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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Relaciones


Exteriores y Justicia
Universidad Nacional Experimental de la
Seguridad
Barcelona- Estado- Anzoátegui

INFORME DE PRACTICAS DE
ACERCAMIENTO INSTITUCIONAL
(CICPC)

TUTOR OPERATIVO: ALUMNO:


COMISARIO YOVANNY MENDEZ
REINALDO ANDRADE C.I.V- 26.265.878
AMBIENTE #06
PROCESO I-2020
INVESTIGACION PENAL

PUERTO LA CRUZ ,18 DE NOVIEMBRE DE 2020


ANALISIS DEL CASO

Los hechos que se describen a continuación correspondieron al homicidio


del joven venezolano Gustavo Adolfo Polidor González, nacido en caracas el 16
de octubre de 1961, y asesinado a sus 33 años de edad en las adyacencias de su
residencia en Caracas, fue un deportista venezolano, jugador de béisbol,
perteneciente al equipo de los Tiburones de la Guaira.

El homicidio ocurrió el día Viernes 28 de abril del 1995 aproximadamente a


las 9:45 de la mañana, cuando el pelotero se encontraba en el garaje de su
residencia la Quinta Mari Michelle ubicada en la Calle Simón Planas, en Colinas
de Santa Mónica, al oeste de Caracas. Polidor se disponía a salir de su residencia
con el fin de hacer unas diligencias personales junto a su esposa Eduviges
Fuenmayor de Polidor y su pequeño hijo de dos años de edad Gustavito, Polidor
tenía por costumbre acompañar a Eduvigis a todas partes desde que en
noviembre del 1994 fue secuestrada cuando se dirigía a buscar a las niñas al
colegio. Luego de que la esposa de Polidor boto la basura y subió al automóvil de
la nada surgieron dos sujetos, que se subieron a la camioneta con armas de fuego
y ordenaron a Polidor que descendiera del vehículo el cual se negó, pues los
asaltantes iban a secuestrar a su hijo.

Hernán Gregorio López Ortuño alias “Hernancito” llevó a la esposa Eduvigis


junto con el niño dentro de la casa, mientras que Marcos Quintero alias
“Marquitos” se quedó con Gustavo Polidor, de pronto se escucho una detonación,
la cual había sido un disparo propinado a Polidor en la cabeza con una pistola
marca Walther PPK calibre 7.65, para su horror, el hombre que tenía sometida a
Eduviges efectuó otro disparo que impactó a su esposo en el abdomen con un
revólver calibre 38. Así mismo los criminales huyeron en una camioneta
Wagoneer color marrón placa XME-724 la cual serviría para sacar a los homicidas
de la escena del crimen, el chofer fue identificado como Carlos Villanueva y este

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posteriormente fue identificado por la viuda a través de una fotografía de archivo y
por medio de este último darían con el paradero de los otros dos vinculados. Tras
una larga investigación donde hasta la viuda figuro como principal sospechosa, los
tres criminales fueron puestos tras las rejas pagando su condena por este crimen
tan atroz.

a) Modo, tiempo y lugar de ocurrencia del hecho:

Un viernes 28 de abril de 1995, aproximadamente a las 9:45 de la mañana


se abrió el portón que daba acceso al estacionamiento de la quinta Mari Michelle
ubicada en las prolongaciones de la calle Simón Plana en la urbanización Santa
Mónica en Caracas. Donde se encontraba las grandes ligas Gustavo Polidor
calentando el motor de su auto una camioneta Grand Blazer, placa YB6-148
mientras su esposa Eduvigis cruzaba la calle para dejar la basura. Con el pelotero
estaba su pequeño hijo Gustavito, de dos años. Cuando ella regresó al vehículo
dos individuos se les acercaron. Estos resultaron ser dos sujetos armados. Uno de
ellos se llevó para dentro de la casa a la esposa con el hijo y el otro se quedó con
el pelotero en el carro. Eduvigis, la esposa del jugador, no logró escuchar lo que
conversaban afuera de la casa, pero solo logró escuchar un disparo y lo siguiente
que vio fue a su esposo arrodillado con sangre en su cabeza.

El delincuente que estaba con ella detonó otro disparo y le impactó a


Polidor en el abdomen. Cuando los individuos salieron a la calle llegó una
camioneta Wagoneer; al verla la mujer pidió ayuda al conductor para trasladar a
su esposo herido pero resultó que el hombre formaba parte de la banda y venía a
recoger a sus cómplices. Angustiada, Eduvigis comenzó a pedir a gritos que la
socorrieran. Su vecino, el abogado Ernesto García ocurrió a su auxilio, ambos
llevaron al malherido pelotero hasta la clínica Jaime Córdova, desde donde fue
remitido a la clínica Atías, lamentablemente Gustavo Polidor murió en el trayecto.

