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"Año del Bicentenario del Perú:

200 años de Independencia"

“Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión”


“Facultad de Derecho y Ciencias Políticas”

EL ALMA DE LA TOGA

Asignatura: Deontología Profesional


Docente: Bailón Osorio Oscar Alberto
Autores:
 Asencio Chavarría, Juan Diego
 Espinoza Céspedes, Omar
 Lamas Bustamante, Jennyan
 Loloy Pino, Yezzvi
 Sotelo Navarro, Jairo
INTRODUCCION
Cuando Ángel Osorio escribió este libro, quiso presentarnos a todos los abogados, la
inconsciencia que existe y el amor de los abogados por los abogados, para que podamos
concienciar y corregir todos los errores que afectan la reputación de los abogados y de la
profesión de abogado. Estamos comprometidos con convertirnos en un verdadero abogado, en
lugar de meternos en el dilema de algunos abogados, corrupción, falta de ética profesional, etc.
EL ALMA DE LA TOGA

¿Quién es el abogado?
El libro nos quiere dar a conocer el significado de lo que quiere decir ser un abogado, en la
actualidad vamos a ver que la profesión de abogado se ve afectada por los acontecimientos de
los demás colegas, siendo así que por un abogado que haga mal su trabajo, todos pagan los
platos rotos. El autor nos menciona que puedes tener los títulos y reconocimientos suficientes
en la vida, pero si no dedicas a dar consejos jurídicos y pedir justicia en los tribunales, serás
todo lo licenciado que quiera, pero abogado no. Es muy cierto la ayuda colectiva de los que
desconocen la parte jurídica, ahí estamos los abogados para enseñar y pedir de manera justicia
ante los tribunales y hacer defender los derechos de toda persona.
Se puede decir también puedes obtener los conocimientos necesarios, puedes ser el mejor, pero
si no ayudas a la justicia, no actúas con rectitud, solo ceras Lic. En derecho.
Cientos de personas que ejercen la abogacía en Perú no lo hacen de la manera correcta, por eso
estamos nosotros, somos la nueva generación, y vamos por ese cambio.

La fuerza interior
La fuerza se halla en el interior de cada persona, no la vas hallar en ningún otro lugar.
Nunca juzgues sin tener previo conocimiento como abogado dentro de la carrera.
La fuerza que nos menciona es subjetiva, sabemos que existe injusticia y cuando llega a
tocarnos, ahí recién sabremos cuando no pudo ganar la verdad, ahí está dicha fuerza para
afrontar y seguir adelante, pero ante todo ellos nosotros como futuros abogados debemos
siempre velar por la justicia y nunca irte por el lado malo, no dejes que te corrompan.
Siempre cuando estemos ejerciendo la abogacía vamos a tener caída, pero esa fuerza interior es
quien te va ayudar para salir adelante.

