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Revista Mexicana de Psicología 0185-6073: Issn
Revista Mexicana de Psicología 0185-6073: Issn
ISSN: 0185-6073
sociedad@psicologia.org.mx
Sociedad Mexicana de Psicología A.C.
México
Resumen: El propósito del presente estudio fue analizar la re- Abstract: The aim of this study was to analyze the influence of
lación entre la violencia familiar que experimentan directa e direct and indirect family violence on children’s antisocial
indirectamente los niños y los problemas escolares que desa- behavior and on their school difficulties. Participants were 75
rrollan. Los participantes fueron 75 menores de una casa-ho- institutionalized minors victims of child abuse in the city of
gar para niños maltratados de la ciudad de Hermosillo, Sonora, Hermosillo, Sonora, and 75 children from the general popula-
y 75 niños de la población general, a quienes se les aplicó una tion. A set of instruments was administered to them for the
batería de pruebas que medían interacciones agresivas en el assessment of aggressive interactions at home, antisocial
hogar, conducta antisocial, alteraciones anímicas y problemas behavior, psychological disturbances, and school problems. A
escolares. Se especificó y probó un modelo de ecuaciones es- structural equation modeling was specified and tested, which
tructurales, relacionando 3 factores: violencia familiar, proble- included 3 factors: family violence, antisocial behavior, and
mas de conducta antisocial y problemas psicológicos. Los psychological problems. Results of the model indicated that
resultados indicaron que la violencia familiar, tanto la recibida family violence, both the one experienced by children and the
por los niños como la observada entre los padres, tuvo un efecto one they observed between their parents, had a direct influ-
directo sobre los problemas de conducta y psicológicos, los cua- ence on the psychological and behavioral problems, which in
les tuvieron un efecto, a su vez, sobre los problemas escolares. turn exerted an influence on school problems.
Palabras clave: violencia familiar, problemas de conducta, pro- Keywords: family violence, behavior disorders, school problems
blemas escolares
La violencia familiar se conoce también como violencia do- situaciones producen consecuencias negativas en los ni-
méstica o intrafamiliar y comprende varias formas con las ños. Desde la perspectiva de un niño, el maltrato recibi-
que una persona dentro de una relación familiar le causa do de sus padres o cuidadores constituye un tipo de
daño a otra. Wallace (2005) la define como “cualquier violencia directa, mientras que el ser testigo de la violen-
acto u omisión ejecutado por personas que cohabitan y cia entre sus padres conforma un tipo de violencia indi-
que causa heridas a otro miembro de la familia”. La vio- recta (Davies, DiLillo & Martínez, 2004; Margolin &
lencia familiar incluye el maltrato infantil y las agresio- Gordis, 2000).
nes entre los miembros de la pareja sexual. Comprende La Organización Mundial de la Salud (OMS) define
el maltrato hacia los niños –conocido también como abu- maltrato infantil como:
so infantil–, el maltrato hacia la pareja, el abuso entre
hermanos y el maltrato hacia las personas mayores. La cualquier forma de daño físico y/o emocional, abuso
victimización en los menores en casa incluye tanto el sexual, negligencia o cualquier forma de trato negli-
maltrato recibido directamente como la exposición a la gente, comercial u explotación, que resulta en daño
violencia entre sus padres (Kalil & Harris, 2003; Merrill, actual o potencial a la salud, supervivencia o desarrollo
Tomsen, Crouch, May, Gold & Milner, 2005). Las dos de la dignidad, en el contexto de una relación de
1 Dirigir correspondencia a: Martha Frías Armenta, Universidad de Sonora. Correo electrónico: marthafrias@uson.mx
237
238 Frías Armenta y Gaxiola Romero
(Roser & Ecoles, 2000) y las conductas de riesgo (Brown, O’Leary (2005) encontraron que en 45% de los casos in-
Lewinsohn, Seeley, & Warner, 1996). vestigados co-ocurría el maltrato infantil y la violencia en-
El experimentar abuso durante la infancia se ha rela- tre la pareja. Otros autores calculan que la co-ocurrencia de
cionado con portar armas durante la adolescencia (Leeb, estos dos fenómenos varía entre 30 y 60% (Knickerbocker,
Barrer & Strine, 2007). Los adolescentes que han sido víc- Heyman, Slep, Jouriles & McDonald, 2007).
