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Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Vicerrectoría Académica y de Investigación


Curso: Cultura Política
Código: 90007
Formato - Fase 3 - De comprensión

INFORMACIÓN DEL ESTUDIANTE


Nombre Completo de los N° documento de identidad:
integrantes del grupo:
1. Erika Johana Mora Mora 1074158956
2. Lissuarth Andrey Mahecha Alfonso 1003632683
3. Yohan Sebastián Niampira Vásquez. 1003534087
4. Yulieth Alejandra Martínez Molina 1003632481
N° del grupo Colaborativo: 90007_6

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
1. Contexto actual de la temática según la búsqueda de noticias
relacionadas y artículos de investigación.

Choque entre campesinos y Esmad por erradicación deja un hombre herido.


Un enfrentamiento entre campesinos y erradicadores de coca se presentó este fin de
semana en el departamento del Guaviare. En el hecho quedó herido un campesino por un
proyectil de arma de fuego en una pierna.
La versión de la Fuerza Pública señala que un grupo de encapuchados atacó a los
erradicadores que hace 15 días iniciaron labores en el sector de Salto Gloria del
municipio de El Retorno (Guaviare) y que el disparo contra el campesino lo hizo un
grupo armado ilegal, [ CITATION NEL20 \l 3082 ].
Sembrar derechos campesinos
Debido a la pandemia que se ha generado por el COVID-19 ha hecho que se abra una
ventana de nuevas oportunidades para que el gobierno incluya en su agenda política en
reconocer los derechos que debe tener un campesino, lo cual la propuesta es sacar
adelante la ruralidad en Colombia y dar a fortalecer el abastecimiento alimenticio de
nuestro país.
Para el campesino se le ha presentado dificultades referente a los ingresos por lo que no
cuenta con créditos ni subsidios de ninguna clase, por lo tanto el campesino colombiano
tiene que forzar sus pocos recursos económicos con los que él cuenta y sacar sus
cosechas y también se ve afectada por no contar con vías ni infraestructura de manera
adecuada. Los campesinos por eso se están quejando dentro de esta pandemia porque han
sido abandonados por el estado, sin tierra donde producir sus cosechas, obligados a dejar
sus pedazos de parcelas debido a la violencia en la que se encuentran, asesinados de
forma rotunda por buscar condiciones dignas por medio de un Acuerdo de Paz que no se
ha cumplido como debía ser, sin créditos en medio de esta crisis, por lo que las empresas
se quedaron con lo que el gobierno tenía destinado para la población campesinada en
Colombia. Puesto que el gobierno tiene una ventana de oportunidad actualmente en
materia de política pública y legislativa que debe saldar la deuda histórica que tienen con
esta dicha población campesina y por lo que el campesinado deberá estar sujeto a los
derechos de protección estatal del país.

Romero, Alberto (2002)


GLOBALIZACIÓN Y POBREZA
Ediciones Unariño,
Universidad de Nariño Pasto Nariño, Colombia. Pp. 181

Tanto el tema de la pobreza como el de la globalización han despertado el interés no sólo


