasa. La
distribución actual de los continentes no es más que el resultado de la división de ese
Pangea y el desplazamiento de los fragmentos como barcos a la deriva.

Wegener aportó muchos argumentos válidos para demostrar su teoría:

 Pruebas geográficas o morfológicas: su punto de partida fue la forma de las costas


de los continentes, especialmente Sudamérica y África, que permitían encajarlos
como las piezas de un rompecabezas.

 Pruebas paleontológicas o paleobiológicas: existen varios ejemplos de fósiles de


organismos idénticos que se han encontrado en lugares que hoy distan miles de
kilómetros, como la Antártida, Sudamérica, África, India y Australia. Los estudios
paleontológicos indican que estos organismos prehistóricos no hubieran sido
capaces de cruzar los océanos que hoy separan esos continentes. Esta prueba indica
que los continentes estuvieron reunidos en alguna época pasada.

 Pruebas geológicas: si se unen los continentes en uno solo, se puede observar que
los tipos de rocas, los yacimientos minerales y las cadenas montañosas principales
tendrían continuidad física, es decir, se alinean.

 Pruebas paleoclimáticas: el científico alemán descubrió que existían zonas en la


Tierra cuyos climas actuales no coincidían con los que tuvieron en el pasado. Así,
zonas actualmente cálidas estuvieron cubiertas de hielo en el pasado (India,
Australia), mientras que en esa época el norte de América y Europa eran bosques
muy cálidos.

 Pruebas magnéticas: se han encontrado rocas con propiedades magnéticas


pertenecientes a la misma época cuyas partículas están orientadas hacia dos
supuestos polos magnéticos. la única explicación es que en el momento de formarse
esas rocas, se encontraban en lugares diferentes de la superficie de la Tierra a los de
hoy, demostrando que los continentes se han desplazado.

Wegener consideraba que el desplazamiento de los continentes resultaba innegable,


sin embargo tenía muchas dudas sobre el origen de los esfuerzos que causaban estos
movimientos. De hecho, las lagunas principales de la teoría de Wegener están en la
explicación que da del movimiento de los continentes (pensaba que se desplazaban por
efecto de la rotación terrestre) y en que pensaba que los continentes flotaban sobre agua.

Los avances tecnológicos y el desarrollo histórico posterior de la geología, han


conseguido mecanismos explicativos convincentes para la deriva continental como las
convecciones que se producen en el manto, como veremos más adelante.

1.2. Teoría de la Expansión del Fondo Oceánico. Harry Hess.

A partir de la década de los 60, y gracias a estudios oceanográficos, se empezaron a


obtener datos sobre el fondo oceánico. A partir de ellos se propuso una nueva teoría:
expansión del fondo oceánico. La idea en sí se le atribuye a Harry Hess, un geólogo, oficial
de la Marina de los EE.UU. que durante la Segunda Guerra Mundial tuvo la oportunidad de
cartografiar los fondos oceánicos y se percató de los patrones paralelos que hay a un lado y
a otro de las dorsales oceánicas.

Según esta teoría, el suelo oceánico se desplaza a un lado y otro de las dorsales por
inyección constante de materiales ígneos procedentes de la Astenosfera1, a través del eje de
dichas dorsales.

Las dorsales oceánicas son lugares donde se genera nueva corteza oceánica, que
provoca la expansión de los océanos. La velocidad de expansión es la misma a un lado y otro
de la dorsal, variando la tasa de expansión de un océano a otro. Así, en el Atlántico Norte, la
velocidad de expansión es de 2 cm por año, de 3 en el Atlántico Sur y de 6 a 10, en el océano
Pacífico. Recordad cuando vimos en clase las bandas de edad de los materiales del fondo
oceánico usando el Google Earth, cómo las bandas del Atlántico eran más estrechas,
antiguas y numerosas, mientras que las del Pacífico eran muy anchas y más jóvenes al llegar
a la costa.

Esta hipótesis está apoyada por la simetría de varios elementos a ambos lados de la
dorsal: edad de la corteza, espesor de sedimentos, y, especialmente, por la polaridad
magnética (los cambios de polaridad son simétricos respecto al eje de la dorsal).

