Tema 7. Phylum Platyhelminthes. Generalidades.

Clase - Monopistocotileos
Monogenea. Generalidades. Subclase - Poliopistocotileos
Monopisthocotylea. Gyrodactylus, Dactylogyrus y
A.- SUBCLASE MONOPISTHOCOTYLEA
Benedenia,. Subclase Polyopisthocotylea. Microcotyle. Presentan un opisthaptor sencillo, con 1 o 2 pares de ganchos
medianos (o áncoras) y 12 a 16 ganchos marginales.
Phylum PLATYHELMINTHES (Platelmintos) A menudo están provistos de manchas oculares. Entre los
géneros de mayor interés se encuentran:
También conocidos como vermes planos, tiene el cuerpo
aplastado dorsoventralmente y simetría bilateral. Género Gyrodactylus
Son acelomados y desprovistos de ano, de aparato Género Dactylogyrus
respiratorio, circulatorio y de esqueleto especializado. La mayoría Género Benedenia
son hermafroditas. Género Neobenedenia
Género Entobdella
CLASE MONOGENEA Género Diplectanum

Los Monogenea son platelmintos parásitos muy frecuentes en B.- SUBCLASE POLYOPISTHOCOTYLEA
la piel y en las branquias de peces marinos y agua dulce. Unas Presentan un opisthaptor bien desarrollado, con ventosas
cuantas especies viven como endoparásitos en anfibios y quelonios y musculares y pinzas.
algunas otras son ectoparásitas en crustáceos y cefalópodos. En los Sin machas oculares.
peces están descritas unas 1500 especies de monogeneos, casi
siempre ectoparásitas y a veces muy patógenas, la mayoría de las Género Axine
cuales son muy específicas de hospedador en el medio natural. Género Discocotyle
Género Bicotylophora
Presentan un órgano de adhesión posterior (opistohaptor), Género Diclidophora
provisto de ganchos y ventosas y un órgano de fijación anterior Género Microcotyle
(prohaptor).

