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ii
UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY
Escuela de Derecho
VENEZUELA”
C.I: 9497450
iii
UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY
VICERRECTORADO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO
Aprobación que se expide en Valera a los 25 días del mes de enero del
C.I: 9497450
iv
DEDICATORIA
v
DEDICATORIA
María Guadalupe
vi
AGRADECIMIENTO
Señor nuestro:
Hace un tiempo emprendimos este camino de largos senderos
teniendo como guía nuestra fe y esperanza siempre puesta en Ti.
Hoy, que recogemos con tu ayuda lo sembrado, te ofrendamos infinitas
gracias por permitirnos este logro y darnos la sabiduría necesaria para
alcanzar esta meta.
A estos hijos tuyos que son nuestros padres, abuelos, nuestros
amadísimos hijos, hermanos, tíos, primos, amigos y profesores, también
les debemos honda gratitud por la ayuda constante, el amor profesado, y
sobre todo, por creer en nosotros.
Compartan este momento de gran alegría y siéntanse parte de este
que es también vuestro triunfo.
A todos gracias!
vii
ÍNDICE GENERAL
DEDICATORIA v
AGRADECIMIENTO vi
i
ÍNDICE GENERAL………………………………………………….…….. vi
i
RESUMEN……………………………………………………………… x
INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 1
CAPÌTULO
I. EL PROBLEMA….……………………………………… 3
Planteamiento del 3
problema………………………………………………
Formulación del problema ………………………………………… 9
Objetivos de la investigación…………………………………………… 9
Objetivo general……………………………………………………… 9
Objetivos específicos………………………………………………… 9
Justificación de la investigación………………………….………….. 1
…… 0
Delimitación de la investigación………………………….…………….. 1
… 1
CAPÌTULO
II. MARCO TEÓRICO……………………………. 1
…………… 2
Antecedentes de la investigación……………………………………… 1
2
Bases teóricas………………………………………….…………….… 1
5
Salario…………………………. 1
………………………………………… 5
Principio de insuficiencia del 1
7
salario…………………………………………………………………….
Precepto legal de suficiencia del salario…………………….….. 2
……. 1
Indicadores de suficiencia salarial………….……………………. 2
…… 2
Devaluación de la moneda…………………..…………………. 2
……… 6
Basamento jurisprudencial…………….……………………….…… 2
7
Matriz de 3
análisis…………………………………………………………… 0
viii
CAPÌTULO
III. MARCO 3
METODOLÓGICO……………………………............. 1
Nivel y tipo de investigación……………………………………………… 3
1
Diseño de investigación 3
2
Técnicas de procesamiento de los datos…………………….………… 3
3
Análisis e interpretación de la 3
información……………………………… 5
Procedimiento de la 3
investigación……………………………………….. 6
CAPÌTULO
IV. ANÁLISIS DE RESULTADOS…………………………. 3
8
CAPÌTULO
V CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES 4
7
Conclusiones……………………………………………………………… 4
7
Recomendaciones………………………………………………………… 5
0
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………… 5
2
ix
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO
RESUMEN
x
escrito, además con la búsqueda y observación de los hechos presentes
en los materiales escritos consultados que fueron de interés para la
investigación. Una vez recolectada la información se concluye que la
política del salario mínimo está basada en la justicia social, pues el estado
está orientado a cumplir con la fijación de un salario que permita la
subsistencia de cada trabajador, por lo que determinar que el salario
mínimo debe estar caracterizado por la suficiencia, significa que este
debe ser justamente remunerador para que el trabajador pueda mantener
su poder adquisitivo y de este modo gozar junto con su núcleo familiar de
una vida digna y decorosa. Por lo que el valor que se estipula para el
salario mínimo obligatorio produce un impacto considerable sobre el costo
de la vida y poder adquisitivo del trabajador, pero también trastoca lo
relativo a la planificación financiera anual del país y consecuentemente, el
equilibrio en los precios de los productos y servicios
xi
INTRODUCCIÓN
2
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
3
nocturno, alimentación y vivienda; por otra parte, el mencionado artículo
133 de la LOT plantea en su parágrafo segundo, otra definición de salario
y lo adjetiva como normal.
Asimismo, el parágrafo tercero del mencionado artículo 133, establece
que no tienen carácter salarial, entre otros, los servicios de comedores,
provisión de comidas y alimentos, mientras que, el mismo artículo en su
encabezado indica que la alimentación forma parte del salario. Esta
discordancia fue aclarada por la Ley de Alimentación para los
Trabajadores la cual, señala en su artículo 5 que el bono de alimentación
no reviste carácter salarial salvo por disposición en contratos o
convenciones colectivas o, en contratos individuales de trabajo.
De ahí que Villasmil y Carballo (2018,p.45), señalan que el salario “se
identifica con todo provecho o retribución que el trabajador percibe
directamente con ocasión del trabajo efectivamente realizado e incluso
cuando por disposición de la ley”. Sin embargo, en virtud de lo
fundamental que resulta para el trabajador la percepción de un salario que
permita su sustento y el de su núcleo familiar, ha sido concebido como un
componente que trasciende mucho más allá de lo que es un simple
vínculo laboral y de la concepción de un aporte económico en razón de
dicho nexo, pues el salario al poseer un importe jurídico, humano y social
de suma importancia se relaciona estrechamente con la vida digna y el
derecho de subsistencia del que es merecedor todo ser humano.
Es decir, queda atrás la idea del salario como una remuneración del
trabajador o como una simple contraprestación patronal de origen
exclusivamente contractual; para proyectarse como un concepto vital,
como el medio de subsistencia del hombre que trabaja, un derecho
inherente a la persona humana. A tal efecto, Sainz (2014,p.22), señala
que el salario “es una institución inserta en el derecho social que forma
parte del derecho familiar, ya que a través del mismo los trabajadores
obtienen los bienes y servicios necesarios para mantenerse ellos y sus
familiares”; por tanto, es evidente que el salario no constituye un hecho
aislado ajeno a las necesidades que transcienden al propio trabajador en
4
razón de sus cargas familiares y del contexto de los integrantes de su
propia familia.
Ahora bien, por ser concebido como el medio que permite cubrir las
necesidades mínimas de quienes constituyen la base social fundamental,
es decir, de los trabajadores y su familia, para que estos puedan alcanzar
una existencia digna y decorosa como se merecen, el mismo se ha
convertido a lo largo del tiempo en una institución social y como tal ha
necesitado ser reglamentado por el estado quien tiene el deber de
tutelarlo por ser el órgano protector de las relaciones laborales. Por
consiguiente, dicha institución ha sido recogida en diversos instrumentos
legales que a través de los años han conformado la legislación
Venezolana. Al respecto, disposiciones relativas al salario contenido
primeramente en la Carta Magna y ampliado en la actual Ley Orgánica del
Trabajo, de los Trabajadores y Trabajadoras (2012), así como en el
Reglamento de la derogada Ley sustantiva.
Así pues, el salario ha sido recogido en el Artículo 91 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2009) donde se
le otorga un carácter social amplísimo, además, garantiza el pago de igual
salario por igual trabajo, la participación de los trabajadores en los
beneficios de la empresa, la inembargabilidad del salario y finalmente
asegura a los trabajadores tanto del sector público como del sector
privado la percepción de un salario mínimo vital, entendiendo éste último,
como aquella cantidad remunerativa fijada como límite, que no permite
ninguna contratación entre las partes contentiva de un monto inferior.
Del mismo modo, la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012), enaltece el carácter social del salario a lo largo de
su articulado, establece los criterios para fijar el monto del mismo, lo
define ampliamente, clasificándolas y determinando cuáles beneficios no
son considerados remunerativos, además contempla las diversas formas
de regular legalmente todo lo relativo a su pago, así como los principios
salariales que rigen dicha institución.
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Los mencionados principios rectores han sido incluidos por el
legislador laboral dentro de los diversos cuerpos legales que rigen la
materia, ya que los mismos sirven para el desarrollo y efectivo
cumplimiento de las instituciones salariales, entre ellos, y el que nos
ocupa en esta investigación es el conocido principio de suficiencia
salarial, que de acuerdo a Capón (2010,p.179) el cual se concibe
un principio de estabilidad constitucional donde “el trabajo en sus diversas
formas gozará de la protección de las leyes en el marco de un estado
social no en relación con el trabajo prestado, sino atendiendo a las
necesidades del trabajador” . En este sentido, puede entenderse que
dicho principio no está referido al deber de pagar una remuneración en
razón del servicio prestado por el trabajador o bien por la calidad o
cantidad del mismo, sino que el salario que se otorgue debe abarcar
completamente todas y cada una de las carencias que puedan tener los
trabajadores y por consiguiente su grupo familiar, atendiendo siempre a
los niveles de dignidad, oportunidad y eficacia
En este orden de ideas, se encuentra expresamente contemplado dicho
principio en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (2009), el cual califica al salario que tiene derecho a recibir
todo trabajador, como suficiente para vivir dignamente y cubrir sus
necesidades básicas, materiales, sociales e intelectuales, pudiendo ser
dicha cobertura extensiva a su grupo familiar.
Del mismo modo, el principio de suficiencia está recogido en
diversas disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo, de los
Trabajadores y Trabajadoras; primeramente aparece consagrado en el
artículo 98, el cual señala que los trabajadores tienen derecho a percibir
un salario que les permita arropar todas sus necesidades, ya sean estas
de tipo material, social o intelectual. Posteriormente, en el artículo 100,
numeral 1° de la mencionada ley, se establece que para determinar el
monto del salario se debe tener en cuenta la satisfacción de las
necesidades materiales, sociales e intelectuales del trabajador, sus
familiares y dependientes que les permitan una vida digna y decorosa.