Si el proceso se inicia sobre un continente, el resultado será la separación del mismo


en dos partes separadas por un océano. En sus primeros pasos la dorsal ocupará una
posición continental, durante esta fase se le denomina Rift continental (más adelante
veremos al hablar del “Ciclo de Wilson” cómo este nombre hace referencia al Valle del Rift,
en África). En el siguiente enlace podéis ver una animación de cómo sucede la expansión a
partir de una dorsal joven y cómo los materiales van “grabando” la polaridad del campo
magnético terrestre en el momento de su formación, lo que deja un patrón de bandas
simétrico a un lado y otro de la dorsal.
http://e-ducativa.catedu.es/44700165/aula/archivos/repositorio//2500/2623/html/12_expansin_del_fondo_ocenico.html

2. Teoría de la Tectónica de Placas


La tectónica de placas (del griego τεκτονικός, tektonicós, "el que construye") es una
teoría geológica que explica la forma en que está estructurada la Litosfera (la porción externa
más fría y rígida de la Tierra). La teoría da una explicación a las placas tectónicas que forman la
superficie de la Tierra y a los desplazamientos que se observan entre ellas en su movimiento
sobre el manto terrestre fluido, sus direcciones e interacciones. También explica la formación
de las cadenas montañosas (orogénesis). Asimismo, da una explicación satisfactoria de por qué
los terremotos y los volcanes se concentran en regiones concretas del planeta (como el
cinturón de fuego del Pacífico) o de por qué las grandes fosas submarinas están junto a islas y
continentes y no en el centro del océano.

1
En el tema anterior hablábamos de que la Tierra estaba dividida en Corteza 8continental y Oceánica)
Manto (superior e inferior) y Núcleo (externo e interno). Pues bien, cuando hablamos de las placas
tectónicas nos encontramos con otros nombres diferentes: Litosfera y Astenosfera. La Litosfera sería la
parte rígida de la Corteza terrestre (Litosfera de la Corteza) y la primera capa del Manto (Litosfera del
Manto), todavía con propiedades ligeramente sólidas. La Astenosfera es la parte del Manto superior
que ya sí tiene propiedades viscosas.
Fue forjada principalmente entre los años 50 y 60 y se le considera la gran teoría
unificadora de las Ciencias de la Tierra, ya que explica una gran cantidad de observaciones
geológicas y geofísicas de una manera coherente y elegante. A diferencia de otras ramas de las
ciencias, su concepción no se le atribuye a una sola persona. Fue producto de la colaboración
internacional y del esfuerzo de talentosos geólogos, geofísicos y sismólogos, que poco a poco
fueron aportando información acerca de la estructura de los continentes, las cuencas
oceánicas y el interior de la Tierra.

2.1. Principios de la Tectónica de Placas.

La teoría de la Tectónica de Placas es una teoría científica con un marcado carácter


generalista e integrador ya que pretende explicar gran cantidad de fenómenos geológicos
que antes se explicaban de forma puntual por teorías inconexas.

Los principios fundamentales de la teoría de la Tectónica de Placas puede resumirse


en:

1- La Litosfera terrestre está dividida en una serie de bloques más o menos rígidos y
móviles denominados placas litosféricas.

2- Estas placas Litosferas se desplazan sobre la Astenosfera plástica subyacente, cada


una con una velocidad y dirección variable.

3- Los desplazamientos de las placas litosféricas son causados por la energía térmica
existente en el interior de la tierra. Esta energía impulsa las corrientes de convección
que en última instancia mueven las placas.

4- Las zonas de contacto entre placas se denominan bordes o límites de placas. En


dichos límites se produce un movimiento relativo entre placas. Pueden ser de tres
tipos: divergentes (separación), convergentes (choque) o pasivos (deslizamiento).

5- Los límites de las placas son las zonas de mayor actividad geológica de la Tierra.
6- A lo largo de la historia geológica han cambiado no sólo la posición de las placas
litosféricas, su forma o tamaño, sino también el número de las mismas.

2.2. Causas del movimiento de las placas.

Cuando un fluido se calienta se dilata, pierde densidad y asciende. Cuando llega a


zonas con menor temperatura, se enfría y desciende. Se establecen así los movimientos
cíclicos denominados corrientes de convección.

El núcleo terrestre se halla a elevadas temperaturas (entre 3500 y 5000ºC). Los


materiales del manto, en contacto con él, se calientan y ascienden. Al ascender y entrar en
contacto con la Litosfera más fría, los materiales del manto se enfrían, aumentan su
densidad y se hunden de nuevo, formando así las corrientes de convección. Este
movimiento produce sobre la Litosfera un "efecto arrastre" que origina el movimiento
horizontal de placas.
2.3. Tipos de bordes o límites entre placas.

