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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.


Universidad Bicentenaria de Aragua.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Escuela de Derecho.
Núcleo: San Joaquín

LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONAL CON


TODOS SU ELEMENTOS.

PROFESOR: INTEGRANTE:

Dr. Yovanni García Avilés Yusbell C.I: 18.691.215

Cátedra:

Derecho Procesal Penal II

San Joaquín, marzo de 2019


INTRODUCCIÓN

La presente investigación tiene como finalidad abarcar las medidas de


coerción personal con todos sus elementos. Dentro de este marco, las
medidas de coerción personal comprende una decisión adoptada por un Juez
de Control; a petición de la Fiscalía, por medio de la cual perjudica derechos
esenciales de un procesado, cuando exhorta que, de los elementos de
convicción con que se cuenta, se pueda deducir que el imputado puede ser
partícipe de la conducta delictiva que se investiga. Cabe acotar, que la medida
se castiga siempre y cuando se cumpla alguno de los siguientes requisitos
como son en primer lugar, que sea necesaria para evitar que el procesado
obstruya la justicia, en segundo lugar que el imputado constituya un peligro a la
sociedad o para la víctima, o en tercer lugar que resulte probable que el
imputado no comparezca al proceso.

Dentro de este orden de ideas, las medidas de coerción personal no sólo


son la privación de libertad personal, sino cualquier tipo de retención a que es
sometido cualquier ciudadano. Por otra parte, las medidas no son castigos o
sanciones, sino que buscan garantizar el término de la investigación, las
mismas llevan consigo la restricción o limitación en los derechos
fundamentales, basados en el principio constitucional, de juzgamiento en
libertad; la privación de ésta establece la excepción.

Finalmente, el siguiente ensayo contemplará las medidas de coerción


personal indicadas en el Código Orgánico Procesal Penal (COPP), tomando en
cuenta, todo lo relativo a sus elementos, con el objetivo de ofrecer vigor en los
estudios concerniente a los dispositivos solicitados por la Ley que rige la
materia penal.
Evidentemente, las Medidas de Coerción Personal son un precepto de
garantía y orden, que buscan restringir la libertad personal, al aplicar su
contenido de manera excepcional, brindando con ello el despeje absoluto de
las incertidumbres o retardos de la práctica y ejecución personal.

Nuestro Código Orgánico de Procedimiento Penal vigente (2012)


establece las distintas medidas de coerción, ya que se origina una diferencia
entre la libertad individual y la seguridad que debe respaldar el Estado a todos
los ciudadanos, lo cual requiere la instauración de ciertas medidas entre ellas
la privación de libertad, de una manera racional pero también garantizador
conforme a los principios de excepcionalidad consagrados en el artículo 44 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que señala que : “La
libertad personal es inviolable, en consecuencia:

1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una


orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti”… y de
proporcionalidad que representan un límite a la intervención excesiva de los
órganos del Estado. De allí que, el Código Orgánico Procesal Penal coincide
con el artículo anteriormente citado en el derecho a quedar libre una persona
detenida por algún supuesto delito, por lo que el artículo 229 del COPP hace
mención al estado de libertad el cual indica que: “Toda persona a quien se le
impute participación en un hecho punible permanecerá en libertad
durante el proceso, salvo las excepciones establecidas en este Código.
La privación de libertad es una medida cautelar, que sólo procederá
cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurar
las finalidades del proceso”. En atención a lo especificado en el artículo 229
del COPP, toda persona acusado por un supuesto delito continuará en libertad
durante todo el proceso conforme al principio de excepcionalidad estipulado en
el artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Dentro de este marco, el artículo 230 del COPP contempla el Principio
de Proporcionalidad, que consiste en que:

“No se podrá ordenar una medida de coerción


personal cuando ésta aparezca desproporcionada en
relación con la gravedad del delito, las circunstancias de
su comisión y la sanción probable. En ningún caso
podrá sobrepasar la pena mínima prevista para cada
delito, ni exceder del plazo de dos años; si se tratare de
varios delitos se tomará en cuenta la pena mínima del
delito más grave. Excepcionalmente y cuando existan
causas graves que así lo justifiquen para el
mantenimiento de las medidas de coerción personal,
que se encuentren próximas a su vencimiento, el
Ministerio Público o el o la querellante podrán solicitar
prórroga, que no podrá exceder de la pena mínima
prevista para el delito imputado, y cuando fueren varios
los delitos imputados, se tomará en cuenta la pena
mínima prevista para el delito más grave”.