6
De igual forma, el artículo 111 de la misma Ley, ratifica lo dispuesto
en las mencionadas disposiciones, pues establece que el salario debe ser
suficiente para satisfacer las necesidades materiales, morales e
intelectuales del trabajador o trabajadora y de su familia. Pues bien,
evidentemente hoy por hoy en Venezuela el salario percibido por los
trabajadores es insuficiente, en tanto que no permite cubrir las
necesidades básicas, materiales e intelectuales a las que se refieren las
disposiciones anteriormente señaladas; lo que se traduce en el
incumplimiento del principio en cuestión. Así pues, en tal incumplimiento
inciden drásticamente diversos factores de tipo social e indiscutiblemente
económicos, entre los cuales se encuentran; por un lado, la notable
pérdida del poder adquisitivo frente a la elevada inflación que reina
actualmente en el país y que va acompañada además de la devaluación
del signo monetario.
Al respecto, se hace referencia a las afirmaciones de Marinakis
(2019) cuando señala:
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que trae como consecuencia que estos vean disminuida su calidad de
vida y que el porcentaje de su consumo y satisfacción sea mínima,
impidiendoles, por lo tanto, que puedan desarrollarse social, material,
moral, cultural e intelectualmente.
Si se hace una revisión a la evolución del salario y la inflación del país
en los últimos años nos podríamos dar cuenta de un proceso que en un
momento intentó mantener el salario mínimo como instrumento de política
social, equiparando este al costo de una canasta básica de consumo, esto
se logró durante un tiempo pero a causa de presiones inflacionarias en
años recientes por falta de medidas políticas económicas acertadas se
produce un enorme deterioro en el poder de compra del salario, lo que fue
dando un rápido empobrecimiento en la población.
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional Venezolana indico
que el precio de los productos y servicios en Venezuela registró una
inflación acumulada del 7.374,4% en el 2019. El Diputado y presidente de
dicha comisión, Alfonso Marquina, presento detalles sobre el índice de
inflación en enero 2020, el cual se ubicó en 65,4%
Entre las medidas políticas económicas no acertadas que se han
llevado a cabo en el país, se puede resaltar la fijación de “precios justos”
a los alimentos, los cuales se adaptan demasiado rápido a la realidad, el
economista y profesor universitario, Balza (2015,p.46) sostiene que
“desmontar el control de cambio y de precios es como desarmar un
andamio con los pintores todavía arriba”. Afirma que es peligroso, pero
necesario y urgente.
Otro problema que afectó la economía del país fue la restricción de
divisas (cabe destacar que Venezuela es el único país en América Latina
que cuenta con control de cambio, todos los demás países en dicho
continente tienen libre cambio de divisas) lo cual le dificulto a las
empresas privadas adquirir materias primas e insumos para sus procesos
productivos, la excesiva centralización con respecto a la producción en el
país y la impresión rápida y masiva de dinero que no contaba con
respaldo, Venezuela vive una “intoxicación monetaria” producto de la
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impresión acelerada de billetes por parte del Banco Central de Venezuela
(Guerra, 2017).
La canasta alimentaria en Venezuela indudablemente sufre
variaciones día a día, semana a semana. Durante el mes de febrero 2020
esta tuvo un costo de Bs. 16.800.466,49 (226,74 dólares), presentando
una variación intermensual de 12,5% / Bs. 1.862.771,20. El salario
mínimo que para ese entonces se encontraba en Bs. 250.000 solo
contaba un poder adquisitivo real del 1,5% por lo que se requieren 67
salarios mínimos en el mes para que un grupo familiar pueda cubrir sus
gastos básicos.
Estos datos son suministrados por el Centro de documentación y
análisis para los trabajadores, debido a que el Instituto Nacional de
Estadística quien es el órgano encargado de suministrar al país los datos
de los valores, no ha realizado ninguna publicación alusiva desde el año
2014. Y de acuerdo a la última versión de la encuesta ENCOVI (2019)
elaborada por la UCV, UCAB y USB, el 87% de los hogares en Venezuela
entran en la categoría de pobres y muestran un 80% de inseguridad
alimentaria, se estima que actualmente alrededor de un 25% de la
población se alimenta solo una vez al día.
En 2018, el presidente Nicolás Maduro otorgó seis aumentos salariales
y dictó diversas medidas como la reconversión monetaria y el lanzamiento
de un paquete de medidas económicas, en el 2019 otorgó cuatro
aumentos salariales y el 9 de enero del 2020 anunció el primer aumento
del año, dejando este en 450.000 (4 dólares). Sin embargo, todas las
medidas han sido insuficientes para hacer frente a la fuerte crisis
económica que afecta al país, el profesor universitario, Lucena (2019)
afirma que el país ha regresado 70 y 80 años en materia salarial. La crisis
económica que enfrenta Venezuela está empujando cada vez a más
trabajadores al sector informal de la economía, de acuerdo con los
resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2017, el
trabajo formal asalariado está perdiendo importancia como principal
fuente de ingresos. La depresión económica impulsa al venezolano a
9
sobrevivir en el mercado informal, afirmó Marotta al presentar los datos de
la encuesta. El trabajo formal ha perdido su concepto social, ya que el
salario de un trabajador no le permite alimentarse, vestirse, recrearse y
mucho menos poder adquirir bienes.
Por consiguiente, y en virtud de esta problemática actual, los
trabajadores y su núcleo familiar no pueden ver satisfechas de modo
alguno las necesidades fundamentales de todo ser humano como son; la
salud, alimentación, educación, seguridad y medio ambiente. Del mismo
modo, ven restringidas cada vez más sus posibilidades de superación y
de tener una vida confortable.
Esta condición, produce además, cierta insatisfacción y desmotivación
a la hora de ingresar al mercado de trabajo así como realizar sus
actividades laborales con la calidad y el entusiasmo requerido. Visto así
resulta evidente que todas estas consecuencias producto de la falta de
atención que merece dicha problemática y la ausencia de políticas
públicas que garanticen el efectivo cumplimiento del principio de
suficiencia salarial dispuesto por la constitución y las normas laborales
que permita una vida digna, plena y decorosa, producirán a corto,
mediano o largo plazo un mayor desequilibrio entre el hecho social trabajo
y las verdaderas condiciones de vida a que tiene derecho todo ser
humano de acuerdo con lo establecido por las leyes y convenios
internacionales ratificados por la República.
Objetivos de la investigación
Objetivo general:
10
Analizar el alcance del principio de suficiencia frente a la fijación del
Objetivos específicos:
Jurídico Venezolano
calidad de vida.
Justificación de la investigación
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metodológicamente la investigación posee un gran valor ya que a través
del empleo de diversas herramientas y técnicas tales como; Doctrinas,
jurisprudencias, instrumentos legales de la República, entre otras fuentes
del Derecho, se determinará el alcance del principio de suficiencia frente a
la fijación del salario mínimo en Venezuela. Igualmente, servirá como pilar
a futuras investigaciones que se conectan de una u otra forma con la
temática expuesta
Delimitación de la investigación
12
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la investigación
misma.
Se inició la revisión con Salazar (2018) en una investigación
denominada “La Precariedad Laboral y su Incidencia en Las Políticas
Sociales de la V República: Una Mirada a las Misiones. Visión Gerencial,
13
Revista N.1”.Los cambios económicos, políticos y sociales que han
experimentado gran parte de los países de América Latina en las últimas
décadas, ha influido decisivamente en la estructura del mercado de
trabajo, expresados en la modificación de las relaciones sociolaborales y
en la profundización de la exclusión y vulnerabilidad de la fuerza laboral.
Sin embargo un ejemplo de ello, lo constituyen las políticas de ajuste y
estabilización llevadas a cabo durante los últimos años, que propiciaron
una serie de reformas en los países latinoamericanos, con el fin de
mejorar la capacidad productiva y mantener los equilibrios económicos,
con todo estas medidas incidieron notoriamente en el sistema de
relaciones de trabajo y en la concepción de protección al mismo,
observándose una fuerte tendencia a la precarización e informalidad.
También, dentro de este estudio se analizan las diversas
concepciones teóricas de la precariedad laboral y su vinculación con el
mercado laboral especialmente el venezolano, identificando a las
misiones como un desafío de la política social gubernamental para hacer
frente a este fenómeno de la precarización e informalidad. El aporte para
la investigación se basa a que en Venezuela, pese a los esfuerzos de las
clases trabajadoras por mantener y enaltecer sus derechos de estabilidad
en los puestos de trabajo, las condiciones económicas del país, los
problemas inflacionarios, los aciertos y desaciertos de los programas y
políticas económicas del gobierno, han provocado un giro casi total, en la
economía del país, desde un aspecto económico jurídico por empleos de
bajos ingresos, con reducción del salario o de horas de trabajo y
reducción o pérdida de beneficios sociales adquiridos, lo que han
provocado la precarización de la clase trabajadora.
Por su parte, Iztúriz (2017), desarrolló un trabajo titulado “El Impacto de
la Legislación Laboral y las Políticas Públicas Venezolanas en el
Desarrollo de la Productividad del Sector Privado. El objetivo de esta
Investigación intentó examinar de qué manera en Venezuela y durante los
últimos años, el modelo político económico y social, cuya retórica, e
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ideología, se manifiestan en la legislación y las políticas públicas, impacta
la situación de la empresa privada.
