Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los pedidos que se le hacen a la escuela para “ sostener” a los alumno/as dentro de
ella y evitar la “expulsión” implican un cambio de trabajo institucional. La escuela
democrática exige propiciar la participación de todos los miembros que la componen.
Para que la participación sea una práctica efectiva se la debe organizar
Para abordar la problemática de la “violencia escolar”, que hoy figura en las primeras
planas de los diarios y forma parte de los comentarios centrales de los noticieros rosarinos,
por el episodio protagonizado por alumnos de la ex Técnica Nº 6 que consistió en filmarse
haciendo destrozos en un aula, para después mostrarlo por la web, es necesario inscribirlo
en el marco la organización institucional, de esa escuela en particular, pero también del
sistema educativo y de la regulación normativa que se ejerce en la sociedad en general.
La violencia escolar está íntimamente relacionada con el fracaso de la sociedad política
para promover la inserción social de los jóvenes. De proveer a la infancia de condiciones
materiales y emocionales favorables para un desarrollo sano, fortaleciendo las posibilidades
laborales y educativas de los adultos, que son quienes, en el seno familiar, deberían poder
cumplir esa función. De la sociedad que se refugia en la indiferencia o en el ataque
vengativo. De las fuerzas policiales y de seguridad, en quienes se delegan el uso legítimo
de la fuerza, y responde de forma irracionalmente violenta. El mal funcionamiento de estas
instancias crean las condiciones para que los sujetos se sientan cada vez más desprotegidos,
vulnerables, lo que los pone ante la posibilidad de responder a ello, de manera violenta .
( Garay Lucía, Gezmet Sandra (2000) Violencia en las escuelas, fracaso educativo. Cuaderno de Postgrado Universidad
Nacional de Córdoba.)
Las normas no están hechas de una vez y para siempre, debe reflexionarse continuamente
sobre ellas, para identificar lagunas normativas, inadecuación a las actuales circunstancias,
inequidad, en fin, es conveniente trabajar para que faciliten el trabajo de las personas y que
no se conviertan en un obstáculo.
Los conflictos son parte de la vida institucional, porque la vida no es un engranaje
perfecto, el progreso implica cambios, y estos se van dando en procesos que generan
conflictos. Resolverlos en una escuela democrática es acordar una solución en el que se
pongan en juego las normas, y en el que se cuente con la participación de sus miembros.
Organizar la participación
Es importante definir en primera instancia que tipo de participación se puede promover ante
determinadas circunstancias. No todos pueden tomar decisiones, por ejemplo no se le puede
pedir a los padres que juzguen si es conveniente que se tome en cuenta el constructivismo
en la enseñanza o se retome un modelo tradicional. Porque en este caso se necesita
conocimiento especializado. Sí se puede recabar información sobre las dificultades que
observan en sus hijos a la hora de realizar las tareas que se le encomiendan.
Es conveniente explicitar los niveles de participación, para evitar conflictos, dado que
muchas veces se supone que lo que se discuta se va a reflejar en las decisiones y luego no
es así, o bien se somete a las personas a tomar una decisión sin contar con la información
adecuada.
Se pueden distinguir los siguientes niveles de participación: Informativo: solamente se
remite a tomar conocimiento de una situación. Consultivo: se requiere la opinión de los
participantes que influye en las decisiones pero no las determina. Decisorio: los individuos
participan para tomar decisiones. Ejecutivo: ejecutan decisiones previamente tomadas.
Evaluativo: los individuos participan evaluando y controlando lo realizado por otros.
Las reuniones
Las reuniones son el medio más común para generar espacios de participación, tanto para
docentes, padres o alumno/as , sin embargo casi siempre se las considera improductivas.
Especialistas aconsejan realizar una minuciosa preparación previa a la misma, de tal
manera que los participantes cuenten con mejor información sobre aquello que se va a tratar
y su modalidad de participación. En este sentido se solicita que en la citación se
especifiquen los objetivos, las técnicas de trabajo ( por ejemplo si van a analizar un caso
de violencia escolar) tiempo aproximado de la reunión, es importante este punto, para
favorecer la organización de la vida de quienes participan, por ejemplo de los padres, que
tienen que disponer quien se queda al cuidado de sus otros hijos.
“ Pidieron ( por los directivos) al centro colaboración para comprar parasoles. El centro
de estudiantes no aceptó porque consideramos que no es esa su función, que a quienes se
debería reclamar es al Estado. Les dijimos que sí los apoyaríamos si deciden un reclamo
ante el ministerio, sentadas, escraches etc.,” por esta razón les comunicaron que la Bandera
de estudiantes no iba a estar en el desfile.