timas de maltrato admiten cometer más delitos violentos La mayoría de la investigación en esta área se ha lle-
que los que no han recibido abuso. De la misma manera, vado a cabo en países industrializados. El trasladar estos
los adolescentes con informes oficiales de maltrato tienen estudios a contextos socioculturales diferentes a los de
más arrestos por crímenes cometidos durante la adoles- las sociedades de mayor afluencia económica ayudaría a
cencia (Hamilton, Falshaw & Browne, 2002). En un estu- entender cómo se comporta este fenómeno en las regio-
dio longitudinal llevado a cabo por Rebellon y Van-Gundy nes en desarrollo, proporcionando así información que per-
(2005) se encontró que el abuso infantil era un predictor mita establecer si las consecuencias del maltrato son
de los delitos violentos y de los delitos contra la propie- universales o si dependen de la situación sociocultural de
dad; además, otros estudios señalan que la historia de cada lugar. Por otro lado, la mayoría de los estudios anali-
maltrato físico incrementa el riesgo para la conducta anti- zan los efectos de la violencia directa (maltrato infantil),
social en la adolescencia y en la edad adulta (Cicchetti & siendo pocos los que han examinado los efectos combi-
Manly, 2001; Egeland, Yates, Appleyard & Dulmen, 2005; nados de la violencia directa e indirecta en niños. Ade-
Lansford et al., 2002). Las investigaciones realizadas en la más, también son pocos los estudios existentes que han
localidad en la que se desarrolló el estudio que aquí se revisado la relación entre el maltrato infantil y la ejecu-
reporta indican que la conducta antisocial es una de las ción académica o el ajuste escolar de los niños, incluso
consecuencias a corto plazo del abuso infantil (Frías, en los países industrializados, a pesar de que ésta es una
Ramírez, Soto, Castell & Corral, 2000). Los adolescentes de las consecuencias más mencionadas en la literatura.
que son expuestos a prácticas disciplinarias violentas no Para investigar los efectos de la violencia directa e indi-
sólo muestran problemas emocionales y sociales, sino tam- recta contra los niños, el presente estudio utiliza una for-
bién en áreas de desarrollo como la autonomía y sus rela- ma integral de análisis de datos –el modelamiento
ciones familiares (Bender, et al., 2007). Resnicow, estructural– con el que se desarrollan al mismo tiempo
Ross-Gaddy y Vaughan (1995) encontraron que los pro- análisis factoriales confirmatorios y regresiones estadísti-
blemas escolares se relacionan con la conducta antisocial. cas entre los factores resultantes, midiendo los efectos di-
La victimización de uno de los padres a manos del otro rectos e indirectos de las variables independientes en las
(violencia indirecta) parece ser otra de las variables clave variables dependientes (Bentler, 2006). A este respecto,
para comprender los problemas de conducta de los niños. aunque existen estudios que miden las secuelas de la vio-
Algunos estudios demuestran que cuando los padres son lencia familiar (Matud, 2007; Frías, 2002), son pocos los
victimizados los hijos se encuentran en grave riesgo de ma- que han medido el efecto de las variables exógenas e
nifestar problemas de conducta (Litrownik, Newton, Hunter, intermedias en las variables dependientes. Los resulta-
English & Everson, 2003; Morrel, Dubowitz, Kerr & Black, dos podrían utilizarse para entender las causas del ajuste
2003; Thompson, 2007). Más aún, otras investigaciones han escolar en los niños y para elaborar programas de pre-
encontrado que la co-ocurrencia de la victimización directa vención y atención de estos problemas escolares. Ade-
e indirecta empeora los efectos de la violencia en los niños más, podrían utilizarse como sustento para establecer
(English, Marshall & Stewart, 2003). La violencia (directa e programas de intervención con niños maltratados y que
indirecta) produce efectos negativos en la salud mental de son testigos de la violencia familiar.
las víctimas, siendo la secuela más común la depresión Por lo anterior, este trabajo analiza la relación entre
(Matud, 2007). Los niños que experimentan múltiples for- la violencia familiar que experimentan directa e indirec-
mas de maltrato se encuentran en mayor y más grave ries- tamente los niños y los problemas escolares que desarro-
go de desarrollar problemas de conducta (Sternberg, llan, indagando si dichos problemas son mediados por
Baradaran, Abbott, Lamb & Guterman, 2006). factores psicológicos como la depresión y ansiedad y de
Desafortunadamente para los niños, la violencia direc- conducta antisocial, los cuales resultan, a su vez, de la
ta covaría significativamente con la indirecta. Slep y violencia familiar vivida por los menores.
tructurales contiene dos componentes principales: el cia entre el modelo teórico propuesto y un modelo satu-
modelo de medición y el modelo estructural (Bentler, rado formado por las relaciones entre todas las variables.