En él se citan como preámbulo a su implantación, el manejo de una
retórica, ajena al debate y a la concertación; centrada en la confrontación
y la exclusión de quienes no la comparten; contraria al capitalismo y a las
corrientes de pensamiento que reconocen las fuerzas del mercado, de la
libre empresa, Ese discurso ha liderado las políticas públicas, en las
cuales destaca su carácter acentuadamente intervencionista, regulador y
controlador. Se describen someramente las distintas políticas en materia
fiscal, económica, monetarias, laborales y de relaciones industriales,
sociales.
Se reconoce su fuerte acento social, con programas asistenciales
efectistas y eficaces en el inmediato plazo, soportados por el ingreso
petrolero, pero que no parecen sostenibles y cuya ejecución ha sido
reservada a la hegemonía del Estado, descalificando el rol del sector
privado en la economía y en el empleo.
El aporte de la investigación anterior está relacionada con el ámbito
laboral, la promulgación de nuevas leyes, las reformas en la legislación
existente cuya intención ha sido la de apuntalar y fortalecer derechos de
los trabajadores pero que por su diseño, oportunidad, han traído
desajustes laborales innegables y conflictos sociales despidos de
trabajadores por medidas económicas y políticas de naturaleza
intervencionista y controladora del Estado han ocasionado, aparición de
los trabajos precarios (por horas, temporales, sin ningún tipo de arraigo),
el aumento del horario
laboral con mayor esfuerzo del trabajador y con reducción de la paga,
buscándose bajar costos, mediante la desaparición de la tutela del
Estado.
A su vez, Rincón (2017), en su trabajo titulado, “El Salario y los
Factores que Inciden en la Calidad de Vida del Trabajador Venezolano”.
El propósito de esta Investigación fue realizar un estudio para determinar
El Salario y los Factores que inciden en la calidad de vida del Trabajador
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Venezolano. Para tal fin se utilizó como población todos los textos,
internet, tesis doctorales, de maestrías, que hubiesen tocado e
investigado este problema con anterioridad, en efecto ninguno
específicamente analiza el tema, tal cual se aborda en esta investigación.
Por tanto, si el salario en su sentido más amplio, es analizado y ayudó
mucho para la realización de ella, utilizando técnicas como la observación
documental, Internet, el fichaje y la hermenéutica jurídica, además de
instrumentos como la ficha, cuadernos de bibliografías, la computadora,
pen-drive, los cuales ayudaron a obtener datos para recopilar la
información necesaria de ésta investigación. La misma fue de tipo
documental, por su propósito descriptiva con un diseño no experimental
transversal bibliográfico, y los factores socio-económicos, políticos y
jurídicos estudiados, como la inflación, devaluación, poder adquisitivo,
marginalidad o pobreza, desempleo, las medidas económicas tomadas
por el Estado estudiadas,
Entre otros factores, afectan evidentemente al salario incidiendo así en
la calidad de vida del trabajador Venezolano, lo que hace concluir que la
calidad de ellos depende en gran medida de realizar una buena o mala
administración y el tipo de gobierno que rija el país, en esa medida se
verá afectada la vida de los trabajadores en esta investigación
efectivamente el salario de los trabajadores no es el óptimo para
mantener una buena calidad de vida, el Poder Ejecutivo, debe tomar las
medidas correctas para vivir dignamente, tal cual lo establece la
constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 91.
La investigación previamente citada, representa un antecedente para
este estudio que se está desarrollando, debido a la presencia del salario
como elemento que incide en la calidad de vida de los trabajadores en
Venezuela, aun más, cuando la deficiente administración y políticas no
acordes con las exigencias e insuficiencias salariales del Venezolano.
Bases teóricas
Salario
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Para llegar a la comprensión de la insuficiencia de los salarios en
Venezuela necesariamente se tiene que llegar a la investigación de todo
lo que corresponde a salario por lo que el escritor Cabanellas (1992)
quien definió el salario como
la contraprestación que recibe el obrero o empleado a cambio
de dar al patrono todos sus derechos sobre el trabajo realizado,
lo cual corresponde a lo recibido por el trabajador tanto en
indemnizaciones como retribuciones inmediatas de su labor,
sumados es la totalidad de los beneficios recibidos por el
trabajador. (p.3)
17
por acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un
empleador a un trabajador en virtud de un contrato de trabajo,
escrito o verbal, por el trabajo que este último haya efectuado o
deba efectuar o por servicios que haya prestado o deba prestar (p
175).
18
ellos, siempre que sea a consecuencia del contrato laboral y se traduzca
en un beneficio material. Tanto la doctrina como la jurisprudencia “hablan
de que el salario es visto desde dos ángulos: salario en sentido amplio y
salario en sentido estricto”.
Al respecto, Urquijo y Bonilla (2018), señalan que tan importante es el
concepto económico del salario como el concepto legal, es decir que haya
sido establecido por la legislación de un país. En consecuencia se dedica
este apartado a la consideración del concepto de salario en las Leyes de
Venezuela, teniendo como base fundamental la Ley Orgánica del Trabajo,
LOT, no establece distinción entre los obreros y empleados, para efecto
de pagos de salarios sino que se trata a ambos como trabajadores.
Es de considerar que, la legislación venezolana, como la de otros
muchos países, establece el concepto de salario mínimo. Por lo que,
Urquijo y Bonilla (2018, p.28) menciona para fijar salario mínimos
obligatorios se debe “nombrar comisiones para considerar este beneficio
en la totalidad de las actividades laborales o en determinada rama de
ellas, en todo el país o en parte de él, tomando en cuenta las condiciones
económicas imperantes y el costo de cubrir las necesidades vitales del
trabajador y su familia”.
Y continua, antes de decidir el nombramiento de salarios mínimos,
Previo estudio y mediante decreto, el Ejecutivo Nacional fijará cada año el
salario mínimo. A tal efecto, mediante amplia consulta conocerá las
opiniones de las distintas organizaciones sociales e instituciones en
materia socioeconómica.
Insuficiencia salarial
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la percepción de ingresos a lo largo del tiempo se van sumando”, además
señala que de acuerdo al impacto de las estrategias empresariales, surge
un aumento o disminución de la parte variable del salario, esto es
motivado a la estructura salarial, regulada principalmente por la
negociación individual de los trabajadores.
Ahora bien, existe un determinante estructural de la pobreza y la
precariedad, que de acuerdo a Figueroa (2016), los señala en la siguiente
afirmación
los ingresos devengados pueden clasificarse como inherentes o
no a su productividad, donde el primer tipo de ingresos los no
inherentes a la productividad, son aquellos percibidos por
conceptos de rentas y utilidades, es decir, como retribución a la
propiedad de los insumos de tierra y capital, y dado pues que
estas fuentes de ingreso resultan nulas en el caso de los pobres,
entonces un análisis teórico de la pobreza o precariedad laboral(
considera para ello definición amplia de insuficiencia de
ingresos) puede elaborarse a partir de ingresos salariales, ya
sean pagados o imputados, como retribución al trabajo.(p.45)
20
trabajadores es necesario definir los elementos que llevan a provocar esa
insuficiencia de ingresos y como estos coadyuvan a la aparición de la
precariedad laboral. Para Mantey (2015), considera esta autora que la
inflación, acentúa la concentración de ingreso mediante mecanismos de
propagación, destacando abundancia de mano de obra barata lo que
deprime el nivel de los salarios reales de modo que debilita el poder de
compra al prevalecer el aumento de los precios de los alimentos de la
canasta familiar, nutriendo el espiral salarios-precios de manera continua,
una desregularización salarial hasta llegar a provocar una depreciación
salarial, lo cual a su vez induce la precariedad laboral a causa de los
salarios insuficientes.
Según, La Roca (2016), hace referencia que la retribución en gran
parte determina el nivel de vida y la posición social del trabajador, porque
los trabajos mal remunerados se consideran precarios, de igual forma la
insuficiencia del volumen de ingresos, tomando como punto de referencia
el salario mínimo de un país y el nivel de autonomía que permite al
trabajador desarrollar sus proyectos vitales, conllevan a la precariedad
laboral, porque lo importante de todo estos es determinar el nivel del flujo
de ingresos del trabajador a lo largo de su vida laboral, de tal manera que
se le brinde una protección social y económica al trabajador.
Ahora bien, esta discriminación social, marginalidad produce
sensación de inseguridad e incapacidad de organizar su vida. En otras
palabras, la pérdida de poder adquisitivo salarial de los trabajadores en
especial los menos calificados o los más precarios, tienen como
referencia el salario mínimo que es de miseria. Es decir, es la manera de
medir el impacto socioeconómico referido al proceso de desvalorización
del Bolívar (depreciación), al medirlo en capacidad efectiva compra, es
decir la cantidad de bienes y servicios que se pueden intercambiar con él,
(compra de la cesta básica, entre otros).
21
De acuerdo con Meza y Navarro (2004), las normas laborales son en
sí mismas tuitivas porque persiguen garantizar los derechos de los
trabajadores y trabajadoras, comprendiendo de este modo que la
protección de los mismos desde la Constitución Nacional como la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo en su artículo primero, debe ser ajustada a
los postulados comprendidos en los artículos 87 al 97 de la Carta Magna
y todo el articulado de las normas laborales vigentes, tales como; los
límites a la jornada de trabajo, el derecho al descanso, las prestaciones
sociales, el principio de suficiencia del salario; el principio de igualdad
salarial y la garantía de un salario mínimo vital, entre otros.
En torno a ello, Villasmil (2013, p.21) refiere que” la política del salario
mínimo obligatorio tiene su basamento principal en el concepto de justicia
social que dirige el Estado a fin de garantizar para la población
trabajadora un ingreso de subsistencia”, el cual no interviene en el
concepto de productividad de la política de fijación del salario mínimo,
sino en el de necesidad.