Con relación al mencionado artículo se desprende que debe existir


relación o proporción entre la disposición que se vaya a fijar y la gravedad
del hecho punible que se acuse a una persona además se las
circunstancias atenuantes o agravantes y el probable castigo o sanción que
corresponda. Cabe destacar, que el señalado artículo también se refiere a
que la pena mínima prevista para el delito no puede exceder de dos (2)
años, pero en el tercer párrafo indica una circunstancia excepcional que
puede aparecer en el carácter temporal de esa medida, la cual se refiere a
una alternativa a prórroga con la que cuenta el Ministerio Público o el
Querellante, la cual no podrá exceder de la pena mínima fijada para el
delito.
Ahora bien, el artículo 231 del COPP dispone las limitaciones que se
refiere a que podrá ordena la privación judicial preventiva de libertad se
trata de las personas mayores de setenta (70) años, de las mujeres en los
tres (3) últimos meses de embarazo, de las madres durante la lactancia de
sus hijos hasta los seis (6) meses posteriores al nacimiento, o de las
personas afectadas por una enfermedad en su fase terminal. Cabe
destacar además, que en estos casos, si es imprescindible alguna medida
cautelar de carácter personal, se decretará la detención domiciliaria o la
reclusión en un centro especializado.

Cabe considerar, por otra parte, que el artículo 232 corresponde la


motivación de las medidas de coerción personal, ya que éstas deben estar
reglamentadas a través de decisión fundada o basada en el COPP, es
importante señalar que la falta de motivación de una resolución que
disponga una medida dice como una violación flagrante y de carácter grave
al derecho a la defensa, ya que de no saber el porqué y las razones de
mérito que demuestren la existencia, disuelve de forma instantánea su
realización y con ella su autenticidad.

Por su parte el artículo 233 comprende la interpretación restrictiva la


cual concibe que: “Todas las disposiciones que restrinjan la libertad
del imputado o imputada, limiten sus facultades y las que definen la
flagrancia, serán interpretadas restrictivamente”. En atención a lo
citado se le impide a los jueces cualquier probabilidad de improvisación de
percepciones que la misma ley tarifa tanto las causas de fundamento y los
modos de tiempos valoración.
CONCLUSIÓN

Al término de este ensayo se puede acotar que las medidas de coerción


personal estipuladas en Código Orgánico Procesal tienen como elemento
primordial, servir de dispositivos o mecanismos procesales que aseguren la
duración y sujeción de los procesados penalmente y al desarrollo del proceso
criminal que se les sigue; es por ello, que en consideración a que el producto
de un juicio, puede potencialmente acarrear o implicar a la práctica de penas
corporales, que de no estar debidamente asegurado mediante medidas
instrumentales, como lo son las medidas coercitivas, pudieran hacer irreal la
realización de la sentencia. De allí, la importancia de los principios de estado
de libertad tipificado en el artículo 229 del COPP y proporcionalidad
consagrado en el artículo 230 del COPP, de acuerdo al primer principio la
Privación Judicial Preventiva de Libertad, constituye una medida de carácter
excepcional, sólo aplicable en los casos especialmente acreditados por la ley y
en cuanto al segundo principio, la medida de coerción personal impuesta, debe
ser equitativamente igual a la magnitud del daño que causa el delito, la posible
sanción a imponer y que no perdure por un período superior a dos años, o al
término menor de la pena que prevé el correspondiente delito, todo ello a los
fines de no convertir una medida cautelar preventiva en una pena anticipada.
REFERENCIAS

Cabanellas, G. (2006). Diccionario Jurídico Elemental. Tomo IV. (18ª ed.).


Buenos Aires: HELIASTA.

Código Orgánico Procesal Penal (2012). Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela, 39.236, (Extraordinario) de fecha 15 de Junio de
2012.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial


Extraordinaria N° 5453 del 24 de marzo de 2000.

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