Según la morfología del órgano de fijación posterior

(opistohaptor), hay dos tipos de monogenos:
Ciclo biológico
El desarrollo de los monogeneos es directo. Los adultos
depositan huevos en el agua directamente o los depositan en el
cuerpo del hospedador al que se fijan por largos filamentos; son
huevos de tamaño grande y de color castaño.
Del huevo, eclosiona una larva ciliada (oncomiracidio) que
ya posee pequeños garfios y que constituye la forma infectante.
Cuando el oncomiracidio se fija al hospedador, sobre la piel o las
branquias, pierde el revestimiento ciliado y crece hasta llegar al
estadio adulto. Unas pocas especies son vivíparas: en este caso, el
adulto forma un embrión que es visible fácilmente en su interior. Lo
expulsa y se fija al pez al que parasita donde alcanza la madurez
sexual dando origen a su vez a un nuevo embrión…
Los más importante desde el punto de vista económico son
Gyrodactilus spp. y Dactylogirus spp..
Se identifican fácilmente por ser aplanados
dorsoventralmente y por presentar ganchos, ventosas o pinzas en los
órganos de fijación.
Su tamaño, en general, no es mayor de unos pocos
milímetros (5-7 mm), pero algunas especies marinas pueden llegar
hasta los 3 cm.
La presencia de estos parásitos en las branquias no es un
problema en relación con el consumo.
SUBCLASE MONOPISTHOCOTYLEA
Son parásitos de la piel (Gyrodactylus) y de las branquias
(Dactylogyrys) pero no son exclusivos de estas áreas y podemos
verlos en cualquier sitio.
Los parásitos están fuertemente adheridos a su hospedador,
se nutren de restos epiteliales del pez sobre el que actúan por
succión, erosión y raspado, lo que provoca una respuesta irritante
con enrojecimiento y excesiva producción de mucus, hiperplasia
epitelial o hemorragias en las zonas afectadas. En infectaciones
intensas pueden producir la muerte de los más pequeños.
Gyrodactylus spp. Se caracteriza morfológicamente por tener
la cabeza en forma de v, no poseer mancha ocular y ser vivíparos
Dactylogyrus spp presenta manchas en los ojos y es ovípara.
Estos parásitos tienen un amplio rango de hospedadores,
afectando desde peces tropicales como a los comerciales como la
trucha. Cobran una mayor importancia en grandes poblaciones de
peces que se desarrollan en volúmenes relativamente pequeños de
agua, lo que favorece un mayor contacto entre los individuos.
Se está de acuerdo con que las grandes infecciones afectan
normalmente en intensivo, con calidad de agua pobre o contaminada
– con un volumen orgánico alto. Bajo circunstancias ideales, estos
parásitos pueden multiplicarse rápidamente.
 Gyrodactylus spp.
Presentan un extremo anterior provisto de dos proyecciones a
modo de picos, con una ventosa cercana a este extremo, sin “ojos” y,
por lo general, vivíparos.
El aparato caudal de fijación se caracteriza por presentar un
par de ganchos reunidos por una pieza de unión y después hasta 16
pequeños ganchos dispuestos en los bordes.
La ingesta del alimento tiene lugar mediante succión
utilizando la ventosa.
Patogenia
Se presenta en piel, aletas y agallas de muchos peces,
particularmente salmónidos y ciprínidos. Se nutren de sangre y
restos epiteliales del hospedador sobre el que actúan por succión,
erosión y raspado. Se mueven con un característico giro sobre sí
mismos, y causan una pequeña herida perforada cada vez que los
ganchos penetran en el hospedador.
En número pequeño, se presentan en casi todas las
poblaciones, ocasionando problemas sólo en condiciones de estrés.
Pero si los peces están muy juntos son capaces de transmitirse muy
fácilmente por medio del agua expelida por la respiración.
A menudo el embrión es visible dentro del adulto como si
fuera un juego extra de ganchos.
El ciclo vital del Gyrodactilus es particularmente interesante
por el hecho de que cada adulto suele poner tres grupos de larvas
durante su vida. Y cada grupo está formado por cuatro larvas iguales
que provienen del mismo zigoto (se puede decir que son
cuatrillizos). Estas larvas repiten el proceso, dando lugar a una
verdadera explosión sobre la piel y branquias del pez. Se ha
calculado que en treinta días, un solo individuo puede producir sobre
2500 nuevos parásitos.
Viven muy bien a temperaturas altas, e incluso esto acelera
su proceso reproductivo.
 Síntomas
Las infecciones fuertes pueden causar oscurecimiento global
en el color, erosión de las aletas, secreción de mucus y emaciación
(sobre todo en peces jóvenes). No se han informado de casos de
personas infectadas a partir del consumo de pescado. Estos parásitos
son difíciles de controlar en su entorno salvaje.
Dactylogirus spp.
Se caracterizan por presentar en el borde anterior cuatro picos
y una ventosa donde además hay manchas oculares. Son ovíparos.
El órgano de fijación caudal presenta 1 o 2 pares de ganchos
unidos entre sí por una pieza transversal.

El alcance de la enfermedad hace que los peces se aletarguen

–lo que hace pensar que el problema se ha acabado. En una fase muy
avanzada los peces se aislarán y estarán períodos largos en el fondo
con las aletas fijas a su cuerpo. Otras señales pueden ser mucosidad
superficial, o enrojecimiento focal. En número grande pueden acabar
con la vida del pez, bien directamente, o indirectamente por
infecciones secundarias. De hecho, parece existir una conexión
entre estos parásitos y otras enfermedades bacterianas y con las
úlceras.

Una infestación masiva produce la muerte en muchos casos

por una infección severa de las branquias que impide la respiración.

