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T9 Tectónica de Placas
T9 Tectónica de Placas
Desde antiguo ha existido una gran curiosidad por saber ¿cómo se forman las
montañas?, ¿qué fuerzas son capaces de dar lugar a tan inmensas edificaciones naturales?.
Pues bien, han existido muchas teorías que han intentado dar respuestas a estas preguntas.
Algunas sostienen que los continentes han permanecido prácticamente en la misma
situación geográfica durante toda la historia de la Tierra, no admitían movimientos en los
continentes y océanos, dando explicaciones de tipo fijitas o inmovilistas. En clase hablamos
también de otros planteamientos como la Vis Plastica, que interpretaba los fósiles como
formas caprichosas que naturaleza había formado a modo de piedras extrañas que
recordaban a animales y formas geométricas definidas. Otras corrientes como el
Catastrofismo de Cuvier, sostenían que los cambios en la Tierra habían sucedido siempre de
forma abrupta. Trataba de explicar las orogenias (formación de las cadenas montañosas) o
las grandes extinciones a través de eventos concretos de la historia. Por ejemplo, asociaba la
extinción de los dinosaurios al Diluvio Universal (de ahí que se les llamen “animales
antediluvianos”. Finalmente, el Creacionismo opina que todo ha sido creado por un ser
superior tal como lo conocemos. ¿Qué pasa entonces con los fósiles? Resuelven la cuestión
pensando que sencillamente han sido colocados ahí por ese ser superior para probar
nuestra fe…
Tomando como base inquietudes como el origen de los fósiles, las coincidencias
entre las costas de África y Sudamérica,… Alfred Wegener en 1912, en su libro “El origen de
los continentes y de los océanos”, propuso que los sistemas montañosos son consecuencia
de la migración lateral que han sufrido los continentes a través de la historia geológica del
planeta, mecanismo que Wegener denominó deriva continental.
Para Wegener todas las tierras emergidas habían estado unidas formando un gran
continente al que dio el nombre de Pangea y rodeado de un único océano, Pantalasa. La
distribución actual de los continentes no es más que el resultado de la división de ese
Pangea y el desplazamiento de los fragmentos como barcos a la deriva.
Pruebas geológicas: si se unen los continentes en uno solo, se puede observar que
los tipos de rocas, los yacimientos minerales y las cadenas montañosas principales
tendrían continuidad física, es decir, se alinean.
Según esta teoría, el suelo oceánico se desplaza a un lado y otro de las dorsales por
inyección constante de materiales ígneos procedentes de la Astenosfera1, a través del eje de
dichas dorsales.
Las dorsales oceánicas son lugares donde se genera nueva corteza oceánica, que
provoca la expansión de los océanos. La velocidad de expansión es la misma a un lado y otro
de la dorsal, variando la tasa de expansión de un océano a otro. Así, en el Atlántico Norte, la
velocidad de expansión es de 2 cm por año, de 3 en el Atlántico Sur y de 6 a 10, en el océano
Pacífico. Recordad cuando vimos en clase las bandas de edad de los materiales del fondo
oceánico usando el Google Earth, cómo las bandas del Atlántico eran más estrechas,
antiguas y numerosas, mientras que las del Pacífico eran muy anchas y más jóvenes al llegar
a la costa.
Esta hipótesis está apoyada por la simetría de varios elementos a ambos lados de la
dorsal: edad de la corteza, espesor de sedimentos, y, especialmente, por la polaridad
magnética (los cambios de polaridad son simétricos respecto al eje de la dorsal).
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En el tema anterior hablábamos de que la Tierra estaba dividida en Corteza 8continental y Oceánica)
Manto (superior e inferior) y Núcleo (externo e interno). Pues bien, cuando hablamos de las placas
tectónicas nos encontramos con otros nombres diferentes: Litosfera y Astenosfera. La Litosfera sería la
parte rígida de la Corteza terrestre (Litosfera de la Corteza) y la primera capa del Manto (Litosfera del
Manto), todavía con propiedades ligeramente sólidas. La Astenosfera es la parte del Manto superior
que ya sí tiene propiedades viscosas.
Fue forjada principalmente entre los años 50 y 60 y se le considera la gran teoría
unificadora de las Ciencias de la Tierra, ya que explica una gran cantidad de observaciones
geológicas y geofísicas de una manera coherente y elegante. A diferencia de otras ramas de las
ciencias, su concepción no se le atribuye a una sola persona. Fue producto de la colaboración
internacional y del esfuerzo de talentosos geólogos, geofísicos y sismólogos, que poco a poco
fueron aportando información acerca de la estructura de los continentes, las cuencas
oceánicas y el interior de la Tierra.
1- La Litosfera terrestre está dividida en una serie de bloques más o menos rígidos y
móviles denominados placas litosféricas.
3- Los desplazamientos de las placas litosféricas son causados por la energía térmica
existente en el interior de la tierra. Esta energía impulsa las corrientes de convección
que en última instancia mueven las placas.
