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Nuestro análisis ha versado hasta ahora sobre la organización

narrativa del texto, su sintaxis y su lógica.

Ahora hemos de continuarlo, a otro nivel, con un estudio

del contenido semántico que tenga en cuenta todos los detalles

en la arquitectura de cada secuencia y la red compleja de rela

ciones entre los elementos de las diversas secuencias.

Luego podremos abordar, a un tercer nivel, el contexto cul

tural o, para hablar con mayor precisión, la configuración del

El mito prometeico en Hesiodo 163

espacio mental (marcos de clasificación, desglose y codificación

de lo real y delimitación de los campos semánticos) en cuyo

seno han sido producidos los relatos míticos y en relación con

los cuales el intérprete moderno puede restituirles, junto con

toda su polisemia, su plena inteligibilidad.

II . SEGUNDO n i v e l : ANALISIS DE LOS CONTENIDOS SEMANTICOS

Para abreviar, se presentarán en forma de conclusiones gene

rales los resultados del análisis de los elementos significativos

de cada secuencia. Entre las partes del animal sacrificado, el

fuego robado, la primera mujer-Pandora y el bios cereal, hay, en

toda una serie de planos, homología y correspondencia.

Se pueden esquematizar estas relaciones del siguiente modo:

I. Pandora (al final del relato) corresponde a las partes del

buey inmolado (al principio del relato).

1) En cuanto don seductor ofrecido por Zeus a los humanos

como había ofrecido Prometeo a Zeus la porción más seductora

de los dos pedazos del animal.


2) En cuanto dolos, trampa, engaño, cuyo exterior disimula

una realidal enteramente contraria a la apariencia exterior. En

el buey, las partes comestibles se ocultan bajo la doble envol

tu ra de la piel (fivó?) y el estómago (γαστήρ), de aspecto repug

nante; las partes no comestibles están camufladas bajo una

capa de apetitosa grasa blanca (Teogonia, 541: καλύψα? άργέτι

δημψ)· En Pandora, el interior (cf. Trabajos, 67: ένδέ; 77 y 79:

έν δ' &ρα···) consiste en un espíritu de perra, un temperamento

de ladrona, una voz (αύδή) hecha para la mentira y el engaño

(Tr., 67 y 78), pero esta «perrería» interna (lo κακόν) se disimula

bajo una doble capa de apariencia seductora (lo καλόν): una

forma corporal de virgen totalmente similar a las diosas inmor

tales y las vestimentas y joyas con que va adornada, en par

ticular la blanca túnica (Teog., 574: άργυφέη έσθητι; cf. 541)

y el abigarrado velo que la oculta {Id., καλύπτρην δαιδαλέην)·

La charis divina que ilumina el cuerpo y las vestiduras de Pan

dora se convierte en una tram pa (dolos; cf. Teog., 589; Tr., 83)

que disimula su realidad animal, como la apetitosa grasa blanca

convertía a la parte aparentemente más atractiva {Teog., 544)

ofrecida a Zeus en una tram pa (dolos; Teog., 547, 551, 555, 560,

562) que disimulaba los incomibles huesos.

3) En cuanto gaster (Teog., 599), vientre insaciable que de

vora el bios, el alimento que los hombres se procuran con su

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