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¿Considera que, en el país, tras la pandemia del Covid-19 muchas empresas presentaron

una transición a una economía digital? ¿Cree que han recibido el apoyo esperado por
parte del gobierno?
Para sobrevivir en el actual contexto de impactos causados por la pandemia del

COVID-19, muchas empresas tienen que recurrir al uso intensivo de herramientas digitales

para implementar el teletrabajo, realizar compras y ventas online, así como gestionar

procesos de producción de forma remota.  Pero esto constituye un gran reto, en especial para

las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), segmento mayoritario del universo de

firmas existentes y al cual le ha costado más subirse a la ola digital.

La clave hoy es seguir generando ingresos para sostenerse en el mercado y una vía

para ello es la digitalización de los procesos. No obstante, para muchas mi pymes esto puede

volverse imposible sin el acompañamiento y apoyo adecuados que hagan el camino menos

doloroso.

La digitalización, que antes parecía un “extra” para aumentar la productividad y las

ganancias, hoy se ha vuelto un requisito para que las empresas sobrevivan. En particular, las

mi pymes que comienzan a transitar por la ruta de la transformación digital necesitan dotarse

muy rápidamente de una serie de elementos. Por un lado, necesitan conexiones de calidad y

dispositivos tecnológicos (computadoras y servidores). Por otro, requieren soluciones

digitales, incluyendo sistemas informáticos para ventas, marketing y gestión de clientes

adaptados a sus necesidades específicas, soluciones reforzadas de ciberseguridad, y

herramientas para potenciar sus oportunidades de negocio (plataforma de comercio

electrónico, medios de pago digitales, etc.).

Se trata de una tarea titánica para muchas mi pymes, que destinan la mayor parte de

sus recursos, humanos y financieros, a la gestión del día a día. Por ello, ahora más que nunca

necesitan financiamiento y asesoría técnica para navegar este laberinto digital.


Los gobiernos pueden ayudar a que, de forma ágil y rápida, una masa crítica de

empresas pueda dotarse de capacidades digitales para continuar operando

ininterrumpidamente en el contexto de las restricciones de esta pandemia y para maximizar

oportunidades de crecimiento en la poscrisis. Para masificar y optimizar sus intervenciones y

recursos, los gobiernos deben apoyarse en herramientas digitales que ya existen. Este tipo de

programas se vienen impulsando con fuerza en los países desarrollados en el marco de

agendas digitales integrales, por lo que su despliegue ha sido más rápido que en ALC.

Ecuador a brindado un apoyo significativamente bajo en relación a otros países lo que

mas resalto en la pandemia fue el programa de créditos Reactivate Ecuador, La entrega de

este crédito es parte del programa Reactívate Ecuador, que cuenta con USD 1.150 millones

que se destinarán a los sectores afectados por la triple emergencia del COVID19. A la fecha,

más de 2.700 micro, pequeñas y medianas empresas se benefician de este apoyo y se han

desembolsado cerca de USD 107,4 millones, de créditos que van desde USD 2.800 hasta

USD 300.000. Emprendedores de talleres mecánicos, rotulería, restaurantes, servicios

profesionales, agroindustria, alimentos procesados, entre otros, ya forman parte de este grupo

de beneficiarios.

Enrique Martínez, propietario de la fábrica, indicó que, durante los meses más críticos

de la pandemia, mantuvieron la calma y que la primera consigna era no reducir la nómina.

Ahora, al recibir el crédito de USD 120.000 con Reactívate Ecuador, dieron liquidez a sus

proveedores, también servirá para continuar el proceso de expansión de la fábrica. “Obtener

el crédito fue una experiencia fantástica. Lo obtuvimos en tiempo récord, cero burocracia y

trámites. ¡Es lo más fácil que he hecho en mi vida! Que el señor Presidente se haya

preocupado por el comercio es fantástico. Confiemos que el Ecuador va hacia adelante”

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