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DETERMINANTES Y PRONOMBRES.

Determinantes y pronombres son morfemas independientes cuya misión es acompañar o sustituir a otro
elemento del discurso.

Los determinantes se integran en un sintagma nominal para acompañar al nombre y concretar y actualizar su
significación: bolígrafo, sin actualizadores tiene una significación genérica (Compraron bolígrafos) sin embargo,
con determinantes esa significación se singulariza, se concreta y se restringe: Compraron los bolígrafos, esos
bolígrafos, tres bolígrafos…
Los pronombres son morfemas que sustituyen a otro elemento que no debe ser repetido por agilidad y
flexibilidad del estilo del discurso. El elemento sustituido por el pronombre se denomina ‘referente’, y no
siempre es un sustantivo como demuestran los siguientes ejemplos: Yo me voy / Dame eso / No me habla y eso
no me gusta.
Los pronombres aparecen como núcleo de un sintagma nominal y asumen todas las funciones de éste: Esto no
me gusta / Dáselo a alguien. / Por eso no voy a verte.

Ambos, determinantes y pronombres se clasifican por el significado que aportan al nombre al que acompañan
o sustituyen: demostrativos, posesivos, cuantificadores (indefinidos y numerales), interrogativo-‐exclamativos y
relativos). El artículo es siempre determinante y los personales solo son pronombres. En muchos casos son
formas homónimas y el contexto determina si estamos ante un determinante o un pronombre: Dame estos
libros / Dame estos.

CLASIFICACIÓN
Esta clase de palabras es heterogénea. Acoge a formas diferentes que se clasifican según sus
significaciones particulares: artículos, posesivos, demostrativos, numerales, indefinidos, interrogativos y
exclamativos.

a) El ARTÍCULO, es exclusivamente un determinante y tiene el siguiente paradigma:

Masculino Femenino Neutro

El (al y del) / Los La / Las Lo

El artículo es el determinante por excelencia. Su significado gramatical consiste en presenta a un sustantivo


conocido —consabido— por los hablantes: Hablaron de libros / Hablaron del libro. Singulariza su contenido y
los convierte en objeto único: río / el río.
Los valores del artículo son, por tanto, los siguientes:
-‐Valor actualizador: es su valor habitual. Presenta a un sustantivo para singularizar su contenido:
Ya he comprado el libro.1
-‐Valor generalizador en mensajes de contenido universal: El hombre es mortal.
-‐Valor sustantivador: el artículo puede convertir en sustantivos ocasionales a otras categorías gramaticales:
Lo honesto es confesarlo todo. / El rubio es mi compañero de clase.
-‐Valor intensificador. La forma LO puede funcionar como intensificador de adjetivos y adverbios
(¡Lo guapa que estaba! / ¡Lo bien que me lo pasé!).

1
La ausencia de artículo no tiene por qué aludir siempre a algo genérico. El lenguaje periodístico y el publicitario recurren a la ausencia del
artículo por razones estilísticas: Inundaciones en Murcia.

1
b) Los DEMOSTRATIVOS indican la situación temporal o espacial del elemento acompañado o
sustituido respecto al hablante.

Masculino y femenino Neutro

ESTE-‐A-‐OS-‐AS ESTO

ESE-‐A-‐OS-‐AS ESO

AQUEL-‐AQUELLA-‐AQUELLOS-‐AQUELLAS AQUELLO

c) Los POSESIVOS indican la relación de pertenencia existente entre lo acompañado o sustituido y una de
las tres personas gramaticales. Además de género y número, los posesivos necesitan la noción de
persona para indicar el poseedor.

UN POSEEDOR VARIOS POSEEDORES

Singular Plural Singular Plural

1ª persona MI / MÍO-‐A MIS / MÍOS-‐AS NUESTRO-‐A NUESTROS-‐AS

2ª persona TU / TUYO-‐A TUS / TUYOS-‐AS VUESTRO-‐A VUESTROS-‐AS

3ª persona SU/ SUYO-‐A SUS / SUYOS-‐AS SU / SUYO-‐A SUS / SUYOS-‐AS

d) Los INDEFINIDOS expresan cantidad imprecisa o cierto grado de desconocimiento del hablante respecto
al nombre. Son determinantes que curiosamente indeterminan, expresan cantidad imprecisa o
distribución.