La sensación de la Justicia
El autor nos quiere dar a entender que lo que al abogado importa no es saber el derecho, sino
conocer la vida, el derecho positivo esta en los libros, los códigos ya sea en cualquier rama del
derecho, se estudian y se obtienen los conocimientos, pero lo que la vida no está escrito en
ninguna parte, el que tengas amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, será
abogado; quien no tenga inspiración ni más guía que las leyes, será un desventurado ganapán.
La vida se aprende con hechos, hay que estudiar la importancia de los intereses de la vida
humana, la ciencia de la humanidad es la verdadera ciencia.
En nuestra carrera culminada y ejerciendo la abogacía no hay que caer en mentiras de nuestros
clientes, no seamos cómplices, si un día te toca algún caso que no va acorde a la realidad que
estás viendo, no encubras y no hagas crecer más la mentira, en esta vida no todo es dinero, hay
que ser justos. El cliente se merece respeto y esto incluye ayuda sin caer en la injusticia,
podríamos estar dañando a la otra parte.
La Moral del abogado
El autor nos menciona, que la conducta del abogado es depravada o simplemente descuidada,
entrando a tallar los malos abogados que ejercer la profesión para obtener beneficios de
manera incorrecta.
La abogacía no se cimenta de la lucidez del ingenio, sino de la rectitud de la conciencia.
Lo que el autor nos quiere decir que debes actuar acorde a lo que es, sin justificar el actuar
malo de tu cliente, estaríamos defendiendo lo que no es.
Y nos hace la gran pregunta nuestro oficio ¿es hacer triunfar a la justicia o a nuestro cliente?
¿Iluminamos al tribunal o procuramos cegarle?
Cuando un abogado acepta una defensa, que lo que pide o requiere la pretensión de su tutela es
justa, y en tal caso su trabajo del abogado seria hacerlo triunfar al cliente y así triunfe la
justicia, y como sabemos nosotros debemos tener pruebas suficientes sin tapar la verdad,
puesto que lo que debe primar en nuestros conocimientos en que se llegue a una decisión que
vaya acorde a la ley mediante nuestro órgano jurisdiccional.
En cambio, hay abogados que se ensañan con mentir y cegar de manera incorrecta al tribunal
para encontrar la mal llamada justicia, esto es totalmente incorrecto el abogado no debe
encubrir, solo debe ayudar a que se halle la verdad.
El autor se hace la pregunta y ¿qué es la moral? ¿Quién decide que lo que hacemos esta
incorrecto o correcto? Podemos hallar la respuesta de un concepto religioso, esto va a depender
de sus creencias sobre aquel comportamiento, haciendo la respuesta mas abierta podemos
entender que la respuesta va depender de la sociedad, para muchas algunas cosas serán
correctas y para otros no lo sea. Entonces como debemos actuar, pero si nos dejamos llevar por
otras personas nunca serás lo que siempre quisiste.

El secreto profesional
El autor nos menciona primeramente como se guarda un secreto, no hay otra manera que no
diciéndoselo a nadie. El hombre más reservado y más discreto no confía los secretos a nadie
mas que a otra persona de idénticas virtudes. Porque la otra persona no divulgara lo sabido, y
esta persona no se podría dedicar a ser abogado.
Todos sabemos que el abogado esta obligado a guardar secreto, sabemos que el abogado
desempeña una función social, sirve a la sociedad.
El abogado, en la guarda del secreto profesional, puede encontrarse en tres conflictos; conflicto
con su propia conveniencia, conflicto con el interés particular ajeno y conflicto con un grave
interés social.
El abogado tiene que guardar el secreto profesional así no haya ejercido la defensa de aquella
persona, porque está ya le confió todo el caso en la consulta y por ende esta en su juicio moral
cuidar y guarda el secreto.
Como futuros abogados debemos de saber que cuando un cliente llega y nos confía su caso,
nosotros debemos guardar el secreto profesional, cabe resaltar que la persona puso confianza
en nosotros, el abogado no puede ir atestiguar en un caso contra su cliente.
En nuestra línea de abogado la mentira no debe caber en nuestras convicciones, la mentira
viene a ser gravísimo en la vida de un litigante, debe estar constaste el derecho del cliente y la
búsqueda de la verdad. El abogado se tiene que comportar como el sacerdote de un templo, en
el sentido cuando le cuentan los errores que hayan cometido el sacerdote tiene que guardar el
secreto, así sea conductas irreprochables, igual debe estar presente en la vida del abogado.

La chicana
Hemos llegado a la conclusión que donde existe un problema moral la resolución no lo vamos a
encontrar en los libros ni en las leyes, si no la respuesta va estar en nuestra conciencia, quien
nos dirá que se debe hacer y es esta misma quien nos va acusar por nuestra conducta.
El autor nos aconseja en el caso de hacer una chicaneria es la conciencia quien nos va a juzgar,
la chicana siguiendo la lectura no es algo correcto hacer en nuestra vida de abogados, vamos a
querer que siempre la norma esta de nuestro lado, aunque sabemos que nuestro cliente haya
hecho algo incorrecto.
Todo e la vida depende del hombre, de su pensamiento, de su conciencia.
El abogado que acude a una chicana sabe que usándola está en juego su prestigio y puede
incurrir en el desprecio de la opinión.

