Está en la página 1de 4

Economía y comercio en el Siglo XX

El siglo XX está marcado por cambios extraordinarios en la economía mundial,


vinculados con el progreso tecnológico y reflejado en todos los ámbitos:

- Crecimiento demográfico generalizado, pero con una tasa de crecimiento más


elevada fuera de Europa.
- Expansión del proceso de urbanización.
- Nuevos y más intensos flujos migratorios.
- Demanda sin precedentes de recursos y nuevos productos.
- Cambios en la naturaleza de las fuentes de energía como que del carbón se
pasó al petróleo y al gas natural.
- Nuevas técnicas de producción como la cadena de montaje y producción a gran
escala.

Cambios en la estructura de las relaciones internacionales: hasta 1914 Europa y


Estados Unidos sumaban más de la mitad de la producción y del comercio total.

Después de la Primera Guerra Mundial, los imperios europeos quedaron


económicamente debilitados y el control del comercio mundial pasó a Estados Unidos
y Japón.

Con la Segunda Guerra Mundial, Europa perdió definitivamente su hegemonía


económica y la rivalidad entre Estados Unidos y Unión Soviética protagonizaron la
escena política.

Con la descolonización, la creación de nuevos países e intentos de modernización por parte de


los países del Tercer Mundo, nace la dimensión Norte – Sur.

El papel del Estado se produce un crecimiento de la intervención del Estado en la economía


relacionado con las necesidades financieras de las dos guerras mundiales.

Hay nuevas formas de empresas:

- Sociedad anónima de responsabilidad limitada o “corporación moderna”.


- Las “cadenas de tiendas” acabaron dominando el comercio minorista en distintos
sectores.
- Aparición de los “conglomerados” formado por grandes empresas dedicadas a la
producción y venta de distintos productos.
Consecuencias económicas y comerciales de la Primera Guerra Mundial
(1914-1918).
El complejo equilibrio internacional que había ido creciendo a lo largo del siglo de
repente se desintegró.

El cálculo, aunque aproximado, de los “costes directos” y de los “costes indirectos” en


dinero de la guerra dio unas cifras impresionantes, que indicaban un daño a la
economía mundial insanable a corto plazo.

Principales consecuencia para el comercio fueron:

- La navegación transoceánica sufrió enormes daños a consecuencia de la guerra


submarina.
- Interrupción de las normales relaciones económicas, desde una economía
relativamente libre se pasó a controles más directos de los gobiernos.
- Incentivos a algunos sectores de la industria y restricción para otros.
- Interrupción del comercio internacional: dificultad en todos los sistemas de
transporte y falta total de seguridad.
- Guerra “económica” entre los países beligerantes, especialmente entre Gran
Bretaña y Alemania se produjo:
 Un bloqueo de impuesto a los puertos y a los barcos alemanes.
 Se confisca los barcos neutrales y sus cargamentos por parte de la flota
británica.
 Reacción alemana y ataque submarino a la flota británica.
- Pérdidas de mercados extranjeros con el aislamiento de los mercados de
ultramar, sobre todo por parte de Alemania. Se desviaron de muchos
productos de los usos normales hacia la producción de guerra.
- La interrupción de las exportaciones obligó a los países de ultramar a
encargarse por sí mismas de la fabricación de los productos que antes
compraban en Europa, o a comprarla en otras naciones de ultramar.
- Entrada de Estados Unidos y Japón en territorios antes considerados de
comercio exclusivo de las potencias europeas.
- Trastorno del equilibrio de la agricultura mundial con un aumento de la
demanda de alimentos y en materias primas frente a la caída de la producción
de muchas áreas.
- Se produjo un estímulo a la producción agrícola en zonas vírgenes, sobre todo
de Latinoamérica.
- Pérdidas de ingresos en concepto de transporte marítimo y seguros.
- Desplazamiento de los centros financieros desde Londres y otras ciudades
europeas hacia New York y otros países como Suiza.
- Interrupción de las inversiones en el extranjero, en Gran Bretaña y Alemania se
vieron obligados a vender sus inversiones para la compra de material bélico.
- La inflación con la cual abandono el patrón oro. Con una petición de préstamos
a gran escala e impresión de “papel moneda” para financiar la guerra, con
consecuente subida de los precios.