Diagnóstico

El diagnóstico puede hacerse mediante un raspado superficial

o una biopsia de la agalla. Es importante que el material a analizar
sea fresco porque abandonan rápidamente al hospedador cuando
éstos mueren.
El ciclo vital del Dactylogirus difiere del anterior por el
hecho de que este pone huevos que son liberados en el ambiente del
estanque donde se desarrollan y pueden incubarse más tarde. La tasa
de desarrollo depende de la temperatura y se cree que los huevos
pueden sobrevivir durante largos períodos de tiempo en temperaturas
de agua más frías. Los huevos eclosionan, a una Tª de 23 ºC, en 2,5
días. Al caer al agua desde las branquias, los abundantes huevos son
capaces de difundir la infección, de tal manera que las larvas que de
ellos eclosionan se fijan enseguida y pueden vagar por la superficie
del pez hasta que encuentra la agalla donde se sujeta utilizando sus
ganchos del final de su cuerpo. Utilizando al pez como alimento, la
larva crece rápidamente hasta la edad reproductiva y vuelve a
comenzar el ciclo.
Si hay peces cerca, los adultos pueden moverse fácilmente de
un pez a otro extendiendo la infección. También se han visto capaces
de sobrevivir períodos cortos en ausencia de hospedador.
Su acción patógena es especialmente frecuente en branquias,
especialmente en peces de agua dulce, afectando especialmente a los
más jóvenes con mortalidades si se produce una infección aguda.
Patogenia
Por su localización en branquias, se produce una irritación de
las laminillas secundarias branquiales, que se inflaman y aumentan
de volumen a consecuencia de la fijación con los garfios y la acción
succionadora. Se alimentan de mucosidad, células del epitelio y de
sangre. Mucho de este material es producido por el pez como
respuesta a la lesión física.
A veces es posible ver abultamientos laterales tras los
opérculos branquiales debido a un engrosamiento del epitelio
branquial.
El daño físico e inflamatorio, hace posible la complicación
del proceso con infecciones bacterianas secundarias incluso
septicemia.
Síntomas
No son visibles en la primera etapa. Cuando el proceso se
encuentra avanzado es apreciable el engrosamiento de los bordes
branquiales y los opérculos están un poco abiertos. Pero el
comportamiento del pez debe ser necesariamente anormal desde un
principio por cuanto se dificulta respiración, se irritan láminas
branquiales y tiende a frotarse para desprenderse de los parásitos.
Diagnóstico
Similar al descrito en la especie anterior. Las muestras
heladas de la agalla pueden evidenciar la infección (juegos de
ganchos y restos de células). Es mejor analizar las agallas de los
peces recién muertos. Cuando se tiene experiencia, es posible verlos
a simple vista.
Los Dactylogyridos de la agalla se reproducen por huevos y
estos huevos, a veces, puede encontrarse en las agallas. Por ello,
debemos tener cuidado de no confundirlos con otros organismos
(Oodinium), para lo cual nos fijaremos, entre otras cosas, en el tallo
de atadura característico que presentan los huevos de Dactylogyrus.
Basta con encontrar un parásito en las agallas de un pez
moribundo para establecer la causa de la muerte si existe un trauma
asociado, daño de la agalla, producción de mucosa o septicemia.
 En los acuarios, cualquier hallazgo en la agalla recomienda
un tratamiento terapéutico.

Tratamiento

En muchos casos es duro tratar la infección por ambos

parásitos y la erradicación completa es casi imposible.

Para los individuos afectados, los baños de sal pueden ser

útiles para limpiar la piel y las agallas del exceso de mucosidad así
como para aliviar los tejidos dañados.

La malaquita y la formalina son a menudo efectivos, sobre

todo cuando son una molestia en lugar de un peligro real.

Los mejores tratamientos son con organofosforados, como el

Triclorfon. Eficaz en peces salvajes, ya que en cautividad pueden
haber desarrollado resistencia.

Otro tratamiento prometedor son los baños con cloramina-T.

El Flubendazol ha dado resultados excelentes. El

Praziquantel también trabaja bien.

En algunos casos, es aconsejable quitar y tratar a los

afectados para reducir la carga de parásitos.