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Los Jinetes del Apocalipsis son los cuatro caballeros que se describen en la primera parte del

capítulo sexto del Apocalipsis.1 El capítulo habla de un pergamino en la mano derecha de Dios que
está sellado con siete sellos, en ese escenario Jesús abre los primeros cuatro sellos de los siete,
liberando a estos jinetes que montan en sendos caballos blanco, bermejo, negro y amarillo. Según
la exégesis representan y son alegorías de la conquista o la Gloria, la guerra, el hambre y la
muerte, respectivamente, aunque solo a este último se le designa por este nombre.2

Aunque los jinetes aparecen brevemente en el libro, su importancia radica en la cantidad de


representaciones artísticas y generalmente en la influencia que tuvieron sobre la cultura
occidental.

Índice

1 Caballo blanco

2 Caballo rojo

3 Caballo negro

4 Caballo amarillo

5 Notas

6 Bibliografía y fuentes

7 Enlaces externos

Caballo blanco

Cabalgado por el jinete de la conquista.

Cuando abrió el primer sello, oí al primer ser viviente, que decía: Ven. Miré y vi un caballo blanco,
y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer.

Ap. 6,23

San Ireneo y San Juan Crisóstomo sostienen que el arquero montado sobre el caballo blanco es la
triunfante propagación del Evangelio; una expansión que triunfa gracias al apoyo político. El padre
Castellani lo deja claro al interpretar que en la Monarquía Cristiana, la Christianitas, es el orden
romano convertido a la ortodoxia cristiana.

Algunos autores, como William Hendriksen, afirman que el jinete del caballo blanco es Jesús de
Nazaret.4
Portar un arco, un arma para alcanzar grandes distancias, es representación de lo que hicieron los
reinos cristianos, apoyando y llevando la evangelización a pueblos lejanos. Como ejemplo de lo
predicho aconteció el bautismo de los pueblos germanos y eslavos o la evangelización de América.
Salió «a vencer», esas victorias, son las victorias de Constantino, de Teodosio, de Carlos Martel.
Aquellos que afianzaron y construyeron sobre el antiguo orden romano, la Romanitas, el orden
cristiano que perduró desde Constantino hasta el emperador Carlos V.5 El milenio que después es
narrado en la parte final del Apocalipsis.6

Los detalles mencionados acerca del color del caballo y el tipo de arma que el jinete porta, revela
el testimonio de la Iglesia en el primer periodo del cristianismo (del año 31 - 100 d. C.
específicamente) lo cual se caracterizó por su pureza de doctrina y el poder ofensivo del evangelio.

Caballo rojo

El corcel rojo1 o alazán es montado por el jinete de la guerra.

Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: «Ven». Entonces salió otro
caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran
unos a otros; se le dio una espada grande.

Ap. 6,3-43

El padre Castellani consigna que desposeída la monarquía cristiana de su existencia7 vendrá


«guerra o rumores de guerra»8 como dice Jesucristo. Y añade más diciendo que esto «es el
comienzo de los dolores»9 pero «aún no es el fin».8 Benedicto XV en 1917 declaró: «Jamás hasta
ahora se había visto en el mundo la guerra como institución permanente de toda la humanidad». Y
ya Castellani advierte que viendo dos guerras mundiales parece como si el mundo se preparase
para una tercera.

Caballo negro

Cabalgado por el jinete del hambre.

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: «Ven». Miré, y vi un caballo negro.
El que lo montaba tenía una balanza en la mano.

Ap. 6,53

Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un
denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino»
Ap. 6,63

El tercer jinete monta un caballo negro y se entiende generalmente como la hambruna. El jinete
lleva un par de balanzas o básculas de pesaje, lo que indica la forma en que el pan se pesa durante
una hambruna.

De los cuatro hombres a caballo, el caballo negro y su jinete son los únicos cuya aparición se
acompaña de una pronunciación vocal. Juan oye una voz, no identificada, pero procedente de los
cuatro seres vivientes, que habla de los precios del trigo y la cebada, también se dice «pero no
dañes el aceite ni el vino.» Esto sugiere que el hambre del caballo negro es el de aumentar el
precio del grano, pero sin afectar a los suministros de aceite y vino. Una explicación de esto es que
los cultivos de cereales hubieran sido más susceptibles en años de hambruna que los cultivos de
olivos y viñedos; la declaración también podría sugerir una continua abundancia de lujos para los
ricos, mientras que alimentos básicos como el pan son escasos, aunque no totalmente agotados.
Por otra parte, la preservación del aceite y el vino podría simbolizar la preservación de los fieles
cristianos, que utilizan aceite y vino en sus sacramentos.

Caballo amarillo

San Jerónimo en la Vulgata traduce como pallidus pálido, como traducen Petisco - Torres Amat
añadiendo éstos el epíteto de macilento.10 montado por el jinete de la muerte.

Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: «Ven».

Miré, y vi un caballo bayo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les
fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad y con las fieras de la tierra.

Ap. 6,7-83

El cuarto y último jinete se llama muerte. De todos los jinetes, es el único a quien el propio texto
explícitamente da un nombre. Todavía otros se aplican los nombres de «pestilencia» o «peste» a
este caballero, sobre la base de traducciones alternativas de la Biblia (como la Biblia de Jerusalén).
A diferencia de los otros tres, no se describe con un arma u objeto, en lugar de eso se sigue por
Hades. Sin embargo, las ilustraciones de este muestran principalmente que lleva una guadaña.

El color del caballo de la Muerte se escribe como khlômos (χλωμóς) en la koiné original griego, que
a menudo se traduce como «pálido», aunque «ceniciento», «verde claro», y «verde amarillento»
son otras posibles interpretaciones; por esto es que hay interpretaciones en las que el color puede
ser gris, verde, amarillo, pero siempre un color indicando la palidez enfermiza de un cadáver.
El comienzo del verso «se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra» puede referirse
únicamente a la Muerte y el Hades, o puede resumir el papel de los cuatro jinetes. Los estudiosos
no están de acuerdo en este punto.[cita req

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