Las placas litosféricas están bastante bien diferenciadas a nivel superficial. Las zonas
donde interaccionan las unas con las otras reciben el nombre de bordes o límites de las placas
tectónicas. En función del tipo de interacción que se produzca en cada zona encontramos
básicamente tres tipos de límites2.

Límites divergentes o constructivos

Se trata de límites que se están separando (“divergentes”) por lo que se está


formando nuevo fondo oceánico (“constructivos”). Su expresión topográfica en superficie
viene marcada por la existencia de las dorsales oceánicas que suponen la interacción entre
dos placas que se separan.

Estas dorsales presentan una depresión tectónica central llamada Rift, donde el
espesor de la Litosfera es mínimo debido al movimiento de separación, lo que facilitará la
salida y formación de magmas que darán lugar a la formación de suelo oceánico y el
crecimiento o expansión del fondo.

Los procesos geológicos internos asociados a este tipo de límites son:

- Intensa actividad volcánica (emisión de lavas básicas y expansión del fondo oceánico).

- Intensa actividad sísmica con seísmos de foco (lugar físico donde se produce en
seísmo) superficial asociados a las fracturas (fallas normales) producidas en el Rift por
la distensión.

Límites convergentes o destructivos

Son límites en los que dos placas se están acercando (“convergentes”), por lo que se
está perdiendo Litosfera (“destructivos”). Cuando interaccionan placas que convergen, una
de ellas (la más densa) se hunde bajo la otra en un proceso conocido como subducción. En
las zonas de subducción es donde se destruye la Litosfera de la placa que se está hundiendo
bajo la otra, incorporándose sus materiales al Manto. Encontramos varios tipos de límites
convergente en función de la naturaleza de las placas:

- Océano-océano (borde oceánico converge con borde oceánico). En este caso una de las
placas se hunde bajo la otra dando lugar a una fosa oceánica (son las mayores
depresiones del planeta, entre ellas la fosa de las Marianas). La placa que subduce
(introduce debajo) se funde originando procesos magmáticos y volcanes en superficie, si
éstos son suficientemente altos aparecerán como islas volcánicas (denominadas arcos
islas). Ejemplo de arcos islas son las Japonesas, Filipinas, Marianas, Antillas,… y de islas
son la de Java, Sumatra, etc. originadas todas ellas por la colisión entre diversas placas.

- Continente-océano (borde continental converge con borde oceánico). Es el caso de la


costa pacífica de Sudamérica, donde la litosfera oceánica más densa y delgada de la placa

2
Por aclarar, cada placa puede tener a la vez varios tipos de límites, en función de cómo interactúe con
las placas adyacentes. Por ejemplo, la Placa Sudamericana tiene un límite divergente con la placa
Africana (en el Atlántico) y otro convergente con la placa de Nazca (por el lado del Pacífico).
de Nazca se hunde bajo el continente Sudamericano incorporándose sus materiales al
manto. Se produce la formación de fosas oceánicas en las zonas donde se dobla la placa
que se hunde. La superficie de contacto entre la litosfera oceánica y continental es
inclinada (aproximadamente 45º) y se denomina superficie de Benioff. Estas zonas son
de gran actividad sísmica y volcánica. La presión que ejercen las dos placas provoca la
formación de pliegues que dan lugar a cordilleras paralelas a la costa denominados
orógenos perioceánicos. Los magmas ascienden por las grietas y dan lugar a una intensa
actividad volcánica en la cordillera. Por ejemplo la cordillera de los Andes se forma por la
convergencia de las placas de Nazca y la Sudamericana.

- Continente-continente (borde continental converge con borde continental). Si en una


zona de subducción continente-océano, la placa oceánica que subduce lleva
"arrastrando" un continente, éste se irá acercando al primero hasta que entre en colisión
con él. Los sedimentos que se habían depositado en el océano (ahora desaparecido) se
deforman, dando lugar a una cordillera de grandes dimensiones (orógeno
intracontinental). Por ejemplo la cordillera del Himalaya, que se origina por la colisión
entre la placa Indoaustraliana y la placa Euroasiática. También los Urales, Alpes, Pirineos,
etc.