La sensibilidad
La abogacía es una lucha constante y apasionada, eso es absolutamente correcto, pero tenemos
la responsabilidad de no sucumbir a la pasión. Esto no significa que debamos ser
completamente indiferentes y escépticos, sino que no podemos estar inclinados a participar
demasiado o nada, sino solo a ganar por el dinero, porque como nos dice el autor esto
enmascara nuestro buen juicio. Mucha gente quiere mantenerse en contacto con su abogado en
algún momento, es decir, puede sentirse un poco por su dolor. Pero en mi opinión, los
abogados deberían dejar de analizar la situación, preocuparse por sus clientes y no ir más allá
de los límites de que todo se vuelva personal, protegerse y hacer pleno uso de la ley.

El desdoblamiento psíquico
Este punto que tocó el autor es muy interesante. En mi opinión, para mejorar en determinadas
circunstancias, es muy importante establecer contacto con los clientes. Por ello, lo mejor es
dejar de lado nuestros intereses y bienestar, y ponernos en la piel de los clientes. No se trata de
olvidar quiénes somos, sino de renunciar a algo que pueda interrumpir nuestro trabajo y
utilizar nuestro poder como abogados.
La independencia
Bueno, obviamente, la ley es de libre aplicación, pero esto puede estar influenciado por los
consejos de consultores o personas cercanas a usted. Además, cuando el autor mencionó que es
difícil resistir el llanto de una mujer o la participación de familiares, no estoy de acuerdo.
Porque sí, la supremacía de la familia en nuestras vidas es correcta. Dije que amo locamente a
mi familia, pero cuando practicamos la ley, debemos mudarnos. Cuando defendemos a los
demás, en nuestro mundo egocéntrico, ya no somos solo nosotros, sino que tenemos la
responsabilidad de cuidar los mejores intereses de nuestros clientes. Por supuesto, esto no
ensombrecerá nuestra moralidad y sentido de justicia.

El trabajo
La profesión legal es asombrosa. No digo esto porque esté estudiando para ser abogado, porque
en realidad estoy haciendo esto, porque en mi opinión, hay que saberlo todo. Esta es la esencia
de la profesión. hacer. Te permite leer muchos temas diferentes, porque cada situación es
completamente diferente y requiere diferentes preparativos. De hecho, depende de cada
abogado decidir en qué tipo de abogado quiere convertirse, porque si bien sí hay muchas
personas que quieren al abogado más famoso a la hora de buscar un abogado, esto se debe a
que tienen mucho discurso y capacidad de persuasión o por su currículum, es impresionante,
su nivel educativo es alto, o tiene sentido de la honestidad, o simplemente porque ha ganado
muchos casos.

La palabra
Esta palabra es un regalo y muchos de nosotros todavía tenemos que aprender a usarla. Al
mismo tiempo, también puede ser un arma, porque si la usamos de manera incorrecta, causará
daño a los demás y a nosotros mismos. El uso correcto de la misma y las ventajas
correspondientes es un problema, porque si no fuera por ella, entonces muchos de nosotros
seríamos bárbaros, ateos sin motivo, porque gracias a la palabra, todas nuestras creencias e
interpretaciones de la existencia a lo largo de los años de negociación y así sucesivamente.

El Estilo Forense
Como mencioné antes, la abogacía es una profesión digna de ser amada, si no, debes considerar
otras profesiones. Es necesario sentir pasión por la justicia y querer justicia. Bueno, cuando el
autor nos dijo "No puedes tener belleza, riqueza, ni siquiera salud, pero no puedes sobrevivir
sin justicia", estoy totalmente de acuerdo. Después de todo, esto es, en última instancia, algo
indispensable en la vida de todos, porque si la justicia es bendecida, podemos decir que la
riqueza estará bien distribuida, todo se descubrirá y la salud mejorará mucho.