En este sentido, el salario mínimo debería ser justo y la connotación
conceptual, estructural y de garantía constitucional que éste debe poseer
estaría caracterizada por la suficiencia, es decir, el salario debe ser lo
suficientemente remunerador para poder adquirir los bienes y servicios
necesarios e imprescindibles de todo trabajador a los fines de que este y
su familia puedan gozar de una vida digna y decorosa.
Al respecto, Urquijo y Bonilla (2018) analiza el asunto de la suficiencia
del salario indicando que;
El salario debe ser justamente remunerador y suficiente para el
sustento del trabajador y su familia, en proporción directa con el
incremento del costo de vida, ya que se otorga al ejecutivo nacional
el derecho a decretar los aumentos del salario que estime
necesarios para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores,
previa consulta con los organismos patronales y de los trabajadores.
(p. 40).
Es por ello, que la suficiencia del salario como derecho cívico o social
vaya acompañado de un calificativo cuya finalidad lo incluye dentro del
nivel de los derechos ciudadanos fundamentales. En tal sentido, el mismo
22
autor indica que el derecho al salario suficiente sirve para garantizar la
dignidad del trabajador, pero su condición de derecho social lo hace
susceptible de optimación progresiva y además, reclama para su
desarrollo la actuación de los poderes públicos y los grupos sociales, que
en este caso deberán intervenir a través del ordenamiento jurídico para
modificar las reglas del mercado.
Por su parte, Rodríguez (1983) apunta que la suficiencia del salario
tiene firmeza en la doctrina del salario justo y aun cuando el mismo tiene
elementos de carácter social, los aspectos jurídicos también lo
determinan, debido a que surge de las relaciones laborales y se establece
en un contrato de trabajo celebrado entre el trabajador y el patrono.
Con relación a esto, Henríquez (2013) plantea que el patrono no
contrata estrictamente un servicio, un esfuerzo o una energía sino a una
persona física que desarrollará su trabajo mediante su inteligencia,
capacidad, destreza, sentido de responsabilidad e incluso simpatía para
comunicarse y buena fama. De acuerdo con lo anterior, para el citado
autor, la obligación salarial a cargo del empleador se transforma en una
figura de la obligación de salud y protección de la vida del trabajador, lo
que permite el sustento del trabajador y de su familia mediante la teoría
de la suficiencia del salario.
23
Es menester señalar que de acuerdo con Ríos (2008), éste principio
posee un antecedente inmediato en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela del año 1947, pues, ya contemplaba entre los
derechos laborales, la percepción de un salario mínimo y vital suficiente
para satisfacer las necesidades básicas de todo trabajador. En términos
semejantes, la derogada Ley Orgánica del Trabajo (1997) disponía en su
artículo 138 que el salario percibido por los trabajadores debía ser
justamente suficiente o remunerador para que permitiera el sustento de
éste y su familia.
Más adelante, la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) reafirma el principio de suficiencia salarial al estipular
en su artículo 100, que para fijar el monto del salario debe tomarse en
consideración, la satisfacción de las necesidades materiales, sociales e
intelectuales tal como lo señala la Constitución Nacional, ya que el
trabajador, sus familiares y dependientes deben tener acceso a una vida
digna y decorosa.
Una vez más, la ley laboral en su artículo 98 donde establece el
derecho al salario, con palabras casi idénticas reza; “Todo trabajador o
Trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con
dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades materiales, sociales
e intelectuales”. A este respecto, Garay (2013) en sus comentarios a la
ley laboral vigente refiere que los artículos precedentes exaltan mediantes
sus explicaciones el sentido social que posee el salario y por supuesto las
consecuencias emanadas de dicho principio.
Por su lado, Porras (2009) con relación a la noción de salario suficiente
que sugiere la norma, deduce que en el hipotético caso de que se
produzca un acrecentamiento del costo de vida, el deber del Ejecutivo
Nacional siguiendo el procedimiento establecido, consiste en decretar los
aumentos de salario que considere necesarios con el fin de conservar el
poder adquisitivo de los trabajadores.
24
Bonilla (2009) refiere que, dadas las transformaciones impulsadas a
partir del gobierno de Hugo Chávez, entre las que destaca la aprobación
de la Constitución Nacional en el año 1999, la responsabilidad de discutir
los niveles de incremento del Salario Mínimo adjudicada a la Comisión
Tripartita cambió junto con el mapa institucional, lo cual afecta la
correlación de fuerzas y la propia conformación de los actores del mundo
del trabajo. Tal situación, al decir del autor se profundizó durante los años
siguientes hasta llegar a una crisis que, entre otras cosas, produjo la
ruptura del diálogo entre los actores tras el golpe de estado o vacío de
poder ocurrido el 11 de abril del 2002 y más tarde producto del paro cívico
nacional a finales del 2002 y principios del 2003.
Sigue señalando el autor que después de los mencionados sucesos,
ciertos actores del mundo del trabajo han calificado los aumentos del
salario mínimo como decisiones unilaterales por parte del Gobierno
Nacional. En cuanto a esto, Porras (2009), sostiene que si bien en el
período de 1990 a 1999, la mayoría de los salarios mínimos fueron fijados
por consenso tripartito, o sea, por patronos, trabajadores y gobierno;
actualmente, el salario mínimo es directamente establecido por el
Ejecutivo Nacional.
En palabras semejantes, Marín (2015) refiere que de conformidad con
el Convenio 26 de la OIT, sobre el salario mínimo, de 1928, ratificado por
Venezuela, los gobiernos deben consultar a los representantes de
empleadores y trabajadores antes de aplicar, establecer y mantener
métodos que permitan la fijación de tasas mínimas de salarios y si bien la
legislación venezolana reguló esta materia desde 1936 e incluso, según
las normas vigentes el salario mínimo debe ser ajustado cada año, previa
amplia consulta, en la práctica no se lleva a cabo tal consulta, pues, el
Presidente fija de modo pretoriano y populista el salario mínimo, sin
consultar la opinión de nadie y cuando le parece.
También refiere el autor, que dicha fijación se lleva a cabo
especialmente en vísperas del primero de mayo con el fin de contentar a
los trabajadores y aclarando que el mismo es un regalo por parte del
25
presidente, como si de verdad lo fuera, o como regalo de año nuevo. Por
otro lado, el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) califica como suficiente el salario al que tiene derecho
todo trabajador para gozar de una vida digna y establece el costo de la
canasta básica como uno de los elementos que debe considerarse para
fijar el monto del salario mínimo.
Al respecto, Garay (2013) sostiene que si como referencia para la
fijación del salario mínimo únicamente se toma en cuenta la cesta básica,
el incremento anual del salario sería sumamente inflacionario, porque los
alimentos generalmente son los que suben de precio con mayor rapidez y
facilidad. También aclaró que en la discusión tripartita que reformó la Ley
Orgánica del Trabajo en 1997, concluyeron que debía incluirse otros
factores además de la cesta y eso fue precisamente lo que hizo la
constitución.
De igual forma, la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) indica que el salario se estipula libremente pero en
ningún caso podrá ser inferior al salario mínimo establecido por el
Ejecutivo Nacional. Seguidamente, el artículo 100 de la mencionada ley
señala que los aspectos que deben tenerse en cuenta para la efectiva
fijación del salario, son; La satisfacción de las necesidades de los
trabajadores y su núcleo familiar a partir de lo cual estos puedan gozar de
una vida digna y decorosa.
Asimismo, la justa repartición de la riqueza como el reconocimiento
del mayor valor del trabajo frente al capital. Del mismo modo, la calidad y
cantidad del servicio prestado, el principio de igual salario por igual trabajo
y finalmente, la equivalencia de los salarios devengados por los
trabajadores de la misma localidad o que presten el mismo servicio.
En el mismo orden de ideas, el convenio 26 de la Organización
Internacional del Trabajo de 1928, ratificado por la República Bolivariana
de Venezuela en 1944, relativo a los métodos para la fijación de salarios
mínimos, establece diversos principios, tales como; el carácter obligatorio
que se le impone a los gobiernos para que establezcan o mantengan
26
métodos que permitan la fijación de las tasas mínimas de los salarios,
quedando en libertad de determinación, así como su forma de aplicación
a través consultas con las organizaciones más representativas de
empleadores y trabajadores.
Otro elemento importante es que una vez fijadas las tasas mínimas de
salarios, los empleadores y trabajadores están obligados a respetarlas, no
pudiendo bajarlas por medio de un contrato individual ni por un contrato
colectivo, salvo que la autoridad competente provea una autorización
general o especial. Ahora bien, Marín, Perelló y Chirinos (2010) apuntan
que debido a la importancia del salario como medio de subsistencia,
deben ser dos los elementos principales a considerar al momento de fijar
su cuantía; el costo de la canasta básica y el índice inflacionario.
Asimismo, proponen que preferentemente se haga uso de una mesa
de diálogo social de carácter nacional que superaría a la comisión
tripartita por su amplitud, posteriormente el acuerdo sectorizado entre
trabajadores y empleadores y, por último el decreto presidencial,
indicando lapsos de vigencia para cada mecanismo y de tal forma fijar un
salario realmente suficiente en atención al costo de la canasta básica y al
índice inflacionario.
Para Bonilla (2009), una decisión tan importante como la de aumentar
el Salario Mínimo amerita que se tomen como referencia ciertos
indicadores que expresen el comportamiento del mercado de trabajo y
especialmente la situación del contexto económico, en virtud de que este
tipo de medidas influyen directamente en los niveles de empleo, en el
poder adquisitivo de los trabajadores y en general, en la calidad de vida.