Límites pasivos, deslizantes o fallas transformantes

En las fallas transformantes las placas se deslizan lateralmente por lo que no hay
formación ni destrucción de la Litosfera. El roce entre placas hace que en estas zonas se
produzcan grandes fallas y una intensa actividad sísmica. El mejor ejemplo es la Falla de San
Andrés, en California (EE. UU.).

3. El Ciclo de Wilson

Básicamente el ciclo comienza en un antiguo continente que sufre una rotura con
formación de un rift continental (1).

Cada segmento de ese continente se transforma en una nueva placa independiente


que crece mediante la incorporación de nueva litosfera con formación de una dorsal (2).

Al separarse las dos placas aparece y crece un nuevo océano (fase oceánica) (3).

A cierta distancia de la dorsal puede romperse la unión de la nueva litosfera


oceánica y formarse una zona de subducción, que ahora irá consumiendo litosfera (4)(5).

El océano generado por la rotura del antiguo continente puede desaparecer


colisionando las dos masas que al principio del ciclo formaban una unidad (colisión) (6).
Se considera que a lo largo de la historia de la Tierra este ciclo se ha completado en
cinco ocasiones, en los últimos 2.800-2.500 millones de años. Anteriormente se cree que hubo
una tectónica de miniplacas.

Según esto los supercontinentes se forman cada 400 a 500 millones de años, y un
punto caliente es capaz de romper un continente en 100 millones de años.

Algunos autores piensan que este ciclo es un modelo más que una realidad, y que
los grandes supercontinentes no están unidos al mismo tiempo nunca, sino que se agregan y
se disgregan partes en diferentes momentos de la historia de la Tierra , más o menos
próximas. Esto es debido a que los puntos calientes se pueden producir bajo la corteza
oceánica, y no necesariamente bajo los continentes más grandes, ni en su centro, que es
donde menos cambios de temperatura se producen. En la actualidad los puntos calientes
más activos están en las islas Canarias, Cabo Verde y en el parque de Yelowstone entre
otros.

Es muy probable que, mientras en algún lugar esté ocurriendo disgregación, en otra
ocurre agregación, e incluso mientras está chocando una placa contra otra, en el interior de
una de esas placas se está formando un nuevo rift que rompa y separe otras placas.

Cada una de las fases del Ciclo de Wilson recibe el nombre del lugar geográfico
donde en la actualidad se está produciendo. Por ejemplo, la primera se llama Fase de Rift en
referencia al Valle del Rift en África.

4. Consecuencias de la tectónica de placas


4.1 Terremotos

Los terremotos, sismos, seísmos o temblores de tierra,... son reajustes de la corteza


terrestre causados por los movimientos de grandes fragmentos. Se producen por una
liberación brusca de energía acumulada en el interior de la Tierra. Por sí mismos, son
fenómenos naturales que no afectan demasiado al hombre. El movimiento de la superficie
terrestre que provoca un terremoto no representa un riesgo en sí, salvo cuando sus
consecuencias afectan a las construcciones humanas y produciendo todo tipo de catástrofes:
caída de edificios, avalanchas, destrucción de carreteras,…

Aunque todos los días se registran una gran cantidad de terremotos en el mundo, la
inmensa mayoría son de poca magnitud. Sin embargo, se suelen producir dos o tres
terremotos de gran magnitud cada año, con consecuencias imprevisibles.

Las placas de la corteza terrestre están sometidas a tensiones. En la zona de roce


(falla), la tensión es muy alta y, a veces, supera a la fuerza de sujeción entre las placas.
Entonces, las placas se mueven violentamente, provocando ondulaciones y liberando una
enorme cantidad de energía.

La intensidad o magnitud de un seísmo representa la energía liberada se mide con los


con la escala de Richter (creada en 1935) y. y se mide en forma logarítmica, del uno al nueve.
La ciencia que estudia los sismos es la sismología y los científicos que la practican, sismólogos.

Todos los terremotos tienen un hipocentro y un epicentro. El hipocentro es el punto


físico donde se produce realmente la liberación de la energía en el interior de la Tierra. El
epicentro es el punto en la superficie terrestre situado sobre la vertical del hipocentro. Cuanto
más profunde esté el hipocentro mayor será la superficie terrestre afectada.

