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La experiencia en este agitador se basa en medir la conductividad de un líquido, en este caso el

agua, su temperatura y el tiempo. Al disolver una sal en el agua, su conductividad aumenta por el
efecto de los iones solvatados, lo que produce un cambio en la temperatura. Cuando el valor de la
conductividad medido alcanza cierto valor constante puede considerarse que la mezcla está
completa. La sal a utilizar es el sulfato de aluminio

En este agitador, si se puede incluir placas deflectoras, por lo que el experimento se repitió dos
veces, uno con placas y otro sin placas, de modo que se pudiese observar el efecto que las mismas
tenían sobre el tiempo de mezclado, resultando ampliamente favorable el caso del agitador con
placas deflectoras.

Se mide la temperatura inicial del agua, su conductividad y se procede a agregar la sal,


cronometrando el tiempo en el que se extrae cada muestra. El agitador es una turbina con palas
verticales, el motor eléctrico es de 1500 rpm, el consumo de corriente de 0,37 A, la potencia
calculada fue aproximadamente de 90 W.

El agitador trabaja con un voltaje de 110 V por lo que se tiene un transformador de 220 a 110 V, se
le agregó 500 g de sulfato de aluminio en un volumen de agua de 15 litros.

Las muestran fueron pipeteadas directamente del tanque y la conductividad medida con un
conductimetro del cual se tomaron fotos. El tiempo medido es en el momento de la extracción de
la muestra y no el tiempo de medición de la conductividad.

Al no haber placas deflectoras, el agitador gira a tal velocidad que en vez de mezclar el líquido,
produce un vórtice en el seno del fluido, haciendo dificultosa la homogenización de la mezcla. Lo
que sucede en éste caso es que el agitador calienta ligeramente el fluido, en vez de aportar
energía al mezclado, que es lo que se busca lograr con ésta operación unitaria.

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