Agrega este autor, que tradicionalmente los indicadores de referencia
utilizados por los responsables de fijar el Salario Mínimo en Venezuela,
han sido; el costo de la Canasta Alimentaria Normativa, definida por
Colmenares, Gelves y Gómez (2010) en afinidad con Mochón (1992)
como aquella que recoge un conjunto de bienes y servicios que
regularmente las familias demandan para satisfacer sus necesidades.
Mientras que, Bonilla (2009) y Arellano (1993) la conciben como un
27
indicador estadístico que permite calcular el índice de precios al consumo
y como la forma de medir el porcentaje de gastos en función de un
conjunto de bienes y servicios.
El Índice de Precios al Consumidor; que para el BCV (2008), configura
uno de los indicadores que resume el desarrollo de la economía de un
país. Cuestión que respalda Peña (2011) cuando refiere que el índice de
precios al consumidor permite determinar la evolución económica de la
nación, pues, su función consiste en revelar las variaciones mensuales
sufridas en los precios en cada región del país.
Por último la inflación, que según Martínez (2006) en concordancia
con el Banco Central de Venezuela (2015) señala que éste es un
fenómeno que se destaca por el progresivo y generalizado aumento de
precios de los bienes y servicios que se distribuyen en una economía al
cabo de un periodo de tiempo
Según lo previsto en la Recomendación número 135 de la OIT de
1970, para la determinación del nivel de los salarios mínimos deben
considerarse seis criterios, que son; las necesidades básicas de los
trabajadores y de sus familias; el nivel general de salarios en el país; el
costo de vida y sus variaciones; las prestaciones de seguridad social; el
nivel de vida relativo de otros grupos y los factores económicos, incluidos
los requerimientos del desarrollo económico, la productividad y la
conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de empleo. A este
respecto, resulta importante abordar los indicadores comúnmente
empleados para la determinación del salario mínimo en Venezuela.
Devaluación de la moneda
28
No obstante, Urquijo y Bonilla (2018, p.67), este autor menciona que
“en Venezuela ha llegado a alcanzar el problema de la inflación y de la
compensación salarial nominal como real”, que por efectos de la inflación
ha perdido el poder adquisitivo, a causa de los de un problema económico
que está pasando, cuando el país atraviesa por fuertes problemas
económicos.
Por otro lado, Ortiz (2017, p.23) describe la desvalorización del
Bolívar, como “aquella que implicado cierta intervención del mercado de
divisas `por parte del gobierno”, para proteger las partidas en las que
están incurriendo quienes están obteniendo sus principales ingresos de
ventas en el exterior, ha traído una situación que puede calificarse de
ruinosa, para la economía Venezolana.
La nuevas políticas del gobierno tal como le expresa Cupolo (1997)
citado en La Roca (2016), no cambiaron significativamente la tendencia
de la economías hacia el beneficio del venezolano, sino que la situación
empeoró de tal manera que “la moneda se depreció perdiendo su poder
adquisitivo, el cambio fijo del bolívar hacía que el valor real supera su
valor nominal y el sector privado venezolano y aquellos que tenían cierta
disponibilidad invirtieran en otros países considerando las altas tasa de
interés del mercado extranjero”
Unos de los instrumentos utilizados por el Gobierno Nacional para
aumentar el ingreso de equilibrio tal como lo expone Aguirre (2013), es la
“devaluación de la tasa de cambio real, expresada en Tr= TnP*/P, al
devaluar el bolívar en términos nominales se aumentan las exportaciones
netas, sube la tasa de cambio, aumenta el ingreso interno de equilibrio”,
hasta encarecer el precio de los bienes externos con relación a los
precios internos, lo cual produce cambios en el costo de las compras de
los bienes que produce el país, con un precario poder adquisitivo del
bolívar.
En referencia Ávila (2014, p.89) define la devaluación como “La
pérdida del poder adquisitivo del dinero, disminución de los bienes,
servicios que se pueden comprar con el dinero”, corresponde a la pérdida
29
del valor de la moneda en relación a las monedas extranjeras, así como la
aplicación a destiempo de políticas económicas.
También, Zorrilla (2014, p.90), considera “devaluación como el reflejo
del desorden económico y monetario que han producido las políticas
económicas de un Gobierno, debido al enorme aumento del gasto
Público”, así mismo considera:
La dinámica de la devaluación constante de la tasa de cambio en
el mercado libre de divisas ofrece incentivo a las exportaciones,
para crear condiciones de ajustes macroeconómicos mediante el
empleo del gasto público”, con pérdida de los estándares de vida
alcanzados con trabajo y esfuerzo de varias generaciones, hacia
el abrumante crecimiento de los indicadores de pobreza, por la
pérdida de valor del poder adquisitivo por la devaluación del
Bolívar. (p. 348)
Bases jurisprudenciales
30
“Artículo 91. Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario
suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las
necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales. Se garantizará
el pago de igual salario por igual trabajo y se fijará la participación que
debe corresponder a los trabajadores y trabajadoras en el beneficio de la
empresa. El salario es inembargable y se pagará periódica y
oportunamente en moneda de curso legal, salvo la excepción de la
obligación alimentaria, de conformidad con la ley. El Estado garantizará a
los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un
salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de
las referencias el costo de la canasta básica. La Ley establecerá la forma
y el procedimiento”.
31
JUEZ PONENTE: EMILIO RAMOS GONZÁLEZ
32
imponible adoptada por el legislador impositivo a la renta para la
determinación de la contribución dineraria del trabajador en su rol de
ciudadano contribuyente es inconstitucional, lesiona su derecho a un
salario suficiente”. Que, “… el artículo 31 de la Ley de Impuesto Sobre la
Renta, transgrede el derecho al salario digno, consagrado en el artículo
91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…”. Que,
“… nuestro texto constitucional busca garantizar que los trabajadores
tengan un salario que les permita tener un nivel de vida digno, que
puedan cumplir con sus obligaciones y las de su familia y en
consecuencia, alcanzar un nivel de vida adecuado. Sin embargo, cómo
puede garantizarse el nivel de vida digno del trabajador cuando una gran
porción de los ingresos que obtiene con ocasión de su relación laboral,
son destinados al pago de impuestos al Fisco Nacional..."
33
vital cumpliendo con los esquemas y mecanismos previamente
establecidos, con el objeto de que el mismo permita la cobertura de las
necesidades esenciales del trabajador y de ese modo evitar el
empobrecimiento y deterioro de su calidad de vida.
Por lo que el Ejecutivo Nacional de forma directa, autónoma y
discrecional debe determinar la cuantía del salario mínimo, omitiendo la
opinión de los líderes sindicales de los trabajadores, así como la de los
representantes de la parte patronal, lo que trae aparejado sensaciones de
inseguridad e incertidumbre tanto para el trabajador como para el
empleador en lo que respecta a la fijación de una remuneración que
resulte efectivamente justa y equitativa para el primero y, que no afecte la
capacidad financiera del segundo.
34
MATRIZ DE ANÀLISIS DE CATEGORÌAS
Objetivo general: Analizar el alcance del principio de suficiencia frente a la fijación del salario mínimo en Venezuela.
Objetivos específicos Categoría Subcategoría Unidad de análisis
Analizar el principio de Principio de suficiencia Consideraciones sobre la CRBV (1999), LOTTT (2012),
suficiencia establecido en el suficiencia salarial. Bonilla (2009) INE (2014)
Ordenamiento Jurídico Precepto legal del principio de Cabanellas (1992)
Venezolano suficiencia salarial. Balza (2015)
Indicadores de la suficiencia del Castro (2017)
salario Urquijo y Bonilla (2018)
Examinar la institución Perspectivas generales sobre el CRBV (1999), LOTTT (2012),
jurídica del salario mínimo Salario salario. Jaime (2012)
como elemento fundamental Derecho al salario.
para que los trabajadores Protección al salario.
Principios del salario.
Venezolanos puedan gozar
de calidad de vida
Determinar la importancia del Importancia del cumplimiento Calidad de vida. Zorilla (2014)
cumplimiento del principio de del principio de suficiencia Calidad de vida laboral. Avila (2014)
suficiencia frente a la fijación frente a la fijación del salario Reflejo de un salario suficiente Aguirre (2013)
del salario mínimo mínimo La Roca (2016)
Ortíz (2017)
Fuente: Briceño y Marín (2020)
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Diseño de la investigación
37
análisis previstos y objetivos... (omissis), dar de una manera clara y
no ambigua respuestas a las preguntas planteadas. (p.131)
38
sistemáticos, normas de carácter práctico indispensables para ser
aplicadas al material bibliográfico tales como textos, informes,
documentos elaborados por otros investigadores consultados a través de
todo el proceso de investigación y en la elaboración del trabajo escrito.
Por ser una investigación de carácter jurídico documental, se utilizaron las
siguientes técnicas para la recolección de datos:
- Arqueo bibliográfico: Consiste en explorar, buscar la bibliografía
que será utilizada para el desarrollo del tema (bibliotecas, ficheros,
centros de documentación, centros de información virtual y consulta con
expertos, entre otros).
- Selección y organización de la información: Después que se
registre la bibliografía consultada, los investigadores procederán a
seleccionar y organizar los documentos, libros, artículos, revistas, entre
otros, que se relacionen con la el tópico en estudio.