de la comunidad científica académica sino de una serie de instituciones públicas y
privadas quienes han auspiciado congresos, foros, seminarios y demás eventos donde se
planean explicaciones sobre su origen así como han dado pie para convocatorias donde
sean debatidas estrategias alternativas para combatir la pobreza y/o disipar los efectos
adversos que el globalismo acarrea para los países menos aventajados.
El profesor Alberto Romero, desde los inicios de la década de los noventa viene siendo
tentado por el problema de la pobreza y el de la globalización, por ello ha dirigido sus
esfuerzos intelectuales y creativos hacia una construcción temática que intente dar
respuestas a la complejidad que dichos problemas engendran. Como una demostración de
esa preocupación fijó su atención sobre las causas y efectos de la pobreza en la economía
campesina en Colombia; lo cual influyó decisivamente en la orientación de su
tematización más allá de lo que normalmente dicho problema ha suscitado en algunos
intelectuales, por lo que su trabajo más reciente intenta establecer la relación o las
relaciones entre pobreza y globalización como un punto de encuentro para adelantar un
análisis más abarcante sobre la dinámica socioeconómica a escala mundial, dado que
ambos problemas afectan hoy a todo los países del mundo.
Producto de esos desvelos el autor nos entrega una obra bien intensa, sencilla, de fácil
comprensión, tanto para el académico como para el público en general, bien
documentada; soportada por más de ciento veinte referencias bibliográficas y
comprometida con una lógica de análisis histórica, crítica, no dogmática y fértil en
posibilidades para comprender dichos problemas pues se revisan distintos enfoques y
propuestas conceptuales. Para el autor, Alberto Romero, el empleo del enfoque de lo que
se denomina globalización no es más que un pretexto para justificar la expansión que el
sistema capitalista viene adquiriendo a escala planetaria, teniendo como base la
complejización de la nueva división internacional del trabajo. Esto se ha traducido en un
incremento significativo de los niveles de desigualdad entre los países, porque ha
provocado la profundización de la asimetría a favor de las naciones más avanzadas y de
las que han vivido dicho proceso en condiciones de desventaja relativa al no contar con
una industria desarrollada y un mercado en expansión.
Esta afirmación se ve reforzada por el hecho de que aproximadamente de 295 países, 56
son considerados como de mayor desarrollo relativo y de ellos sólo 7 se consideran de
alto desarrollo industrial o lo que se denomina postindustrializados quedando
aproximadamente 139 países en condiciones de menor desarrollo relativo o de precario
desarrollo, los cuales confrontan problemas de insuficiencia de servicios básicos, niveles
de infraeducación, de salud, vivienda, infraestructura vial, entre otros, por lo que el
problema del desarrollo y la pobreza se han convertido en un problema de derechos
humanos, ya que, sistemáticamente los individuos soportan cargas que exceden sus
posibilidades para afrontarlas.
Asimismo, Romero plantea que para poder comprender los alcances de la globalización
se requiere entender donde este proceso integra o desintegra los diferentes grupos de
países en el contexto mundial de la economía, y para ello, se debe partir del examen de la
división internacional del trabajo dado que es allí donde se encuentra la clave, tanto del
problema de la pérdida relativa de autonomía de los Estados Nacionales en el manejo de
sus problemas económicos, ambientales y políticos como de los conflictos regionales y
geopolíticos. Al respecto menciona los ejemplos relacionados con las delimitaciones
fronterizas, el control sobre los recursos naturales, la contaminación del medio ambiente,
la destrucción de la capa de ozono, la propagación de enfermedades como el sida, el
resurgimiento del terrorismo mundial y el desorden financiero, narcotráfico, entre otros,
en medio de los cuales surge el tema de la pobreza con gran fuerza porque afectan a gran
parte de la población mundial.
Por otra parte, nos ofrece algunas argumentaciones dirigidas a erradicar la pobreza
apoyándose en varias de las ideas asumidas por la CEPAL, donde a nuestro juicio se
encuentra la debilidad del texto. Sin embargo, esto no le resta ningún mérito a su obra
más por el contrario, estimula al lector a hondar aún más en el tema por el carácter
provocativo que tiene dicha tematización.
“Del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Eso nos decían en cada región de Colombia que visitábamos, durante los primeros meses
de la Agencia Nacional de Tierras. Pocos creían en nuestra fórmula para acelerar los