INDEFINIDOS Variables Invariables

UN/UNO ALGÚN / ALGUNO, NINGÚN/


NINGUNO, ALGUIEN NADIE ALGO
CUALQUIER/CUALQUIERA CIERTO NADA
Indeterminación OTRO.

Cantidad VARIOS, DEMASIADO, TODO, MUCHO, MÁS


POCO, BASTANTE, TANTO. MENOS
Distribución AMBOS, SENDOS. CADA

e) Los NUMERALES expresan la cantidad precisa de objetos designados por el sustantivo y son de los
siguientes tipos:
CARDINALES: un, dos, tres, cuatro…
ORDINALES (sucesión en el espacio o en el tiempo): primer / primero, segundo, tercer / tercero…
MULTIPLICATIVOS: doble, triple, cuádruple…
PARTITIVOS: medio, tercio, quinto, sexto

f) Los INTERROGATIVOS acompañan a un sustantivo que actúa como foco de una pregunta parcial. Las
mismas formas, con valor EXCLAMATIVO, enfatizan, ponderan o exaltan la realidad expresada por el
sustantivo al que acompañan
DETERMINATES Y PRONOMBRES PRONOMBRES

QUÉ CUÁL –CUÁLES QUIÉN-‐ES


CUÁNTO –A-‐OS-‐AS

g) Los RELATIVOS representan siempre a una forma previa del discurso llamada ANTECEDENTE.
Ej. No me gustó el libro que me regalaste.
Ant. Relat.

DETERMINATES PRONOMBRES

CUYO-‐A-‐OS-‐AS QUE QUIEN


EL CUAL, LA CUAL, LOS CUALES, LAS CUALES, LO CUAL EL QUE,
LA QUE, LOS QUE, LAS QUE, LO QUE CUANTO –A-‐OS-‐AS

h) EL PRONOMBRE PERSONAL

FORMAS TÓNICAS FORMAS ÁTONAS

Realizan cualquier función sintáctica. Complemento directo e indirecto sin


preposición.
Singular Plural Singular Plural

1ª persona yo, mí, conmigo nosotros/as me nos

2ª persona tú, usted, ti, contigo vosotros/as ustedes te os

lo, la los, las C. DIRECTO


3ª persona él, ella, ello, sí, consigo ellos /as
le (se) les (se) C.
INDIRECTO

A. Las formas tónicas.

Las formas tónicas de los pronombres personales pueden hacer cualquier función sintáctica, con algunas
excepciones:

Las formas yo y tú no pueden realizar funciones que exijan preposición, por tanto, se limitan a la función
de sujeto y en el el caso de tú también puede ser vocativo.

Las formas tónicas mí, ti, sí y consigo solo pueden usarse con preposición, por tanto sólo harán funciones que la
requieran.

Las formas tónicas restantes puede desempeñar cualquier función sintáctica, con o sin preposición.
B. Las formas átonas.

Las formas átonas sólo pueden funcionar como complemento directo e indirecto sin preposición delante. En el
caso de que aparezcan formando parte de la forma verbal (Cuéntamelo) se llaman pronombres enclíticos.

Las formas de tercera persona.


En tercera persona se distinguen teóricamente las funciones: lo, la, los, las para complemento directo y le, les
(se) para complemento indirecto. A no ser que se produzcan casos de leísmo o laísmo, el sistema funcionaría
perfectamente.

Dificultades de las formas átonas de tercera persona. Leísmo y laísmo.

EL LEÍSMO es el uso de la forma LE, LES en lugar de LO, LOS para la función de complemento directo en
masculino. Se considera correcto este uso si el referente es una persona: (A Juan) Le vi en el bar. El leísmo es
incorrecto si el referente es inanimado. *Ese libro no le he leído.
EL LAÍSMO es el uso de las formas LA, LAS en lugar de las correctas LE, LES para un complemento indirecto
de género femenino. Es una incorrección siempre.