- Técnica de fichaje: Cumplida la fase de selección y descarte, los
investigadores se enfrentarán a la aplicación de la técnica de fichaje;
fichas bibliográficas, de contenido y mixtas. Mediante este procedimiento,
organizaron de manera sistemática y ordenada la información separada
que se incluyó en el proyecto de investigación final. Concluida la fase de
localización de la bibliografía (arqueo bibliográfico) el investigador
procedió a organizarla, lo cual será posible de manera ordenada y
sistemática, a través de la técnica del fichaje. Balestrini (2001), plantea
que:
39
organizar, registrar datos bibliográficos y hacer resúmenes de la
información seleccionada, el trabajo de investigación que se realiza
adoptando la modalidad documental no requiere de la elaboración
exhaustiva de un marco teórico como los demás diseños, basta con
presentar una revisión documental bibliográfica de las fuentes de
información secundarias relacionadas con el tema y con la problemática
de estudio.
En el marco teórico de una Investigación documental el investigador
comunica al lector los tópicos más importantes y la teoría central en que
se encuentra inmerso el objeto de estudio, el cual sirve para sustentar el
análisis que posteriormente realizará el investigador.
Cabe considerar que la presente investigación está enmarcada
dentro del Diseño Documental por diversas razones: El objetivo general
de la investigación consiste en analizar el alcance del principio de
suficiencia frente a la fijación del salario mínimo en Venezuela. El área del
conocimiento trabajada es las ciencias sociales específicamente en la
rama del Derecho Laboral, por lo que la información se obtiene
directamente de las fuentes principales como la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), Ley Orgánica de los
Trabajadores y trabajadoras, entre otros.
40
base para la acción o para el conocimiento de una situación (p.
146).
41
su evaluación interna centrada en el desarrollo lógico y la solidez de las
ideas seguidas por los autores del mismo.
Dada la importancia de las técnicas anteriormente descritas, las
mismas fueron utilizadas en todo lo relativo al desarrollo y delimitación del
momento teórico de la investigación. En esta se realizó una observación
para analizar el alcance del principio de suficiencia frente a la fijación del
salario mínimo en Venezuela.
Del análisis progresivo de la información estudiada surgieron las
conclusiones y recomendaciones, las cuales fueron evaluadas y
perfeccionadas a través de un proceso de síntesis, lo cual se entendió
como la recomposición de las partes o elementos de un todo que el
análisis había separado, para integrarlas un una unidad coherente y con
sentido pleno, que condujo a conclusiones finales, racionalmente
fundamentadas.
Procedimiento de la investigación
42
5. Esa lectura fue ampliada; es decir, fue seguida de varias lecturas
más detenidas y rigurosas de textos, a fin de captar sus planteamientos
esenciales y aspectos lógicos de su contenido para poder así extraer los
datos útiles para el estudio a realizar.
6. Se volvió a hacer uso de las técnicas e instrumentos señalados,
pero de una manera más específica.
7. Cada una de las fichas se agrupo con las otras que se refieren al
mismo punto de la investigación, para luego ser cotejadas y analizadas.
8. Se procesaron los datos secundarios de información.
9. Se realizó el informe escrito.
43
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS DE RESULTADOS
44
poderes públicos, como por los empleadores y la sociedad en general,
puesto que, a partir de su incumplimiento, a los trabajadores y a su grupo
familiar se les dificulta satisfacer sus necesidades básicas, materiales,
sociales e intelectuales que les permitan lograr una existencia guiada por
la decencia y la calidad.
No obstante, esta pérdida del poder adquisitivo en Venezuela producto
de los impactos de la devaluación monetaria y la depreciación salarial
sufrida, por las medidas económicas adoptadas por el Gobierno Nacional,
trae consigo la manifestación de la precarización de los trabajadores en
especial aquellos amparados por un salario mínimo, porque la inflación al
provocar pérdida del valor del dinero percibido por el trabajo, evidencia
una disminución de los ingresos en términos reales donde hoy todos
ganan menos de lo que ganaban ayer, el trabajador pierde el poder de
compra provocando que no pueda acceder a una educación digna, a
comprar una Cesta Alimentaria completa entre otras limitaciones que se le
presentan por las condiciones precarias en la que Venezuela con el
control de cambio y la devaluación, la moneda se depreció en un 100%.,
también ha incrementado la precariedad laboral de los trabajadores, así
como ha disminuido la calidad de vida de los integrantes del núcleo
familiar.
Este incremento de la inflación genera el alza de precios pronunciada
de los productos nacionales, aumentando la inflación en forma sostenida,
obviando que la remuneración no puede ser desproporcionada
irrazonable y menos llevar a ruina a los trabajadores. Ante estas
circunstancias vividas por la población Venezolana, se está en una
contradicción, donde se tiene un derecho del trabajo que tiene un carácter
tutelar del ser humano a fin de garantizar la prestación de servicios
acordes con su dignidad, esta protección tiene su razón de ser, porque los
trabajadores son los débiles económicos de la relación laboral, es
necesaria la intervención antes situaciones de desventaja para los
empleados en Venezuela, deberían existir políticas laborales en
45
Venezuela que socavar este derecho para evitar que los menos pudientes
caigan en situaciones económicas que desmejoran su calidad de vida.
En este punto, resulta necesario estudiar los indicadores de la
suficiencia del salario, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) contempla que el costo de la canasta básica es uno de
los elementos guía para fijar el monto del salario mínimo. Mientras que, la
Carta Magna luego de la discusión tripartita decidió incluir otros elementos
que sirvieran como indicadores para efectuar la fijación correspondiente.
Por su parte, la LOTTT (2012) establece como criterios para llevar a cabo
la fijación del salario, en primer término, la cobertura de las necesidades
de los trabajadores y su familia, la repartición equitativa de la riqueza, la
calidad y cantidad del servicio ofrecido, el principio de igual salario por
igual trabajo y, por último, la equivalencia de los salarios percibidos por
trabajadores que efectúen la misma labor o en la misma localidad.
Sin embargo, el valor que se estipula para el salario mínimo obligatorio
produce un impacto considerable sobre el costo de la vida y poder
adquisitivo del trabajador, pero también trastoca lo relativo a la
planificación financiera anual del país y consecuentemente, el equilibrio
en los precios de los productos y servicios, razón por la cual a la hora de
proceder al ajuste del salario mínimo no se perfila el costo global de la
canasta alimentaria, los índices de precios al consumidor y la inflación, así
como la zona geográfica donde se presta el servicio y el tipo de industria
o actividad en la que se desenvuelve el trabajador.
Por lo tanto, es necesario unificar los criterios planteados y emitir una
conceptualización más amplia sobre la cesta básica, planteando entonces
que la misma comprende el conjunto de bienes y servicios habitualmente
adquiridos por los consumidores para satisfacer necesidades primordiales
y al mismo tiempo sirve a éstos como indicador para determinar el monto
general de gastos, lo que significa que los ajustes anuales del salario
mínimo no han sido precisamente el resultado de acuerdos paritarios
realizados entre los líderes sindicales de los trabajadores, representantes
de los empleadores y el Estado ó acuerdos tripartitos como estaba
46
recogido anteriormente en las disposiciones de la derogada Ley Orgánica
del Trabajo.
Desde una óptica estadística, el Instituto Nacional de Estadística
(2014) concibe a la cesta alimentaria normativa como un indicador que
permite determinar el porcentaje de gastos mensual que cubre los
requerimientos nutricionales de cada familia. De igual forma, dicho
Instituto indica que la canasta alimentaria normativa constituye un
indicador de referencia que sirve para fijar el salario mínimo.
Efectivamente el IPC representa uno de los indicadores mayormente
empleados para medir las variaciones que los precios de los bienes y
servicios comúnmente requeridos por la población han sufrido en un
tiempo específico y que permite efectuar ciertas comparaciones en cuanto
a periodos o tiempos inmediatamente anteriores.
Finalmente, con relación a la inflación, este fenómeno inflacionario viene
dado entre otras razones, por un desequilibrio entre la producción y
demanda, es decir, los consumidores disponen de liquidez para mantener
su poder adquisitivo, mientras que el volumen de bienes y servicios
circulantes en el mercado disminuye. Por otro lado, el mismo autor resalta
como uno de los efectos más importantes producidos por el proceso
inflacionario, las exigencias sobre un ajuste salarial acorde con el mismo
por parte de los trabajadores, lo que a su vez repercute en el
acrecentamiento de los costos operativos de las empresas.
47
trabajador a cambio de los servicios prestados al empleador, en virtud de
la relación de subordinación existente entre los mismos. Dicha
contraprestación tiene como propósito satisfacer los requerimientos
esenciales de los trabajadores y sus familias.
Por tanto, es consagrado como un derecho en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), la cual garantiza a todo
trabajador el acceso a un salario suficiente que asegure una vida digna. El
derecho al salario mínimo es recogido en términos similares por la Ley
Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y Trabajadoras (2012). Al
respecto, Jaime (2012) asienta que no basta con garantizar al trabajador
un ingreso salarial para que este derecho se cumpla en su totalidad, pues,
resulta necesario también que dicho ingreso sea suficiente para cubrir las
necesidades básicas de éste y su núcleo familiar. Vale la pena señalar,
que de acuerdo con la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) el salario goza de protección especial por parte del
Estado y además, constituye un crédito laboral inmediatamente exigible.
En este sentido, a través de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) ha contemplado la garantía de la fijación
del salario mínimo motivado principalmente a evitar que se acuerden
remuneraciones insuficientes, en virtud de la posibilidad que tiene el
empleador y el trabajador para estipular libremente el salario. Igualmente,
la Organización Internacional del Trabajo por medio del artículo 1° de su
convenio número 26 del año 1928 establece la obligación de los estados
partes de fijar métodos que proporcionen tasas mínimas de los salarios.