trámites de entrega de predios.
Había muchas razones para ese escepticismo. Teníamos más de 180.000 solicitudes de
adjudicación de baldíos sin tramitar, 35.000 peticiones para formalizar fincas (que no
avanzaban); más de 900 solicitudes de comunidades indígenas o afro descendientes
estancadas; y cerca de 5.000 procesos agrarios en curso, varios de los cuales cumplían
medio siglo (¡50 años!) a la espera de una respuesta estatal.
En estos 24 meses he vuelto a encontrarme con algunos de aquellos escépticos y muchos
aceptan que les cumplimos la palabra. Y digo por qué. Entre mayo de 2016 a la fecha, se
formalizaron y legalizaron más de 39.509 predios en todo el país, 6.609 de ellos en
procesos de formalización de la pequeña propiedad rural, es decir, logramos que ese
número de familias, que no tenían seguridad jurídica sobre sus fincas, fueran propietarias
de su tierra. Los otros 32.900 predios fueron legalizados mediante procesos de
adjudicación de baldíos a campesinos sin terreno.
Desde que se creó, la ANT ha conseguido legalizar y formalizar 2.078.322 hectáreas,
incluyendo las 608.322 para comunidades étnicas. Eso quiere decir que hemos
legalizado, casi 12 veces, el terreno de una ciudad del tamaño de Bogotá; o más de tres
veces un departamento como Antioquia.
Además, creamos un programa especial de formalización de tierras para familias que
abandonaron los cultivos ilícitos. Ya se han beneficiado con títulos de propiedad 1.300
de ellas, de un total de 7.500, que también los recibirán antes de que culmine este
gobierno.
Entre las tareas más gratificantes que he cumplido como servidor público está la de
legalizar predios donde hoy funcionan acueductos, puestos de salud o canchas de fútbol
rurales. Pero sobre todo escuelas. Planteles educativos veredales donde reciben sus
primeras clases los hijos de los campesinos y, que de no tener un título a nombre de la
Alcaldía, no podrían contar con inversión pública para cambiar letrinas por inodoros o
comprar las tejas que hacen falta en el techo del preescolar, o construir un salón para el
comedor de los alumnos. De esas ya formalizamos 70, de más de 275 legalizaciones de
bienes y servicios públicos rurales; y para agosto de este año tendremos 71 escuelas
rurales más, listas para recibir inversión.
Prioridad del Estado
No solo hemos roto el molde para intentar ponernos al día con miles de campesinos, sino
que diseñamos un modelo nuevo de gestión de la tierra, una administración inteligente de
los predios de la Nación, sumando ideas de todos los sectores. La agencia logró que el
país hablara de la tierra y encontramos voces de apoyo en la empresa privada, las
asociaciones campesinas, las mujeres rurales (más empoderadas que nunca), voces que se
sumaron a nuestros objetivos.
Posibilitamos alianzas entre el capital y los campesinos, mediante la figura de los
Contratos de Aprovechamiento. Un esquema que permite generar proyectos de
explotación agropecuaria en los que, de una parte, los productores rurales se convierten
en dueños de predios baldíos y, de otra, los empresarios e inversionistas adquieren toda la
seguridad jurídica para realizar negocios agropecuarios de largo alcance.
El ritmo que le hemos dado a nuestro trabajo debe evitar que el tema de la tierra pase
inadvertido. El mejor legado que podemos dejarles a los campesinos, es que sea cual sea
el próximo gobierno, sin importar su ideología o credo, el país debe promover un sector
rural lleno de propietarios. Esa debe ser una prioridad estatal.
Este ritmo debe continuar. La formalización, la seguridad jurídica, la propiedad privada,
la productividad, son la base de un campo eficiente y competitivo. No se necesitan
fórmulas mágicas para logros extraordinarios. Basta la voluntad, la dedicación y el
trabajo: trabajo por la tierra, por los campesinos, a los cuales, finalmente, les debemos
todo.
2. Explique la relación de la temática investigada con el
concepto de cultura política
Relación de la temática investigada con el concepto de cultura política.
El término Cultura tiene aquí en un sentido antropológico. No se refiere, por tanto, a lo
que pueda caracterizar al llamado hombre culto dentro de una medida social, sino a lo
que una población dada suele conocer, esperar, creer, sentir y juzgar en una o varias áreas
de su actividad. El área de nuestro trabajo gira en torno a la política."
Es importante tener en cuenta el principio de toda cultura está relacionado con la
participación de las comunidades conformadas por diferentes grupos de individuos y que
de allí surgen los principales sectores de un país que promueven las relaciones culturales