5- Los límites de las placas son las zonas de mayor actividad geológica de la Tierra.
6- A lo largo de la historia geológica han cambiado no sólo la posición de las placas
litosféricas, su forma o tamaño, sino también el número de las mismas.
Las placas litosféricas están bastante bien diferenciadas a nivel superficial. Las zonas
donde interaccionan las unas con las otras reciben el nombre de bordes o límites de las placas
tectónicas. En función del tipo de interacción que se produzca en cada zona encontramos
básicamente tres tipos de límites2.
Estas dorsales presentan una depresión tectónica central llamada Rift, donde el
espesor de la Litosfera es mínimo debido al movimiento de separación, lo que facilitará la
salida y formación de magmas que darán lugar a la formación de suelo oceánico y el
crecimiento o expansión del fondo.
- Intensa actividad volcánica (emisión de lavas básicas y expansión del fondo oceánico).
- Intensa actividad sísmica con seísmos de foco (lugar físico donde se produce en
seísmo) superficial asociados a las fracturas (fallas normales) producidas en el Rift por
la distensión.
Son límites en los que dos placas se están acercando (“convergentes”), por lo que se
está perdiendo Litosfera (“destructivos”). Cuando interaccionan placas que convergen, una
de ellas (la más densa) se hunde bajo la otra en un proceso conocido como subducción. En
las zonas de subducción es donde se destruye la Litosfera de la placa que se está hundiendo
bajo la otra, incorporándose sus materiales al Manto. Encontramos varios tipos de límites
convergente en función de la naturaleza de las placas:
- Océano-océano (borde oceánico converge con borde oceánico). En este caso una de las
placas se hunde bajo la otra dando lugar a una fosa oceánica (son las mayores
depresiones del planeta, entre ellas la fosa de las Marianas). La placa que subduce
(introduce debajo) se funde originando procesos magmáticos y volcanes en superficie, si
éstos son suficientemente altos aparecerán como islas volcánicas (denominadas arcos
islas). Ejemplo de arcos islas son las Japonesas, Filipinas, Marianas, Antillas,… y de islas
son la de Java, Sumatra, etc. originadas todas ellas por la colisión entre diversas placas.
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Por aclarar, cada placa puede tener a la vez varios tipos de límites, en función de cómo interactúe con
las placas adyacentes. Por ejemplo, la Placa Sudamericana tiene un límite divergente con la placa
Africana (en el Atlántico) y otro convergente con la placa de Nazca (por el lado del Pacífico).
de Nazca se hunde bajo el continente Sudamericano incorporándose sus materiales al
manto. Se produce la formación de fosas oceánicas en las zonas donde se dobla la placa
que se hunde. La superficie de contacto entre la litosfera oceánica y continental es
inclinada (aproximadamente 45º) y se denomina superficie de Benioff. Estas zonas son
de gran actividad sísmica y volcánica. La presión que ejercen las dos placas provoca la
formación de pliegues que dan lugar a cordilleras paralelas a la costa denominados
orógenos perioceánicos. Los magmas ascienden por las grietas y dan lugar a una intensa
actividad volcánica en la cordillera. Por ejemplo la cordillera de los Andes se forma por la
convergencia de las placas de Nazca y la Sudamericana.
En las fallas transformantes las placas se deslizan lateralmente por lo que no hay
formación ni destrucción de la Litosfera. El roce entre placas hace que en estas zonas se
produzcan grandes fallas y una intensa actividad sísmica. El mejor ejemplo es la Falla de San
Andrés, en California (EE. UU.).
3. El Ciclo de Wilson
Básicamente el ciclo comienza en un antiguo continente que sufre una rotura con
formación de un rift continental (1).
Al separarse las dos placas aparece y crece un nuevo océano (fase oceánica) (3).
Según esto los supercontinentes se forman cada 400 a 500 millones de años, y un
punto caliente es capaz de romper un continente en 100 millones de años.
Algunos autores piensan que este ciclo es un modelo más que una realidad, y que
los grandes supercontinentes no están unidos al mismo tiempo nunca, sino que se agregan y
se disgregan partes en diferentes momentos de la historia de la Tierra , más o menos
próximas. Esto es debido a que los puntos calientes se pueden producir bajo la corteza
oceánica, y no necesariamente bajo los continentes más grandes, ni en su centro, que es
donde menos cambios de temperatura se producen. En la actualidad los puntos calientes
más activos están en las islas Canarias, Cabo Verde y en el parque de Yelowstone entre
otros.
Es muy probable que, mientras en algún lugar esté ocurriendo disgregación, en otra
ocurre agregación, e incluso mientras está chocando una placa contra otra, en el interior de
una de esas placas se está formando un nuevo rift que rompa y separe otras placas.
Cada una de las fases del Ciclo de Wilson recibe el nombre del lugar geográfico
donde en la actualidad se está produciendo. Por ejemplo, la primera se llama Fase de Rift en
referencia al Valle del Rift en África.
