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Resumen de La Sente 36518.-1
Resumen de La Sente 36518.-1
2. Busca computar el tiempo y la edad por parte del actor para establecer si tiene
derecho a acceder a la pensión. Haciendo referencia a lo constado, de la afiliación
y beneficio del convenio colectivo aludido a pensión.
ANTECEDENTES- DEMANDANTE
Sin embargo, posterior a la terminación de contrato con E.D.T, el señor DE LA HOZ fue
contratado el día 21 de junio del 2004 al 30 de noviembre del 2005 por la EMPRESA
TEMPORAL DEL CARIBE LTDA, pero con una asignación salarial menor a la que le
pagaba E.D.T, ( $ 1.500.00,00) con un cargo de Profesional de Cartera.
DEMANDADA
Acepto la relación laboral que surgió del 28 de julio de 1981 hasta el 23 de mayo del
2004, dicha decisión de terminación fue de forma “Unilateral siendo causa legal”, informa
que la demandada fue intervenida el día 23 de mayo del 2004 por la SUPERINTENDENCIA
DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS, por tal motivo quedaron cesantes todos los
trabajadores, adicional indico que no le constaba que el señor De LA HOZ fuera afiliado al
sindicato ni beneficiario de la convención Colectiva, indico que la pensión fue solicitada
antes de tiempo y era irregular pedirla sin cumplir los requisitos estando al servicio de la
empresa. Sin embargo, manifiesto que le reconoció una pensión “ DE ORIGEN
CONVENCIONAL POR HABER LABORADO EN ESTA ENTIDAD”
- El juzgado 9 laboral de circuito de barranquilla, mediante sentencia del 15 de
diciembre del 2006, condeno a la E.D.T a pagar al actor indemnización por despido
sin justa causa en cuantía de $ 1.750.000,00 y absolvió al Distrito Especiales de
Industria y Portuario de Barranquilla.
Por sentencia 29 de febrero del 2008, revoco la del A Quo y en su lugar condenó a la
empresa demandada a pagar al actor una pensión de jubilación en cuantía mensual de
$4.088.705,24 a partir del 29 de septiembre de 2005; a re liquidarle los salarios, y las
primas de navidad, de servicios y de vacaciones que totalizó en $49.409.751,75;
igualmente modificó la condena por indemnización por despido injusto, y la fijó en
$41.750.000.
- Ahora bien, según la liquidación que se encuentra bajo el folio 15, el cargo
desarrollado por el actor mientras laboró directamente para la EDT fue Profesional
I”; después de examinar el artículo 77 de la precitada Ley, precisó que “la labor
desplegada por el actor no se trata de un trabajo ocasional, ni surgió para
remplazar al personal en vacaciones, ni tampoco se enmarca dentro de los
incrementos de la producción, no puede cobijarse dentro de este tipo de contratos,
pues realizó sus funciones distintas a las permitidas por la norma”.
RECURSO DE CASACIÓN
Insiste en que fue un error tomar “todo el tiempo transcurrido, entre la fecha de la
contratación inicial, hasta la finalización del contrato con la empresa usuaria
como única, es decir, sin solución de continuidad, tiempo que hace acreedor al
actor de la pensión convencional. Igualmente procede a ordenar la
reliquidación de las prestaciones sociales y cesantías definitivas, no con el
último salario; sino con el que el actor había devengado como trabajador de la
demandada”.
Aduce que el ad quem incurrió en error al darle alcance extensivo a unas normas cuyos
destinatarios son los servidores del orden nacional, sin tener en cuenta que el actor
era un trabajador oficial del nivel territorial, y que la sumatoria de tiempos
correcta era “el tiempo como trabajador directo, laborado con la demandada
más el tiempo servido después del año autorizado por la ley aplicando las
normas propias de los trabajadores oficiales del orden territorial”.
2. Le endilga al tribunal los siguientes error,
“1- Dar por demostrado, sin estarlo, que existió la unidad del contrato de
trabajo entre el actor y la empresa disuelta, hoy recurrente con el contrato de
trabajo celebrado con la empresa de servicios temporales, por el hecho de haberse
excedido en la temporalidad que la ley establece para este tipo de contratos.
“2.- Dar por demostrado, sin estarlo, que existió la no solución de continuidad
entre el contrato de trabajo celebrado inicialmente entre la recurrente y el actor, y
el contrato como trabajador en misión.