En atención a ello, el Reglamento de la derogada Ley Orgánica del
Trabajo (2006) aún vigente, en su artículo 61 establece que para llevar a
cabo la fijación del salario mínimo debe configurarse una Comisión
Tripartita donde se permita además, la participación democrática y
protagónica mediante una mesa de diálogo social nacional o donde se
consideren tarifas mínimas salariales por rama de actividad y por último, a
través de un decreto presidencial.
48
Sin embargo, a través de una decisión unilateral del Ejecutivo Nacional
expresada a través de un decreto presidencial, dejando desfasados los
modos tradicionales estipulados para tal fin. Tal es el caso de la
disposición contenida en el artículo 126 de la Ley Orgánica del Trabajo,
de los Trabajadores y Trabajadoras (2012), la cual señala que ambas
partes estipularon el lapso para efectuar el pago del salario debiendo ser
de forma quincenal y excepcionalmente mensual, en los casos donde el
patrono provea de alimentación y vivienda al trabajador.
De igual manera, el artículo 127 de la Ley Orgánica del Trabajo, de los
Trabajadores y Trabajadoras (2012) señala que el salario debe ser
pagado en la entidad de trabajo, es decir, el día laborable durante la
jornada y en el lugar donde se preste el servicio, excepto cuando el
trabajador haya pactado con el empleador mediante un convenio que el
pago se efectúe en un lugar diferente. También expresa la norma, que
cuando la fecha de pago concurra con un día no laborable el pago debe
hacerse el día hábil anterior.
Sumado a lo anterior, la Carta Magna (1999) dispone la obligación de
pagar el salario en numerario, es decir, de manera periódica y oportuna
en moneda de curso legal, salvo que se trate de la obligación alimentaria.
Asimismo, la LOTTT (2012) sustenta dicho mandato en su artículo 123,
impidiendo que el pago del salario se efectúe a través de mercancías,
vales, fichas o cualquier otro medio que pretenda sustituir la moneda. Sin
embargo, permite que el trabajador y el patrono acuerden que dicho pago
se realice por medio de cheque bancario o por una entidad de ahorro y
préstamo o institución bancaria e incluso, permite que una parte del
salario esté integrada por un beneficio social, tal como una vivienda,
transporte, entre otros.
Aunado a ello, la Carta Magna (1999) en su artículo 91 pondera como
principio que el salario es inembargable y el artículo 152 de la LOTTT
(2012) establece la prohibición de embargar el salario causado en virtud
de una relación laboral, con excepción de aquellos casos en los que un
tribunal con competencia en materia de niños, niñas y adolescentes
49
decrete una pensión alimentaria que debe ser garantizada de cualquier
modo.
Dicha reserva también encuentra fundamento en el convenio número
95 de la Organización Internacional del Trabajo el cual señala que el
salario debe ser protegido de tal manera que garantice el sustento del
trabajador y su familia y que únicamente puede ser embargado de
conformidad con lo establecido en la legislación patria.
50
permitidos en virtud de los planes de la Seguridad Social, Ince, aportes a
organizaciones sindicales, deducciones por deudas contraídas con el
empleador y las ordenadas por los tribunales nacionales como
consecuencia de obligaciones familiares, entre otros.
Por añadidura, la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) estipula que el salario es irrenunciable y que no
puede cederse ni a título gratuito ni oneroso pero establece como
excepción la posibilidad de que los familiares, como los hijos, cónyuge o
persona con la que mantenga unión establece de hecho, cobren el salario
del trabajador.
Con relación al principio de la igualdad o isonomía salarial, el trabajo
realizado por cualquier trabajador en condiciones idénticas a la de otro, lo
hace digno de percibir el mismo salario, independientemente de la
condición, edad, sexo o nacionalidad de este. Por tal motivo, la OIT a
través de su convenio número 100 de 1951, propugna la igualdad de
remuneración entre el servicio prestado por hombres y por mujeres en
actividades de igual valor.
En virtud de ello, la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) reafirma el principio anteriormente examinado,
relativo a que el trabajo desempeñado en puestos, jornada y condiciones
iguales de eficiencia merece un salario igual. Por último, como se ha
referido en varias ocasiones, la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (1999) otorga prioridad al principio de suficiencia y
proporcionalidad, pues, todo trabajador debe vivir con la seguridad de que
a cambio de sus servicios percibirá un salario con el cual podrá vivir con
dignidad y ofrecer calidad de vida a su familia.
La Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y Trabajadoras
(2012) asegura que los principios en cuestión deben ser considerados a la
hora de fijar el salario mínimo. Asimismo, a través de dichos principios se
garantiza el disfrute pleno del salario causado, el cual debe ser pagado
con ocasión a la eficiencia con la que se lleva a cabo trabajos con
características idénticas, evitando cualquier discriminación que atienda a
51
razones de sexo, edad, credo, nacionalidad, etcétera. Por otro lado, se
procura evitar que el trabajador orientado por el deber de finiquitar una
deuda o en virtud de algún tipo de coacción, renuncie al salario al cual
tiene derecho o a parte de este.
Y finalmente, la fijación del salario debe estar apegada a criterios de
suficiencia, con el único fin de garantizar la subsistencia digna para el
trabajador y su familia. Al hablar de salario, se hizo necesario recurrir a
los criterios de varios doctrinarios con el objeto de clasificar y distinguir los
diferentes tipos de salarios. En este sentido, la Ley Orgánica del Trabajo,
de los Trabajadores y Trabajadoras (2012) estipula que el salario obedece
a la unidad de tiempo cuando se toma en consideración el lapso en el que
se efectúa la labor, obviando para ello el resultado del mismo.
En cuanto a esto, la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) especifica que cuando el salario se fije por unidad de
obra, la base de cálculo debe ser igual o superior a la utilizada para
determinar el salario por unidad de tiempo causado para una labor similar,
existe una especie de mixtura entre el salario por unidad de obra y el
salario por unidad de tiempo, que recibe el nombre de salario por tarea y
es contemplado en la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
Trabajadoras (2012) cuando señala que el mismo atiende a la duración
del trabajo pero también al rendimiento demostrado durante ese periodo.
En Venezuela se configuran cuatro tipos de salario. El primero,
atendiendo únicamente al lapso que emplea el trabajador para terminar
con éxito su labor. El segundo, que para su determinación considera
netamente necesaria la cantidad y calidad de la obra efectuada. Un tercer
tipo de salario, que se encuentra integrado por los dos aspectos
anteriormente señalados. Y finalmente, un salario que implica una base o
monto fijo que atiende, generalmente, a la unidad de tiempo y un monto
eventual que depende de la ganancia percibida por el patrono. Para
finalizar, es menester destacar los aspectos característicos derivados de
las disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y
52
Trabajadoras (2012) y el aún vigente Reglamento de la derogada Ley
Orgánica del Trabajo (2006).
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES
Conclusiones
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explica que la política del salario mínimo está basada en la justicia social,
pues el estado está orientado a cumplir con la fijación de un salario que
permita la subsistencia de cada trabajador, por lo que determinar que el
salario mínimo debe estar caracterizado por la suficiencia, significa que
este debe ser justamente remunerador para que el trabajador pueda
mantener su poder adquisitivo y de este modo gozar junto con su núcleo
familiar de una vida digna y decorosa.
Ahora bien, haciendo un análisis sobre la suficiencia del salario, se
señala que este posee la condición de derecho social por lo que, para
asegurar la dignidad del trabajador es necesaria la intervención de los
poderes públicos y los grupos sociales. Es de considerar que el salario
está revestido de un carácter social, sin embargo, no deja de estar
determinado por elementos jurídicos debido a que emerge de una relación
entre trabajador y empleador.
En este orden de ideas, de acuerdo a la teoría de la suficiencia
salarial el empleador asume la obligación de pagar un salario que permita
la protección del trabajador y al mismo tiempo el sustento de este y de su
familia. Así pues, la figura de la suficiencia salarial representa un derecho
ciudadano esencial que merece ser garantizado y respetado tanto por el
estado a través de los poderes públicos, como por los empleadores y la
sociedad en general, puesto que, será a partir de su efectivo cumplimiento
que los trabajadores y su grupo familiar podrán satisfacer sus
necesidades básicas, materiales, sociales e intelectuales que les permitan
lograr una existencia guiada por la decencia y la calidad.
En esta misma dirección, se hace indispensable abordar el precepto
que legaliza el principio de suficiencia salarial, pues éste encuentra su
principal fundamento en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) específicamente en el artículo 91, donde se resalta el
compromiso asumido por estado de garantizar a la clase trabajadora el
derecho a percibir un salario mínimo vital que sea suficiente para
asegurar la cobertura de sus necesidades primarias.
54
Sin embargo, desde los últimos años, Venezuela ha estado atravesando
por la peor crisis económica de su historia A pesar de los constantes
aumentos salariales, en la práctica, el salario se ha venido deteriorando
mes a mes durante los últimos años, y de forma cada vez más rápida .
Uno de los factores centrales en la depreciación del salario radica en el
exceso de liquidez que ha inyectado el gobierno en la economía durante
los últimos años.
Si bien el gobierno ha tratado de dar una imagen ante la sociedad, de
intentar combatir la inflación con los aumentos salariales, con un aumento
de la liquidez monetaria, que debía redundar en un incremento por ende
de la demanda agregada, en ciertas y determinadas condiciones generará
finalmente un incremento de los precios.
En esta dirección, la aplicación del salario mínimo presenta
ambigüedades e incluso dificultades, fundamentalmente debido a las
interpretaciones que realiza el Gobierno Nacional y que de él se
desprenden como lo son método de cálculo para su definición,
determinación de los niveles de suficiencia y de capacidad de compra,
monto nómina. En definitiva, no existe un método perfecto para su
cálculo. Tradicionalmente se ha utilizado como referencia fundamental el
índice de costo de vida pero ha quedado claro que su definición pasa por
el análisis de indicadores y referencias más complejas y especializadas,
donde la decisión de incrementar el salario mínimo mueve las piezas de
un complejo engranaje, generando distintas reacciones por parte de los
involucrados, especialmente de los patronos y trabajadores así como de
las organizaciones que los representan.