2006). El modelo de medición consiste en un análisis Si el modelo teórico es pertinente, éste no es diferente
factorial confirmatorio en donde las variables latentes se del saturado, por lo que la X2 tendrá un valor bajo y no
conforman a partir de interrelaciones entre variables significativo (p >.05), sin embargo, la X2 es susceptible al
observadas. Hipotéticamente se especificaron tres facto- tamaño de la muestra; si la muestra es grande ocasiona
res: el de violencia familiar, formado por los índices mal- que sea significativa, por lo que se toman en cuenta
trato infantil del padre y la madre y violencia entre pareja; indicadores prácticos para medir la pertinencia del mo-
el factor de problemas de comportamiento antisocial, con los delo. Los indicadores prácticos empleados se derivan de
índices de conducta delictiva, conducta antisocial y con- la X2; éstos controlan el efecto del número de sujetos so-
sumo de alcohol; y el tercer factor fue el de problemas bre la significatividad de la comparación. El nivel mínimo
psicológicos, con los índices de ansiedad y depresión. El aceptable de los indicadores prácticos para considerar un
modelo estructural refiere las relaciones entre las varia- modelo con una adecuada bondad de ajuste es de .90. Los
bles latentes o factores formados, y entre éstos y variables indicadores prácticos empleados fueron el Índice Bentler-
observadas que no constituyen a los factores. En este Bonett de Ajuste No Normado (NNFI, por sus siglas en
modelo se planteó la hipótesis de que la violencia fami- inglés) y el Índice de Ajuste Comparativo (CFI). También
liar afectaría a las variables intermedias “problemas psi- se consideró el indicador de la Raíz Cuadrada del Cua-
cológicos” y “comportamiento antisocial” y éstas, a su drado Medio del Error de Aproximación (RMSEA, por sus
vez, a los problemas escolares de los menores. siglas en inglés) cuyo valor deberá ser menor a .08 como
Para determinar la pertinencia del modelo propuesto evidencia de bondad de ajuste (Browne & Cudeck, 1993).
se utilizaron indicadores de bondad de ajuste. La bondad
de ajuste es un indicador de la pertinencia de una teoría
de relaciones entre variables, dada por la corresponden- Resultados
cia entre el modelo que la representa y los datos utilizados
para probar esa teoría (Corral, Frías & González, 2001). El abuso que recibieron los menores en los últimos 6
Para medir la bondad de ajuste del modelo se utilizaron meses se exhibe en la Tabla 1. Un 60% de ellos manifestó
dos tipos de indicadores: estadísticos y prácticos. El indi- haber recibido al menos un tipo de maltrato en los últi-
cador estadístico chi cuadrada (X2) determina la diferen- mos 6 meses.
Tabla 1
Porcentaje de menores que reciben diferentes formas de abuso al menos una vez en los últimos 6 meses. Muestra total.
Grita 52 60
Amenaza con pegarte 42 57
Te dice groserías 28 37
Te llama tonto 33 37
Dice que te correrá de casa 12 15
Dice correrá a golpes 16 11
Golpea con mano 44 53
Golpea en la mano 37 42
Golpea con cinto 40 44
Golpea en la cara 19 22
Da patadas 11 12
Ha jalado 17 19
Pega constantemente 15 14
Agarra del cuello 7 8
Tabla 2
Porcentaje de los episodios de violencia familiar presenciados por el hijo(a), referido por el hijo(a).
La Tabla 2 muestra el porcentaje de los episodios de indican los niveles de significancia: las líneas continuas
violencia presenciados por los menores. Más del 40% ha indican que los coeficientes estructurales son significativos
atestiguado algún episodio de violencia entre sus padres y el caso contrario se indica con líneas discontinuas. Pri-
en los últimos 6 meses. meramente se probó la validez de constructo de las va-
La Tabla 3 presenta las alfas de Cronbach de las esca- riables latentes medidas (violencia familiar, problemas
las utilizadas en el modelo. Todas ellas resultaron mayo- psicológicos y de conducta en niños). Este modelo pro-
res a .60. dujo pesos factoriales altos y significativos entre todos
La Tabla 4 muestra las diferencias de medias de las los indicadores y sus respectivas variables latentes, lo cual
variables demográficas que fueron tomadas en cuenta indicaría validez convergente, mientras que los valores
para equiparar las muestras. A este respecto no se encon- más bajos de covarianza entre los factores indicaría vali-
traron diferencias significativas entre los dos grupos, por dez discriminante (Corral & Figueredo, 1999), formán-
lo que se concluye que son equivalentes. dose los factores hipotetizados (violencia familiar,
La Figura 1 exhibe los resultados del modelo estructu- problemas de conducta antisocial y problemas psicoló-
ral. La forma de las líneas que unen las figuras en el dibujo gicos) tal y como se preveía.
En el modelo estructural, la violencia familiar produ-
Tabla 3 jo un efecto significativo en los problemas de conducta
(coeficiente estructural = .68, p < .05), y en los proble-
Alfas de Cronbach para las escalas del estudio mas psicológicos (coeficiente estructural = .27, p < .05).