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A partir de ese momento comenzó el vía crucis para Eduvigis y una sorda pelea
entre los distintos cuerpos policiales por resolver el crimen.

b) Modus Operandi:

El modus operandi de esta investigación es robo y secuestro.

c) Móvil del Hecho:

El Juez Décimo Quinto provisorio Roberto Porro Alety estableció que el


móvil del hecho había sido el robo.

d) Desarrollo del caso:

En una de las habitaciones de la clínica Atías reposaba el cuerpo sin vida


de un hombre que había dado mucho a su país. En su frente asomaba el agujero
de una bala de pistola marca Walther PPK calibre 7.65 y en su estomago una de
un revolver calibre 38; para la época la Policía Técnica Judicial era dirigida por el
comisario José Ramón Lazo Ricardi, Leonardo Díaz Paruta era el Jefe de
Homicidios y Vladilo Polaskaya fungía como Jefe de Investigaciones de esa
división; estos tres hombres serían los encargados de llevar adelante las
pesquisas oficiales. Sin embargo, tanto la Policía Metropolitana como la Dirección
de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) investigaban de manera
paralela.

Para el sábado 29 de abril los detectives de la PTJ manejaban dos hipótesis


en torno al suceso: el primero apuntaba a intento de robo y el segundo a una
presunta venganza personal; según esta versión, Gustavo Polidor había tenido un
fuerte discusión con uno de sus empleados. El 28 de mayo día en que se cumplía
un mes de la muerte de Polidor, reinaba la confusión. Cientos de pistas y personas
habían sido descartadas. Leonardo Díaz Paruta se mostraba hermético y solo
asomó que la hipótesis del robo había sido descartada. La PTJ empezó a

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examinar los bienes dejados por el pelotero y a establecer a que negocios se
dedicaba. Luego de dos o tres detenciones más que resultaron igualmente
infructuosas, la PTJ se anotó el primer tanto con la aprehensión de Carlos Rubén
Villanueva, un hombre que según informaciones llegadas a la División de
Operaciones se aprestaba a vender la camioneta Wagoneer en la que huyeron los
asesinos de Polidor. Al ser interrogado, Villanueva dio la dirección de un lugar en
la ciudad de Guarenas en el que estaba oculto el vehículo, la información resultó
cierta. En paralelo la División de Inteligencia de la Policía Metropolitana logró
capturar en el bar Dallas a Marcos Tulio Quintero (a) Marquitos y la DISIP a un
sujeto llamado Antonio José Dávila quien hizo las primeras delaciones.

El miércoles 31 de mayo de 1995 Marcos Tulio Quintero fue entregado por el


Gobernador de Caracas, Asdrúbal Aguiar a la División contra Homicidios de la
PTJ, al ser interrogado, Marquitos confesó haber participado pero trató de echar la
culpa del homicidio sobre sus compañeros. La declaración de Tulio Quintero llevó
a la identificación de otro de los implicados: Hernán Gregorio López Ortuño, alias
“Hernancito”. Una foto de archivo de este sujeto fue mostrada a la viuda de Polidor
quien lo reconoció de inmediato como uno de los hombres que disparó contra su
esposo.

e) Actuación del CICPC para la investigación y el esclarecimiento del


caso. ¿Qué hizo? y ¿Cómo lo hizo?

Para aquella época La Dirección de Policía Técnica Judicial (PTJ), hoy


conocida como Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas
(CICPC), era dirigida por el comisario José Ramón Lazo Ricardi, Leonardo Díaz
Paruta era el Jefe de Homicidios y Vladilo Polaskaya fungía como Jefe de
Investigaciones de esa división; estos tres hombres serían los encargados de
llevar adelante las pesquisas oficiales. Sin embargo, tanto la Policía Metropolitana

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como la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP)
investigaban de manera paralela.

Estas unidades investigativas iniciaron una serie de actividades en la localidad de


Santa Mónica, ubicada al oeste de la ciudad de Caracas, y a medida que iba
arrojando resultados, se desplazaba a otros municipios aledaños de la ciudad. Lo
primero fue tratar de localizar a los testigos de los hechos, sin embargo la única
testigo del caso era la esposa del beisbolista, Eduvigis de Polidor, quien paso a
ser la testigo clave para este caso.