Cuando un seísmo se produce en el mar, en el fondo oceánico, lo llamamos maremoto


y provocan movimientos del agua del mar o tsunamis que son olas enormes con longitudes de
onda de hasta 100 kilómetros que viajan a velocidades de 700 a 1000 km/h. En alta mar la
altura de la ola es pequeña, sin superar el metro; pero cuando llegan a la costa, al rodar sobre
el fondo marino alcanzan alturas mucho mayores, de hasta 30 y más metros. Un tsunami está
formado por varias olas que llegan separadas entre sí unos 15 o 20 minutos. La primera que
llega no suele ser la más alta, sino que es muy parecida a las normales. Después se produce un
impresionante descenso del nivel del mar seguido por la primera ola gigantesca y a
continuación por varias más. En la práctica, “maremoto” y “tsunami” son términos
equivalentes.

4.2 Volcanes

Una de las manifestaciones más espectaculares de la actividad geológica de la Tierra


son, sin duda, los volcanes. Los hay de diferentes tipos, según la manera en que sale la lava, y
se encuentran distribuidos por regiones concretas del planeta. Los volcanes son también los
únicos lugares donde podemos entrar en contacto con los materiales del interior de la corteza
o del manto, por lo que suscitan un gran interés para las ciencias.

Diremos que un volcán es una fisura de la corteza terrestre sobre la cual se acumula un
cono de materia fundida y sólida que es lanzada a través de la chimenea desde el interior de la
Tierra. En la cima de este cono hay una formación cóncava llamada cráter. Cuando se produce
actividad en un volcán se dice que está en erupción. Los volcanes son por lo general
estructuras compuestas de material fragmentado y corrientes de lava. A través de la chimenea
sale la lava que escurre por las laderas del cono, que se va formando por sucesivas capas
solidificadas, todas inclinadas hacia el exterior de la chimenea.
El magma, masa espesa y viscosa, es la roca fundida que se encuentra en la parte
interna del volcán sometida a grandes presiones, y está constituido por gases que se
encuentran disueltos y que en el momento de llegar a la superficie, al disminuir la presión, son
liberados de forma explosiva y espontánea. El material fundido que se arroja fuera del volcán
contiene menos gases y, para diferenciarlo del magma, se le llama lava.

PARA SABER MÁS…

Dependiendo de la temperatura de los magmas, de la cantidad de productos


volátiles que acompañan a las lavas y de su fluidez o viscosidad, se han clasificado los
volcanes en cuatro grandes grupos o tipos: hawaiano, estromboliano, vulcaniano y peleano,
aunque los hay que no encajan exactamente en ninguno de ellos.

Hawaiano, de lavas muy fluidas y sin desprendimientos gaseosos explosivos. La lava se


desborda cuando rebasa el cráter y se desliza con facilidad, formando verdaderas
corrientes a grandes distancias.

Estromboliano. La lava es fluida, con desprendimientos gaseosos abundantes y violentos.


Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen
pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende
por sus laderas y barrancos, pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones
de tipo hawaiano.

Vulcaniano, tipo de volcán se desprende grandes cantidades de gases de un magma poco


fluido que se consolida con rapidez. Las explosiones son muy fuertes y pulverizan la
lava, produciendo gran cantidad de cenizas que son lanzadas al aire acompañadas de
otros materiales. Cuando la lava sale al exterior se consolida rápidamente, pero los
gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta
áspera e irregular.

Peleano. Entre los volcanes de las Antillas es célebre el de la Montaña Pelada de la isla
Martinica por su erupción de 1902, que ocasionó la destrucción de su capital, San
Pedro. Su lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a
tapar por completo el cráter. La enorme presión de los gases, que no encuentran
salida, levanta este tapón que se eleva formando una gran aguja.

4.3. Plegamientos y fallas.

La corteza terrestre es sólida, pero como constantemente se generan nuevas


porciones y se destruyen otras, en su zona interior se producen enormes fuerzas que acaban
por deformarla. Estas fuerzas, actuando durante millones de años, hacen que los materiales
más elásticos de la corteza se ondulen y formen pliegues (plegamientos). A veces, estas
fuerzas son tan potentes que la elasticidad de los materiales no pueden soportarlas y el
pliegue se rompe. En otras ocasiones, los materiales sometidos a las fuerzas no son tan
plásticos y se quiebran, provocando rupturas (fallas).
Plegamientos

Los materiales rocosos que forman la corteza terrestre tienen un grado de elasticidad
determinado, que es máximo en las rocas blandas de tipo sedimentario y mínimo en las rocas
metamórficas. Cuando actúan fuerzas intensas, como las producidas en el choque entre
continentes, la roca cede elásticamente y se dobla adoptando una forma que depende de su
elasticidad y de la intensidad de la fuerza.