“3.- Dar por demostrado, sin estarlo, como tiempo laborado y el transcurrido,
entre el 24 de marzo de 2004 (sic) fecha de terminación del contrato inicial con la
demandada, y el 1° de julio del mismo año; fecha en que el actor empezó a
prestar sus servicios en la empresa usuaria (EDT en liquidación) como trabajador
en misión.
“4.- No dar por demostrado, estándolo, que el contrato de trabajo celebrado
entre las partes, entre el 29 de julio de 1981 y el 24 de marzo de 2004 (sic), había
terminado y había sido liquidado con indemnización de perjuicios, de acuerdo a lo
establecido en la ley.
“5.- No dar por demostrado, estándolo, que únicamente se podía contabilizar
para todos los efectos laborales, el tiempo que excedía al año de contratación con
la temporal; más no así todo el tiempo.
“6.- No dar por demostrado, estándolo, que el último salario devengado por el
actor, fue la suma de $1.500.000,oo y no $4.088.705,24
“7.- No dar por demostrado, estándolo, que el actor era trabajador oficial del
orden Territorial y erróneamente se le aplicaron normas establecidas para los
servidores del orden Nacional.
“8.- Dar por demostrado, sin estarlo, que el demandante cumplía con los
requisitos pensionales consagrados en la Convención Colectiva de Trabajo.
“9.- Dar por demostrado sin estarlo, que el actor, era beneficiario de la
Convención Colectiva del Trabajo”.
Reitera que es equivocado colegir que “sólo existía un contrato único de trabajo, es decir,
el desde el 29 de julio de 1981, al 29 de septiembre de 2005, cuando en realidad había
una interrupción entre el 24 de mayo de 2004 y el 1° de julio de 2004, durante este
tiempo, el actor no tuvo ninguna vinculación con la demandada ni la temporal, tampoco
descontó los 6 meses y la prórroga de los 6 meses autorizados por la ley; luego queda
plenamente demostrado que el tiempo que se debe tener en cuenta para efectos del
tiempo laborado, entre la demandada y el actor, es el surgido entre el 28 de julio de 1981
al 23 de mayo de 2004; y el surgido entre el 2 de julio de 2005 al 29 de septiembre de
2005. Adicional a lo anterior se le aplicó al actor, siendo trabajador oficial del orden
territorial, normas aplicables a los trabajadores del orden Nacional.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE
En igual sentido, surge indiscutible que el salario a tener en cuenta es el que corresponde
a la primera relación y no el ficticio o aparente de $1.500.000,oo con el que se trató de
encubrir la realidad, puesto que no resulta posible escindir este elemento de la figura
contractual indebidamente utilizada por la demandada. No obstante, no puede aceptarse
que el salario devengado mensualmente por el actor en la primera relación laboral fuera
el que indicó el Tribunal de $4.088.705,24 para efectos de proferir condenas por salarios y
por pensión convencional; ese rubro aparece como referente para la liquidación de
algunas prestaciones como las cesantías, porque para la liquidación de otras, la cifra fue
distinta, basta señalar que para la prima extralegal proporcional, el “sueldo promedio” fue
de $3.254.364,55 y para la indemnización por retiro, el “sueldo promedio” fue de
$4.030.020,93; tampoco es consecuente con el que la parte actora señaló en el hecho 2°
de la demanda de $4.040.986,77, respecto del cual, la demandada en la contestación
manifestó: “no me consta que lo pruebe”; en cambio, dentro de la liquidación aludida
aparece en 3 oportunidades un valor constante que demuestra que el “sueldo básico” del
actor era de $2.278.930,70. Bajo este punto de vista, el juzgador de segundo grado
incurrió de modo manifiesto en error, y para los efectos legales que surjan de la decisión
que aquí se tome, es necesario solicitar a la demandada que certifique en forma detallada
el salario con todos los componentes o factores que lo integren.
Tampoco hay certeza de la edad del actor, para determinar si resulta amparado por dicho
acuerdo en materia pensional, se solicitará a la Registraduría Nacional del Estado Civil, el
envío de los datos biográficos de la C. C. 8.699.702 de Barranquilla.
EN MERITO DE LO EXPUESTO LA SALA DE C.S.J CASA LA SENT. DEL 29/02/2008.