Pacientemente se fueron descartando algunos testimonios considerados


contradictorios o señalados como “no ciertos”. Averiguaciones posteriores
facilitaron la retención de algunos individuos cercanos al perímetro de la localidad
de Santa Mónica, Para el sábado 29 de abril los detectives de la PTJ manejaban
dos hipótesis en torno al suceso: el primero apuntaba a intento de robo y el
segundo a una presunta venganza personal. El 28 de mayo día en que se cumplía
un mes de la muerte de Polidor, reinaba la confusión. Cientos de pistas y personas
habían sido descartadas.

La PTJ empezó a examinar los bienes dejados por el pelotero y a establecer


a que negocios se dedicaba. La PTJ se anotó el primer tanto con la aprehensión
de Carlos Rubén Villanueva de 35 años de edad (conductor de la camioneta), un
hombre que según informaciones llegadas a la División de Operaciones se
aprestaba a vender la camioneta Wagoneer con placa XME-724, en la que
huyeron los asesinos de Polidor. Al ser interrogado, Villanueva dio la dirección de
un lugar en la ciudad de Guarenas en el que estaba oculto el vehículo, la
información resultó cierta.

En paralelo la División de Inteligencia de la Policía Metropolitana logró


capturar en el bar Dallas a Marcos Tulio Quintero alias “Marquitos” (presunto autor
material del crimen) y la DISIP a un sujeto llamado Antonio José Dávila, quien
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presuntamente había facilitado las armas de fuego una pistola de marca Walther
PPK calibre 7.65 y un revolver .38 utilizadas en el hecho quien hizo las primeras
declaraciones. Las armas fueron encontradas en posesión de Richard Sánchez
González, el revólver fue incautado en la Urbanización El Valle en Caracas y la
pistola estaba enterrada en Guarenas

El miércoles 31 de mayo de 1995 Marcos Tulio Quintero fue entregado por


el Gobernador de Caracas, Asdrúbal Aguiar a la División contra Homicidios de la
PTJ,  al ser interrogado, “Marquitos” confesó haber participado en el asesinato de
Gustavo. La declaración de Tulio Quintero llevó a la identificación de otro de los
implicados: Hernán Gregorio López Ortuño, alias “Hernancito”. Una foto de archivo
de este sujeto fue mostrada a la viuda de Polidor quien lo reconoció de inmediato
como uno de los hombres que disparó contra su esposo.

El sábado 3 de junio a las cuatro de la tarde se efectuó el reconocimiento de


Marcos Tulio Quintero. En el salón de los espejos por la señora Eduvigis de
Polidor, además se encontraba, el juez 25 en lo penal Cristóbal Ramírez
Colmenares y la Fiscal 73 del Ministerio Público, doctora Yadira de Rangel. Todos
los registros fotográficos, allanamientos, seguimientos, reconocimientos y medidas
de aseguramiento hechas efectivas por el personal de la Policía Técnica Judicial
(PTJ) fueron puestos a órdenes de la Fiscalía, junto con todos estos delincuentes,
y sirvieron de soporte para la judicialización y esclarecimiento de este infame
crimen.

Finalmente el 13 de junio de 1995 El Juez Décimo Quinto provisorio Roberto Porro


Alety dictó auto de detención a los cinco sujetos implicados incluyendo a
“Hernancito” que seguía en fuga y estableció que el móvil había sido el robo.:
Marcos Tulio Quintero Flores por homicidio calificado, contemplado en el artículo
para entonces 408 cardinal Primero del Código Penal, Richard González detenido
por encubrimiento y ocultamiento de arma de fuego, establecido en el articulo 55 y

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278 del Código Penal, Carlos Miguel Blanco Villanueva, por homicidio calificado en
grado de cooperación y agavillamiento, Hernán López Ortuño imputado por
homicidio calificado en grado de complicidad necesaria, porte ilícito de arma de
fuego y agavillamiento previstos en el articulo 408 y 84 del Código Penal y Antonio
José Dávila Jiménez indicado de facilitar las armas en el hecho.

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ANEXOS

Fotografía de los asesino de Gustavo


Polidor. Marcos Quintero, acusado de ser
el autor material del hecho. Hernán López
Ortuño, acusado de propinar un disparo
en el abdomen a Polidor. Carlos Rubén
Villanueva, acusado de manejar la
camioneta donde huyeron los criminales.

Quinta Mari Michelle, ubicada en la calle


Simón Planas, urbanización Santa Mónica al
oeste de Caracas. Lugar donde fue
perpetrado el asesinato del beisbolista
Gustavo Polidor.

Gustavo Adolfo Polidor González, nacido en


caracas el 16 de octubre de 1961.
Jugador de los Tiburones de la Guaira.
Asesinado a sus 33 años de edad en las adyacencias
de su residencia en Caracas al resistirse al robo de
su vehículo y secuestro de su hijo.

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