Consecuencias económicas y comerciales de la Paz de París.


Los numerosos tratados firmados para intentar establecer un nuevo equilibrio no
fueron eficaces por dos razones:

- No tuvieron en cuenta la nueva realidad económica que la guerra había dejado.


- Fueron estipulados separadamente, sin tener en cuenta la interconexión entre
los países.

La más “castigada” fue Alemania, con el Tratado de Versalles y la cláusula de


“culpabilidad de guerra” que justificaba la reclamación de indemnización por parte de
los aliados.

Los aspectos más “negativos” de los tratados fueron:

- La cuestión de las indemnizaciones;


- La desmembración del Imperio austro-húngaro, que supuso la supresión de una
amplia zona de libre comercio.
- El endurecimiento del nacionalismo económico general que surgió del
desmembramiento de los imperios europeo en el que Rusia en este sentido fue
el ejemplo más extremo, con la planificación económica total en manos del
Estado.

En Occidente, a pesar de la “dependencia comercial” que se había ampliamente


implantado, se produjo la vuelta a medidas proteccionistas. Lo mismo hizo Estados
Unidos.

También Gran Bretaña mantuvo hasta después de la guerra los aranceles impuestos
para proteger su espacio de navegación.

El hecho más significativo fue, el abandono del principio de “nación más favorecida”.
Que esta nueva política de corte proteccionista se conoció como “neomercantilismo” y
desató una verdadera guerra de aranceles que culminó en el nacionalismo económico.

La base de todos los trastornos financieros y monetarios era sobre todo la cuestión del
pago de las “indemnizaciones” por parte de Alemania y de la devolución de los
préstamos a Estados Unidos, con un directo enfrentamiento entre Estados Unidos por
un lado, y Gran Bretaña y Francia por el otro.
Las dos cuestiones estaban estrictamente vinculadas porque sin el pago de las
indemnizaciones a Francia y Gran Bretaña por parte de Alemania, las dos a su vez no
iban a poder devolver los préstamos recibidos a Estados Unidos.

Este “obstáculo” en la circulación de liquidez mantuvo la economía y el comercio


estancados, hasta la intervención de una comisión internacional para su solución.

Desde una perspectiva comercial, la nación que resultó más afectada por el
estancamiento económico fue la misma que ejerció el papel más influyente en el
comercio internacional que fue Gran Bretaña.

- Perdió mercados extranjeros, inversiones extranjeras, su marina mercante y


otras fuentes de ingresos.
- Sus industrias no lograban sustentar las exportaciones por el elevado
desempleo, y al mismo tiempo Gran Bretaña necesitaba importar alimentos y
materias primas.

Gran Bretaña había aceptado la interdependencia económica internacional como base


de su crecimiento. Esa aceptación sólo podía producirse suponiendo una paz duradera.

La inseguridad internacional produce nacionalismo económico. La seguridad política es


un prerrequisito del internacionalismo económico.

También puede decirse que el nacionalismo económico tiende a hacer la paz más
precaria y el conflicto más probable con lo cual acepta la guerra como medio para
alcanzar objetivos económicos. A pesar de sus problemas, Europa en general entró en
una fase de recuperación a finales de 1920 y se restablecieron de alguna forma las
relaciones internacionales.

Pero la reconstrucción que tuvo lugar después de 1918, en buena parte bajo los
auspicios de la Sociedad de Naciones, resultó muy precaria, llevando a las tendencias
contradictorias que prevalecieron en el mundo de los veinte.

El punto débil de esta recuperación era la excesiva dependencia de los fondos que
Estados Unidos enviaban a Alemania.

El nacionalismo económico seguía creciendo, tanto en los países viejos, como en los
que o bien habían obtenido la independencia o se habían formado en la Conferencia
de Paz de París de 1919.

Los Estados Unidos se habían convertido en el nuevo líder de la economía mundial,


aunque encerrado en una política de altos aranceles. Fue esta la gran contradicción,
un país que emprende una política de préstamos indiscriminados al extranjero no
puede dirigirse hacia un sistema proteccionista, debe abrirse al libre comercio y crear
canales que le permitan estar conectado con los países deudores.

También podría gustarte