Clínica Infantil – Betty Garma – Niños en análisis
“La Depresión en la Niñez”
La depresión en la niñez no es fácil detectarla
La depresión incumbe al Yo y a la manera en que pueda defenderse adecuadamente del mundo externo o del interno y como todas las persecuciones que conforman aquellos contenidos que se refieren al superyó. No podemos hablar de un yo estructurado sino de un “Espacio del yo” (en el nacimiento mismo) En un inicio el niño busca calor, busca madre y si es suficientemente buena , será capaz de favorecer el crecimiento del hijo El bebé irá desarrollando una capacidad de espera que parte de ese Yo aún precario y en formación, aparte del alimento que necesita incorporará otros objetos del mundo que lo rodea haciéndolo primero a través de la boca. La primera gran pérdida del niño es la del vientre materno al nacer (primera huella), después perderá el pecho y biberón por un objeto nuevo y duro (cuchara), la aparición de los dientes (como algo que viene de afuera pero que le permitirá recuperar el objeto perdido por el destete al morder) Tendrá otros momentos de pérdida como el alejamiento físico de los papás cuando los quiere tocas pero también irá aprendiendo a perder y a su capacidad para recuperar. Así como aprende a perder cosas que salen de su interior también comprende que puede alejarse de los objetos cuando comienza el gateo o la marcha según sea su deseo y descubre que el es capaz solamente de reponer lo perdido Durante el complejo edípico, siente que sus esfuerzos edípicos no se concretan cuando el objeto ya es posesión de otro lo que lo lleva a una especie de renuncia (aunque se cree que nunca será total) De los 5 a 6 años en el inicio de la escolaridad, se enfrenta de nuevo a la pérdida de los padres (un cambio de ambiente, personas, etc.). Aquí nace el instinto espistemofílico volcándose a intereses intelectuales Después de cada pérdida del niño hay que reponerla, trabajo que hay que hacerlo con cierta felicidad. Demasiadas situaciones traumáticas como pérdidas en la vida temprana pueden marcar una personalidad depresiva, y esta es mucho más difícil de modificar la personalidad totalmente. Los cuadros psiquiátricos se pueden dar por dos factores, ambientales e intrapsíquicos interactuando entre sí que conllevan a la imposibilidad de superar adecuadamente fijaciones importantes. Por eso es importante fijarse si es un cuadro psiquiátrico específico o si es un proceso depresivo en pleno desarrollo a la aniquilación del yo del niño que se puede revertir con un tratamiento psicoanalítico, esto es cuando la depresión se manifiesta en forma directa y muy visible Cuando es una depresión grave porque el niño ha perdido su objeto, su yo o la fuerza de su yo y no ha podido encontrar en el mundo apoyos y objetos suficientemente buenos como para superar la pérdida Son dos las defensas más evidentes en los niños, la defensa maniaca y la defensa obsesiva. Hay que distinguir entre neurosis obsesiva y defensa obsesiva La defensa maniaca es una modalidad de depresión La depresión es un avasallamiento del Yo por el superyó , donde queda desesperado por encontrar algo bueno Manía: Es lo mismo pero aquí el Yo queda engañado suponiendo que es querido por ese superyó. El súper yo no suele querer si no que obliga y destruye El cuento elegido presenta situaciones y conflictos parecidos a los que ha sufrido el niño mismo y al verlos expuestos y tal vez solucionados en una forma u otra que posiblemente no se hubiese atrevido a fantasear, le alivia y satisface. Parecido al juego estereotipado en donde busca solucionar su conflicto pero solo puede hacerlo a medias
Niño, V. y Ruz, K. (2022). Efecto de la valoración del covid-19, las estrategias de afrontamiento, la resiliencia, el sexo y la edad sobre la salud mental en tiempo de pandemia covid-19_ Un modelo de rut