“Las Cooperadoras no ayudan a los estudiantes. Les piden a los padres 20 pesos y no es
así(...)”.
“Se hace difícil trabajar en el centro, yo ya estoy tildada de subversiva, no me dejan pasar
por los cursos”.
“Una profesora en Comunicación nos dijo que les enseñaba esos contenidos, pero no estaba
segura si era lo que tenía que enseñar... Si ni la profesora sabía ..” justifican esta situación
por la mala implementación de la Ley Federal “ ellos no tienen la culpa (...)Si les
mandaron después, que era lo que tenían que enseñar”.
“Nos está dando clases un profesor que en la época de proceso daba clases con una arma en
el escritorio, y denunciaba a los estudiantes”.
“Nosotros sabemos que historia es una materia que es difícil, pero que hay que estudiarla.
Sin embargo una profesora de historia nos cuenta la Revolución francesa así: eran dos
grupos unos que comían un banquete y los otros que miraban desde afuera y entonces
dijeron “nosotros también queremos comer” y eso fue la revolución francesa, (risas de
todos)
Le pedimos que tratemos el tema de la época infame, la dictadura y claro como es la mujer
de un milico no quiere tratarlo, nos dijo “ que era un tema muy duro”. Ante la insistencia
dijo, bueno preguntemos a los chicos a ver si quieren que tratemos el tema... y que le iban a
decir mis compañeros, si no les interesa nada, contestaron nooo profesora, ya lo dimos el
año pasado. Y era mentira. Pero con ese criterio, preguntemos a los chicos a ver si quieren
dar matemática o historia” .
Roxana Kreimer*
Entendemos que este puede ser un aporte interesante para propiciar que las diferencias que
se susciten entre las personas puedan ser salvadas mediante la comunicación y respeto
mutuo.
Cuando me invita a dar la charla, la profesora me cuenta que los adolescentes oyen
canciones que promueven el robo, me pide que "les hable de otro tipo de filosofía que no
sea la de salir a robar", y propone titular la charla en relación a este tema. Le respondo que
a mi entender ellos son las principales víctimas del robo, un robo -claro está- legal e
institucionalizado. Propongo en cambio otras consignas para la charla: "¿Por qué hay
pobres?", "¿Cómo acabar con la pobreza?", "¿Para qué sirve la filosofía?" Otra profesora
me cuenta que no es infrecuente oír de boca de sus alumnos: "Disculpe que no le traje los
trabajos prácticos que debía realizar. Es que anoche tuve que salir a robar".
Cuando les pregunto a los adolescentes por qué creen que existe la pobreza, estas son
algunas de sus respuestas: "Porque los políticos roban", "Por las diferencias culturales",
"Porque hay ricos", "Por los inmigrantes", "Porque siempre hubo pobres". Criticamos
algunos de estos presupuestos: no siempre hubo pobres; la pobreza obedece a razones que
van mucho más allá de la corrupción de los políticos; las diferencias culturales no generan
pobreza, es la pobreza la que genera diferencias culturales.
Hablamos sobre el capitalismo, sobre la falsa idea liberal de que si cada uno busca su
propio interés, automáticamente el conjunto se verá beneficiado. No dudamos en legitimar
el asalto a un supermercado si no hay trabajo ni comida para alimentar a la familia, pero
sugerimos que, fuera de esta situación, robar en forma individual es seguir el juego del
sistema, utilizando su mismo mecanismo, el del "sálvese quien pueda". Salir de ese juego
supone participar en la política para no ser cómplice de la mediocridad, o también, por
ejemplo, generar proyectos autogestionarios como el de las cooperativas.
En el viaje de ida la directora del colegio me comenta que un problema constante en el
colegio es el de los grupos de alumnos que se van a los puños cuando alguno de sus
integrantes no ha sido invitado a una fiesta. A propósito de este tema hablamos del
surgimiento de la filosofía en coincidencia con el origen de la idea de democracia en la
antigua Grecia: ambos presuponen la valoración de los argumentos por sobre la fuerza
física, el poder del dinero o del linaje.
Varios alumnos escriben sobre su miedo al fracaso. Hablamos sobre la engañosa imagen de
felicidad que difunden los medios, sobre la necesidad de aprender de nuestros errores y
sobre cómo los problemas y las situaciones dolorosas nos abren nuevos objetos de amor y
nuevas posibilidades de vida.
Dijimos que si bien la ética no puede carecer de principios generales, debe medirlos con la
riqueza de cada situación en particular, por lo cual parecía bueno evaluar según las
circunstancias concretas (...)
*Doctora en filosofía. Acutualmente forma parte del panel del programa “Dejámelo pensar” de canal 7.
Coordina consultorías filosóficas.