Elogios de la Cordialidad
En cuanto al elogio de la cordialidad con este capítulo es que a pesar de lo malo que se dice de
los abogados y de los jueces, eso que crea desconfianza entre ellos, hay que dejarlas a un lado
para un mejor desenvolvimiento entre todos. Además de que nosotros no somos quien para
juzgar a los demás. Tanto Magistrados como futuros abogados tenemos la misma misión, la de
trabajar por la justicia. Tanto es así que podríamos ser comparados con químicos y biólogos,
tomando en cuenta que el bufete y el estrado vendrían siendo nuestros laboratorios de trabajo.
Todos los pueblos han evolucionado a lo largo de los años, pero no necesariamente sus leyes a
su paso. Y claramente nos podemos dar cuenta de esto al leer el ejemplo que nos hace Ángel
Osorio. La verdad, es muy lamentable que después de haber ocurrido el incidente, se haya
modificado la ley.
Si bien es cierto, el arte se desarrolla por medio de las pasiones y de los sentimientos y más que
nada voluntad. Y a los abogados se nos es referido el don de la palabra, como arte la oratoria y
la escritura, que es la expresión artística más elevada y noble. Al igual que otros profesionales
desarrollan la química, la aritmética, etcétera. Es de vital importancia aceptar la invitación, que
es como me gusta verlo, que nos hace el autor de leer más, de ilustrarnos. Así mismo como no
puede haber un doctor sin estetoscopio no puede haber un abogado sin libros, ya que esa es
nuestra herramienta de trabajo. Y es indispensable que todo abogado tenga su propia biblioteca
con revistas jurídicas, novelas, códigos, libros jurídicos nacionales, crónicas, críticas, libros de
historia, etc.
Bastante lamentable es que el abogado trabaje junto a tantas personas y no tenga la mínima
idea de lo que ocurre en sus vidas. Esto se da en su mayoría porque el abogado tiende a ser muy
individualista, puesto que el abogado nunca estudia fuera de sí mismo.
Pues un abogado debe de saber casi de todo. Simplemente, sería algo inconcebible que se le
preguntara a un abogado que trabaja como asesor legal en un banco sobre algún problema
penal y no sepa que decir. Las especializaciones no son del todo malas pues siempre hay un
aspecto de la profesión que nos llama más la atención, sin embargo, tener conocimiento de
todos los aspectos que constituyen el campo de la abogacía es lo que nos lleva a ser abogados
completos.

La Hipérbole
Nuestra profesión debe tener una comprensión mayor que la común para todas las cosas
humanas, y debemos ver las cosas muy sutilmente, se trate de grandezas o de miserias.
No debemos supervalorar virtudes ni las faltas del adversario, tampoco debemos generalizar, ni
identificarnos con los clientes.; ya que todo esto puede llevarnos a cometer grandes injusticias y
tomar posturas ridículas.
Aquellos abogados que goza de tener buen gusto, dignidad y pudor, saben que o se necesita
exagerar las cosas para llamar la atención, sólo basta un sencillo argumento pero que sea
bueno.

La Abogacía y la Política
En los Gobiernos, en los Parlamentos, en la Administración General y en La Local, han habido
siempre gran contingente de Letrados.
El abogado que interviene en la vida política aporta a ella más que el labrador, el fabricante o el
obrero, que sólo conocen su caso y viven influidos por él.
El autor nos dice que no es común que un político quiera ser abogado, pero si se dan
muchísimos casos en los que los abogados quieren ser políticos. Y es de lo más normal, pues es
una de las cosas a la que todo abogado está llamado.

Libertad de Defensa
No me parece adecuado que un particular pueda defenderse por sí mismo.
Así mismo, me parece que no cualquier persona tiene el vasto conocimiento de las leyes que
tiene un abogado, y no solo eso, sino el de saber cómo darle el correcto uso.