Proferida por el Tribunal Distrital de barranquilla.
El doce de marzo del 2014, decide la corte el recurso de casación interpuesto por la
demandada BRINKIS DE COLOMBIA S.A. en contra de la sentencia de segunda
instancia proferida por el tribunal superior de pasto del 14 de agosto del 2009 dentro del
proceso Ordinario laboral que inicio en su contra la señora ANGELICA MARIA
HERRERA JIMENEZ.
DEMANDADA
PRIMERA INSTANCIA
Ordeno el reintegro.
Por lo anterior, el juez de apelación concluyó que lo dicho era suficiente para modificar la
sentencia del a quo en el entendido que la ineficacia reconocida en primera instancia
genera la reinstalación de la actora por restablecimiento del contrato de trabajo y sus
inherentes consecuencias y, en efecto, así lo hizo.
CARGOS
Entra la corte a resolver los ítems presentados por el tribunal y recurrente en los que este
solicita:
Afirma el recurrente que consideraciones fácticas del tribunal son simples conjeturas sin
ningún sustento demostrativo, fruto de unas conclusiones simplemente fantasiosas, las
cuales no llegan, ni siquiera, a configurar indicios. “Lo señala como inconvenientes
personales”
Por lo que la Corte, analiza la prueba calificada por la censura como mal apreciada, no
surge un error evidente de hecho, pues las inferencias del ad quem no contradicen los
textos de la carta de terminación y de la contestación de la demanda, sino que, en
atención de los hechos que estos medios indican, como son que la empresa tenía tomada
la decisión de despedir a la actora con justa causa, ante lo cual la trabajadora presentó la
renuncia, dedujo, con base en la regla de la experiencia de las implicaciones que en el
campo laboral trae consigo esta forma de despido, que la renuncia no fue voluntaria, sino
que fue producto de la amenaza de terminación del contrato con base en una supuesta
justa causa, razonamiento lógico que constituye un indicio, y como tal no es prueba apta
de examen en casación para estructurar un yerro manifiesto.
Otro cargo, fue manifestar que no estaba de acuerdo con la hermenéutica jurídica del juez
de segunda instancia, porque si se acepta, que la renuncia de la demandante no fue
libre y espontánea, se trataría de un despido disfrazado donde necesariamente
debería primar la realidad sobre las formalidades.
Y que en consecuencia, ante una «renuncia» provocada, la cual adolece de un vicio del
consentimiento, -la fuerza-, el empleador que induce a dicho acto debe responder con el
pago de la indemnización legal por el rompimiento indebido, producto de su decisión de
obligar el retiro del trabajador a través de un acto simulado con el objeto de evadir el
pago de la correspondiente indemnización por la terminación patronal y sin justa causa del
contrato de trabajo.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE
Resuelve la corte sobre lo debatido por el recurrente hacia el tribunal, se manifiesta sobre
los siguientes ítems
Dado que lo que resulta en un caso de renuncia con vicios del consentimiento, como
el de la actora, es el hecho de que el contrato de trabajo no finalizó, sino que se
considera vigente, lo que sigue es resolver si la restitución al mismo estado en que se
hallarían las partes de no haberse presentado el acto nulo, en los términos del artículo
1746 del CC, le da derecho al trabajador de reclamar los salarios de todo el tiempo en
que estuvo cesante a consecuencia de la renuncia involuntaria, aunque, por obvias
razones, no hubiese prestado el servicio. Sobre el particular, en la misma sentencia
atrás citada, esta Corte asentó lo siguiente:
DECISION
Por lo tanto, se decide que lo resulto por el ad quem no contravino con las normas que
usó como fuente para resolver el caso ni las denunciadas por el recurrente.
Decide la Corte el recurso de casación que fue interpuesto únicamente por el señor
EUDALDO TORRES TAMAYO, a través de apoderado, contra la sentencia proferida por
la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 9 de octubre de
2009, dentro del proceso ordinario laboral que le sigue a la FÁBRICA DE
ELECTRODOMÉSTICOS S.A., ICASA, en tanto que la impugnación presentada por el
segundo demandante no fue concedida por el tribunal.
Al otorgarle plena validez a la conciliación realizada por las partes, lo que se encontraba
sujeto a derechos ciertos e indiscutibles, y originando la suspensión del contrato de
trabajo del actor por mutuo acuerdo, siendo el primero objeto ilícito para conciliar.
