Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Vence la fecha establecida unilateralmente por el Gobierno Nacional para la entrega de bienes
de la economía de guerra de la antigua guerrilla de las FARC-EP y aún no se establece un
cronograma de trabajo conjunto que permita continuar con las actividades de identificación de
bienes que vienen realizando los firmantes del acuerdo para cumplirle al país, teniendo en
cuenta que las primeras beneficiadas por este acto reparador son quienes sufrieron el conflicto
armado.
Las razones de las dificultades son ya conocidas por el país: Falta de desarrollo normativo por
parte del gobierno sobre temas clave como el trámite de oposiciones, la recepción de bienes
cuyos propietarios no han podido ser ubicados y de aquellos que no se encuentran libres de
gravámenes; amenaza a la vida e integridad de los firmantes de paz y sus familias, que
acumulan ya 249 asesinatos, desplazamientos colectivos y numerosos desplazamientos
individuales; diversos actores armados que han copado los territorios a falta de presencia
estatal; la pandemia del COVID 19 y las restricciones que impuso; la falta de voluntad política
para viabilizar la recepción del inventario con criterios amplios y no solo económicos. Es por
ello que en el marco de la audiencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz realizamos
algunas propuestas que hoy trasladamos también al Gobierno Nacional en cabeza del Alto
Comisionado para La Paz: un espacio de construcción de una agenda conjunta, aterrizada en
la realidad del país y que incluya a la JEP y a la Misión de Verificación de la ONU. Esto con el
fin de evaluar que se ha hecho y que falta por hacer en cuanto a normatividad, agilizar la
creación de Patrimonio Autónomo, la entrega de los bienes restantes, avanzar en reparación
a las víctimas y el reconocimiento del carácter reparador de bienes, enseres y construcciones
que no son monetizables pero están al servicio de la comunidad desde hace años, algunos
desde hace décadas en pleno auge del conflicto armado.
Creemos firmemente que el camino de la paz está marcado por el diálogo y la articulación
entre los actores políticos del país, es hora de superar las mezquindades y sobreponer el
bienestar de las víctimas y del pueblo colombiano que está cansado de la confrontación estéril.
Nuestra voluntad no está en duda, nosotros no renunciaremos a nuestros compromisos y lo
hemos demostrado con hechos, nada ni nadie nos hará renunciar al sueño de un país con
justicia social y una paz estable y duradera.