Como explican muchos economistas, la solución de la crisis económica
del país y en particular la superación de la situación actual de grave
pauperización de la población, no será resuelta si no es a través de un
incremento sostenido y potente de la oferta de bienes, lo que demanda a
su vez, obligatoriamente, reactivar el aparato productivo del país, ya que
las razones de la inflación en Venezuela están directamente vinculadas a
55
la reducción de la oferta de bienes y la parálisis del aparato productivo
nacional.
En relación al segundo objetivo destinado a examinar la institución
jurídica del salario mínimo, de acuerdo a lo consultado se determinó
que se dificulta abordar la institución jurídica del salario mínimo como
elemento fundamental para que los trabajadores Venezolanos puedan
gozar de calidad de vida, donde las bondades contenidas en el
Ordenamiento Jurídico Venezolano con respecto al principio en cuestión,
se detecta una brecha entre los factores que sirven como indicadores
para determinar la suficiencia del salario, la ruptura del diálogo y los
principales actores sociales a quienes se adjudicaba la responsabilidad de
discutir sobre el incremento del salario mínimo, han generado que la
fijación del salario mínimo constituye una decisión unilateral tomada por el
Gobierno Nacional de manera directa y populista.
Es de acotar que, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) contempla el costo de la canasta básica como uno de
los elementos guía para fijar el monto del salario mínimo. Por lo que el
aumento anual del salario resulta inflacionario si para la fijación del mismo
solo si se toma en consideración la cesta básica, pues en virtud de que
son precisamente los alimentos los que registran una subida de precios
con mayor velocidad y, por tal razón, la Carta Magna decidió incluir otros
elementos que sirvieran como indicadores para efectuar la fijación
correspondiente.
Por otra parte, los criterios para llevar a cabo la fijación del salario, como
son la cobertura de las necesidades de los trabajadores y su familia, la
repartición equitativa de la riqueza, la calidad y cantidad del servicio
ofrecido, el principio de igual salario por igual trabajo y, la equivalencia de
los salarios percibidos por trabajadores que efectúen la misma labor o en
la misma localidad, presentan una limitante para su aplicación,
violentando el convenio número 26 de 1928 de la OIT adoptado por
Venezuela en 1944, el cual insta a cada gobierno que para la fijación de
salarios mínimos tome en cuenta métodos que deben ser previamente
56
consultados con las respectivas organizaciones de empleadores y
trabajadores.
Antes de agotar la vía del decreto presidencial resulta conveniente
constituir una mesa de diálogo de carácter nacional y considerar los
acuerdos efectuados entre trabajadores y empleadores para así fijar la
cuantía del salario mínimo en razón del costo de la canasta básica y el
índice inflacionario. Con cierto grado diferencial, esos indicadores
empleados como referencia para establecer el salario mínimo han sido
obviados, así como el costo de la canasta normativa, la canasta
alimentaria normativa y el índice de precios al consumidor. Es entonces,
donde la determinación de un sistema tripartito de fijación de salario
mínimo concedería mayor seguridad tanto al proceso productivo del país
como a los actores sociales en cuanto al establecimiento de un salario
justo y equitativo que permita cubrir las necesidades económicas del
trabajador y mantener la capacidad financiera de la parte patronal.
En función de concluir el objetivo destinado a determinar la
importancia del cumplimiento del principio de suficiencia frente a la
fijación del salario mínimo, la Carta Magna como la ley sustantiva
laboral establecen diversos criterios para llevar a cabo la fijación del
salario mínimo legal, siendo el costo de la cesta básica el factor que
primordialmente se toma en consideración. Sin embargo, el valor que se
estipula para el salario mínimo obligatorio produce un impacto
considerable sobre el costo de la vida y poder adquisitivo del trabajador,
pero también trastoca lo relativo a la planificación financiera anual del país
y consecuentemente, el equilibrio en los precios de los productos y
servicios, razón por la cual a la hora de proceder al ajuste del salario
mínimo es menester que se estimen otros factores como el costo global
de la canasta alimentaria, los índices de precios al consumidor y la
inflación, así como la zona geográfica donde se presta el servicio y el tipo
de industria o actividad en la que se desenvuelve el trabajador.
Es de considerar, que la calidad de vida comprende la materialización
de oportunidades que permitan a cada miembro de la sociedad cubrir y
57
satisfacer sus necesidades materiales, sociales, económicas, culturales e
intelectuales, así como la posibilidad de alcanzar los proyectos planteados
a lo largo de su existencia. Sin embargo se detecta ambigüedad, debido a
que la calidad de vida se ha deteriorado progresivamente, como
consecuencia de la disminución del poder de compra y de las
degradaciones socioeconómicas. Pues, el salario al ser concebido como
el medio por excelencia para lograr la subsistencia del trabajador,
constituye a su vez un indicativo de que no existe calidad de vida en los
trabajadores y, por tanto, en atención a lo que acontece en la realidad
venezolana, se vislumbra que no existen los mecanismos necesarios ni se
toma en cuenta los indicadores económicos requeridos para fijar un
salario suficientemente remunerador y así lograr la posibilidad de vivir con
calidad ha quedado suprimida.
En este marco, existe discrepancia con lo expuesto por la Organización
Internacional del Trabajo (2006) que contempla que un trabajo decente se
caracteriza por la calidad, el respeto de los derechos laborales y el
desarrollo de las diversas formas de protección social. En consecuencia,
donde subsista el irrespeto de los principios y derechos de los
trabajadores, donde el ingreso no sea suficiente ni proporcional al
esfuerzo realizado por el trabajador o donde exista algún tipo de
discriminación y se excluyan los respectivos de protección social, el
dialogo social y el tripartismo, no se configura un trabajo decente.
En función a lo anterior, se estipula que el trabajo en los últimos
tiempos ha sido precario, por lo que es necesario establecer una
orientación económica adecuada para garantizar los derechos
indispensables en el trabajo y coadyuvar al desarrollo de la economía,
asegurando un trabajo decente, por lo que resulta evidente entonces, que
si bien el salario estable, justo, proporcional y suficiente no es la única
condición para dar lugar a la existencia de un trabajo decente, sí
constituye un requisito indispensable, sin el cual la dignidad personal y
familiar se ven menoscabadas, al mismo tiempo que genera una
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sensación de insatisfacción y degradación en el propio trabajador, dando
lugar a la disminución del empeño y eficacia en su labor.
Por otra parte, como resultado de los innumerables y muy comunes
procesos de transformación económica, se ha provocado el deterioro de
las condiciones laborales dando lugar cada vez con más frecuencia al
fenómeno de la precarización del trabajo, la aparición y difusión de las
nuevas formas de empleo que buscan sustituir las relaciones de trabajo
tradicionales causando inestabilidad e inseguridad laboral, son las
determinantes de la existencia de precariedad en el trabajo.
El anterior planteamiento se afianza que no todo es culpa de la
reestructuración económica y laboral que ha venido suscitando en los
últimos tiempos, pues, en muchos empleos de vieja data y bajo los
elementos tradicionalmente establecidos el índice de precariedad laboral
ha sido y sigue siendo elevado, recayendo gran responsabilidad sobre los
principios éticos y morales de los empleadores y por supuesto de los
gobiernos, quienes en muchos casos son los principales infractores de las
normas y violadores de derechos laborales. Es evidente pues, que como
se ha mencionado en líneas anteriores, la precariedad laboral es el
resultado, entre otros aspectos, de la insuficiencia y desproporcionalidad
de los salarios devengados por los trabajadores, por lo que resulta de
gran importancia que los mismos sean ajustados y garantizados de
conformidad con los elementos que determinan el nivel de necesidad que
posee un trabajador y su familia.
Consideraciones
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Venezolana. De tal manera que no perjudiquen la capacidad de compra
de los trabajadores.
En este sentido la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela debe conducir el propósito de brindarle protección adecuada
como eficiente al trabajador venezolano calificado como débil económico
y social, puesto que el Estado Social de derecho y de justicia declara
como fundamental valor, la vida, la libertad aplicada en todos los entornos
del ser humano, por tanto debe ser el garante de este bienestar.
Se recomienda la urgente protección de los derechos de los
trabajadores o hacer valer lo establecido en la Carta Magna como estado
social de derecho y de justicia tal como la igualdad la integridad, como un
justo equilibrio de equidad para estabilizar los beneficios de los
trabajadores para erradicar la precarización y los grados de pobreza de
los venezolanos Se recomienda al aplicar políticas macroeconómicas,
tomar un conjunto de medidas protectoras para salvaguardar frente a la
devaluación del signo monetario, el salario de los venezolanos, como por
ejemplo un reajuste en la regulación de precios, como de igual manera
permitir que ciertos sectores económicos o sociales, sean beneficiados
porque al aumentar los salarios mínimos el estado de costo producción y
venta de las empresas se va a incrementar, consecuencia esta inevitable,
pero, si previamente se hacen estos estudios, se evitaría la pérdida del
poder adquisitivo de la moneda.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
60
Asamblea Nacional Constituyente. Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) Gaceta Oficial Extraordinaria N°
36.860 de fecha 30 de diciembre de 1.999
61
Ley Habilitante. Ley Orgánica de Trabajo (2012)
Gaceta Oficial N° 6.076 Extraordinario del 7 de mayo de 2012.
Caracas.
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