Estos procesos se conocen como plegamientos y pueden producirse a poca


profundidad, siendo responsables de la formación de las grandes cordilleras de la Tierra. Si la
fuerza supera la elasticidad, la roca se rompe y se forma una falla.

La mayoría de las rocas estratificadas visibles en ríos, canteras o costas eran, en su


origen, sedimentos depositados en capas o lechos horizontales. Hoy suelen estar inclinados en
una u otra dirección. En ocasiones, cuando los estratos afloran a la superficie se puede ver
cómo suben hasta un arco o descienden hacia un seno.

Cada unidad de plegamiento se llama pliegue. Los pliegues superiores con forma
abovedada se llaman anticlinales y tienen forma de “A”, con una cresta y dos ramas laterales
inclinadas. Los pliegues con la forma inversa, como un cuenco se denominan sinclinales.

Los rocas de la superficie son tan duras y quebradizas que parece imposible que se
doblen de manera plástica durante una deformación, y menos que fluyan entre las grietas a la
vez que se produce el plegamiento. El calor es un factor importante en las profundidades del
manto terrestre y puede convertir las rocas de rígidas a dúctiles. Por otra parte hay que
considerar el factor tiempo, pues aquellas rocas que sufren durante millones de años las
tensiones tienen más facilidad para crear pliegues que aquellas que son sometidas a tensiones
enorme durante un periodo de tiempo corto, que son más susceptibles de romperse
bruscamente en forma de falla y provocando terremotos.

Las fallas

Las fallas son un tipo de deformación de la corteza terrestre que finaliza en ruptura.
Cuando esta ruptura se produce de forma brusca, se produce un terremoto. En ocasiones, la
línea de falla permite que, en ciertos puntos, aflore el magma de las capas inferiores y se forme
un volcán.

En todas la fallas se distinguen varias partes (no tenéis que saberlas):

El plano de falla es la superficie sobre la que se ha producido el movimiento, horizontal,


vertical u oblicuo. Si las fracturas son frágiles, tienen superficies lisas y pulidas por efecto
de la abrasión. Durante el desplazamiento de las rocas fracturadas se pueden desprender
fragmentos de diferentes tamaños.

Los labios de falla son los dos bordes o bloques que se han desplazado. Cuando se
produce un desplazamiento vertical, los bordes reciben los nombres de labio hundido (o
interior) y labio elevado (o superior), dependiendo de la ubicación de cada uno de ellos
con respecto a la horizontal relativa. Cuando está inclinado, uno de los bloques se desliza
sobre el otro. El bloque que queda por encima del plano de falla se llama "techo" y el que
queda por debajo, "muro".
El salto de falla es la distancia vertical entre dos estratos que originalmente formaban una
unidad, medida entre los bordes del bloque elevado y el hundido. Esta distancia puede ser
de tan sólo unos pocos milímetros (cuando se produce la ruptura), hasta varios kilómetros.
Éste último caso suele ser resultado de un largo proceso geológico en el tiempo.

Por otra parte y simplificando mucho, distinguimos tres tipos de fallas en función del
desplazamiento relativo de un bloque con respecto al otrocomo vimos en clase, existen
multitud de estructuras geológicas más complejas relacionadas con las fallas y más tipos de
fallas):

Falla normal, producida por tensiones, la inclinación del plano de falla coincide con la
dirección del labio hundido. El resultado es un estiramiento o alargamiento de los
materiales, al desplazarse el labio hundido por efecto de la fuerza de la gravedad.

Falla inversa, producida por las fuerzas que comprimen la corteza terrestre, el labio
hundido en la falla normal, asciende sobre el plano de falla y, de esta forma, las rocas de
los estratos más antiguos aparecen colocadas sobre los estratos más modernos, dando
lugar así a los cabalgamientos.

Falla de desgarre. Se trata de fallas verticales en las que el desplazamiento de los bloques
es horizontal. Como ya hemos visto son típicas de los bordes transformantes o pasivos de
las placas tectónicas.

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