HECHOS
Por lo que el actor señala, que la demandada no tenía autorización que señalara la
suspensión de los contratos desde el 15 de abril del 2003, ni que se hubiera presentado
alguna de las causales previstas en el Art. 51 del CST. Así mismo, señala que la
demandada a la fecha de la firma de conciliación se encontraba bajo la situación del Art.
140 del CST.
EN SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA SE ABSOLVIO A LA DEMANDADA.
TRIBUNAL
Concluyo manifestando que debe tenerse presente que lo que aquí se evidencia, de todas
y cada una de las pruebas allegadas, es que la relación laboral entre las partes
finalizó por mutuo acuerdo y no por decisión unilateral e injusta de la
demandada o en virtud de un despido indirecto en razón a la falta de pago de salarios
que alega el actor, pues esto último no fue acreditado en el proceso, y por ende, no
resulta relevante el que la demandada hubiese demostrado o no el permiso o autorización
del Ministerio del Trabajo para despedir a sus trabajadores o que los demandantes
acreditaran que en efecto se les adeudaban salarios, puesto que, se reitera, lo que se
probó en juicio, fue un acuerdo entre demandantes y demandada para dar
término al contrato de trabajo, en el cual no tuvo lugar ningún vicio del
consentimiento, ni un despido indirecto, pues estos ni siquiera son alegados por las
partes.
- Refiere que en las dos sentencias declararon probada la cosa juzgada y que no
existió vicio de consentimiento en la celebración del acta de conciliación donde las
partes acordaron la terminación del contrato por MUTUO ACUERDO.
- Manifiesta que el art. 53 de la C.P establece los principios mínimos para tenerse en
cuenta, tales como la Irrenunciabilidad, Facultades para transigir y conciliar sobre
derechos ciertos y discutibles, y sobre la norma más favorable para el trabajador,
por lo que considera que la conciliación en esta parte no produce efectos toda vez
que se desconoce este mínimo señalado.
2. TERCER CARGO
a) No dar por demostrado, siendo evidente, que con la conciliación se violaron
derechos ciertos e indiscutibles de los demandantes
b) No dar por demostrado, siendo evidente, que la solicitud de despido por parte
de la demandada fue radicada antes de celebrarse la conciliación entre las partes.
c) No dar por demostrado estándolo que la autorización de despido fue dada por el
Ministerio de la Protección Social en fecha posterior a la conciliación celebrada.
Por lo que concluye que el tribunal debido llegar a declarar dicha conciliación nula en
virtud de que al demandante le fueron liquidados y pagados salarios y prestaciones
causados hasta el 15 de abril del 2003, cuando su retiro realmente se produjo el 1 de julio
del 2003, por lo que considera que el demandante estaba bajo la situación del
art 140 del CST y no podía acordar con la accionada que su contrato se
suspendiera de común acuerdo, toda vez que en el contenido del art 51 CST no
aparece que el contrato se pueda suspender por mutuo acuerdo como lo
realizaron las partes.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE.
Por lo tanto, ya era evidente que venía dándose de hecho la interrupción de la prestación
del servicio por los actores por culpa del empleador, esta situación, para el momento de la
conciliación, evidentemente ya había generado y consolidado a favor de cada uno los
actores los derechos ciertos a recibir los salarios conforme al artículo 140 del CST, por
tanto estos no podían ser objeto de conciliación, so pena de nulidad; y como
jurisprudencialmente está definido que no se pueden conciliar hechos para restarle la
certeza a los derechos que ya se habían causado en cabeza de cada uno de los actores,
tampoco se podía convalidar por las partes la situación de hecho cumplida mediante la
conciliación para desaparecer el supuesto generador de los efectos del artículo 140
precitado.
Dado que la acusación prospera solamente en lo que tiene que ver con el asunto de la
conciliación referente a la suspensión de los contratos de trabajo por trasgredir
derechos ciertos e indiscutibles, en atención al recurso, no afectan la materia
referente al modo de terminación del contrato de trabajo por mutuo acuerdo,
Pues, dado a que nada tenía que ver que no estuviera ejecutoriada la autorización del
Ministerio para despedir a los trabajadores, las partes en su libre albedrio, podrían dar por
terminado el vínculo en cualquier momento.