A su vez, los problemas escolares fueron impactados po-
Escala/Variables Alfa sitivamente por los problemas psicológicos (coeficiente
estructural = .23, p < .05) y por los problemas de con-
Violencia hacia mujeres (Tácticas de Conflicto) .91
ducta (coeficiente estructural = .35, p < .05). En el mode-
Maltrato del padre (Tácticas de Conflicto) .90
Maltrato de la madre (Tácticas de Conflicto) .89 lo, la R2 para los problemas de conducta antisocial fue de
Conducta antisocial .75 .46. Los índices prácticos de bondad de ajuste del mode-
Delincuencia .64 lo señalan que éste se ajusta a los datos, ya que el Índice
Alcohol .81 Bentler-Bonett de Ajuste No Normado (NNFI) y el Índi-
Depresión .85 ce de Ajuste Comparativo (CFI) fueron cercanos a .90 y
Ansiedad .85
Problemas escolares .75
el indicador de la Raíz Cuadrada del Cuadrado Medio
del Error de Aproximación (RMSEA) fue menor a .08.
Tabla 4
Grupo Media DE t p
Diferencias de niveles de escolaridad del menor entre el grupo referido y la muestra comunitaria
Grupo Media DE t p
Diferencias de niveles de escolaridad del padre entre el grupo referido y la muestra comunitaria
Grupo Media DE t p
Diferencias de niveles de trabajo del padre entre el grupo referido y la muestra comunitaria
Grupo Media DE t p
Grupo Media DE t p
Figura 1. Modelo estructural de violencia familiar como predictor de problemas del comportamiento. Todos los coeficientes estructurales
y pesos factoriales son significativos (p <.05). Bondad de ajuste: N=150; X2= (24) 45.89, p = .004, NNFI = .90, CFI = .93; RMSEA =
.07. R2=.21.
En el presente modelo, las dos formas de violencia – te anticipan la mitad de los problemas de conducta anti-
directa e indirecta– produjeron un efecto positivo en los social o delictiva a desarrollar por los menores. Esto
problemas psicosociales de los menores, manifestándose coincide con lo encontrado por Egeland et al. (2005);
éstos como problemas de conducta, alteraciones psicoló- Leeb et al. (2007); Hamilton et al. (2002); Rebellon y Van-
gicas y problemas escolares. Esto indicaría que los me- Gundy (2005); Cicchetti y Manly (2001); Lansford et al.
nores que son victimizados, directa o indirectamente, (2002), quienes informan que el abuso infantil es un
tienden a consumir más alcohol, a manifestar más depre- predictor de conducta antisocial y delictiva y, en algunas
sión, ansiedad y conducta antisocial, lo cual a su vez re- ocasiones, de delitos violentos. Los estudios en la locali-
percute en suspensiones y expulsiones escolares. Los dad en donde se desarrolló la presente investigación se-
resultados son consistentes con otros estudios que mues- ñalan también que la conducta antisocial es una de las
tran una asociación entre la violencia doméstica y diver- consecuencias a corto plazo del abuso infantil (Frías et
sos problemas psicosociales (Knickerbocker et al., 2007; al., 2000).
Matud, 2007; Sternberg et al., 2006). En el modelo probado en la presente investigación la
Un hallazgo importante en esta investigación fue que violencia familiar manifestó un efecto positivo en los pro-
la violencia familiar predice 46% de la varianza de los blemas emocionales o psicológicos, indicando que las
problemas de conducta antisocial en los niños, indican- personas que son víctimas de la violencia presentan un
do que los episodios de agresión doméstica prácticamen- mayor riesgo de desarrollar síntomas de depresión y an-
siedad. Esto concuerda con estudios anteriores que mues- psychiatric disorders among adolescents. Journal of the Ameri-
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Los resultados aquí expuestos sugieren que la violen- Corral, V. & Figueredo, A.J. (1999). Convergent and diver-
gent validity of three measures of conservation behavior:
cia doméstica produce secuelas nocivas que alcanzan to-
The multitrait-multimethod approach. Environment & Be-
dos los niveles de la secuencia familia-persona-escuela. havior, 31, 805-820.
Como consecuencia de lo anterior, cualquier interven- Corral, V., Frías, M. & González, D. (2001). Análisis cuantitativos
ción dirigida a incidir en los problemas de conducta es- de variables latentes. Hermosillo, México: Ed. UniSon.
colar debe incluir la asistencia o tratamiento a las víctimas Davies, C. A., DiLillo, D., & Martínez, I. G. (2004). Isolating
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violence: Findings from a predominant Latina sample.
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The long term consequences of maltreatment in early years:
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