El pronombre SE, sustituto de LE, LES.

La forma SE de complemento indirecto es un recurso de sustitución cuando se combinan las formas de c.


directo e indirecto en un mismo predicado:
Da el libro a su dueño: *dálelo: dáselo.

Las formas átonas de primera y segunda personas.

Las formas átonas de 1ª y 2ª personas (ME-‐NOS, TE-‐OS) funcionan indistintamente como complemento
directo o indirecto. Tienen la misma forma para las dos funciones.

Doble complemento.

Es frecuente en español que el pronombre átono aparezca reforzado o enfatizado con su referente (A mi perro
no le gusta la lluvia) o con su correspondiente pronombre tónico (A ti no te saludo). En ese caso, ambos
elementos desempeñan la misma función sintáctica (c. directo o c. indirecto).
PRONOMBRES REFLEXIVOS Y RECÍPROCOS. VERBOS PRONOMINALES.
Los pronombres reflexivos (Juan se afeita), recíprocos (No nos hemos visto este verano) y los que forman parte
de verbos pronominales (Me voy a mi casa) son prácticamente homónimos de los pronombres personales
átonos. Son los siguientes:

Singular Plural

me nos

te os

se

Distinción de los pronombres personales átonos.

El primer problema que plantean estos pronombres es su homonimia con algunas de las formas de los
pronombres personales átonos. La diferencia entre ambos es la siguiente;

Los pronombres personales átonos nunca sustituyen al sujeto de la oración en que aparecen, por tanto, un
pronombre personal átono no tiene el mismo número ni persona del verbo de la oración en que aparece.

Me estás molestando. (Sujeto: tú).


Nos ha castigado mi padre. (Sujeto: mi padre).

Los pronombres reflexivos, recíprocos y los que forman parte de verbos pronominales, representan siempre al
sujeto de la oración en que aparecen y por tanto, coinciden con él y concuerdan con el verbo de la oración en
persona y número.
Pronombre reflexivo: ¿Te has puesto el abrigo? (Sujeto: tú.) Pronombre recíproco: No nos hemos saludado.
(Sujeto: nosotros). Verbo pronominal: No te lamentes ahora de lo ocurrido. (Sujeto: tú).

Valor reflexivo de ME-‐NOS-‐TE-‐OS-‐SE

Este pronombre tiene valor reflexivo cuando forma parte de oraciones en las que el sujeto realiza la acción
sobre sí mismo. (Oraciones reflexivas). En este caso tendrá las funciones sintácticas de complemento directo o
complemento indirecto.

Valor recíproco de NOS-‐OS-‐SE.

El pronombre tiene valor recíproco cuando forma parte de oraciones en que dos o más sujetos se intercambian la
misma acción. (Oraciones recíprocas). Al representar a un sujeto múltiple o plural, sólo las formas del plural (NOS-‐
OS-‐SE) pueden tener este valor. En este caso el pronombre también puede funcionar como complemento directo
o indirecto.

Verbos pronominales.

Los verbos pronominales o con uso pronominal ocasional se conjugan con el pronombre ME, NOS, TE, OS,
SE. Se reconocen porque el pronombre, que concuerda con el verbo en número y persona, no tiene valor
ni reflexivo ni recíproco. El pronombre no desempeña ninguna función sintáctica. Simplemente forma
parte del verbo.

Ayer se marchó a las tres.


¿No te acuerdas de tus amigos? Me sentaré solo un momento.
¿A qué hora os levantáis?

Entre los verbos pronominales hay que distinguir:


-‐Los que siempre se conjugan de forma pronominal, como arrepentirse, quejarse, atreverse… (no existen
arrepentir ni quejar ni atrever).
-‐Los que pueden conjugarse de forma pronominal o no, experimentando un leve cambio de significado o
de expresividad, como lamentar / lamentarse; reír / reírse; comer / comerse;
-‐Los que tienen distintos significados según se conjuguen de forma pronominal o no: acordar / acordarse; sentar /
sentarse.

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