El Amianto
El autor nos dice que no concibe al Abogado Financiero, por la sencilla razón de que si es
financiero no puede ser abogado.
Los abogados deben estar siempre por encima de la codicia y de la pasión.

Los Pasantes
Lo más interesante que se aprende en un bufete no es la ciencia, que pocas veces se exterioriza,
ni el arte de discurrir, que no suele materia inoculable, sino la conducta.
El autor expresa que los abogados tal vez o logren formar la mente de sus pasantes, pero
involuntariamente, influyen sobre la orientación de su conciencia.

La defensa de los pobres


No debería haber diferenciación entre un pobre y una persona con más recursos, refiriéndome
a su defensa legal. ¿Por qué al litigante pobre le ponen a un fiscal o un defensor público para
que lo defienda? ¿Por qué no hacer que los grandes abogados de renombre, y no solo ellos sino
todos, en algún momento tomen casos particulares con litigantes pobres? Por decirlo de cierta
forma, sería como un pro bono.
Nos menciona unas breves medidas a aplicar, con las cuales no estoy de acuerdo. Comenzando
por la segunda que nos dice que si el litigante pobre pierde deberá pagar un día de cárcel por
cada 25 pesetas, esto me parece absurdo porque estaría como estableciendo que ser pobre es un
delito, que por no poder pagar un abogado debe de pagar con cárcel ¿qué clase de insensatez es
esta? Pero de igual forma las otras dos nos e pueden quedar por fuera.

La toga
Es algo lamentable que los abogados no usen la toga en los juicios. Ya que así mismo como se
menciona, la toga inspira cierto grado de respeto entre las demás personas, es una distinción
entre el abogado al resto de los presentes en el juicio o la corte. La  imagen de quien porta la
toga es de alguien bueno y sabio.
Está en nosotros defender ese largo legado que ha dejado el usar la toga al paso de los años. Es
de suma importancia que le demos el uso correcto y comprendamos todo lo que en realidad
significa utilizar la toga.

La mujer en el bufete
Es muy interesante ver como se resalta la importancia del valor de la familia para el abogado y
como halaga a la mujer y sus instintos, que rara vez dejan de acertar. También como menciona
la importancia de una mujer en la vida de todo abogado (hombre). Así mismo como exalta la
tenacidad, la grandeza moral, el desprendimiento de bienes materiales, el sacrificio y la
abnegación de las mujeres que son madres a la hora de defender a sus hijos, pues es muy
acertado que una madre haría cualquier cosa por el bienestar de su hijo.

Decálogo del abogado


Primero que todo, es muy importante mencionarlos.
1. Hay que confiar en nosotros mismos y de creer que una causa no es justa, no debemos
defenderla, pues nosotros estamos para hacer que prevalezca la Justicia.

2. No debemos dejarnos llevar por lo que digan los demás, ni sucumbir ante las
tentaciones de dinero que nos puedan ofrecer. Nuestra integridad no tiene precio.

3. Es nuestro deber defender los intereses del cliente y para esto debemos dejar a un lado
nuestros intereses personales y pensar en los del cliente.

4. Siempre debemos gozar de una alta autoestima, al fin y al cabo somos nosotros los
encargados de luchar por la Justicia; pero, no debemos permitir que esto caiga en
arrogancia frente a los demás.

5. Debemos confiar en nuestros conocimientos y en todo lo estudiado, ya que así tenemos


pruebas de lo que decimos y es más factible.

6. Nuestra integridad como abogados y nuestros valores siempre deben prevalecer por
encima a lo que dicta la ley.

7. No hay mejor guía para nuestro buen desenvolvimiento como abogados que el sentido
común, debemos guiarnos por lo que nos dicta nuestra razón.

8. Nosotros somos un medio para lograr la justicia, cuando haya justicia habrá paz, y es
ahí donde podremos realmente decir que hemos triunfado.

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