Aunque todos los días se registran una gran cantidad de terremotos en el mundo, la
inmensa mayoría son de poca magnitud. Sin embargo, se suelen producir dos o tres
terremotos de gran magnitud cada año, con consecuencias imprevisibles.
4.2 Volcanes
Diremos que un volcán es una fisura de la corteza terrestre sobre la cual se acumula un
cono de materia fundida y sólida que es lanzada a través de la chimenea desde el interior de la
Tierra. En la cima de este cono hay una formación cóncava llamada cráter. Cuando se produce
actividad en un volcán se dice que está en erupción. Los volcanes son por lo general
estructuras compuestas de material fragmentado y corrientes de lava. A través de la chimenea
sale la lava que escurre por las laderas del cono, que se va formando por sucesivas capas
solidificadas, todas inclinadas hacia el exterior de la chimenea.
El magma, masa espesa y viscosa, es la roca fundida que se encuentra en la parte
interna del volcán sometida a grandes presiones, y está constituido por gases que se
encuentran disueltos y que en el momento de llegar a la superficie, al disminuir la presión, son
liberados de forma explosiva y espontánea. El material fundido que se arroja fuera del volcán
contiene menos gases y, para diferenciarlo del magma, se le llama lava.
Peleano. Entre los volcanes de las Antillas es célebre el de la Montaña Pelada de la isla
Martinica por su erupción de 1902, que ocasionó la destrucción de su capital, San
Pedro. Su lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a
tapar por completo el cráter. La enorme presión de los gases, que no encuentran
salida, levanta este tapón que se eleva formando una gran aguja.
Los materiales rocosos que forman la corteza terrestre tienen un grado de elasticidad
determinado, que es máximo en las rocas blandas de tipo sedimentario y mínimo en las rocas
metamórficas. Cuando actúan fuerzas intensas, como las producidas en el choque entre
continentes, la roca cede elásticamente y se dobla adoptando una forma que depende de su
elasticidad y de la intensidad de la fuerza.
Cada unidad de plegamiento se llama pliegue. Los pliegues superiores con forma
abovedada se llaman anticlinales y tienen forma de “A”, con una cresta y dos ramas laterales
inclinadas. Los pliegues con la forma inversa, como un cuenco se denominan sinclinales.
Los rocas de la superficie son tan duras y quebradizas que parece imposible que se
doblen de manera plástica durante una deformación, y menos que fluyan entre las grietas a la
vez que se produce el plegamiento. El calor es un factor importante en las profundidades del
manto terrestre y puede convertir las rocas de rígidas a dúctiles. Por otra parte hay que
considerar el factor tiempo, pues aquellas rocas que sufren durante millones de años las
tensiones tienen más facilidad para crear pliegues que aquellas que son sometidas a tensiones
enorme durante un periodo de tiempo corto, que son más susceptibles de romperse
bruscamente en forma de falla y provocando terremotos.
Las fallas
Las fallas son un tipo de deformación de la corteza terrestre que finaliza en ruptura.
Cuando esta ruptura se produce de forma brusca, se produce un terremoto. En ocasiones, la
línea de falla permite que, en ciertos puntos, aflore el magma de las capas inferiores y se forme
un volcán.
Los labios de falla son los dos bordes o bloques que se han desplazado. Cuando se
produce un desplazamiento vertical, los bordes reciben los nombres de labio hundido (o
interior) y labio elevado (o superior), dependiendo de la ubicación de cada uno de ellos
con respecto a la horizontal relativa. Cuando está inclinado, uno de los bloques se desliza
sobre el otro. El bloque que queda por encima del plano de falla se llama "techo" y el que
queda por debajo, "muro".
El salto de falla es la distancia vertical entre dos estratos que originalmente formaban una
unidad, medida entre los bordes del bloque elevado y el hundido. Esta distancia puede ser
de tan sólo unos pocos milímetros (cuando se produce la ruptura), hasta varios kilómetros.
Éste último caso suele ser resultado de un largo proceso geológico en el tiempo.
Por otra parte y simplificando mucho, distinguimos tres tipos de fallas en función del
desplazamiento relativo de un bloque con respecto al otrocomo vimos en clase, existen
multitud de estructuras geológicas más complejas relacionadas con las fallas y más tipos de
fallas):
Falla normal, producida por tensiones, la inclinación del plano de falla coincide con la
dirección del labio hundido. El resultado es un estiramiento o alargamiento de los
materiales, al desplazarse el labio hundido por efecto de la fuerza de la gravedad.
Falla inversa, producida por las fuerzas que comprimen la corteza terrestre, el labio
hundido en la falla normal, asciende sobre el plano de falla y, de esta forma, las rocas de
los estratos más antiguos aparecen colocadas sobre los estratos más modernos, dando
lugar así a los cabalgamientos.
Falla de desgarre. Se trata de fallas verticales en las que el desplazamiento de los bloques
es horizontal. Como ya hemos visto son típicas de los bordes transformantes o pasivos de
las placas tectónicas.