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PRINCIPIOS PARA EVANGELIZAR A UNA MUJER DE COMUNIDADES

RURALES, URBANAS O MARGINADAS, EXTRIDOS DEL JUAN 4:1-42

ISABEL COLOMA

1. Presentación:
Una de las mejores maneras para poder entablar una plática es presentándote, que te
conozca, que sepa quién eres, dile tu nombre.
2. Parloteo:
Observa que está haciendo, te puede ayudar a iniciar una conversación en base a esa
actividad. Si identificas su actividad o no inicia una plática. Ya sabe quién eres
platícale un poco más de ti, para que no te sienta como un completo desconocido,
pero también deja que hable y se exprese, escucha su opiniones o disgustos del
tema.

3. Franqueza:
Se sinceró de tus intenciones, como Jesucristo con la Samaritana utiliza un ejemplo
de lo que hablaron que puedas aplicar para que conozca sobre Jesucristo. Siembra
intriga, duda para que le interese seguir charlando.
4. Igualdad:
Demuéstrale que no eres superior, que la condición social, o el lugar donde vive no
es para que se sienta menospreciada, que ante los ojos de Dios todos somos iguales,
que el hombre es malo por naturaleza. Y que la condición social no determina un
grado de maldad ni el ser menospreciado, porque Dios entre las personas
menospreciadas ahí el encuentra sus mejores discípulos.
5. Define y se breve:
Con el ejemplo que hayas escogido háblale de Jesucristo y como el vino a sufrir por
nosotros y poder establecer una relación con Dios, de una manera sencilla para que
pueda entender, breve y despacio.
6. Destaca:
Explícale sobre como ante los ojos de Dios somos iguales y que debido a esa
maldad nos impide tener una relación personal con Él y que solamente él es capaz
de perdonar esos pecados y transformarnos en hombres nuevo.
7. Incertidumbre:
Deja que te exprese sus dudas, su dilema ante lo que le acabas de plantear, deja que
critique los argumentos dados. Cuando termine aclarare el panorama y explícale el
porqué de las cosas y cada duda que le surja.
8. Confronta
Confrontar, no significa decirles es que usted es una persona adultera, o si realice
frecuentemente algún pecado decírselos. Es hacerles entender que todos somos
pecadores por naturales, que todos somos malos, que todos somos mentiros,
asesinos, adultero e idolatras. Pero después de esto darles esperanza, esa esperanza
que Dios nos dio, el regalo de su hijo para poder reconciliarnos con él.
9. Invitación
Hacerle la invitación a nacer de nuevo y vivir según el Espíritu y ya no según la
carne, que si desea entregarle su vida a Dios. Y si lo hace apoyarlo para que pueda
conocer y entender más sobre Jesucristo.
10. Alienta

Anímalo a seguir los pasos de Jesucristo, a iniciar una vida en el Espíritu, a no


desanimarse con las pruebas que vengan y que cuente a los demás como conoció a
Cristo, que de testimonio de la transformación que tubo por medio de Jesucristo.

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