generaron estrategias de participación e inclusión de diferentes proyectos que pertenecen
al plan de desarrollo nacional. Partiendo de que el sector agrícola siendo una de las
principales fuentes de recursos para el sostenimiento de cada habitante debe tener
involucrado dirigentes que promuevan el fortalecimiento y la activación del campo
teniendo en cuenta que si las políticas benefician al campo la economía se mantendrá
estable.
La relación del texto y el concepto de cultura política es la investigación que se ha
realizado sobre el tema de la pobreza y la globalización que despiertan interés y donde se
plantea dar respuesta a los anteriores temas comprendida con lógica de análisis histórica
y critica.
La cultura política es la manera por la cual una población se manifiesta frente a distintos
factores de la vida y en este caso el sector campesino, entonces es ver como este sector
hace parte y contribuye a la sociedad, manteniéndose vigente a pesar de las adversidades,
hasta el punto que las personas se den cuenta que juega un papel importante en la
economía, alimentación, cultura y desarrollo social.
3. Explicar cómo el sector social seleccionado aporta a la
construcción de la democracia
A pesar de su constante aporte a la nación, el campesinado no ha logrado que se
reconozca su importancia como sujeto histórico. Esto concluye el informe de desarrollo
humano de 2011, que prestó especial atención a la situación de las zonas rurales de
Colombia. Allí se aseguró, de manera contundente, que hay una falta de reconocimiento
de los campesinos y campesinas como actores sociales plenos, y se recomendó avanzar
en procesos de inclusión social, política y económica del campesinado como pasos
necesarios para profundizar la democracia en las zonas rurales donde los campesinos
debemos ser protagonistas.
Dentro de la historia que conformo la constitución del pueblo colombiano fue muy clara
en sus inicios cuando la economía era inestable y el pueblo requería satisfacer sus
necesidades se llegó al punto de que se requería una participación ciudadana, a lo cual
surgió como economía el intercambio de productos como el pago de un servicio (el
trueque), entendiendo que todo el sector agrario fue la primera moneda de intercambio y
de allí fue evolucionando poco a poco surgió la economía y la construcción de leyes que
pronto promovería la constitución de una moneda que tendría un valor significativo.
Partiendo de lo anterior gracias a la participación de las comunidades y de la democracia
hoy por hoy podemos contar con una nación conformada por muchos sectores
productivos y que la construcción de diferentes leyes permite la participación de los
sectores por medio de dirigentes que proponen alternativas que favorecen al mercado y la
economía de los hogares. No olvidando que el surgir de cada sector intervienen en el
valor de cada producto que el campo colombiano genera para la canasta colombiana es
por eso que el campo requiere más participación ciudadana.
Durante décadas la historia que ha conformado la constitución solo es la referencia de un
sector que durante años a luchado por el mejoramiento y construcción de mejores
oportunidades de ingreso económico y social, sin embargo, es claro que no se han
logrado las metas de desarrollo, quedan pendientes la igualdad, la justicia social, la
equidad, la eliminación de la pobreza y la democracia. A pesar de su constante
contribución a la nación el campesinado no ha logrado que se reconozca su importancia
como sujeto histórico. La constitución política consigna medidas para proteger el
trabajador agrario y otorga una protección a la propiedad agraria, pero lo hace desde
limites, ofreciendo el derecho de la propiedad para quienes reciben tierra.
La democracia es hacer partícipe a los ciudadanos, es ahí cuando entra el sector
campesino, porque ellos día a día se esfuerzan por hacer valer sus derechos, que los
tengan en cuenta como factor fundamental y de importancia para el desarrollo del país.
Los campesinos también necesitan ser escuchados, dar sus opiniones, ideas y
persuasiones sobre distintos ámbitos, dándole un protagonismo a su ardua labor.

3. Bibliografía

ARIAS, N. A. (2020). Choque entre campesinos y Esmad por erradicación deja un hombre herido.
Villavicencio: El tiempo.

Muñoz., J. C. (2020). Sembrar derechos campesinos. Bogota: El Espectador.

Rodríguez Colmenares, Isabel (2002). Globalización y pobreza de Alberto Romero. Revista


Venezolana de Gerencia: www.redalyc.org. Recuperado de

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29002011

Samper, M.(2018) A los campesinos les debemos todo. Semana

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